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The V Kings por Mal-Dita

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Notas del capitulo:

HOLA!!!

Estoy tan pero tan feliz!!! Al fin!!! después de cuatro largos años (desde Londres2012) han comenzado los JJ.OO T.T, estoy vomitando arcoíris. Son fan de los deportes me encantan de verdad, verlos y hacerlos <3, y aunque a nosotr@s nos convoca el vóley yo en lo personal amo todos los deportes (unos más que otros), pero al final en los deportes no importa la nación, el sexo o tu postura política, color y orientación sexual; todos son iguales con sus capacidades, miedos y esperanzas. Es hermoso lo que se crea en estas casi tres semanas y de verdad espero que no suceda nada malo (atentados por ejemplo), pero tengo plena conciencia de que Brasil está pasando tiempos duros y que no es exactamente el mejor país para hacer un evento de esta envergadura, donde las personas salen a las calles a pedir algo que es justo, es terrible y espero que el pueblo brasileño consiga lo que pide.

Estos JJ.OO se habla de diversidad ¿Y qué mejor que nosotr@s que amamos el amor diverso para celebrarlo?

Viva el vóley, vivan los deportes!!

Lo siento >.<...pero no puedo evitarlo...

Ahora volviendo al fic >.<

Gracias por leer hasta aquí y por quienes han comentado >-<!! A los que dejaron sus mails espero que les haya llegado las imágenes <-<.

Este capítulo lo dedico al gran David Bowie que nos dejo este año.

Espero que les guste el capitulo.

Playlist song n°7:   Hallo Spiceboy - David Bowie

En un gimnasio semi vacio...

Se encontraban los cinco integrantes de la banda, el manager y los cuatro guarda espaldas principales entrenado como cada semana. Este era uno de los aspectos que los unía a todos por igual, a pesar de sus personalidades notablemente distintas todos podían compartir en armonía ese espacio.

En ese momento Bokuto y Iwazumi estaban en medio de una contienda para ver quién era el que tenía mayor resistencia en las barras. El búho era quien tenía la marca record del grupo con las cuarenta y cinco dominadas en barras a un brazo, pero cuando descubrió que el guarda espaldas era un buen oponente no dudo en retarlo. Ahora tenían un espectáculo para sus amigos para probar quien era el más fuerte, aunque Iwazumi solo acepto luego de dos semanas incesantes en las cual Bokuto no paro de pedir que compitieran.

-¿Que tal las cosas con el nuevo?-dijo Kuroo-

-Estoy arto, no puedo hacer nada cuando esta cerca-contesto molesto Oikawa-

-Tsukishima se lucio esta vez.

-Es peor que el perro loco.

-¿Lo dices en serio?-lo miro sorprendido-

-Sí -dijo hastiado-, me tiene arto.

-Entonces hace bien su trabajo. -Oikawa lo miro con odio-¡Hey!¡vamos!, estoy de tu lado ¿recuerdas?

-No lo parece.

-Pff, que desconfiado. -apoyándose en una de las maquinas-¿Por casualidad no has visto que Daichi actúa raro?

-¿También lo notaste? -dijo sorprendido-

-Claro, parece más relajado y escribe canciones como loco.

-Sí, ¿no creerás qué?-levanto su ceja de forma perspicaz-

-Sí, si lo creo.-con una sonrisa ladina-

-¿Quien será la afortunada?-dijeron ambos mirando al azabache-

-No lo sé, no he visto ningún interés particular por alguna de las chicas que conocemos -dijo Oikawa-

-Mmm, con Yui no es muy diferente a las demás chicas. Debe ser alguien que no conocemos.-medito Kuroo- Es demasiado caballero con las chicas.

-Nos arruina completamente.

-Ni que lo digas. Parecemos idiotas cuando el habla con las chicas de forma educada y condescendiente.

Claro que Oikawa y Kuroo eran educados cuando se trataba de las chicas, pero Daichi los superaba con creses porque lo hacía de una forma completamente natural que derretía a quienes hablaban con él . Quedaba  en evidencia al tratar con cualquier persona, pero que afloraba más ante las chicas.

-Tienes razón.-mirando aun la competencia de Bokuto y Iwazumi- Por cierto, ¿es verdad que retaste a Koutaro a leer un libro?-dijo divertido-

-Sí, no sabes cuánto he disfrutado esto.  -suspirando satisfecho- Es mi bro, mi querido e idiota bro. Pero esto está más allá de todas nuestras competencias.

-Lo vas a destruir en cuerpo y alma.

-Voy a ir al infierno, eso es seguro.

-Eres el hijo de Satán.

-Pensé que ese eras tú.

-¡Ja!, que gracioso.  Pero ese es Tsukishima.

-No puedo negar eso, -mirando al rubio a lo lejos- tu serias el alíen ¿no?¿cómo depredador versus alíen?

-Por lo menos mi raza es más poderosa que la tuya gato.

-Los gatos van a conquistar al mundo, jamás olvides eso joven padawan.

Pero antes de poder seguir burlándose amenamente escucharon un grito de derrota.

-¡No!¡debemos hacerlo de nuevo!-grito Bokuto enfurecido-

-Oh no, aquí vamos de nuevo -dijo Kuroo con la palma de la mano sobre su rostro-

Iwazumi gano esa partida con cuarenta repeticiones contra las treinta y nueve de Koutaro quien como mal perdedor no aceptaba aun su derrota.

-¡Bien hecho!-dijo Makki abalanzándose sobre el azabache-

-¡Wow! Iwazumi eres fuerte-dijo Yaku felicitándolo-

Mientras tanto Bokuto llegaba derrotado al lado de Oikawa y Kuroo, quienes trataban de no reír ante la situación.

-Soy un perdedor -dijo derrotado el búho-

-¡Vamos, no es para tanto!-dijo el gato colocando su mano sobre el hombro de su bro-

-En flexiones tu eres más fuerte búho -dijo Tooru tratando de animar-, lo vences fácil en esa.

-¡Hey! ¿si jugamos un partido?-dijo Kuroo de improviso-

-¿Ahora?-pregunto Oikawa-

-No lo sé, no estoy de ánimos.-dijo Bokuto-

-¡Hey! un partido relajado y amistoso siempre hace bien-dijo Kuroo-, además puede ser tu oportunidad de derrotar al nuevo.

