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Fuimos algo imposible de olvidar por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Hola hola mis queridos lectores~ ¿qué creen? Sí, oh sí, ésta es noche de actualización~ Y créanme que el día de hoy les traigo un capítulo muy muy especial, el cual estoy segura de que les va a encantar. Ya estamos en la recta final, y como ya les había dicho: éste es el capítulo 18 de 20, así que únicamente nos quedarán dos capítulos. ¡Pero! por favor no se me pongan tristes ni se desesperen, que les tengo aún muchas sorpresas planeadas; sin embargo, dejaré este tema para después, y simplemente les dejaré leer, que es a lo que vinieron. Disfruten:

Al mismo tiempo que Takanori se dedicaba a desenmascarar a Ayana frente al resto de sus amigos, y a hacerle saber a ella que Gackt tenía planeado contárselo a Tetsu igualmente, la pareja fugitiva había dejado el caballo encargado con los empleados cuando llegaron a la salida del club, pues pertenecía a uno de los miembros más importantes de éste. Empero, ahí mismo se encontraba un auto que estaba esperando por ellos, pues su recorrido aún no terminaba. Durante el camino, Tetsu realizó muchos intentos de hablar con Gackt para que le contara aquello que, según había dicho, iba a cambiar radicalmente su decisión; no obstante, éste se rehusó a explicárselo mientras estuvieran dentro del vehículo. Por ello, le pidió un poco de paciencia para que arribaran al destino que los esperaba, pues ahí podría decirle todo lo que necesitara saber respecto al tema de Ayana.

Por este motivo, los siguientes minutos transcurrieron en medio de un absoluto silencio; no se trataba de uno incómodo en el que lo único que deseaban era arribar a su destino, pues el abrazo que compartieron durante todo el trayecto, les brindó a ambos la paz interior que creían haber perdido con el anuncio de la boda del bajista. Por lo tanto continuaron de ese mismo modo, sumidos en su propio universo donde todo lo demás parecía desaparecer a su alrededor, hasta que únicamente quedaran ellos dos. Realmente necesitaban de eso, ya que habían terminado de pasar las semanas más tortuosas de su vida; ahora era momento de poner todas las piezas en su verdadero sitio, y deshacerse de aquellos elementos que no tenían cabida entre ellos. Estos alentadores pensamientos se mantuvieron rondando sus cabezas durante todo el tiempo que pasaron dentro del auto, pues aunque Tetsu aún no se enteraba de aquello que había orillado a Gackt a actuar, sintió una repentina corazonada de que dentro de poco escucharía algo que cambiaría su vida en la dirección que él mismo había deseado tomar desde hacía mucho.

Así fue como terminaron saliendo completamente de la ciudad, aunque ambos estaban tan profundamente sumidos en sus cavilaciones y en lo cómodos que estaban gracias al abrazo que compartían, que no se dieron cuenta del momento en que aquello ocurrió. Se sintieron desconectarse de su alrededor de forma absoluta, así que cuando se dieron cuenta del sitio a donde acababan de llegar, fue gracias al llamado explícito, aunque discreto, de la persona que conducía el vehículo que los había transportado. Al escucharlo, los dos músicos, aún en silencio, se separaron gentilmente del abrazo que mantenían, dedicándose solamente una sonrisa que denotaba una serenidad que sólo ellos dos podían compartir. En seguida, abandonaron el auto, de la misma manera en que el chofer lo había hecho para poder sacar el equipaje que se encontraba dentro de la cajuela. Cuando Gackt notó aquello, le agradeció por sus servicios, le hizo el pago que habían acordado anteriormente, y le dio instrucciones de regresar por ellos hasta que recibiera su mensaje; es decir, algunos días después. Eso desconcertó bastante a Tetsu, quien desde antes se había mostrado sorprendido debido a la presencia de esas inesperadas maletas; sin embargo, el solista siguió sin decir nada, y en su lugar solamente le mostró una enigmática sonrisa, al mismo tiempo que se encargaba de conducirlo al interior de lo que parecía ser una casa al estilo japonés antiguo.

