Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The V Kings por Mal-Dita

[Reviews - 75]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!!!!!!!!

Sorry por la demora T.T, pero ayer no había dormido en más de 24 hrs (un nuevo record personal xd) y mi pobre cuerpo no quería más guerra.

 

Infinitas gracias por los comentarios y los views T------------------T (llora y vomita arcoiris de felicidad)

 

 

Pd: Les quería pedir un favor, creo que estoy en tiempo de sequia y me gustaria conocer bandas nuevas, por eso quería preguntarles ¿Que me recomiendan? Incluso me podrían inspirar para el nombre de un capitulo en un futuro :s, porque ustedes son geniales e-e 

Si tienen bandas para saltar sería maravilloso, creo que el ultimo tiempo he desgastado mucho a los hives y dentro de los lentos a los pobres kings of convenience

PD2 Soy tan idiota TTTTTT..TTTT, quiero llorar. Me escribieron el comentario más lindo de la vida y quería editar algo y sin querer lo borre T.T, quiero llorar, de verdad si la persona que me lo escribio nota que no esta su comentario en el cual hablaba de lo genial que es  Queen le pido mil disculpas :________cccc.  

 

Playlist song n°4:  You´re  gonna need someone in your side- Morrissey

 

En un taxi a las 18:45 en Tokio...

No podía decir que estaba nadando en euforia, ni que la emoción  lo estaba matando,  pero aunque no lo aceptase abiertamente si estaba feliz de ver a su hermano. Ya habían pasado unos cuantos días desde que el manager había regresado a su país, pero durante ese tiempo no había tenido oportunidad de visitar a su familia, porque aunque no estuviesen grabando o de gira él debía seguir trabajando. Es por eso que el mayor de los Tsukishima decidió ir donde su adorado hermano para poder al fin verlo. La cita se iba a concretar en un café del centro que había sido escogido por Akiteru, quien sabía que en ese lugar  vendían una excelente tarta de fresa que presumía le gustaría a Kei.

En cuanto Kei bajo del taxi pudo divisar a su hermano al otro lado del cristal, aparentemente concentrado eligiendo lo que comería. Cuando entro al lugar una pequeña campana de dio la bienvenida y no tardo mucho para que su hermano alzara la mirada e instantáneamente se dibujara una gran sonrisa que no tardo en ser acompañada por un efusivo abrazo. Akiteru sabía que su hermano no era el ser más cariñoso del mundo, pero la situación ameritaba  aquel saludo.

-¡Kei! - sofocando al menor-¡te hemos extrañado mucho!

-Aki...¡Akiteru!, ¡no puedo respirar!

-¡Oh!, lo siento -se separo-, es solo que me hace muy feliz verte.

-Hace meses que no nos vemos, lo sé.

-¡Estoy tan feliz de verte!-dijo sentándose al fin-

-Yo igual.-lo que hizo sonreír más ampliamente a su hermano-

-Ten aquí está la carta, aunque te recomiendo la tarta de fresa.

-¿Sí?

-¡Sí!, te gustara-mostrándole la imagen de la carta-

-Bueno, eso será y un café.  

En aquel momento se acerco el garzón que anteriormente le había entregado la carta a Akiteru.

-¿Ya han elegido?-pregunto amable el chico de cabellos plateados-

-Sí -contesto el mayor- Quiero un café helado.

-Muy bien-contesto el chico con una amable sonrisa anotando en su libreta-

-¿Y usted?-dirigiéndose a Kei-

-Una tarta de fresas y un mocachino.

-Perfecto -dijo y se llevo la carta-, en un momento les traigo su pedido.

-Gracias-contestaron ambos al unisonó-

Cuando el chico se alejo el hermano mayor retomo la conversación

-Dime, ¿qué tal el viaje?-pregunto Akiteru-

-Agotador -rodando los ojos- , esos idiotas no tienen sentido de responsabilidad o cordura.

