Después de la graduación, a Luhan no le costó encontrar trabajo, y es que entre que sus notas eran muy altas, que la universidad a la que había ido era de las más caras y prestigiosas de Corea y que tenía contactos dentro de la agencia donde quería entrar – Chanyeol y Baekhyun –, en apenas dos semanas ya era el nuevo coreógrafo de la SM Entertainment, entrenando así de momento solo a los traineers.
El horario de trabajo era duro y largo, y eso no gustaba nada a Minseok, pero era algo que debía aceptar, los humanos trabajaban para ganar dinero. Luhan iba allí por las mañanas y salía por las noches, una hora antes de cenar, con solo el sábado de descanso, día que aprovechaba para ir a citas con Minseok, para pasar tiempo con él o algo que incluyera su pareja.
Era el día de la pareja, por así decirlo.
Jongdae, por su parte, había entrado en una agencia hermana, más pequeña, como entrenador vocal, con dos tardes a la semana de descanso, también aprovechadas para tiempo en pareja, por lo que ellos dos apenas y se veían, pero se llamaban o se enviaban mensajes a diario e, incluso, coincidiendo que Jongdae tenía el sábado por la tarde libre y Luhan todo el día, alguna vez habían quedado los cuatro y habían tenido citas dobles.
Como era de esperarse, amigos de la universidad con los que tuvieran contacto, muy pocos; pero amigos con los que hubieran conservado la amistad, aparte de entre ellos, con ninguno, y es que Zelo había ido a trabajar a Estados unidos y Zico había desaparecido del mapa, aunque preocupando a Luhan y Jongdae, terminaron por olvidarse de su existencia prácticamente.
A Baekhyun o los hermanos de Minseok junto a sus parejas los veía algunas noches, cuando estos se paseaban por casa para verles; algunas veces Minseok pasaba el día con alguno de sus hermanos para no sentirse solo o con Baekhyun – aunque con él, las tardes que estaba despierto –. Luhan se encargaba de que Minseok jamás se sintiera solo, pero el trabajo a veces le estresaba y o le contestaba mal o lo ignoraba y se iba a dormir después de cenar.
Alguna vez habían discutido por eso, los gritos reinaban en esos momentos y terminaban ambos frustrados, con un Luhan que quería llorar y un Minseok que sentía ansias de algo que no entendía, pero que tenía que ver con que sus uñas se alargaran y sus colmillos crecieran, saliendo esos días en medio de su furia y mataba a alguien cercano al bosque que había a las afueras, lo devoraba y se tranquilizaba.
Era algo que hacía mucho cuando estaba solo, ser una bestia en todos los sentidos.
Luhan sabía que Minseok hacia esas cosas por su culpa y se culpaba de las muertes de esas personas, como se culpaba de la muerte de sus ex novios que murieron ‘’ en extrañas circunstancias y devorados por un animal salvaje ‘’.
O eso dijeron por televisión.
Uno de los días, Luhan le soltó a Minseok que no lo amaría si continuaba de esa manera, aun con marca y todo. No esperó, lo que pasó después. Cuando regresó del trabajo, se encontró a Minseok llorando, en su verdadera forma, y habiendo cambiado varias cosas de la casa, limpiando con un cepillo de dientes los huecos entre las baldosas del suelo. Cuando llamó a Yi fan, porque Minseok le ignoraba y seguía llorando, este le dejó las cosas bien claras.
‘’ No puedes decirle a un demonio, ni a nadie de nosotros, que no lo amas aun con marca, porque eso es como decirle a la persona con la que te casas que le odiarás de por vida, aun con las experiencias que habéis vivido juntos y que has jugado con ella. Minseok, ahora, está tan dolido que su manía por el orden se ha salido de control y te ignora, pero no porque lo desee, sino porque está tan enfrascado en su dolor que no te oye ‘’
Luhan tuvo que llorarle, abrazarle y pedirle perdón decenas de veces para que Minseok saliera de su doloroso trance, donde las palabras de Luhan se repetían una y otra vez, para que Minseok llorara con él a lágrima viva, abrazado, y disculpándose por las muertes que había causado, diciéndole que haría lo que fuera para que no le dejara.
Como si pudiera, pensó Luhan entre lágrimas, porque la marca era como una prisión de diamantes. Irrompible y sin escapatoria.