-Quizás, pero...

-Bien -concluyo Kuroo- ¡Chicos un partido ahora!

Todos quedaron sorprendidos al repentino llamado felino, pero no dudaron en aceptar en buen modo a la competencia. Los equipos quedaron definidos así:

Rojos: Bokuto, Kuroo, Tsukishima, Kageyama y Hanamaki.

Azules: Oikawa, Iwazumi, Yaku, Daichi y Matsukawa.

-¿Por qué tenía que quedar con Iwa-chan? -dijo Tooru molesto a Daichi-

-Fue al azar ¿recuerdas?-contesto el azabache- además piensa que si tiene fuerza, sus remates romperán el bloqueo de Kuroo.

-Tks, aun así es molesto -cruzando sus brazos-

-¡Vamos!, eres un buen colocador y tus saques son excelentes, no te preocupes por eso. -alentó Daichi- Somos un equipo ahora.

-Odio que seas tan bueno, arruinas mis quejas y me haces quedar mal.

-Es un gusto -sonrió ampliamente Daichi dando palmadas en la espalda al castaño-

-¡A jugar!-grito Kuroo-

El primer saque lo inicio Kageyama quien estaba emocionado de jugar un partido nuevamente y no falló con su excelente precisión.  Pero Oikawa no quedo atrás, y cuando fue su temido turno las cosas no fueron muy fáciles para los rojos que se alienaban en función de las exigencias del partido. Pero cuando las cosas se pusieron más difíciles para los azules que iban tres puntos bajo los rojos un levantamiento de Oikawa que instintivamente le lanzo el balón a Iwazumi genero una sincronía perfecta  que destruyo la fuerte barrera de Kuroo y Tsukishima. Para cuando el balón toco el suelo el grito del punto no se hizo esperar y la sorpresa ante la alineación Oikawa-Iwazumi como colocador y rematador los dejo algo desconcertados. Tanto para el castaño que estaba acostumbrado a sacar el mayor potencial de sus compañeros  cuando jugaban, pero que al ver los resultados positivos con Hajime al cual no pasaba era un hecho por lo bajo revelador, y en cuanto a este ultimo que jamás imagino poder hacer equipo con el egocéntrico castaño. Se sonrieron satisfechos y empoderados, ahora sabían que podían trabajar juntos por lo menos en lo que se refiere al voleibol.

Aun así cuando el último punto llego la victoria fue para el equipo rojo que se jacto con un grito de celebración. Finalmente los perdedores del encuentro aceptaron la derrota con gracia al ver a Bokuto nuevamente animado haciendo bromas y saltando como siempre. La calma había regresado al grupo. Luego de eso todos fueron a las duchas y se alistaron para seguir con el día.

-¿Ese último punto lo dejaste pasar?-pregunto Iwazumi-

-Quizás. -respondió Oikawa recogiendo su botella-

-Podrías haber rematado y haber empatado -critico el guarda espaldas-

-Lo piensas demasiado, ya fue Iwa-chan.

-¿En verdad tienes que decirme así?-molesto por el apodo-

-Claro, te queda bien.

-¡Adiós Iwa-chan! -grito Makki desde la salida-

-Nos vemos Iwa-chan -dijo Matsun con una sonrisa ladina-

-Te detesto -dijo Hajime con un mirada asesina a Oikawa-, ahora ese par no deja de llamarme así por tu culpa.

-¡Hey!, tómalo como un cumplido. -dijo de forma juguetona el castaño- Bien, ya es hora de irme.-con sus cosas listas-

-¿Dónde vas? -dijo serio Iwazumi-

-A mi departamento claro, ¿donde más iría?

-De compras.

-¿Qué?¿de dónde sacaste eso?-dijo tratando de ocultar sus intenciones-

-De Matsukawa y Hanamaki.

-Esos dos -dijo con evidente desprecio-

-Bien, vamos.

-¡Dame solo un día libre por favor!-suplico Oikawa-

-Ni lo pienses, este es mi trabajo y tú lo sabes.

-¡¿Pero veinticuatro-siete?!

-El que sufre más aquí soy yo al soportarte, si tus fans conocieran tu personalidad ya no te querrían.

-¡Hey!¡tu tampoco eres muy simpático!, eres un amargado  y odioso.

-Viniendo de ti suena más a un cumplido. Bien, ¿vamos de compras?

-¡Ah!  -grito arto-

Salieron del gimnasio en dirección al centro comercial más alejado que Oikawa conocía con tal de no encontrar tanta gente y así poder tener una velada en paz.

-Buscas un regalo ¿no?

-Sí, el gato esta de cumpleaños hoy y debo comprarle algo mientras los otros lo distraen -dijo concentrado en una tienda de música-

-Ya veo. ¿Que buscas en especifico? -dijo observando unos pedales-

-Bien -dijo sorprendido ante la amabilidad del azabache, pero lo disimulo- supongo que un teclado nuevo.

-Están por allá -dijo Iwazumi que ya los había visto- Pensé que el del teclado era Sawamura.

-Sí, pero solo porque el gato no puede tocarlo siempre en concierto. Pero en general es Tetsu el que compone más canciones con teclado.

-Ya veo -tratando de comprender las pautas de la banda-

Ambos se dirigieron a la sección y revisaron la oferta disponible de teclados. Oikawa decidió finalmente un piano digital sin inmutarse mucho por su precio, pero que dejo boquiabierto al guarda espalda.

-Jamás pensé que existiesen tantos tipos de teclados.

-Es un mundo de posibilidades Iwa-chan. -levantado los brazos en señal de enormidad-

-¿Por qué un teclado?

-Porque su teclado actual es una basura andante. Lo lleva a todos los conciertos y lo usa en su departamento, el tipo a pesar de todo no es muy bueno en gastar dinero si no lo cree necesario.

-Pero parece que tu sí.

-Es un regalo del grupo, así que el total lo dividiremos entre los cuatro. -bajo el perfil al asunto-

-Supongo que eso está bien.

-¡Hey! entremos aquí. -dijo animado el castaño-

-Como quieras.

