Adam
Es sábado en la noche, así que hoy tendré mi fiesta de cumpleaños. No puedo evitar pensar un poco en Ed durante la tarde, pero el pensamiento no dura demasiado. No lo evito, de todas maneras. Me puse un poco melancólico en el momento.
Un poco demasiado temprano, me ducho y me arreglo para hoy. Entiendo que Robyn llegará temprano, y también Jason. No tengo idea de cómo irá la noche.
Me visto con jeans y una camisa morada. Me quedo un tiempo esperando a que llegue alguien, hasta que decido ponerme a hacer algo. Saco frituras y bebidas. Papá sí me ayudó para comprar cervezas. Fue sencillo, pero si me dio pena tener que pedirlo. No hablamos mucho de todas maneras.
Sé que, si no fuera por nuestra situación actual, papá se la hubiera pasado ayer y hoy bombardeándome con consejos sobre cómo atender invitados. Y me daría consejos para cuando utilice el asador. Hoy parece ser un día de ser bombardeado con recuerdos melancólicos.
Comienzo el fuego en el patio trasero, que es donde estaremos la mayor parte del tiempo, pero para evitar problemas mantengo la puerta abierta, así los chicos pueden moverse libremente entre la casa y el exterior. George dijo que Thomas ayudaría con bocinas y música.
Yang está en mi cuarto. He cerrado la ventana porque puede ser peligroso para él. También la puerta, pero me he asegurado de que tenga comida y agua. No que lo necesite, le encanta comer. Yang es el gato que me regaló Jason. Parece feliz aquí, se está acostumbrando a la casa y a mis padres no les molesta. Hasta les agrada.
Le he puesto Yang debido al yin yang. Por su color, además de que el Yang representa lo masculino del símbolo… parecía tener sentido.
Escucho un llamado en la puerta principal, así que voy inmediatamente, teniendo en mente a Robyn o Jason.
Robyn es la primera persona que veo, y justo a sus espaldas, tomándola por los hombros, esta George. Me alegra verlos juntos y contentos.
Robyn está usando una blusa de un tono carmesí con pantalones y tacones negros. George lleva una camisa azul y pantalones negros. Robyn me sonríe al verme. Los invito a pasar.
Justo detrás de ellos está Esteban. Me regala una sonrisa tímida desde el otro lado de la puerta. Esa sonrisa me transporta a meses antes, cuando no aceptábamos nuestro gusto del uno por el otro.
-Hola. -Saludo.
-Hey…
Lo dejo pasar, y volteo un momento. Puedo apreciar a George y Robyn alejarse, y casi por accidente puedo ver una rápida mirada de Robyn, y una pequeña sonrisa, como si supiera como me sintiera, y estoy seguro de que ellos dos quieren dejarme a solas con Esteban un momento.
-Feliz cumpleaños. -Dice Esteban.
Me entrega una pequeña bolsa de cumpleaños. No esperaba un regalo. Me sorprende de verdad. Le agradezco al momento en que me dirijo a la cocina con él a mi lado. George y Robyn están ahí.
Rebusco un poco entre los papelitos de color azul y celeste, encontrando una caja. La saco de la bolsita de regalo y la estudio un poco. Es un reloj.
-¿Por qué? -Pregunto.
-Porque cumpliste veinte años. -Bromea.
Robyn y George acompañan su risa. Claro, entiendo que me regale algo en mi cumpleaños. Lo que preguntaba es por qué comprarme algo tan costoso. El reloj luce muy lindo. Elegante incluso, a decir verdad. Esteban se acerca para ponérmelo.
En ese momento me doy el lujo de admirar su camisa blanca y pantalones azules, tal y como me gusta. Sencillo, clásico y elegante. ¿Sabe él que es su vestuario más atrayente para mí? Solo dejando de lado su uniforme de lucha.
-Gracias. -Digo.
Esteban me sigue sonriendo, y por instinto le doy un abrazo. Por instinto, también, él tenía los brazos abiertos para mí. Nos abrazamos rápidamente, pero no fue un abrazo de amigos. Sus manos recorriendo mi espalda antes de dejarme ir es mi parte favorita de la noche hasta ahora.
