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The V Kings por Mal-Dita

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Notas del capitulo:

Hola!!!!!!!

Lo siento!! pero ayer no pude subir...nuevamente los trabajos me atacaban y el cansancio me gano >-<!!!

Pero aquí estoy y les traído un nuevo capítulo.

Gracias por los hermosos comentarios que me dejan y a tod@s los que leen el fic

Ya llevo más de 100 páginas en el word O.O, es bastante diría yo <.<

Playlist song n°8:   Here comes the sun - The Beatles

 

Sábado 9:00 am...

El día había llegado finalmente acompañado de un sol radiante que iluminaba la ciudad como no lo hacía hace bastante tiempo  y no podía evitar sentirse nervioso, por lo que comenzó a interiorizar un mantra para relajarse un poco.

"Solo son niños y su guapo profesor, solo son niños y su hermoso profesor, solo son niños y wow él"

El mantra fue interrumpido justo cuando en la esquina vio girar a Suga, quien aun no caía en cuenta que era observado por su nuevo ayudante.

"¡Dios!¡Vamos Daichi no puedes estar actuando así! Mantente cool, tu puedes. Actúa con naturalidad..."

Cuando a pocos metros el profesor se percato de la presencia de Daichi no pudo evitar que su rostro delatara el asombro ante aquella aparición. Se acerco a paso rápido hasta el azabache que se sentía alegre ante la aparición.

-Hola -dijo Daichi- Pareces algo sorprendido.

-Hola, si bueno. Es que no pensé que de verdad fueses a venir. -pero al dar cuenta de sus palabras quiso retractarse- ¡No es que no confié en ti!, es solo que pensé que el otro día solo lo decías por cortesía y no quería ilusionarme. -rascándose la nuca algo avergonzado-

-Claro que te entiendo, supongo que el único raro aquí soy yo.

-Quizás un poco -se burlo el profesor sorprendiendo a Daichi-, pero solo por ser tan genial. ¿Entramos?

Daichi asintió sonriente y siguió a Suga al interior del establecimiento. El músico se sentía un extranjero en aquel lugar, ya que desde hace años no pisaba una escuela primaria ni por asomo. Vio como algunos niños saludaban al profesor al pasar sin que le prestaran atención y comprendió lo querido que era en aquel lugar.

Llegaron al segundo piso del edificio algo maltrecho por los años y con algunas trizaduras en las paredes probablemente causadas por algún movimiento sísmico.

-Bien los chicos llegan en cuarenta y cinco minutos más, quise que nos juntáramos antes para enseñarte más o menos lo que vamos a hacer.

-Está bien -sentándose frente al escritorio de Suga-

Pero en ese momento la puerta corredera se abrió sin ningún preámbulo dejando al descubierto a la mujer de la vez pasada.

El corazón de Daichi se acelero un poco, pero recordó las palabras de la niña al decir que ella no era novia del profesor y se tranquilizo nuevamente.

-¡Oh!¡Shimizu!, llegas justo a tiempo -dijo Suga levantándose de su silla- Bueno, ustedes ya se conocieron el otro día.

-Sí, mucho gusto -dijo Kiyoko con una pequeña reverencia- Soy Kiyoko Shimizu.

-El gusto es mío -dijo Daichi levantándose frente a la chica-

-Tranquilo, ella sabe quién eres, ¿cierto Shimizu?

-Sí -dijo sin cambiar la expresión- Haces un buen trabajo con tu banda.

-Oh -se sorprendió Daichi- muchas gracias.

-¡Bien!, ahora que nos conocemos mejor debemos comenzar.

-Traje las partituras -dijo las chica dejando una carpeta sobre el escritorio-

-Gracias -asintió a la chica para luego dirigirse a Daichi- Shimizu es profesora de Literatura japonesa moderna, pero nos conocemos desde hace un buen tiempo y me ayuda con los chicos. Es una excelente soprano.

-Oh, ya veo.  

Suga saco los papeles de la carpeta y los examino por un segundo, para luego dar su aprobación y agradecer a la chica que en ese momento se despidió dejando a los dos hombres solos. Luego le entrego uno de los papeles a Daichi para que este viera de que canción se trataba, pero cuando el azabache leyó el titulo de la banda y la canción no lo podía creer.

-¿En serio van a cantar esto? -pregunto sorprendido-

-¡Claro!, los niños lo eligieron.

-Wow, no pensé que cantaran algo de este tipo.

-Sí pensabas que íbamos a cantar música clásica estas muy equivocado -dijo bromeando- Además System of fall out es un grupo bastante enérgico y eso emociona a los niños.

-Toxicity -leyendo el titulo de la canción- creo que le va bien a esta ciudad ¿no crees?

-Sí, expresa muchas cosas la letra de esta canción y ayuda a los niños a reflexionar de su entorno. De hecho cada niño y niña eligió una canción con algún motivo en especifico y luego lo expuso.

-¿Y cómo eligen una canción antes de otra, si todos quieren que salga la suya?

-Por azar. Veras -sacando una caja de su escritorio- aquí guardo todas las canciones que eligieron los niños; ellos lo anotaron en un papel que permanece doblado y cada semana sacamos dos opciones para que elijan la que prefieren más.

-¿Y qué hacen con las que pierden?

-Esas regresan a la caja. Cuando una canción sale elegida las vamos separando, para que las otras tengan oportunidad de salir.

-Es muy interesante ¿sabes?. Cuando yo iba a clases de canto en primaria era una tortura, mi profesora era una mujer pequeña y menuda, pero con unas enormes gafas cuadradas que solo de daba un aspecto más aterrador con su seño siempre fruncido como diciendo "Estas mal, cantas horrible ¡horrible! y jamás saldrás de aquí pequeño gusano inmundo e ingrato"-imitando una voz chillona femenina-. Lo peor es que nos hacia cantar el "Ave María" todas las semanas, y cada vez que nos tocaban clases con ella yo solo pensaba en tirarme por la ventana y no escuchar nuevamente esa canción o verla a ella.

-Jajajajaja -rio Suga ante la pequeña historia-

-Hey, fue un momento traumático en mi vida, -dijo riendo también-  y ahora heme aquí nuevamente en una clase de canto, pero esta vez como ayudante. Me hubiese encantado tener un profesor como tú.

-¿Ah sí? yo no estaría tan seguro. -dijo un una sonrisa burlesca- La próxima semana el "Ave María" abrirá la clase.

-¡Eres un demonio!

-Jajajaja, si soy horrible y usare gafas cuadradas que espanten a los niños con mi seño fruncido. -frunciendo el entrecejo-

-Jajajaja, creo que jamás podre escapar de este castigo divino.

