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The V Kings por Mal-Dita

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Notas del capitulo:

Hola a todxs!!!!!!!!

Volví de las tinieblas y espero quedarme xd.

MIL DISCULPAS por la demora. Yo solo quería subir el capitulo y otra parte de mi decía "Aun no está completo!! Termina bien el capitulo Maldita!!!" Y yo solo caía en llanto T.T. Bueno, dicen "más vale tarde que nunca" y creo fielmente en ese lema (lo aplico constantemente con mi terrible puntualidad)

Gracias muchísimas gracias a quienes me han escrito ya sea aquí dejando sus comentarios o al mail *-----*. Voy a intentar ser una persona más decente y responder más rápido los mensajes (amo sus mensajes me hacen el día >-<!!!).  También obvio gracias a ti pequeño ser que estás leyendo esto y tomar tu tiempo para leer esta historia.

Bueno, les dejo finalmente el capitulo. :S!!

Playlist song n°11:                    Battle For The Sun    - Placebo

 

En medio de cavilaciones existenciales:

A veces nos suceden cosas que no podemos explicar, cosas que nos llevan a plantearnos una serie de hipótesis para calmar nuestras mentes. La ciencia se ha encargado de aclarar gran parte de la oscuridad de que nos azota como humanos, pero cuando ni la ciencia puede resolver nuestras inquietantes dudas podemos incluso atribuimos a hechos paranormales, de otras dimensiones, planetas alineados o hechicería. De cualquier modo todos de alguna forma buscamos crear explicaciones plausibles(unas más lógicas que otras) cuando nada resulta ser como debería o los imprevistos cambian las cosas, es por eso que en aquel gimnasio donde se llevaría a cabo el partido entre Tobio y Hinata algunas  mentes estaban en completo caos.

"¿Cuando se supone que hice tanto mal en este mundo?¡¿Cuando?! Este tipo me sale hasta debajo de las piedras y en la sopa. Es como si el universo se confabulara en mi contra ¿Cuándo va a ser el día que me lo quite de encima?¡¿Como tanta mala suerte?!" -pensó Yaku-

"¿No sé por qué me sorprende? Es tan obvio como el día y la noche, pero aquí hay alguna clase de magia negra" -pensó Tsukishima-

"Yo no estoy muy seguro de que exista Dios. Pero si estás ahí arriba y puedes oírme fuerte y claro, lo único que tengo que decirte es ¡Gracias!. " -pensaba Daichi-

"Bien, ya llego el enano. A jugar" -pensó Kageyama-

Puntualmente llego Tobio con los suyos al lugar acordado con tal de no presentar demoras en su "compromiso".  El lugar lo había conseguido gracias a Yaku y sus contactos, lo cual fue bastante conveniente para el anfitrión.  Era un recinto bastante nuevo y equipado, al parecer era alguna clase de club deportivo de gente adinerada y exclusiva con membrecías irrisorias que busca no mezclarse con gente promedio. Nadie tenía muy claro como Yaku podía tener esa clase de contactos y era mejor no preguntar.

Por su parte los visitantes no estaban menos sorprendidos que los primeros. Mientras Hinata solo podía observar con mirada retadora su contrincante, el resto de sus compañeros solo podía mirar con asombro desde la entrada del lugar a sus inesperados rivales.

Fue casi un milagro que Suga, Tadashi y Lev tuviesen la tarde libre el mismo día,  es que sus trabajos y los estudios le impedían juntarse con más libertad. Todos tomaron a la ligera el reto de Hinata, quien les había suplicado su ayuda para jugar contra un rey. Pero nunca supieron que el rey en cuestión era el mismísimo Tobio Kageyama de The V Kings, y menos llegaron a pensar que se encontrarían de frente con sus respectivos nobles que los tenían algo atolondrados (En especial a Lev con su interés por aquel guerrero de baja estatura que lo tenía como loco).

 

-¿Ese enano es tu competencia? -pregunto suspicaz Kei-

-Kageyama ¿Por qué esta ese tipo alto aquí? -dijo Yaku casi con ataque-

-Tobio, esto parece bueno -dijo Daichi con una palmada en el hombro de Kageyama-

- ¡Hey!¡Rey! -grito Hinata desde la entrada-

-Tks.

Tobio sabía que las cosas no iban a ser del todo sencillas en ese juego por su honor, pero debía probar de que estaba hecho a pesar de no poseer toda la seguridad que tenía cuando era más joven.

-¡Vamos chicos! -indico Hinata a sus amigos que aun no salían del shock-

-Esto...Hinata -dijo Yamaguchi con tono dubitativo-

-¿Ah? -dijo volviendo en sí- ¿Todavía están ahí?

-¿Cuando nos ibas a decir que tu competencia era Tobio? -pregunto Daichi-

-¡Pero si les dije que debía competir contra el rey!

-¡Pero podría haber sido cualquier tipo de rey! -exclamo Lev-

-Oh, bueno. Yo pensé que ya lo sabían.

-Ah -suspiraron los tres amigos-

-Bien, debemos ir a saludar -dijo Suga tranquilizando a los chicos-

-¡Yaku-san! -grito Lev aun a lo lejos agitando su mano de un lado a otro-

-Que me Trague la tierra, que un terremoto acabe conmigo, que por favor que me caiga un rayo o que me arroye un tren -suplicaba Yaku por lo bajo con una palma en su cara-

Tanto Kageyama, Daichi y Tsukishima miraron extrañados a Yaku, pero no quisieron hacer ningún comentario inapropiado, porque sabían de los peligros que representaba molestar al castaño y era mejor evitarlos por su propia salud.

Ese corto inter lapso de tiempo fue suficiente para que los visitantes quedaran de frente a frente contra los dueños de casa. Había más de un rostro conocido entre ellos y la tensión se sentía en el aire.

-Ya era tiempo que llegaras -dijo Kageyama a Hinata-

-Sí, ya lo sé -dijo con mirada retadora-

-Lo siento fue mi culpa -dijo Lev mordiéndose la lengua de forma traviesa- Me retrase después del trabajo.

-Que sorpresa -dijo Yaku rodando los ojos-

-¡Yaku-san!¡Te he extrañado mucho! -dijo abalanzándose sobre el castaño-

-¡No!¡Aléjate de mi!  -dijo colocando sus manos para apartar la inminente distancia entre el de ojos esmeralda-

Gracias a esa pequeña intervención la tensión bajo de forma considerable y mientras el guarda espalda luchaba por su espacio personal contra su estudiante, los demás se presentaban.

-Disculpen la demora, -dijo Suga- pero debíamos esperar a Lev.

-No hay problema -contesto Daichi aun enajenado por la aparición-

-¡Oh! ¿No eres el chico que ha ido a la cafetería? -pregunto Suga a Kei-

-Sí, mucho gusto -se limito a inclinar milimétricamente su torso en son de saludo-

-Sí, igualmente -dijo imitando al rubio pero con una sonrisa en sus labios-

-¡Oh! Esos ya están discutiendo nuevamente -dijo Daichi resignando al ver a Hinata y Tobio hablando en términos poco amistosos-

Pero a diferencia de lo que pensaban los demás y para sorpresa de todos, la pareja conformada por  Kageyama y Hinata no estaban peleando, sino tratando de hacer una clase de consenso sin destruirse mutuamente.

-Como sea -dijo Tobio cruzándose de brazos- ¿Que querías decirme?

-Sí, esto...

-¿Qué?

-¿Estás bien con esto?

-¿A qué te refieres?

-A esto, al partido, a la moto, a ayudarme a entrenar. Sé que he causado molestias, pero no quería lastimarte.

-¿Por qué me habrías lastimado?

-Bueno, en la entrevista cuando dijiste que tu sueño de ser voleibolista había fracasado por un accidente en motocicleta  y  ese día cuando bajaste de la motocicleta, yo...

