SIMPLEMENTE UN LADRÓN
TRES MESES DESPUÉS
ÉL sabía que algo debía estar mal en esa situación, porque nadie de la alta sociedad ayudaría a un simple ladrón como él, era imposible, inaudito que alguien como el señor Bruce Banner haya decidido tenerlo como protegido ¿Qué estaba tramando? ¿Qué deseaba de él? ¿Acaso era una trampa todo eso?
No podía confiar y mucho menos bajar la guardia, una vez lo hizo y el paso mal, su corazón no soportaría otra desilusión pero era imposible no llevarse de esperanza de agradecimiento y otro sentimiento que juro jamás tener nuevamente pero como un hombre como Bruce era imposible no sentir algo y eso le enfurecía como nunca. Por ese motivo necesitaba huir, correr y si seguía ahí era de seguro que sería una ave enjaulada en una jaula de oro.
— ¿no necesita nada mas señorito? —pregunto una joven sirvienta al entrar a la habitación del protegido de su señor que solo negó con la cabeza ocultando un poco el rubor que adorna su mejillas, causando una pequeña risa en ella como ternura porque le recordaba al señorito Anthony —el amo Bruce pidió que lo atendiéramos en todo lo que necesitaba joven Clint antes que venga su tutor —menciono dejando al aire el nombre de su señor, el invitado solo regreso su mirada en el gran ventanal de su habitación frunciendo un poco la frente cómo cambiando su semblante al mencionar a su joven señor, viendo el paisaje en especial el cielo, como si deseara salir volando del lugar en que estaba habitando. La joven observaba el deseo de escapar de dejar de sentirse de esa manera como la de un pájaro encerrado en una jaula de oro y eso la preocupaba en gran manera porque no sabían la razón de ese sentimiento, si su amo era uno de los pocos caballeros que ayudaban sin pedir nada a cambio era un hombre justo como honesto.
—A tú amo Bruce le encanta tener retenido a sus invitados ¿verdad Marta? Y no quiero ver al tutor —pregunto molesto para dar por zanjado el tema del tutor. Él no necesitaba aprender porque una vez que huyera se dedicaría a lo que sabía, porque estaba decidido a no tener ninguna deuda con el señor de la mansión pero al ver la mirada asustada de la joven se sintió mal e iba a disculparse cuando la voz sería de un hombre se escuchó por toda la estancia causando que algo se remolinara en sus entrañas.
— Puedes retirarte Marta — Habló Bruce entrando a la habitación con los brazos detrás de su espalda viendo al doncel que sólo lo ignoro causando la negación de las dos personas que están en ese lugar pero la pequeña reverencia de la criada como retirada dejo un pequeño silencio incómodo en el cuarto —No es mi intención retenerte Clint pero estoy seguro que una vez salga de esta propiedad, vuelvas a caer en hechos delictivos y este vez no haya nadie que te rescate. No entiendo te tengo como protegido, he puesto tutores para que aprendas a ser un doncel de sociedad y tengas la oportunidad de ser libre ¿Que más deseas? — interrogó curioso Banner acomodando sus lentes de lectura observando a Clint que sólo apretaba los puños.
— ¿A qué precio? —pregunto directo observando al hombre que solo suspiro cansado ya que esa misma pregunta le había hecho desde el día que conoció a Bruce Banner.
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Clint observaba extasiado el hermoso jardín que poseía la mansión, las rosas, los claveles como arbustos cortados perfectamente daban al lugar un toque místico como las estatuas de ángeles que complementaban la decoración como la fuente logrando que solo por un momento se relaje a sus 17 años era la primera vez que se sentía libre; aunque no podía bajar la guardia sabiendo que tenía una deuda con ese hombre adinerado y era de seguro cual sería el pago, conocía como cobraban esos tipos, lo vivió cuando cumplió 15 años y se juro jamás volver a confiar, volver amar porque el único resultado de confiar era una cruel sorpresa.
Con los brazos cruzados caminaba por el jardín, perdiéndose en el recuerdo de su vida, sus padres fallecieron cuando era un niño quedando al cuidado de su hermano mayor que hizo todo lo posible para cuidarlo. Ambos terminaron trabajando en un circo que les daba lo necesario para comer y un lugar cómodo para dormir, en ese tiempo su única familia lo presento como un varón y no fue difícil cubrir su mentira por su delgadez como la ropa de varon dos tallas más grande que su cuerpo ayudaron a la mentira de su hermano, desde la edad de cinco años aprendió hacer malabares como trabajar en el trapecio, pero lo que más amaba era que su hermano mayor le enseño a utilizar el arco y flechas. Era su mejor recuerdo de su infancia, de practicar con su hermano en los atardeceres pero poco duro a los nueve años su hermano enfermo gravemente falleciendo unos meses después dejándolo solo en el mundo, quiso quedarse en el circo y seguir trabajando ahí pero la mirada que le daba algunos no le dio buena espina al igual su hermano le ordeno que si algo le pasaba que huyera, que no era un lugar seguro menos para un doncel como él. Así que con una bolsa donde empaco la poca ropa que tenia, y con algunos ahorros que su querido hermano guardo para ese caso salió de lo que considero un hogar.
