Al llegar, encontró a Joey en la mesa entre un mar de papeles de periódico.
-¿Qué haces aquí? Creí que ya no ibas a volver.
No despegaba su vista de sus notas – Bueno, sigue siendo un departamento compartido, además el campo de investigación es arduo ¿Sabías? No es sencillo conseguir toda la información que necesitas. Me hubiera visto patético si esa noche regresaba y no te decía nada.
-¿Quieres decir que entonces esa noche no conseguiste nada?
-Ni esa, ni la siguiente. Todo comenzó a brotar una semana después, y ni creas que fue algo sustancioso. Fue una miseria lo que se supo – Suspiró pesadamente mientras con las yemas de sus dedos frotaba sus sienes – Sin embargo, pasó algo interesante cerca de donde me encontraba, tienes suerte de que sea tú amigo, recopile bastantes datos muy interesantes y te conviene saberlos.
-¿Puedes explicarme los detalles? Por favor.
El chico rubio suspiró – Que exigente ¿Recuerdas que mencioné ver a Pegasus la noche del burdel? Pues… ya sé la razón por la cual se encontraba ahí. Se puede decir que tenía acordado encontrarse con alguien. Por lo que investigué, tenían un asunto importante a tratar – Hizo una larga pausa – Aparentemente hicieron un intercambio, no sé a ciencia cierta lo que Pegasus entregó, posiblemente información valiosa o yo que sé pero estoy al mil porciento seguro lo que recibió. El ojo del milenio.
-¿Por qué Pegasus estaría interesado en una reliquia milenaria? – Se sentó frente al rubio para escuchar mejor.
-Veo que tienes cierto interés en los artículos milenarios – eso hizo palidecer abruptamente a Yugi - vamos por partes. Te explico:
El ojo, era uno de los artículos hurtados antes de la consignación. Tengo la ligera sospecha de que hubo un complot y dentro de poco se tomaran cartas en el asunto.
-¿A qué te refieres Joey?
-Deberías revisar más seguido las noticias. Aproximadamente hace unos días, el gobierno anunció que una reliquia del antiguo Egipto fue encontrada a un par de kilómetros de la zona arqueológica más cercana – Yugi expandió sus orbes, ahora todo comenzaba a tener sentido, dejó que Joey prosiguiera – Bien pues ahora entiendes un poco más el panorama.
-Pero ¿Pegasus otorgando un tesoro que consiguió ilegalmente? ¿Qué lógica tiene eso?
-Primero: siempre tienen un segundo propósito. Aun trabajo en ello, ten por seguro que dentro de no mucho pasara algo interesante.
Segundo: sólo mencionaron “el artículo” no estamos seguros a cual se refieren, originalmente se sabía que los artilugios del milenio estaban bajo el cuidado de los descendientes de la familia guarda tumbas, pero se equivocaban. Ellos querían hacer tiempo para recuperar los siete, sólo tenían dos: el cetro y el collar.
-Entiendo… Volviendo al tema de los guarda tumbas ¿Qué les sucedió a los demás?
-No estoy muy seguro. Hay mucha información que está bajo siete llaves, lo más que he podido conseguir es a mera deducción y un poco de malas lenguas. Antes de que se consignaran los guardianes además de los descendientes, hurtaron el rompecabezas, que por cierto ya posees y el ojo. Los cinco restantes se repartieron y con el tiempo se fue perdiendo contacto con los poseedores de los artilugios. Así que probablemente la noticia sea verídica. Aunque aún no me termina de convencer esto… Actualmente sólo se tienen identificados a tres de ellos; Marik Ishtar, Ishizu Ishtar y… Solomon Mutou.
El tricolor inmediatamente al escuchar nombrar a su abuelo se incorporó de un salto retrocediendo lentamente, su sangre se helo y creía que desfallecería. La cabeza empezó darle vueltas, las náuseas de la tarde regresaron haciendo que llevara su mano hasta donde se encuentra la boca del estómago – Esa información del paradero de los artículos ¿Está difundida públicamente? – Joey asintió. Tenía que ser mentira, no era posible que eso estuviera exhibido a los cuatro vientos, ahora más que nunca estaba asustado por su abuelito.
En la residencia de los Ishtar
Bakura se encontraba junto con Marik en la ostentosa sala.
Él moreno caminó hasta la mesa de centro, tomo la botella de licor que reposaba en ésta y sirvió dos vasos ofreciéndole al albino.
-Es un lindo detalle que hayas venido a mi humilde morada a pasar el rato. Tiene tiempo que no sé de ti. Me empezaba a sentir olvidado – su tono era grave con la intención de sonar seductor e incitar a su amante, pausadamente aflojó la corbata lila que llevaba. Bakura sólo rodó los ojos y le arrebató el vaso.
-¿Te has encargado del abuelo del mocoso? – Dijo el alvino antes de dar un sorbo a fondo al vaso.
Marik rio por lo bajo – Siempre tan arisco – Sentado a su lado tomó una cuantas hebras de su peculiar y sedoso cabello blanquecino mientras lo enredaba haciendo círculos hacía dentro con su dedo índice Por supuesto. Ya envíe a alguien por él.
-¡Tengo que llamarlo! – Corrió al teléfono, tenía que sacarlo de la casa y ocultarlo si le era posible. Dos, tres llamadas y no contestaba - ¡Tengo que irme! – No lo pensó más al salir a toda carrera del departamento.
-¡Yugi espera un mo…! ¿A dónde vas?
No dudo ni un segundo en regresar a casa de su abuelo, ya no era coincidencia que tuviera un mal presagio, Joey salió tras él.
Yugi corría como desquiciado, esquivando y chocando con la gente, por unos momentos le parecía que todo daba vueltas o se distorsionaba. Se sentía morir el sólo pensar en su abuelito, con sus pensamientos hechos un desastre llego a una gran avenida sin fijarse que el semáforo estaba en azul*. Lo siguiente ocurrió en cámara lenta, ya se encontraba a la mitad cuando vio una luz resplandeciente por el rabillo del ojo izquierdo seguido del sonido de la bocina de un camión. Volteo instintivamente y se vio a menos de cinco metros del vehículo, debido a su entrenamiento y buenos reflejos, tenía buen margen para eludirlo pero estando en el carril central no le daba margen de tiempo de esquivarlo sin sufrir daño colateral de los demás vehículos que circulaban, era inútil ya no tenía fuerzas para pensar ni moverse, sus instintos estaban bastante adormecidos aún gracias a la valeriana de la tarde. “Abuelito” fue lo único que le atravesó su mente en ese instante. “Es mi fin, lo siento mucho abuelito. No pude protegerte” Cerró los ojos esperando el impacto que lo liberaría del infierno en que estaba metido.
CONTINUARA...