Aunque desde que Minseok trabajaba como pintor, estaban un poco más ocupados, seguían sacando tiempo para todo. Minseok estableció un horario en el cual se dedicaría a pintar, normalmente los días que Luhan trabajaba de nueve de la mañana a nueve de la noche, un poco antes o un poco después si se alargaba la sesión de pintura. En aquellos meses, vinieron muchas personas a que él les pintara, volviéndose muy popular entre la comunidad coreana de criaturas como demonios, vampiros y lobos, aunque recientemente, algunos humanos dragón – otro tipo de seres que podían transformarse en dragones y solían vivir en cuevas secretas o en las más altas montañas – se aparecieron por allí.
¡Incluso apareció un cambiaformas felino, concretamente una pantera! A pesar del odio que se tenían los demonios y los cambiaformas felinos, claro. Pudieron soportarse por el bien del trabajo.
Habían cumplido hacia poco los tres años de relación y, aprovechando que Luhan tenía tres semanas de vacaciones, fueron de viaje una semana a China porque Minseok quería conocer la ciudad natal de Luhan, Pekín. Se lo pasaron genial, uno porque extrañaba su ciudad y país y el otro porque no solo aprendió en poco tiempo un poco del idioma de Luhan, su idioma natal, sino donde se crio, y es que Luhan le guió por el barrió donde vivía antes, donde jugaba fútbol e incluso su escuela cuando era pequeño.
Fue un viaje hermoso y necesario para desconectar de todo, donde se mimaron y se amaron más de lo normal, sin sexo. Solo amor, mucho amor.
Al volver, quedándoles otras dos semanas para disfrutar, habían ido junto a Junmyeon – que tenía de vacaciones todas las vacaciones de la universidad – y con Jongdae al parque de atracciones como cita doble, siendo la primera vez que Minseok iba a uno. A parte de que descubrió que las alturas le daban miedo, se lo pasó genial, fue un día agotador.
En general, estaban aprovechando muy bien las vacaciones, pero como todo, sus hermanos también querían aprovechar y un día, se les presentó Kyungsoo y Jong In con Sehun, necesitando de la ayuda de ambos.
-Queremos irnos una semana a Paris –Dijo Kyungsoo –Es un viaje de pareja, por lo que Sehun no puede venir, por lo que nos preguntamos si podíais cuidarlo esa semana.
-Oh, claro. –Habló Minseok –Sehun se divertirá con sus tíos ¿A qué sí?
Sehun les miró, con su rostro inexpresivo, y asintió.
-Será divertido.
-Ah, una cosa antes –Habló algo apresurado Jong In –Es un poco travieso. Ha asustado a todas las niñeras y una vez se lo dimos a Yi fan y Tao… Tao acabó llorando, Yixing escondido y Yi fan tuvo que recordarse que era de la familia… Es un poco intranquilo y nervioso, por lo que… Bueno…
-Tranquilo, podremos con él –Le aseguró Minseok –Yi fan no tiene paciencia.
-No, no la tiene –Aseguró Jong in –Bueno, entonces gracias por todo, chicos.
-¡De nada!
Cuando la pareja se fue, Sehun se sentó en el sofá de la casa y observó el cuadro que había, el cuadro que pintó Minseok meses atrás de Luhan cual rey que tanto gustó, y un cuadro al lado de un bosque oscuro y siniestro con Minseok de fondo, en su forma de demonio, que pintó un mes atrás para Luhan porque este decía que le apetecía tener uno de Minseok.
-Son hermosos –Alagó Sehun –Tienes talento.
Minseok se sentó a su lado, sonriéndole.
-¿Tú crees? Gracias.
-Pero no entiendo porque dibujar a tía Luhan como si fuera superior a ti, cuando es una simple humana y tu un demonio. –Habló, Minseok mordió sus labios y Luhan frunció el ceño.
-Soy un maldito hombre.
Sehun le miró y sonrió de lado.