Justo cuando arribaron a la puerta, fue que Tetsu reparó en la “peligrosa” situación en que se estaba poniendo, y en algunos detalles del sitio donde estaban: completamente fuera de la ciudad, justo en medio de un bosque que lucía bastante deshabitado y por ende, sin otras casas o personas cerca. Ese hecho le hizo sentir bastante nervioso al pensarse totalmente solo con su adorado solista, pues no estaba al tanto de su verdadera situación todavía; se suponía que estaba en una situación delicada, pues no sólo había dejado a su prometida prácticamente plantada en plena boda, justamente en el altar, sino que además se había fugado con quien, todos sabían, era su ex-novio. Pensar en eso lo angustiaba demasiado, le hacía preguntarse si todo aquello era correcto… y más aún, estaba teniendo el mayor y más grave debate interno que jamás había experimentado; claro que le gustaba la idea de encontrarse en un sitio tan apartado como aquél en compañía de la persona que amaba, y que éste hubiera defendido su amor hasta el punto de haber impedido esa boda que ni él deseaba. No obstante, su sentido del deber y del honor se cuestionaba si realmente estaba haciendo lo correcto al permitirse estar ahí, dejando abandonado el compromiso que había hecho con aquella chica que, a su parecer, no merecía semejante humillación…

─Deja de preocuparte tanto por Ayana y tu supuesto compromiso con ella, Tetsu; ya nada de eso vale la pena ser recordado, porque todo es totalmente distinto ahora, y estás a tan sólo unos minutos de comprender a qué me refiero ─repentinamente, como si hubiera leído los pensamientos que inundaban la mente del bajista, Gackt decidió romper el silencio en que los había mantenido sumidos a ambos.

─Gackt… ¿cómo supiste que estaba pensando en eso…? ─Cuestionó, al mismo tiempo que seguía a su interlocutor en dirección a la sala; éste había rehusado su ayuda con el equipaje, por lo que él llevaba las manos libres. No obstante, tan sólo unos segundos después detuvo sus pasos de golpe, pues el más alto también se había detenido del mismo modo, dejando las maletas en el suelo para darse la vuelta y mirarlo de frente. Nuevamente no le dijo nada durante algunos segundos, por lo cual ambos simplemente permitieron que sus miradas se conectaran entre sí; se observaban con detalle, con toda la profundidad que siempre habían demostrado con el otro… ésa que les hacía sentir que se volvían capaces de contemplar el alma ajena, y todo el amor que se profesaban.

─Sí, tal como lo imaginé, todas esas tonterías de que no querías que ninguno de nosotros se inmiscuyera en tu vida y tus decisiones, eran una farsa; ya lo sabíamos, pero te juro que jamás pudimos comprender por qué procediste de esa manera Tetsu.

─Gackt no creo necesario hablar de lo obvio… es decir, Ayana lo dijo en televisión a nivel nacional así que no dudo que todos ustedes se hayan enterado del gran suceso de mi futura paternidad ─agregó con cierta ironía en su voz, pues a pesar de la culpa que sentía cada vez que descubría que no estaba nada emocionado con el nacimiento de su primer hijo, no podía evitar que aquel suceso lo llenara de miseria.

─Así que ¿sólo se trata de eso?, ¿de cumplir tus compromisos con ese bebé? Te recuerdo que el matrimonio forzado no es el único método que un hombre tiene para responderle a una mujer; no dudo que estas mismas palabras se las hayas dicho alguna vez a Ken cuando estaba lidiando con la situación de la madre de su primogénito, ¿me equivoco? ─Sabía que no lo hacía, pues el mismísimo Ken se lo había contado alguna vez, así que estaba al tanto de todo ese asunto.

─No te equivocas… pero la cuestión es que mi caso y el de Ken no son iguales; él tuvo la desgracia de involucrarse con una maniática sociópata que estuvo dispuesta a matar a Mina, la hermana de Ken, a Takanori, y Bara-chan. Ayana no sería capaz de algo como eso…

─Bien, supongamos que te concedo este punto porque esa chica Sakai no es una homicida demente; sin embargo, ella tampoco es una santa como tú has querido creer. Por lo tanto, no se merece tal sacrificio de tu parte… ¿acaso no lo ves Tetsu?, aceptando esta boda sin sentido, habrías firmado tu sentencia de muerte, la mía, y además le habrías asegurado a tu hijo o hija una vida miserable, pues eso tendría al crecer con dos padres que no se aman.

