Esteban
El sábado que Adam se reconcilió con su padre tuvo un cambio para toda la familia Sky. Desde el momento en que llegaron a casa, pareciera que otras personas hubieran entrado. La atmosfera se sentía totalmente diferente. Mas amigable, cálida, sin comentarios hostiles.
Y por alguna razón fui atraído a esa escena, y aceptado.
Gran parte de la tarde después de que Adam volviera del viaje de pesca con su padre, la pasamos en su casa. Con sus padres.
Fue intenso en alguna manera. Apenas y el señor Sky me dirigió la palabra sentía como si el mundo se me viniera encima. He estado fuera del closet por algo de tiempo y no me he ocultado para estar con Adam, pero aceptarlo delante de su familia es simplemente otro nivel. Como si todos me vieran de nuevo en el club cuando les decía que era bisexual, pero multiplicado. Sus padres no solamente deben aceptar que Adam es gay, sino que me expongo a ellos, y deben entender que salgo con su hijo. Es demasiado.
Al menos así se sintió al principio.
Creo que nunca había visto a Adam y su papá tener una charla tan activa como el sábado. Y ni si quiera hubiera imaginado que yo estuviera incluido ahí.
Fueron cosas vánales y simples. Las mas generales. El padre de Adam me preguntaba por mi vida, y le he contado de la universidad, el equipo de lucha y de cuando estudiaba arte antes de cambiarme de carrera.
Sé que son cosas sin importancia, y una charla completamente normal, pero demuestran interés en mí; es algo que incluso la señora Sky ha hecho. Y ahora tuve la oportunidad de ver que el padre de Adam, bajo la figura seria que incluso podría ser interpretada como fría, es en realidad tan amable como Adam y hogareño como su madre.
Por un momento me sentí parte de ellos. La incomodidad de estar presentándote a los padres de tu novio y llamarlo novio delante de ellos se fue desvaneciendo a medida que el señor Sky entablaba conversación conmigo en busca de conexión, hasta que desapareció.
El gusto de Adam por el café es aprendido de familia, pude notarlo. Y dentro de mi introducción a sus padres, aunque pareciera simple, vaga, e incluso aburrida para cualquiera que no tenga el interés en pertenecer a la familia de su pareja, me sentí satisfecho.
Ahora solo pienso en Adam. ¿Está esperando lo mismo? Es lo lógico. Pero conociendo a mi familia, es algo muy poco probable que suceda.
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Finalmente han terminado los exámenes para todos. Lo que quiere decir que, al menos que hayamos reprobado alguna materia, el semestre terminó.
Ignoré a Dennis cuando presentamos juntos. Apenas lo vi y recordé lo que me pidió, y lo que descubrí junto con Adam. Es una charla que no hemos tenido aún. Intento mantenerme totalmente alejado de cualquier pensamiento que me lo recuerde, porque siento el coraje en la boca del estomago apenas y pienso que Dennis quería burlarse de Adam y de mí junto con Nicolas.
Aunque sinceramente no tengo la menor idea de que es lo que pensaban, claramente no era nada bueno. Se siente estúpido incluso pensar en ello. Simplemente me desconcierta, y sé que a Adam también.
Estoy alegre de que este semestre no haya competencia de lucha. Siento que puedo disfrutar verdaderamente de las vacaciones. No hay eventos cerca de parte de la escuela.
Pero es diciembre ya, y sí hay eventos por las temporadas festivas. Si papá hace algún evento con motivo de la empresa, tengo que asistir, lo cual es seguro. Además de que se acerca navidad y año nuevo. Y mi cumpleaños, que pasará desapercibido de nuevo de todas formas.
Tuve que venir a la universidad porque un maestro quiso dar revisión grupal en lugar de solo enviar las calificaciones. Tuve buenas notas.
Roy, Thomas y yo nos dirigimos a la cafetería. Se supone que George y Adam están ahí. Es mitad de semana y puedo sentir que todos volvemos a tener tiempo libre. Me pregunto si saldrá algo.
