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La mente de Kuroko era un lio, no podía creerlo pero tenía una pequeña sospecha que tal vez Furihata podría ser el omega que le interesaba a Akashi kun.
No, eso no podía ser verdad, si había la posibilidad remota que fuera Furihata kun, no podría hacer nada contra el castaño, él era ajeno a todo ese problema y no podía dañar a alguien inocente.
Kuroko estaba sumergido en su remolino de ideas e inseguridades, no podía idear un plan porque no estaba seguro con lo de Furihata, y primero porque ambos estaban muy alejados y segundo Kuroko había puesto espías para ver a Akashi kun en la escuela y nadie veía nada fuera de lo normal y tampoco mencionaban a ver visto a alguien como Furihata kun.
Averiguo también que Akashi había apoyado a la familia de Kouki en la operación de la mamá de este, tal vez por ello estaba el castaño preocupado y en deuda con Akashi, pero ¿y esa aura amenazante contra él? Se sorprendió mucho saber que Kouki era un omega pero aún más cuando sintió la amenaza del omega contra él.
No, tenía que estar seguro para actuar, rayos no contaba con eso, si fuera Kouki el omega no podría ni manipularlo, conocía a Furihata kun y no era de los que se venden por dinero o estatus.
Tranquilo Tetsuya piensa y razona –Kuroko se hablaba asi mismo- ya has llegado demasiado lejos para parar, aun si fuera Furihata kun los planes no deberían cambiar, pero…
De pronto una llamada lo saco del trance
_aló
_hola Kuroko ¿estás bien? no has estado viniendo a clases, la entrenadora dice que has pedido permiso, pero no me has llamado y no quiero molestarte pero ya no soportaba no saber de ti.
Escuchar la voz de esa persona hizo que Kuroko se quebrara, él era el único que podía salvarlo.
_Kagami kun, Kagami kun -menciono tristemente aferrándose a su nombre-
_¿Kuroko, estas bien? estoy preocupado ¿dónde estás? ¡voy para allá ahora mismo! y no me importa si Akashi está ahí tengo que verte.
Kuroko sonrió limpio las lágrimas que salían para tranquilamente contestar,
_Kagami kun no me siento bien, yo también quiero verte ¡te necesito!
_dime donde estas de una vez ¡iré por ti! _ El tigre se había desesperado oír llorar a la persona que a amaba lo destrozaba.
_no, yo iré adonde tu estas, es mejor asi.
Kagami quería decir mil cosas, pero comprendía la situación en la que estaban, pero ya se estaba cansando de ello, escuchar sufrir a la persona que amas tanto, no, él no podía aguantar más esa situación y le pondría un final por todas.
Ambos pusieron lugar y hora a su encuentro, Kagami no sabía lo agradecido que estaba Kuroko por tenerlo de su parte.
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_creo que llamare de nuevo a Kurokocchi me preocupa no saber de él
_ya te dije que lo dejes en paz, debe estar con Akashi siendo acaramelados, por eso ninguno de los dos se ven.
_que buen amigo eres aominecchi –reclamo el rubio molesto.
_es solo que no deberíamos meternos en problemas de terceros y…
_¿problemas? Kurokocchi y Akashichi tienen problemas?
El moreno maldijo su gran bocota
_no digo que los tengan, es solo que seguro estarán juntos y no deberíamos molestar, si fuera yo no me gusta que otros se metan en mis relaciones de pareja.
-comprendo tu punto de vista pero…no me gustan que la gente sufra y menos mis amigos.
Aomine jalo del brazo al rubio acercándolo y tumbándolo a la cama
_lo sé, eres muy preocupón por los demás y quieres que todos estén felices y animados –le respondió besándole la punta de la nariz y tocándole por debajo de la ropa.
_aominecchi, si estarían las cosas mal tú me las dirías verdad, si hubieras problemas me lo dirías ¿no es asi?
El moreno se quedó en silencio.
_aominecchi si tú decidieras terminar…yo lo comprendería.
Aomine bufo incomodo
_porque piensas cosas que tu pequeño cerebro no pueden procesar kise –dijo esto poniéndose encima del rubio y comenzando a quitarse la playera.
_!aominecchi todavía es de día afuera!
_¿y? te iras dentro de poco a tu campamento de equipo junto con tu querido sempai que no sé porque sigue apoyando al equipo si debería preocuparse por los estudios en su universidad.
_kasamatsu sempai solo ayuda al equipo, después de todo quiere ser profesor de educación física
_¿ese enano?
_!aominecchi no digas eso!
_oh perdóname por ofender al sempai –menciono sarcásticamente.
_aominecchi de veraz que te ves idiota cuando te pones asi…
_¿qué dijiste rubio tonto?
Aomine aumento sus tocamientos no muy decentes al cuerpo de kise.
_oye…espera…no…ahí no…es temprano aun.
_no quiero desperdiciar el tiempo que queda antes que te vayas.
_pero…
_y quiero tener mi buena guarnición de ti, hasta que regreses, sabes que no soy de palo.
