Playlist song n°6: Change your mind- The killers
Caminando a un sitio poco amigable...
Estaba frustrado, enojado y algo inseguro. ¿La razón?: su honor había sido puesto en juego.
¿Quien recuerda una reto cuando se está ebrio? la respuesta: Kuroo.
Kuroo el gato negro, primo de Sonriente el gato astuto y malicioso de Alicia en el país de las maravillas, más conocido como el hermano de un búho que echaba chispas.
Lamentablemente Kuroo recordaba aun el reto del libro, reto que Bokuto jamás codifico en su cabeza (como muchas otras cosas), pero que el azabache se encargo específicamente de recordárselo solo como este puede recordar las cosas; de forma vil y burlesca. Lamentablemente la noche del compromiso tenía testigos que corroboraron la historia y se sumaron al festival de burlas preparados para Koutaro.
¿Vivir un día con el cabello bajo igual que el resto de los mortales?, no iba a soportar semejante tortura. Pero lo que le dolía aun más que su cabello era que sería la burla de todos hasta la posteridad (lamentablemente la tecnología permite capturar una imagen que puede quedar para el resto de la existencia humana).
Era un reto idiota, lo más infantil del mundo, pero Bokuto era un hombre de palabra y cumpliría el desafío con tal de dejar en ridículo a su queridísimo hermano.
¿El problema? se llevaba mal con las bibliotecas o con cualquier tipo de establecimiento educacional tradicional. Traumas de niñez, gracias. De hecho ni siquiera se acordaba cuando había sido la última vez que entro a una (quizás alguna vez que fue a buscar a Kuroo a una), porque de haber aprendido de forma agradable quizás sería amigo de la lectura, pero tan malas experiencias había tenido en el pasado que después de salir del instituto no había pisado un sitio educacional ni por asomo.
"Bien, ya estás aquí Koutaro. Debes entrar, eres un chico fuerte y yo confió en ti", trataba de animarse respirando hondo.
Cuando por fin entro a la biblioteca metropolitana de Tokio se sentía como un bicho raro, en definitiva no era su sitio. Visito el lugar que era bastante grande de por sí, pero no tuvo que estar mucho tiempo para comprender que en el lugar no encontraría lo que buscaba, porque en sí el edificio estaba enfocado para investigación más que para literatura.
Busco en su teléfono otra dirección y se subió a un taxi para no tener que sufrir por el frio. Cuando llego a la biblioteca nacional de la dieta jamás pensó que el guardia lo increparía.
-¡Hey!¡tú!, ¡si tú!
-¿Ah?-volteando desconcertado-
-Necesito que me muestres tu identificación.
-P-pero si solo busco un libro.
-Esta biblioteca contiene solo información pública importante, además pareces sospechoso.
En efecto Bokuto estaba tan abrigado como hijo único lo cual le daba un aspecto algo perturbador a simple vista (algunas madres cruzaron hasta la acera contraria con tal que sus pequeños hijos no se toparan con el tipo raro), lo cual hacía desconfiar a quienes lo veían.
-Está bien, tenga-entregando su identificación-
-No puede ser, ¿de verdad eres él?-dijo sorprendido el guardia sin poder creerlo-. Quítate la gorra, los lentes y la bufanda para corroborar tu identidad.
Cuando Bokuto se quito los objetos el asombro de aquel guardia de mediana edad era incalculable.
-¡Oh!¡lo siento mucho!, pero es mi trabajo que no ingresen personas sospechosas.
-No hay problema -trato de calmar el músico-
-¡Dios!¡mis hijas no van a creerme cuando les cuente que te vi!, son tus fans.
-Oh, bueno envíele mis saludos.
-Siento pedirte esto, ¿pero podría tomarme una fotografía contigo?
-C-claro-dijo algo incomodo-
El guardia se despidió alegremente de Bokuto, que aparte de tomarse la fotografía le dio dos autógrafos para las hijas del animado hombre y una video llamada de tres minutos en los cuales una de las hijas se desmayo de la emoción mientras la otra sin preocuparse por la salud de su hermana saltaba enloquecida a veces pisando a la que estaba tirada en el piso.
Estaba algo desanimado, a ese ritmo no encontraría el libro y peor aún, perdería contra Kuroo. Fue en medio de aquellas cavilaciones cuando se percato que delante de sus ojos había una pequeña librería con un estilo europeo que la hacía ver acogedora. Bokuto se pego al cristal tratando de ver al interior y noto las altas y antiguas estanterías llenas de libros. Entro animado dejando sonar la pequeña campanilla de la entrada, pero cuando vio la cantidad de libros se dio cuenta de un hecho pequeño y fundamental, no sabía el nombre del libro ni del autor. Grandioso, simplemente grandioso.
