Sus manos temblaban al oír lo que aquel cambiaformas lobo le estaba diciendo. No podía ser, él le había buscado por tanto tiempo, había incluso perdido las esperanzas de encontrarle y, sin embargo, ahí tenía a uno de sus amigos diciéndole aquello.
-¿En serio? ¿Es cierto todo esto? –Se aseguró.
-Sí, lo es –Dijo –Viene de parte de Baekhyun ¿Lo conoces?
-Solo de oída… Pero sí.
Si venía de ese vampiro, era cierto seguro. Estaba vivo, entonces. Aunque habían pasado ochenta años, aunque lo habían buscado sin resultados y había tenido que sobrevivir totalmente solo, había sobrevivido. Le agradeció y cerró la puerta de su casa, recostándose en ella y bajando lentamente por esta hasta caer al suelo. A su lado, se situó su pequeño hijo de apenas veinte años de edad, aparentando lo que en edad humana serían unos cuatro o cinco años aproximadamente.
-Papá… ¿Estás bien? –Le preguntó acariciándole el brazo.
Siempre le resultó gracioso como a pesar de haberlo tenido él, siempre le decía padre y a su compañero le decía madre. Inconscientemente, sabían el rol de sus padres y poco importaba quien lo tuviera, papá era el activo y el de aura dominante, mamá era el pasivo y el de aura tranquila.
Así de simple.
-Sí… Solo… Solo estoy feliz. Le han dado a papá una noticia…
-¿Qué noticia? –Preguntó su predestinado agachándose a su altura.
-Lo han encontrado –Murmuró –Me han dicho que han encontrado a mi hermano menor.
Su predestinado, de la misma sorpresa, se cayó al suelo. Sus ojos estaban totalmente abiertos y su boca formaba un óvalo perfecto. Se llevó, entonces, las manos a la boca. No podía creerlo.
-¡¿En serio?!
-Sí… Puede que sea él, la información que me han dado me lo asegura pero no quiero hacerme grandes ilusiones.
-¿Qué te dijeron?
-Que un demonio de poco más de cien años y perdido por ochenta ha aparecido, no tiene padres porque murieron al momento de huir él, dos hermanos apareados… No recuerda su nombre pero le dicen Xiumin y está apareado, aunque no tenga la edad y… Está en Seúl…
-Minseok tendría actualmente ciento diez años –Confirmó su predestinado –Y no tiene padres, tiene dos hermanos… Apareados. Ha estado ochenta años perdido… Salvo lo de Xiumin, que es como le llaman ahora, todo encaja.
-Lo sé…
-Mamá, papá… ¿Tendré nuevo tío?
Ellos le miraron y sonrieron con dulzura, su hijo era la mayor ternura que habían visto nunca aunque podían asegurar, por el recuerdo que ambos tenían de Minseok, que este de pequeño rivalizaba con su hijo.
-Puede ser…
-Yi fan –Le llamó – ¿A qué esperas? Hagamos las maletas, vayámonos de China y vayamos a Seúl. Tenemos que ver si de verdad es él. Has estado buscándolo junto a tu hermano mayor tanto tiempo… ¿Le dirás?
-No… Como el mayor que es, el peso sobre sus hombros siempre ha sido el doble. No quiero darle esperanzas, no hasta que sepa realmente sí es él o no.
-Entonces, estamos tardando. Yixing, prepara tus cosas, iremos de viaje.
-¿Viaje? ¡Bien! ¡Amo los viajes!
Tao miró a su esposo y le sonrió, él y Jong In sabían mejor que nadie lo que los hermanos habían sufrido por encontrar a su hermano menor, Minseok, desaparecido ante la muerte de sus padres. Jamás supieron nada, si estaba vivo o muerto, si fue secuestrado, torturado o vendido. Nadie sabía nada y era frustrante, porque sin un cadáver no se podía enterrar para siempre el recuerdo de una persona.
-Vamos, Yi fan, tenemos algo importante que hacer ahora, pediré un descanso a mi trabajo, haz lo mismo.
-Lo haré… Claro que lo haré…
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Teniendo el día completamente libre para él, Luhan decidió hacer el vago un poco y quedarse todo el día en casa, aunque ese era su plan que no pudo cumplir del todo. Como su nevera estaba prácticamente vacía, tuvo que salir a comprar. Xiumin insistió en venir con él porque nunca había ido a un supermercado y quería ver cómo eran, por lo que ahí estaban, paseando los dos por el supermercado para llenar de nuevo la nevera.
