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Venganza por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Gravity Falls no me pertenece. Esta sensual obra ya terminada le pertenece a su sensual creador Alex H.
¿Será que me regala solo a Dipper y a Bill? *w*

Okno, al fic.

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.

.

 

 “Cuando nuestros sueños se han cumplido es cuando comprendemos la riqueza de nuestra imaginación y la pobreza de la realidad”.

Dipper no tuvo problemas en ocultar sus golpes de su hermana esa tarde, curiosamente al pasar de las horas le dolían cada vez menos las heridas, y sus padres menos repararon en él.

Esa noche no soñó nada, o por lo menos no recordaba haber soñado, sin embargo se despertó de bastante buen humor. Mientras se duchaba y cambiaba Dipper se percató de que los moretones habían desaparecido y que su cuerpo no dolía, como si ayer no le hubiesen tocado ni un pelo.

─ ¡Dipper, date prisa o no podrás desayunar! ─le gritó Mabel desde la cocina, dándole a Pato su desayuno.

─ ¡Ya voy! ─le gritó de vuelta, tomando su gorra y acomodándola en su, siempre desordenado cabello, y asegurándose de cubrir su marca de nacimiento ─buenos días Mabel.

─Hola Dip-Dip ¿dormiste bien? ─preguntó la chica, con su ánimo de siempre mientras recogía su cabello en una coleta alta.

─Sí ¿Qué tal tú, Mabel? ─devolvió con una sonrisa sentándose a la mesa para comer su plato de cereal.

─Oh sí, tuve un maravilloso sueño de… ─Mabel comenzó a contarle su maravilloso y loco sueño con estrellas, gatitos y cantantes lindos. Dipper sonrió ante eso mientras comía su desayuno, aunque en algún punto se perdió en recuerdos del sueño de la tarde anterior con Bill ─ ¿Dipper? ¡Dipper!

─Ah ¿qué? ─miró a su hermana.

─Que si no te apuras llegaremos tarde.

─Ah sí ─Dipper recogió su plato vacío y lo llevo al lavavajillas ─voy por mi mochila y nos vamos ─Dipper subió a su habitación, cepilló sus dientes y tomó su mochila, donde guardó el tercer diario, único recordatorio de que su sueños no fue mero derroche de imaginación ─estoy listo ¡vamos!

─Sí, tardas siglos ─lo molestó su hermana, poniéndose los zapatos junto a la puerta.

─Que graciosa ─Dipper la imitó, atándose los tenis ─bien, vámonos ─salieron y cerraron la puerta antes de salir caminar hacia su destino.

-o-

Luego de hacer una parada en los casilleros ambos tomaron caminos separados pues la primera hora Mabel tomaba clases de economía doméstica y a Dipper le tocaba Deportes.

Con algo de temor el menor de los Gemelos Misterio se dirigió a los servicios para cambiarse por la ropa de deportes; miraba hacia todos lados, temeroso de toparse con sus abusones, sin embargo para cuando alcanzó a verlos estos parecieron rehuir de su mirada con expresiones realmente atemorizadas, cosa que lo extraño mucho por lo que se acercó discretamente, sorprendiéndose al descubrir diversos hematomas en sus cuellos, como si hubieran intentado asfixiarlos o algo parecida.

Al ver esto Dipper se apartó y acercó su mochila a su pecho, sintiendo los resaltantes contornos del diario dentro de la misma, con cuidado lo sacó y pasó rápidamente las páginas hasta las advertencias sobre Bill y su dibujo a pura tinta negra, sobre el cual deslizó suavemente sus dedos ─…Bill.

─ ¡Todos al gimnasio! ─gritó el profesor antes de hacer sonar un silbato. Dipper saltó ante el inesperado llamado así que cerró el diario y lo guardó celosamente, dejando su mochila en un lugar seguro para formarse con el resto de sus compañeros y realizar los insufribles ejercicios que impartía el descorazonado de su profesor.

-o-

─Hola Dipper ¿qué tal tu clase? ─preguntó su hermana.

─Bien Mabel, solo que no quiero saber nada más de deportes hasta la próxima semana ─respondió él, tumbado en su pupitre como si fuera a dormirse.

Mabel rió ─tenemos Ed. Física el miércoles ─le recordó.

─ ¡Mghhhh! ─se quejó Dipper, provocando más risas de su hermana.