-Bien, por lo menos aquí podrás dejar de lado tu pasado oscuro e iluminarlo con rock y metal.

-Sí mi profesora supiera se revolcaría en su tumba.

-¿Murió? -pregunto sorprendido-

-No, creo que no. Pero a veces pienso en ella como en un fantasma que me asecha por las noches y me canta "Ventris tuae, jesus. Ave maria". -cantando agudo-

-Jajajajaja.  Schubert se está revolcando en su tumba, ya logro imaginar cuando salga Slipknot.

-Bromeas ¿cierto?

-Claro que no -dijo divertido- De hecho esa fue la otra banda que compitió, pero por dos votos perdió.

-Ese niño debe estar algo molesto.

-No era un niño.  -dijo un poco más serio- Y no, no estaba muy feliz.

-Oh, qué mal.

-Mejor te enseño, ya nos queda poco tiempo antes que comiencen a entrar. -alarmado por la hora-

-Sí señor.

 

 

En la entrada del taller mecánico...

 

A veces Tobio no se sentía como el tipo más afortunado del mundo. Solo aquella mañana tuvo más de cinco eventos desafortunados que lo hacían creer el destino era un desgraciado que se divertía a su costa.

Todo inicio cuando se despertó gracias al sol que entro abrazador a su habitación sin que el despertador sonara, y cuando vio la hora se espanto por lo tarde que era. Se metió a la ducha vociferando aun por la inútil alarma que no había funcionado, pero cuando se iba a enjuagar el cabello el agua caliente había desaparecido y en un intento por llamar a consejería para que solucionaran el problema resbalo y cayo desnudo de trasero al frio suelo. Termino lavándose con agua fría y al alistarse se dio cuenta que la junta de las nueve había cambiado a las dos de la tarde.

Furioso no llega a describir como se sentía en ese momento por lo que decidió ir al a la piscina a relajarse un rato, pero de camino al recinto deportivo el Ford se paro sin ninguna explicación. Golpeo con sus puños el manubrio y luego grito tan alto como su garganta lo permitió dejando choqueado a un niño que iba en el asiento trasero del auto contiguo, que al momento de hacer contacto visual se espanto con el rostro enfurecido del músico y se puso a llorar.

Para cuando Tobio se hubo calmado llamo al servicio de remolque para que lo llevaran al taller mecánico.

Ahora estaba entre hojalatas y aceite, pero su rostro no lograba captar todo el desconcierto, enojo y sorpresa cuando uno de los encargados llamo a su compañero para que lo ayudase. Lamentablemente ese compañero termino ser el tipo de cabellos anaranjados llamado Hinata.

Maldito destino  pensó Kageyama, es un maldito hipócrita. De todos los lugares del mundo y venir a caer al mismo taller donde trabaja el enano.

Y si para Tobio la cosa no era color de rosa, para Shoyo parecía que su hermoso día soleado había sido derretido por un espíritu maligno con rostro asesino que había vuelto gris todo el lugar.

-Esto...¿se conocen? -pregunto el encargado de turno-

-Yo no diría eso -dijo Tobio-

-¡Para nada!¡¿yo? ¿ conocer a este tipo molesto y orgulloso antes?!¡jamás! -exclamo Shoyo con horror-

-¡Pues yo tampoco conocería alguien tan idiota y estresante como tú!

-Chicos...-trato de intervenir el encargado-

-¡¿A sí?!¡¿por qué una persona tan egocéntrica como tu podría soportar a otro ser humano?!

-Chicos...

-¡Un enano metiche que solo sabe aparecer cuando nadie lo quiere!

-¡Chicos! -grito el encargado finalmente-

-¡¿Qué?! -dijeron los dos a la vez enojados-

-Bueno, a mi me parece que si se conocen.

-¡Dije que no! -nuevamente al unisonó-

-Bien, ya es suficiente. -con aire conciliador- Tenemos trabajo que hacer Shoyo y me acompañaras a ver qué sucede con su auto.

-¡Pero Noya! -alego el de cabellos anaranjados-

-¡Hey! ¿Viste el modelo ? ¡Es un Ford Mustang GT del año! -dijo con suma emoción-

-¡¿Qué?!¡Wow!

-¿Y bien?¿vas?

-¡Claro!

La vivaz dupla se dirigió al auto de Kageyama, quien miraba atento al de cabellos anaranjados que llevaba el rostro cubierto de grasa al igual que las manos. Cuando vio el auto tras la grúa no pudo evitar un grito de asombro ante el modelo del músico y comenzó a observar la máquina de todos los ángulos posibles. Luego sin previo aviso se giro enérgico  y observo de forma retadora con una sonrisa en los labios, lo cual desconcertó Tobio.

El de cabellos anaranjados  se aparto del vehículo e intercambio una serie de palabras con su compañero, para luego ir al lado del azabache.

-Tu auto es asombroso, es la quinta vez que puedo reparar un mustang  y esta ¡gyau! ¿Cómo puedes ser tan idiota como para estropear una joya como esa?

-¿Quieres una pelea o qué? -dijo despidiendo un aura asesina-

-Wow, wow espera -dijo tratando de calmar al músico- tengo un trato.

-¿Por qué querría hacer un trato contigo?

-¡Vamos! esto te conviene. -Tobio levanto su ceja en señal de escepticismo-  si yo pierdo reparare gratis tu auto.

-¿De qué se trata? -estaban hablando en términos más amigables-

-Un partido.

-¿Qué?

-Un partido, tu y yo en un partido de voleibol.

-¿Qué pasa si hipotéticamente ganas?

-Me ayudas a entrenar.

-...-parpadeo rápido tratando de comprender lo que sucedía- ¿Qué?

-Tus saques son ¡waa! y ¡puaj!.  Y Kenma no quiere entrenar horas extras conmigo, Akaashi tiene exámenes difíciles,  Lev tiene que trabajar horas extras, Tadashi y Suga tienen más trabajo que nunca en el café y aunque Noya sea el mejor libero del mundo no hace remates tan buenos como los tuyos. 

-¡Shoyo!

-Tanaka-san -dijo sorprendido-

-¡Ryu! -grito Noya-

-¡¿Acaso este chico lindo quiere molestarte?! -dijo Tanaka con cara amenazadora a Tobio-

-¡Ryu no! -dijo Noya tratando de frenar a su amigo-  es el cliente  -le susurro al oído-

-¿Qué? -dijo pálido-

-Es el dueño del Mustang -indicando el vehículo-

-Esto...¡Buenos días! ¿Nuestro empleado no está molestándolo señor?

-¡Vamos a competir! -dijo Shoyo-

-¡¿Competir?! -dijeron los dos compañeros-

-Acepto -dijo finalmente Tobio- Sí tu pierdes reparas gratis mi auto.

