Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Viraha por Fer_the_human

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Espero mi tardanza no haya sido tanta, pero ahora vengo con nuevo capítulo.

Finalmente siento la historia tomar forma, estoy emocionado por lo que está por venir en los proximos capítulos.

No tengo mucho que comentar, más que espero que te agrade.

¡Disfruta la lectura!

Esteban

Adam y yo hemos vuelto a hablar. Hablamos todo el fin de semana, principalmente me ha dicho como estuvieron sus vacaciones, y no fueron muy activas, pero eso ya lo sabía de George. De igual forma se siente mejor que él me lo cuente.

En cuanto a mí, le he contado sobre cómo le dije a los demás de mi sexualidad. Le dije la verdad, estaba ebrio, y él recuerda haberme visto ebrio esa noche cuando fui a su casa. Por poco hablamos de nuestra historia, entonces volvimos a hablar de cualquier otra cosa.

Ahora hablamos, pero no estoy seguro de qué está pasando. ¿Estamos fingiendo que simplemente somos amigos? Porque no quiero eso. Espero que Adam no quiera eso. Posiblemente este apegándose a mi historia, lo cual no es exactamente bueno.

No sé qué dirección tomar. Es más frustrante que la primera vez, y eso que ahora estoy seguro de que le gusto. Y más importante, estoy seguro de que me gusta, y no estoy simplemente confundido.

Quise invitar a Adam a la calle del arte, pero no creo que sea un buen momento. No estoy seguro.

En mi tiempo libre he pensado demasiado en que quiero hacer con la pintura del rostro femenino. Claro que quiero añadirle detalles, pero no me he tomado el tiempo de dibujarlo.

Hoy voy a la universidad con la idea de hablar más con Adam, si estoy siendo idiota sin saber qué debo hacer para llegar a él de nuevo, al menos no permitiré salir de su vida.

Hoy lo veo gracias a mi clase de impuestos.

Adam y George han pasado algo de tiempo con los chicos y yo antes de entrar a clase. Adam de pie al lado mío, acoplándose. Me gustó tenerlo a mi lado.

Finalmente, la clase comenzó, y nos hemos sentado juntos. Son detalles pequeños y tontos, me siento nuevamente como un adolescente, pero al menos sé que no estamos en malos términos.

La clase de impuestos no es aburrida, creo que de hecho es algo entretenida, me mantiene atento. De cuando en cuando veo a Adam al lado mío, y también presta atención. George, al contrario, a veces se distrae platicando con Thomas o Roy.

Cuando la clase termina, Adam y George tienen que cambiarse de grupo. Vamos todos a la cafetería porque tenemos algo de tiempo libre antes de nuestra próxima clase. Yo me quedo cerca de Adam.

-¿Qué materia sigue? -Le pregunto.

-Logística. -Contesta, con voz nada emocionada.

-¿Conocen a alguien ahí?

-Cara está ahí. -Contesta después de una pequeña pausa.

Y con Cara también se refiere a Brenda.

El pensamiento me resultó incómodo, así que asiento solamente, pero estoy seguro que puede ver la vergüenza en mi rostro.

Intenté mantener la conversación, hasta el punto donde pude ver sonreír a Adam, pero estoy seguro que se reía de mí.

-¿Seguiremos hablando de la escuela? Nos conocemos mejor que eso. -Dice, con una sonrisa que rápidamente se convierte en pena.

El Adam de siempre.

-¿De qué deberíamos hablar? -Digo.

-Cualquier cosa.

Adam tiene ya su mochila afuera.

-¿Entrarás a clase? -Pregunto- No. Formulé mal la pregunta, ¿no prefieres faltar a clase? -Termino, riendo.

-¡Claro! Digo, ¿Por qué no? -Contesta, sonriendo auténticamente, su rostro expresando diversión y pena.

Con una sonrisa en el rostro, me disculpo para ir por mi mochila y poder salir.