Entraron a una tienda de ropa y pasaron aproximadamente una hora, donde Oikawa estuvo pululando de un lugar a otro bajo la atenta mirada de Iwazumi que estaba evidentemente aburrido.

Luego Oikawa entro a una librería y estuvo largo rato en la sección de astronomía.

-No sabía que podías leer algo aparte de tu teléfono.

-¡Ja! que gracioso.

-¿Cuántos libros tiene Stephen Hawking? -dijo pensando en voz alta al ver una sección especial para el físico-

-Dieciséis. -contesto mecánicamente-

-Oh por dios, eres un nerd encubierto -dijo impactado-

-¡¿Qué dices?!, es solo algo que simplemente se. -avergonzado-

-Hey no tienes que avergonzarte por eso, es mejor que ser alguien hueco y superficial como pareces.

-Suena horrible cuando lo dices. -dijo algo ruborizado por la vergüenza-

-¿Así que te gusta la ciencia ficción y esas cosas? -dijo Iwazumi curioso ante el descubrimiento-

-No quiero hablar al respecto.

-No es tan malo ¿sabes?, todos tienen algún gusto raro.

-¿A sí? ¿el tuyo cual sería? -pregunto suspicaz-

-Los reptiles y los insectos. -dijo indiferente-

-¿Insectos? -pregunto desconcertado-

-Sí, escarabajos y cosas por el estilo. -Oikawa no pudo evitar poner cara de repulsión- ¡¿Qué?!

-Los escarabajos dan asco.

-Tu das asco.

-Por lo menos el espacio es hermoso y gigante.

-La cosas pequeñas también son interesantes.

-Sí, pero prefiero ver un telescopio a ensuciarme las manos con desechos de bichos.

-¿Eres la clase de niño que quería ser astronauta?

-¿Y que si quería serlo? -pregunto retador de brazos cruzados-

-... -no pudo evitar sonreír un poco divertido dejando a Oikawa perplejo-

-¡Hey! ¿qué tiene de gracioso?

-Nada, nada. Es solo que ni en esa clase de cosas podemos estar de acuerdo.

-¿Qué quieres decir?

-¿No has escuchado que hay tres tipos de niños?

-Creo que no. -meditando un segundo-

-Bueno una vez escuche que habían tres clases: los que preferían las naves espaciales, los súper héroes y los de dinosaurios.

-¿Tu eres la tercera clase?

-Siempre me gustaron más los dinosaurios a las naves espaciales y los súper héroes. ¿Ya terminamos?-mirando a su alrededor corroborando las salidas-

-Sí, supongo. -dijo algo pensativo-

-Bien, parece camino libre. ¿Estás seguro que no vas a llevar ese libro?

-¿Qué? -dijo sin comprender lo que el azabache decía-

-Has estado la última media hora viendo ese libro. -dijo con semblante serio-  ¿Cuál es?

-No es nada  -dijo escondiendo el libro en la estantería-

-Tks  -apartando al castaño y sacando el libro nuevamente- "OVNIS y viajes interestelares, realidad o fantasía", ¿te da vergüenza comprarlo o que yo lo sepa?-dijo un poco molesto-

-¡No pongas esa cara!, -asustado al ver a Hajime molesto-  es solo que...

-¿Qué?

-Nada. -dijo desviando la mirada-

-Tks  -chasqueo la lengua un poco irritado- Dame el dinero.

-¿Qué? -pregunto sorprendido-

-Que me des el dinero que cuesta el libro.

-¿Qué? -con ojos de huevo frito-

-Vamos, ¿vas a dejar de hacer berrinches o qué?. Si te sigues preocupando por lo que los demás piensan de ti terminaras en un agujero; si no quieres que alguien te vea comprarlo yo puedo ir.      -dijo finalmente con tono severo-

-Está bien -abriendo su cartera-, esto es todo lo que tengo -enseñándole un par de billetes- porque mi dinero está en la tarjeta.

-Con esto es suficiente -arrebatando el dinero de las manos de Oikawa-

El castaño vio como Iwazumi se dirigía a la caja para pagar el volumen. El guarda espalda tenía razón, era un idiota superficial que se preocupaba mucho por lo que los otros pensaban de él. No sabía mucho de ese completo extraño con mal humor y mirada asesina, pero había sido la única persona que recordara que lo tratara con tanta severidad y a la vez lo hiciera sentir bien al decirle la verdad. ¿Era eso posible?.

-Bien, ahí tienes -entregando el libro junto al cambio y el ticket de compra-

-G-gracias. -aturdido aun por el gesto-

-Vamos ahora si no quieres estar una hora dando autógrafos.

-¿Por qué?

-La chica de la caja te ha estado mirando fijo los últimos minutos y cuando me entrego el libro llamo a alguien mientras te observaba. Probablemente viene una horda de tus fans ahora mismo.

-Oh dios -subiendo su bufanda lo más arriba posible-

Ambos salieron rápidamente tratando de evitar el posible grupo de fanáticos que estaba al acecho. Mientras Oikawa se aferraba fuerte a su nueva adquisición.

En la sala de espera de la veterinaria...

Esperaba impaciente entre una mujer mayor con su gran perro viejo que ladraba incesante a la jaula de un perico que llevaba un chico, y que lamentablemente se encontraba sentado al otro constado de Yaku.

-El señor Morisuke, pase por favor -dijo una chica indicando que era su turno-

-Ya voy. -salto de su asiento aliviado-

Siguió a la mujer hasta la sala de recuperación, ya había pasado una semana y el pequeño gato aun seguía internado por sus graves heridas. Se sorprendió al no encontrar al tipo de dos metros ruidoso, pero era mejor así. Quería tranquilidad.

-Espere un momento aquí, iré en busca de su gato.

-Está bien.

Se quedo unos momentos solo observando detenidamente la gran cantidad de objetos que había en aquella sala, pero la puerta fue abierta tan bruscamente que no pudo evitar la sorpresa cuando vio al pequeño gato entrar junto al tipo de dos metros.

-¡Hola! -saludo animado como siempre-

-Hola -dijo algo descolocado-, pensé que no estabas.