-¡¿Qué?! -dijo con horror Tanaka-

-¡Esa es la actitud Shoyo! -dijo Noya alentando a su compañero-

-Shoyo ¿estás loco o qué? -pregunto Tanaka apartando un poco al de cabellos anaranjados para hablarle de forma más privada- si pierdes, la reaparición te costara mínimo tres o cuatro meses de salario.

-No voy a perder -dijo con toda la seguridad del mundo-

Tanto el músico como el mecánico se miraron de forma retadora mostrando su seguridad ante la victoria; se podía ver en sus ojos la emoción de la batalla contra un contrincante digno y eso emocionaba a ambos aunque no lo admitiesen. No buscaban ganar simplemente, sino que sus orgullos se mantuvieran intactos demostrando al otro su superioridad.

-Bien, aquí están mis llaves -dijo Tobio entregando las llaves del auto a Hinata-

-Bien. Sera un cuatro contra cuatro ¿De acuerdo?

-Sí.

-El sábado.

-Es mucho tiempo, necesito mi auto.

-Tu auto estará listo antes, pero yo solo puedo jugar el sábado.

-Bien, recogeré mi auto antes del partido.

-Bien.

-Bien.

Ambos se voltearon de forma contraria y mientras Tobio se dirigía a la salida, Shoyo se disponía a regresar con su trabajo.

 

En el salón de clases...

Los chicos habían llegado al salón y ahora estaban dispuestos todos en circulo expectantes ante el extraño junto a su profesor. Los pequeños rostros escépticos ante lo que los deparaba aquel músico no entregaban ninguna señal de aprobación, poniendo algo nervioso a Daichi.

-Chicos, como bien les dije el día miércoles hoy se integrara a nosotros un nuevo profesor durante los días sábados y espero que lo traten con respeto tal como lo hacen conmigo. Además pueden aprender mucho de él si se lo proponen. -paro ante una mano en alto- ¿Qué deseas decir Akane?

-¿No debería cantar una canción?

-Bueno, no debemos presionarlo si no quiere -trato de intervenir Suga-

-No hay problema -dijo Daichi-

Era claro que era una prueba pensada para que el azabache expusiera sus dotes musicales y si no pasaba aquella prueba los niños no confiarían en él. Decidió que la mejor forma de hacerlo era con la misma canción que los niños habían escogido.

Tomo una guitarra acústica cercana y comenzó a tocar los acordes de la canción Toxicity. Los niños no cabían de la impresión a ver los dedos rápidos del músico, pero cuando comenzó a cantar dejo a todos boquiabiertos, incluyendo a Suga (que más que impresión sentía admiración y orgullo al mostrarle a los niños que aquel hombre era increíble).

Al finalizar se escucho un profundo silencio de respeto mezclado con consternación.

-Bueno, supongo que con guitarra eléctrica sonaría mejor. -dijo el azabache tratando de liberar la tensión del ambiente- Es una buena canción, a mí también me gusta y la aprendí hace un tiempo atrás, pero bueno jamás igual que la banda original.

-¡¿Qué dices?! ¡Eso fue increíble! -dijo un niño-

-¡Enséñanos a tocar esa canción! -grito otro-

-¡Sí! -gritaron en coro el grupo completo-

Todos los niños se abalanzaron sobre Daichi que no sabía cómo controlar tanta emoción, mientras Suga se reía al ver tan agobiado al músico.

La clase siguió increíblemente rápido para todos, ya que cuando el reloj marco las doce con treinta nadie se quería ir, es que el coro sonaba increíble y todos (incluyendo los más tímidos) querían que Suga y Daichi los aprobaran y felicitaran. Pero lamentablemente cuando todo acabo los niños exigieron que la siguiente semana Daichi no podía faltar. Se despidieron y dejaron a los profesores nuevamente solos.

-Es increíble, gracias a ti esta ha sido una de las mejores clases que hemos tenido. Los niños jamás se dan tan fácil con un adulto, aunque no lo parezca. Por lo general suelen ignorar lo que se les enseña o insultan las clases. -dijo Suga arreglando las sillas-

-Creo que te aprecian bastante, confían mucho en ti.

-¿En verdad lo crees?

-¡Claro!, es solo cosa de ver cuando te hacen preguntas y buscan tu aprobación.

-Jeje, bueno no fue siempre así ¿sabes?. Este es mi primer año como profesor y esta es mi primera escuela, y la verdad es que este no es un sitio muy popular entre los profesores, porque los niños no se comportan "muy bien" que digamos. No respetan mucho las reglas o simplemente ignoran las ordenes. Cuando tuve mi primera clase recibí más de un avión de papel en la cabeza y la clase era un desastre, nadie escuchaba. En verdad me sentí agobiado, pensé que esto no era lo mío por un segundo.

-¿Y qué hiciste?

-Cante. -declaro encogiéndose de hombros-

-¿Como lo hice yo hoy?

-Sí, les pedí una oportunidad para que pudieran escuchar lo que podía hacer. Supongo que funciono -sonrió avergonzado- Akane te ayudo hoy.

-¿A sí?

-Sí, porque te dio la oportunidad de que los chicos te aceptaran.

-Ya veo -medito por un segundo- ¿Pero no se supone que los niños saben que soy famoso o algo así?, a lo que me refiero es que si saben que estoy en una banda sabrían que puedo cantar ¿no?

-Claro que saben que eres famoso -dijo con una amplia sonrisa- pero a diferencia de otros niños, ellos no se dejan sorprender tan fácilmente por otros. Estos niños son muy exceptivos porque han sufrido mucho y no quieren que alguien venga y les diga que decir o hacer sin aprobarlo antes. Probablemente si esta fuese una escuela de niños promedio no marginados, todos se te habrían tirado encima desde el primer segundo.

-Oh, bueno ahora que lo pones de esa manera puedo entenderlo. Son buenos chicos y algunos podían llegar al tono fácilmente. Estoy feliz de haber venido -reconoció- gracias por aceptarme.

-¡Vamos! no seas tonto, quien debe estar agradecido y enormemente feliz aquí soy yo.

-No es para tanto.

-¡Claro que sí! ¿No te das cuenta? -increpando a Daichi- Eres una estrella, famoso de aquí a la Patagonia, eres multiintrumentista y acabas de terminar un tour ¿Y eres tu quien me agradece?. Eres increíble.