Fue difícil vivir en la calle, aprender algunos trucos y su mentira se volvió su verdad, él era un hombre punto final y cualquiera que lo dudara se vería con sus puños. En ese tiempo conoció a Natasha Romanoff una joven que había conocido el lado oscuro de la vida, enseñada desde niña a ser una guerrera al igual utilizar sus encantos para engañar a los hombres una vez que creció, se convirtió en su hermana, ambos se cuidaban en las calles, ella lo llevo al grupo que partencia ahí aprendió el arte de robar era eso o lo que así su hermana vender su cuerpo por unos cuantos dólares para sobrevivir en ese tiempo, Natasha guardo su secreto y obligo jamás revelarlo por eso como única opción debía robar o si no tendría el mismo destino que ella. Él era un simple ladrón y con eso se conformaba pero a los 15 años cometió su primer error confiar en el que no debía por eso se juro jamás caería nuevamente en las redes del amor. Maldito mentiroso.
**Eres hermoso Clint, ¿Por qué ocultas tu condición de doncel? **
—Es hermoso la vista —hablo una voz masculina viendo la fuente, causando que el doncel saliera abruptamente de sus recuerdos para mirar al intruso pero se sorprendió a ver a un joven hombre con su traje a la medida, lentes y su cabello rizado viendo fijamente a la fuente y el recuerdo de que ese mismo hombre era a quien iba a robar noches atrás le golpeo en la frente para morderse los labios.
—Mira amigo, siento que haya intentando robarte pero no sé porque razón me ayudaste debes de ir directo a una comisaría y dejarme pudrir en una cárcel por ladrón —interrogo Clint viendo como el otro solo negó con la cabeza para mirar al cielo.
—No iras a la cárcel, no si haces todos los requerimientos que te voy a dar, si desobedeces o incumples uno de ellos, con todo mi dolor te enviaré a ese lugar y no intentes provocarme, créeme que te digo que no me quieres conocer furioso —hablo serio Banner, colocándose enfrente de Clint que sintió que todo el color se le fue de golpe, ahí estaba lo que temía ese tipo era igual a todos los hombres que conocía, e hirieron a su hermana ya que todos esos canallas solo pensaban en tener favores sexuales.
— ¿A qué precio? —pregunto con un nodo en su estomago pero aun así saco su orgullo de ladrón para ver al señor.
—Serás mi protegido, cuidare de ti y tendrás todas las comodidades que desees en mi hogar, solo basta que pidas a mis empleados algo y ellos te obedecerán pero nada que te facilite tu escape, estudiaras, serás un doncel respetable y cuando tengas los conocimientos requeridos podrás casarte con un buen hombre de sociedad —informo Banner para darse la vuelta dejando un impactado doncel que no podía dar crédito a lo que estaba escuchado debía ser una broma una muy mala broma porque era su anhelo, aprender a leer y escribir, tenía un poco de conocimiento en esa área gracias a Natasha pero era imposible que un hombre de sociedad le diera todo eso en bandeja de plata, algo debía tramar ese tipo.
—Entonces el gran señor antes de cobrar con mi cuerpo primero quiere que sea un doncel de su categoría —hablo con sarcasmo Clint temiendo que fuera la otra opción que pensó y si ese tipo primero lo educaba y luego lo convertiría en su esclavo sexual.
—En primera Clint, no quiere tus favores sexuales, toma esta oportunidad para iniciar de nuevo, ser alguien que se que eres capaz de serlo, me basto verte una vez con ese disfraz de hombre que tienes algo que me recuerda a Tony, ambos merecen todo y ya que tengo los medios para ayudarte ¿Por qué no? Así que tú decides aprender todo lo que te estoy ofreciendo o ¿seguir siendo un simple ladrón? —declaro Bruce viendo que el otro solo cerró los ojos para estirar la mano aceptando de ese modo su trato. Pero no le paso advertido que el hombre enfrente sabia su nombre y había insinuado que se conocían de antes y si era una clase de acosador, quizás le estaba mintiendo y cuando menos lo pensara lo apuñaría en la espalda pero no era el primero que lo engañaba y no sería el ultimo. Clint Barton no confiaba en nadie a excepción de Natasha, ella era la única que confiaba con su vida si fuera necesario.
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— ¿A qué precio? —pregunto directo observando al hombre que solo suspiro cansado ya que esa misma pregunta le había hecho desde el día que conoció a Bruce Banner y este solo le sonrió como simple hacia cuando le preguntaba
—A ninguno Clint, solo estoy cumpliendo con una promesa —respondió para darse la vuelta y empezar a salir de la habitación.
CONTINUARA…