Llegando a la cafetería, veo que Adam y George no están solos; Cara, Grace y Anna están también. Apenas me siento a su lado y puedo ver que vienen Erika y Louis. Así que estamos completos. Noto que Michael no está, pero no me pregunto por qué.
Me siento al lado de Adam, poniendo mi brazo alrededor de su silla.
Aparentemente todos coincidimos hoy en la universidad, y las chicas empiezan a charlar del tiempo que llevamos sin salir todos juntos.
Thomas y Roy comienzan a contar del día en que fuimos de pesca, aunque pescar fue lo que menos hicimos.
Comenzamos a recordar nuestro tiempo en la universidad, tanto separados como juntos durante este agno. La charla comienza a rondar en el tiempo que hemos pasado en la universidad, y en lo poco que nos queda en ella.
Empezamos a hablar de nuestros planes a futuro. Evito ese tema, porque realmente no tengo respuesta a esas cuestiones. Adam, por otro lado, piensa buscar empleo en cualquier área de su interés. Ni si quiera piensa trabajar en el restaurant de su papá.
La conversación no puede evitar tomar un tono melancólico implícitamente. No solo porque terminar la universidad significa inevitablemente terminar un ciclo, y posiblemente cerrar círculos sociales. También tenemos la presión de un futuro incierto.
Al menos yo, jamás he tenido que trabajar por nada en mi vida. Todo me ha sido dado. Mi padre me ha apoyado en todo, y no sé como trabajar para conseguir cosas por mi mismo. No sé que es lo que vaya a pasar, y contrario a lo que parezca, estoy algo temeroso.
Por un segundo se mencionó a Ed. Adam ha podido escuchar su nombre e incluso hablar de él sin llorar, o sentirse mal. Estoy orgulloso de lo mucho que ha crecido. Nadie quiso que la conversación tomara ese rumbo, pero seguimos hablando de quienes nos han abandonado en el camino.
Brenda.
Todos hacen comentarios, pero evitando recordar que la razón por la que no se encuentra con nosotros es por lo que nos hizo a Adam y a mí. Me empiezo a sentir algo incómodo.
En medio de los comentarios y el recordatorio no hablado de lo que Brenda nos hizo, sobresale el silencio de Thomas y Cara.
He notado que compartieron una mirada en cuanto el silencio se hizo presente en la mesa y sintieron algunos rostros voltear a verlos. Eso delató suficiente, aunque sinceramente, creo que no me molesta.
Apenas y Cara iba a distraer la atención de nuestras sospechas, Thomas no resistió y se adelantó a admitir lo que pensábamos.
-Les seré honesto, chicos, ella y yo seguimos charlando.
Cara suelta un suspiro.
-Yo también sigo hablando con ella.
Ambos enfocan sus miradas en mí, como queriendo saber mi expresión o mi respuesta ante ese suceso. Son amigos. ¿Por qué debería tener una reacción? No me afecta en lo mínimo.
Adam, a mi lado, también tiene una cara de póker ilegible. Eso sí me preocupa un poco. ¿Le molestará?
-¿Y cómo está ella? -Pregunta Grace.
Creo que debo agradecer el cambio de atención que estaba recibiendo.
-Extraña estar en el grupo -de nuevo su mirada se dirige a mí, luego se encoje de hombros.
-He salido algunas veces con ella, -comenta Thomas- es agradable. Realmente siente lo que pasó.
Es ahí donde Adam lanza un suspiro. La mayoría en la mesa es capaz de notarlo.
Para evitar la incomodidad, supongo, la conversación cambia de rumbo rotundamente, sin ninguna clase de despiste. Eso fue incomodo en sí.
Después de eso no nos quedamos mucho tiempo más ahí. Nos damos cuenta de que posiblemente no nos volvamos a ver en la universidad debido a que es el final del semestre, y nos despedimos apropiadamente.