Voy con Roy y Thomas, y les digo que saldré con Adam cuando me preguntan a donde voy. Tuve mis dudas sobre decirles la verdad, pero lo que sucedió entre nosotros fue secreto por mi causa, Adam no tenía que ocultar nada. Supongo que ahora no debo ocultar nada tampoco. Se siente bien la falta de secretos.

Cuando voy por los pasillos de la universidad, me encuentro a Adam, en lugar de que se encuentre en la cafetería donde supuse que lo vería. Adam habló antes de que mi pensamiento decayera al pesimismo.

-George entrará a clases. -Dice- Y la cafetería está muy llena.

-¿A dónde quieres ir? -Pregunto.

-No tengo humor de dejar la escuela. Solo quiero charlar. -Dice.

Entonces decidimos ir a un área verde en algún lugar de la universidad, el clima es agradable, pero Adam se queja por el calor.

Adam luce normal, no sé porque noto de repente la manera en que luce, de nuevo. Me gusta, a pesar que no está usando su barba de días que tanto me hizo sentir confundido, ni se encuentra peculiarmente manifestando alguna emoción fuerte, como solía hacerlo cuando estaba conmigo. ¿Es qué tan poco significo para él de repente? El pensamiento me destroza. No quiero pensar así.

-Lo que pasa es que prefieres el frío.

-Claro que prefiero el frío. Detesto sudar

-¿Sigues ejercitándote? -Pregunto. No sé si sea exactamente una pregunta adecuada, pero lo que sea para no dejar morir la conversación.

-Sí. -Contesta, y me sonríe- Me refiero a que detesto sudar por calor. Si corro obviamente sudo. No tiene sentido que sude aquí, sin hacer nada.

-El clima es agradable.

-Lo que pasa es que prefieres el calor.

Le sonrío y suelto una risa meramente porque estoy convencido de que estamos en un buen punto.

-Así qué, ¿cómo te sientes? -Pregunta, despacio.

-¿Sobre qué?

-Sobre el hecho de que todos saben que eres bisexual. Apuesto que de repente…

-¿Todos me preguntan cosas? Sí. -Contesto, él ríe hasta que se da cuenta que yo no lo hago- Es hasta molesto.

-Eres una estrella. -Bromea.

-¿Qué?

-Mucha gente te conoce, y ganaste el campeonato de lucha. Obviamente no pasarías desapercibido.

-Bueno, pues no era lo que buscaba.

-¿Y qué buscabas? -Pregunta.

Esa es una buena pregunta, pero no la puedo contestar. No creo que estemos en ese punto de nuevo. Sé que a Adam le es importante ir despacio.

No, eso es mentira, lo que le importa es la etiqueta. Y por eso tengo que inventarme un montón de etapas y averiguar en cual estoy si es que quiero hacer el movimiento adecuado con él.

-No sé. Al menos no le oculto nada a los chicos. Eso se siente bien.

-Lo sé. ¿Tus padres…?

-¿Lo saben? ¡No! Te dije, decirlo esa noche no fue exactamente planeado.

-¿Puedes sentir el Déja vu del momento? -Pregunta, bromeando.

-Pero ahora soy yo el preocupado con sus padres… ¿Cómo te va a ti? ¿Sigues teniendo problemas con tus padres?

-Era solo con mi papá… y, a decir verdad, no lo sé. Eso pensaba, pero me puse a pensar, y la verdad es que no hemos hablado mucho.

-Eso no está bien.

-No, pero esto pasa porque lo evitaba. Tú sabes.

Asiento con mi cabeza, para no contradecirlo. La verdad es que no puedo juzgarlo directamente, no sé a lo que se haya enfrentado.

-Al menos cuentas con tu mamá.

-Sí. -Contesta- Esteban, te preguntaré algo. -Dice, evitando reír, supongo ante el pensamiento de mi respuesta si su petición hubiera sido en forma de pregunta- Y necesito que seas honesto.

-Bien.