-Supongo que por eso te eligieron a ti, eres el único capaz de organizar ese caos.

-No sé si sea el único, pero puedo hacerlo.

-¿Cuando tendrás libre?,  ¿iras a visitar a mamá y papá?

-Cuando tenga más tiempo, debo preocuparme de varios asuntos aun.

-Lo sé, eso les dije a ellos.

-¿Y cómo esta papá?-pregunta incomoda para ambos-

-...-Akiteru suspiro hondo antes de contestar- Ya sabes cómo estaba luego que lo despidieran, ha sido muy duro para él todo esto, pero ahora está mucho mejor. Aunque continua diciendo que no tiene suficiente dinero para el futuro y eso, que sus ahorros se agotaran.

-Pero nosotros podemos encargarnos de todo.

-Sí, pero debes entender que él ha trabajado la mayor parte de su vida y que sus hijos lo mantengan a los cincuenta no es algo que lo haga sentir muy bien consigo mismo. Sabes que es mal visto que un hombre no trabaje.

-Sí, aun así ¿ha aceptado mi dinero?

-Se lo he entregado a mamá, porque sabes que papá es orgulloso en ese sentido.

-Sí.-era un tema delicado en la familia y a Kei le afectaba bastante- ¿Qué tal va el negocio?

-¡Oh!, lo había olvidado -dijo cambiando su expresión a una más relajada-. Nos ha ido mejor de lo que pensamos, incluso estamos viendo la posibilidad de abrir una nueva tienda.

-No sabía que había tantos interesados en implementos deportivos.

-Sí, que va. Es porque traemos cosas exclusivas.

-¿Ha papá le gusta?

-Sí, se siente útil y le pagamos como a un empleado más.

-Siento no ir a la inauguración.

-No te preocupes, pero debes ir un día de estos a conocerlo.

En ese momento llego la comida, pero esta vez no era el mismo chico.

-Aquí están sus pedidos, mi compañero ha tenido una impedimento y continuare yo con su atención.-dijo de forma educada-

Pero grande fue la sorpresa para Kei y el camarero cuando se encontraron sus miradas y notaron que ya se habían visto antes. Para este ultimo el nerviosismo no se hizo esperar y torpemente entrego el pedido.

-¡Oh!-desviando un poco la mirada-, em...¿café helado?

-Para mí-indico Akiteru -

-Aquí esta.

-Gracias-dijo algo extrañado por la situación-

-¿Mocachino y tarta de fresas?

-Para mí -dijo con tono indiferente-

-¡Sí!, aquí están.

-Sí, gracias.

-Yo, e...espero que les guste y cualquier cosa no duden en llamar, permiso -salió lo más rápido posible del lugar-

Cuando ambos hermanos quedaron solos nuevamente un silencio incomodo inundo por unos segundos.

-¿Qué fue eso?-pregunto finalmente el mayor-

-¿A qué te refieres?

-Kei -con tono de reproche-

-Tks-chasqueo con la lengua y luego suspiro hondo-, el otro día en el concierto me lo tope cuando unos guardias le estaban pegando por meterse en una zona restringida.

-¿Y qué sucedió?

-Despedí a los guardias.

-¡Oh!, ¿tan malo fue?

-Sí, de hecho si te fijas la próxima vez que él regrese podrás notar que en su ceja izquierda tiene un corte y la mejilla derecha la tiene levemente hinchada.

-Supongo que se puso nervioso al verte de nuevo.

-Ya lo había olvidado.

 

A esa misma hora al otro extremo de la ciudad...

Caminaba satisfecho por las calles atiborradas de gente, pero el saber que estaba con el día libre era como un mar de felicidad. Yaku había disfrutado un día tranquilo sin tener que correr y estresarse por la banda, lo cual lo hacía sentir muy extraño. En cualquier caso a pesar de su pereza en aquel hermoso día libre, debía ir por comestibles, su alacena ya estaba famélica y no podía vivir solo de agua y galletas. Pasaba tan poco tiempo en su departamento que era un lugar extraño para él, pero debía poner las cosas en orden por el tiempo en que estuviese en la cuidad.