-Me gusta tu collar. -Dice. Uso el collar de serpiente que me regaló.
-Me trae buenos recuerdos. -Digo.
No sé de dónde vino eso. Creo que estoy harto de ser tan yo. Quiero ir directo a lo que quiero. Esteban se ve sorprendido por mi respuesta, más no se echa para atrás. Me manda una sonrisa de satisfacción.
-A mí también… ¿Sabes? No es el único regalo que te he traído.
-¿Enserio?
-Sip.
-¿Dónde está el otro?
-Tendrás que esperar… -Responde. Y ya me siento intrigado.
Los chicos me acompañan al patio, les explico poco lo de dejar la puerta abierta y esas cosas, pero solo lo menciono porque no tengo nada de qué hablar. Ven que he comenzado el fuego, les ofrezco cervezas.
Esteban y yo comenzamos a charlar sobre cosas cualquiera, siento que ambos estamos esperando el momento correcto para acelerar las cosas. No tengo idea de cómo sentirme, y, a decir verdad, quiero dejar de pensar. Es estúpido que esté planeando dejar de planear.
Me pregunta sobre que otros regalos he recibido. Le hablo de Yang, le cuento que Jason me lo ha regalado. Prometo enseñárselo a él y los demás más tarde.
Hablamos sobre Thomas, y esperamos que llegue pronto. George le manda un mensaje. No pasa demasiado tiempo antes de que Jason llegue. Junto con él, llegan Alex y Serena. Los presento a los demás.
Soy un terrible anfitrión, si se me pregunta. Pero al menos George es bueno rompiendo el hielo, justo como Alex. De repente la charla se hace más amena. Jason charla con Esteban porque es a quien más conoce. Me regaña un poco, bromeando, por dejar solo a Yang en la habitación.
Thomas llega, finalmente. Me saluda muy efusivo. Llega con bocinas para la música. Las conecta a la laptop, y tenemos música improvisada de Spotify. Los chicos parecen estar cómodos. Por lo tanto, yo también.
Comienza a llegar más gente, como Anna con Roy. Anna me regaló una cartera y se lo agradezco con un abrazo. En una oportunidad, voy a mi cuarto a dejarla en mi buró. No me quito el reloj de Esteban. Hasta me saca una sonrisa cuando me veo usándolo junto con el collar. Yang parece estar muy cómodo en mi cama, y para nada molesto. Me maúlla como saludo, lo acaricio y se vuelve a acurrucar en la cama. Me sorprende la facilidad con la que se ha acostumbrado a la casa. Lo dejo ahí para volver a mi pequeña reunión o intento de fiesta.
Me empiezo a hacer cargo de la comida, con ayuda de Jason. Esteban no se despega de mi lado, y, a decir verdad, no me molesta en lo más mínimo. Hasta me hace sentir bien. Claro que ahora estamos teniendo una conversación de tres, pero es mejor que no hablar con Esteban.
Tengo que estarme retirando del fuego de cuando en cuando, porque alguien más llega a la casa, así que realmente aprecio la ayuda de Jason. Muchas ocasiones Esteban me acompaña a la puerta para darle la bienvenida a mis amigos, y ambos reímos. Supongo nos reímos de lo infantiles que lucimos. Dos niños jugando a la casita.
Algunos compañeros de lucha de Esteban llegan, así que entiendo él los invito. No me había percatado de que yo no invite a nadie personalmente además de Nicolas, y Alex y Serena. No me molesta de todas formas.
Muy por el contrario, a lo que hubiera pasado antes, Esteban no quitó la sonrisa de su rostro cuando sus compañeros de lucha llegaron. Me hace sentir incluso orgulloso. De, en cierta manera egoísta, pensar que fui yo parte de ese cambio, y orgulloso por él, porque ya no le importa nada.
Siento su brazo alrededor de mi cuello cuando volvemos al patio.
-Tenemos muchos invitados hoy. -Dice.
Rodeo su cadera con mi brazo.
-Y muchos de ellos no sabía que vendrían.
-Son solo Al y Lucas.
-Comparándolos con el número total de gente aquí, son una gran porción. -Bromeo.