Después de despedirnos, antes de realmente irnos, Thomas me habla para decirme algo en privado, alejado de los demás. Adam me sonríe y se aleja con George.
Me acerco a Thomas quien luce como si fuera a decir algo sumamente secreto. Espero no hable del tema que intento evitar desde que estábamos sentados.
Pero claro que él quiere hablar de eso.
Su rostro empieza a cambiar de facciones delante de mí. De repente es un niño pidiendo algo imposible a sus padres, y a la vez un adolescente rompiendo reglas que piensa son inútiles.
-Esteban, sobre Brenda… es verdad que aun hablo con ella. Espero no te moleste.
Suelto una sola risa amigable ante su confesión.
-No tienes porque pedirme permiso. -Bromeo- Puedes hablarle si ella te agrada.
-Lo sé. -Dice fácilmente sin respuesta a mi tono bromista- Pero, ya sabes… desde inicio de la carrera hemos estado todos juntos, -eso no es verdad- ella realmente extraña eso.
-Viejo… -las palabras no son difíciles de decir, pero son pesadas al saber que pueden herir a mi amigo- si me estás pidiendo que vuelva a hablar con ella como si nada hubiera pasado… lo siento, no.
-Vamos, Esteban…
-Thomas… -Suspiro, porque es algo que no debería tener que explicar- Sé lo que piensan tu y Cara. Y posiblemente todos… que estoy molesto por la trampa que le tendió a Adam aquella vez, peor no es solo eso. Incluso cuando habíamos olvidado aquello, fue Brenda quien les contó de mi relación con Adam para causarle problemas. Y lo logró.
Thomas suelta un suspiro.
-Ha cambiado. Eso lo hizo enojada, pero está arrepentida.
-Eso no cambia lo que hizo. Además, yo no estoy arrepentido de haberla sacado de mi vida. -Thomas se queda escuchando, a los pocos segundos de no tener respuesta, decido irme- Lo siento, además, no creo que Adam se sienta cómodo con ella alrededor. Así que no.
Decido ir con Adam y los demás. Thomas no tarda en seguirme. Una vez con ellos, no se menciona a Brenda de nuevo.
Adam deja de charlar con George y los chicos, y me pide que nos vayamos. No sé si la presencia de Thomas lo incomoda ahora, como si fuera la mismísima representación de Brenda ante sus ojos. De todos modos, no doy pelea, y nos vamos inmediatamente.
Una vez en el auto, me invita a pasar el rato en su casa. Desde que sus padres saben de nosotros, ocultarnos no es necesario, a menos que se trate de sexo. Fuera de eso, se siente bien tener un lugar en el cual podemos ser plenos y nosotros mismos. Su casa es un lugar seguro, y lo digo de una manera agridulce. Desearía que Adam se sintiera en mi casa de la misma manera en que yo me siento en la suya y con su familia.
Pasamos el mayor tiempo del viaje a casa charlando de nuestro día y la escuela. Nada fuera de lo normal.
Una vez en su casa, nos percatamos que estamos solos.
Anteriormente eso hubiera significado una sola cosa: sexo rápido en su habitación. Hoy las cosas son diferentes.
Deja sus cosas en la habitación y vamos a la cocina, su madre no debe tardar en llegar. Me pregunta si me quedaré a cenar, y aunque desearía, digo que debo llegar a casa.
Me gusta estar aquí con Adam, siendo normales. Adam deja de dar vueltas en la cocina, como si se hubiera arrepentido de planear hacer comida, y me dirige a la sala y prende el televisor. Subo mis pies en su regazo, y automáticamente me desprende de mi calzado para comenzar a masajearme.
A esto me refiero con estar en casa de Adam. Aquí somos una pareja normal, sin ocultarnos. Aprecio y atesoro momentos como este, en el que podemos simplemente existir, aunque dejemos la lujuria de un lado, y estemos simplemente juntos. Ya no debemos ocultarnos en la oscuridad, la casa de Adam es nuestra guarida en la luz.