─Takanori y Hyde también insinuaron que Ayana no es la mujer buena que yo creo, así que ¿me podrías explicar a qué se refieren? Yo solamente he recibido cariño, dulzura y calidez de su parte así que no veo por qué debería pensar algo diferente ─simultáneamente a ese discurso, el solista dirigió ambas manos hasta sus hombros para guiarlo en dirección al sofá más cercano, donde ambos tomaron asiento inmediatamente.

─Por supuesto que te pienso explicar Tetsu, para que de una vez por todas decidas volver a mi lado, que es donde perteneces ─sus propias extremidades, que anteriormente estaban posadas sobre los hombros de su adorado bajista, bajaron gentilmente a tomar las manos ajenas. Así, sin romper el contacto visual que habían creado, continuó─ imagino que Taka te mencionó alguna vez que, desde el inicio, él sospechó que ese asunto de la noche que pasaste con Ayana se trataba de un simple engaño. Él jamás confío en lo que esa mujer te hizo creer, y es por eso que se dedicó a investigarla desde que se los contaste; según me dijo, contrató al mismo investigador privado que ayudó a Ken con el asunto de Midori.

─¡¿Qué?! Cielos…yo ya sabía acerca de las sospechas de Taka, pero jamás imaginé que pudiera atreverse a llegar a tanto…─mencionó, aprovechando la corta pausa que acababa de hacer su interlocutor.

─Ahora te parece demasiado porque sigues pensando en ella como una santa; no obstante, debes saber que él te hizo un enorme favor al tomar esa decisión, y cuando sepas todo, me darás la razón. Tetsu, gracias a esa investigación, Takanori descubrió que Ayana te mintió: ella no está embarazada ─había decidido terminar de pronunciarlo de golpe, pues su amado ya había comenzado a mostrarse impaciente, lo cual no era buena señal. Empero, con sólo escuchar aquella revelación, su rostro se relajó, de manera que su anterior severidad fue reemplazada por la mayor impresión que jamás lo había visto manifestar. Tetsu solía ser un hombre bastante tranquilo y sereno, pero también podía ser sumamente expresivo; por ello sus sentimientos al escuchar aquello fueron tan fuertes, que lo sumieron en un shock. No fue capaz de decir nada, ni siquiera se movía, y apenas daba señales de que respiraba; eso alarmó al solista, por lo cual rápidamente trató de hacerlo regresar en sí mediante muy suaves y gentiles sacudidas a sus hombros─ Tetsu… por favor dime algo, no me dejes así.

─Ella… ¿me engañó…? ─Finalmente se mostró capaz de articular palabras, aunque aún no se permitió una reacción verdaderamente explícita; seguía tan asombrado, que ni siquiera supo qué era lo que debía sentir ante tal descubrimiento.

─Así es; el investigador consiguió una copia del expediente médico de Ayana, y ahí no hay nada que siquiera mencione un embarazo. Basándose en esto, comenzó a espiar todas sus conversaciones, con lo que descubrió que sobornó a personal de un hospital para conseguir que redactaran y le dieran una falsa prueba de embarazo positiva; además, que la supuesta noche en que estuvieron juntos, no ocurrió nada entre ustedes. Ella te drogó para que te quedaras muy profundamente dormido, luego simplemente arregló todo para que cuando despertaras, creyeras lo que le convenía… ¿ahora comprendes?