Se decía que las parejas que no peleaban y que no tenían nunca problemas, su amor se terminaba marchitando pero que, contrario a eso, las parejas que se peleaban y sabían solucionar sus problemas, su amor se hacía más fuerte y duradero. Luhan siempre creyó que eso era una tontería, que sin peleas la vida era mejor, más fácil… Hasta que con Minseok, con sus peleas y dos años de relación, lo experimentó.
Ahora, después de aquella pelea, todo era mucho mejor. Gracias a Baekhyun y su puesto alto dentro de la agencia, tenía también los martes de fiesta, día que también dedicaba exclusivamente a Minseok, el cual lo mimaba, le hacía masajes cuando llegaba del trabajo sin segundas intenciones, solo para relajarle, aunque si surgía algo después mucho mejor porque el sexo ayudaba también a relajarse y una buena sesión cada pocos días, les subía el buen humor a los dos, más si era sexo matutino, porque Luhan se iba con más energías al trabajo. Trataba mucho mejor a Minseok y cuando llegaba del trabajo estresado, nunca lo pagaba con él, trataba de llamar a Jongdae, hablar con él e incluso se metía con él un rato, algunas veces peleaba con sus padres porque eso le eliminaba el estrés, ya que su malhumor lo estaba dirigiendo a otra persona.
Pero jamás lo había vuelto a pagar con Minseok y eso mejoró la convivencia, porque Minseok brillaba más, era mucho más feliz e incluso estaba comenzando a pensar en ganar dinero también, trabajando de algo que pudiera hacer desde casa.
Incluso algún sábado habían ido de excursión al bosque para que Minseok se transformara y jugara con Junmyeon en su forma verdadera, un enorme lobo de más de tres metros de alto, mientras Jongdae y él les observaban divertirse. Algunas veces, incluso, vinieron Kyungsoo y Yi fan con sus hijos, los cuales se transformaban y jugaban entre ellos, peleándose para ver quién era más temible cuando ambos, aun en sus verdaderas formas, eran dos criaturitas lindas que no daban nada de miedo.
Todo iba de maravilla después de que pasara la tormenta y por fin, iban a dar otro paso… Aunque Luhan no estuviera muy de acuerdo al principio.
.
.
.
Minseok lo tenía claro, quería cambiarse de casa. Ya no porque las paredes del comedor de la casa fueran de color rojo, y él odiara el rojo – aun cuando era su culpa que estuvieran de ese color, porque las cambió aquel día que se peleó con Luhan – sino porque necesitaba una casa cerca del bosque. Era una necesidad superior a él, como el oxígeno para respirar. Necesitaba vivir cerca de la naturaleza, donde había vivido por decenas de años, donde el contacto humano fuera menor y él pudiera transformarse más seguido en su verdadera forma.
Era una necesidad superior que debía comentar con Luhan, porque después de todo, sería la casa de ambos.
Por eso, aprovechando que era martes y Luhan estaba en casa, ahora abrazado a él, decidió que podrían mirar casas.
-Lu Ge –Habló –Necesito hablar contigo de algo.
Luhan le miró, con los ojos medio cerrados puesto que se estaba durmiendo.
-Claro, habla.
-Necesito cambiar de casa.
Ahora, Minseok hablaba a la perfección, y es que podía hacerlo si quería, Luhan lo descubrió y le pidió que hablara como una persona normal y corriente.
-¿Y eso? ¿No te gusta esta?
-No es eso… -Dijo, abrazándolo con más fuerza –Pero necesito vivir cerca del bosque, Lu Ge… Yo…
-Es porque eres un demonio ¿Cierto? –Adivinó, incorporándose. –Cerca del bosque… La idea no me gusta del todo, pero supongo que todo es mirar y acostumbrarse ¿No?
-Si no quieres…
-No, no es que no quiera –Le sonrió –Pero que quede cerca de mi trabajo, no quiero estar dos horas de trayecto de ida y de vuelta, eso me restará tiempo para ti.
-Es verdad… Puedes pedir un traslado o como se llame eso. La agencia de Jongdae está más cerca del bosque porque Junmyeon vive ahí ahora. Podríamos vivir en algunas de las casas cercanas, también. Nos iría de perlas vivir cerca de ellos.
Luhan se lo pensó. Minseok tenía un punto ahí, si debía ser sincero. Pensó, entonces ¿Por qué no? Todo era acostumbrarse y en esa pequeña agencia tendría más tiempo libre, Jongdae aseguraba que era mucho mejor.
-Bueno… -Murmuró -¿Quieres que este sábado miremos casas por esa zona?
Minseok asintió rápidamente, y Luhan se abrazó a él de nuevo.