Durante todo ese tiempo jamás se pregunto cómo se llamaba, su mente lo había dado por hecho. Ahora tendría que buscar en internet con alguna descripción de lo que recordaba que el chico le había contado, del tipo: "¿cómo se llama el libro donde una mujer es una asesina y un hombre es profesor de matemáticas que reescribe el libro de una chica de diecisiete años que es rara y escucha cosas raras?" o "¿cómo se llama el libro donde una mujer baja en la mitad de una autopista y se mete a unas tuberías?"
Koutaro estaba seguro que internet le podría dar una respuesta, aunque justo en el momento que iba a presionar el botón de búsqueda alguien se acerco a su lado quitando su concentración.
-¿Necesitas ayuda?-pregunto una voz suave pero firme-
Cuando se volteo no podía caer en el asombro. Se sentía feliz, emocionado y afortunado.
-¡Tu!
-¿Yo?-dijo dando un paso hacia atrás-¿te conozco?
-¡¿No me recuerdas?!
-No, lo siento. Además llevas la mitad de tu rostro cubierto.
Se había quitado las gafas de sol, pero el gorro ni siquiera dejaba ver sus cejas y la bufanda le tapaba hasta la punta de la nariz. Cuando noto a lo que se refería el chico no dudo en quitarse los ornamentos que dificultaban la comunicación.
-¡Hey! ¿y ahora?
-No, lo siento.
-¡¿Qué?!
-Espera -dijo el chico tratando de recordar- ¿no eres el tipo raro que se nos acerco tras el concierto?
-¡Sí!
-Oh, lo siento pero esa noche la iluminación no era muy buena y no pude verte bien.
-¿En serio no sabes quién soy?
-¿Debería?
-Mmm, bueno en general la gente suele saber. -recordando al guardia-¿No ves televisión?
-No.
-Bueno, yo tampoco. -tomando en cuenta que el tampoco lo hacía-¿Internet?
-Sí, pero jamás te había visto -Akaashi ya se estaba aburriendo de esa conversación sin sentido- ¿que estas buscando?
-¡Oh, cierto!, bueno es algo vergonzoso.
-¿Es respecto a libros o estas buscando revistas porno?
-¡No! -negó con todo el cuerpo-, porno no. -quizás en otro momento- Es sobre libros.
-Bien, con eso puedo ayudar. ¿Qué clase de libros?
-El libro que me tenías aquella vez.
-¿Qué?-dijo sorprendido aunque su semblante apenas lo disimulo-¿por qué?.
-Veras, mi bro digo Kuroo me reto a leer el libro del cual me contabas esa vez y bueno debo leerlo si no perderé el reto y no usare el cabello de esa forma horrible y...-comenzó a hablar muy rápido-
-Calma por favor, hay personas leyendo.
-Oh, lo siento.
-¿Murakami?
-¿Ah?
-El autor, el autor del libro es Murakami. Eso quieres ¿no?.
-S-si.
-No sabías el nombre del autor ¿cierto?
-¡Sí! -Akaashi lo miro suspicaz-, no la verdad ese era el problema.
-Ah-suspiro hondo- bien, ven por aquí.
Akashi lo encamino hasta una estantería, pero para acceder al libro tuvo que subir a una escala ya que el volumen se encontraba a una altura considerable.
-En general los libros de este autor están siempre en préstamo.-dijo bajando cuidadosamente cada peldaño- Ven.
-¿Donde?
-Debo registrarte, esta es una biblioteca no una librería. Nosotros prestamos los libros no los vendemos.
-¡Oh!.
-Bien, necesito tu tarjeta de identificación y unos datos extra.
Bokuto por segunda vez en el día entrego su tarjeta de identificación, pero esta vez no hubo ninguna clase de impresión arrebatadora como la del guardia, sino que la más profunda indiferencia. El chico de cabellos negros y alborotados tenía una expresión serena pero severa al igual que la primera vez que lo vio, lo cual producía intriga en el músico.
-Bien, puedes llevarlo a tu casa.
-¿Eso es todo?
-Sí.
-Esto...
-¿Que sucede?-dijo levantando su ceja de forma perspicaz-
-¿Puedo leerlo aquí?
