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El cervatillo en la trampa del perro de caza por Gamancay

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Notas del capitulo:

Holaaa, sé que tarde más de lo que dije y lo siento. Pero se me juntaron muchas cosas en la semana y bueno. Rendí un final y ayudé a organizar el cumpleaños de mi sobrinita :)

Bueno, basta de palabrería. Aquí el segundo capítulito:

 

El día que conocí a Lily estaba lloviendo. Eran esas lluvias templadas de otoño, amaba esa estación.
Mis abuelos estaban ocupados en sus tareas como para prestarle atención al insulso de su único nieto, así que me escapé sin que se dieran cuenta. Caminé hasta una plazoleta. No había nadie en el lugar, excepto, una mata de pelo rojizo que saltaba en los charcos.
-Mi abuela dice que si tus pies se enfrían tienes más probabilidades de agarrar un resfriado-. La pequeña niña pegó un brinquito del susto. A veces era muy silencioso y les daba uno que otro susto de infarto a mis abuelos. –Lo siento, no quería asustarte…-.
-Oh no te preocupes, de repente soy muy asustadiza -. Me sonrió. –Mucho gusto, soy Lily Evans, vivo a unas cuadras de tu casa, Severus… ¿cierto? ¿Ese es tu nombre? Me gusta investigar quiénes son mis vecinos, mi hermana dice que soy chismosa. Pero a mí solo me gusta ser amigable… Ay lo siento, no te deje hablar-.
No pude evitar sonreír, la mayoría de los niños siempre me evitaban. Decían que daba miedo y que parecía las muñecas de porcelana japonesas que en cualquier momento caminarían y matarían a toda su familia. Yo solo pensaba que veían muchas películas de terror…
-No te preocupes, yo no soy de hablar mucho-. Le  sonreí, pero mis sonrisas parecían más muecas de tristeza que de felicidad. Pero Lily pareció notarlo y me devolvió la sonrisa.
-¿Quieres saltar conmigo en los charcos? No te preocupes por los resfriados, sino piensas en ellos no te enfermas-. No quería contradecir su razonamiento, así que la seguí.
Cuando llegué a casa recibí el regaño de mi vida, por lo empapado que estaba. Pero no me importó. Estaba muy feliz, al fin sentía que a alguien le caía bien…
Ese fue el comienzo de una gran amistad… que se quebraría en la secundaria por culpa del club de cabezas huecas que me molestaban, y porque el líder de la misma se había enamorado perdidamente de ella. Bueno, no podía culparlo por eso… porque yo también lo estaba.
A pesar de todas las contras, Lily volvió a aceptar mi amistad. En ese momento ella ya estaba comenzando una relación con Potter.
Ella lo amaba, y yo solo podía sufrir y alegrarme porque ella fuera feliz con otra persona.
A los pocos años de estar casados, engendraron a su único hijo, Harry. Una copia exacta en apariencia del estúpido de su padre, pero con los hermosos ojos y personalidad de Lily.
Por mucho que intentara hacerme el duro, Harry derribaba las barreras fácilmente. En especial cuando me pedía que lo alzara y le leyera mis libros mientras me escuchaba atentamente. 
No iba a verlos hasta que Lily me rogaba por enésima vez que los visitara. No era por ellos, ya que a pesar de los conflictos pasados con James, ya no me caía tan mal y podía soportarlo. El problema era que el padrino de Harry era OBVIAMENTE, Sirius Detestable Grano en el Culo Black. Y no solo eso, sino que por poco y vivía con la familia Potter, no había una sola vez que fuera a visitarlos y Black no estuviera ahí, rompiéndome los h…
Como sea, al menos podía aplicar la técnica que utilicé todos los años de secundaria: no hablarle, no mirarlo, hacer como si no existiera y que sus comentarios abusivos me entraran y me salieran por las orejas.