-¿Seguro? Para mí que eres mujer.
-¡Soy un hombre!
-Una mujer, plana y sin curvas, pero mujer. –Sehun miró a Minseok –Tío, eres bueno con la pintura, pero tus gustos para la pareja son horribles.
Y tanto Minseok como Luhan se quedaron con la boca abierta, mientras Sehun, inexpresivo, se levantaba y cogiendo su máquina de juegos se fue a la que sería su habitación, diciendo que no le molestaran porque iba a jugar a un juego de carreras.
Ahora sabían, iba a ser una semana muy larga si ya comenzaban de esa manera.
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El día terminó con un Sehun que no paró de referirse a Luhan como una mujer, criticándolo por ser una mujer que no sabía apenas cocinar tan solo uno o dos platos o comida precocinada, y diciéndole a Minseok cada poco que sus gustos eran horribles.
Por suerte, al llegar la noche y cenar carne cruda con Minseok, que encima tuvo que darle de comer porque Sehun sino no iba a comer, se fue a la cama porque se lo ordenaron. Siendo cerca de medianoche, recogieron un poco la casa por encima, y es que Sehun era tan desordenado como se esperada de un niño pequeño, y se fueron a la cama.
No tuvieron ganas para nada más que dormir abrazados…
Aunque Sehun sobre las tres de la madrugada se presentara ahí de pronto colocándose en medio, abrazado a Luhan porque decía que ‘’ las mujeres eran cómodas para dormir ‘’.
Al día siguiente, Luhan y Minseok decidieron que Sehun y ellos podrían ir a dar un paseo e ir a comprar juntos. Todos habiéndose preparado, salieron juntos de casa como una familia, con Sehun de la mano de Minseok y de Luhan, en medio de ambos, comentando todo lo que veía con ojos de adulto.
Luhan a veces tenía la sospecha de que era superdotado el hijo de Kyungsoo y Jong In, pero con una mentalidad muy cerrada respecto los humanos, y es que se notaba que no les caía bien.
Era algo que notó mucho. Aunque se mezclaran con humanos y consideraran como un igual a su pareja, el resto de humanos, para ellos, eran puras marionetas controladas sin saberlo por ellos, sobretodo por esos que estaban escondidos en las sombras entre los gobiernos o las grandes empresas lideradas por figuras aparentemente visibles, cuando solo eran humanos amenazados y manejados por ellos.
Luhan sabía, después de tres años con Minseok y por lo que le decían Baekhyun y Junmyeon, que el poder no lo tenía del todo el humano.
Daba miedo, la idea.
Fueron al centro comercial, donde pasaron por las tiendas para niños, descubriendo que el gusto de Sehun para la ropa era selecto y moderno, aun siendo apenas un niño, y sobretodo exigente. Por alguna razón, todo lo que le gustaba era caro.
Bueno, tenían mucho dinero desde que Minseok pintaba, así que no les importó darle uno o dos caprichos caros a Sehun, el cual se fue de la tienda feliz y con una pequeña sonrisa, apenas perceptible, así como tarareando una canción que Luhan identificó como ‘’ this is Halloween ‘’ de Marilyn Manson.
¿Qué diablos hacía un niño sabiendo canciones de un hombre como ese? Se preguntó algo escandalizado.
¿Por qué todos los seres que no eran humanos eran tan oscuros desde pequeños?
Después fueron a tiendas para ellos, donde se compraron alguna cosa también y el resto de la mañana la pasaron mirando tiendas, hasta regresar a casa para hacer la comida. Minseok se puso de cocinero, y Sehun volvió a la carga.
-Eres su perrito faldero –Criticó el niño, Minseok le miró con una ceja alzada –Se supone que somos superiores, ellos deberían de atendernos a nosotros, no nosotros a ellos.
-Sehun, pequeño, cuando estás con una persona que es tu pareja, las tareas de la casa se deben compartir.
-Pero lo haces tú todo.