-Lo siento -dijo mirando en otra dirección-

-¿Ah? -exclamo pestañeando rápido sin comprender-

-Mentí en la entrevista y te utilice para quitar del paso la prensa y los rumores que crearían. Sé que no es correcto usarte sin tu aprobación. -se tomo un momento antes de seguir- Te daré parte de lo que gane por la publicidad así que no debes preocuparte, si te molesta puedo decir la verdad a la prensa. En verdad no me gusta mentir -dijo firme con el semblante estoico-.

-¿A caso eres idiota?

-¡¿Qué se supone que quieres que haga?!

-En verdad estaba preocupado -dijo mirando triste el piso-, pensé que me odiabas por hacer que te subieras a una motocicleta y entrenar conmigo. A mí no me importa el dinero, yo solo quería jugar contigo y que me lanzaras en balón, porque jugar contigo es como ¡Buaa! y mis remates son más sólidos como ¡Puaj! en el piso. Aunque si me molesto que dijeras eso, pero cuando dijiste que tu sueño era ser voleibolista profesional yo en verdad me puse triste, porque yo si lo soy y quizás te herí y pensé que después de la otra noche ya no me querrías ver nunca más.

Tobio no tenía grandes conocimientos en el ámbito romántico, en el pasado había gustado de alguien de una forma muy fuerte, pero no había sido correspondido y desde ese momento solo salía con algunas chicas esporádicamente sin tomarlo verdaderamente en serio. "¡Badum!" pudo sentir en su pecho cuando el de cabellos anaranjados dijo esas palabras. Era una sensación agobiante y opresora en su pecho, sintió como su ritmo cardiaco se acelero y la sangre se le fue a la cabeza ¿Qué le había hecho ese enano?

-¡¿Qué dices idiota?!¡Claro que vendría! -dijo avergonzado- ¡No te quedes ahí parado!¡Comencemos!

Hinata se quedo pasmado por la reacción impetuosa del azabache, no entendía porque se había enojado de esa manera. Aunque de alguna forma se sentía aliviado, no lo odiaba y eso lo tranquilizaba.

Era tiempo de comenzar el partido.

 

En medio de una sesión de fotos...

 

Estaban Bokuto y Kuroo desplegando sus encantos frente a la cámara. La pareja de bros había sido invitada como protagonistas de la nueva portada en la revista "........." Japón como: "La pareja de hermanos que revoluciono la industria musical". En general los cinco integrantes de la banda eran sumamente cotizados por todos los medios  y no era extraño que constantemente tuviesen sesiones fotográficas juntos o por separado. Esta vez era el turno del dúo para lucirse y dejar en claro que sin importar la sangre, la hermandad triunfaba ante todo.

-¡Oooohhh! -gritaron a coro-

-¡Eso es chicos! -grito la fotógrafa animada- ¡Una más por favor!

-¿Así? -pregunto Bokuto-

-¡Sí!

La joven fotógrafa estaba emocionada por la sesión de fotos. No era la primera vez que fotografiaba a alguien famoso, pero cuando hace un año atrás tuvo la suerte de ser la suplente del fotógrafo oficial,  que enfermo de gastritis el mismo día de la sesión para el cartel oficial del tour de la banda, quedo encantada con los chicos. Antes ya los había visto, porque su madre era la publicista de la banda, por lo que la rubia había tenido algunas oportunidades de verlos de cerca, pero jamás con suma proximidad.

-¡Yachi! -grito Bokuto- ¡¿Luzco bien?!

-¡Sí!

 Cuando la sesión de fotos finalizo gran parte del elenco se retiro al igual que sus protagonistas y los guardaespaldas de turno, para quitarse los polvos del maquillaje sobre su piel y la ropa prestada.

-¿Cuándo va a ser el día en que se comporten como personas normales? -pregunto Makki sobre una silla giratoria-

-No pidas imposibles -dijo Mattsun-

-Solo les dimos lo que querían -contesto Kuroo-

-Es inútil -dijo resignado Makki- En cualquier caso, se siente extraño que Tsukishima no esté aquí riñéndolos.

-Es por el favor que le pidió Kageyama -contesto Mattsun-

-Es como si Tobio hubiese vendido su alma al diablo -comento Kuroo-

-¿Eh?¿Y a ese que le pasa? -pregunto Makki mirando a Bokuto-

-Ni idea, ha estado pegado a esa cosa hace días y ya me tiene cansado -repuso Kuroo-

-Tiene alguna enamorada quizás -dijo Mattsun-

-Puede ser ¿Aunque quien podría soportar a ese tipo durante mucho tiempo? -pregunto Makki- Bueno, aparte de Kuroo.

-Ustedes son como un viejo matrimonio donde ya murió la flor. -dijo Mattsun-

-¡Ja! Lo dicen como si estuviesen libres de pecado y ustedes son igual o peor que nosotros -dijo suspicaz el azabache-  Puede que tengan razón y nosotros ya estamos en plena decadencia, mientras ustedes están en plena luna de miel -dijo rematando su comentario como un experto-

-Y yo que pensé que Oikawa decía cosas molestas -dijo Makki un poco insultado-

-Vamos a dejar estos dos un rato antes que se nos pegue la estupidez. Quiero un café -dijo por su parte Mattsun-

-Tranquilos, los esperamos aquí.

Luego que la pareja de guardaespaldas saliera del lugar dejando solos a los músicos las cosas quedaron relativamente calma.

Después de que el bibliotecario le diese su número de teléfono, el búho no paraba de enviarle mensajes de cosas que hacía o simplemente contando cómo había sido su día. Es por eso que no fue de extrañar que Bokuto estuviese concentrado más en el aparato que en su alrededor, pero Kuroo no estaba al tanto de eso y en verdad le daba curiosidad saber quién era la persona por la cual el búho estaba tan enajenado. Si bien tenía pleno conocimiento de sus visitas a la biblioteca, no sabía que las cosas entre su bro y el chico de los libros iban bien.

-Oya, oya, oya ¿A quién le envías tantos mensajes bro? -pregunto el azabache con una sonrisa maliciosa-

-¡A nadie que te interese! -dijo cual niño pequeño dando la espalda a Kuroo-

-¡Hey! ¿Con que estamos con secretos búho? -pregunto suspicaz-

-No te interesa -dijo mientras tecleaba-

-¿A sí?

El gato en un acto de curiosidad se acerco a su bro para ver la pantalla del teléfono, pero el búho estaba decidido en no enseñar nada. Comenzaron una disputa infantil donde el azabache trataba de agarra el teléfono mientras su dueño lo apartaba con todas sus fuerzas. Para bien o para mal en el momento en que ambos peleaban por el aparato sobre un gran sofá, la fotógrafa ingreso al camerino con toda la inocencia del mundo, para encontrarse con la postal de la pareja de músicos sobre un sofá en el cual Kuroo estaba sobre Bokuto en una posición un tanto comprometedora. Los colores se le fueron a la cara y no sabía qué hacer.

-¡Oh!¡Yachi! -exclamo el búho alegre de ver a la rubia-

-¿Necesitas algo? -pregunto amable el gato aun en la misma posición-

-Y-yo, esto, siento molestar, yo -no podía hablar bien con el shock-

-¡Ja! -exclamo el gato en son de victoria- ¿Akaashi?- pregunto asombrado-

-¡Devuélvelo maldito gato!  -grito Bokuto quitando el aparato de las manos de su bro-

-Yo, puedo regresar luego si quieren -dijo confundida por la escena, pero a la vez más relajada-

-No te preocupes. -dijo Kuroo incorporándose- ¿Que buscas?

-Maldito -dijo el búho aun echando chispas mientras mostraba su lengua a Kuroo-

-Solo venía a mostrarles las imágenes impresas antes de llevarlas a la editorial.

-Oh, gracias. -sonriendo amable Kuroo- ¿Pero no te reñirán por esto?

-Esto, bueno no debería. Pero creí que les gustaría verlas antes que las lleve.

-¡Oh! ¡Qué tierna eres! -exclamo el azabache- ¡Hey bro mira esto!

-No quiero -dijo aun molesto-

-¡Oh vamos!

-No me interesa.

-Ah -suspiro el azabache- Yachi me puedes hacer un pequeño favor.

-Esto, si supongo.