-Hey, no es para tanto -Suga levanto su ceja exceptico- de verdad ese día que nos vimos en el parque estaba, ya sabes -tratando de buscar las palabras- algo desanimado. Creo que la fama caótica no es para mí, quizás Oikawa, Kuroo y Bokuto lo llevan mejor, pero yo me siento agobiado por la atención y esas cosas. Quiero una vida privada sin cámaras ni paparazis -Suga lo miraba preocupado- No digo que no me guste tocar en el escenario, eso es impagable y no lo cambiaria, pero también quiero una vida más normal y tranquila, donde las cosas simples las pueda apreciar. Y cuando los escuche esa tarde, fue, fue algo -sin encontrar la palabra- mágico.

Estaban sentados frente al escritorio del profesor y ambos se apoyaban sobre el mueble. Sus manos estaban muy cerca al punto de tocarse, pero ninguno se atrevía al primer movimiento.

Daichi trataba de hurgar en la mirada de Suga algún atisbo de aprobación, sentía las emociones a flor de piel y su corazón latía a mil por hora. Conversar con el profesor era un deleite para su cerebro, sus oídos y sus ojos que contemplaban las hermosas facciones  del chico de cabellos plateados. Sabía que esos cabellos y esa voz eran conocidas. Se sintió como en un cuento de hadas, donde él sería el rey y Suga la hermosa criatura del bosque escurridiza que tenía mucho que enseñarle de la vida y sus misterios.

-¡Vamos!¡No te deprimas así! -dando una palmada en el hombro de Daichi-  

-¡Hey! -dijo sorprendido por el golpe- tienen un buen derechazo.

-Jajaja, lo siento pero te veías demasiado retraído. ¿Ahora que debes hacer?

-Bueno se supone que a las dos hay una reunión con Activisión para ver como quedo el juego.

-¿Que juego?

-Guitarhero.

-¡Wow! ¿Van a tener su propio videojuego?

-Sí, es algo raro verte en animación.

-¿Y cuando lo lanzan?

-Supongo que en un par de semanas más ya estará a la venta.

-Es impresionante.

-¿Y tú?

-¿Yo?

-Sí ¿Qué haces ahora?

-Tengo turno en la tarde.

-¿Trabajas en otro sitio?

-Sí, en una cafetería del centro. ¿No creerás que con el sueldo de un día de clases alcanza para vivir, o si?

-No, no para nada. -se excuso- De hecho me había preguntado como lo hacías, es bastante agotador.

-Bueno, si haces lo que te gusta por muy cansador que sea vale la pena ¿no crees?

-Sí, tienes razón.

-Bien, creo que ya es hora de irnos.

Ambos se levantaron de sus asientos, pero en un movimiento en falso por parte de Daichi no se percato de una botella de agua abierta  que golpeo y el liquido cayó al piso.

-Oh, lo siento mucho.

-No te preocupes estas cosas siempre pasan. -dijo Suga buscando pañuelos desechables en su bolso para secar el piso-

Pero cuando Daichi trataba de alcanzar la botella que había caído no se percato del piso húmedo y resbalo sin poder evitarlo. Cerró los ojos al momento de ver la caída inminente y el piso duro bajo su cuerpo. Pero inesperadamente no hubo piso duro ni una fuerte caída y al abrir los ojos se dio cuenta del porque. Suga lo sostenía pocos centímetros antes de caer al piso, aferrando la cabeza del azabache y la cintura de este para evitar el golpe. No supieron con exactitud cuánto tiempo estuvieron en esa posición, porque era como si el tiempo se hubiese paralizado entre ellos mientras fijaban la mirada sobre el otro.

-Eeeh ¿interrumpo? -dijo una voz desde el marco de la puerta-

-¡¿Qué?! -exclamaron los dos al volver a la realidad-

-No, no -dijo Suga ayudando a incorporar a Daichi- solo un pequeño accidente ¿olvidaste algo?

Akane que miraba suspicaz la escena desde la entrada al salón, suspiro hondo antes de hablar.

-Kiyoko-san dijo que se iba primero y que por favor no olvidara el libro de registros.

-S-sí -articulo el profesor- bien ya debo irme también ¿salgamos? -dijo a modo de pregunta a Daichi que aun se mantenía algo avergonzado-

-S-sí, em hay que limpiar el piso.

-Sí.

Limpiaron el piso rápidamente en silencio y recogieron la botella bajo la atenta mirada de la niña. Cuando terminaron todo, los tres salieron del salón y se dividieron. Por su parte Suga se despidió de Daichi y Akane deseándoles un buen regreso a casa.

-Fue una buena clase-dijo Akane- dejaste impresionados a todos.

-Sí, eso creo. Me gusta esa banda también, así que creo que eso lo hizo más fácil.

-Sí, a mi también. Aunque yo quería Slipknop. -haciendo un puchero-

-¿Tú eras la que propuso la otra banda? -pregunto sorprendido-

-Sí ¿Que tiene? -pregunto retadora-

-Nada -dijo sonriendo- supongo que era de esperar. Espero que a tus compañeros no les desagrade mi presencia.

-A los chicos les caes bien

-Eso es bueno  ¿y a ti?.

-También, pero eres un poco lento para ser tan famoso.

-¿Ah?¿Que quiere decir eso?

-Aun no besas a Suga sempai ¿cierto?, eres un lento.

-...-Daichi paro de caminar por la impresión-

-¡Vamos! se te nota en la cara, cuando los vi tan cerca pensé que se estaban besando, pero solo se estaban mirando ¡perdiste una oportunidad valiosa!.

-¿No eres muy pequeña para hacer esa clase de comentarios?

-En realidad no lo creo

A Daichi no le quedo más que suspirar con resignación, ahora tenía una chaperona de nueve años y se sentía patético por eso. Se despidió de la niña en la entrada y ambos tomaron caminos contrarios.

 

A las seis de la tarde en un gran atasco...

Llevaba más de treinta minutos en ese taxi que apenas había avanzado dos cuadras y su paciencia se había agotado ya hace veinticinco minutos. Era una estupidez estar sobre ese vehículo mientras el taximetro avanzaba sin piedad aumentando cada minuto un yen.

Tobio había terminado la reunión con  Activisión donde también habían estado los chicos, los guarda espaldas y el manager, pero al finalizar todos se habían dispersado para continuar con su día. Lástima que su panorama deportivo no podía continuar gracias a ese atasco.

-Es suficiente -dijo arto en voz alta- aquí tiene, prefiero caminar -dijo entregando el dinero suficiente y algo más al conductor-

-¡Señor espere!¡No!

A veces las cosas pueden ser muy inesperadas, así suelen suceder los accidentes.

El chirrido de unas ruedas contra el pavimento hizo voltear a todos en dirección al taxi con la puerta abierta. Ahí se encontraba Tobio de cara a una moto que por cuatro milímetros no lo dejo impactado contra el piso. El corazón del músico no podía más, y sentía como la adrenalina bombeaba todo su cuerpo.