Estaba desayunando en una cafetería cuando mi celular sonó. Era Lily y hace mucho que no los visitaba por culpa del trabajo, seguramente me pediría que hoy cenara con ellos.
-Hola.-
-Sev eres tan inexpresivo como siempre – Escuché su  risita por el celular-. Seguramente que sabes por qué te llamo así que iré al grano. ¡Vienes sí o sí hoy, o te busco a tu departamento y te arrastro de las orejas hasta casa! Por cierto, a Harry le gustan unas gomitas con forma de oso, ya que nunca sabes que traerle. Nos vemos esta noche Sev. Cuídate-. Así han sido siempre nuestras llamadas, ella habla y yo hago lo que soy bueno, escuchar.
Había preparado mucha comida para llevar donde Lily, amaba cocinar tanto como la química, una mezcla de gustos raros, lo sé. Pero estaban relacionados con el hecho de mezclar cosas y obtener de ellas: maravillas.
Como mi amiga no era muy buena en la cocina, siempre que los visitaba llevaba de todo un poco, algunas ensaladas, pollo con salsas y algún que otro postre.
Detuve mi viaje en un supermercado cerca de la casa de los Potter. Debía comprar unas golosinas para Harry y si encontraba algo para Draco, también lo llevaría.
Estaba en los estantes de las golosinas, cuando una mano tomó el mismo paquete que estaba por agarrar.
-Lo siento, creí que ibas a elegir otra cosa y bueno…-. Quité mi mano y miré al hombre que me hablaba. Parecía tener mi edad, era apuesto, demasiado. Con un pelo rubio muy bien peinado, era alto y algo fornido. Traía puesto un traje de oficina.
-Está bien, puedes quedártelo.- Saqué otro paquete, lo metí a la bolsa de compras y seguí mi camino hacia la fila para pagar. Pero una mano en mi hombro me detuvo. Era el mismo hombre.
-Discúlpame si sueno un poco atrevido, pero ¿cómo te llamas? Siento que te he visto antes…-
- Prince, Severus Prince-.
-Crouch, Bartemius Jr. puedes decirme Barty, un gusto.- Acepté la mano que me estiró para estrecharla.- Sabía que te reconocía de algún lado, eres el joven abogado prodigio del Tribunal de Magistrados. Mi padre es el Magister y me ha hablado mucho de ti. Pero eres en persona más llamativo… y lindo...- Carraspeó, como si se le hubiera escapado algo. –Como sea, me gustaría hablar más contigo…-.
-En éste momento tengo un compromiso, lo siento.-
-Oh no, está bien. Seguramente nos encontraremos en la fiesta del Tribunal en unas semanas. Espero verte ahí y poder hablar contigo, Severus… ¿Puedo llamarte por tu nombre?-. Preguntó  con ilusión.
-Claro, no hay problema. Fue un gusto, Bartemius-. Y al fin, pude dirigirme a la caja. Mucha sociabilización para Severus por un día.
Llegué a la casa y toqué la puerta. Escuché el grito de Lily de que ya iba.
-¡Sev!-. Saltó a mí en un abrazo- Que bueno que viniste. Pasa, pasa, ya están todos en la sala-. “Todos”. Estaba Remus, seguramente…y Black.
-Traje las golosinas para Harry y algo de comida-.
- Ese “algo” de ti, es mucho. A veces pienso que quieres engordarnos y después vendernos a caníbales.-  La risa de Lily era tan refrescante como una llovizna, valía la pena volver a verla después de una semana cargada de trabajo. –Ven vamos al comedor, quiero ver que delicias cocinaste-.
Por suerte nadie estaba en el comedor, se escuchaban las risotadas desde la cocina, así que supuse que los demás debían de estar ahí. Gracias al universo.