-Bien… la verdad es que evitar hablar del asunto, no tiene caso.

-¿Qué asunto?

-De nosotros. De esa noche. No tenemos que hablar de eso, pero tampoco deberíamos fingir que no pasó. Como no quiero fingir que no pasó nada contigo… ¿Estás bien con eso?

-Claro. -Contesto.

Y no es para nada cercano a lo que siento. Es un alivio, es una oportunidad para mí, a pesar de que aún no lo sabe.

-Bien… mira, es que desde que me dijeron lo que hiciste, y te lo digo con miedo a sonar egocéntrico, no evito pensar que quizá lo hayas hecho por mí.

-¿Contarles a todos?

-Sí… -Contesta.

Bueno, sí, en parte fue Adam, pero no puedo decirle eso. De la misma manera en que estoy seguro que hará todo para convencerme que no les contó a sus padres de su sexualidad por mí.

-No, Adam. Estaba harto. Fue liberador. Me molesta que todos sientan que de repente eso me define, y reciba preguntas tontas, pero es mejor. Realmente era molesto.

-¿Qué?

-Esconderse.

Adam se queda callado un momento.

-Lo sé.

-Y sé que también estabas harto de eso. -Digo. Adam dirige su mirada al piso y toma una respiración profunda, sin importarle que pude verlo- Tú fuiste quien dijo que no actuáramos como si nada pasó.

-Lo sé. Está bien. Bueno, ya no tendrás que ocultarte nunca… ¿no sientes raro?

-¿Él no esconderme? -Pregunto.

-No, el hablar así conmigo.

-No, es lo más normal que me he sentido en mucho tiempo. Las vacaciones sí fueron raras. -Suelto.

Adam me da una sonrisa triste, aunque no voltea a verme exactamente.

-Te entiendo. Quise llamarte muchas veces.

-¿Y por qué no lo hacías?

-Pensé que estarías molesto… ya sabes, como terminamos las cosas.

Sé que debería sonreír o reír para que Adam no se sienta incomodo, pero no me siento así.

-Yo pensé que tú estarías molesto, o inaccesible por tu papá.

-¿Por qué estaría molesto?

-La manera en que dejamos las cosas fue confusa, tú sabes…

-Lo sé.

Incluso ahora, una vez dicho que no actuaríamos como dos completos extraños y que nuestra historia no sería olvidada, actuamos como si ciertas partes de ella fueran innombrables.

-Perdona que hable de esto. -Continua Adam- Pero estoy también en Logística con Brenda. No hemos hablado, pero noté obviamente que no está contigo. ¿Qué pasó?

-No esperabas que le hablará como si nada después de lo que pasó, ¿verdad? -No dejo que Adam conteste- No hemos hablado. Esa noche fue al club con los demás, pero no hablamos. Ni nos hemos visto.

-¿Y Cara?

-No hemos hablado mucho, pero bueno, están juntas en clases.

-No Creo que Cara sepa lo sucedido.

-Ni yo.

-Deberías hablar con ella. No digo que le digas lo que Brenda hizo. Pero, para ella simplemente dejaste de hablarles, posiblemente.

No había pensado en eso. Necesito hablar con Cara, ella siempre estuvo ahí. Incluso ella me preguntaba si estaba bien.

Recuerdo todo, claro que no debe tener idea de porque no le hablo, si simplemente contesto mensajes y no demuestro interés de vuelta, pero es solo que tenía la mente demasiado ocupada, y pienso que está con Brenda todo el tiempo.

-Tienes razón. No lo había pensado así. -Adam sonríe, y se queda poco tiempo callado.

Extrañaba esto, verlo sonreír en medio de nuestras conversaciones, pero no es la sonrisa que solía regalarme

-¿Fue mucha gente esa noche al club?

-Adam, todos fueron. Solo faltaste tú. -Adam voltea a verme, con expresión ilegible, creo que acaba de notar que eso es lo que pasó.

-Lo siento.

-No importa, lo entiendo.

