CASADO YO
— ¿lo conoce sí o no? –exigió saber Anthony
—Se avecina una tormenta —respondió James para señalar al otro que lo siguiera —Tony, tiene mucho que explicar—
Stark caminaba algo preocupado, la mirada que le dio el hombre enfrente suyo no era muy augurio, algo le indicaba que estaba en el lugar y momento equivocado, su mano se cerró en puño con la pequeña medalla que le regalo Jarvis cuando tenía nueve años, rogaba que no fuera nada malo y que no lo devolviera a su hogar porque a estas hora era seguro que su “amada” tía ya le había puesto precio a su cabeza, si regresaba era un hecho que poniendo un pie en su ciudad lo capturarían para darle unos buenos azotes en mano de su tío, recordar eso hizo que se estremeciera de terror, no quería volver a sentir ese pedazo de cuero en su espalda.
—No te preocupes Anthony, es que presiento que alguien va a estar en un buen aprieto —menciono divertido Bucky, viendo que el menor se detuvo para abrir sus ojos, mirándolo con desconfianza dio un par de pasos atrás —tranquilo, perdona creo que te estoy asustando me llamo James pero todos me conocen como Bucky —trato de aligerar el ambiente, observando que el doncel solo se mordió los labios para quedarse ahí parado, sin deseos de moverse, su coloco una mano en su cuello para masajearse esa área, para buscar ayuda de algún familiar o alguien que pasara ahí, se sintió relajado cuando el buen Thor apareció en la calle, seguro buscando algún recado de Loki.
Thor solo rogaba que su muerte fuera sin dolor y rápida, cuando su hermano se enterara que ese día vendría su “esposo”, estaba más que frito en cualquiera de los dos bandos, en una parte estaba su necio hermano que estaba cegado por el amor que le tenía a su difunto esposo, y estaba el lado de su dulce esposo Loki, este era capaz de dejarlo dormir con el perro, si bien le iba, de lo contrario tendría que pedir posada con su primo Bucky, ese don Juan que solo buscaba meterse con las faldas de las jovencitas y donceles y como su susceptible esposo, estaba mírame pero no me toques, y si me ignoras porque lo haces era mejor no tentar su suerte (Loki asegura aunque fuera lo contrario que el junto a su primo iban a estar enamorando a otros jóvenes en especial él solo porque Loki asegura que se iba a poner gordo, feo y sin ninguna pizca de gracia para tentar a su esposo) cosa que negaba Thor pero cuando lo hizo un buen sartén le dio de lleno a su rostro, haciéndolo ver pajaritos y luego un Loki pidiéndolo perdón por su arrebato. Embarazados tenían que ser.
— ¡Thor! —grito Bucky levantando una mano, el mencionado detuvo su batalla interna fijándose en su primo señalaba a un jovencito que solo estaba parado con un par de maletas, viendo alternativa a los dos, el mencionado solo suspiro era de seguro que el jovencito era la persona que fue a buscar, tomando valor de saber donde se dirigió ahí, Bucky iba a cuestionar que estaba pasando pero cuando el gigantón primo estaba por llegar un pequeño niño le indico que había problemas con un cargamento, deseaba interrogar a Thor, pero por el momento seria en otra ocasión, con una disculpa al doncel salió corriendo en dirección del muchachito.
— ¿Acaso estoy pintando en la calle o en la pared? —pregunto molesto Anthony viendo como el tipo que se hacía llamar James lo dejaba ahí, a su suerte solo negó con la cabeza para agacharse y levantar sus maletas pero la voz de otro tipo hizo que dirigiera su atención a él.
— ¿Anthony Stark? —pregunto Thor, observando muy bien al recién llegado y podía decir que su Loki era un experto en casamentero el jovencito, aunque fuera algo menor para su hermano, era de una belleza única (no se comparaba con su Loki pero tenía lo suyo) no puedo negar que esas gemas chocolate que tenía como ojos del doncel eran muy llamativos, al igual su figura que aun con el abrigo que cubría su cuerpo no quitaba que era bien formado, pero salió de su inspección cuando el otro carraspeo llamando su atención e indicando que era el joven que buscaba —Me alegra que hayas venido con bien, me llamo Thor y soy tu cuñado —indico el rubio viendo que el menor solo asintió para que lo guiara a su hogar en donde Loki estaba cuidado a sus sobrinos.