-Lu Ge, esto. –Señaló una bandeja de carne, Luhan no pudo evitar reír.
-Solo piensas en tu carne.
Xiumin sonrió, sabiendo que era cierto.
-Gustar carne.
Luhan se acercó y cogió varias bandejas de carne de diferentes tipos y de diferentes animales, sabiendo que a Xiumin le encantaba la variedad como a él – solo que en crudo –. Puso las bandejas en el carrito de la compra y siguieron caminando por el supermercado, parando en la sección de verduras donde Xiumin tenía cara de asco, haciéndole reír.
-Vamos, no pongas esa cara. –Dijo abrazándole por detrás, Xiumin sonrió para Luhan.
-Verduras asco.
-Lo sé, pero a veces como aperitivo o para condimentar no están nada mal –Dijo –Claro, que sabrás de eso si comes crudo o la carne muy poco hecha.
-Comida cocinada tener sabor malo –Dijo –Verdura tener sabor horrible y pescado tener sabor como el infierno.
Riéndose del comentario de Xiumin, cogió varias verduras también y siguió caminando, cogiendo pescado y algunos botes de comida precocinada para cuando no tuviera ganas de hacerse de cenar, sobretodo en la época de exámenes cuando apenas y tenía tiempo para ducharse o dormir. Cogió algunos postres y fueron a esperar su turno para poder pagarlo todo.
En la espera, Xiumin se movía impaciente, incapaz de estar en un mismo lugar quieto por demasiado tiempo. Luhan lo relacionaba a que, después de todo, era adolescente para su especie, eso o que tristemente había pasado toda su vida hasta ahora corriendo y escondiéndose de desconocidos. Cuando les tocó el turno pagó por todo y entre Xiumin y él llevaron las bolsas, siendo Xiumin quien llevaba el doble de peso porque no quería que su Luhan se hiciera daño.
Lentamente, fueron caminando hasta casa. El día era tranquilo, soleado aunque algo frío, perfecto para pasear con chaquetas finas para protegerse de las recientes bajas temperaturas que avisaban la llegada del invierno en poco tiempo, invierno que allá en Corea siempre era frío, lleno de nieve y con temperaturas por debajo de cero grados.
Para ir a casa, pasaron por el parque donde Luhan encontró una vez a Xiumin tirado en el suelo, hace algo más de un año, y observó como Xiumin miró la zona con una sonrisa.
-¿Qué te hace sonreír de este lugar? –Le preguntó, Xiumin le miró con una ceja alzada.
-¿No saber? Este lugar ser principio de todo.
Luhan no pudo evitar sonreír nostálgico.
-Es cierto, es el principio de todo.
Siguieron caminando hasta que de repente, Xiumin se detuvo. Luhan le miró extrañado, observando como Xiumin parecía estar atento a algo, o mejor dicho, mirando a alguien. Luhan dirigió su mirada hacia la misma dirección y vio a dos personas y un niño. Uno de ellos era alto, muchísimo, y rubio teñido, el otro era un poco más bajito que el rubio, tampoco demasiado, y de cabellos negros, sosteniendo a un niño.
-Xiumin…
Xiumin dejó las bolsas en el suelo y le abrazó con muchísima fuerza haciendo que por mucho que Luhan quisiera salir de sus brazos, no pudiera hacerlo.
-Xiumin ¿Qué pasa?
-Shh… -Le silenció.
Xiumin veía a esas personas acercarse a ellos dos. Uno de ellos, el rubio, era un demonio, lo sabía. No lo reconocía de nada, pero se acercaba a él dispuesto a algo y Xiumin no tenía claro a que, tampoco sabía si había demonios hostiles o no, por lo que se dignó a mantener la guardia y proteger a su predestinado. De repente, cuando estaban a un metro de distancia, se pararon.
-Veo que no me reconoces –habló el rubio. Su voz era fría y penetrante.
-¿Quién ser? –Preguntó Xiumin hostil, su mirada era fría como el mismo hielo. Si las miradas mataran, ellos estarían muertos.
El rubio sonrió.
-Realmente eres tú… -Dijo –Has cambiado muchísimo, pero los rasgos de mamá siguen en ti.
Xiumin se paralizó. ¿Qué?
Luhan abrió la boca sorprendido ¿Qué diablos había dicho ese rubio?
Xiumin movió su cabeza para oler al rubio y entonces, como si de una serie de recuerdos se tratara, como si con el tiempo esos recuerdos se hubieran bloqueado pero no olvidado, el rostro de su hermano olvidado vino a su mente y lo supo.