Ya de regreso a su guarida, con ambas manos llenas de bolsas decidió desviarse por una calle menos concurrida, aunque eso significara caminar un poco más. Inmerso en sus pensamientos un leve sonido lo descoloco, quiso seguir su camino, pero su conciencia no se lo permitió. En una esquina había un pequeño gato todo magullado, se notaba que hace poco había tenido una pelea y estaba visiblemente hambriento. Dentro de poco lo más seguro es que moriría.

"¿Que hace distinto este gato de otros?, millones mueren de la misma forma" pensó para tranquilizarse.

Pero a medida que seguía su paso el maullido se hacía más incesante y desgarrador.

"¡¿Por qué debo ser así?!, ¿por qué siempre caigo con este tipo de cosas?"

Como pudo arreglo sus bolsas para que no estorbaran, se quito su bufanda y puso al pequeño gato en ella. Cuando el gato se acomodo comenzó a ronronear alegre hacia el castaño.

A paso rápido comenzó a buscar una veterinaria, no recordaba ninguna en particular así que tuvo que preguntar a una mujer que pasaba por ahí.

-A dos calles doblas a la izquierda, ahí veras de inmediato la veterinaria.

-Gracias.

Tal como lo había dicho la mujer, pudo encontrar la veterinaria. No se veía muy grande, pero no tenía más opción para escoger otra, además las bolsas ya pesaban y quería descansar. Al entrar vio a una mujer ojeando una revista de mascotas mientras aparentemente esperaba a un perro (por el tamaño de la correa que tenía en sus manos). Se acerco al mesón, pero no vio a nadie.

-Está adentro, ya viene -le dijo la mujer-

-Oh, gracias.

-No hay problema.-y continuo con la revista-

Pasaron tres minutos eternos para finalmente ver al recepcionista.

-¡Oh!¡hola!

"Oh, por, dios. ¡¿qué hice para merecer esto?!. Dios me odia, de seguro si lo hace y me tortura por mis pecados mandándome a este payaso gigante"

Frente a sus ojos estaba el tipo de dos metros de la otra noche, estaba vestido completamente de verde y lo miraba alegremente.

-¡Wow!¡que sorpresa!-dijo Lev-

-No sabes cuánto. -dijo resignado-

-Sí, bueno. ¿Qué te trae por aquí?

-Lo acabo de encontrar y se ve muy mal -mostrando la criatura al interior de la bufanda-

-Deja verlo.

Yaku le entrego el pequeño gato y Lev lo recibió con sumo cuidado. Lo reviso minuciosamente con un semblante serio y profesional, cosa que sorprendió al castaño que aun no podía soportar del todo al más alto.

-Lo llevare a la sala para observar mejor, ¿te parece?-pregunto Lev-

-Sí, claro.

-Puedes venir si quieres.

-...Está bien-dudo por un segundo-

-Si quieres puedes dejar las bolsas tras el mostrador -ofreció el más alto-

-Gracias. -aliviado por dejar el peso-

Luego de dejar los paquetes siguió a Lev a una sala, al entrar pudo ver como el más alto colocaba sobre una camilla al indefenso gato. Reviso rápidamente los signos vitales y las diversas heridas. Cuando Lev termino su trabajo lo miro con una pequeña mueca.

-Está más grave de lo que parece.

-¿Que tan mal?

-Está muy deshidratado y probablemente no ha comido nada, tiene dos costillas rotas, una infección en su lomo, tiene una fractura en su pata delantera izquierda, además de una conjuntivitis y su pulso es muy bajo.

-¿Que recomiendas?

-Una operación de emergencias. -dijo tajante-

-Ya veo.

