Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Criaturas sobrenaturales (Xiuhan) por exolove1

[Reviews - 78]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: gracias a los comentarios!!!!
Aqui tengo el siguiente!!
Cuando tuvieron algo de tiempo libre, Jongdae y Luhan decidieron que Baozi debía salir de casa, conocer el mundo allá fuera y ellos analizarían que tan perdido estaba el adolescente, si de verdad había vivido encerrado toda su vida. Fue, entonces, un sábado cuando ambos acabaron las tareas de la universidad. Jongdae llegó a casa de Luhan con una sonrisa de oreja a oreja, una sonrisa que Baozi decía a menudo ‘’ le recordaba a los gatos ‘’, para avisar que era hora que se fueran.

-¿Dónde ir? –Preguntó Baozi, el cual con el paso de las semanas hablaba un poco mejor, pero como se podía notar, no conjugaba los verbos y se saltaba palabras.

-Iremos fuera los tres –Le dijo Luhan –Iremos a un parque, tomaremos helado aprovechando que el verano está cerca y daremos un paseo.

-¿Tres? –Cuestionó -¿Por fin poder salir yo?

-Sí, por fin puedes, pequeño –Habló Jongdae sonriente, Baozi puchereó.

-No pequeño. –Se quejó –Grande.

-Claro que sí –Dijo Luhan sarcástico –Eres un niño grande.

Baozi volvió a pucherear y se cruzó de brazos, claramente ofendido de que le dijeran que no era alguien grande. Luhan y Jongdae rieron por lo lindo que se veía el adolescente, un chico que por culpa de Jongdae ahora sabía demasiadas cosas, como por ejemplo, que era el sexo. Ahora, Luhan se encontraba con que su historial en el ordenador estaba lleno de vídeos porno homosexuales y cuando le preguntaba al niño, este siempre le respondía lo mismo.

‘’ Yo recolectar información futuro apareamiento. Tú mío. Tú de Baozi ‘’

Sí, así lo decía. Iba a matar a Jongdae un día de estos.

El adolescente, contrario a lo que pensó Luhan sobre que pronto abandonaría esa tonta idea de que fueran pareja, solo crecía más y más mediante fueron pasando las semanas y, con ello, los meses de convivencia. A ver, Luhan no podía negar que el maldito adolescente estaba genial, su cuerpo le llamaba muchísimo y vio lo bien dotado que estaba, además, era lindo y atractivo. Aunque ahora comía con los palillos y no con las manos, seguía comiendo solo carne cruda, quizás muy poco hecha, pero ya está. Solo carne. Quizás bebiera agua de vez en cuando.

Por lo menos era muy limpio.

Mentiría si dijera que Baozi no le atraía. Joder, Luhan reconocía que ese chico era casi un sex symbol, pero el problema era lógico: Era un adolescente, seguramente tendría quince años – porque ni Baozi sabía la edad que tenía, ni siquiera sabía que eran los años, no lograron que lo entendiera y solo lo liaron más –.

-¡Salir! –Gritó emocionado -¡Salir tres!

Sonrientes, salieron de la casa con Baozi en medio claramente emocionado, mirando a su alrededor con sus gatunos ojos, mirando a la gente pasar cerca y lejos de ellos sin mirarles apenas, cada cual a sus cosas y sus temas, con amigos, familia o simplemente solos. Luhan observó como Baozi, mediante iban acercándose al centro y con ello a la multitud de gente, comenzó a ponerse incómodo hasta el punto en el cual se agarró del brazo de Luhan, mirando a todos como si estuviera alerta.

-¿Pasa algo, Baozi?

-Gente… -Murmuró –No gustar gente.

-¿No? ¿Por qué?

-Siempre ver yo, ellos decir a mí monstruo. –Explicó –Yo no ser monstruo. ¿Verdad?

-No, claro que no –Habló Jongdae, Luhan asintió –Escucha, no sé porque te dirán esas cosas pero no te pareces en nada a un monstruo, solo eres un lindo adolescente que quiere meter en su cama a Luhan, fin.

-¿Era eso último necesario?

-Es la verdad.

-Gente mala, gente animal –Murmuró Minseok –Menos Luhan y Jongdae.