Kise sabía bien que el apetito sexual de aomine no era de sencillo, y bueno era su novio después de todo y no le estaba pidiendo imposibles.
_está bien, creo que es lo menos por dejarte solo
_tampoco te creas tanto, ni que no pudiera vivir sin ti
_¿en serio? Entonces mejor paremos ¿no?
_...
_¿aominecchi?
_no, no quiero parar agrego como un pequeño niño buscando cariño, aunque aomine parecía lo contrario le gustaba que en la intimidad lo consintiesen.
Kise sonrió, abrazo a su novio para dejarse llevar
_recuerda mi sesión fotográfica, al menos no dejes marcas visibles esta vez…
_no prometo nada. Y en un beso cálido y demandante de parte de ambos se fundieron en uno.
Kise soportaba los embistes de la pantera apoyándose fuerte en sus brazos y apretando las mantas con sus manos, no era fácil para un alfa, ellos no se lubricaban como lo haría un omega, asi que la sensación cada vez que el pene de aomine salía y entraba de él, era más rasposa y había más contacto de piel con piel, a Daiki tampoco le gustaba usar preservativos, después de todo su pareja también era un alfa y no habría problemas de dejarlo preñado. Kise tenía que admitir que era difícil el limpiarse después que aomine acabara adentro, el miembro llegaba a zonas muy profundas en él, y era más difícil la limpieza interna al esperar que saliera toda la semilla que de por sí ya es abundante en un alfa. Pero era lo menos que podía hacer por Daiki, lo amaba y sabía que le estaba cortando el disfrutar con un omega y tener sexo normal, por eso kise solo accedía a todo lo que el moreno decidiera hacer en la intimidad. Por fortuna o maldición el ser también un alfa podía soportar las sesiones de sexo fuertes con la pantera y a este le agradaba dejarlo todo en cada ronda con kise sin limitarse.
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Kouki se quedó en silencio junto a un dormido Akashi. El chico se veía más delgado y con ojeras, ya había pasado un par de meses que no lo veía y no podía dejar de contemplarlo, trato de observar la casa y no veía a nadie más en ella.
_que rayos estás haciendo Furihata Kouki –se repitió otra vez
Aunque cerro su corazón y aunque quería ser frio a lo referente con el pelirrojo, el solo verlo asi, tan indefenso, hizo caer todas las murallas que había puesto en su corazón.
Tom el cuadro donde se veía a la madre de Akashi.
_señora no sabe cuánto le hace falta a su hijo y aunque quiero olvidarlo no puedo ¿estoy haciendo mal? ¿podría ayudarme a escoger lo correcto?
La noche había caído, Akashi seguía sin señales de despertar, Kouki cambio el suero y administro en el los medicamentos que Midorima le ordenaba, estaba cansado y decidió ir a hacerse un café para soportar la noche.
El olor y lo caliente de la bebida lo relajo, luego sintió otro aroma dulce, siguió a su nariz para hallar un hermoso jardín, Kouki se adentró en él, encontró antes en el cuarto del pelirrojo un chal rojo que le pareció abrigador, como no traía mucho equipaje ya que no pensaba demorar mucho, no había traído ropa abrigadora, asi que espero que el pelirrojo no se enojara por haber tomado ese chal, no lo vio como nuevo asi que lo tomo sin temor. El chal olía al pelirrojo.
Se adentró en el jardín, las flores nocturnas eran las que soltaban el aroma dulzón, había faroles en él y se podía ver claramente lo que había en él. Sus ojos marrones se posaron en algo que estaba en un extremo del jardín, se veía que no había sido usado en años pero sin duda era eso.
Se acercó cautelosamente, como si entrara en un territorio reservado lleno de recuerdos, se paró al lado y limpio las hojas que habían caído en él, sin duda era el columpio del cual una vez le había hablado Akashi. El viento soplo fuerte meciendo los cabellos y el chal a Kouki en conjunto con el columpio junto con el viento una ola de nostalgia se llenó en el interior de Kouki, por un momento imaginó las risas de Akashi y su madre jugando en ese columpio, Kouki sintió su corazón apretado, le dolió, dolió imaginar todos esos días donde el pequeño Akashi llamara llorando a su madre una y otra vez esperándola en ese columpio, esperando ver su sonrisa de nuevo. No se dio cuenta en que momento llegó una pelota de básquet a su lado, esta estaba ya vieja pero había algo escrito en ella, se acercó al farol más cercano, limpio con su manga la pelota y pudo leerlo.
_”de mamá para Seijuro” “te amo”
Kouki abrazo esa vieja pelota fuertemente, se imaginó las veces que de seguro Akashi la ebria abrazado, no pudo retener su llanto, lloraba por la madre de Akashi, porque seguro ella hubiera querido estar más tiempo al lado de su hijo y no dejarlo solo tan pequeño, lloró por Akashi y por el dolor que paso al ver como su madre cada día se enfermara más, incapaz de poder hacer algo por ella, hasta que su luz se extinguió. Sin hermanos y con un padre que solo lo veía como un trofeo.
El viento seguía meciendo el columpio, las cadenas ya oxidadas hacían un ruido lastimero.