La rubia se despidió del dúo hasta la siguiente ocasión en la que se encontraran. Aun estaba algo exaltada por la imagen que vio al entrar al camerino y se sintió mal por creer que los músicos estaban teniendo algo más intimo, mas simplemente estaban luchando por un teléfono.

"Debo dejar de ver series y historias BL, ya es la tercera vez en el día en que creo ver cosas que no son ¡Soy una mala persona que empareja románticamente a los chicos!" Medito avergonzada.

Era curioso, porque cuando escucho que hablaban de un tal "Akaashi", recordó a un conocido que era bibliotecario. Aunque debe haber sido una simple coincidencia de nombres.

Ahora debía ir a dejar el material, mientras recordaba que sus amigos tenían un partido y la habían invitado para que los apoyara, pero como tenía trabajo tuvo que rechazar la oferta.

 

En el camerino aun las cosas estaban tensas y Kuroo se sentía algo culpable por lo sucedido. En general el azabache solía molestar a todo el mundo sin discriminación, mas cuando sabía que sus bromas podían causar malestar se disculpaba por lo hecho.

Molestar a Bokuto era algo que venía haciendo desde la más lejana infancia, por lo que conocía a la perfección como solucionar los altercados.

-¡Hey bro! Mira esto -dijo mostrando una fotografía a Bokuto-

-... -ignorando malhumorado a Kuroo-

-Bueno, -tirándose al sofá- es una verdadera lástima.

-... -tratando de no caer por las palabras del gato-

-¡Ah! Y yo que conseguí esta imagen de la sesión de fotos con Yachi para que se la enviaras a tu amigo, de seguro enviar una imagen inédita te dejara como alguien súper asombroso.

-... -ahora el gato estaba consiguiendo su atención aunque se negara en aceptarlo-

-Bueno, tendré que ir por Yachi para regresarle la fotografía que saldrá en la revista y donde sales súper mega híper bien. -levantándose del sofá- Bien, ya vuelvo. -llegando a la puerta- Jamás podrás saber que piensa ese chico de la fotografía, pero no insistiré más para no molestarte

El búho cayo redondito.

-¡Dame eso! -dijo arrebatando de las manos la fotografía que tenía el gato hasta ese momento-

El gato satisfecho vio desde su posición como el búho capturaba la imagen con su teléfono y luego la enviaba por mensaje a su "amigo". Al parecer la respuesta desde el otro lado del teléfono fue satisfactoria, porque Bokuto comenzó a expeler una clase de aura mágica llena de flores y corazones que daba a entender que el mal humor había quedado de lado.

A Kuroo le dio un poco de envidia ver como su hermano mensajeaba tan emocionado, por lo que el también quiso hablar con alguien especial.

"¡Hola!"

"Hola""[17:50 pm-enviado por: Kenma<3]

"¿Qué tal todo?"

"Estoy en mi departamento con Akaashi, pero está actuando extraño"[17:51 pm-enviado por: Kenma<3]

"¿En serio?¿En qué sentido?¿Está enfermo?"

"No. Ha pasado mucho tiempo pegado al teléfono y eso no es normal en él. Además hizo un gesto extraño recién y me dio miedo""[17:51 pm-enviado por: Kenma<3]

"¿Qué clase de gesto?"

"Levanto la comisuras de sus labios""[17:52 pm-enviado por: Kenma<3]

"¿Te refieres a que sonrió?"

"Si le quieres llamar así. Sí, sonrió""[17:52 pm-enviado por: Kenma<3]

"¿Y sabes con quien habla?"

"Ni idea""[17:53 pm-enviado por: Kenma<3]

"Puede que tenga un amigo nuevo, como tú y yo"

"Quizás""[17:54 pm-enviado por: Kenma<3]

"Sabes, es una coincidencia. Mi bro también está actuando como tu amigo"

"¿Sonríe?" "[17:54 pm-enviado por: Kenma<3]

"Na, ese tipo siempre sonríe como idiota. Me refiero a que tampoco se despega de su teléfono porque habla con alguien"

"¿Y sabes quién es?" "[17:55 pm-enviado por: Kenma<3]

"Sí, no sé muy bien como es, pero me da buena espina"

"Ya veo. Quizás ya no me deba preocupar tanto""[17:55 pm-enviado por: Kenma<3]

"Sí eso estaría bien, quizás conoció a alguien especial. Como yo cuando te conocí a ti"

"No digas cosas vergonzosas" [17:55 pm-enviado por: Kenma<3]

">---<!! Pero es cierto. Cada vez que hablamos me pongo feliz. Ok, ok, no digo más cosas vergonzosas ¿Que tal el partido de tu otro amigo? Recuerdo que me dijiste que había actuado extraño hace unos días y que iba a jugar contra un tipo con aura maligna"

"¬-¬, no digas más cosas vergonzosas. No sé como irán las cosas con el partido, pero hoy en la mañana estaba muy emocionado. Solo espero que todo termine bien, porque no me gusta ver a Shoyo triste"[17:56 pm-enviado por: Kenma<3]

"Parece que quieres mucho a Shoyo"

"Sí, mucho"[17:56 pm-enviado por: Kenma<3]

Una especie de amargura embargo a Kuroo. Estaba claro que había una persona especial para Kenma (aunque este no lo admitiera), y no podía hacer nada al respecto porque él era un mero aparecido en la vida del chico rubio.

"¿Estas aun ahí?" "[17:59 pm-enviado por: Kenma<3]

"Sí, lo siento C:"

En ese momento regresaron Matsukawa y Hanamaki en busca de la pareja de músicos. Se miraron extrañados cuando se encontraron con un Bokuto alucinando de felicidad en contraste de un Kuroo serio y pensativo.

-Por suerte nos fuimos antes que se nos pegara lo raro -dijo Makki-

-Esos dos sí que no tienen remedio.

-Por suerte me hacen reír.

-A ti cualquiera te hace reír -repuso juguetón Mattsun-

-Esa es la idea, jamás perder la capacidad de reírse de otros.

-Es un buen lema de vida ¿Y qué hay de mi?

-¿De ti?

-¿También caigo en ese saco?

-Yo no discrimino a nadie cuando me rio. -contesto tajante- Pero yo no diría que me causas risa exactamente.

-¿A no?¿Y qué te causo exactamente?

-No lo sé, -dijo encogiéndose de hombros- quizás en la noche te responda -con una sonrisa seductora-

-¿A sí?  No puedo esperar por saberlo.

La pareja de guardaespaldas iba unos pasos más atrás de los músicos, por lo que no fueron descubiertos en su pequeño juego de seducción.

 

Casi finalizando el primer set...

 

Una enorme sorpresa se llevaron en el equipo de la realeza, que no se esperaba en absoluto unos contrincantes a la altura de sus capacidades. Tobio que había sido el único hasta el momento en presenciar las capacidades del chico con cabellos anaranjados y tampoco quedo indiferente ante los remates avasalladores e implacables que ejecutaba su contrincante con todo profesionalismo. Verlo era increíble, mas jugar contra él se convertía en un completo deleite y dolor de cabeza.

"Sabía que el enano debía ser raro por juntarse con el rey, pero esto ya es excesivo ¿Qué clase de mutante es ese pitufo volador?" Pensó Tsukishima con visible desagrado.

"¡Wow! Esto sí que no me lo esperaba, ese chico a pesar de su aspecto relajado es una bestia cuando juega" Pensó Yaku con agrado.

"Si me hubiesen dicho cuando lo conocí que era un increíble ace, jamás lo hubiese creído" Pensó Daichi con asombro.

"Esto es malditamente emocionante" Pensó Tobio tratando de controlar su emoción.

El set quedo a favor para los visitantes con un marcador de veinticinco a diecinueve, bastante disparejo teniendo en cuenta que en el equipo real sus jugadores poseían habilidades de primera categoría que podrían hacer frente a cualquier equipo profesional.

Claramente satisfechos se encontraban por su parte el equipo de los plebeyos que celebraron su primera victoria. Hinata en particular se sentía un poco más cerca de su meta, en primer lugar para no perder un mes de salario y por otra parte pero no menos importante su anhelo por entrenar con el aterrador músico con increíbles saques que lo hacían alucinar.