-Oh no, estaba ocupado. Pero cuando Hana me dijo que venían por el pequeño amigo quise venir yo.

-Ya veo. ¿Como esta?

-Se ha recuperado más lento de lo que pensamos, pero ya está fuera de peligro.  Sus heridas tardaron un poco en cicatrizar, pero por suerte no se infectaron.

-¿Ya no necesita estar más aquí?

-En general sus signos están bien, pero si no se tiene los cuidados suficientes puede agravarse nuevamente. Te recomiendo que lo dejes unos días más aquí. ¡Aunque es decisión tuya claro! -dijo algo nervioso al recordar que el gato no era suyo-

-Mmm, creo que no tengo más opción. No paso mucho en mi departamento y no podría cuidarlo tan bien como lo hacen aquí.

-Supongo que Nekoma estará mejor.

-¿Nekoma?

-¡Oh, lo siento! .-dijo juntando sus palmas- Pero suelo colocarle nombres a los pequeños si no tienen uno, ya sabes creo que todos merecen un nombre.

-Tranquilo, está bien.

-Sí lo siento, pero me encariño muy rápido con los animales, bueno los otros animales porque nosotros también somos animales -dijo más rápido- Lo que quiero decir es que este pequeño necesitaba un nombre aunque fuese temporal.

-No me molesta en realidad. Como dije, yo no tengo mucho tiempo y es seguro que luego que se recupere lo de en adopción.

-Ya veo -algo desanimado-

-Eres muy sentimental ¿sabes?

-¡¿Ah?! -dijo sorprendido- jajajajajaja -dijo riendo de buen modo-

-¿Qué es tan gracioso?

-Nada -limpiándose una pequeña lagrima-

El estudiante de veterinaria le mostro al guarda espalda las cicatrices y curaciones del pequeño gato para cambiar el tema, lo cual funciono al notar que el castaño estaba concentrado en el pequeño animal.

-Bien, supongo que eso es todo ¿no? -pregunto Yaku-

-¡Sí!, este pequeño se debe ir a descansar.

-Sí, pero por suerte se ve mucho mejor -acariciando la cabeza del gato-

-Esto...

-¿Sí? -dijo levantando la cabeza hasta el alvino-

-Veras.

-¿Qué sucede? -dijo levantando su ceja de modo escéptico-

-¿Haces clases de defensa personal?

-¿Ah?¿qué clase de pregunta es esa?

-Bueno pensé que al ser tan bueno la otra vez que me derribaste quizás eras alguna clase de cinta negra en artes marciales y quizás podrías hacer clases. Ya sabes, fue genial. -dijo algo avergonzado-

-No, en realidad no tengo mucho tiempo libre en general así que jamás pensé en eso.

-¿Entonces existe la posibilidad?

-No lo sé.

-¡Vamos! ¿qué tal si soy tu primer estudiante?

-Eres irritante.

-¡Por favor!

-No sé si pueda enseñarle a alguien.

-Sí lo haces yo me encargare de Nekoma. -dijo firme-

-¿Lo dices en serio?

-¡Sí!, buscare un nuevo hogar para Nekoma si tú me enseñas.

-Debo pensarlo.

-¡Yey! -dijo a modo de celebración-

-No he aceptado.

-Pero no te negaste, vamos será divertido.

-No tengo mucha paciencia.

-No importa.

-Mis horarios no son los mejores.

-Los míos tampoco.

-Si no te soporto terminare con las clases y tendrás que buscar a alguien más.

-No voy  hacer cosas innecesarias.

-Ah -suspiro resignado-

-¿Entonces? -pregunto emocionado- ¿sí?

-...-Suspiro hondo- está bien, pero...

-¡Yuju!  -dijo abalanzándose sobre el castaño-

-¡Suéltame! -tratando de zafarse del chico-

-Lo siento, lo siento. Pero me hace muy feliz.

-Primera regla, nada de abrazos.

-Pero... -trato de alegar-

-Dije, nada de abrazos. -con semblante enojado-

-Está bien -cabizbajo-

-Otra cosa.

-¿Qué?

-Puntualidad. -Lev abrió sus grandes ojos- ¿qué?

-Nada, es que veraz  -jugueteando con sus manos-, no me caracterizo por mi puntualidad.

-Me haces esperar más de diez minutos y esto no sigue. -dijo con los brazos cruzados-

-Bien, acepto.

-¿En verdad?

-¡Claro!, de verdad quiero que me enseñes a ser tan genial como tú.

-Mides como dos metros, la gente se espantara de ti solo con tu altura.

-Mmm, puede ser, pero siempre quise aprender como tirar a alguien al piso. Soy alto, pero si alguien me ataca no sabría cómo reaccionar.

-Sí no te metes en problemas no será necesario.

-Pero esa vez no estaba intentado meterme en problemas y tú me tiraste como un muñeco al piso -alego en su defensa- , en verdad quede muy impresionado y fue como ¡wow!, porque jamás pensé que con mi altura me podrían derribar tan fácil.

-¿Quieres molestarme? -dijo irritado nuevamente-

-¡No, no! -negó con todo su cuerpo-, al contrario.

-Tks -chasqueo harto-

-¿Me das tu numero?

De malas ganas Yaku le dicto el número a su futuro estudiante, no sin sentir una profunda opresión en el pecho y una voz que le gritaba "¡No lo hagas!¡Huye, huye como si no hubiese un mañana!¡no vuelvas y no mires atrás!". Lamentablemente había un pequeño felino en medio de todo esto y no podía encontrar una forma más sencilla para darle un nuevo hogar que no fuese Lev.

-Bien, ya debo irme.

-Nos vemos pronto. -dijo con una gran sonrisa- maestro.

-No es necesario que me digas así, solo dime Yaku.

-E-está bien -dijo algo indeciso-

-Adiós -dijo Yaku cerrando la puerta-

-Adiós. -dijo Lev sin ser escuchado-

El de ojos esmeralda yacía quieto junto a la camilla sin poder creer que todo había resultado según sus deseos. Estaba claro que el chico de cabellos castaños no era la persona más accesible del mundo y tenía un carácter algo duro, pero a la vez algo tierno y bondadoso (era cosa de ver lo preocupado por el pequeño Nekoma)  que se desprendía de él y atraía a Lev.