-Pero al ser un gato callejero no tiene dueño -dijo con notable tristeza-, para tener menos problemas y que deje de sufrir podemos hacerlo dormir.

Yaku medito por unos segundos las opciones. Claramente esto era un problema, el no tenía el tiempo para cuidar a un gato, pero no se veía capaz de tomar una decisión tan drástica.

-Opéralo.

-¡¿De verdad?! -dijo notablemente satisfecho-

-Sí.

-Bien, le diré al veterinario de cabecera.

-¿No lo eres tú?

-¡No!, claro que no. Yo solo soy un estudiante interno, pero puedo hacer un diagnostico previo mientras el médico está ocupado. -dijo sin borrar la enorme sonrisa-

-Ya veo.

-¡Amigo te pondrás bien! -dijo Lev al pequeño minino-, este pequeño tiene mucha suerte de haberse cruzado en tu camino.

-Solo lo encontré.

-De cualquier modo me alegra verte de nuevo, quizás este gatito  nos reunió. ¿Cierto pequeño? -dijo acariciando aun la pequeña cabeza del gato-

-¿No sé de qué te alegras?, la última vez que nos vimos te tire al piso.

-Sí y fue impresionante, aun así después me ayudaste a salir.

-No fue nada. -resto importancia-

-Te quitas merito. ¡Bien!, voy a llamar al médico. ¿Puedes esperar afuera?

Yaku regreso a la recepción y tomo sus bolsas, ya no estaba la mujer de un inicio y la estancia era solo para él en esos momentos. No sabía en lo que se había metido, pero no pudo evitar sentir ternura por aquel pequeño gato. Quizás el tipo alto era un idiota, pero un idiota de buen corazón.

Cincuenta minutos más tarde

Los hermanos Tsukishima llevaban una distendida conversación. Habían tocado varios temas, pero aun así sentían que les faltaba mucho de qué hablar, por sobre todo a Akiteru a quien se le atoraban las palabras al hablar tan rápido.

-¿Y cómo está tu novia?-pregunto Kei con un tono indiferente pero con curiosidad-

-Bien, ya sabes haciendo millones de cosas. Jamás para.

-¿Piensas casarte?

La inesperada pregunta hizo que Akiteru se atorara. El asombro no lo pudo disimular.

-¿Estás bien?-pregunto Kei suspicaz-

-Sí, sí. Solo me pillaste desprevenido.

-¿Y?

-No, por lo menos no ahora.

-¿Por qué?, -medito un segundo para poner sus palabras en orden- ósea yo no tengo ninguna intención en mi vida de casarme, pero tú eres distinto.

-¿Un anticuado tipo de veintinueve años?

-No me refiero a eso.

-Lo sé, solo bromeo.

-Sí, pero a lo que me refiero es que tú tienes planes de tener hijos y esas cosas, ¿cuál es el problema?

-Ella.

-¿Ella es el problema?

-No, ella no es un problema y en ese caso lo sería yo. -rascándose la nuca algo complicado- Solo que la forma de vida que llevo con ella está bien y me siento feliz. Además ella no es la clase de chica que ha soñado con el vestido blanco, el altar y los hijos. Y yo me enamore de ella por ser tal como es, no pretendo forzarla ni buscar cosas innecesarias. Un papel no va a decir cuánto la amo.

-Ya veo-medito un momento las palabras de su hermano-

-¿Y tú?

-¿Yo?

-Si tu.

-¿Qué?

-¿Tienes a alguien?

-No.

-¿Nada de nada?, ¿ni siquiera conocidos o amigos con beneficios?

-No.

-Creo que estas bien solo, no es un problema para ti y eso es bueno. Pero ahora que estas metido en esto de la industria musical pensé que podías haber conocido a alguien que valga la pena.

-Lamento decirte que aquí o al otro lado del mundo siguen siendo demasiado sensibles, todo se lo toman literal. Al principio lucen bien, pero luego es insoportable.