Esteban ríe, y me da la razón. A medio camino escuchamos a alguien llamar a la puerta, así que me devuelvo para abrirla. Esteban, por otro lado, responde el llamado de alguno de los chicos. Creo es el primer momento de la noche en que estoy sin él.
Atiendo la puerta, y veo a Nicolas. Lo recibo con una sonrisa, por un momento pensé que no vendría. Sinceramente yo hubiera considerado no venir. Me abraza para felicitarme por mi cumpleaños.
-¡Viniste!
-Claro que vine. -Contesta.
Le ofrezco una cerveza cuando entramos a la cocina. Le explico que es una reunión pequeña, así que debo presentarlo con los demás.
Saliendo al patio, veo a todos conviviendo con todos. Lo cual está bien. Nunca pensé en realidad ver a George y Robyn manteniendo una conversación solida con Alex y Serena, o a Jason hablando con Esteban y los chicos de lucha.
Presento a Nicolas ante todos. Jason finge una sonrisa, aun ocupado con la comida. Esteban no se molesta en fingir una sonrisa. No pienso en eso.
Me concentro en estar con Anna y las chicas, ya que Esteban y Jason parecen no simpatizar demasiado con Nicolas.
Cara está ahí, pero Michael parece no haber llegado aún. Cara luce molesta. Erika le pregunta qué pasa.
Aparentemente Michael está haciendo una especie de berrinche. Tuvieron una discusión por algo y Michael decidió que no vendrían. Cara vino de todos modos. No sé cuánto tiempo más vaya Cara a soportar una relación tan estresante.
Thomas se une a la conversación, junto con Roy. De cuando en cuando Nicolas me habla francés al oído. Lo evito y llega el punto en que lo ignoro, porque lo tomo como una falta de respeto a los demás. Veo a Esteban lanzando miradas cuando me tomo el tiempo de verlo. Vuelvo al asador para evitar la imagen equivocada con él.
Escucho a Alex hablándole a Nicolas cuando me voy. Entonces me quedo con el asador un momento. Esteban me acompaña en todo momento.
-Volviste. -Bromea.
-Tengo que alimentarlos.
Esteban me da una risa baja. Lo veo acercarse a mí. De repente pone sus brazos en mi cadera y se acerca a mí. Obviamente está marcando territorio.
Pero no me enoja la idea. No sé por qué. Hasta siento bien. Es la primera vez que hace algo así con tanta gente viéndonos. Tan abiertamente. Sin pena alguna. ¿Me estoy perdiendo de esto por mi inseguridad?
-¿Qué haces? -Digo.
-Te extraño. -Dice- No me has hablado.
Me es difícil concentrarme en la comida con él detrás de mí, incitándome un poco a bailar con él. Me las arreglo para no voltear y besarlo a lo bravo.
-También te extrañé. -Contesto.
-¿Por qué no me habías hablado?
-Para ser justos, tú tampoco me hablaste a mí. No de esta manera.
Intento que mi comentario sea divertido, y espero no lo haya tomado como un reclamo. Parece que funciona.
-Tengo una razón excelente para eso.
-¿Cuál es?
-Preparaba tu regalo. Ya sabes, además de tu reloj.
-Debe ser un muy buen regalo.
-Tengo mis expectativas en él. -Dice.
Río como bobo simplemente porque no sé qué contestar. La risa es mi respuesta. No sé si estoy nervioso, o contento. O sorprendido.
Creo que en medio de mi emoción de un Esteban finalmente abierto conmigo y delante de sus amigos, encuentro miedo. Ahora todos los ojos están puestos en nosotros, y eso es algo con lo que no tenía que lidiar antes.
Escucho la puerta, y George atiende. Gracias a Dios, porque a pesar de la poca incomodidad que pueda llegar a tener debido a la demasiada atención que estoy recibiendo, no quiero separarme de Esteban.
Ya no se encuentra junto a mí, pero seguimos charlando. La mayor parte de todo esto es coqueteo. La emoción que siento en este momento no llego a describirla. Es algo nuevo para mí.
Recuerdo la primera vez que Esteban y yo platicábamos para abrir nuestros sentimientos. Eso era nuevo, incluso saliendo en secreto. Lo que pasa ahora también es nuevo. No sé cómo me deba sentir, además de la emoción creciente en mi pecho.