Aun la sorpresa del encuentro fortuito no disminuía, claro que para unos era más festivo que para otros. En el caso de Yaku, era quien con mayor desagrado tomaba el hecho de encontrarse con quien entablo una especie de relación por conveniencia. Si bien sabía que el descendiente ruso no era mala persona (al contrario era alguien sumamente sensible y carismático), no soportaba del todo su actitud desordenada y caprichosa, por la cual había recibido un beso ¡Un beso!. Aun no aceptaba esa demostración de "amistad" que Lev le había dado, y aunque sabía que estaba exagerando al respecto, cada vez que veía al sujeto no podía evitar un leve nerviosismo. Es por eso que había evitado a toda costa encontrarse con el estudiante de veterinaria, y cada vez que este le proponía un encuentro lo eludía con múltiples excusas. Por su parte todo lo relacionado con el pequeño gato había quedado a discusión solo por mensajes con escuetas respuestas del guardaespaldas.

Mas ahora no había escapatoria, lo tenía de frente y sin ninguna intención de dejarlo ir.

-Yaku-san -dijo Lev con tono serio- ¿Por qué me evitas?¿Tanto odiaste la última vez que nos vimos?

No tenía una respuesta efectiva para eso, solo pudo percibir como una cuota de culpa comenzó a inundar su cuerpo. Claro que el tipo era una molestia con patas, pero había sido muy considerado con lo que respecta al felino, además siempre mostraba una inquebrantable voluntad por conseguir mejorar, lo cual admiraba de él ¿Quizás era tiempo de darle una verdadera oportunidad?

-Yo...

-¡Hola! -dijo una voz enérgica-

-H-hola -contesto Yaku levemente aturdido por la sorpresiva aparición-

-¿Noya?¿Qué haces aquí? -pregunto Lev igualmente sorprendido-

-¡Oh!¡Bueno! Shoyo desde un inicio me había pedido ayuda para este partido, pero no estaba muy seguro si podría venir, así que no me comprometí. Pero hoy salí más temprano del taller y como sabía la dirección pase a dar un vistazo.

-Ya veo -contesto Lev-

-¡Sí! Llegue a la mitad y quede impresionado contigo -dijo refiriendo a Yaku- ¡Tu control es asombroso!

-No es para tanto -dijo avergonzado-

-¡Claro que sí! -rebatió Noya- Te lo digo como líbero, en verdad tus recepciones son demasiado buenas cuando Shoyo ha hecho algún remate.

-Gracias.

-¡Hey Noya! -se escucho un grito a lo lejos-

-Bien, eso quería decirte.

Y sin más el chico se alejo, lo cual desconcertó aun más al guardaespaldas.

-¡Oh! Espero que no allá sido una molestia -dijo una voz dulce dirigiéndose a Noya- Solo es muy sincero.

-No, supongo que me sorprendió.

-Mucho gusto soy Sugawara Koushi, creo que no había tenido oportunidad de presentarme.

-El gusto es mío, soy Morisuke Yaku -se presento con visible agrado-

-¡Eh! -exclamo Lev que había sido dejado de lado- ¡Yaku-san!

-Oh, lo siento -dijo al recordar la presencia de Lev-

-Ustedes parecen cercanos -inquirió Suga-

-¡Sí!

-¡No!

Tanto Lev como Yaku se miraron atónitos por sus respuestas mientras eran escudriñados por la mirada de Suga.

-¡Comienza el segundo tiempo! -grito Hinata-

-Bien, ya debo regresar -dijo Yaku algo incomodo-

-Aun no me respondes -dijo Lev con visible decepción-

-Debo regresar.

Yaku regreso rápidamente a su posición no sin antes dar una pequeña ojeada a Lev. No quería pensar mucho al respecto, pero simplemente no pudo darle una respuesta. Nuevamente ese par de ojos esmeralda lo paralizo.

Mientras tanto Lev aun no podía sopesar la ola de emociones que lo inundaba. En primer lugar su añorado reencuentro con Yaku había sido más frio de lo que imagino; él que en su imaginación creaba cientos de posibles situaciones, solo fue recibido con pura indiferencia y rechazo. Por otra parte sintió algo que hasta ese momento jamás había experimentado de forma tan marcada como hace un par de minutos ¿Sintió celos hacía Noya?¿Como era eso posible?. El mecánico había atraído completamente la atención del guardaespaldas dejándolo en el olvido y eso supuso una leve agonía en su interior ¿Era así de olvidable para Yaku?¿No estaba siendo más que una molestía para el castaño? Le desanimaron un poco esas ideas, pero algo en su interior lo tranquilizo ¿No había sido el mismo Yaku que en un inicio dijo que no era una persona de faciles afectos? Claro que desde esa perspectiva todos sus miedos se volvian infundados, porque si de verdad quería tener los sentimientos de Yaku debía comenzar desde el principio.

Respiro hondo y se concentro en el nuevo set, donde al otro lado de la red se encontraba en posición en joven guardaespaldas esperando su saque.

En ambos equipos reinaba una especie de emoción clandestina no propia de la simple rivalidad, sino algo más profundo y destructivo que los volvía susceptibles al caos que trae consigo cuando el deseo comienza a entrar a escena.

 

En el piso doce...

Estaba emplazado el departamento de Tooru, quien en ese instante se preparaba para su cita con la que en ese mismo día cumpliría siete meses de noviazgo, algo impresionante si tomamos en cuenta que el músico no era del tipo de personas hechas para relaciones largas.

Recién salido de la ducha el castaño se disponía a vestirse, mientras en el recibidor esperaba impaciente Iwazumi quien tenía plena conciencia que su protegido se demoraría todo el tiempo del mundo solo para torturarlo. El azabache no pretendía entrar a allá del recibidor con tal de no generar mayor acercamiento del necesario, pero un fuerte estruendo desde la habitación principal lo puso en alerta.

-¡Ah! -exclamo Tooru desde su habitación-

En un acto reflejo Iwazumi dejo de lado sus códigos personales y abrió raudo la puerta de la habitación para encontrarse con una imagen digna de burla. En el piso se encontraba Tooru tirado de espaldas como si intentara hacer un hombre de nieves, solo cubierto por una toalla que apenas si cubría las partes nobles del músico.

-¿Qué demonios? -pregunto Iwazumi sin saber que hacer-

En una mirada rápida pudo ver una silla volteada a un lado del herido. Rápidamente pudo concluir que el idiota trataba de alcanzar algo que estaba sobre su closet y para conseguirlo (o intentarlo) se subió a la silla, pero en un movimiento en falso perdió el equilibrio cayendo al piso.

-¿Estás bien?

-Déjame aquí. -dijo dramáticamente sin despegar su vista del techo-

-Tks -chasqueo con la lengua impaciente- Vamos.

El guardaespaldas se arrodillo a un lado de Tooru para ayudarlo a sentarse como mínimo.

-¡Ay! -exclamo adolorido Oikawa- ¡Creo que me rompí algo!¡No podré caminar nuevamente!¡Moriré solo postrado y jamás podre cantar de nuevo!

-¿Qué tiene que ver caminar con cantar? -pregunto serio- No digas estupideces y voltéate.

-¿Ah?

-Tks, que te pongas boca abajo.

-Eso sí lo entendí ¿Para qué quieres que me ponga boca abajo? ¡Eres un pervertido!¡Siempre lo supe! Ahora que no puedo moverme te quieres aprovechar de mí.

-¡Cállate maldito idiota si no quieres que te deje paralitico en verdad! -dijo a punto de darle un puño en todo lo que se llama rostro- Maldito basukawa quiero ver si tienes alguna vertebra rota o el coxis con la caída.

-¡¿Basukawa?!

-¡Eso es lo único que escuchaste!

-¡Eres muy malo Iwa-chan diciéndome así mientras estoy convaleciente!