Si bien Tetsu finalmente había dado señales de estar poniendo atención a las palabras que le eran dirigidas, y que había comenzado a digerirlas, cuando Gackt finalizó con su discurso éste no dijo nada durante los siguientes minutos. Se mantuvo totalmente inmóvil, incapaz de elegir una reacción entre las muchas que se habían agolpado en su interior; sin embargo, cuando hubo analizado la situación lo suficiente, se puso de pie para acercarse a la ventana, como si la vista que tenían disponible desde ahí tuviera la respuesta que necesitaba. Al ver las acciones de su amado, Gackt se mantuvo en su sitio, ya que supuso que lo mejor era darle un poco de espacio para que asimilara todo lo que acababa de decirle. Era evidente que su supuesta paternidad no le generaba ninguna ilusión, lo supo cuando lo vio en aquel altar esperando por su prometida: él se sentía miserable ante la idea de casarse. Empero, muy por encima de eso, era comprensible que el bajista se sintiera adolorido al enterarse del cruel engaño del que había sido víctima: el hijo que creyó que iba a tener no existía, y la mujer que en un inicio le había devuelto la sonrisa, se había convertido en un monstruo manipulador y caprichoso a quien no le importaba mentir cruelmente para conseguir lo que deseaba. Ésa era la nueva definición que tenía para Ayana Sakai.

Así, con esos pensamientos rondando su cabeza, el líder de L’Arc~en~Ciel finalmente optó por dejarse llevar por la furia y la dolorosa sensación de traición; por ello, dejó escapar un grito desgarrador, lleno de angustia, al mismo tiempo que se dejaba caer de rodillas al suelo. Sus manos se habían dirigido a sus propios cabellos, jalándolos en medio de su espantosa desesperación; no obstante, no tardó mucho más para liberarse a sí mismo de aquel agarre, por lo que comenzó con una serie de puñetazos dirigidos al suelo de madera sobre el que se encontraba arrodillado. Con cada uno de sus golpes dejaba escapar otro grito, en medio de un intento por desahogar la ira de la que era víctima en ese instante; Sin embargo, justo antes de que pudiera continuar con su labor de auto-flagelación, Gackt se puso de pie, pues se había dado cuenta de que la reacción de su amado era mucho más angustiosa y brusca de lo que habría pensado. No podía permitir que continuara haciéndose daño, por lo cual se arrodilló frente a él, y tras detener sus manos para ofrecerles un cálido agarre, jaló todo el cuerpo de su acompañante para poder abrazarlo. En un inicio Tetsu pareció rechazar el contacto, pero no tardó demasiado para relajar un poco sus extremidades, y corresponderle en medio de un llanto sonoro e intranquilo. Apenas podía creer que había sido víctima de un engaño de esa magnitud, de esa naturaleza, por parte de una persona a la que le había brindado toda su confianza… y más aún, que había sido tan ingenuo…

─Me mintió Gackt… ¡me mintió!, jugó con mis sentimientos, se aprovechó de mis deseos de hacer lo correcto y estuvo a punto de arruinarme la vida… ¡íbamos a casarnos! Y a ella no le importó el sacrificio que estuve a punto de hacer por ella, porque la quería, porque no deseaba desproteger a nuestro hijo, porque no deseaba hacerle daño…─Con cada palabra se iba hundiendo cada vez más en el pecho del cantante, al mismo tiempo que éste hacía el abrazo un poco más estrecho, buscando transmitirle protección. Le desgarraba el alma verle tan herido, y aunque también ardía en celos al escuchar aquellas palabras, supo que la prioridad era conseguir que su adorado se sintiera más tranquilo. Tanto él como sus dos cómplices habían conseguido evitar una tragedia absurda, y eso era lo importante.

─Yo lo sé Tetsu… comprendo que te sientes utilizado y engañado, pero esa mujer no vale la pena como para que te dejes caer de esta manera por su causa; es mejor que te enfoques en el lado bueno de toda esta situación: evitamos que te casaras con ella, y te enteraste de todas sus mentiras antes de que fuera demasiado tarde. No se salió con la suya, y ahora es momento de que tú dejes de preocuparte por ella y empieces a pensar en ti, en buscar tu felicidad según lo que tu corazón desea ─no ocurrió de forma inmediata, pero por fortuna aquellas palabras finalmente tuvieron efecto sobre el bajista. Lo supo al percatarse de que poco a poco su llanto se acallaba y su cuerpo dejaba de temblar; aquello le hizo sentirse más tranquilo igualmente, pues haber visto a su amado reaccionar de ese modo tan violento en contra de sí mismo le angustió de sobremanera. Empero, ahora podía sentir que le volvía el alma al cuerpo, especialmente cuando aquellos ojos marrones que tanto amaba buscaron los suyos, propiciando que sus miradas se conectaran.