Un maullido lo saco de sus cavilaciones y lo devolvió al mundo real donde debía seguir examinando otras criaturas de la sala de recuperaciones.

Cuando llevaba al pequeño gato a su sitio no pudo evitar sonreír dejando sorprendida a su compañera de trabajo, la cual estaba acostumbrada a ver a Lev sonreír, pero esta era una forma diferente a la habitual.

-¿Paso algo bueno? -pregunto Hana mientras revisaba un termómetro-

-¿Ah? -dijo Lev confundido- ¿Por qué?

-Tienes una sonrisa de idiota pegada en el rostro.

-Ah, eso -dijo tocándose los labios con sus dedos- No lo había notado.

-Si tu lo dices -rodando los ojos-, revisa el suero de Puppy.

-Está bien. -dirigiéndose al maltes-

 

En el centro comercial...

 

Lástima que habían sido alcanzados por una horda de fans que fueron  avisados por la cajera de la librería, ahora estaban rodeados sin escapatoria por lo que Oikawa estaba entregando autógrafos y sacándose fotos mientras Iwazumi junto a los guardias del centro comercial se encargaban de contener la masa de gente enloquecida. Los gritos eran ensordecedores y varios ya se habían desmayado (en su mayoría chicas) por la presión que hacían para llegar hasta el cantante, aun así Tooru se encontraba  relajado y natural lo cual sorprendía mucho al azabache que estaba a su lado.

-¡Te amamos! -gritaban las chicas-

-¡Me quiero casar contigo!

-¡Un beso por favor!

-¡Dame un hijo!

-Chicas les agradezco su atención y toda la energía que colocan sobre mí, estoy infinitamente agradecido hacia todas ustedes. -dijo Oikawa-

-¡Ah! -grito agudo-

-Pero debo irme a un compromiso importante.

-¡Noooooo! -gritaron todos-

Pero en ese momento debido al forcejeo el libro recién comprado cayo de la bolsa y quedo al descubierto con lo que Oikawa sintió una pequeña opresión en el pecho al no poder tomarlo y quedar sin ninguna escapatoria . Pero Iwazumi en un acto reflejo recogió rápidamente el libro alejándolo de la vista de todos.

-Señoritas lo siento pero es hora que Oikawa valla a una reunión importante. Lo sentimos -dijo haciendo una pequeña reverencia el guarda espalda-

-¡Nos vemos! -dijo mientras era sacado por Iwazumi y los otros guardias-

No fue tarea fácil y las fans los siguieron hasta los estacionamientos donde estaba el auto del cantante,  pero tanto músico como guarda espalda lograron subir y se marcharon dejando atrás el caos de fans.

Algunas calles adelante el trafico se complico un poco por lo que Oikawa tuvo que parar unos minutos.

-Tks, perfecto. -dijo algo molesto al ver los autos atochados-

-Ten -dijo Iwazumi-

-Oh, gracias -recibiendo el libro-

-¿No crees que en algún momento se van a enterar de algo como esto?

-Quizás.

-¿No crees que estas siendo demasiado infantil?

-Sí. Pero sabes Iwa-chan, yo también quiero tener cosas que ocultar. - dejando sorprendido al azabache- Aunque sea algo tan ínfimo para ti para mi es importante tener algo que los demás no saben. ¿Por qué al ser famoso todos deben saber lo que siento y lo que quiero? ¿no se supone que me deberían querer por mi talento?

Se quedaron en un silencio incomodo largo rato ,pero antes de poder encender la radio el guarda espalda lo increpo.

-Amas que otros te adoren ¿no crees que es un precio a pagar?. Vi hoy como te divertías firmando autógrafos y siendo alabado, ¿no crees que esas personas al saber de ti quieren acercarse un poco más a la persona tras la guitarra?, ¿eres así de sínico con todo el mundo?

-Ser sínico como dices es la única forma de sobrevivir en este mundo. -dijo serio - Las personas se ciegan a sí mismas  al querer conocer a una persona que jamás han visto o hablado, yo solo soy amable y me acerco de esa forma a ellos, pero no va a cambiar nada que sepan un poco más de mi.

-Te admiran.

-Sí, pero olvidan que soy humano.

-Aun así disfrutas su admiración. Quieres que te admiren, pero no quieres que te conozcan, porque si lo hacen se defraudaran ¿no?

-No sabes nada, crees que me entiendes con solo estar un par de días conmigo y ahora te crees un experto en cómo se debería vivir la vida.

-Pareces más un demonio a un rey humano. -dijo molesto-

-¡Hey! que rudo.

-Un rey demonio quizás, tienes un pésimo carácter. -espero unos segundos antes de continuar- A pesar de eso, entiendo lo que quieres decir, todos esconden cosas.

-¿Tu también Iwa-chan? -no respondió- ¿Quien es el sínico ahora?

-A diferencia de ti yo no veo la necesidad de aparentar.

-Sí estuvieras en mi lugar lo entenderías.

-Quizás no. Simplemente no soy como tú y prefiero actuar sin rodeos.

-Yo no voy dando rodeos -Hajime levanto su ceja- ¡¿Qué?!

-El libro por ejemplo.

-¡Eso es injusto!, es un tema sensible.

-Esto es igual que la otra vez.

-¿Qué otra vez?

-En la fiesta.

-Ah, esa vez. ¿Qué tiene que ver? -sin comprender a lo que se refería-

-Te importaba más que iban a decir los otros más que te hicieran daño. -dijo severo-

-Ah eso, -bufo molesto-  trato de mantener las cosas a flote.

-Eres un idiota al fingir de esa forma.

-¡Hey!

-Bien, quizás ahora comprendo lo que querías decir esa noche.

-¿Qué?

-Cuando dijiste que el cielo era hermoso.

Oikawa volteo evidentemente sorprendido ¿Aun recordaba eso?. Quizás si estaba subestimando a Iwazumi, que claramente era un guarda espalda de elite que incluso recordaba los pequeños detalles. Pero le sorprendía que a pesar de todo el azabache se estaba tomando las molestias sin importar su personalidad dura e inquebrantable de entender al músico. No recordaba algo parecido con otro guarda espalda u otra persona.