-Cállate y date vuelta de una vez -dijo con un tono asesino-

A Oikawa no le quedo más que hacer un esfuerzo por obedecer las órdenes del guardaespaldas y quedar tendido boca abajo.

Iwazumi suspiro hondo, jamás pensó que como parte de su trabajo tuviese que aplicar sus conocimientos quiroprácticos y menos en una situación tan incómoda como esa, donde Oikawa estaba prácticamente desnudo ya que la toalla no estaba cumpliendo con su labor, dejando al descubierto más allá de la espalda baja. Ambos eran hombres y tenían lo mismo (claro que en diferentes medidas y tallas), pero era incomodo no por el simple hecho de la desnudes, sino por su relación conflictiva donde ninguno de los dos quería generar ninguna aproximación más allá de los estrictamente profesional.

Tooru comenzó a sentir desde el inicio de su nuca como era presionado por los dedos de Iwazumi, que inesperadamente resultaron ser más suaves y delicados al tacto de lo que imagino, porque directamente pensaba que iba a ser un bruto sin cuidado como solía mostrarse continuamente. Los dedos descendieron cada vez más de forma peligrosa.

-¡Hey!¡Ah! -soltó un alarido-

-Lo suponía, cuando caíste todo tu peso cayó en el coxis. Sera mejor que hagas reposo.

-¡Pero y mi novia!

-Mala suerte, llámala y dile que te venga a ver aquí.

-¡Aaah! -exclamo malhumorado- ¡Eres muy malo!

-Hey, deja de hacer berrinches y será mejor que me ayudes a colocarte en la cama, no puedes estar todo el tiempo tirado en el piso. -dijo serio-

-No quiero nada. -dijo molesto y desilusionado-

-Tks, no tengo tiempo para esto.

Y sin mayor aviso Tooru sintió como una mano pasa entre su pecho y otra casi llegando a la ingle con sumo cuidado, para luego sentir como se despegaba del piso sin ninguna posibilidad de movimiento.

-¡Ah!¡¿Qué haces?! -exclamo alarmado-

-Deja de moverte si no quieres que te suelte y te rompas la cara.

-¡Esta bien!¡Esta bien!¡Pero no me levantes así!

-Tks ¿Y qué recomiendas? -dijo colocando nuevamente al castaño en el piso-

-Solo deja sentarme y tú me ayudas ¿Ok?

-Como sea.

Tooru volteo lentamente hasta quedar mirando de frente al guardaespaldas, pero entre tanto movimiento no se percato que la toalla había quedado a un lado sin capacidad de ocultar nada.

-Cúbrete,.

-¡Hey!¡Solo no mires!

-No hay nada digno de admirar ¿Y bien?¿Ahora sí?

-¡Hey!¡¿Y tú te crees muy espectacular?!

-Solo cállate.

Esta vez y con la disposición de ambas partes el guarda espalda se agacho lo suficiente como para que Tooru se aferrara a su cuello mientras el sujetaba su espalda y sus piernas. En un impulso Iwazumi se puso de pie y logro colocar al músico sobre la cama.

Luego de eso el guardaespaldas desapareció de la habitación dejando al lesionado tiempo para meditar. Se sentía un completo idiota ¿Ahora como le diría a su novia que la cita se cancelaba? No era que sintiese un afecto arrebatador y único hacia ella, pero se llevaban bien y era bastante hermosa. Se sentía mal por ser el aguafiestas, pero en verdad apenas si se podía mover y era bastante incomodo tener a Iwazumi tan cerca de él. Y más si él estaba completamente desnudo mientras que el azabache mantenía una correcta etiqueta.

De improviso ingreso nuevamente el guardaespaldas, pero esta vez llevaba consigo una bolsa deforme en sus manos y en la otra un teléfono.

-Llame a un médico y vendrá en una hora.

-Está bien -dijo sorprendido ante el gesto- ¿Qué es eso?

-Hielo. -dijo sin darle mucha importancia- Debes abrigarte ¿Donde tienes ropa?

-E-esto -dijo aun más sorprendido por la atención- En el segundo cajón a la izquierda hay camisetas y shorts, en el primero hay bóxers.

-Bien.

Iwazumi dejo la bolsa sobre la cama para luego dirigirse al mueble indicado, pero nada lo preparaba para lo que encontró.

-¿Usas esto para tus citas románticas? -dijo Iwazumi con tono burlesco-

-¡Hey!¡Deja eso ahí!¡Maldito Iwa-chan!

-Vamos ¿Quien iba a pensar que tu ñoñes llegaría una colección de bóxers de cabezas de aliens?

-¡Maldito!

Y en su indignación Oikawa tiro un cojín en la cabeza de Iwazumi que a pesar de las terribles premoniciones del músico no se enfado, cosa que lo confundió absolutamente.

-No seas idiota, solo bromeo -dijo Iwazumi con tono relajado- Ten -dijo lanzando el bóxer a la cabeza de Tooru- ¿Aquí están las camisetas y los shorts?

-S-si.

Tooru estaba pasmado, asombrado y conmocionado ¿La causal? Iwazumi podía sonreír. Fue como una revelación trascendental del universo que le estaba haciendo una mala pasada, y por lo cual dudo si estaba en sus cinco sentido. Quizás  a causa del golpe había quedado con daño encefálico y todo lo que estaba sucediendo no era más que un producto de su distorsionada mente. O quizás había sido abducido finalmente y no se había dado cuenta.

-¡Hey! -llamo Iwazumi-

-¡¿Ah?! -dijo saliendo de su transe-

-¿Qué te pasa? Es la tercera vez que te hablo. Parece que el golpe de tu trasero afecto tu cabeza.

Y listo. Iwazumi había regresado a su estado de ogro normal.

-Nada.

-Ok -dijo rodando los ojos- Como sea, vístete para que esperes al médico al menos vestido.

-Iwa-chan ¿Eres mi madre?

-¿Quieres probar si tu madre te dejaría el rostro con un puño marcado? -dijo visiblemente irritado-

-Está bien, está bien -dijo con pánico- Tranquilo.

A duras penas Tooru consiguió colocarse el bóxer y la camiseta para luego quedar nuevamente tendido en la cama. Un escalofríos recorrió su cuerpo cuando inesperadamente la bolsa de hielo se posiciono en su espalda baja.

-Sera mejor que no te muevas -dijo tajante Iwazumi-

-Ya lo sé.

-Ah -suspiro con un dejo de resignación- ¿Por qué demonios te subiste a esa silla? -pregunto finalmente-

-Mmm... -eludió la pregunta presionando su cabeza contra la almohada-

-Como sea -dijo arreglando la silla- ¿Llamaste a tu novia? Si no lo haces va a pensar que la dejaste plantada, no seas más idiota de lo normal.

-Ya lo sé. -dijo mirando hacia otro lado- No alcanzo mi teléfono.

-Ten -rodando los ojos-

Iwazumi dejo solo al músico para que hablara con mayor libertad y justo en ese momento sonó el timbre del departamento dando aviso de la llegada del médico.

El guardaespaldas hizo pasar al profesional hasta la habitación donde el lesionado esperaba con mal humor. Hizo una revisión general de los signos de Oikawa para luego revisar la zona afectada.

-Bien, a pesar de lo doloroso que parece  no es una fractura solo una lesión leve.

-¡¿Leve?! Me duele como el demonio -dijo indignado-

-Lo sé, pero debe creerme. -contesto sereno-

-¿Cuánto tiempo voy a estar así?

-Puede que cuatro semanas...

-¡¿Un mes así?!

-Eso es variable, puede ser más o menos.

-Ah...-suspiro abatido-

-Bien, aquí deje las indicaciones -mostrando un trozo de papel- Si percibes en los próximos días hormigueo, debilitamiento en tus piernas, estreñimiento o problemas en control de esfínter llámenme nuevamente. Pero en general parece que no ha sido tan grave y podrás sanar bien si tomas las medicinas y reposas.

El médico se despidió con una inclinación de cortesía y desapareció de la habitación junto con Iwazumi, que regreso a los pocos segundos.