Todo fue cosa de milisegundos, porque al momento en que abrió la puerta del vehículo no se percato que el conductor lo quería prevenir de una moto que pasaba atreves de los autos a toda velocidad. Si no hubiese sido por los reflejos del dueño de la moto, es probable que Tobio no hubiese podido vivir para contarlo.

-¡¿Está bien?! -grito el conductor del taxi-

-S-si -apenas articulando palabra-

-¡¿Como bajas así?! -exclamo el motociclista aun con un casco negro polarizado sobre su cabeza- ¡¿Estás bien?! -bajándose de la moto para revisar el estado del músico- ¿no te hiciste daño?¿estás seguro?

-¡Estoy bien! -exclamo irritado- también es tu culpa conducir así por calles tan atochadas.

-¡Hey!¡¿ya vas a pelear de nuevo?!

-¡¿Que dices con de nuevo?!

-¡Eres un rey orgulloso!

Y eso fue lo último que dijo antes de abrir la ventanilla del casco y quedar al descubierto frente a Tobio que ahora si no cabía del asombro ¿De verdad el destino no tenía nada más que hacer que jugar con él? Nuevamente estaba el tipo de cabellos anaranjados frente suyo con una mezcla de preocupación y enojo.

-Tks, tu de nuevo. Creo que esto no se va a acabar nunca.

-¿Qué?

-Estos encuentro dramáticos.

-Oh, supongo. Lo dices como si fuese mi culpa.

Estaban tan inmersos en su propia situación que no se dieron cuenta el espectáculo que habían creado. Todos los transeúntes y los pasajeros de los vehículos miraban la escena expectantes a cada movimiento de sus protagonistas. Varios grababan, porque en general todos creían que era parte de alguna cámara escondida o publicidad, porque tener a Tobio Kageyama de The V Kings en medio de la ciudad a punto de ser impactado por una moto que por gracia divina no lo mato, solo podía ser cosa del mundo del espectáculo.

-Oi -dijo Hinata al notar que eran observados-

-¿Qué? -dijo aun con la mirada asesina-

-Creo que nos están mirando -dijo asustado-

-¿Qué? -dijo antes de notar el centenar de ojos que miraban atentos- o no.

-Esto es suficiente -dijo Hinata bajando la ventanilla del casco- me tengo que ir ¿Vienes?

-¿Qué?

-Lo que escuchaste ¿Vienes o prefieres que esa gente te persiga?.  Si quieres tengo otro casco -indicando la parte trasera de la moto-

-¿Lo dices en serio? -exceptivo ante la proposición-

-¡Sí! ¿Quieres o no?, esto ya me está dando miedo.

-Tks, dame ese casco.

Se coloco el casco y se subió a la parte trasera de la moto.

-¿Listo? -pregunto Hinata-

-Acelera de una vez.

-Como su majestad ordene.

No tardo ni un segundo para que la moto comenzara a moverse nuevamente, mientras los ojos curiosos seguían la escena hasta que la pareja estuvo lo suficientemente lejos para ya no ser vista y el motor furioso hubiese enmudecido.

 

El sol se estaba poniendo a lo lejos cuando la moto paro frente a un parque lo bastante lejos de los atascos y los ojos curiosos.

-¡Wow!¡Eso fue loco!  -dijo Hinata bajando de la moto-

-Sí -dijo apenas como un susurro ya con el casco fuera- ¿Por qué lo hiciste?

-¿Qué cosa?

-Esto -indicando el casco- ¿Por qué me ayudaste?

-¿Qué tiene de malo?

-No te caigo bien eso es seguro y recuerdas la competencia ¿no? -Kageyama no podía comprender aquel acto altruista-

-Pero estabas en apuros. -lo dijo como si fuese la cosa más obvia del mundo-

-Sí, esto. Gracias -dijo sin mirar a Hinata-, ya me voy.

-¡Hey espera! -jalando la chaqueta de Tobio- esto...

-¿Qué?

-¿Quieres jugar un rato?

-¿Ah?

-Ya sabes, tengo una pelota en mi bolso y la puedo inflar.

-¿Por qué haces esto? Yo no te agrado, tu tampoco a mí y aun así eres gentil. ¿Eres así de idiota siempre?

-¡Hey! ¡si no quieres solo dilo!. Solo trato de ser amable, además...fue divertido jugar contigo la otra noche -dijo desviando la mirada avergonzado por la declaración-

-...-observando atento al de cabellos anaranjados- ¿Dónde está el balón?

El mecánico esbozo una gran sonrisa y se dirigió rápido al bolso que colgaba de un costado de la moto para sacar una pelota y un bombín, mientras la puesta de sol ya casi desaparecía tras la enormidad de los edificios, pero que con sus últimos rayos iluminaba el rostro y la cabellera  Hinata que lo hacían relucir de una forma cautivadora.

Tobio que miraba atento la escena se sorprendió de sus propios pensamientos al encontrar que las facciones del más bajo se veían hermosas y por primera vez agradeció que el sol estuviera en la escena.

-No te parece linda la puesta de sol -pregunto Hinata mirando el horizonte-

-Sí. -dijo como si hubiese sido atrapado-

-¡Bien! -indicando que el balón estaba listo- ¡ten! -lanzando el balón a Tobio-

-¡Sí!

Los arreboles desaparecieron en la oscuridad de la noche que daba paso nuevamente a la luna, y a pesar de haber sido un día inusualmente soleado el frio de noviembre era ya lo suficiente para que en el parque a penas si hubiesen unos pocos transeúntes que al ver la pareja jugando con el balón solo lograban observar unas difusas siluetas a penas iluminadas por un solitario farol.

Estuvieron largo tiempo dando y recibiendo pases sin decir palabra, pero a Tobio lo asalto una duda que no pudo resolver.

-¿Por qué quieres entrenar conmigo? -dijo lanzando el balón-

-¿Ah?

-La competencia.

-Ah, eso. Mmm, veras tus pases son como ¡gyuaaa! y ¡puaah!. Y la otra noche cuando entrenamos tus indicaciones me sirvieron en el entrenamiento del lunes. Así que pensé que si entreno contigo podría corregir más fallas porque quiero ser campeón con mi universidad y Japón.

La convicción había dejado paralizado a Tobio que ya no lanzaba el balón, sino que lo retenía bajo su brazo mientras observaba atento a Hinata

-Tendrás que ganar para entrenar conmigo ¿recuerdas?, sino tendré mi auto gratis.

-Ganare -dijo con absoluta convicción- pagaras tu auto y tendrás que entrenar conmigo.

-Eso lo veremos.