-¿Por eso dijiste que era vergonzoso?¿por qué pensaste que me iba a burlar de ti al saber que te gustan esas cosas?

-Te burlaste de igual forma.

-Eres la clase de persona que me saca de quicio y no tolero fácilmente. Me voy a burlar de ti de cualquier modo -confeso abiertamente-

-Entonces deberías renunciar.

-No lo hare tan fácil para ti.

-¿A no? -dijo suspicaz-

-No, porque ya decidí que mi tiempo límite serian aquí dos meses.

-¿Quieres pasar la marca?

-Sí.

-No será fácil.

-Jamás pensé que iba a serlo.

-Bien, espero que soportes los dos meses Iwa-chan. -dijo acelerando nuevamente- O que simplemente te vayas un día de estos ¿Quién sabe?

-Quien sabe.

Fue lo último que dijeron  mientras el auto manejado por el músico iba a toda velocidad en dirección a su departamento antes de ir la fiesta. Y en el silencio apareció Misread de Kings of Convenience en la radio acompañando el frio panorama de la mutua incomprensión.

 

En la cafetería del centro...

 

Mientras Oikawa se encargaba del regalo; Daichi, Tobio y Yaku de arreglar el departamento; Matsukawa y Hanamaki de los bebestibles, Bokuto de distraer al cumpleañero. Su labor en aquel día consistía básicamente conseguir el pastel de cumpleaños.

Necesitaba un asistente de forma urgente medito Kei, pero luego de despedir al último que era un completo desastre no había tenido el tiempo suficiente para encontrar el reemplazo adecuado.  Un asistente habría solucionado el problema del pastel .

Suspiro por enésima vez resignado a su suerte. No sabía exactamente como había llegado a parar nuevamente a ese lugar, pero no había más remedio que hacer las cosas en el menor tiempo posible, tomar el pastel y largarse de ahí.

La campañilla sonó ruidosa gritando que un nuevo intruso había llegado al lugar (a ojos de Kei), pero una pequeña cuota de alivio recorrió su cuerpo cuando nadie volteo a verlo. Odiaba ser el centro de atención. Se acerco al mostrador donde desfilaban hermosas las tartas y pasteles con detalles cuidadosamente acabados.

-Buenas tardes ¿necesita ayuda? -dijo un hombre con cabello castaño tras el mostrador-

-Sí,  quiero ese pastel de fresas -indicando tras el cristal-

-Está bien, en total son mil seiscientos yenes. Pague en caja y tendré listo su paquete. -dijo el hombre entregando un ticket al rubio-

Tsukishima se dirigió a la caja y tal como el hombre de cabello castaño y barba le había indicado, pago el valor total. Cuando su deuda quedo saldada su paquete aun no estaba listo y comenzó a recorrer el lugar con la mirada. Era un sitio agradable debía admitirlo. Se dio cuenta que el chico de la cabellos plateados estaba nuevamente atendiendo una mesa, pero en ninguna parte había señal del pecoso. Quizás era su día libre.

-¿Ya lo atendieron? -dijo una voz llamándolo su atención-

-Sí, espero que me entreguen el paquete. -dijo al chico de cabellos plateados ahora con su usual sonrisa-

-Revisare si esta todo en orden.

-Gracias.

Vio como el camarero se dirigía a lo que supuso era la cocina y no tardo en regresar con el paquete.

-Aquí esta su pedido. Un pastel de fresas ¿cierto?-corroboro-

-Sí.

-Muy bien.

En ese instante de la cocina salió apresurado el hombre que lo había atendido con anterioridad.

-¡Suga! ¿tu sacaste el paquete? -dijo el hombre con pánico-

-Sí Asahi -rodando los ojos-, aquí esta.

-Lo siento, pero luego de envolverlo vi que era tiempo de sacar los croissants y Tadashi no estaba para sacarlos -dijo apesadumbrado-

-Está bien, ya no importa -dijo el de cabellos plateados a su compañero- Disculpe las molestias, espere un segundo -dijo esta vez a Kei-

-Bien -recibiendo el paquete-

-Tenga, esto es por las molestias -entregando un sobre de papel marrón- Es un surtido galletas, espero que las disfrute.

-Gracias -dijo algo sorprendido- Adiós.

-¡Adiós! -se despidieron los dos hombres tras del mostrador-

Cuando salió de la cafetería y pastelería se sintió algo extraño, claramente no esperaba que en base a su paciencia se ganaría un paquete de galletas. Pero se extraño de sí mismo al momento de escuchar que el pecoso no estaba, con lo cual había sentido algo de curiosidad. 

No había ningún taxi a la vista y comenzó a caminar al sur, pero luego de avanzar un par de pasos estuvo a punto de tirar el pastel  cuando vio un gran bloque negro obstruyendo el paso sin ninguna contemplación.

-¡Hey! -exclamo instintivo- ten más cuidado.

Cuando pudo enfocar bien la vista noto que el bloque negro eran un gran basurero, que era dirigido por un ser no identificado. Cuando tras del salió Tadashi, Kei no pudo evitar rodar los ojos.

-Eras tú -dijo suspicaz- Ten más cuidado la próxima vez.

-¡Lo siento! -dijo Yamaguchi cuando noto de quien se trataba- ¡yo!¡dios! ¡¿no te hice nada?!

-No, está bien. Solo fíjate por donde andas.

-Sí, yo lo siento en verdad -fijo sus ojos en las manos del rubio- ¿Compraste algo en el café?

-Sí.

-Ya veo. -sonrió levemente-

-Tu compañero me dio un paquete de galletas por hacerme esperar.

-¿No fue mucho o sí?

-No tanto, creo que se iban a quemar unos croissants o algo así.

-¡Oh no! ¡Los croissants! -dijo el pecoso palideciendo- Los olvide completamente, debo ver si están bien -dijo incorporándose rápidamente de la situación-

-Creo que ya los sacaron del horno, o por lo menos eso escuche decir al tipo de barba. -dijo agregando información importante-

-Oh -suspiro hondo- supongo que se hizo el tiempo cuando sacaba la basura. Ya sabes, el camión pasa y si no lejas la basura afuera la tendrás una semana pudriéndose. Bien, no te quito más tiempo y disculpa nuevamente.