-Parecías un niño de cinco años -regaño al músico-

-¡¿Qué voy a hacer en un mes?!¡Tengo una vida!¡Maldita caja quiero quemarla!

-Así que de eso se trataba -repuso Iwazumi-

-Tks -chasqueo con la lengua- Sí.

-¿Y necesitas que la baje?

-... -se limito a mirar el piso-

Iwazumi cogió la misma silla con la cual Oikawa había perdido el equilibrio y la puso frente al gran mueble, y al mirar hacia arriba pudo ver que desde lo alto se asomaba la punta de una fina caja. Subió con cuidado, pero la altura era considerable y tuvo que ponerse en la punta de sus pies para lograr alcanzar el objeto. Al bajar se sintió aliviado de no caer al igual que el músico.

-¿Y por esto tanto escándalo? -dijo Iwazumi al mirar la caja- Ahí esta -colocándola a un costado de Oikawa-

-Sí.

El castaño tomo la caja entre sus manos y la destapo con sumo cuidado dejando a la vista algo que el guardaespaldas claramente no se esperaba.

-Son para mi novia, se que fue estúpido colocarlo allá arriba, -acepto con amargura- pero no quería que por alguna razón cuando ella venía lo descubriera. Por eso lo puse ahí.

La elegante caja de color escarlata contenía un hermoso collar de perlas y unos aretes a juego que de seguro dejarían enamorada a cualquiera.

-Va a estar muy feliz cuando se lo des. -dijo seriamente- A pesar de todo parece que puedes ser un buen novio.

-Gracias.

El timbre corto el momento e Iwazumi se dirigió hasta la entrada para dar paso a una acongojada chica.

-¡Tooru!

A penas si puso atención en Iwazumi. La chica era hermosa, con cabello largo y rostro de muñeca, su cuerpo parecía tallado a la perfección por un cuidadoso escultor, mas para el guardaespaldas era otra simple belleza de plástico. No podía negar que era cautivadora, pero a él le gustaban las chicas más humanas y naturales.

Creyó que su tiempo ahí había finalizado y disponía a retirarse no sin antes dar aviso al músico.

-Bien, me retiro. Regresare mañana.

-No te vayas. -dijo inesperadamente Oikawa- Por favor.

-¡Yo puedo cuidar de ti Tooru! -alego la chica-

-No debes hacerlo, con tu presencia es suficiente. -le dijo cautivador a su novia- Pero tienes que irte ¿No?

-¡Ña!¡Tooru! -dijo la chica abalanzándose sobre su novio- ¡Soy tu novia yo te debo cuidar!

"Ah ¿Qué hago aquí? En medio de esta estúpida relación amorosa. Me quiero ir, pero no puedo dejar tirado al basukawa ¿Qué demonios hago ahora? Yo solo quería tener una tarde tranquila de sábado como la gente normal lejos de este tipo." Pensó con total resignación Iwazumi.

Finalmente la chica se fue luego de una hora y media, donde el guardaespaldas lo paso sentado en el sillón leyendo unas revistas deportivas y mirando el parque del frente desde el balcón. Para cuando regreso la calma el azabache hizo ingreso nuevamente a la habitación de Tooru que esta vez se encontraba sentado con una gran cantidad de cojines en la espalda.

-¿No crees que tu novia hubiese sido una mejor compañía que yo?

-Sí.

-¿Entonces?

-¿A caso no la conoces?

-¿Debería?

-¡Ah!¿No sé por qué pregunto? -exclamo rodando los ojos- Es una de las actrices y modelos más famosas de todo el país y tu ni siquiera te inmutas.

-No me interesa y no me influye, cuando busque en su prontuario policial solo sabía que era modelo y actriz.

-¿Buscaste su prontuario?

-Sí, debo resguardar tu seguridad ¿Recuerdas?

-Creo que eso es excesivo.

-Jamás es excesivo si puedes correr peligro. ¿Y qué tiene que ver que sea famosa?

-Tiene un horario apretado y apenas tiene tiempo, no puede quedarse aunque quiera.

-Vi que llevaba puesto tu regalo.

-Sí -contesto satisfecho- Los amo.

-Que bueno, supongo que valió un poco la pena. -tratando de desviar el tema- Como sea ¿Que quieres ahora?

-Quiero ver una película, me alcanzas el control.

-Está bien.

-Gracias -recibiendo el aparato-

-Bien, cualquier cosa me llamas -dijo disponiéndose a salir-

-Puedes quedarte. -repuso encogiéndose de hombros-

-¿Ah?¿Lo dices en serio? -sorprendido-

-Sí no quieres te vas.

-¿Que vamos a ver? -casi con un suspiro-

-Interestelar -dijo con una gran sonrisa-

Iwazumi tomo la silla de la discordia y la puso a un lado de la cama. A pesar de las asperezas naturales de ambos por ser como el agua y el aceite, en ese momento de extraña armonía se quedaron en silencio mientras los segundos de la película avanzaban.

Esa noche Iwazumi descubrió algo nuevo de Oikawa. Cuando el castaño veía algo que se relacionaba al espacio le brillaban los ojos con asombro y mordía un poco su labio inferior al momento de suceder algo imprevisto. Al azabache eso le genero gracia y algo (casi tan mínimo como un átomo) de ternura.

Esas serían unas largas semanas para ambos, quizás en ese tiempo las cosas pudiesen cambiar.

 

Cuando el partido casi llegaba a su fin...

 

Los ánimos estaban a su tope máximo y ya no quedaba absolutamente nada para terminar con esa contienda.

El segundo set fue ganado por el equipo real que al parecer luego del primer tiempo encendió sus ánimos, pero solo lo ganaron por un mínimo de dos puntos, lo cual no les daba seguridad en absoluto. Y las cosas en el último cuarto de tiempo no parecían favorecer a ninguno en especial, porque iban punto tras punto luchando para conseguir la diferencia que nunca llegaba.

La rotación dejaba nuevamente a Hinata frente a Kageyama, los que se miraban de forma tan intensa y enérgica que apenas si podían percibir lo que sucedía a su alrededor.

El roce de la pelota en sus manos era casi imperceptible, mientras los movimientos automáticos de los equipos solo volvían más difícil cada punto.

Todo termino con un veinticuatro a veinticinco.

-¡Sí! -gritaron la victoria del último punto-

Siempre existe un vencedor y un ganador en una disputa, esta vez la victoria se la llevo Tobio y su equipo real, que a pesar de la victoria se quedo mirando retador tras de la red a un atormentado Hinata.

-Felicidades -dijo cabizbajo el de cabellos anaranjados-

-Sí -dijo Tobio mirándolo fijamente-

Todos estaban exhaustos, pero a pesar de todo se formaron e hicieron la respectiva reverencia para agradecer al equipo contrario por el partido brindado.

Hinata estaba destrozado y no era el ámbito monetario lo que más le dolía, sino su orgullo y honor perdido ante el rey.

-¡Vamos Shoyo! -trato de anima Suga- Somos un equipo y siento que no estuvimos a la altura de tus capacidades -reconoció algo melancólico-

-¡No digas eso! -protesto Hinata- ¡Muchas gracias por su ayuda! -dijo inclinándose ante sus amigos-

Todos en el lugar miraron sorprendidos a Hinata que sentía completa impotencia ante su perdida, pero no por eso desagradecería la ayuda brindada por sus amigos y compañeros de batalla.

-Shoyo -a penas pudo articular Suga-

-¡Shoyo! -gritaron todos al momento de abrazarlo-

En tanto desde afuera miraba el equipo rival aquella escena tan paradójica, ya que a pesar de haber ganado ese partido no se sentían del todo satisfechos. Quizás una parte de ellos también les hubiese gustado que el chico enérgico ganase.

-Hinata -dijo una voz segura e inflexible que rompió la unión de grupo-

Cuando el ovillo de abrazos a Shoyo se desarmo todos miraron expectantes a Kageyama que miraba de forma penetrante a su rival.