-¿Y le dijiste a todos que te ayudé con tu sexualidad?

-Lo hiciste. -Bromeo, esperando que lo tomé de buena manera, él sonríe. Bien- No te molestes, pero Brenda sabía lo de nosotros… no sé, fue un acto reflejo. Pudo haberlo dicho, y no quise decirlo yo. Ed se enteró y, bueno, no me digas que no se molestó… No quería causarte problemas.

-Entiendo. -Contesta.

-Pensé que era lo mejor. Tomando en cuenta cual era nuestra situación.

-“Nuestra situación” -Repite, burlándose- Está bien. Tienes razón. Aunque Robyn lo sabía, y no se molestó. ¿Lo sabías?

-George me lo dijo. Sigo sin creerlo.

-¡Lo sé! Habíamos sido tan cuidadosos.

Ambos reímos, la charla me reconforta en un nivel que no puedo explicar. Se siente bien poder hablar libremente con Adam sobre esto. Sobre cualquier cosa.

Seguimos hablando un poco, no volvimos a clases, y charlar con él se sintió más natural. Me ha preguntado por los entrenamientos, y bromeando me dijo que no por ser el campeón debo confiarme. Eso me recuerda que los entrenamientos volverán a empezar y tengo que asistir.

Eventualmente volvíamos a los temas principales. Le he preguntado sobre su padre de nuevo, entonces fui directo, como él, diciéndole que también pienso que les dijo a sus padres que era gay por mí. Me dijo que era tiempo de hacerlo y no soportaba más vivir en secreto.

Creo que ambos nos mentimos el uno al otro, pero no hay mucho que pueda hacer sobre eso.

Entonces, molestando, le pregunté a Adam sobre tomar citas en el mundo gay. Para mi sorpresa no entendió mi broma, se lo tomó muy enserio.

-De todas formas, si sabes que al chico le interesan los hombres lo tendrás fácil. -Dice- Eres apuesto.

-¿Ah, sí?

-Sí. Puedes invitar a salir a quien quieras.

-Adam…

-¿Qué?

-¿Quieres salir conmigo? Llévame a la calle del arte.

Fue espontaneo y rápido.

Y dijo que sí.

***********************

Adam

Esta semana ha pasado rápido, y he sentido muchas emociones, comenzando con lo bien que comenzó el lunes.

El lunes vi a Esteban después de un fin de semana de haber hablado de nuevo con él. No habíamos hablado en todas las vacaciones, y ese fin de semana fueron solo textos. Sentí que era patético, después de todo lo que habíamos pasado, así que hablar con él el lunes fue un acto espontaneo. Y estoy agradecido de ello.

Era ridículo comenzar desde cero con él, no planeaba pasar un mes entero escondiéndome detrás de mi celular para mantener una conversación con el chico que he visto semidesnudo en mi cama, o el chico con el que he dormido, para variar.

Pero cuando charlábamos me he sentido fuera de balance, como si la realidad me aterrizara en ese momento. Realmente pasó, no estamos juntos, no tenemos lo que teníamos. Y estoy agradecido que la realización de lo sucedido me llegará después de haber iniciado la conversación con Esteban, y después de haberle dicho que no tenía caso que evitáramos hablar.

Ese día hemos hablado mucho, y lo agradezco, sé que estamos bien al menos. Hablamos de todo y de nada. De nosotros, no en la singularidad de la palabra compuesta por dos personas, pero la pluralidad de dos personas distintas, de sus problemas y los míos.

Esteban comenzó a molestarme diciendo que no sabía nada sobre como coquetear con un chico ahora que no le importaba esconder su sexualidad, y sentí cólera al pensar en eso, y a la vez me recordaba que no tenía derecho de molestarme por nada, así que simplemente le seguí la conversación esperando que llegara a un fin rápidamente. Y así fue.