-Jajaja, no todos entienden tu idioma.

-Gracias.

-¿Tampoco has pensado en chicos?

Ahora fue el turno de Kei para atorarse.

-¿Qué clase de pregunta de hermano mayor es esa? -luego de  dejar de toser-

-La clase de pregunta de alguien que ve otras posibilidades. No me molestaría tener un cuñado.

-Y continuaras esperando.

-Jajaja.

Conversaron un rato más y luego decidieron pedir la cuenta. Era triste, pero ambos debían continuar con su vida.

-Hey, te equivocaste en el total-dijo Kei al camarero-, nosotros consumimos más de lo que aquí dice -mostrando el ticket-

-Está bien -contesto Yamaguchi-, la casa invita las tartas. -dijo un poco nervioso por la mirada severa de Kei, pero el castaño lo suavizo con una sonrisa-

-Estas bien-y no cuestiono más-

Los hermanos salieron al frio otoñal de noviembre en dirección a la estación donde Akiteru tomaría el tren de regreso a casa. Pero no alcanzaron a caminar ni cuatro metros cuando interrumpieron su caminata.

-¡Tsukishima!

Ambos voltearon a ver de quien se trataba.

-¿Que sucede?-contesto Kei de mala gana-

-Se te quedo esto-dijo Tadashi entregando la tarjeta-

En efecto, a Kei se le había caído su tarjeta de identificación cuando saco el dinero para pagar, y cuando Tadashi se disponía a ordenar la mesa noto el pedazo de platico tirado en el piso.

-Gracias.

-¡Tadashi!

La pareja de hermanos solo sintió como una figura pasaba rápidamente a su costado dejando una ráfaga de viento a su paso. Para cuando enfocaron la mirada ya se encontraba un chico abrazando efusivamente al camarero.

-¡Feliz cumpleaños!

-¡Shoyo!, tranquilo por favor-dijo algo avergonzado por la escena frente a la pareja de hermanos-

Vio al de pecas tratar de tranquilizar al hiperactivo de cabellos anaranjados y comprendió que su tiempo ahí había terminado.

-Bien, gracias por la tarjeta.

-De nada. -con un poco de vergüenza contenida- Gracias, de verdad siento que no te agradecí de forma apropiada.

-No es necesario.

-¡Pero!

-Fue suficiente con la tarta.

-Está bien-dijo algo apesadumbrado, de verdad quería devolver el favor-

-Adiós y feliz cumpleaños.

-Gra...gracias, adiós.

Kei volteo a la misma dirección que había tomado en un inicio y comenzó a caminar con Akiteru, dejando atrás a la extraña pareja de amigos.

-Por ejemplo él no estaba mal.

-¿Qué dices?-descolocado-

-Sería un buen cuñado, algo tímido, pero debe ser más relajado cuando toma confianza.

-¿No te golpeaste la cabeza o algo así?

-Solo estoy señalando los hechos, y es un hecho que solo vez las zonas grises.

-¿Miopía y astigmatismo?

-Kei, hay más posibilidades en este mundo de las que crees.

-Este mundo ya es terrible de por sí, hay que ser práctico.

-Sí, pero somos humanos y lo práctico no siempre es lo que funciona. Además en un mundo tan terrible como este es bueno tener otras ideas, tú tienes un pensamiento mucho más lógico y eso te impide ver otras posibilidades dentro de tu zona de confort. Y no me estoy refiriendo a lo amoroso, si no a todas las áreas de tu vida. Eres más adulto que los propios adultos, vas a explotar.

Kei no contesto a eso, sabía que discutir con su hermano sobre un tema como ese era inútil. A veces creía que toda la esperanza y simpatía se la habían entregado a su hermano y que al momento de nacer no le dieron nada. Pero siempre habían sido las cosas así, ya no importaba cambiarlas ahora, eran diferente y punto.