─Tienes razón, yo… no debo dejarme caer por causa de esa mujer que lo único que quería era aprovecharse de mí; Takanori y tú han impedido que cometa la mayor estupidez de mi vida, y te juro que no pienso dejar pasar esta oportunidad de ser feliz…─Aún se notaba un tanto triste, pero también estaba bastante más tranquilo.

─Me encanta escuchar todo lo que estás diciendo amor mío, aunque debes saber que parte del crédito también es de Hyde, pues contribuyó a llevar a cabo este plan… lo digo porque si solamente le agradecieras a Takanori cuando regresemos, te podrás imaginar cómo se pondría Hyde ─mencionó con una expresión de seriedad, aunque unos segundos después, ninguno de los dos pudo contener una ligera risa.

─Tienes razón, Hyde puede ser tan infantil a veces… pero está bien, me da gusto que haya vuelto a ser infantil en la medida justa; por cierto, justo ahora me gustaría dejar de hablar acerca de todos los demás y concentrarnos en nosotros. Dime una cosa, ¿piensas tenerme secuestrado aquí por mucho tiempo? ─Finalmente sintió que había asimilado por completo la revelación que Gackt le había dado, por lo que su debate interno había terminado; ahora podía disfrutar de la compañía de su ser amado sin culpas, sin remordimientos, y ya podía dejar de fingir una indiferencia que jamás había experimentado.

─No demasiado… sabía que no iba a necesitar demasiado para traer de vuelta a ese Tetsu sincero, alegre y amoroso que tanto amo; aunque sí me gustaría que esperemos a que todo se enfríe un poco. Después de todo, te podrás imaginar el escándalo que hemos provocado con esa “fuga del novio”, además tendrás unos días para que tu cabeza también se enfríe y seas capaz de enfrentar nuevamente a Ayana. Conociéndote, estoy seguro de que no vas a permitirte dejar ese ciclo abierto… sin embargo no creas que todo el tiempo lo utilizarás para eso, yo no voy a permitir que tu cabeza se concentré únicamente en esa mujer ─estaba celoso, lo cual se hizo bastante evidente debido a su expresión repentinamente severa. No habría querido demostrarlo, pero era algo tan fuerte que no podía contenerlo más.

─Gacchan, ¿en verdad estás celoso de ella? ─No pudo evitar que una leve risa escapara de sus labios ante lo evidente, por lo cual no tardó en recibir un reclamo.

─¡Claro que estoy celoso! Tuviste una relación con ella mientras yo suplicaba tu perdón, le pediste matrimonio a ella, estuviste a punto de casarte con ella, ya estabas esperándola en el altar… ¡¿y todavía preguntas si estoy celoso?! He vivido carcomido por los celos desde que supe de su existencia en tu vida, además…─habría continuado con aquel discurso, ya que aún tenía mucho atorado dentro de su pecho: demasiados celos acumulados durante ese largo tiempo. No obstante, antes de poder continuar, las manos de su adorado llegaron  a sus mejillas, para poder acercarse y sellar sus labios con un beso; era evidente que no podía hacer otra cosa que dejar de hablar y corresponder a dicho contacto. Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que se besaron, y ahora que por fin podía volver a saborear esos labios que se habían convertido en su adicción, debía aprovechar.

─No tendrás que volver a sentir celos de ella nunca más, porque apenas volvamos a Tokio, hablaré con ella para que sepa que estoy enterado de lo que me hizo, así que terminará de salir de mi vida. Ya no considero que tengamos una relación, pero es necesario que sepa esto; además, si intenta retenerme a su lado con amenazas o algo similar, yo la amenazaré con decirle a la prensa lo que trató de hacerme, eso la desprestigiaría de por vida ─estaba más decidido que nunca, su mirada lo delataba, por lo cual Gackt no tardó en mostrar una muy amplia sonrisa. Finalmente había conseguido que todo se pusiera en su lugar.