Era su hermano mayor. Uno de ellos.
Con rapidez, soltó a Luhan y corrió hacia el rubio saltándole encima.
-¡Hermano! ¡Hermano, hermano, hermano! –Gritó una y otra vez -¡Hermano! ¡Yo extrañar! ¡Hermano! ¡Hermano!
Yi fan sonrió, cogiendo a Xiumin para que no se cayera al suelo mientras le abrazaba con fuerza, queriendo hacer eso desde hacía ochenta años. Dios, había extrañado a su hermano muchísimo, habiéndolo dado por muerto incluso, y ahí estaba, apareado antes de tiempo por algún motivo, pero vivo.
Tao se acercó con su hijo hacia Luhan sin apartar la vista de la hermosa escena, queriendo presentarse mientras ellos tenían su reencuentro.
-Soy Tao, el compañero de Yi fan, hermano de Minseok.
Luhan se giró a verle.
-¿Minseok?
-Sí, Minseok. Él. –Señaló –No recuerda su nombre, pero es Minseok. Wu Minseok.
-Oh… Entonces de verdad es su hermano… -Luhan no pudo evitar sonreír, sintiéndose feliz por Xiumin, o Minseok, porque ahora tenía a uno de sus hermanos y encima ahora podría saber cuál era su verdadero nombre; el nombre que sus difuntos padres le pusieron para él.
-Yi fan estuvo buscándole junto a su otro hermano todo este tiempo, todos buscamos, incluso amigos nuestros pero nadie le encontró jamás. Hace diez años que dejamos de buscar con intensidad, limitándolo solo a un mes por año, perdiendo poco a poco la esperanza de verle vivo.
-¿Cómo lo habéis encontrado?
-Baekhyun esparció un rumor –Dijo -¿Lo conoces?
-Sí, es un vampiro amigo de Xiu… Minseok.
-Pues hizo mover la noticia de que un demonio de algo más de cien años perdido por ochenta largos años había sido encontrado. Dio una serie de datos que encajaban y decidimos que debíamos al menos comprobar si era de verdad él o no. Gracias por cuidar de él, el tiempo que lleves con él.
-Solo un año y poco más, en realidad, pero ha sido el año más emocionante de mi vida –Admitió riendo, viendo como el rubio caminaba con su hermano en brazos que no se soltaba de él.
La escena era de lo más linda.
-Mira, este es Yixing, nuestro hijo –Presentó Tao a Yixing –Veinte años, aunque aparente cuatro.
-Oh, qué lindo.
Luhan se agachó para quedar más o menos a la altura de Yixing, el cual alzó una mano para acariciar el rostro de Luhan con curiosidad.
-Suave… Eres guapo. ¿Eres de mi familia?
-Sí, lo soy –Dijo Luhan –Soy el novio de tu tío Minseok.
-Oh ¡Bienvenido a la familia! ¿Cómo te llamas?
-Luhan.
-Lu…Han… ¡Chino! ¡Mamá, es chino, como tú!
Tao sonrió y acarició la cabeza de su hijo, observando como Yi fan estaba ya con ellos con Minseok a su lado, ya no estaba colgando. Quedaron, al final, en ir a casa de Luhan para que Minseok y Yi fan se pusieran al día y pasaran todo lo que quedaba de día juntos, incluso Luhan se ofreció a dejarles la habitación de invitados para que durmieran, aunque rechazaron esa oferta diciendo que tenían un hotel a veinte minutos andando de la zona.
Al llegar a casa, Luhan hizo algo para comer, algo ligero, para Tao y para él mientras veía como Minseok apenas se separaba de su hermano.
Tan tierno, pensó con una sonrisa de felicidad.
Al tener preparado para comer, se sentó junto a Minseok, el cual le pasó un brazo por la cadera rodeándola y pegándolo a su cuerpo.
-FanFan, él es Luhan, mi predestinado –Dijo –Él mío.
La manera de hablar de Minseok les sorprendía, pero era algo que ya preguntarían más adelante.
-Ya lo veo, pero me sorprende que te hayas apareado a tan temprana edad. –Comentó.
Minseok agachó la cabeza.
-Yo solo… -Dijo –Yo estar solo… Yo no querer más estar solo y buscar desesperadamente compañero. ¡Yo encontrar!
-Lo veo, y como… ¿Por qué nunca pudimos dar contigo? ¿Cómo has sobrevivido todo este tiempo?