-Harry va a estar contentísimo por tu regalo, no podíamos conseguirle esas gomitas. Gracias Sev… Wow ¿y esto?- Sacó un papel arrugado de la bolsa de compras. No lo había visto. – Dice “Llámame XXXX-XXXX-X, Bartemius”… ¡OH POR DIOS SEEV! ¡No sabía que andabas ligando! Y mira que en un supermercado…dime, ¿cómo es? ¿Eh? Vamos dime-.
-Yo…yo…- Y se escuchó el ruido de un plato estrellándose contra el piso.
-¡Sirius! ¿¡Enserio!? ¡Desquítate con cualquier cosa menos con la vajilla!- Dijo Potter. Bueno, más bien gritó.
-Vaya, qué les pasará a esos locos. Ahora vengo y les pido ayuda para poner la mesa. Luego seguimos hablando de eso picarón.- dijo alzando las cejas y se fue a la cocina.
No sabía en qué momento había puesto ese papel ahí, ni cuando tuvo tiempo para escribirlo. Dios, la gente está loca. Lo peor era que Lily pensara que andaba ligando con gente. En realidad jamás (además de ella) he sentido algo por alguien.
Cuando salieron todos de la cocina, solo los salude con un seco “buenas noches”. Harry, que había estado con su padre y tíos en la cocina, saltó –al igual que su madre- a mis brazos.
-¡Sev! ¡Sev! He aprendido muchas cosas en el jardín y la maestra estaba sorprendida de que supiera leer oraciones. Yo le dije que tú me enseñaste-.
-Eso es excelente Harry, siempre supe que serías muy inteligente.- ¿Cómo no poder adorarlo? Si era un niño dulce y tierno.
-Lily, no dejes que estropee a Harry. Si no va a terminar igual de odioso y sabelotodo como Snivellus. Que por tanto estudiar ni se bañaba.- James soltó una risita, pero tanto Lily como Remus miraron de mala manera a Black. -¿Qué? No me digan que es mentira...
-Bien, vamos a comer. Quizás si te llenas la boca de comida ya no hables, Sirius-. Dijo Lily, mientras iba a buscar las comidas.
La cena transcurrió tranquila. Yo no hacía ningún comentario, como siempre. James, Black y Remus hablaban de deportes y Lily obligaba a Harry a comer sus verduras.
-Dios, esta tarta está buenísima, te felicito Lily-. Comentó Sirius con la boca llena de comida.
-Oh, yo no la hice. Tienes que felicitar a Sev, él hizo casi todo aquí.- Mágicamente la cara de Black palideció.
-¿En serio? Vaya Sev, cocinas de maravilla. Supongo que debería venir más seguido cuando estés tú.- No sé por qué pero ese comentario logró calentar mis mejillas. Era poco habitual que la gente me alagara. Remus siempre fue amable conmigo, aunque no podía contagiar esa personalidad a sus amigos.
-Gracias…-
-No hay de qué-. Sonrió de forma sincera y siguió comiendo.
Mi mirada se dirigió a Black por alguna razón. Y vi que miraba a Lupin de una forma extraña, parecía echar veneno por los ojos. Pero no quería entender el por qué. Aún recordaba lo ocurrido en la oficina con esa viandita que apareció mágicamente en mi escritorio.
Pensé que quizás intentaba cambiar y ser más amable con su “enemigo jurado”, pero con el comentario anterior de que “no me bañaba” y que “estropearía a Harry”, deseché la idea de inmediato.
Black siempre me pareció raro y hasta cierto punto interesante, pero su trato hacia mí hizo que me dejara de llamar la atención y que lo evitara cada vez que podía.

Notas finales:

Imagen del capítulo: http://img09.deviantart.net/495f/i/2016/159/5/d/fanfic__el_cervatillo_en_la_trampa_del_perro_2_by_gamancayokami-da5gvhq.jpg

Ya tengo escrito parte del capítulo tres, asi que no desespereis (?)

Por cierto, muchas gracias a todas las personitas que me dejaron reviews <3

Son los mejores, me animan a seguir con esto. Sin más que decir, no leemos prontoo

PD: Amo a BARTEMIUS CROUCH JR. Amo a los locos, que le puedo hacer <3


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