-Entonces decidido, pero espero que la casa sea hermosa, ya que tengo que vivir cerca de un bosque.
Minseok rió, acariciando los cabellos ahora negros de Luhan, el cual al parecer tenía tendencia a cambiar su color de pelo cada poco.
-Claro, será hermosa.
Y así, pasaron ese tranquilo día, utilizado para darse mimos, reír y buscar un talento en Minseok que pudiera ser utilizado para ganar dinero, aunque acordaron que el baile no era lo suyo y aunque el canto si lo era, era un demonio y un trabajo demasiado cara al público lo exponía demasiado, por lo que fue descartado, puesto que además, se buscaba que fuera desde casa.
Ya encontrarían algo.
Cuando llegó el sábado, efectivamente, se levantaron bien temprano para poder mirar diferentes tipos de casas por el vecindario de Junmyeon y Jongdae, los cuales ya sabían de la repentina mudanza que hacía que, con más motivos, tuvieran que encontrarle un talento a Minseok para ganar dinero. La hipoteca era cara.
La primera casa que vieron era demasiado grande para ellos, y demasiado cara también porque aunque Luhan era de familia con dinero, sus padres no les iban a ayudar económicamente. La segunda casa que miraron, al lado de la de Jongdae y Junmyeon y del mismo tamaño, era hermosa, con un jardín trasero pequeño pero confortable, tres habitaciones enormes y una más pequeña, una cocina grande abierta y conectada con el comedor, donde un sofá enorme se encontraba, en frente de la televisión; en sí, una casa hermosa que les gustó. La tercera casa que vieron estaba un poco más lejos del bosque, del mismo tamaño que la anterior pero con menos habitaciones, sin embargo, dos baños y un gimnasio incorporado.
Después de estar toda la mañana mirando casas, de ver como quedarían sus muebles, comieron en casa de sus amigos, con los cuales comenzaron a discutir que casa era mejor.
-Entonces… La primera supongo que descartada –Habló Jongdae antes de meterse un trozo de verdura en la boca.
-Sí, la casa es demasiado grande. –Explicó Luhan –No me veo en ella.
-No me gusta –Dijo Minseok, el cual como Junmyeon, se comía la carne muy poco cocinada, un poco más acostumbrado a ella. –Prefiero la segunda, es hermosa, mediana y a pocos metros del bosque.
-Es verdad, esa casa es perfecta, la nuestra es igual, por eso la escogimos –Dijo Junmyeon –Yo os la recomiendo.
-Sí, yo también.
-La tercera también estaba muy bien, pero estaba lejos del bosque y la condición de mudarse, de hecho, era estar cerca. –Relató el de origen chino –Creo que deberíamos quedarnos con la segunda y dar una oferta a los dueños.
-El dueño es un vampiro –Les reveló Junmyeon –Es amigo de Baekhyun, no un gran amigo, pero se conocen. Si les decís que lo conocéis y contestáis algunas preguntas que os hará sobre él para asegurarse de que es cierto, no dudará en vendérosla, así va el negocio entre nosotros.
-Eso es trampa –Rió su pareja, Jongdae –Pero mejor así ¿No creen?
-Depende de quien tenga la suerte –Rió Minseok.
Al terminar de comer, Junmyeon les pasó el teléfono del vampiro con el cual tuvieron la suerte de hablar. Aunque tuvieron que responder a diez preguntas, algunas fáciles, otras difíciles, pudieron dar con la respuesta correcta y el vampiro se presentó como ‘’ Lucas ‘’, lo que les indicaba que no era asiático. Bueno, no era extraño, puesto que muchos de ellos solían moverse por el mundo, al no envejecer, para que nadie lo notara, cambiando sus identidades cada poco.
Aunque no supieron si Lucas era su verdadero nombre, o el que estaría usando ahora.
Quedaron en verse por la noche, en la casa, para hablar más formalmente sobre dinero.
Ahí se presentaron, encontrándose con dos chicos occidentales, uno más pálido que otro al cual identificaron como Lucas y el otro más moreno, aunque no demasiado.
-Soy Lucas, de Noruega. –Se presentó. El vampiro era hermoso, como todos, rubio y de ojos claros –Este es mi predestinado, Mark, de mi país también.
-Encantado –Saludó este, un chico de rostro serio, pero bajito y de apariencia, aun así, adorable.
Pasaron dentro de la casa y comenzaron a discutir sobre el dinero de la casa, quedando en un precio razonable para ambas partes, quedando así solo una serie de firmas para que la casa fuera oficialmente de ellos.