-Claro es una biblioteca, puedes leer los libros que quieras. Solo debes cuidar el espacio, no hacer ruido innecesario y devolver los libros en el tiempo establecido, en caso contrario tendrás una multa.
Bokuto tomo el libro entre sus heladas manos y se dirigió a un sitio libre no muy lejos de la recepción donde el azabache se mantenía concentrado en sus asuntos. Cuando el búho se sentó dimensiono el grueso del volumen y quedo algo conmocionado; en eso se diferenciaba de Kuroo quien si gustaba leer variados tipos de textos (un nerd camuflado bajo una sonrisa provocativa). Koutaro no era tonto intelectualmente (si, a pesar de todo), de hecho era bastante inteligente a su manera, pero concentraba toda su atención en las cosas que le importaban y por eso dejaba lo demás de lado sin siquiera intentarlo. Lamentablemente para él lo que socialmente se considera como listo era estar sentado cinco días a la semana en un lugar fijo y tener un puntaje superior a noventa en las pruebas, pero Bokuto no estaba dentro de ese canon de inteligencia y eso le había hecho sufrir mucho hasta no hace tanto tiempo. Lo suyo era sus pies y sus manos que lo hacían un as con el balón y un genio en la batería, lo demás incluyendo sus emociones estaban fuera de su control, porque jamás le enseñaron como se dominaban.
Mientras el músico comenzaba a leer los primeros párrafos el bibliotecario se encontraba en una página de noticias sin mucho interés, pero una noticia en especial le llamo la atención.
"No puede ser. No, definitivamente no.¿Ese tipo es el mismo que sale aquí?"
El azabache miraba la imagen que mostraba el monitor de la computadora y lo comparaba con el tipo que estaba sentado a menos de dos metros de él. ¿De verdad ese tipo era famoso?. Pero recordó rápidamente la primera vez que lo vio tras el concierto, eso definitivamente no podría ser una coincidencia. Busco los datos recién ingresados al sistema y leyó claramente el mismo nombre que decía la pagina web, "Koutaro Bokuto". En efecto, era el mismo sujeto y ahora estaba sentado frente a sus ojos y Akaashi lo consideraba un completo desastre.
Pero dentro de las innumerables ocasiones que el azabache miro al músico este ultimo levanto la cabeza hasta su dirección como por un acto reflejo casi magnético, en respuesta Bokuto no hizo más que esbozar una enorme sonrisa que espanto a Keiji, que solo pudo regresar a la computadora.
A unas doce manzanas de la biblioteca...
-¿Tienes listo el pedido de hoy?
-Sí.
-Muy bien, nos vemos a las nueve donde siempre.
-Adiós.
Antes de recibir una respuesta la llamada había sido finalizada y Kenma dejo su teléfono a un lado, en ese momento no tenía mucho que hacer en su trabajo donde se mantenía como técnico de computadoras y electrodomésticos. Lamentablemente su paga no era tan buena para un joven estudiante universitario independiente, pero encontrar trabajos en Tokio era toda una proeza y no podía abandonar el suyo aunque su pobre alma lo rogara cada día.
Es por eso que debía sobrevivir como distribuidor de elementos poco legales, lo cual le ayudaba con creces a sobrevivir cada mes.
Lamentablemente ese día se pronosticaba una tormenta de nieve fuera de temporada y salir de noche no era algo que le agradara demasiado, teniendo en cuenta que odiaba los climas extremos.
Levanto la vista cuando percibió que la puerta de la entrada dejaba pasar una fría estela de aire al momento de entrar un nuevo cliente.
-Hola.
-Hola-dijo de forma cansada-
-¡Eh! tu eres el chico de la otra noche que jugaba videojuegos.
-Oh, tu eres el tipo raro con cara de delincuente.
-Hey es lo más amistoso que me han dicho en el día -dijo animado- Luces algo enfermo, ¿te sientes bien? -dijo preocupado al ver el rostro enrojecido de Kenma-
-Solo es un resfrió, estaré bien.-sin tomarle mucha importancia-¿Que necesitas?
-Oh, cierto -dijo sacando una computadora de su bolso-, ten.
-¿Cual es el problema en concreto?
-Bien, hace dos semanas hackearon mi computadora y bloquearon todas las acciones. Trate de hacer algo, pero llego a una parte con varios códigos encriptados y no los puedo resolver -dijo algo molesto-
-¿Por qué no consigues una computadora nueva?