Tobio le lanzo el balón a Hinata a modo de reto demasiado alto y rápido como para que una persona promedio lo hubiese alcanzado, pero para sorpresa del azabache Hinata intercepto el balón justo a tiempo y lo envió de regreso. Para Tobio el auto no era en realidad tan importante como competir con ese extraño sujeto que suponía un verdadero reto.

-Si quieres puedo dejarte de camino  a casa -ofreció Hinata-

-No es necesario, no vivo tan lejos de aquí.

-Hey, deja de ser tan orgulloso -Tobio lo miro con cara de pocos amigos-¡tranquilo!, por el amor de dios deja de poner ese rostro tan aterrador -suplico el as-

-Tks, naci con este rostro y no puedo cambiarlo.

-Pero puedes aprender a sonreír más ¿No crees?

-Ese no es tu problema.

-¡Otra vez con eso! ¡¿Cuándo va a ser el día en que dejes de comportante de forma tan gruñona?!, con ese carácter no es de extrañar que seas el menos popular en la banda.

-¿Que dijiste? -con odio en la mirada-

-Eres el más serio de los cinco -dijo tratando de no huir de terror ante Tobio- y te comportas de forma muy terca y eso asusta a la gente.

-¡Bueno!¡Así soy yo!

-¡No! -dijo ahora indignado- cuando estás en el escenario eres diferente, luces más relajado y cuando cantas es como ¡wuaaaaa!, haces que todos te sigan sin importar lo aterrador que sueles lucir. Es como cuando juegas vóley, jugar es divertido y emocionante. Simplemente no sabes cómo tratar a la gente y expresarte.

-No me conoces.

-Tienes razón te conozco muy poco, pero si algo he aprendido de ti las cuatro veces que nos hemos visto es que no sabes sonreír.

-Sí sonrió.

-Bien, inténtalo ahora.

-Bien.

Tobio no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo, pero recordó la sonrisa de Suga tan dulce y sincera, pero simplemente lo único que logro fue espantar a Hinata que palideció.

-¡¿Eso querías?! ¡¿Dejarme en ridículo?! -dijo molesto- ¡Bien tienes razón!¡¿Contento?!

-En realidad no. -dijo Hinata acercándose a Tobio-

-¿Qué haces? - incomodo por la cercanía del otro-

-Solo, quédate quieto -levantando sus brazos hasta Tobio-

-¡Pero! ¡Sal!

-¡Quédate quieto!

-¡Apártate!

-¡No te muevas!

El forcejeo llevo a la perdida de equilibrio y con la perdida de equilibrio una inminente caída. El par de tontos cayo al césped húmedo .

-¿Querías tirarnos al césped?¿ese era tu plan? -dijo Tobio mientras era aplastado por Hinata que estaba diagonalmente sobre su estomago-

-Adjasdada. -dijo con el rostro en el piso-

-¿Qué?

-¡Adjasdada!

-¡No te entiendo!

-Jajajajajjajajaj -reía mientras se incorporaba-

-¡¿Qué es tan gracioso?!

-¡Rey!¡hubieses visto tu rostro al caer fue tan! jajajajjajajajajja

-¡¿Qué?! ¡Tú también te veías como idiota! con cara de horror -simulando el rostro de Hinata-

-¡Yo no luzco así! -protesto-  ¡Tu lucias así! -alisando su cabello con las manos e imitando el rostro de Tobio- ¡Puajajajajajaj! -se apretó el estomago al recordarlo-

-Y tu así -alborotándose el cabello-

-Jajajaja

-Pff -no pudo contenerse ante la pegadiza risa de Hinata- jajajajaja

Hinata paro de reír del puro asombro, finalmente había logrado que Tobio riera.

-¡¿Ves?!¡Puedes sonreír como el resto de la humanidad sin intimidar a nadie!

-No es para tanto -volviendo al semblante molesto-

-Bien, bien ¿vamos? -estirando su mano para ayudar a levantar a Tobio-

-Tks, pero me dejas conducir a mí. -parándose sin la ayuda de Hinata- Recién casi nos matas.

-¡Hey!¡Se un poco más agradecido!

-Si lo estoy -dijo mirando fijamente a Hinata-

-B-bien -contesto desconcertado-, pero si le haces algo a mi moto tu auto es historia.

-No le voy a hacer nada.

-Bien.

-Bien.

De mala gana Hinata se sentó en el asiento trasero, sabía que estaba siendo muy complaciente pero de cierto modo se sintió un poco culpable por estar a punto de matarlo durante la tarde.

Cuando Kageyame encendió el vehículo sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo debido a una inusitada emoción. Le gustaba la velocidad y estar sobre una moto nuevamente era como una gran bocanada de aire puro. No lo dudo ni un segundo y olvidando su copiloto echo a andar a toda velocidad.

Hinata estaba horrorizado, jamás pensó que el rey tuviese planes de matarlos a ambos y en su miedo no pudo evitar abrazar fuertemente la cintura de Tobio con tal de no salir volando. El azabache salió un poco de su trance al sentir  los brazos de Hinata aferrándose a él, y con esto regreso a la realidad recordando que debía llegar a su departamento. Bajo la velocidad a una más prudente y se puso en marcha a su destino.

-Ya llegamos, ya puedes soltarte.

-¿No estamos muertos?

Hinata no quería soltarse aun por el miedo, pero al abrir los ojos se encontró con que el paisaje era estático y que podía bajarse de la moto. Cuando soltó su agarre el azabache se bajo instantáneamente de la moto sin mirar atrás.

-¡Hey!¡Hey!¡Espera! -dijo Hinata siguiendo a Tobio-

-¡¿Cuál es tu problema?!¡Casi nos matas! -pero no recibió ninguna respuesta- ¡Hey!¡Espera! -esta vez agarro la muñeca del músico-

-¡¿Qué quieres?! -sin voltearse-

-¡Hey!¡¿Cuál es tu maldito problema?!¡Primero dices que no quieres que yo te mate y luego vas y casi nos matas a los dos! -en ese momento Tobio volvió el rostro- ¡Qué...! ¿Estás llorando? -dijo suavizando la voz-

-No es tu problema, suéltame -dijo liberándose del agarre-

-¡No! -volviendo a tomar la muñeca de Tobio con más firmeza-

-¡Dije que me soltaras!

-¿Qué te sucede?

-No es tu problema.

-Sí lo es.

-No.

-Lo que sea que te allá pasado sucedió en mi moto, así que si es mi problema.

-No es algo que te incumba.

-No me vas a decir ¿cierto?

-...-no recibió respuesta-

-Bien -soltando a Tobio- yo me tengo que ir.

-Sí.

-Sí, bien...yo...yo me divertí hoy así que espero que no olvides el partido.

-No.

-Adiós.