-Eso es mentira –Dijo serio –Luhan limpia los platos y pone la mesa, también suele ayudarme a limpiar. Algunas veces cocina. No lo hago yo todo.
-Si tú lo dices…
Después de comer, Sehun se echó una pequeña partida a un juego de zombies donde obligó a jugar a Luhan, el cual perdió ante Sehun, quien le dio una terrible paliza. Luhan no podía creérselo, le había ganado un niño – aunque en edad humana tenía veinte años, pero apenas aparentaba cuatro años –.
Aunque Minseok se rió de eso, descubrió que Sehun era un peligro porque no solo siguió empeñado en que Luhan jugara, sino porque descubrió que quería que jugara para ganarle, hacerle enfadar y burlarse después de él.
¡¡Sehun era un pequeño diablo!!
Y Luhan tampoco tardó en entenderlo todo.
-¡Eres malo jugando, tía! –Se burló –Típico, las niñas no servís para nada.
-¡Que no soy una maldita mujer!
-Claro, claro…
Minseok suspiró, tuvo que sacar el carácter para que Sehun parara de burlarse de Luhan. Bueno, por lo menos el resto del día les dejó en paz, aunque esa noche tampoco tuvieron ganas de hacer nada de nada.
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El tercer día, fue el más desastroso a su manera de ver. Al menos, Minseok lo creía de esa manera. Al parecer, a Sehun le dio por tomarla hacia Luhan, el cual quería tirarse de los pelos, eso o tirarse por un puente.
¡Ahora entendían las palabras de Jong In!
No les sorprendía que Tao acabara llorando…
-Pero tía Luhan… Si tú tienes veinticuatro años humanos y Minseok tiene quince años humanos… ¿No te convierte en pederasta?
-¡Diablos, no! –Gritó -¡Minseok tiene ciento diez años o algo así!
-Es verdad, tengo más de cien, Sehun.
-Pero aparentas quince.
-En realidad, Sehun, como tomé compañero muy pronto, he crecido más de lo normal, por lo que ahora aparento unos veinte. –Le explicó Minseok. –Es necesario que creciera más para poder proteger a Luhan.
-Ah… -Sehun se quedó pensativo un tiempo –No me extraña, tía Luhan es muy débil.
Luhan se sentó en el sofá, deprimido y haciendo un puchero, mientras Minseok suspiraba e intentaba explicarle a Sehun que los humanos tenían capacidades limitadas, pero que algunos eran fuertes, pero Sehun le rebatía siempre con que, aun así, el ser humano más fuerte no podría contra el demonio más débil.
Una terrible verdad.
-Pero aun así, tus años de apariencia son veinte, pero comenzasteis con quince. …l pensó que tenías, por lo tanto, esa edad y aun así le gustabas… -Habló Sehun –Pederasta.
-¡Lo mataré! –Gritó Luhan deprimido -¡Lo mato!
-¡Luhan, tranquilízate! Nada de lo que dice es verdad, tranquilo.
-Si es verdad… Soy una mala persona… Soy pederasta… No estoy a tu altura.
-¡Mira lo que has conseguido! –Gritó a Sehun -¡Has deprimido a mi novio!
Sehun sonrió cual niño inocente y se fue a jugar a su videojuego favorito de zombies mientras Minseok trataba de subir el ánimo de Luhan, el cual estaba en una esquina del sofá deprimido hablando en chino de cosas que Minseok aún no podía entender porque su nivel de chino no era el mejor.
Ese día, Sehun se la pasó metiéndose con Luhan y con los gustos de Minseok de nuevo.
Pero lo peor fue por la noche.
Cuando Sehun ya estaba en la cama, Minseok se llevó a Luhan para demostrarle que no era pederasta y que le merecía. Lo tiró a la cama y comenzaron a desnudarse, cuidando de no hacer ningún tipo de ruido que pudiera despertar al pequeño Sehun que dormía en la habitación de al lado. Cuando estaban a punto de llegar a la mejor parte, vieron que Sehun estaba mirando inexpresivo.