Ahora, se pusieron a hablar de sus vidas, como parecía ser típico entre ellos.
-Así que conocéis a Baekhyun –Habló Lucas –Es un vampiro extraño, debo decir. Serio, carismático pero distante. No es de extrañar que un vampiro de su edad sea tan distante con las personas, pero él se excede.
-¿Realmente? No lo parece… -Dijo Minseok –Siempre es muy amable.
-Y lo es, pero porque os tiene como amigos. Normalmente es frío y serio, rodeado de un aura misteriosa. Tiene más de cuatrocientos años, diría que quinientos o más… Supongo que su experiencia le ha enseñado a que es mejor mantener la distancia de la mayoría, sobretodo de los humanos.
-Formar lazos con ellos es malo –Dijo Minseok –Menos si es tu predestinado.
-Diría que es el único humano al que soportamos –Rió, Mark rodó los ojos al lado de su compañero y Luhan suspiró, incómodo. –Dime ¿Qué tan al día estar entre nosotros?
-Muy poco –Reconoció, Lucas suspiró.
-No tendría por qué decírtelo, pero lo haré porque me caes bien y los amigos de Baekhyun con mis amigos… Ten cuidado con los hechiceros y los cambiaformas felinos, son peligrosos.
-¿Por qué?
-Nos odian. Se remonta a una época tan lejana que ni tus padres debieron vivirla… Es largo, pero lo resumiré en algo simple, nosotros nos mezclamos con humanos ahora, ellos no. Nosotros, aunque la sangre de la especie es fuerte, ya no somos cien por cien puros. No somos vampiros, demonios o lobos puros, podríamos decir.
-Lo sé…
-Ellos lo son, o están mezclados entre especies, donde también podría estar alguno de nuestros predestinados. Nos odias, Minseok, ten cuidado, porque siempre que pueden van a por nosotros. Recientemente, hay un grupo que parece motivado a perseguir a los demonios, los odian.
-Hubo un ataque en la universidad de artes escénicas –Recordó Minseok ese día, ese trágico día.
-Lo escuché, dicen que iba a por el predestinado de JiYong, pero… -Miró a Luhan, el cual se removió –Creo que habían más ¿Cierto?
Minseok miró a Luhan y miró al vampiro.
-¿Cómo…?
-Su reacción me lo dijo todo. –Dijo sonriendo –Tened cuidado, solo digo eso, realmente solo son especulaciones que fueran a por el predestinado de Jiyong… Nadie sabe, en realidad, cuál era el objetivo a ciencia cierta o si lo había realmente. Solo sé que los hechiceros están enfadados, son crueles, no se dejen llevar por sus tiernas y hermosas apariencias… Ellos son sádicos y enfermos.
-Lo son –Dijo Mark –Hemos visto como han asesinado a demonios, o mejor dicho, a las parejas de los demonios. Se han movido por Japón y China, ahora están en Corea del sur. No se separen demasiado, al menos en estos años que corren, la guerra en el submundo está sucediendo.
-Lo tendremos en cuenta –Habló seriamente Minseok –Gracias… ¿Baekhyun sabe…?
-No, pero le diré por si acaso. Ya tuvo trauma suficiente cuando un cazador de vampiros casi mató a su predestinado –Sonrió –No queremos que se vuelva loco de nuevo… nadie querría verle en estado de locura… Menos mal que, en ese entonces, su predestinado estaba inconsciente porque sino, creo que aun con marca, no lo vería con los mismos ojos.
-¿Qué hizo?
-¿Qué hizo? –Mark, el predestinado de Lucas, sonrió –Asesinó, degolló y torturó a todo un pueblo montañero de cazadores, los responsables de lo que le pasó a su compañero. Uno por uno… Es conocida la historia, preguntársela a Junmyeon, él la conoce después de todo… ¿Quién no? Dicen que algunos lobos que habitaban la zona huyeron del terror que daba verlo, lleno de sangre, riéndose cual loco mental mientras destripaba a las personas, los devoraba y les sacaba la sangre hasta sus últimas gotas…
-Creo que prefiero no saberlo… -Murmuró Luhan, Minseok rió.
-No, yo tampoco, pero gracias. Díselo, sino se lo diremos nosotros, nadie quiere verle así de nuevo, entonces.
-Nadie quiere, créeme. –Habló Minseok con seriedad.
No, no quería ver a Baekhyun así, si debía ser sincero. Había cosas que era mejor no saber, incluso si era entre ellos y esa, era una de ellas.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español