-Oye.
Volteo a ver el rostro de Adam, no me había dado cuenta de que mi atención estaba completamente en sus manos hasta este momento.
-¿Qué pasa, bebé?
-Creo que hay algo de lo que no hemos hablado.
Por la sonrisa que sus labios forman y el tono risueño en que lo dice, no me preocupo por nada. Él continúa hablando antes de que pueda darle una respuesta a su comentario.
-¡Nicolas y Dennis están locos! -Suelta.
A pesar de que no es algo que me causa ninguna gracia, la manera en que Adam toma las cosas en momentos espontáneos me hace sentirlo de una manera algo parecida a la de él, así que río en respuesta.
-¿En qué rayos estaban pensando?
-¿Y como no nos dimos cuenta antes? -Me complementa Adam.
Reímos. Después del estrés que la situación me causó y el miedo de Adam molesto por ello, decidimos reír. No veía venir esta reacción, pero la agradezco.
Comenzamos a charlar, de lo tontos que debimos haber parecido para ellos, y como pudimos caer en un engaño de esa magnitud. No es como que pensáramos en intentar algo con ellos, pero no descubrir que viven juntos y son amigos nos hace sentir como unos idiotas.
Nuestra confianza es tanta que comenzamos a hablar de las señales que nos habían dado y decidimos ignorar. Sé bien que soy una persona celosa, pero charlando esto con Adam, la inseguridad proveniente de los celos no se hace presente si quiera.
Incluso le cuento de cómo los chicos querían motivarme a salir con Dennis. Adoro a Adam, es como hablar con un mejor amigo también. Me acerco para besarlo.
Desearía haberlo hecho antes, empiezo a besarlo, pero me detengo porque pienso que su madre o su padre no deben tardar en llegar.
Retomando el tema de los extranjeros que quisieron sabotear de alguna manera nuestra relación Adam suelta un comentario.
-¿Sabes que sería divertido? Seguir el consejo de Serena.
Tomo mi tiempo en pensar sobre eso, a los pocos segundos me cae de golpe a lo que se refiere. Engañar a Dennis y Nicolas para jugarles una broma y exponer que sabemos de ellos. Intento reír, pero la sonrisa que Adam me da es en parte falsa, porque parece estar hablando en serio.
-Adam… -Digo- ¿Lo dices en serio?
Adam me regala un encogimiento de hombros, agacha la mirada y luego la vuelve a levantar lentamente, enfocando sus ojos en los míos. Eso dice suficiente: va enserio.
-Usualmente no valdría la pena, -responde- pero pienso que sería divertido. No lo sé, pienso que ellos se divirtieron. Estoy seguro de que es porque sabían que se irían al acabar el semestre. Sin embargo, pienso que efectivamente ya se irán, ¿Qué podemos perder? No tendremos que volver a verlos.
Escucho a Adam, hablando una idea que parece muy lejano a él. Pero, por otro lado, ¿qué mas da? Tiene razón, no los volveremos a ver.
-¿Te atreverías a hacerlo? -Suelto.
Soy consciente que pareciera estoy dando un sí. Y realmente lo estoy considerando, pero es algo que debemos discutir debidamente primero. No sé si Adam tenga la mente para hacer algo así por su cuenta, quizá sea solo una idea lejana que no se hará realidad.
-No sabría como hacerlo. -Admite, como si hubiera estado leyendo mis pensamientos- Pero sé de alguien que podría ayudarnos.
-¿Jason?
-No.
-Entonces, ¿a quien te refieres? -Pregunto.
Adam muestra su mirada seria.
-Considéralo. -Dice.
Creo escuchar un auto estacionarse, debe ser su madre quien llega del trabajo. Adam lee mi expresión de duda ante la respuesta que no me dio. Entonces lo suelta:
-Brenda.