-Así que si eres un hombre –Fue lo único que dijo.
-¡¿Qué haces aquí?! –Gritó Minseok -¡Fuera!
-Pero si siempre veo lo que haces mis padres –Dijo como si fuera lo más normal, Luhan y Minseok se miraron sorprendidos –Es extraño, porque papá Kyungsoo ata a mamá Jong In y le golpea, le dice cosas que no entiendo como zorra o puta y él pide por mas… Disfrutan haciendo eso, así que supongo que no es violencia. ¿No era el sexo amor? Bueno, es lo que hacíais vosotros, más normal… Mis padres son raros, no me extraña que yo sea así…
-Qué diablos… -Murmuró Luhan –No veré a tu hermano y a Jong in igual.
-Yo tampoco –Aseguró Minseok. –Sehun, pequeño… ¿No eres aun joven para saber que es el sexo? Yo a tu edad apenas sabía de donde venía…
-Yo sí sé de dónde vengo… De la barriga de papa Kyungsoo.
-¿Por qué dices mamá a Jong In entonces? –Preguntó Luhan.
-Porque el humano es inferior al demonio y porque es el controlado ¿No? Es la mujer de la relación.
Luhan suspiró, madre mía con el niño, pensó. Minseok se puso algo de ropa y se levantó, yendo hacia Sehun.
-Sehun, no hay mujer en las relaciones entre hombres –Explicó Minseok –Es un error común y ahora la cama, no puedes ver lo que hacemos.
-Pero si no me traumaré, veo siempre lo que hacen mis padres.
-Pero no somos tus padres, somos tus tíos y por lo tanto no puedes. –Le regañó –Hazme caso o te irá mal, Sehun.
-Tsk… Amargado.
Sehun se fue a su habitación, dejando a Minseok con la boca abierta. Bueno, decidió mirarlo por el lado bueno, una vez se fue y él cerró la puerta con el cerrojo, pudo terminar lo que había empezado con Luhan. Algo era algo, pensó, aunque tendrían que hablar seriamente con Kyungsoo y Jong in.
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Y el resto de días pasaron hasta hacer la semana y la pareja llegó de sus vacaciones en París. Cuando entraron en la casa, se encontraron a Minseok con ojeras, a Sehun feliz y Luhan… Desaparecido. Minseok miró molesto a su hermano, cogió al niño y se lo dio.
-No lo quiero de nuevo en casa.
-¿Qué ha hecho esta vez? –Preguntó Kyungsoo mirando a su hijo molesto.
-¡¿Qué que ha hecho?! ¡Luhan ha estado estos dos últimos días deprimido y llorando porque dice que es un pederasta aprovechado! ¡Dice que no me merece y que soy demasiado bueno para él! –Gritó –¡Y todo eso es culpa de tu hijo! ¡Escucha!
Y ante el silencio, escucharon los sollozos de Luhan.
-¡Y ha criticado mis gustos! ¡Dice que soy un perrito faldero! –Gritó -¡Y encima dice que os ve teniendo sexo siempre! ¡He descubierto que os va el sadomasoquismo!
Ambos se sonrojaron y miraron a su hijo.
-¡Hablen seriamente con él! ¡Es insoportable y ahora a ver como hago que Luhan quiera estar conmigo de nuevo! ¡Está completamente deprimido! ¡Ahora sé porque Tao lloró!
-Dios… ¿A quien salió este niño? –Se preguntó Jong In –Hablaremos en casa, Sehun.
El niño se encogió de hombros, quitándole importancia al asunto.
-Dicen que las verdades dueles. –Habló –Supongo que es su defecto ser humano.
-Pero yo soy humano… -Puchereó el moreno, Sehun le miró.
-Lo sé, mamá… -Dijo –Y es un enorme defecto que he decidido perdonarte.
Se quedó a gustó, pensó Minseok. Dios, ese niño debería de ser reeducado.
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