-Adiós -sin voltear se encamino a la entrada del departamento-

Hinata vio como la silueta del músico se perdía en la gran entrada del edificio, y sintió que eran parte de mundos total y completamente opuestos. No lograba comprenderlo bien y tenía el peor carácter que haya conocido, pero no era mala persona, simplemente no sabía cómo demostrar sus emociones (excepto la ira).

Se coloco nuevamente su casco y amarro al asiento trasero el que hasta hace poco utilizaba Kageyama. Se sentó y se dirigió a su hogar.

 

Tobio se sentía como un idiota ¿Como podía llorar así de fácil?,  lo peor era que había sido visto por el enano. Se tiro a su sofá y como mera costumbre reviso su teléfono.

-"¿Qué demonios hice ahora?" -pensó al ver las cincuenta llamadas perdidas, más veinte mensajes de textos y treinta de voz por parte de Tsukishima y Daichi.

Reviso el primer mensaje de voz de Tsukishima:

"¿Donde te metiste? hay un video en internet y tu sales en él"

-"Oh, no. Mierda"- pensó Tobio ahora horrorizado-

"¡¿Estás bien?! Tsukishima me dijo lo del video ¿Qué es eso?¿Fue real o es algo que planeaste? ¡Llámame cuando escuches esto!": Daichi

"Tobio es la novena vez que te llamo, por favor contesta": Daichi

"Maldito idiota ¿aun estas vivo? Responde el estúpido teléfono": Tsukishima.

"Tobio por el amor de Dios, responde" : Daichi

"Si no estás muerto, yo te voy a matar. Daichi y los otros me tienen arto y ahora la productora me va a enloquecer con llamados para saber si eso es parte de la publicidad o solo una de tus estupideces": Tsukishima

 

Maldijo todo para sus adentros y solo envió dos palabras remitidas a Tsukishima y Daichi.

"Estoy bien"

No tardo ni dos segundos para que el teléfono volviera a vibrar y en la pantalla se veía el nombre de Daichi.

-¡¿Estás bien?!¡Al fin contestas!

-Sí.

-¡¿Qué fue lo del video?! ¡Con los chicos estábamos preocupados!

-No tengo ganas de hablar de eso ¿podemos hablar otro día?

-¿Estás bien? ¿quieres que vaya a tu departamento? Sabes que no me demoro.

-No gracias, quiero descansar. Después hablamos ¿sí?

-Bien, pero cuídate.

-Gracias, por favor habla con Tsukishima por mí. No tengo ánimos para hablar con él.

-Está bien.

-Adiós.

-Adiós.

Se corto la llamada y Tobio tiro el teléfono lejos de su vista. Sabía que Daichi lo comprendería y le daría su espacio, y aunque aterrara más que una película de horror cuando se enojaba era un amigo muy fiel y protector. Por eso confiaba en él.

Medito acerca de su día y en gran parte había sido un desastre, aun le dolía el trasero por la caída de la mañana y detestaba usar taxis. Además llorar frente a un extraño fue la guinda del pastel, y se maldijo a sí mismo por haber subido a esa moto, porque hace años que no lo hacía y jamás había imaginado que volvería a subirse a una y menos volver a conducirla después del accidente que le cambio la vida.

Aun así no estuvo tan mal la parte de jugar con el tipo raro, en si al no considerar su excesiva hiperactividad, lo entrometido y gritón, era un buen compañero de juego. Ahora que lo meditaba un poco más sentía un poco de envidia por él, porque jugar en el equipo nacional de vóley siempre fue su sueño y aunque amara la música siempre  quiso ser armador.

De pronto ya no se sentía tan deprimido cuando recordó al chico haciéndolo reír y las caras bobas que hacía, rio nuevamente y se pregunto si de verdad deseaba ganar la competencia y tener su auto gratis o perder y entrenar con el idiota de cabellos anaranjados.

Recordó fortuitamente "Here comes the sun" y la tarareo:

"...Little darling, it's been a long cold lonely winter
Little darling, it feels like years since it's been here
Here comes the sun
Here comes the sun, and I say
It's all right..

It's all right.."

 

A las afuera de un gimnasio...

-¡¿En serio?! -escuchando lo que decía al otro lado de la línea- ¡Oh! Es un alivio, gracias por avisarme -contestando al otro lado de la línea- adiós.

Makki lo había llamado para decirle que Tobio estaba bien y que ya había hablado con Daichi. A Yaku también le había llegado en video en el cual se ve al músico bajarse de un taxi y casi ser arrollado por una moto, de la cual luego se bajo su conductor sin quitarse el casco por lo que no se ve su identidad y con el cual intercambiaron palabras para luego subirse ambos al vehículo que arranco a toda velocidad. Claramente nadie comprendía de que se trataba todo eso, pero era seguro que Tobio tendría que dar explicaciones al respecto al ser una figura mediática. Por suerte Kageyama estaba bien y eso lo tranquilizaba.

Miro nuevamente la hora y llevaba exactamente nueve minutos con trece segundos esperando en la intemperie. Cuando el reloj marcara las nueve con veinte sería el tiempo de irse, ni un segundo más ni uno menos. Tenía la esperanza de irse sin más, o eso sentía antes de ver una silueta enorme acercarse rápidamente en su dirección.

-¡Yaku! -grito Lev acercándose rápidamente-

"Maldita sea mi suerte tenía que llegar cinco segundos antes. Todo sea por ese gato que no puedo cuidar. ¡¿Por qué tengo conciencia?!"

Finalmente llego el joven estudiante de veterinaria exhausto a su lado, pero con una enorme sonrisa que solo producían a Yaku más ganas de golpearlo en el rostro.

-¿Siempre llegas así de tarde?

-¡Lo siento! -juntando sus palmas sobre su cara mientras hacía incesantes reverencias-

-Como sea, entremos.

-¡Sí!

Lev siguió al guarda espalda al interior de un pequeño gimnasio. El recinto era de un conocido de Yaku que le debía una serie de favores y como un pequeño pago le prestó su gimnasio para que entrenara con el de ojos esmeralda las veces que quisiera.

-¡Woaw! -dijo impresionado Lev cuando Yaku encendió la luz del lugar- ¿Es tuyo?

-No, solo es de un conocido que me lo presto.

-Ya veo, es como el de la universidad, pero más viejo. Aunque la mayoría del tiempo la paso en la cancha de voley -dijo probando un saco de box-

-¿Juegas vóley? -pregunto sorprendido-            

-¡Sí! -dijo golpeando el saco que luego por no prestar atención lo golpeo de vuelta- ¡ay!

-No toques nada -dijo Yaku  inmovilizando el saco- Imagino que eres rematador.