-¿Por qué tendría que hacer eso?
-Eres famoso ¿tienes dinero no?, es más sencillo conseguir una nueva.
-Pensé que no lo sabías. -dijo sorprendido-
-Lo supe después, en ese momento de verdad creí que eran una banda de delicuentes idiotas y nos querían robar.
-Jajaja -rio de buena gana el azabache-. Tienes razón, podría conseguir una nueva en un segundo, pero a mí me gusta esta y tiene información importante para mí.
-¿Te das cuenta que alguien ya tiene tu información?
-No lo creo. -Kenma lo miro confundido- Protejo mi información y por unos hackers de tercera no voy a perder lo que tengo, incluso los logre rastrear, pero los muy idiotas se dieron cuenta y ya no siguieron molestando. Aún así dejaron bloqueada la computadora y no la puedo usar.
-Está bien la veré, pero ya casi es hora de cerrar y no tengo tiempo suficiente. Puedes dejarla.
-¿Puedo volver otro día mejor?
-Si quieres -se encogió de hombros-
-Bien, nos vemos. Por cierto ¿ya terminaste el juego?
-Sí, no era un final muy bueno.
-Lo lamento, y espero que te mejores.-Saliendo- Otra cosa.
-¿Sí?
-¿Cómo te llamas?
-Kenma Kozume.
-Bien, adiós Kenma.
-Adiós.
El tipo de cabellos negros sin mucha preocupación tomo en dirección al sur, mientras Kenma se preguntaba qué clase de sujeto con dinero gastaba su tiempo intentando reparar una computadora mala. El tipo era extraño, debía estar atento.
En la biblioteca...
Los minutos pasaron y el reloj indico que habían pasado casi una hora y media.
-Hola -dijo Bokuto apareciendo lentamente tras la computadora-
-Hola. -dijo frunciendo el seño-
-Esto...
-¿Sí?
-¿Cuánto te demoraste leer este libro?
-Mmm, creo que poco tiempo. -Bokuto lo miro con horror- Creo que cuatro días, no recuerdo bien porque solo lo leía en mis ratos libres. ¿Por qué no compras el libro?, creo que es mejor para ti tenerlo siempre contigo a tener que venir hasta una biblioteca.
-Pensé en eso, pero creo que ahora me gusta aquí. Es acogedor -dijo con una sonrisa satisfecha-
-Ya veo. El préstamo es de dos semanas, si no lo traes en ese tiempo pagaras una multa. Si sucede en tres ocasiones quedaras bloqueado. ¿Entiendes?
-Sí, bueno. Yo quería leerlo aquí.
-¿Prefieres leer el libro aquí a leerlo fuera?
-Sí eso. -rascando su nuca algo incomodo- Es que, veras yo no soy muy bueno con esto de los libros grandes y las bibliotecas -algo que no sorprendió a Akaashi para nada- , pero sabes me gusta aquí y creo que si intento leerlo en casa no lo lograre, me distraeré y no lo terminare.
-Puedes llevarte el libro de todas formas.
-Sí, gracias.
-No debes agradecerme.
-Cuando te vi por primera vez el libro me pareció interesante porque lo leías muy atento, parecías como dentro del libro y por eso quise saber de qué se trataba.
-Es interesante, seguro no te aburrirás.
-Eso espero, si no perderé contra Kuroo.
-Aunque es la primera vez que escucho una apuesta por un libro.
-Si bueno, creo que estaba ebrio.
-Ya veo.-"era de esperarse"-
-Bien, gracias por tu ayuda.
-De nada.
-Nos vemos pronto.
Bokuto salió tan abrigado como llego, pero con la diferencia de un libro y de una peculiar emoción debido a su reencuentro con el chico de semblante indiferente y cabello alborotado. Quizás esta apuesta no era tan mala después de todo y por fin podría sentir satisfacción con un texto. Aun así ya en un taxi regreso a casa y con un raro dolor estomacal (que presumía se debían a el oniguiri de cuatro días que tenía en el horno y que Kuroo le dijo explícitamente que estaba malo), se maldijo a sí mismo por no preguntar el nombre del chico. El conductor se espanto cuando arreglaba el espejo retrovisor y vio como el extraño tipo se tomaba la cabeza y se decía a si mismo idiota.
