Luhan miró sonriente al niño que correteaba por la casa, siendo seguido por otro un poco más bajito que él, apenas dos años menor. Tantas cosas habían pasado en aquellos ciento cincuenta años. Sí, así como sonaba. Ciento cincuenta años eran los que llevaba junto a Minseok en total, o eso creía él porque contar le era difícil una vez superó el número cien.
Para empezar, Minseok superó la adolescencia y ahora era un demonio adulto, superando casi su altura, con más músculos y su voz un poco más grabe, eso sí, su forma de demonio era casi tan alta como la de Kris. Para continuar, por fin era padre – aunque su hijo lo llamaba madre – y no pudo evitar recordar la noche en la que Minseok le pidió que quería un hijo y pudo dominarle. Fue hermosa, espectacular y Luhan no la olvidaría nunca. Ver a Minseok debajo de él gimiendo era algo jamás visto.
Estaba deseando tener otro hijo con tal de dominar a Minseok de nuevo.
Pero bueno, no era el único con hijos. Jongdae y Junmyeon tuvieron el suyo cinco años antes que ellos y Baekhyun y Chanyeol un vampiro dos años menor que el suyo con el cual su hijo, Minki, estaba jugando ahora mismo, observado por los padres de ambos niños. Recordó como Chanyeol le contó emocionado la primera y única noche que fue activo de Baekhyun con tanta emoción y rió.
-¿De qué ríes? –Le preguntó Minseok abrazándole por la espalda.
-Recordé cuando Chanyeol me contó la noche que dominó a Baekhyun para poder tener un hijo –Habló –Y la nuestra.
Minseok rió.
-Dolió –Recordó –Pero fue bueno. Mi Lu ge es un gran activo.
Luhan rió, dándole un leve golpe.
Vio a su hijo correr y ser perseguido por Taehyung, el hijo de Baekhyun y Chanyeol, tan parecido al vampiro que daba miedo. Eso sí, por alguna razón todos, incluso ellos que eran sus padres, solían hacer caso a Minki. Yi fan dijo que el aura del niño era parecida a la del padre de los tres hermanos, un aura dominante y que sería un gran líder en el futuro.
Luhan no podía estar más orgulloso de su amado y sonriente hijo.
-¡Ya estamos aquí! –Gritó una voz grave. Se giraron todos viendo a Sehun, ya crecido y en su etapa adolescente como demonio, acompañado de un humano que era su compañero. Sehun, que siempre decía que los humanos eran débiles, terminó con un humano como compañero. Un humano que lo tenía siempre bien sujeto y lo controlaba como quería, debían destacar.
Era gracioso ver como otro demonio encontró su predestinado antes de tiempo.
-Siento si llegamos tarde –Dijo el chico humano de cabellos castaños y largos y de nombre Taemin –Sehun se distrajo. Es un idiota.
-Tsk…
-¡Hey! –Saludó Yixing emocionado, también crecido y en su adolescencia. Al contrario que Sehun, no encontraba a su predestinado aun pero sus padres creían que sería uno de esos casos donde su predestinado sería un demonio muy dominante, no un humano. Nadie veía a Yixing dominando. Nadie.
-Están llegando todos –Comentó Junmyeon con su pequeño hijo en brazos, Jongdae le acompañaba –Después de tantas décadas esparcidos por el mundo, ya era hora ¿No?
-¡Luhan, amigo! ¡Ven aquí y abraza a Jongdae! –Gritó este y Luhan rió abrazándole.
Después de varios años viviendo todos unos al lado de otros, comenzaron a esparcirse ante una tercera guerra mundial, no queriendo mezclarse en asuntos humanos y se esparcieron por diferentes partes del mundo, eso sí, siempre comunicados. La tercera guerra mundial, empezada por intereses humanos como el petróleo y las energías tóxicas que contaminaban el planeta, duró pocos años gracias a un tratado de paz para no seguir usando material radioactivo y por el bien del planeta, habían formado una alianza perfecta para usar los recursos no contaminantes que el planeta ofrecía a la humanidad en vez de esos materiales. Algo era algo.
Minseok y él acabaron en Estados Unidos una buena temporada, Baekhyun y Chanyeol estuvieron en Canadá; Junmyeon y Jongdae en México; Kai, Kyungsoo y Sehun en Japón donde conocieron a Taemin años después y Yifan, Tao y Yixing en Alemania.
Ahora, en estados unidos, se reunían todos.
-Bueno… El viaje fue demasiado largo… -Se quejó Kai, tan moreno como siempre –Sehun, Taemin, por dios, tenéis demasiada energía…
-Alguien se hace viejo –Bromeó Jongdae.
-¡¿Qué?! ¡Perdona pero solo tengo más de seiscientos años! O eran setecientos… ¡No recuerdo!
-Patético –Se burló Yi fan que llegó junto a ellos –Simplemente, patético.
Luhan rió. Por fin estaban todos de nuevo, como una familia.