─Por favor, tienes que dejarme estar presente, no puedo perderme su cara cuando le digas todo eso ─dijo, con una sonrisa bastante perversa en sus labios, lo cual ocasionó una ligera pero divertida risa de parte de su interlocutor─ por cierto, antes de que suceda alguna otra cosa, hay algo que te quiero decir. Escucha Tetsu… comprendo que necesites hablar con Ayana para cerrar su ciclo; no obstante, tú mismo acabas de decir que estás soltero, y eso no lo puedo permitir porque cualquier otra persona podría querer acercarse demasiado a ti. Por eso, debo preguntarte algo y espero que me des una respuesta afirmativa: ¿quieres ser mi novio nuevamente? ─Había pronunciado aquella pregunta con bastante seriedad, pues se trataba de un tema demasiado importante; a pesar de ello, su querido bajista mostró una gran sonrisa como respuesta inicial.

─¿Sabes algo? No me sorprende para nada tu pregunta… aunque debo admitir que al inicio supuse que esperarías un poco más para decirlo ─comenzó a pronunciar, sin permitir que aquella sonrisa se borrara de sus labios; por ello, no tardó en contagiársela a su amado, ya que había interpretado esa expresión como una buena señal. Tetsu rápidamente lo notó, y decidió finalizar su respuesta─ aún sigues sorprendiéndome Gackt Camui, y te aseguro que ésa es una de las tantas cosas que me gustan de ti; me encanta que seas tan espontáneo a veces, que alegres hasta mis momentos más amargos, que me haces sentir tan amado y tan especial sin importar nada más, y que nunca te rendiste a pesar de mi orgullo. Es por eso que finalmente puedo decir esto sin dudas y sin más reproches hacia mí mismo ante la idea de sentir esto tan fuerte por alguien que, tal como decía en ese entonces, no lo merecía en realidad: te amo Gackt Camui, te amo con todas las fuerzas de mi ser, y por supuesto que deseo ser tu novio de nuevo. Nada me haría más feliz en el mundo…

A continuación, nuevamente un corto silencio se hizo presente entre los dos, pues toda esa felicidad que emanaban los ojos de ambos era todo lo que necesitaban para saber lo que les hacía falta en ese instante; por ello, sin pronunciar una sola palabra más, acercaron sus rostros, de manera que sus labios volvieron a encontrarse en un beso. Fue un contacto tan lleno de amor, tan cálido, que inmediatamente sintieron que la piel se les erizaba debido a cada uno de los roces que compartían; poco a poco, el suave contacto que mantenían entre sus manos se convirtió en un abrazo estrecho, el cual indicaba su deseo de más. Por ello, el siguiente movimiento realizado por el solista fue el de tomar a su amado en brazos para ponerse de pie con él, y después se dirigió a una de las habitaciones de la casa. Ninguno de los dos tuvo que decir una sola palabra, pues rápidamente habían vuelto a entablar esa comunicación silenciosa que les caracterizaba; desde el inicio, habían creado una conexión tan profunda, que les bastaba con una sola mirada o una mueca para saber lo que el otro pensaba, y aquello se había profundizado conforme su amor crecía.

Con eso en mente, y con el deseo de volver a amarse más fuerte que nunca, llegaron a la habitación, donde Gackt acomodó a su amado sobre el futón que se encontraba en medio de ésta, para así colocarse encima de él. Una vez ahí, mucho más cerca de lo que habían estado en mucho tiempo, no tardaron en retomar el beso que habían pausado, de un modo más profundo que antes, pues se sintieron motivados por las crecientes caricias que sus torsos recibían. Aún estaba completamente vestidos, pues ése no era ningún impedimento para disfrutar del contacto que les era proporcionado por el otro; sin embargo, esa situación no se mantuvo igual por mucho tiempo, ya que sus ansiosas manos, demasiado deseosas por volver a explorar el cuerpo de la persona que amaban, no lograron quedarse quietas. No necesitaban permiso, tampoco necesitaban ir demasiado lento, pues todos los temores y las dudas se habían disipado, dejando únicamente el amor y el profundo deseo de volver a sucumbir a las mieles del amor que eran acrecentadas por el fuego de la pasión. Sí, aún Tetsu, que tenía una apariencia tranquila y dulce, podía convertirse en puro fuego cuando la persona apropiada lo tentaba: ése era Gackt Camui, el único capaz de hacer despertar su cuerpo de su usual letargo, y de hacerle experimentar sensaciones ardientes cada vez más extremas. Todo aquello que compartían en ese instante, en ese futón, fue la muy clara prueba de que el fuego de su amor y de su relación había sido reanimado con mucha más intensidad que en el pasado.