-¡Claro! quiero ser el mejor, aunque debo admitir que mi enano amigo es también muy bueno.

-¿Por enano te refieres a alguien de un metro cuarenta?

-No, no. Es como de tu tamaño.

-¿Estas buscando que te golpee?

-¡No!¡Ten piedad! -suplico horrorizado-

-Tks, eres un tonto.

-Lo siento.

-Como sea, debemos calentar antes de comenzar.

-¡Sí señor!

-Ah.

Comenzaron el calentamiento y en cuanto sus cuerpos entraron en calor se posicionaron a pies descalzos sobre  el tatami de artes marciales.

Yaku comenzó con los movimientos básicos para poder entrenar a un principiante, pero esto no le gusto mucho al más alto que deseaba comenzar de inmediato a lanzar al piso a su instructor.

-¡¿Cuando me vas a enseñar como lanzar al piso?!

-Debes aprender lo básico antes.

-¡Ah!¡Eso toma mucho tiempo!

-No seas impaciente, todo lleva su tiempo.

-¡Aaaa! -con un puchero-

-¡Bien! -dijo arto del comportamiento infantil- Lánzame ahora tu.

-¿Estás seguro? -lo miro sorprendido-

-Dije que lo hagas. -visiblemente molesto-

-Está bien -dijo dudoso-

Se pusieron frente a frente, el de ojos esmeralda  inspiro todo el aire que pudo y empujo de los hombros a Yaku que gracias a su altura no fue tan difícil que cayera. Lev creyó que eso había sido suficiente y había logrado su cometido, pero debido a su poca experiencia no vio venir  que en el momento que el castaño cayó al piso con su pierna agarro su tobillo y también cayo por la inestabilidad, pero en un movimiento casi instantáneo Yaku se levanto e inmovilizo a Lev en el piso.

-¿De qué te sirve saber botar a alguien si no puedes controlar un contra ataque?

-¡Ay, ay, ay! -exclamo de dolor Lev con el rostro pegado al piso debido a la torsión que Yaku hacia en sus brazos- ¡Entendí, entendí!

-Bien -dijo soltando a Lev- Vamos -extendiendo su mano para que Lev se parara-

-S-si.

Lev se sentía abrumado por Yaku que era impresionante en todos los sentidos. Él, que siempre sobreestima a las personas más bajas, ahora era superado con creces por alguien que a pesar de ser superior a él ni siquiera alardeaba de eso. El castaño mantenía su compostura y con destreza ejecutaba todos sus movimientos. Era algo digno de ver.

-Es suficiente por hoy -dijo Yaku luego de beber agua-

-¿En serio? -dijo sorprendido- Aun me falta mucho que aprender.

-Lo sé, pero en una sola clase no puedes aprender todo. Vamos, ya es tarde.

Fueron a los camerinos y se cambiaron la ropa sudada antes de irse. Lev de reojo miro la silueta del castaño y se sonrojo al observar la figura tonificada del más bajo. Algo malo estaba pasando con él y eso era bastante extraño. Estaba seguro hasta hace poco tiempo atrás que le gustaban las chicas, pero ahora algo estaba generando una incertidumbre en su interior.

Salieron de los camerinos y ya se disponían a abandonar el lugar que hasta hace poco era el centro de tortura personal de Yaku.

-Bien, no estoy muy seguro de mis horarios -dijo Yaku cerrando con candado el gimnasio-

Pero al momento de voltearse jamás se espero encontrarse de frente con el rostro de Lev y menos ser besado por él.

-¡¿Pero qué demonios te pasa?!  -dijo Yaku antes de taparse la boca y chocar con la pared-

-En Rusia cuando saludamos a alguien o para trabar amistad besamos a otro.

-¡Pero estamos en Japón! -exclamo completamente rojo-

-L-lo siento -dijo mirando el piso algo desanimado-

-E-está bien, solo no lo hagas de nuevo -dijo avergonzado-

-¡¿Entonces aceptas?!

-¿Qué cosa? -preguntoa la defensiva-

-¡Si quieres ser mi amigo! -dijo con una gran sonrisa-

-Y-yo, esto...

"Ser amigo de este tipo, yo no se si pueda ser capaz de ser capaz de soportarlo. Es como de la especie de Bokuto, es buena gente, pero necesito tiempo..." pensó Yaku dudoso.

-¡Vamos! No lo pienses tanto.

-Es que no es tan fácil para mí ¿Sabes?.

-¿Qué es lo difícil? -pregunto incrédulo-

-Veras, no soy la clase de persona que de un día para otro puede ser amigo de alguien, debo confiar y eso lleva tiempo. Lo siento, es la respuesta más concisa que te puedo dar-

-Está bien -dejo desilusionado- No me respondas hoy, pero cuando ya confíes en mi ¿Me lo puedes decir?

-E-está bien -acepto finalmente-

"¿Este tipo no se rinde? Bueno, el tiempo dirá"

-Ya debo irme -dijo Lev-

-Yo igual, Adiós.

-Nos vemos -dijo antes de ir por el camino contrario-

-Nos vemos.

Tomaron caminos distintos en aquella noche despejada en la cual el sol había reinado.

Por su parte Yaku aun iba impresionado por el beso que solo deseaba olvidar por lo incomodo que había sido, mientras que Lev tarareaba satisfecho en dirección a su hogar.

Lo que le había dicho a Yaku era absolutamente cierto, él deseaba ser amigo del más bajo y por lo menos por su parte ya había entregado su respuesta, ahora solo faltaba la de la otra parte. Bueno eso y que por otra parte quería besar a Yaku para dilucidar si se sentía atraído o no; la respuesta dio positivo y eso lo embargo de emociones ambivalentes. El castaño no era cosa fácil (eso se notaba a leguas), pero lo bueno no es algo fácil de lograr y para él, Yaku, no era bueno, era excelente. Aun debía conocerlo más y de seguro es por esa falta de conocimiento del otro es que Yaku no podía aceptarlo fácilmente como amigo.

"¡Ah!¡Que noche! No puedo esperar para ver a ese chico nuevamente, es divertido pasar el tiempo con él."

 

No podía esperar por contarle de su primera clase a su hermana y a los chicos. A pesar del cansancio tenía energía suficiente para caminar un buen trecho y saborear aquella emoción que palpitaba en su pecho y sus labios.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado c:.

Han visto los JJ.OO ?(bueno si leyeron el capitulo anterior entenderan mi pequeño problema <.<)

Alguien me puede explicar que logica tiene que un capitulo tenga más views que el anterior?? De verdad no logro entender como es posible que un capitulo tenga más visitas si no han leído en anterior. Para mi es un misterio.

 

Bueno nos leemos y cuídense !


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