_lo siento –Kouki hablo al viento mirando al cielo - creo que por mi culpa Seijuro está enfermo señora.
Como respuesta obtuvo una lluvia de pétalos que el viento había mecido haciéndoles caer sobre Kouki eran pétalos rojos.
_¿mamá?
Kouki volteo rápido saliendo del trance en sus pensamientos, y allí en la entrada del jardín estaba Akashi san solo con su pijama color carmín , se veía cansado jadeaba para hablar estaba como impactado sin creer lo que veía.
_¡eres tu mamá!
Akashi quiso avanzar más pero sus piernas no ayudaron, y cayó sobre sus rodillas, Kouki corrió a ayudarlo.
_¡Akashi san, Akashi san!
Pero como respuesta solo obtuvo un abrazo que lo cubrió, Seijuro se aferraba a él como si de un niño pequeño se tratase. No lo apartó, sintió que el pelirrojo temblaba y lo calmo abrazándolo y sobando sus cabellos.
Después de un buen rato , estando ellos sentados y abrazados, Akashi reacciono volviendo en sí.
_¿Kouki? ¿Eres también un sueño como mi madre?
El rostro de Akashi era de angustia, Kouki suspiro. Rayos ese hombre seria su perdición, pero acepto el haber perdido y poner su suerte en el destino.
_la ví, estaba junto al columpio.
Kouki no le refuto nada, dejaría que se desahogara.
Cuando mi padre me dijo que mamá moriría no pude creerlo, y cuando paso, padre solo me dijo que los alfas fuertes no lloran.
Akashi san , no importa ser un alfa o un omega o un beta, todos somos seres humanos y nos duele cuando una persona amada se aleja para siempre.
Akashi se aferró al chal que tenía puesto Kouki y sumergió su rostro en el pecho del castaño.
_este era su chal
_Kouki se sintió nervioso y quería pedir perdón por haber osado en ponerse algo tan importante
_está bien, gracias por ponértelo, siento como si ella me abrazara ahora. La extraño tanto, hay tantas cosas que quería compartir con ella, demostrarle que sería un adulto de bien como ella quería, que mala broma, yo soy solo un adulto patético que ni siquiera puede proteger a la persona que ama, que aún sigue siendo manipulado por su padre, por Tetsuya, por mis miedos y errores.
Lo abrazaba fuerte podía oler el cabello rojizo de su compañero y sentir sus miedos y dolor enterrados, no podía ir para atrás lo había decidido, él sería el omega que sería el soporte de ese alfa, porque hasta ahora nadie se había puesto a pensar en el verdadero Akashi, no se preocuparon en preguntar sus miedos, sus torpezas, sus errores, todos lo veían omnipotente hasta él mismo cometió ese error al principio, pero Akashi Seijuro solo era un chico más, con sus cosas buenas y malas, no era un sabelotodo y perfecto, era solo alguien que quería ser aceptado por quien era. Ahora las cosas cambiaban; Akashi no era quien lo elegía, él como omega era quien elegía a ese alfa.
El viento comenzaba ser más frio, Kouki le hablo amablemente
_Akashi san, debemos ir para adentro, aun tienes fiebre, empeorara tu salud
Pero el alfa no parecía querer moverse. Nuevamente Kouki lo intento pero cambiando la forma de referirse a él
_vamos Seijuro no quiero que enfermes, hazme caso.
Y tan solo con eso Akashi se dejó llevar confiando en Kouki.
Llegaron al cuarto, Kouki lo tendió metiéndolo en la cama para después abrigarlo, reviso sus manos para ver si no se había lastimado al quitarse la intravenosa, todo estaba bien, se tranquilizó.
_¿Seijuro tienes hambre? Puedo hacerte una sopa, regreso pronto
El omega intento levantarse pero Akashi lo cogió de la mano con fuerza impidiéndolo.
_no me vas a abandonar también y desaparecerás como un sueño.
-no, no lo haré, ya no huiré más, lo prometo.
Más seguro con esa respuesta lo soltó.
Kouki intento sacarse el chay y guardarlo, era importante y no quería estropearlo
_no, por favor no te lo quites, quédatelo
_está bien, ahora vuelvo.
Trato de demorar lo menos posible, mientras la sopa se hacía, se sentó al lado del pelirrojo este parecía haberse tranquilizado aunque aún se veía medio ido, y tenía fiebre.
Pensó en llamar a Midorima, pero vio la hora y era muy tarde, pensó en esperar si Akashi empeoraba le llamaría por el momento tampoco quería incordiar al peli verde.
Lo ayudo a sentarse y tomar la sopa, por suerte el cuerpo de Akashi la recibió y no la vomito como le había contado Midorima que lo hacía con los demás alimentos esas últimas semanas, por ello el peli verde había optado por darle los nutrientes por intravenosa.
Después de comer volvió a acostarlo, el semblante de Akashi se veía mejor.
_¿te quedaras a mi lado?
_si lo haré
Y con una sonrisa en los labios el alfa pelirrojo cayó dormido nuevamente.