Michael entra al lado de George. Finge una sonrisa con todos y una charla de unos cuantos minutos. Entonces se vuelve Cara. Van a algún lugar privado. Esteban y yo compartimos una mirada.
Después de un tiempo y con Jason de nuevo ayudándome, saco alitas para ambas mesas. Algunas hamburguesas ya están listas.
El lío de Michael y Cara siguió. De repente ya no yo era el centro de atención, sino ellos. Fue hasta incomodo ver a Cara intentando deshacerse de la discusión y Michael insistiendo. No escuche nada de lo que hablaban, pero fue lo que pude apreciar por sus expresiones corporales.
Dirijo a Esteban a una mesa. Planeé que estuviera conmigo, pero los chicos de lucha lo llamaron. Robyn se separa de George un momento y viene conmigo y los demás. Finalmente charlo un poco con Nicolas. Espero la esté pasando bien. Dice que los chicos son agradables. Me disculpo por dejarlo solo.
Me pregunta por Esteban, le digo que es complicado. No quiero compartir esta historia con él. No ahora. Sería tonto hacerlo delante de Esteban.
Para distraer un poco la atención sobre mí y Esteban, le pregunto a Robyn como van las cosas con George.
Para que ni siquiera Grace me pregunte por Esteban, quiere decir que todos están de acuerdo con que no es momento de hablar de eso. Asumo que es por Nicolas, pues no es parte de nuestro grupo. Al menos por eso lo omito yo.
-Vamos bien. Normal. -Contesta Robyn, devolviéndome a nuestra conversación.
-¿Arreglaron su problema?
-Solo estamos bien. -Dice. Y entiendo que no debo hacer demasiadas preguntas.
No duramos mucho comiendo, a decir verdad. Thomas cambia la música de vez en cuando. Y lo agradezco, porque el ambiente se está poniendo mejor. Todos saben ya donde están las cervezas, así que los chicos de lucha empiezan a hacer su habitual ruido, incluyendo a Esteban. Espero el ruido no moleste a mis padres.
De repente me encuentro en una conversación entre Louis y Nicolas. Nicolas no presta mucha atención a Louis, así que me esfuerzo por hacer que sea una conversación equitativa, incluyendo a Louis.
Esteban se me ha perdido de vista, pero no presto mucha atención para no verme grosero con los chicos.
-Debe gustarte demasiado.
-¿Qué?
-Ese chico. -Dice Nicolas- No le prestas atención a nadie más.
-Estuvieron juntos. -Dice Louis- Y como que siguen estándolo… ¿no?
-Es complicado. -Contesto, riendo- Ya lo dije.
-¿Por eso no saliste conmigo? -Suelta Nicolas.
¿Qué?
-¿Qué? No. Estaba ocupado… te dije.
Además de que simplemente íbamos a salir como amigos y nada más. ¿A qué viene su comentario? ¿Jason y George estaban en lo correcto? Decido cortarlo de golpe por si ese es el caso.
-Sería bueno salir un día.
Ignoro su comentario y comienzo a iniciar charla con Louis en su lugar. Espero entienda la indirecta. Me siento algo idiota. ¿Dónde está Esteban?
Cara y Michael lucen ahora más tranquilos. Aunque puedo decir que Cara no está exactamente contenta. No lo ha estado en mucho tiempo junto a Michael, no quiero pensar mucho en lo que sigue para ellos, pero no les veo mucho futuro…
Pero, viéndolo así, yo no soy quien para opinar. ¿Quién sabe?
George y Robyn están mejor. No se ven molestos, pero es como si hubieran puesto una tregua a cualquier enojo que hubieran tenido antes. Para que sean capaces de olvidarlo por un momento prueba que es un problema menor, quizá incluso estúpido, y que puede ser superado fácilmente.
Grace y Erika se hacen las tontas, junto con Louis, sorprendiéndome. Hacen un intento de baile al ritmo de Sean Paul, no demora mucho tiempo para que Lucas y alguien más de lucha se les una.