De esa manera pasaron unos minutos más, los cuales fueron perfectamente aprovechados por ambos músicos para terminar de remover de entre ellos todos aquellos estorbos que les impedían sentirse con absoluta plenitud. El toque de la piel desnuda del otro contra la propia había terminado de encender sus ansias, su deseo y su lujuria, los cuales podían ser aliviados únicamente mediante la consumación de ese acto de amor que jamás iban a ser capaces de compartir con nadie más. Ese ritual de entrega total, motivada por el amor, era algo tan íntimo y especial, que sólo se podía encontrar al lado de una única persona. El cúmulo de sentimientos involucrados no hacía otra cosa que crecer con cada movimiento que realizaban, profundizando aún más la unión de sus fisionomías, aunque dicha alianza rebasaba los límites físicos. Una vez más, no eran simples embestidas lo que los mantenía unidos, sino un mismo latir entre sus corazones, un mismo deseo en sus almas; por ello, la entrega de Tetsu iba mucho más allá de permitirle a su amado que tomara su cuerpo. Ésa era su última y más decisiva oportunidad de construir un futuro, juntos como habían querido desde el inicio, tomando su amor y su recién reinstaurada confianza como bases para ello. Así, esa noche que compartieron, amándose hasta el amanecer, orilló al bajista a aprender que a veces valía la pena disminuir un poco la fuerza del orgullo para dejar que el amor triunfara… aunque claro, solamente en situaciones muy específicas, y ésa en que estaba, era definitivamente una de ellas.

Sin embargo, él no fue el único en aprender algo, pues Gackt se dio cuenta de todo aquello que sus miedos le habían impedido contemplar con claridad: pudo notar el verdadero origen de sus pasados errores, al igual que lo que lo había motivado a cometerlos, por lo cual se percató de que definitivamente sí había encontrado las respuestas que había buscado en ese entonces. Era un rotundo “sí”, Tetsuya Ogawa se había convertido en su razón de ser, en su universo entero, en el amor de su vida y la razón de su verdadera felicidad: él era la persona indicada para él, quien había llegado al mundo para estar con él, ése era su destino. En un principio había experimentado terribles miedos debido a esto, pues ciertamente él no era el tipo de persona enamoradiza y que podía entregarlo todo con facilidad; empero, todo eso había quedado atrás con la llegada de ese bajista. Ya no había espacio para dudas o confusiones: valía la pena arriesgarse en nombre del verdadero amor; con todas esas ideas rondando su mente, se sintió decidido a compartir lo que le quedara de vida con ese hombre hermoso y maravilloso que ahora le estaba entregando todo; estaba dispuesto a hacer absolutamente cualquier cosa en nombre de su amor por su adorado bajista…

Notas finales:

Me emocioné muchísimo al escribir este capítulo, y se han de imaginar el motivo~ sí, ya anhelaba escribir el momento en que Gackt y Tetsu se reconcilian de manera definitiva. Ya son novios otra vez~ ♥ sin embargo, ¿ustedes qué creen que le falta a esta historia para ser completada? Ah~ pues en unos días lo sabrán, ya que nos queda muy poco de esta historia. En fin, yo me despido por el momento, no sin antes recordarles sobre los reviews, y las visitas a mi página, la cual siempre está esperando por ustedes. Muchas gracias por todo, nos leemos a la próxima; hasta entonces, dulces lunas ♥

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