Ellos dos sonrieron, encontrando adorable al adolescente.
-Si quieres podemos tomar algunos atajos para ir al parque y tomar helado, en ese parque al que iremos no suelen a ver demasiadas personas, normalmente personas mayores que quieren andar un poco o algunos estudiantes que van a relajarse y escapar de la sociedad y los estudios –Dijo Luhan -¿Reconoces todo lo que ves?

Baozi miró a su alrededor, pensando en la última vez que estuvo en la ciudad, cuando un grupo de personas lo atacaron para robarle cuando él no tenía ningún tipo de pertenencias. Antes de ese momento, hacía mucho que no fue a una ciudad.

-Ultima vez yo recordar, no haber eso –Señaló una televisión enorme en uno de los edificios de la ciudad –Ni eso –Señaló un cartel publicitario –Eso tampoco, no igual. Parecido sí –Señaló un coche.

Ellos miraron raro a Baozi, sin entender dónde diablos estuvo antes ¿En un pueblo fuera de la civilización? Porque era lo único que a ambos se les ocurría, y esos pueblos estaban lejos de donde se encontraban.

¿De dónde era exactamente aquel adolescente?

-Vamos, entonces. –Habló Jongdae, olvidando el tema.

Apartándose de toda aquella gente que al parecer traía malos recuerdos al adolescente, caminaron por callejones que al contrario, ahora incomodaban a Luhan y es que había visto demasiadas películas de terror como para saber que algo podía pasarles. Baozi miró a Luhan, el cual miraba a todas partes, a cada borracho, a cada persona. Para sorpresa tanto de Luhan como de Jongdae, Baozi pasó un brazo alrededor de la cintura de Luhan y apretó, queriendo darle seguridad.

-¿Baozi?

-Yo proteger –Dijo –No asustar. Tú mío.

Luhan no pudo evitar sonreír, y asintió.

-Claro, gracias por eso.

No era como si creyera que podía protegerle, tampoco quería verse débil, pero se veía tan serio que no quiso decir nada ni llevarle la contraria, por lo que simplemente le dio la razón. Bueno, fue un gesto lindo por su parte, pensó. Ojalá muchos de los que intentaban meterlo en sus camas en la universidad tuvieran un poco del romanticismo de ese adolescente, entonces seguro que tendría pareja.

Siguieron caminando hasta que salieron de los callejones y pudieron ver el parque a lo lejos. Se acercaron rápidamente, parando al lado de una heladería pequeña.

-¿Querrás helado? –Le preguntó Luhan a Baozi, este miró el helado y negó.

-No carne.

-No puedes solo comer carne –Se quejó Jongdae –Y menos cruda, pueden haber algunas bacterias.

-Yo no enfermar –Dijo –Yo solo carne.

Ambos suspiraron y pidieron helado para ellos dos, pagaron cada uno su helado y caminaron los tres hacia el parque, donde se sentaron en un banco a comer sus helados y a hablar un poco. Luhan pensó, ese era el parque donde encontró a Baozi tirado, herido.

-¿Cómo fue que terminaste aquí herido? –Preguntó, Baozi le miró.

-Gente –Dijo –Gente robar. Yo no defender.

-¿Por qué? Si intentan robarte, tienes que defenderte –Se quejó Luhan –Eres un hombre, tienes que ser valiente.

-Si yo defender, ellos decir monstruo a mí.

Jongdae y Luhan se miraron fijamente, sin entender de nuevo al adolescente. Ambos pensaron lo mismo, ni que fuera un demonio o algo por el estilo.

-Vamos, no creo que seas tan fuerte –Se burló Jongdae –Sigo sin entender.

Baozi le miró fijamente a los ojos y por unos segundos, la seriedad en su rostro consiguió estremecer a ambos. Por suerte, cambió su mirada a una amable, más tranquila, pero aquella penetrante miraba no podrían olvidarla ambos, mucho menos Jongdae que fue el que la recibió. Por alguna razón, le recordó mucho a la mirada que le mandaba Junmyeon cuando este creía que él había dicho algo estúpido y le molestaba.

-Yo fuerte. Yo vivir solo desde siempre.

Ambos le miraron alarmados.