Cuando llegaron a la estación y el tren estuvo a punto de partir, Akiteru abrazo fuerte a su hermano menor, no sabía cuando lo volvería a ver y quería tener el recuerdo más vivido que pudiese de Kei.

-El tren ya va a partir.

-Lo sé. Cuídate y trata de llamar más seguido.

-Lo intentare.

-Eres un caso perdido -rodo los ojos-, yo lo hare de cualquier modo.

-Buen viaje. -dibujando una sonrisa en sus labios-

-Gracias. Les diré a nuestros padres que les envías saludos.

-Tú sabes que hacer, lo dejo en tus manos.

-Jajaja, bien. Kei, por favor trata que tu trabajo no te mate.

-Eso o que los mate yo primero.

-No quiero ver en los noticiarios a mi hermano muerto o como asesino.

-Veré que hago.

Akiteru se despidió por última vez y subió al vagón del tren. Kei se quedo hasta que el tren ya no se pudo ver.

Pero antes de poder salir del andén choco contra un cuerpo más bajo que el suyo.

-¡Lo siento!

-Tks.

-Yo, oh...hola.

-Hola.

Frente a sus ojos estaba el mismo chico pecoso que hace unas dos horas había dejado en la cafetería del centro.

-Supongo que esto ya es bástate incomodo.

-Demasiado para mi gusto.-contesto el rubio-

-Sí, bueno. ¿Te vas de viaje?

-No, mi hermano.

-Oh, ya veo. ¿El chico que estaba contigo hoy?

-Sí.

-Se ve agradable.

-Suelen decir eso. ¿Y tú?-no es que estuviese interesado, solo fue por cortesía-

-Bien, esto...acabo de dejar ir ese tren.

-¿Ah?. -"¿qué clase de respuesta es esa?", pensó Kei-

-Mis padres me compraron un boleto para ir a verlos, pero simplemente no lo pude tomar.

-Ya veo. ¿no estás de cumpleaños hoy?¿no tienes una fiesta o algo así?

-Mis amigos me iban a llevar a un karaoke, pero se suponía que viajaría y desistí. Ahora estoy solo en medio de la estación en mi cumpleaños sin saber qué hacer.

-Eso es patético.

Pero en vez de recibir un comentario irritado o sensible solo consiguió la sonrisa del castaño.

-Tienes razón, soy un idiota indeciso. Es patético que dos de las tres veces que nos hemos visto yo he estado en una situación melodramática. Debes pensar que soy un idiota, pero no te culpo.

-Si quieres que te sea sincero, si lo creo.

-Jajajaja -rio abiertamente el chico-, eres bastante sincero. Me llamo Yamaguchi, Tadashi Yamaguchi. Creo que es justo que sepas como se llama el sujeto molesto con el que te has topado, después de todo yo ya conozco el tuyo. -suspiro con un dejo de resignación, pero a la vez con alivio-. Bueno fue un gusto verte nuevamente, espero que pases al café un día de estos, hacemos buenos pasteles. Aun me siento en deuda por lo de la otra vez.

-Ya dije que con la tarta de fresas de hoy era suficiente.

-Vivimos en mundos diferentes, en el mío cuando alguien te ayuda sin razón alguna consigue mi eterno agradecimiento. Bueno...suena dramático, pero ya sabes, lo que trato de decir es que no me gusta ser un problema, recibir ayuda y luego quedar como si nada hubiese sucedido.

-En mi mundo si alguien te ayuda lo tomas y listo.

-Bueno, aun así me ayudaste nuevamente.

-¿A sí?

-Sí, es bueno que te hagan notar de vez en cuando lo idiota que eres para ver las cosas con otro foco.

-Creo que ya escuche algo parecido antes-dijo recordando a su hermano-

-Bueno, ¿quieres venir?-dejando un poco el tono de timidez-

-¿Donde?

-Al café. Voy a regresar, los chicos aun están a esta hora. Después iremos a un bar o algo. Bueno...si quieres.