-Vamos a arreglar las cosas -dijo Suga-

-Sí -contestaron Tadashi, Lev y Noya-

-Fue un buen partido -reconoció el azabache-

-Sí, jugaste bien -dijo ahora más calmado- Gracias por el partido -dijo inclinándose agradecido-

-No tienes por qué inclinarte -dijo serio- Solo vengo a decir que no tome esto como una victoria.

-¿Ah?¿Qué dices? -sin comprender en absoluto lo que decía Tobio- Ganaste, es todo.

-Sí, en teoría, pero esto es un empate.

-¿Qué cosa dices? -tratando de procesar lo que le decía el rey-

-Tú no quieres dinero y me ayudaste la otra noche, bien este es mi pago.

-¡No hagas esto por lástima! -grito enfurecido-

-¡No lo hago por lástima!

-¡Mentira solo lo haces porque te di pena!

-¡Me ayudaste esa noche y no tengo como pagarte de ninguna manera! -grito dejando en alerta a todos en el gimnasio- La única forma que encuentro para saldar esta deuda contigo es esto. Solo no lo rechaces.

-No lo acepto -dijo sin ninguna pizca turbación- Perdí y eso no tiene nada que ver con lo que sucedió el otro día, tratos son tratos y eso no lo voy a tranzar.

-¿Entonces estas dispuesto a perder tu dinero por mi auto?

-S-si -con un poco de impacto al recordar ese pequeño detalle, pero su orgullo era más fuerte-

-Está bien, si eso es lo que quieres.

-Sí.

-Bien -tomo un momento antes de retirarse-  No podrás entrenar conmigo ¿Eso no era lo que querías?.

-Lo sé.

Y no necesitaron decir nada más. Cada uno tomo sus cosas y se dispuso a ir a los camerinos (enormes y lujosos) para terminar con esa tardes de emociones conflictivas.

-¡Hey! ¿Quién iba a pensar que nos veríamos tan pronto? -dijo animado Daichi-

-¡Oh!¡Hola otra vez! -respondió Suga alegre al encuentro- Supongo que nadie se esperaba que este juego fuera entre Shoyo y Tobio.

-Ni que lo digas, cuando Tobio me pidió ayuda solo se refirió a un partido de voleibol y no me dio mayor explicaciones.

-Bueno -dijo rascándose la nuca- Shoyo fue un poquito más efusivo y nos suplico que por favor jugáramos contra el rey. Jamás pensamos que el rey en cuestión era Tobio. Aunque fue un gusto a pesar de todo.

-Fue un buen partido, todos dieron lo mejor.

-Sí, aunque el pobre Shoyo quedo desanimado, -dijo con amargura- me siento culpable de no ser tan bueno para él.

-¡¿Pero qué dices?! -pregunto indignado- ¡Eres muy bueno!

-¡Jajaja! -rio de la impresión- Claro que no, solo soy constante nada más.

-Cada vez que lanzabas el balón lo hacías en sincronía con tu equipo.

-Es solo porque he jugado más de una vez con ellos y los conozco. -dijo restándole importancia- Bueno y tu eres muy bueno conteniendo, quede sorprendido cuando pudiste recibir más de un remate directo de Lev -dijo con toda sinceridad- Sus remates son para dar miedo, como es alto golpea demasiado fuerte.

-Eh, bueno, si duelen -dijo mostrando sus antebrazos enrojecidos-

-Jajajaja.

-¡Hey! Que malo eres.

-Oh ¿Recién te das cuenta? -pregunto con tono burlesco-

-No, lo venía suponiendo desde hace un tiempo -dijo bromeando-

-¡Ah! La gente suele suponer que soy muy bueno y que no mato ni una mosca, pero es solo porque no me conocen. No es que sea malo como para asesinar a alguien, pero no soy tan bueno tampoco.

-Para mi eres lo suficientemente bueno y malo para gustarme.

-Oh, bueno -dijo sorprendido-

-¡Eh!¡No me mal interpretes! -dijo completamente avergonzado- Lo digo como gustar como persona, no el otro tipo de gustar, ósea...

-Tranquilo, tranquilo -palmeando la espalda del azabache- Comprendo el punto.

-Ah -suspirando aliviado-

-Olvidaba esto -sacando algo de su bolso-

-¿Qué cosa?

-Ten.

-Oh, mi uñeta.

-¡Sí! La dejaste hoy sobre el escritorio y la puse en mi billetera para no perderla. Ahora está nuevamente con su dueño.

-Toma -dijo devolviendo el pequeño objeto-

-¿Ah?

-Es un regalo -dijo sonriendo con dulzura- La cuidaras mejor que yo.

-¿Estás seguro? -pregunto dubitativo-

-¡Claro! Tómalo como un regalo de músico a músico, aunque es bastante pequeño, debería darte algo mejor.

-¡No es necesario! Esto es perfecto -dijo sumamente feliz- ¡Muchas gracias!

Daichi se quedo pasmado unos segundos sin saber cómo reaccionar, porque a modo de agradecimiento el de cabellos plateados se abalanzo en un fuerte y corto abrazo que dejo helado de la pura emoción al azabache. Por suerte pudo salir de su transe y estrechar aunque fuese por unos mili segundos contra su pecho a su querido profesor. En verdad las cosas inesperadas a veces pueden ser las mejores.

-¡Bien! Es tiempo de ir a cambiarnos -dijo con resolución Suga-

-¡Sí! -con buen ánimo-

La pareja se dirigió a los camerinos y solo fueron vistos desde lejos por la mirada atenta de Lev que en ese momento iba hasta la banca donde había dejado sus cosas con anterioridad, porque había dejado olvidada una de sus rodilleras.

-Hey.

-¡Yaku! -dijo sorprendido al voltearse- ¿Qué haces aquí?

-Nada, solo vengo a ver a un tipo de dos metros para disculparme. -dijo decidido-

-... -solo pudo pestañear rápido por el impacto de la noticia-

-Lo siento.

-¿Por qué te disculpas?

-Se que eres muy sensible y que probablemente te he hecho sentir mal al no responderte debidamente.

-Yo, esto, no me lo esperaba. No sé qué decir

-No es necesario que digas algo, simplemente creo que era correcto dejarlo en claro.

-Yo, yo, pensé que me odiabas -con los ojos llenos de lagrimas-

-¡¿Eh?! ¡¿Vas a llorar?! -dijo sin saber que hacer-

-Es que estoy muy feliz  -dijo limpiándose la cara con el antebrazo-

-Si serás tonto -dijo suspirando- Claro que no te odio, solo que no sabía cómo relacionarme contigo. Pero eso ya no importa -restando importancia- ¿Como esta Nekoma?

-¡Bien! -recobrando su habitual animo enérgico- ¡Quiero que lo veas! Se ha recobrado bien luego de estar semanas algo débil.

-Es un buen gato, se pondrá fuerte. Debo decir que me siento mal por dejar toda la responsabilidad de Nekoma en ti -declaro el castaño-

-No debes preocuparte, ahora que estamos bien tu seguirás siendo mi instructor y yo me encargare de él.

-Sí -dijo resignándose en buen modo- Debes mejorar mucho aun, tienes un gran porte, pero no sabes dominar tus extremidades.

-¡Sí!

-La semana que viene tengo tiempo ¿Y tú?

-Estaré cuando me digas.

-Está bien -dijo sonriendo a Lev satisfecho- Tus amigos te están buscando, deberías ir.

Lev se separo del guardaespaldas emocionado ahora que habían dejado las cosas claras, era como comenzar de nuevo con buen pie. Quizás el castaño ya no era tan indiferente con él y eso lo hacía muy feliz, creía que aunque fuese un pequeño gesto era algo que mejoraba con creces su relación. En verdad estaba deseoso de llegar a lo más profundo de los sentimientos de Yaku y aunque fuese algo lento valía la pena.

 

Los primeros en estar listos fueron Tsukishima y Yamaguchi quienes al terminar el partido se dirigieron a los camarines sin intenciones de ver el espectáculo que en ese momento mantenían Hinata y Tobio. En los camerinos solo inundaba el silencio de no saber qué decir.

-Eres un buen bloqueador -dijo Tadashi tratando de cortar el incomodo silencio-

-No es para tanto.