-Yo correr todo el tiempo. Papá antes de morir decir que yo debía escapar, que escapar y no mirar atrás nunca, no parar. Yo solo cumplir con lo que papá decir a mí antes de morir. Yo nunca parar de correr.
El silencio se hizo en la casa. La manera en como la contaba Minseok, la tristeza que transmitía el recuerdo junto la suave voz relatándola, voz que se quebró por un segundo, les dolía en sus corazones. Luhan no podía evitar pensar en cuanto debió de sufrir Minseok, o Xiumin, cuanta soledad tuvo que experimentar.
-Cuando nos enteramos de lo que había pasado, fue tarde –Habló Yi fan de repente –Nuestro hermano y yo estábamos en diferentes partes del planeta y nos enteramos cuando ya estaban muertos. La noticia era simple, vuestros padres fueron atacados por cambiaformas gato. Fuimos allí y encontramos los cadáveres pero nunca te encontramos a ti, por lo que deducimos que seguías vivo. Si habías escapado o te habían secuestrado, no lo sabíamos. Le hicimos un entierro a nuestros padres, enterrándolos juntos como ellos habrían querido y empezamos a buscarte… Pero jamás, fuéramos donde fuéramos, pudimos hallarte. Al principio encontramos pistas, pequeños olores y rastros, pero un día, simplemente, desaparecieron y nunca más supimos de ti. Vivo, muerto, daba igual, solo queríamos volver a verte. Si estabas muerto, al menos, tener un cadáver que enterrar, pero estás vivo… No sabes lo que alegrará eso a nuestro hermano mayor, Minseok.
-Minseok… ¿Ser ese mi nombre? –Preguntó –Luhan llamar Xiumin. ¿Ahora cómo llamar?
-Bueno, estás registrado bajo Kim Xiumin ahora, por lo que tu nombre oficial durante unos años será ese, pero el nombre que te pusieron tus padres es Wu Minseok. Puedes usar el que quieras, después de todo. –Le dijo Yi fan.
-Luhan una vez llamar Baozi… El decir que yo parecer a eso ¡No es verdad! ¿A qué no?
Tao no pudo evitar reírse al imaginarse un Baozi y Yi fan se mordió los labios, no queriendo reírse de su hermano, pero este vio que estaban a punto de reírse y se ofendió.
-¡Yo no parecer Baozi! ¡Yo no ser eso!
Luhan reía como un loco en el sofá de su pobre novio, e l cual odiaba ese apodo desde que se enteró que era una comida.
-¿Baozi no es un bollo chino, papá? –Preguntó el tierno Yixing, Yi fan asintió.
-Sí que lo es.
-¡Baozi! ¡Tío Baozi!
-No ser Baozi… Luhan, culpa tuya.
Luhan le besó la mejilla para disculparse, teniéndolo así tranquilo. El ambiente, al menos, había mejorado un poco y eso era bueno, al menos, por ahora. Minseok y Yi fan siguieron poniéndose al día en todo lo que pudieron, contaron sus vidas desde que dejaron de verse y un poco sobre Yixing, el hijo de ambos, el cual ahora estaba entretenido jugando con algunos de los peluches que Luhan tenía que le había regalado a Yixing y que Tao había agradecido esa amabilidad.
Total, Luhan no los necesitaba para nada, solo los tenía por decoración.
Al llegar la noche, se fueron con la promesa de que llamarían al hermano mayor para avisarle de todo y que se mudarían a Seúl para estar cerca, después de todo, entendían la decisión de Yi fan. Ochenta años lejos de su hermano, sin saber que era de él, era mucho sufrimiento. Ahora querían recuperar el tiempo perdido.
Al irse, Minseok se abrazó a Luhan feliz de poder haber visto a su hermano de nuevo, sabiendo que además pronto vería a su otro hermano.
-Lu Ge… Yo tener familia… -Dijo –Yo tener a ti y ahora a mis hermanos… Ya no estar solo….
Luhan le abrazó con fuerza, besando su frente con una leve sonrisa.
-Desde que estás conmigo, nunca estuviste solo y nunca lo estarás, Xiumin. –Le susurró –Jamás te dejaremos solo.
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Al llegar al hotel, Yi fan cogió su teléfono móvil y marcó el número de su hermano, el cual no tardó en contestar.
-Yi fan –Se escuchó.
-Lo he encontrado –Dijo de golpe –Está vivo… Está en Seúl… Lo he encontrado.