El profesor entró, Mabel dirigió su vista al frente y Dipper se tomó unos segundos en erguirse… o intentarlo, mantuvo una postura encorvada y la cabeza gacha, apoyada en ambas manos.

.

La clase de historia no era nada difícil, por lo menor a Dipper le resultaba inusualmente sencilla por lo que se distrajo fácilmente; abrió su cuaderno en la última hoja y con una pluma negra empezó a dibujar algunos triángulos isósceles con pequeños ojos cerca del ángulo más cerrado, pequeños corbatines y sombreros de copa flotantes.

Dipper se sobresaltó al sentir el piquete de la punta de la pluma rosa de Mabel contra su cintura ─…Señor Pines ─ el castaño se puso en pie algo sobresaltado ¿Cuánto tiempo habría estado llamándole su profesor y él perdido en sus pensamientos? ─lea los dos primeros párrafos de la página 64, el inicio de la Primera Guerra Mundial ─dijo -¿o repitió?- con el ceño fruncido y voz algo molesta.

─Ah sí ─Dipper levantó el libro entre sus manos y empezó a leer las partes indicadas ─ “La Primera Guerra Mundial, también conocida como Gran Guerra, fue una guerra desarrollada principalmente en Europa…”

-o-

─ ¡Dipper! Iré a la cafetería por un muffin ¿vienes conmigo? ─dijo Mabel con su ánimo de siempre, cuando la campana del descanso sonó.

─No Mabel, iré a la biblioteca durante el descanso ─le respondió el menor, recogiendo sus cosas.

─Como quieras cerebrito ─la mayor rodó los ojos ─diviértete con tus libros y cosas de nerd, hermano ─agitó una mano mientras salía.

Dipper solo mostró una pequeña sonrisa, poniéndose la mochila a las espaldas y caminando en dirección contraria a su hermana. En el camino se paró en una máquina expendedora para comprarse una lata de jugo y siguió hacia la biblioteca de la institución, la cual, para su fortuna, era grande.
El joven castaño caminó hasta el fondo del salón donde habían unas bancas amuebladas medio ocultas, allí se acomodó y sacó el diario 3, lo acarició con sus manos como si aún no creyera que estaba de vuelta con él.

Releyó por milésima vez sus páginas y anotaciones con devoción, haciéndose nota mental de comprar una linterna de luz negra… ¿Bill enserio iría a devolverle los tres diarios? Y ¿qué significaba aquella nota?
Dipper sacó también su cuaderno para mirar todos los dibujos que había hecho de Bill en la clase anterior ¿Por qué lo había dibujado? ¿Tanto ocupaba Bill en sus pensamientos? ¿Por qué? Dipper solo quería saber ¿por qué?

-o-

─Dip-Dip, te veré más tarde en casa, iré con unas compañeras al centro comercial ─le dijo su hermana mientras salían de clases. Iba caminando junto a una chica rubia, un poco más alta que ella, de cabellos ondulados y varios accesorios. Más atrás, habían otro par de chicas.

─Ten cuidado Mabel, no te tardes mucho ─previno el menor.

─Lo que digas Dipper.

─ ¿Ese nerd en serio es tu hermano? ─alcanzó a escuchar el castaño mientras las chicas se alejaban, le pareció que su hermana reclamó pero él simplemente suspiró y se encaminó a casa.

Llegó a su hogar pronto y sin contratiempos, se calentó el almuerzo  y comió con la mente totalmente dispersa, sus pensamientos siempre se iban -sin querer- a cierto triangulo amarillo.

Luego de ver un poco de televisión se decidió a hacer sus tareas, Mabel aun no llegaba. Dipper vació su mochila en la mesa, tomó los libros que necesitaba y un lápiz para empezar con los deberes de matemáticas, apenas ojeó el libro en busca de la página que debía resolver cuando lo sorprendió una tarjetita dorada que cayó a sus pies.

─ ¿Qué es esto? ─Dipper recogió la tarjeta, como la que ya tenía, esta estaba escrita con una elegante letra cursiva en tinta café.

“Te escribo porque eres en quien pienso, te pienso porque eres a quien extraño y te extraño porque eres lo que deseo.”

 Dipper se sonrojó a leer la nota, el triángulo al final de la nota era muy delator… ¿A qué estaba jugando Bill?