-¡¿Solo?! -Gritaron, pero cuando quisieron preguntar, alguien les llamó desde sus espaldas.

-¡Hey! ¡Luhan, Jongdae!

Ambos mencionados se giraron a la vez, encontrándose cara a cara con Zico, un chico que iba a la misma universidad que ellos y solía juntarse de vez en cuando, conocido porque quería tener algo con alguno de los dos, aunque todos sabían la preferencia de Zico por Luhan, también había intentado meter en su cama a Jongdae. Hasta el momento, lo único que obtuvo de Jongdae fue que le siguiera siempre la coquetería en broma y de Luhan que le sonriera amablemente, poco más.

-¿Qué te trae por aquí? –Cuestionó Luhan manteniéndose al lado del adolescente, el cual miraba a Zico demasiado fijamente, serio.

-Pasaba por aquí y os vi, así que decidí llamaros.

-Oh, que amable por tu parte –Bromeó Jongdae, Zico se sentó junto a ellos ignorando por completo a Baozi.

-Con vosotros, siempre, preciosuras –Dijo coqueto -¿Os apetece ir esta noche a un pub como antes? En estos últimos meses no habéis ido a uno, que digo, Jongdae lleva un año sin ir, pero Luhan tu ibas antes, hace un tiempo que no se te ve borracho en los pubs.

-Ah, eso… -Habló visiblemente incómodo –Supongo que ya no es lo mío, prefiero centrarme en mi carrera.

-Yo no voy porque no quiero, básicamente –Dijo Jongdae, sin revelar que no iba porque tenía novio que era su profesor y a este no le gustaba nada esos lugares y alguna vez se puso celoso de que se emborrachara en algún bar con esos pervertidos de Zico y su grupo.

-Será divertido, aún recuerdo cuando ibais los dos, los chicos y chicas os rodeaban, siempre habéis sido populares. A las chicas no las hacías caso, pero a los chicos…

-Eso es mentira –Corrió a decir Luhan, notando como por alguna razón, Baozi estaba demasiado tenso – Sabes que no soy de relaciones de una sola noche.

-Pero bien que coqueteabas, hermoso.

Baozi, por su parte, miraba fijamente a Zico, el chico que al parecer conocía a Luhan y Jongdae. No sabía que era eso de Pub, ni eso de emborracharse, pero no le gustaba como sonaba. A más, lo olía. Igual que podía oler que Jongdae, aun no estando marcado, tenía a un compañero con el que se apareaba y que tarde o temprano sería marcado, y así como podía oler en Luhan la compatibilidad con él y que era su compañero, podía oler en Zico la excitación.

Podía olerlo todo, la mentira, la ira, la felicidad, la excitación… Y Zico estaba excitado, gustaba de ambos, de Jongdae y de Luhan.

Mío… Murmuró una voz interior. Mío… Luhan mío…

Contempló como, mientras que Luhan se centraba más en su helado y en asegurarse que estaba bien, Jongdae si seguía los coqueteos de Zico y eso le enfadó. Jongdae tenía compañero, a más, ese Zico pronto iría a por Luhan.

Mío… Murmuró de nuevo su interior.

Se pusieron en pie, estaba claro que Luhan se quería ir de aquí y arrastraba a Baozi y Jongdae con él, Zico se levantó con ellos y miró a Luhan, lamiendo después sus labios.

-Eh, Luhan ¿No quieres ir conmigo a mi casa?

-No gracias, deja de intentarlo. –Dijo –No caeré.

-Vamos, seríamos buenos amigos con derecho tú y yo.

-No. –Dijo serio –Ya dije que no.

-Fuera –Habló Baozi por primera vez, su voz seria, claramente indicaba peligro, Luhan podía sentirlo, Jongdae también, pero Zico no. –Fuera. Luhan mío.

Zico miró de arriba abajo al chico que había ignorado hasta ahora, un adolecente de rostro muy lindo y llamativo pero de apariencia débil que ahora resultaba que se pensaba que podría tener oportunidad alguna con Luhan, el popular Luhan, deseado por muchísimos en la universidad e incluso por algún que otro profesor discreto como el entrenador del equipo de fútbol de la universidad o el profesor de arte.