Al final Esteban terminó por invitarme a salir. Y acepté inmediatamente, solo porque estaba solo un poco demasiado emocionado de escucharlo decirlo tan directamente y sin esperarlo, en un tono de voz moderadamente alto, sin esconderme de nadie. ¿Cómo no iba a aceptarlo al momento?

Pero ahora no estoy seguro.

A lo largo de la semana he tenido tiempo de pensarlo. George no hizo un gran dilema al respecto de mi charla con Esteban, simplemente preguntó cómo iba todo, y se mantuvo fuera del asunto, aunque no estoy seguro si se mantenga igual con Esteban.

Nicolas se ha vuelto un buen compañero, hemos hablado poco, y me agrada. Me preguntó por lugares para salir en la ciudad. Lógicamente no le dije nada del lugar a donde llevo a Esteban. Antes solía ir con Anna, y si con Esteban me sentí mal, con Nicolas me sentiría terrible. Nadie sabe de ahí, ni siquiera llevo a Jason o Robyn. Ni si quiera fui con Ed en su momento.

Sentí extraño la sensación de contarle a mamá de mi cita con un chico. Creo que en realidad siempre quise hacerlo, para ser sincero estoy demasiado emocionado de poder compartir esto con ella, aunque lo hago a escondidas de papá, porque no quiero que me escuche.

Mi madre me deseó suerte para hoy, y tuvimos una plática sobre ir despacio. La verdad es que yo no estoy seguro de lo que quiero, pero supongo que eso es un buen consejo.

Para que Robyn me lo haya repetido, debe ser un consejo muy bueno, o el más lógico.

Robyn y yo hemos hablado uno de estos días, y su reacción ante el hecho de que volveré a salir con Esteban no fue completamente aceptándolo a la primera.

-No digo que sea una mala idea, solo digo que debes llevarla tranquilo. -Dijo- No tomes decisiones porque quieres volver a los buenos momentos que tuvieron, es todo.

Robyn me puso a pensar, lo cual solo aportó más dudas a mi inseguridad. Claro que me sentía bien cuando estaba con Esteban, pero no quiero ser dependiente de él.

Pero bueno, es solo una cita, no puede ser tan grave.

Hoy es sábado, mi padre ya se ha ido al restaurante y mi madre descansa los fines de semana. Sabe que hoy salgo con Esteban, y no se detiene en lanzarme un montón de preguntas. Ya conoce a Esteban, lo recuerda de sus visitas a casa.

Después de bañarme y cambiarme, admitiendo que puede que haya elegido mi ropa para verme bien hoy, respondo a Esteban sus mensajes sobre nuestra salida de hoy.

Esteban ha quedado de pasar a mi casa, y no me ha dejado ir a verlo en donde siempre lo veía para ir juntos a ese lugar. Mi madre dice que quiere verse bien conmigo. Le contesté que no funciona así entre chicos este tipo de cosas, ella respondió que es solo mi opinión y Esteban posiblemente no lo vea así.

¿Por qué era buena idea hablar con mi madre de esto?

Esteban llega, y salgo a recibirlo sin pasarlo a la casa por obvias razones. Quien diría que no ser libremente gay tenía sus ventajas.

-Hola. -Saluda.

-Hola. -Contesto.

Esteban usa una playera verde ajustada, como si estuviera presumiéndome su figura.

-¿Por qué viniste? De todos modos, tenemos que usar el transporte público. -Digo.

-Solo porque sí. ¿Por qué no?

Supongo que no puedo discutir contra eso.

Tomamos el camino conocido a lo que Esteban llama la calle del arte. No hablamos mucho en el camino, perdí la valentía de hacerlo, me siento de nuevo como en el inicio, nervioso, no nervioso por hablar con Esteban en sí, sino porque simplemente es raro, aunque Esteban diga lo contrario.

No me es difícil recordar la felicidad que he pasado con Esteban meses atrás una vez que llegamos y Esteban lanza una sonrisa. No puedo evitar sonreír ante su expresión, porque en medio de la rudeza que presenta y la seriedad que muchas veces lo distingue, incluso cuando habla sobre pintura o arte, aquí es como verlo conectado con la parte más pura e inocente de él, es un niño en un parque de diversiones. Sin preocupación alguna.