Cuando el azabache vio alejarse al músico sintió el deseo de preguntarle a Kenma si había notado esa noche que el par de tipos raros eran famosos. Claro que había escuchado un par de canciones del grupo, tan desconectado no estaba, pero jamás había tomado atención a los músicos. Akaashi a diferencia de Kenma era un experto en ignorar al resto del mundo si era necesario, no guardaba información que ha su consideración era inútil y debido a eso en varias ocasiones se había visto algo incomodo al notar que no había puesto suficiente interés en otra persona. A Kenma le preocupaba lo que los demás pensaran y por eso ponía mucha atención inconscientemente en su entorno, Akaashi ignoraba inconscientemente para no preocuparse de lo que los demás pensaran de él.
Se fue esa tarde a su casa preocupado de un examen próximo y pensando si de verdad vería nuevamente a el sujeto que por alguna extraña razón lo hacía recordar un búho cornudo, lo cual le produjo gracia al comparar mentalmente al músico con el ave mientras entraba al vagón del subterráneo.
El reloj marcaba las 21:55...
"Está bien, todo está bien no tienes frio, es frio es mental..¡Maldito búho idiota!¡Le dije que no comiera ese oniguiri de carne! Ahora debo soportar esta ventisca por estas estúpidas medicinas mientras ese idiota se retuerce en el inodoro" pensó mientras caminaba entre la densa niebla junto a una bolsa de medicinas y sus pasos se volvían más pesados por la nieve que cubría todo. Visualizo una pequeña sombra a lo lejos que parecía tintinear de vez en cuando, a pocos pasos la luz dejo de tintinear pudiendo enfocar bien la mirada y observar ese par de ojos felinos que miraban con indiferencia y desgano el aparato que tenían frente. La luz del farol a duras penas iluminaba el rostro del chico de los cabellos rubios que aun no había notado la presencia del pelinegro. El aire era denso y sentía como sus labios comenzaban a romperse por el frio repentino de esa nevada.
-¿Qué haces aquí?-dijo, apenas podía articular palabra-
-...-no recibió respuesta-
-¿Estás bien?-dijo ahora con un tono más preocupado, el chico no se movía-
-...-nada-
-¡Hey! -movió el hombro del más bajo- estas ardiendo-tocando su frente-.
A penas pudo levantar su cabeza en dirección a Kuroo, antes de caer desmayado.
Doce horas más tarde...
Cuando abrió los ojos la luz lo cegó por un segundo , pero al poder focalizar observo la habitación blanca y unas cortinas verdes -"un horrible verde"-. Movió su brazo, pero vio la vía conectada a un suero colgado sobre la camilla.
"¿Qué demonios hago aquí?, tengo que hablar con Keiji y Sho...¡¿dónde está mi teléfono?!"
Comenzó a mirar agitadamente en todas direcciones y en ese momento entro la enfermera.
-¡Oh! por fin despertaste, Kenma ¿no? -dijo una joven con tono amistoso-
-...-el asintió con la cabeza lentamente-
-Que susto nos diste, si no te hubiera traído él, ¡ay! pero que suerte tienes de ser amigo de él.-dijo revisando las vías emocionada-
Kemna no entendía nada ¿quién era él?
-¡Oh! tu celular, no quise dejarlo aquí encima junto a tus otras pertenencias -indicando una silla donde estaba su ropa-. Bueno, tu amigo se tuvo que ir, es obvio que alguien como él no puede estar en un hospital, abría un escándalo y no es bueno para los enfermos que se pueden alterar.
-Gra...gracias-dijo recibiendo el celular-
-Puedes irte en cuanto se termine de pasar el suero, nos vemos luego-dijo haciendo un gesto amistoso antes de desaparecer tras una cortina- ¡oh! lo olvidaba, me dijo que te dijera que pronto te vería nuevamente, te llamara luego.
Tan pronto como se fue la enfermera registro su celular, a simple vista no tenía nada raro. Un presentimiento le hizo buscar en los contactos y en la sección de recientes encontró: "K<3TVK".
¿Qué demonios significaba eso?
No quería parecer más estúpido y decir a la enfermera que no recordaba al sujeto que lo había traído, que en realidad todo era por accidente y que simplemente no recordaba nada más que el blanco de la nieve y unos ojos angustiados.
Unos minutos después entraron unos preocupados Akaashi y Hinata.
-¡Kenma!-grito exaltado Hinata-
-Shoyo cálmate-dijo Akaashi-
-Estoy bien -contesto Kenma-
-Nos diste un susto horrible-dijo Hinata-, cuando no llegabas a casa me preocupe mucho y luego me llamo Akaashi para decirme que estabas aquí.