-¿Quién te crees que eres, mocoso?

-Oye, menos con él –Saltó Luhan –Si te metes con él, te metes conmigo.

-vamos, es solo un mocoso. No me digas que me rechazas por ese estúpido mocoso –Dijo riéndose después –Es solo un crío ¿Te follas a un niño o dejas que te folle a ti? Te gusta ¿Verdad? Ser una zorra que se folla a cualquiera.

A Luhan ni a Jongdae les dio tiempo a reaccionar cuando de repente, Baozi empujó a Zico, un simple empujón que por alguna razón, envió a Zico lejos a una velocidad y fuerza enormes, una fuerza que ninguno pensaba que podría tener Baozi. Qué diablos, ni ellos tenían esa fuerza. Zico, por otra parte, apenas se levantó del suelo miró impresionado al chico que estaba dos pasos adelantados de Luhan y Jongdae y le miro a los ojos. Entonces, tembló.

-Monstruo –Murmuró –Eres un maldito monstruo.

Rojos… Sus ojos estaban tan rojos como la sangre.

Zico se fue de allí y Baozi respiró hondo, calmándose y sus ojos regresaron a su color normal. Miró, entonces, a Jongdae con seriedad.

-Tú tener compañero, no coquetear. Poder ir mal con compañero.

-¿Eh?

-Compañero celoso, mal carácter si celoso. Hacer daño a ti si tu enfadar, no marcado.

-No entiendo pero tranquilo, no le sería infiel a Junmyeon, lo amo muchísimo. –Aclaró tranquilizándole. –Solo le sigo el juego porque es divertido.

Baozi miró a Luhan y le abrazó con fuerza, escondiendo su rostro en el pecho de este al ser más bajito.

-Tú ser mío ¿Verdad?

Y Luhan no pudo evitar sonreír, olvidando lo que había pasado, y abrazó con fuerza a Baozi, porque en esos meses de convivencia, de ver sus costumbres, sus lindos pucheros, su amor por la música y sus ganas de aprender, su corazón latía más fuerte de lo normal. Pero era un adolescente. No era correcto.

-Sí… Tuyo.

.

.

.

Después de ese día, no pudieron hacer muchas cosas más porque los exámenes llegaron de nuevo y tanto Jongdae como Luhan se centraron totalmente en estudiar, hasta el punto en el cual Baozi se comenzó a preocupar porque observaba como Luhan se saltaba muchas comidas y apenas dormía, lo sabía porque desde hacía muchas semanas comenzó a dormir en la misma cama que Luhan, ya que con unos pocos pucheros, aprendió que era sensible a esa ‘’ cara linda ‘’ que poseía.

Baozi otra cosa no, pero perspicaz y listo era. Por supuesto, usaba esa inteligencia para lo que le convenía.
Aunque Luhan se quejó las dos primeras noches de ese hecho, al final terminó por acostumbrarse a verle dormir a su lado, incluso sin entender cómo, terminaba siempre abrazado a Baozi. Sí, él abrazado a Baozi, con su cabeza siempre apoyada en el trabajado torso del adolescente. Misterios de la vida.

Eso sí, cuando acabaron los exámenes y Luhan pudo relajarse después de tantos días sin apenas comer y dormir, habiendo adelgazado algunos kilos, de repente, cayó enfermo. Sucedió por la noche, antes de cenar, cuando de repente Luhan comenzó a marearse y antes de que Baozi pudiera decir o hacer algo, Luhan cayó desmayado en el suelo. Baozi se alarmó muchísimo y se asustó, estando a punto de llorar incluso porque su Luhan había caído enfermo y su frente estaba ardiendo.

Intentó recordar cuando él se enfermaba, las pocas veces que sucedió en su infancia, y lo que hacía, pero según recordaba solo esperaba a que se le pasara sola la fiebre. Intentó también recordar a su madre, pero ni un solo rostro llegaba a su mente, por lo que mucho menos alguna vivencia con ella.

Esa noche, Baozi no durmió, se la pasó al lado de Luhan vigilando, de manera paranoica, que siguiera respirando y su corazón siguiera latiendo, como si temiera que en algún momento se muriera o algo, pero fue al día siguiente cuando, al no recibir ayuda ninguna, Luhan empeoró y Baozi pudo notarlo por su olor y su calor corporal.