Paso más tiempo con Anna y Robyn, charlando sobre nada importante en absoluto. Me gusta el ambiente. No puedo creer que planeaba escaparme de eso. Tengo muy buenos amigos.
Veo a Esteban con sus amigos de cuando en cuando. Nos sonreímos cuando podemos.
El tiempo se va algo rápido, y agradezco que no lo suficientemente rápido. Alex y Serena se pasan conmigo un momento. Charlamos.
Me es extraño haber invitado a una fiesta a personas que conocí de un día, o incluso a Nicolas. No puedo creer verlos convivir con gente de mi universidad, o los chicos de lucha.
Jason ahora está hablando con los chicos de lucha, lo cual me resulta hasta bizarro, úes ahí está Esteban. No recuerdo que se llevaran tan bien.
Mantengo conversación con Nicolas, solo para ser amable. Después de sus comentarios no sé cómo tratar de él. Ya quiero tratarlo diferente solo por un comentario, no tengo idea como Robyn ha estado aguantando a ese chico que la acosa por tanto tiempo.
Roy nos deja un momento para ir con sus compañeros de lucha. Michael y Cara se separan, pero parecen estar bien. Dentro de lo que se puede decir.
Erika y Grace están manteniendo una conversación con Serena, y por el nivel de su risa, se lo están pasando bien. Y por una extraña razón, me siento bien también.
Nicolas se ha perdido de mi vista un momento. Me preguntó por un baño, pero lleva veinte minutos lejos de aquí. No he visto a Esteban en un buen rato tampoco.
Termino un cigarrillo que me doy por el mero placer de la escena que observo, donde todos ríen y están felices. Incluso dentro de los problemas que puedan haber tenido, hablando de las parejas. Disfruto de una buena charla con Roy, quien es realmente agradable y no lo había notado en realidad.
Alex me pregunta por el baño, y lo acompaño adentro. Necesito otra cerveza de todos modos. Y viendo que Nicolas posiblemente está perdido, no debo dejar a alguien más deambular solo por la casa.
Comparto algunas palabras con Alex. Le agrada aquí y le agradezco haber venido. Lo dirijo al baño.
De vuelta en la cocina puedo ver a Esteban charlando con alguien. Quiero acercarme, porque ya es más noche, he tomado un poco o finalmente se ha abierto más, no tengo idea, pero me siento con más confianza.
Hasta que veo con quien charla.
Un chico rubio y un poco alto vestido de negro está junto a él, recargado a la pared. Y parecen tener una buena conversación.
No recuerdo haberlo invitado, pero si ese es el caso, no invité a nadie. Fueron George, Robyn y Esteban. ¿Esteban realmente invitó a ese chico a mi casa? ¡¿Qué rayos?!
-¡Adam! -Dice Nicolas.
No me importa fingir que no le estoy prestando atención. Él se da cuenta. ¿Por qué Esteban habla tanto con ese chico?
-¿Dónde estabas? -Pregunto a Nicolas.
-Fui al baño y me salí a fumar un momento.
-¿Por qué no saliste al patio?
-No lo sé. Había mucho ruido. Y extraños. Quería hablar contigo.
-Vamos al patio. -Digo.
Quizá mi voz no fue demasiado amable, no que intentara que lo fuera. No quiero tener una conversación a solas con él porque sé a dónde se dirigiría y no quiero darle falsas señales. Tampoco quiero hacer un drama por estar dolido por Esteban, aprendí mi lección con Louis.
Creo haber visto al chico rubio que siempre habla con Esteban verme mientras me voy. O quizá imagino cosas. De todas formas, espero que Esteban me haya visto irme.
Me quedo con Nicolas, pero me encuentro alrededor de un montón de otra gente, en caso de que se le ocurra pensar en algo más entre nosotros.
Mi mente está concentrada en Esteban y ese jodido chico que definitivamente no quiero en mi casa. Me enoja pensar que Esteban pensó que estaba bien traerlo aquí.
Pero Esteban no sabe que no me agrada el chico, meramente por celos.
¿Pero por qué pensó que era buena idea invitar a alguien que no conozco aquí? No sabía que se llevaran tan bien…
-Tu est bien? -Pregunta Nicolas.