Intentando ignorar el calor creciente en mi pecho y estómago, hago lo mejor para mantener una conversación normal con Esteban, y sobre todo mantenerme a raya, que después de todo, no somos más que amigos.

Ignoro los pensamientos que han rondado mi cabeza todas las vacaciones, por el momento al menos, decido que no fue mi culpa que las cosas terminaran, ni de Esteban, ni siquiera fue culpa de Brenda. Decido que no vale la pena pensar en eso, y no lo digo para actuar como si nada hubiera pasado, claro que paso, y claro que no estamos juntos, pero somos amigos, salimos, eso está bien.

Quiero decir, sí, quiero tomarlo de la mano mientras caminamos viendo las pinturas, y posiblemente él quiere que lleguemos al final de la calle para sentarnos y poder besarnos (o posiblemente me estoy proyectando solamente), pero no estoy seguro de querer volver por todo tan seguro y rápido, aunque lo desee. Recuerdo a mamá. Debo ir lento.

Saludamos a Abraham con mucho gusto cuando lo vemos, no recordaba que suele venir aquí a exponer su trabajo de fotografía.

Volvemos a ponernos en marcha con incomoda seriedad interrumpida con comentarios inocentes como “me gusta esa pintura” o “esa fotografía es muy buena”

Al final nos sentamos, y para variar le ofrezco a Esteban algo de beber, yo compro un café helado, él simplemente un agua.

-No puedo esperar a que haga frío.

-Es apenas Agosto. -Contesta.

-Y no puedo evitar a que sea Octubre.

Esteban sonríe, lo que me hace sentir más cómodo.

-Se acerca tu cumpleaños. -Dice.

-Sí. -Digo riendo- No recuerdo haberte dicho mi cumpleaños… ¿no es raro?

-No lo dijiste, tuve que verlo en Facebook. -Contesta con una sonrisa burlona en su rostro- ¿Qué es raro?

-Que nunca hayamos hablado de esto. -Digo.

-Bueno… sí.

-¿Qué nos contábamos? -Pregunto, en forma de broma.

-¿Nos contábamos cosas? -Responde. Me hace reír.

-Esteban… me siento mal por preguntar.

-Ya sé a dónde vas.

-Sí… ¿Cuál es tu cumpleaños? En mi defensa, tu Facebook no dice mucho.

-No. Y te reirás cuando te diga.

-¿Cómo puedo reírme de la fecha de cumpleaños de alguien?

-Bueno. Cumplo años el primero de Enero. Por eso mi cumpleaños no está en Facebook.

-¡Bromeas! -Digo, sonriendo.

-No. Te dije que reirías. Cada año todos lo olvidan, o en la fiesta de año nuevo es algo como “Ah, por cierto, feliz cumpleaños Esteban”

-No me río. -Digo, con una enorme sonrisa. Bueno, no estoy mintiendo. -Me siento mal por no saber.

-Descuida, nunca lo charlamos. Yo tuve que buscar tu cumpleaños.

-Eso no me hace sentir mejor.

Esteban ignora lo que dije y me mantiene una sonrisa. Entonces se acerca a mí.

Yo volteo a otro lado, imaginando que no está casi pegado a mí. Quiero recargarme en él o acostarme en sus piernas, pero no creo que sea buena idea.

-Oye, ¿cómo le fue a tu padre con los osos niñera? -Digo, recordando a Abraham y cambiando de tema drásticamente.

-No los aceptaron. -Dice- la idea no fue aprobada, dijeron que podría cambiar el giro de la empresa.

-¡Auch!

-Lo sé… Oye Adam, ¿aun tienes el dibujo que te di?

-¿El boceto de tu pintura?

-Sí.