-o-

Sorprendentemente para Dipper, esa noche no soñó con Bill, cosa que lo extrañó mucho. Aún más extraño era el mal humor con el que había despertado, no sabía ni describir como se sentía, simplemente todo le parecía tonto o vago y no deseaba hablar con nadie. Su propia hermana lo había notado nada más despertar, dejando al aire un “uuuuush, estás agrio como un limón” que solo le había hecho fruncir el ceño.

Dipper pasó el resto del día prácticamente mudo, solo hablaba si era estrictamente necesario y se la pasaba sumergido en el diario 3 cuando Mabel no estaba cerca. Aun no le había contado a su gemela lo que sucedía con Bill y no estaba seguro de querer contárselo todavía ¿Cómo explicarle tal cosa?

En un cambio de clases, Dipper halló en su casillero una nueva nota:

“Se muchas cosas, tantas que ni te podrías imaginar pero, honestamente, la primera vez que te vi, no sabía que ibas a ser tan importante para mí.”

En la garganta del castaño se formó un pequeño nudo, luego de re-leer por tercera vez la nota se percató de una pequeña flechita en la parte inferior de la tarjetita, señalando el reverso de la misma; así que Dipper volteó el papelito dorado, encontrando una posdata.

“Pd: ¡Sonríe PineTree!
¡Sonríe, Sonríe! Porque si no sonríes… te haré cosquillas”

Dipper arqueó una ceja pero no pudo contener la pequeña sonrisa que vaciló en su boca, mordiéndose los labios al sentir como sus comisuras se levantaban ¿Qué clase de amenaza era esa? Negó con la cabeza, o Bill realmente estaba jugando a algo muy raro… o estaba perdiendo su toque. No contuvo la carcajada que nació en su garganta al pensar eso último, sin importar que las personas a su alrededor lo miraran raro.

 

Al llegar a casa Dipper encontró un paquete en el buzón que iba a su nombre pero no tenía remitente, así que lo tomó y lo llevó consigo a su habitación para abrirlo. Como cosa rara Mabel se había ido a, vete tu saber dónde, después de clase… a la castaña realmente le hacía falta la compañía de Grenda, Candy y Wendy.

…Wendy… Dipper se sorprendió al caer en cuenta de que hacía días que no pensaba en la pelirroja y, además, el hecho de que esto no le provocó tristeza o nostalgia.

El castaño abrió el paquete, encontrando un almohadón amarillo de forma triangular con el dibujo de un pino de color azul… … ¡Okey! ¡Esto ya empezaba a darle miedo!

 

Dipper esperó a que su hermana llegara por la tarde, para poder preparar una presentación, y claro, su hermana era la parte creativa de ese dúo.

La castaña se animó más al darse cuenta de que su hermanito estaba de mejor humor.

Mientras Dipper reunía la información y hacia el resumen, Mabel tomó un par de cartulinas rosadas, haciendo un cartel con la forma de Pato, donde escribieron el tema que debían presentar. Ya habían terminado con eso para cuando llegaron sus padres, pero Mabel, por supuesto, no perdió la oportunidad de dedicarse a decorar a su extravagante y muy llamativa manera aquel cartel, ganándose algunos cumplidos de sus padres mientras Dipper se comía un bocadillo y se preparaba para ir a la cama.

¿Se me había olvidado decirles que Dipper y Mabel dormían en cuartos separados? Oh, sí. Según sus padres, ahora que ambos entraban en la adolescencia no sería muy ‘correcto’ que ambos durmieran en la misma habitación.

Al principio Mabel se molestó un poco, pero se resignó con algo que sonó a “supongo que es mejor a que Dipper se quedara con el tío Ford” y una risilla nerviosa del menor mientras escapaba de la mirada de sus padres.

 

Ya en su recamara, Dipper arregló sus mochila para el día siguiente y se cambió por el pijama para dejarse caer en su cama, dispuesto a una buena noche de sueño.

Inconscientemente abrazó a su nuevo almohadón mientras se abandonaba en los brazos del sueño, no se había dado cuenta de lo cansado que estaba.

─… Bill ─y Dipper se quedó dormido mientras una pequeña sombra triangular se deslizaba por las paredes de su habitación hasta dar con su cama, como ya había sucedido un par de noches atrás…

Continuará...

     

Notas finales:

Olé, aquí les traigo el segundo capitulo de este raro fic xD

Espero que eles gusté, nos vemos en unos días para la siguiente parte.

Saludos y sueñen con hermoso yaoi y sexys HumanBill's

¡Ciao! :*


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