Tony al fin pudo respirar tranquilo, cuando el otro lo estaba llevando a conocer a su esposo, al pensar en eso ultimo sintió como nuevamente le costaba respirar, apretó fuertemente su maleta siguiendo en silencio al hombre que no sabía cómo romper el hielo.
Ambas personas caminaban hasta que la mirada chocolate se fijo en un par de niños, que corrían al encuentro del rubio gigante que tenía enfrente, y sintió algo en su corazón cuando su mirada se topo con esas hermosas gemas azules que estaban opacas y Tony conocí muy bien esa mirada, era la misma que le dejaron por mucho tiempo sus propios tíos cuando lo menospreciaban, cuando lo trataban peor que basura, como si fuera un error de la naturaleza. Los pequeños lo miraban con curiosidad al ver como ese hermoso doncel los miraba con tanto cariño, un cariño que no era a la fuerza, sino que realmente los amaba aun cuando eran unos inútiles.
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Bucky suspiro aliviado cuando el pudo solucionar su problema de mercancía, con satisfacción levanto su mirada topándose con la de su primo que lo miraba divertido, era de seguro que sus sobrinos estaban con Loki y al recordar al cuñado de Rogers, no pudo contener la risa viendo la cara confundida del otro.
—Me alegra que hayas aceptado la propuesta de Loki —dijo como si nada, porque Bucky había pensado seriamente la situación mientras estaba arreglando su mercadería porque era imposible que el esposo de Thor, haya engañado a Steve, para que se casara, lo más seguro era que su buen primo haya decidió hacer caso al pelinegro y casarse era la solución definitiva para la salud mental de sus sobrinos.
—Claro que si Bucky, era la mejor opción para mis hijos —respondió como si nada Steve, recordando que el pelinegro había insistido seriamente que necesitaba una niñera para el cuidado de los más pequeños, al principio se negó pero fue tanta la insistencia de Loki que acepto mas porque prefería mil veces esa idea, a casarse con cualquiera, nadie podía quitar el lugar de su amado difunto esposo. Al escucharlo James estaba más tranquilo, al parecer era él, el que se estaba ahogando en un vaso de agua, su primo sabia sobre su compromiso.
—Stevie, tengo que decirte que eres un hombre con mucha suerte. Mira que tu “esposo” es hermoso, solo porque eres mi primo, y te casaste con él, sería capaz de cortejarlo —dijo como si nada Bucky palmeando el hombro de Rogers para colocarse su sombrero pero su hombro fue detenido por un asombrado Steve que se le quedaba viendo extraño. Al escucharlo Rogers estaba pálido y por instinto había impedido la salida de su primo, debió haber escuchado mal, él no estaba casado, no podía ser ¿Verdad?
— ¡¿Qué esposo?! —exigió saber Rogers, viendo con furia su primo que solo se mordió la lengua, iba a hablar pero el rubio no era tonto, solo entrecerró los ojos para fruncir la frente al abrirlos, se notaba que estaba molesto y sabia con quien se iba a desquitar. Se apiadaba del alma de Thor.
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Thor tuvo un muy mal presentimiento y con su mirada buscaba a su esposo, y al no verlo solo trago nerviosamente, agradecía que Tony estuviera jugando con sus sobrinos, porque no estaba listo para ser él, el que debía decirle la verdad al doncel de que su matrimonio era legal pero su esposo no sabía que estaba casado.
— ¡THOR! —grito furioso Rogers asustando a sus hijos que se refugiaron en el vestido de Tony, este levanto su mirada chocolate protegiendo a los pequeños de ese tipo que gritaba como si nada; observo a los pequeños para regalarle una sonrisa, como indicando que se quedara tranquilos que pronto regresaría.
—Steve, hermano —tartamudeo Thor, tragando grueso cuando su hermano estaba en el umbral de la puerta, pero se tenso y juraba que en cualquier momento su corazón dejaría de latir cuando Tony, apareció en la otra puerta, observando la espalda de su hermano, pero él sabía que había escuchado el nombre de su hermano y había atado cabos.