-No me apetece ir a un bar esta noche.

-¿Pero tomar algo caliente? Debes estar congelado.

Kei lo pensó un poco, en realidad no tenía nada que hacer dentro de las próximas horas y no le importaba ir a beber café gratis. Fue extraño, el tipo era tímido y todo, pero de igual modo no le costó mucho tomar confianza hacia Kei, para quien el hecho de que alguien no lo despreciase después de decir algo tan directo y prácticamente ofensivo era todo un hito.

-Gracias, pero por esta vez paso.

-Lo siento, creo que fui muy insistente.-dijo algo desanimado-

-Tienes a tus amigos, me voy a sentir extraño rodeado de personas que no conozco. Pasare otro día.

-¡Esta bien!. Bueno, adiós y gracias.

-Adiós.

Tomaron caminos separados, pero ambos quedaron con una sensación extraña de algo que podría haber sucedido.

Cuando Tadashi regreso al café, Shoyo ayudaba Suga en el orden y al ver al pecoso no pudieron evitar alegrarse. Finalmente no fueron a un karaoke, solo llamaron a Lev, Akaashi y Kenma quienes llevaron el alcohol. No era necesario algo tan exagerado para pasar un buen rato y entre tartas, café y alcohol la noche se paso rápido entre risas y bromas. Suerte que el dueño del local era el tío de Tadashi por lo que no había problemas en usarlo fuera del horario laboral.

Tadashi si sintió algo melancólico en un principio, no se llevaba bien con su familia exceptuando su tío y había conocido a un hombre que le llamaba mucho la atención (lo que lo deprimía aun más  ,porque jamás le había sucedió), pero por suerte esa noche estaba con sus amigos quienes alegraron su cumpleaños número veintidós y que con ayuda del alcohol paso todo a segundo plano.

 Ya entrada la noche...

En su departamento luego de tomar un agradable baño Kei se dirigió a la cocina mientras se colocaba nuevamente sus gafas con intenciones de beber el té helado que había dejado en la nevera el día anterior, aun la toalla rodeando su cintura y dejando al descubierto su contorneado torso. Se apoyo en la alacena mirando la vista nocturna que entregaba  su piso, mientras en el fondo Morissey cantaba inundando la habitación.

"Day or night,
Oh, there is no difference
You're gonna need someone on your side
"

Tarareaba Kei cada letra mientras su mente aguardaba a millones de kilómetros de ese lugar.

"Vamos Morissey, cantas canciones de forma tan apasionada y melancólica acerca de otros como si de verdad creyeras en lo que dices. Debes estar tan solo como yo en este mundo. Akiteru es demasiado bueno para ver como es la realidad, pero de él no dudo, es demasiado bueno para no querer sinceramente a su novia. ¿Como será eso? Es algo tan lejano y desconocido, ser así de incondicional no lo puedo creer. ¡Vamos! no es como que sea virgen ni nada de eso, pero no creo que para mi sea necesario salir con alguien, no ahora y menos con mi personalidad ¿De verdad alguien podría soportarla? Tendría que ser algo masoquista o un idiota simplemente, porque yo no voy a cambiar y menos por otra persona. ¿No sé como Akiteru dice cosas tan vergonzosas? ¿salir con un hombre?, no estoy en búsqueda de algo así, o alguien. Aun así ¿como será tener alguien de tu lado como mi hermano y su novia?

Es inútil pensar algo así, hay que ser practico. Como el tipo de pecas que le da muchas vueltas a las cosas innecesariamente ¿En verdad piensa que le ayude? Solo fui sincero y sarcástico. Debe haber algo mal en él, aunque estuve a punto de aceptar su invitación. Que molesto todo.

"You're gonna need someone on your side"

 ¿Morissey en verdad crees que es necesario tener alguien de tu lado?"

 

 

Notas finales:

Espero que les allá gustado >-<!!!!!!!!!

 

Nos leemos e-e


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).