¿Qué debía hacer?

Luhan había estado cuidado de él por meses sin motivo alguno, Baozi lo sabía mejor que nadie. Había cuidado de él, le había tratado como si fuera un amigo, le había dado casa y comida y le mimaba, incluso ahora le dejaba dormir a su lado, tocarle el trasero y darle besos en la mejilla. Había hecho muchísimas cosas por él que solo lo enamoraban más y más del que sabía, era su predestinado, su compañero, pero ahora él le necesitaba y no podía hacer nada.

-Móvil –Murmuró.

Recordó ese aparato rectangular que llamaban móvil, con el que Luhan solía llamar a Jongdae.

Sí, él sabría qué hacer.

Como acostó a Luhan con la ropa de ayer, sabía que debería de tener ese aparato en su bolsillo, por lo que con cuidado metió la mano debajo de las sábanas y tanteó el terreno. Su mano tocó el pecho de Luhan, y fue bajando lentamente por el torso y estómago, apenas sin ver nada, hasta que tocó donde no debía. Sonrojado, movió la mano a un lado, pensando en que había tocado esa zona de Luhan sin querer.

Llegó al móvil y lo sacó, mirándolo. La pantalla estaba en un negro absoluto y él no sabía usarlo, pero no debía de ser tan difícil ¿Cierto?

Tocó la pantalla varias veces, pero nada sucedía y él se frustraba cada vez un poquito más, porque su Luhan se estaba muriendo, sino no sabría explicar ese calor que tenía Luhan, esa rojez en sus mejillas, su respiración pesada y su sudor.

-Ba… Baozi… -Murmuró Luhan medio despierto -¿Qu-Qué haces?

-Tú enfermo –Dijo asustado –Yo llamar Jongdae.

-¿No sabes… Usarlo?

-No…

Luhan, cansado y con un dolor en el cuerpo impresionante, sonrió de lado y lentamente alzó su mano para que le diera el aparato. Baozi selo dio y Luhan lo encendió, buscando a Jongdae en su agenda y le pasó el móvil a Baozi, tapándose todo el cuerpo con las sábanas después porque decía tener mucho frío cuando en realidad estaban en pleno verano y ese curso en la universidad había acabado oficialmente.

-¿Sí? ¿Luhan?

-Jongdae… -Habló Baozi.

-Oh, Baozi. –Se mostró sorprendido Jongdae. -¿Sabes usar un móvil?

-Luhan… -habló –Luhan malo…

-¿Eh?

-Luhan morir –Dijo a punto de llorar –Yo no saber qué hacer… Jongdae… Luhan morir…

-¡¿Qué?! ¡¿Qué ha pasado?! –Gritó alarmado, de fondo se escuchó otra voz masculina que Baozi no supo identificar, pero que se imaginó, debía de ser el compañero de Jongdae.

-No saber… -Dijo –Luhan caer suelo a noche, Luhan muy caliente –Explicó entre llanto –Luhan moverse poco… Yo preocupado, Luhan mío… Yo querer Luhan.

-Ya voy ¿De acuerdo? Ponle un trapo mojado con agua helada en su frente, y tranquilo, no se está muriendo, solo tiene fiebre.

-¿Fiebre? ¿Luhan no morir?

-No, no se morirá, ahora voy, haz lo que te he dicho.

-Claro.

Jongdae colgó y Baozi dejó el móvil en la cama, corriendo a buscar un trapo y lo mojó con agua totalmente helada, volviendo a la habitación y lo puso en la frente de Luhan, el cual soltó un pequeño jadeo de la sorpresa, entre el mundo de los sueños y el mundo real. Cuando llegó Jongdae, este le indicó a Baozi todo lo que tenía que hacer para cuidar a Luhan, trajo incluso medicina y le indicó cada cuanto debía dársela, los horarios y la cantidad.

-Recuerda, dale de comer tú, cuídale, cada poco rato ve y mira si el trapo sigue frío, sino, lo mojas de nuevo con agua fría, cada pocas horas mírale la temperatura con ese aparato. –Le dijo, Baozi asintió –Y dúchale, el sudor no le gusta y le conviene una ducha, no fría del todo, pero si con poca temperatura. ¿Sí?