—Usted, es Steve Rogers, señor yo soy su esposo Anthony Stark —hablo educadamente Tony, tratando de aparentar seguridad, pero no mentira que la voz dominante de su esposo le había causado temor, pero luego recordó la promesa que le hizo a Peggy a toda su familia, siempre tendría la cabeza en alto, sin importar nada más.
Los dos hombres, como los pequeños contuvieron la respiración, los menores estaban felices de escuchar eso, con el poco tiempo que habían conocido a Tony, sabían que había algo especial en el doncel pero al parecer su papá no estaba de acuerdo de eso.
— ¡TÚ NO ERES MI ESPOSO, NUNCA LO SERAS! —grito alterado Rogers tomando de los hombros a Tony que estaba en shock, pero soltó un gemido de dolor cuando el tipo ese le estaba lastimando cuando lo estaba sacudiendo como si, el fuera un objeto y no un ser humano, sus ojos se cristalizaron y un par de lágrimas salieron de sus ojos, los dos hombres quitaron rápidamente a ese rubio cabeza hueca, haciendo que el doncel caerá al suelo. Al verlo Steve reacciono, dándose cuenta de su arrebato.
—Usted, señor, solicito a un esposo por correspondencia tengo pruebas de lo que hizo, y ahora me viene a decir que le estoy mintiendo —hablo Tony dejando que una parte de su cabello cubriera su rostro, estaba temblado en el suelo, pero levanto su mirada dejando ver sus mirada chocolate con furia, los dos hombres iba ayudarlo a levantarlo pero el doncel se puso de pie para acercarse a ese tipo que solo lo observaba como si estuviera congelado.
Rogers quedo paralizado, esa mirada era única, aunque lo viera con deseos de asesinarlo y el doncel tenía todo el derecho, no había sido correcto tomarlo de esa forma, solo para lastimarlo pero creo que iba a quedarse sollozando por el trato, al contrario lo estaba encarando y Steve pudo contemplar mejor las facciones delicadas de ese rostro. Tony estaba furioso, la parte de su hombro que había sido lastimado palpitaba de dolor, pero Anthony no iba a permitir que lo volviera a lastimar, incluso su mirada se ensombreció de miedo al recordar cuando sus tíos lo golpeaban con un látigo su espalda desnuda, y si no “entendía”, los castigos eran más crueles, hasta dejarlo sin comer o una serie de golpes en cualquier parte de su cuerpo, era un trato que no iba a volver a pasar, y si tenía que desobedecer a su marido, lo haría con gusto.
—Pido disculpas por mi comportamiento, nada ético de un caballero —hablo Rogers sintiendo como la garganta se le secaba cuando el doncel se acerco más a su espacio personal y tuvo que golpearse mentalmente por donde iban sus pensamientos. Él solo debía tener pasamientos de su devoto difunto esposo, no de ese doncel de cabellera castaña y una mirada de fuego —Pero, yo no solicite un esposo —siguió aclarándose Rogers, dejando a un intrigado Stark que sintió temor de regresar a su hogar.
—Pues este anuncio, cartas y certificado de matrimonio dice lo contrario. Así que hágase responsable de sus actos —hablo con seriedad Tony, para sacar de uno de sus bolsillos de su vestido, la documentación y con satisfacción se la tiro a la cara a ese bastardo que se atrevió a lastimarlo, disimuladamente su mano acaricio uno de sus hombros, reprimiendo el quejido de dolor. Rogers sí que era fuerte.
Steve, tomo la documentación y lo leo varias veces mirando al doncel que solo se cruzo de brazos y lo miraba con superioridad.
—Esto es imposible, quiero la anulación —hablaba Rogers
—¿Qué significa esto? —pregunto Tony mirando a los dos hombres, y al rubio que deseaba desaparecerse.
—Yo puedo explicar este lio —hablo Loki entrando a su hogar, y solo con ver la escena se dio cuenta que a esta hora Rogers sabia la verdad de su pequeña travesura.
CONTINUARA.