-En realidad, si lo fue para mí. -mirando en otra dirección- Digo, pudiste bloquear a Lev en varias oportunidades a pesar de que él es más alto que tu y además también lo hiciste bien contra Hinata.

-Solo hice lo que sabía -encogiéndose de hombros- Tus saques flotantes eran bastante molestos y me dieron ganas de golpearte para que no continuaras sacando.

-¿Ah? -miro sorprendido al rubio- Jajajaja -rio por el comentario irónico-

-¿No estás ofendido? -extrañado por la reacción-

-Claro que no, puedo entender cuando alguien no habla literalmente. -contesto relajado-

-En general la gente suele indignarse cuando hablas con sarcasmo.

-Supongo que la gente suele ser dramática -dijo encogiéndose de hombros-

-Sí, así es -dijo gratamente sorprendido- El otro día olvidaste tu paraguas -cambiando de tema-

-¡Oh!¡Cierto! Lo olvide por completo.

-Pasare a dejarlo un día de estos a la cafetería.

-G-gracias -volteando sorprendido por el ofrecimiento-

Pero antes de poder continuar con aquella conversación llegaron los chicos sudados y con intenciones de cambiarse de ropa, cortando completamente el buen ambiente que habían creado el manager y el pastelero.

Solo era cosa de tiempo para que las cosas comenzaran a tomar el curso destinado en sus historias.

 

Finalmente todos se dispersaron. Noya les exigió a todos un nuevo partido donde el podría jugar como líbero contra Yaku y la mayoría acepto con gusto la proposición. Mientras que Tobio y Hinata solo se dieron una gélida mirada antes de separarse. No tenían claro si se volverían a ver, pero si de algo estaban seguros es que su rencilla había terminado aun peor de lo que podían haber imaginado.

Hinata se sentía triste, porque en el fondo había pensado que quizás podría haberse entendido con el músico, pero al parecer solo eran una idea equivocada de su parte. Ahora solo debía enfocarse en encontrar la manera de sobrevivir el siguiente mes sin salario y continuar sus estudios y los entrenamientos con mayor dedicación.

 

Por su parte Tobio no estaba con humor para nada, incluso después de que sus compañeros lo invitaran a celebrar solo se limito a agradecerles por su ayuda y se dirigió a su departamento. El solo quería paz para pensar con claridad.

Estaba confundido, porque no era propio de él ser tan condescendiente y eso lo estresaba. Había ganado y eso era todo, debería estar feliz por quitarse al enano hiperactivo de encima, pero muy por el contrario solo encontraba desolación en su victoria. ¿Se sentía atraído al de cabellos anaranjados? No lo sabía ¿Quería jugar nuevamente con él? Eso si lo tenía claro, y por mucho que odiara admitirlo debía aceptar que era emocionante ver como el chico a pesar de su estatura conseguía elevarse de una forma tan increíble.  Quizás después de tanto tiempo había aparecido en su camino la persona que podría estar en la misma sintonía, pero ahora no simplemente se había acabado.

Ninguno de los dos quería ceder, sus orgullos se los impedían. Ninguno quería perder nuevamente y menos con quien se habían declarado la guerra.

Ahora solo era tiempo de dejar que las cosas tomaran su curso ¿Quien sabe que les depararía aquel antojadizo y caprichoso destino?

 

 

 

 

 

Bonus Track:                  Daft Punk - Lose Yourself to Dance

 

En las giras Bokuto y Kuroo suelen terminar en la misma habitación, es por eso que no es de extrañar cuando dejan desastres en las habitaciones.

Esa noche era el día previo del concierto en Italia y mientras Kuroo jugaba con una guitarra cercana Bokuto hacia zapping en la televisión sin encontrar nada que atrajera su atención o como mínimo pudiese entender. Aunque sin previo aviso una imagen hizo que dejara de cambiar canales.

-¡Bro!¡Mira! -grito emocionado-

-¿Qué? -pregunto Kuroo indiferente-

-¡Mira que están dando!

Bokuto dio con uno de los canales pagados donde estaban dando High School Musical 3, película que debido a razones que eran mejor no explicar el dúo había visto más de una vez. Completa.

-¡Viene nuestra parte!

-Bro. -dijo serio dejando la guitarra a un lado-

-Bro. -parándose de su asiento-

La canción en particular era "The boys are back", donde Bokuto y Kuroo simulaban ser Troy y Chad bailando la coreografía de principio a fin.

 Las camas, el sillón, los muebles en general, se transformaron en su escenario y tal como en los viejos tiempos repitieron la coreografía de inicio a fin incluyendo naturalmente el canto.

Terminaron sobre el sillón mientras todo que en toda la habitación reinaba un desastre total. Las cortinas caídas, los muebles en el piso y la cama completamente desarmada. Debido a la emoción no pudieron notar que la puerta estaba abierta, y tras ella se encontraba un choqueado Tsukishima que veía con estupor la escena de baile y destrucción que había dejado el dúo. Sin decir una palabra cerró la puerta tras de sí intentando olvidar todo lo que había visto.

-¿Nos habrá visto? -pregunto Bokuto aun cruzado de brazos-

-¡Na! -dijo encogiéndose de hombros-

-¿Una vez más? -pregunto tentador el búho-

-¿Me haces el honor?

-Sería un gusto.

Bokuto retrocedió la película hasta el punto inicial de la canción para dar nuevamente rienda suelta  a las piruetas y la emoción de ese baile de bros.

 

En el departamento del piso número doce...

 

"Cause we are living in a material world
And I am a material girl
You know that we are living in a material world
¡And I am a material girl!."

En ese momento se abrió la puerta de la habitación e Iwazumi se encontró con un acalorado Tooru que a modo de micrófono sostenía una lata de desodorante mientras cantaba las estrofas de aquella canción de Madonna que lo hacía emocionar.

-¡Cierra la puerta!

-¡Jajajaja! -reventó de risa el guardaespaldas-

-¡Estúpido Iwa-chan sal! -tirando la lata de desodorante-

Oikawa quien creía estar solo luego de que el guardaespaldas hubiese salido a comprar bebestibles se encontró con un especial de la reina del pop en la televisión y no pudo evitar salir de su cama y cantar como una diva del pop. Lástima que justo antes de terminar llegara Iwazumi y presenciara aquel vergonzoso espectáculo.

-¡Hey chica material la cena esta lista! -grito Iwazumi desde la cocina-

-¡Muérete! -grito sin intenciones de salir de su habitación-

 

 

Notas finales:

Oh!! Espero que les allá gustado >-<!

Debo decir que la ultima parte solo de imaginarlo me da tanta risa, si yo supiera de tecnología photoshopiaria la cabeza de Tooru y se la pondría en el video de Madonna con todos los integrantes de aoba rodeándolo (si ya existe por favor que alguien me diga dónde encontrarlo para poder reír >---<!), lo mismo para Kuroo y Bokuto.

Bueno, todos tenemos placeres culpables musicales >-<! Placeres que a veces nos hacen querer irnos a un rincón por la vergüenza de gustar algo que en general no pega exactamente con nuestro estilo. Para que quede claro jamás he sido fan de High school musical, pero mis primas si lo eran y se aprendían todas las coreografías y los diálogos(se veían tan graciosas y yo solo me dedicaba a burlarme de ellas :D).  Es por eso que el otro día cuando recordé la existencia de esa película no pude evitar imaginar a los bros bailando como idiotas. Si alguien era fan de esta película, sepan que Kuroo y Bokuto también lo son (por lo menos en este fic xd)

Mucho drama, lo sé (aunque siempre hay drama cuando escribo...). Lo bueno es que no saben donde vivo para que no me maten (si lo hacen no sabrán que pasara <.<...si...es mi forma de librarme de sus represalias).

Gracias nuevamente por tomar su tiempo y esperarme. Es muy lindo ver que existen personas que leen las porquerías que uno escribe. También muchas gracias a quienes han gustado de mis dibujos (vomita arcoíris de felicidad), y voy a hacer de a poco algunos dibujos a pedido.

 


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