¡¿Por qué su terquedad en hablarme en francés? Asiento con mi cabeza. No me deja contestar.
-Tu pense en le mec avec ton ami, no? Ils parlent tout seuls… est toi en colère?
-Peut-être que je sois en colère… Habla en español.
-Es más cómodo para mí, lo siento.
-Está bien. -Digo.
-Se ve mal que te haya ignorado toda la noche.
-No me ignoró… -Digo. No quiero tener otras ideas en la cabeza. Solo me molesta la presencia de ese chico- No conoces nuestra historia.
Debo haberle dirigido una mirada realmente dura, porque volteo y retomo la conversación con los chicos. Creo que alguien nos oyó.
Todavía no he arreglado cosas con Esteban y ahora estoy seguro que alguien más nos ha escuchado, y sabe de mi situación con Esteban. Estar fuera de secretos ante la sociedad es realmente aterrados. No había necesidad de que Nicolas o nadie supiera que me encuentro enojado en este preciso momento. Aunque, bueno, es Nicolas quien me molesta más.
Entre distracciones y demás, con mi mente estancada en el pensamiento de Esteban charlando con un chico que detesto y ni siquiera conozco, el poco tiempo que ha pasado se me hizo eterno. Alex volvió, y charlo con él. Me aparto un poco de él. Alex me da mayor confianza.
Aunque recuerdo haber dicho algo parecido sobre Nicolas, y Jason y George resultaron tener razón.
Alex hace que me olvide un poco del enojo que yo mismo me he causado con el pensamiento constante de la escena que vi dentro de la casa, pero pareciera volver en menos de un segundo cuando veo a Esteban dirigirse a mí con el chico.
-Hola.
-Hey… -Contesto al chico.
-Adam, él es Dennis. Es extranjero, también. Dennos, él es Adam, el cumpleañero.
-¡Que gusto, Adam!
Sonrío a Dennis por educación, de la manera más mecánica posible. No sé si nota la falsedad de mi gesto. No estoy feliz de verlo aquí. Sé que no tengo muchos motivos para sentirme así.
Compartimos una charla mínima, contesto con respuestas cerradas para evitar una plática prolongada. Cuando no tiene más que decir me despido con un “disfruta de la fiesta”.
No estoy seguro quien levanto el pie primero, comenzando nuestro camino para retirarnos. Sé que me alejé, pero Dennis también. No puedo creer que Esteban lo siguió a él.
Ignoro a Nicolas en el camino. Jason me detiene, junto con Robyn.
-¿Qué pasa? Tienes una cara de querer golpear a alguien.
-¿Cuánto has bebido? -Pregunta Robyn. Volteo mis ojos.
-No lo suficiente como para golpear a alguien, no te preocupes.
-¿Pero sí estás molesto? -Pregunta Jason.
-Esteban… -comienzo- Esteban trajo a otro chico aquí.
Robyn se mantiene atenta y escuchando, pero Jason hace una mueca, dándome la razón. Es molesto.
-Seguro solo imaginas cosas.
-¿Cómo trajo a alguien si lo vi bajar de su auto cuando estaba con George?
-No sé… entonces lo invito. No sé.
Noto mi cara descomponerse, aunque no quiera, ante la idea de Esteban invitando a ese chico a mi casa. ¿Cómo rayos podría pensar que es buena idea?
Robyn y Jason continúan diciéndome que no parece lógico o probable que Esteban haya invitado a Dennis, y lo dicen tanto que llega el punto en el que decido cambiar el tema yo mismo.
Me alegra ver que Nicolas pasa tiempo con Louis, no quería tener que estar con él toda la noche. Charlo un poco con Alex y Serena, quienes se hacen amigos de cualquiera fácilmente. Serena se acopla fácilmente a Alex, y bueno, él se acopla fácilmente a cualquier ambiente.
Entre distracciones, veo a Dennis sin Esteban. Así que busco a Esteban con la mirada en todo el patio, lo encuentro en un lugar cerca de la puerta que lleva a la cocina. Me hace una seña para que entre, así que dejo a los chicos sin avisarles.