-Yo entender y recordar –Dijo –Gracias.

-De nada.

-¿No morir? –Se aseguró, Jongdae rió.

-No, no se morirá, se recuperará, créeme. Y Luhan, que sé que estás despierto, por el amor de dios ¿Otra vez se te olvidó comer en la época de exámenes?

-Déjame en paz…

-Eres un irresponsable… -Murmuró –En fin, me voy. Baozi, recuérdalo todo, me pasaré mañana.

-¡Adiós! –Chilló Baozi, Luhan se escondió debajo de las sábanas.

Así, Baozi se aseguró de recordar las horas. Fue un caos, Luhan podía recordarlo. El maldito adolescente, como Luhan lo denominó en esos días que estuvo enfermo, no tenía tacto alguno y se aprovechó de su condición enferma para acosarlo. Para darle las pastillas, se las metía él mismo en la boca y le daba de beber agua a la fuerza, casi ahogándolo; para darle de comer, lo cogía cual saco de patatas, palmeándole encima el trasero, y lo sentaba en sus piernas y le daba personalmente de comer, y daba igual cuanto se quejara Luhan, Baozi tenía extrañamente demasiada fuerza. El colmo fue para ducharlo, cuando después de dormir algunas horas, Baozi le despertó para ‘’ ducharle ‘’.

-Luhan, hora de duchar –Le despertó –Luhan, Luhan, Luhan.

-Ya voy…

-Yo duchar, tu no poder solo –Le informó –Tú marear.

-Estoy bien, no dejaré que me veas desnudo, me violarás.

-No, yo no hacer mío ahora. Tú mío cuando recuperar.

Luhan se sonrojó, maldito mocoso, pensó. Baozi lo cogió de nuevo como un saco de patatas, haciendo que Luhan se preguntara como un mocoso de quince años aproximadamente, aunque musculoso, bajito con metro cincuenta o un poco más de altura podía tener esa fuerza como para llevarle sin dificultades y poder empujar a Zico – porque Luhan lo recordó –. Fueron hasta el baño y Luhan tuvo que desvestirse entero, aunque era incómodo, Baozi no paraba de mirarle de arriba abajo.

-¿Puedes dejar de mirar y centrarte en el agua?

-Oh, sí.

Maldijo que tuviera tan poca fuerza y estuviera tan enfermo como para no poder apenas sostenerse en pie, porque si no se duchaba él solo. Se metió en la ducha, con el agua fría y la bañera llena de agua hasta la mitad. Baozi comenzó a mojar su cuerpo con el agua mientras movía una de sus manos por su torso y espalda. Después, cogió la esponja, la llenó de jabón y comenzó a frotar a Luhan, el cual en un principio cerró los ojos al encontrarse extrañamente relajado, como si hubiera algún efecto secundario en que Baozi le estuviera duchando mientras silbaba alegremente.

Casi se dormía, cuando sintió la esponja llegar a sus zonas mas al sur, y una mano intrusa también. Cogió la mano rápidamente y miró al adolescente.

-Zona prohibida.

-Esa zona también lavar –Replicó –Todo cuerpo duchar.

-Esa zona no.

-Yo no hacer nada, prometer.

Luhan suspiró, confiando en Baozi, y dejó que lavara aunque tuvo que llevar una mano a su boca. No lo entendía, no era como si no se hubiera él lavado con la esponja esas partes y jamás se había excitado – bueno, de adolescente cualquier cosa le excitaba, bueno, cualquier cosa que no fueran mujeres – pero el tacto de Baozi lo estaba excitando, y encima se encontraba mal, mareado y con fiebre.

-Ba… Baozi… para…

-Pero…

-Para. –Dijo serio –Esa zona debe brillar ya, joder. Pasa a otra.
-Claro.

Luhan volvió a cerrar los ojos, pero si los hubiera mantenido abiertos, podría haber visto la sonrisa de satisfacción de Baozi al observar el miembro de Luhan semi despierto.

Ah… Luhan no sabía lo que le esperaba cuando se recuperara.
Notas finales: espero que os haya gustado!!!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).