-Sí, no hay problema. -resto importancia-

-Es una lástima que justo en el momento que llegaste no estaba, habría sido genial atenderte -dijo sonriendo dulcemente- Espero que te guste el pastel, es uno de los mejores.

-¿Quien los hace?

-Yo -rascándose la nuca algo avergonzado- no es de engreído ni nada, solo que suelen decir que es un buen pastel.

-No tienes de que avergonzarte, si haces algo bien debes estar satisfecho con eso.

-Sí, supongo. -no muy convencido aun-

Pero a lo lejos escucharon un grito que llamaba a Tadashi aparentemente por Asahi y que daba por finalizado el pequeño encuentro.

-Bien, ya debo irme -Adiós-

-Adiós Tsukki -dijo el pecoso que se paralizo al escucharse a sí mismo- D-digo Tsukishima, eso si...

-No me molesta, es más corto que Tsukishima. -dijo inmutable- Adiós.

-Adiós.

Cada uno regreso a sus responsabilidades en aquel segundo. Vivian en mundos apartes, pero de alguna forma esos pequeños encuentros se estaban volviendo algo agradable.

 

En el elevador...

El día había sido tal cual Bokuto lo había planeado. Luego de la practica la pareja de hermanos había tomado sus cosas para seguir con un ajetreado día, en el cual se incluyo: bicicross, trampolines gigantes, canopy y por ultimo una batalla de paintball de la cual salieron  con el noventa y nueve coma nueve por ciento del cuerpo invicto, y donde los encargados del recinto debieron darles el premio de mejor competidores por pintar a todo lo que pareciera vivo y lo que no. Pensaron que el escuadrón de guardias que llegaron a sacarlos por destrucción a la propiedad privada eran competidores más difíciles y experimentados, o por lo menos Bokuto lo pensó así y Kuroo le siguió el juego. Prefería mil veces escapar de las lumas y golpes disparando como si la vida se le fuera en eso, desde las alturas camuflado cual gato en las espesas copas de los arboles junto a su bro.

Cuando vieron que los seis guardias desarmados y pintados al punto de parecer pinturas de Pollock, el dúo bajo desde las alturas  gritando victoria chocando sus pechos y vociferando el clásico "¡Hey, hey, hey!" y el "¡Oya, oya, oya!" . No fueron apresados, ni demandados, solo una aterrorizada chica les entrego las medallas de plástico que lo colocaban en el primer lugar de la tabla de ganadores y les rogo que jamás, jamás en la vida regresaran a ese lugar. Aceptaron de buen modo, de cualquier forma lograron dejar un gran desastre en aquel bosque equipado, con una veintena de tipos marcados, seis guardias fuera de juego y sus nombres en una tabla de ganadores. En otras palabras un par de reyes que habían arrasado en el campo batalla. Lo mejor de todo, es que sus trajes continuaban tan limpios como en un principio.

Satisfechos por la gran variedad de actividades, ahora el dúo imparable se preparaba para salir a alguna fiesta o algo en conmemoración al cumpleaños número veinticuatro del azabache.

-¿No te parece extraño que ninguno de los chicos me haya deseado feliz cumpleaños? -dijo Kuroo escéptico bajando del elevador-

-¿En serio? -dijo aparentando exagerando  sorpresa-

-No tienes que gritar -dijo Kuroo rodando los ojos-

-¡¿Por qué lo dices?!¡solo estoy metiendo las llaves en la cerradura y hablo contigo! -dijo con un tono elevadamente exagerado-

-Bokuto... -rodando los ojos ante lo inminente-

-¡Sorpresa! -exclamaron al interior de la habitación-

Claramente no había sido una sorpresa para el azabache (Bokuto era demasiado predecible para eso), pero agradeció sinceramente el festejo, porque a pesar de saber hace bastante tiempo que el búho tramaba algo tan obvio, no pudo evitar sentirse agradecido. Porque su familia biológica no era la más cuidadosa en lo que cariño respecta, su familia actual era mil veces mejor porque él pudo elegirla.

Con un pastel repleto de velas que indicaban los veinticuatro años acompañaron  la canción de feliz cumpleaños. Todos comenzaron a gritar para que el festejado pidiese sus tres deseos correspondientes, que solo le tomaron unos segundos para luego inspirar con fuerza y extinguir el fuego de las velas quedando toda la habitación a oscuras, pero rápidamente fue iluminada cuando Yaku apretó el interruptor dejando al descubierto el rostro de Kuroo cubierto de crema. Todos rieron sin contemplación y felicitaron al cumpleañero,  aunque claramente no estaba muy feliz por terminar con todo el rostro azucarado junto con algunos mechones de cabello, sabía que debía pagar sus pecados cuando incrustaba cada año el rostro de Bokuto en pastel igualmente.

La música como telón de fondo no tardo en aparecer, mientras los chicos y algunos invitados extra comían y hablaban alegres gracias al espíritu festivo que reinaba el lugar.

Mientras tanto  Kuroo se encontraba en el baño limpiando el desastre que llevaba encima. Se quito la camiseta para no mojarla dejando al descubierto los tatuajes que llevaba en el cuerpo, se lavo cuidadosamente y al secarse con una toalla cercana se vio el rostro reflejado en el espejo, se veía feliz. Durante el día había tenido varías actividades y estaba con sus amigos (que era lo más importante), además había recibido una serie de llamadas y mensajes de texto felicitándolo por un nuevo año más de vida. Algunas de que sus pretendientes no fallaron invitándolo a celebrar, lo que  le producía bastante satisfacción.

Volvió a vibrar el teléfono en su pantalón, esta vez no fue un mensaje muy emotivo ni largo, pero solo dos palabras hicieron la diferencia y conmovieron profundamente a Kuroo.

"Feliz cumpleaños" [21:45 pm-enviado por: Kenma<3]

Observo el sencillo mensaje por unos segundos y estaba claro que para una persona como Kenma decir algo así a un completo extraño no era muy común. Mas sabía que hace unos días habían hablado sobre sus cumpleaños y fue donde descubrió que el rubio había nacido un dieciséis de octubre hace veintitrés años. Aun así no esperaba que lo recordara.