-Lo siento.
-No te preocupes, estas bien y eso es lo importante-dijo Akaashi-. La enfermera dijo que la fiebre era inexistente y que ya podrías ir a casa.
-Sí, ya me siento mejor.
Comenzaron a platicar de lo molesto que eran los hospitales y lo aburrido que era estar en la sala de espera. Cuando regreso la enfermera a quitar la branula a Kenma y dar las últimas indicaciones, Hinata fue a buscar una silla de ruedas para llevar al enfermo con la escusa de que estaba muy débil para caminar aún, aunque lo cierto era que no soportaba ver sangre.
-No le dije a Shoyo, pero me llamo un hombre diciendo que estabas aquí. -Kenma lo miro sorprendido- ¿dónde estabas?
-Estaba esperando un taxi, pero no recuerdo cuando me desmaye.
-¿Ósea que no sabes quién es el sujeto?.
-No.
-Bien, otra cosa.
-¿Sí?
-¿Sabías que los tipos que parecían delincuentes la noche del concierto eran los músicos de la banda?
-Esa noche no, pero cuando vi a Shoyo viendo un video de la banda un par de días después los reconocí. ¿Por qué la pregunta tan repentina?
-Es solo que uno de ellos apareció ayer en la biblioteca.
-Uno de ellos apareció en la tienda.
Ambos se miraron sin cambiar la expresión facial, pero sabían que internamente estaban muy sorprendidos.
-Sera mejor que nos vallamos. -resolvió Akaashi-
-Sí.
Los tres chicos salieron del hospital y tomaron un taxi hasta el departamento que compartían Kenma y Hinata.
Cuando las cosas estuvieron más tranquilas a Kenma le llego un mensaje repentino.
"¿Qué tal?¿cómo te sientes?" [18:45 pm-enviado por: K<3TVK]
"¿Quién eres?"
"La persona que te salvo" [18:49 pm-enviado por: K<3TVK]
"¿Por qué K<3TVK?, es raro"
"Es un secreto :3. ¿Como estas ahora?¿ya no estás en el hospital?" [18:50 pm-enviado por: K<3TVK]
"¿Debería decirte?, eres un completo extraño"
"D: solo soy el completo extraño que te encontró ardiendo en fiebre y te llevo al hospital. Además no somos tan extraños, yo sé tu nombre y nos vimos" [18:52 pm-enviado por: K<3TVK]
"¿Y eso nos hace conocidos?"
"¡Vamos!, solo quiero saber cómo estas. Tu amigo sonaba preocupado cuando hable con él." [18:53 pm-enviado por: K<3TVK]
"Eres molesto. Estoy bien, estoy en mi cama sin mucho que hacer. Me dijo que había hablado con alguien"
"¡Qué bueno que estas bien!, en verdad me preocupe. Sí bueno, siento no haber estado cuando te despertaste pero tenía cosas que hacer y no podía dejarlas de lado. Me siento un poco culpable al respecto"[18:55 pm-enviado por: K<3TVK]
"No necesitas preocuparte, estoy bien. Gracias"
":D:D:D:D:D:D:D:D:D:D:D:D:D:D:D!!!!!De nada. Estoy feliz de que estés bien. Sabes Kenma, eres muy lindo cuando duermes (lo siento no pude evitar escribirlo)" [18:58 pm-enviado por: K<3TVK]
Ante aquel comentario Kenma enrojeció por complejo y Hinata al verlo se preocupo al pensar que la fiebre había regresado. Se sentía avergonzado por el comentario, no era la primera vez que le decían eso, pero aquel completo extraño lo hizo poner nervioso.
"Hey!!!, no me bloquees por favor. Solo fue un comentario, tómalo como un cumplido"[19:09 pm-enviado por: K<3TVK]
"No vuelvas a decir eso"
"Lo prometo >-<. Y bien ¿qué haces para pasar el rato?" [19:12 pm-enviado por: K<3TVK]
Sin darse cuenta Kenma comenzó a contestar todos los mensajes de aquel completo extraño, y a pesar de tener una personalidad muy reservada no le costó relacionarse. Estuvieron largas horas conversando y desde ese momento todos los días se masajeaban de vez en cuando relatando sucesos de sus vidas diarias. Kozume no se dio cuenta en qué momento aquellos mensajes se volvieron algo importante en su vida y los añoraba cuando no los respondían.