No hay nadie dentro de la casa justo ahora. Esteban ha estado bebiendo, pero solo un poco. Yo también. Un poco más que él, pero me siento bien. Justo ahora no me siento exactamente enojado. No sé cómo me siento.
Nos quedamos un momento uno de pie delante del otro, sin decir una palabra. No planeo alejarme, de cualquier forma. Como dije, no estoy molesto. Y creo que no siento exactamente nada en este preciso momento. Pero no se me antoja separarme de Esteban. Si me hablo para que nos viéramos frente a frente, simplemente para estar de pie, por mí está bien.
-¿Estás molesto?
-Sí. -Confieso sin siquiera pensarlo- No me agrada él.
No tengo idea porque el filtro que me impedía decir lo que pienso en el momento en que lo pienso desapareció.
-¿Por qué?
-¡Simplemente no me agrada! Siempre lo veo contigo… ¿por qué lo invitaste?
-¿Estás…?
-¡Sí! Si estoy celoso.
Ni si quiera me molesto en evitar hablar de esto. O medir el nivel de mi voz.
-No tienes razón para estar celoso, Adam… Y no lo invité.
-¿No?
-No. Él dijo que alguien lo invitó. Le pasaron la dirección.
-Eso es extraño.
-Lo sé...
Esteban se acerca a mí, de repente no hay mucho espacio entre nosotros. Pero no estamos lo suficientemente cerca como a mí me gustaría.
-Estás celoso. -Se burla.
-Cállate.
Le pego en el pecho jugando. Él ríe.
¿Cómo es que estamos coqueteando ahora?
Estamos aún más cerca, pero ninguno se atreve a tocar al otro.
-¿Quién lo invitó entonces? -Mi valentía no duró mucho. Pero Esteban no parece decepcionado.
-Adam, ¿cómo voy a saberlo? ¿No es amigo de nadie que conozcas?
-No lo creo. Y no lo invitarían. -Contesto.
Esteban lanza un suspiro, pero su rostro no me parece molesto.
-Te extrañé. De verdad te extrañé.
-¿Estos días?
-Estos meses.
-He estado aquí, Esteban. -Esteban me lanza una mirada- Algo así…
-Distante. -Dice.
-Sí…
-Deja de hacer eso. -Pide.
-¿Hacer qué?
-Eso, te cierras de nuevo. Nuestro trato fue que las cosas se darían por si solas. Lo intentaríamos. Es la conversación más larga que hemos tenido desde quien sabe cuándo. Y ahora de repente cambias de nuevo.
Esteban tiene esa mirada de seriedad suya que hace que todos se asusten. A mí no me provoca eso. Bien, estamos siendo serios ahora.
-Lo siento, quería tiempo para aclarar mi mente… y sigo pensando igual. También te he extrañado, ya sabes.
-¿Qué hacemos, entonces?
Me pregunto si esa es la manera de Esteban de estar molesto, o realmente se mantiene lo más serio posible.
-¿Sabes qué? Te he estado esperando. Si me extrañabas solo tenías que hablarme. -Dice ante mi silencio.
-No tenía idea de cómo reaccionarias. Pensé que también querías espacio.
-Nunca quise espacio, Adam. ¡Lo sabes!
-¿Así que todo es mi culpa? -Pregunto.
-No juegues esa carta conmigo. Sabes bien que fuiste tú quien pidió ir lento.
-¿Y? Deja de hablar así. Es como si me quitaras crédito. Yo quiero esto también. Tanto como tú. -Esta vez es él quien se queda callado- Perdón si pensé que querías espacio… no debí asumir que pensábamos igual.
-Incluso fui a verte esa noche. Nunca quise espacio…
Sus ojos miran directo a los míos. No hay sonrisas ni seños fruncidos. Me está confrontando realmente, parece que es la primera vez.
-¿Ahora hablamos de esa noche?
-Claro. Hablemos de esa noche.
-Esa noche me arrepentí al instante de decirte que no quería estar contigo. -Esteban suspira- Esa noche estuvo en mi cabeza durante mucho tiempo. Y me arrepiento de esa noche.
-¿Entonces por qué me lo negaste? -Pregunta.
-No lo sé… -Confieso, ahogado por la realidad de la situación y estando a punto de querer llorar.