-Sí, aun lo tengo. -Claro que lo conservo, tirarlo nunca fue una idea que cruzara por mi cabeza.

Esteban me dirige una sonrisa.

-Quiero cambiar la pintura, agregarle detalles. Pero no estoy seguro de que hacerle.

-¿Por qué?

-No lo sé, podría mejorarla.

-Me quedaré con el dibujo. -Digo- podré ver el cambio después.

Esteban asiente con su cabeza. Se acerca aún más a mí. Nuestras piernas alcanzan a tocarse, mi mano está en mi rodilla. De repente siento un roce, su mano está acariciando la mía, a punto de tomarla. En menos de un segundo, como reacción, la retiro.

Mi mirada encuentra el rostro de Esteban, me siento apenado.

-Lo siento. -Dice.

-No… no. Descuida.

Puedo sentir un ambiente incomodo, y no quiero eso con él. Por un tiempo nadie dijo nada, fue un silencio agotador, le pregunté finalmente por el equipo de lucha. Soy patético.

Y el resto de nuestra tarde se pasa así, Esteban ha comenzado los entrenamientos de nuevo, me cuenta de eso y de cómo le va en clase. Hablamos de la universidad por un tiempo, y me comentó que aún no ha hablado con Cara, pero piensa hacerlo.

Después de un rato decidimos ir a casa. Si el camino aquí fue extraño, el camino a casa es decepcionante. Estamos juntos, pero se siente distante, no sé cómo debo sentirme. No sé qué esperaba.

Mi parte racional sobre la relación vuelve a activarse, y llegó a la conclusión que pude haber sido más amable al momento de quitar mi mano de su alcance.

Llegamos a casa, ahí Esteban tiene aparcado su carro. Me quedo con él un momento, ninguno de los dos se despide.

Nuestras respiraciones es el único ruido que se hace presente, además de algún pájaro en algún árbol o ruidos provenientes del exterior, haciendo de nuestro dramático silencio una parodia y burla.

-Lamento lo que pasó allá. -Digo.

-No. Está bien. No sé qué esperaba.

-No quise decir eso. -Digo- Yo tampoco sé que espero.

-¿Entonces? -Pregunta.

-Esteban, ni si quiera sabía cuál era tu cumpleaños. No debemos volver a donde estábamos de la noche a la mañana.

-¿Qué quieres decir?

-Deberíamos repetir esto. Salir solo a charlar. ¿Cuál fue tu idea al invitarme a salir?

-Supongo que pensaba lo mismo que tú cuando me dijiste que sí.

-Apuesto a que sí. -Contesto- Entonces veamos qué pasa. No forcemos las cosas. -Esteban se lo piensa un momento, mirándome directo a los ojos.

-De acuerdo.

-Bien.

Ahora no sé cómo despedirme de él, estamos justo al lado de su auto.

Las chicas pueden despedirse con un beso en la mejilla todo el tiempo, como un chico y una chica. ¿Cómo se supone que me despida de él?

¿Por qué me lo estoy preguntando siquiera?

Tomo a Esteban por el cuello y me dirijo a su mejilla, le doy un beso de despedida, esperando no haber apuntado muy cerca de los labios.

-Nos vemos el lunes. -Digo, separándome de él.

Esteban asiente y se mete a su auto.

Notas finales:

*El cumpleaños de Adam es el 13 de Octubre (no encontré una manera logica de ponerlo escrito xD)

Espero haya sido de tu agrado, si fue así dale a favoritos o sigue el fic, y más importante, deja un review, pues tu opinión me importa.

Si ha sido de tu agrado y es la primera vez que me lees, te invito a ver mis otros fics: Fools in Love y Secrets, a los cuales me refiero como Forelsket. Esa es la primera parte de Viraha, contada por ambos protagonistas (un fic para cada uno).

Sería agradable que charlemos por twitter, la mayor parte del tiempo hablo sobre el fic, sigueme en @FerHuman

Sin más por el momento, los dejo.

¡Hasta la proxima!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).