"Gracias <3, pensé que no lo recordarías. Estoy muy feliz c:"

Envió el mensaje, pero sentía que esas pobres palabras no lograban trasmitir la emoción que sentía. Por alguna razón se sentía muy interesado en Kenma, quizás su instinto curioso gatuno le empujaban a descubrir más acerca del chico taciturno de ojos hermosos. Y aunque se sintiera culpable por no revelar su identidad al chico, creía que de esta forma podrían ser las cosas más sencillas y naturales a la hora de comunicarse con el rubio.

"No es nada, solo lo recordé. ¿Cómo va todo?" [21:48 pm-enviado por: Kenma<3]

"Con mi bro hicimos varias cosas locas y ahora estoy en el departamento con unos amigos. Ha sido un buen día. ¿Cómo ha sido el tuyo?"

"Eso está bien, me alegro por ti. Nada nuevo, lo de siempre"[21:50 pm-enviado por: Kenma<3]

"¿Eso significa que tu trabajo fue tan horrible como siempre, la universidad es aburrida, debes entrenar con tu amigo y la comida no ha sido muy buena?"

"Sí. Todo igual que siempre, aunque Shoyo es impredecible y las cosas son más divertidas con él. Además hoy Akaashi cocino para nosotros y la comida sabía bien"[21:51 pm-enviado por: Kenma<3]

-¡Hey Kuroo!¡¿Estás bien?!¡Llevas mucho tiempo ahí adentro! -escucho la voz de Bokuto gritar y golpear la puerta- ¡¿Te duele el estomago?!

-¡No!¡La crema tomo más tiempo en salir de mi cabello! -contesto-

-¡Ja! -se burlo el búho-  ¡Apresúrate!

-¡Ya lo sé!

"Ya debo irme, siento que sea tan pronto. Mañana hablamos ¿sí?. Quiero que me cuentes más cosas"

"Está bien, diviértete. No sé porque quieres saber más, mi vida es bastante monótona"[21:52 pm-enviado por: Kenma<3]

"No lo es. Porque me gusta conversar contigo. Cuídate, nos leemos<3"

"Como sea. Nos leemos"[21:53 pm-enviado por: Kenma<3]

Cuando leyó el mensaje de despedida no pudo evitar sonreír, salió del cuarto con suficiente energía como para subir una montaña. Cuando volvió a la fiesta se encontró con un panorama alocado como siempre.  

Oikawa peleaba infantilmente con Kageyama. Mientras Mattsun platicaba amenamente con Iwazumi, aunque estos dos no podían evitar mirar de reojo de vez en cuando a Makki y Tooru respectivamente (el nuevo observaba que su protegido no hiciera desastres, en tanto el más alto simplemente buscaba con la mirada a su compañero por mero acto reflejo ante la falta de su compañía). Bokuto luchaba con la encargada de iluminación Yukie para ver quien lograba meter más aceitunas ahuecadas en su boca y Makki llevaba la cuenta como árbitro en la competencia. Daichi miraba con resignación a sus compañeros mientras hablaba con la sonidista Yui (que se notaba a leguas estar interesada en el músico). Yaku y Tsukishima probablemente conversaban de lo idiotas que eran todos en el grupo y compartían sus pobres intentos de mantenerse cuerdos en ese mar de locura. 

La música estridente, las bebidas y los cabellos alborotados de todos relajaban a Kuroo que al momento de ser visto nuevamente por los asistentes en la sala no pudo evitar la ola de bromas respecto a su sistema digestivo y su cabello pegoteado. No le dio mucha importancia y sin mayor expectativa de que algo más pudiese suceder esa noche, se sorprendió cuando frente a sus ojos una gran caja cubierta de papel de regalo era empujada por Bokuto y Tooru.

Al abrir el gran paquete quedo al descubierto un hermoso teclado último modelo.

-¡Para que al fin cambies esa antigüedad! -dijo Tooru-

-¡Hey! !Más respeto con mi anciano teclado! -exclamo Kuroo-

-Eres un tacaño -dijo Daichi-

-¡No soy tacaño! -alego el cumpleañero-

-Solo eres un romántico -dijo Yui-

-¡Ah!¡Cuanta ternura! -se burlo Tsukishima-

-Soy un incomprendido  -dijo resignado-. De cualquier modo, gracias por todo chicos. Este ha sido uno de mis mejores cumpleaños.

-¡Bro! -dijo Bokuto tirándose sobre Kuroo-

-¡No me hagas llorar! -dijo Makki tapándose el rostro con el antebrazo-

-¡Mi corazón no soporta tantas emociones Tetsu! -dijo Toruu apoyándose en el hombro de Makki simulando llanto-

-Son unos malditos idiotas insensibles -dijo con mirada asesina Kuroo-  ¡Bro pesas!

-¡Quiero pastel! -grito Bokuto incorporándose-

-¡Sí! -gritaron en apoyando la moción-

-¡Quiero cerveza! -grito Bokuto nuevamente con los brazos arriba-

-¡Sí!

El caos comenzó a reinar el lugar y "Alright" de Supergrass era una compañía perfecta para la espuma, el pastel y el alcohol. Luego de un rato la mayoría saltaba y bailaba sin vergüenza ni pudor, llegaron más invitados y la fiesta sonaba en todo el edificio generando más de un vecino molesto, pero a nadie le importaba porque eran jóvenes y estaban juntos como amigos (a pesar de todo Daichi anteriormente ya se había tomado las molestias de informar a la administración del edificio por la fiesta, con tal de no ser expulsados por la mañana).

Así continuo la noche en el departamento de los hermanos hasta altas horas de la madrugada, cuando el sol volvía a ocupar su sitio y la luna quedaba en segundo plano dejando al descubierto los cuerpos tirados por todas partes, pedazos de pizza pegados en los cristales y sin ninguna explicación lógica un zapato y los pantalones de Bokuto atorados en el techo. Una fiesta digna para contar y con una jaqueca al despertar impagable.  

Notas finales:

Bueno, espero que le guste el capitulo.

 

Nos leemos c:


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