Tristeza, confusión, coraje. Ninguno de los dos sabemos que sentimos. Me dirijo al patio, y segundos después él sale detrás de mí.
Anna me pregunta si estoy bien. Hasta me siento tonto porque no fue una discusión real. ¿Qué acabamos de hacer?
La fiesta ya ha avanzado a su punto máximo, creo, ahora solo hay gente platicando y disfrutando de la música. Música baja ahora. Algunos chicos muy tomados ahora.
Esteban charla con Dennis, y me molesta, pero verlo como ignora la mitad de lo que dice me alivia.
Nicolas se acerca a mí cuando me encuentra solo.
-¿Estás bien?
-Sí.
-Estas solo.
-Estoy bien. -Respondo.
-Es tu propia fiesta, Adam. No deberías estar solo… -Bueno, tiene un punto- ¿El chico te dejo plantado?
-No.
-¿Entonces?
Nicolas acerca su cuerpo, haciéndome sentir incómodo. Con miedo a verme como un exagerado, me decido a actuar de inmediato.
-Nicolas… lo que sea que crees que estás haciendo. No lo hagas. No va a pasar.
-¿Qué es lo que no va a pasar?
Sus ojos me estudian, de cabeza a pies. Recorriendo de nuevo mi cuerpo con su mirada en su camino a mis labios. Se enfoca ahí. Se acerca…
Levanto mi brazo, lo uso como escudo entre nuestros cuerpos y lo empujo un poco. Lo suficiente para sacarlo de equilibrio, pero muy poco.
-No. -Digo- Deberías irte… ahora.
Nicolas me da una mirada confusa antes de que le dé la decisión final, y le dé una mirada dura yo mismo.
Se disculpa, pero no toma ni un respiro antes de largarse de mi casa. Me doy cuenta de mi expresión de enojo en mi rostro e intento deshacerme de él.
Gente me ve. ¿Qué tan fuerte he estado hablando?
Esteban me ve. Se acerca.
Sus pasos son más bien de una velocidad normal, pero rápidas para lo que es habitual para nosotros. Una perfecta metáfora para nuestra relación los últimos meces, donde parece que estamos estancados.
El finalmente avanza, hasta llegar a mí.
-Esteban, él y yo no…
-Lo sé.
Con sus manos toma mi rostro, me acerca al suyo y me besa.
Y como cada beso que nos hemos dado, es diferente. Éste habla por sí mismo. Éste es un beso público, bajo la luz de nuestros más queridos espectadores.
El beso que hemos dado significa muchas cosas que no puedo comenzar a describir, porque estoy demasiado ocupado finalmente sintiendo el cuerpo de Esteban de nuevo, recorriendo su espalda con mis manos, cuidándome de recordar que estamos alrededor de nuestros amigos y no debo ir demasiado lejos.
Terminamos dándonos un abrazo, riendo, y nuestros amigos sonriendo. Los más ridículos, como George y Jason, comienzan a aplaudir.
Dennis observa.
Y yo, abrazando a Esteban, sin darme cuenta, le lanzo la mejor sonrisa de ganador a Dennis.
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Después de besar a Esteban, decidí no pensar ni hablar sobre ello. En su lugar, disfrute de su compañía a todo momento. Hasta que la fiesta acabo. Esteban fue el último en irse, y no quería que se fuera. Nos besamos mucho.
Me dio mi segundo regalo, está envuelto y es enorme. Parece un cuadro. Y debería ser estúpido si no me doy cuenta que es un cuadro. Estoy cansado y emocionado, pero no quiero ver el cuadro con sueño, necesito que mi primera impresión sea autentica, así que la dejo para mañana.
Yang despierta cuando estoy en la habitación, pero no baja de la cama. Supongo que dormirá conmigo hoy.
En el buró, veo una nota junto a una caja de obsequios. En ella vienen una bocina pequeña en forma de capsula, nuevos audífonos y un libro.
Leo la nota.
Adam, espero hayas pasado un día excelente y una fiesta genial. Este es mi regalo de cumpleaños atrasado. No es mucho, pero espero que te guste.
No olvides que te quiero, siempre.
-Papá