Adam
El auto de Esteban desaparece de mi vista, haciéndome ir directamente a mi casa.
Papá está en casa cuando entro a la cocina para saludar a mamá, finjo que entré por un vaso de agua para no tener que iniciar una conversación.
-Hola hijo.
-Hola Brad. -Contesto.
Papá suelta un suspiro y mantiene una pausa breve, estuve a punto de irme pero comenzó a hablar.
-¿Con quién saliste? -Pregunta.
-Con nadie. -Contesto, sin voltear.
-¿Cómo que con nadie? Vi un carro estacionado cuando llegué.
-Sabe que tuviste una cita, Adam. -Dice mamá.
Entonces volteo, viendo a mamá con una sonrisa amable y cálida, aunque de cierta forma tímida. Papá se ve serio, no me mantiene la mirada, no me mira directo a los ojos.
Y con eso muchos pensamientos atraviesan mi mente, ¿no soy digno de que me va directo a los ojos? Puede que esté intentando, no sé.
-No fue en realidad una cita… -Digo- Solo caminamos.
-¿Saliste con un chico? -Pregunta papá.
Y su mirada, de nuevo, no me enfoca, es como si me viera a mí, de repente es el piso, o la mesa delante de él, o si la situación es buena es alguna pared detrás de mí para poder servir de cuartada.
-No olvides que soy gay. -Digo- Nunca saldré con una chica.
-¡No es lo que quise decir! -Dice papá, con voz enojada. Entonces se calma- ¿Quién era?
-Solo un amigo. -Miento.
-Adam… -Dice mamá.
Dejo escapar aire.
-Se llama Esteban.
-¿El chico de la otra vez?
-¿Cuál otra vez?
-El de esa vez… -dice papá, sin decir nada en realidad- tú sabes…
-Sí, Brad. -Contesto.
-¿Están saliendo? -Contesta, después de un tiempo.
-No.
Me dirijo a mi cuarto sin voltear a verlo. Detesto hablar de esto con él, y sé que para él no es exactamente un placer.
Entonces pienso que detesto que no sea feliz conmigo siendo gay, no es como que pueda cambiarlo. Detesto que no pueda verme a los ojos, detesto que en un segundo dejé de ser su hijo para ser llamado simplemente por mi nombre.
El enojo dentro de mí se llena de recuerdos nostálgicos, como si fueran las únicas emociones que puedo permitirme. Desearía poder sentir decepción, pero los ojos de mi padre divagando para no verme me hicieron querer no ser gay. Entonces, en menos de un segundo, vuelvo a sentirme furioso, porque no debería sentirme así.
No me gusta sentir en lo absoluto, así que ignoro la presencia de papá la mayor parte del tiempo.
El domingo por la mañana, milagrosamente Jason pudo descansar, y quiso verme para que nos pusiéramos al día con nuestras vidas.
La mañana está nublada, lo que para mí es excelente. Jason vendrá más tarde a casa, así que desayuno y me baño como una mañana cualquiera. Solo que me he levantado más temprano que de costumbre.
Desayuné con mi papá, porque me sentí culpable y extraño de nuestra conversación de anoche, y de la manera en que pienso sobre él. No nos hablamos de todas formas, y no me despedí de él cuando fue al restaurant.
Robyn, al parecer, saldrá con George, así que salir con ella estará para después, lo que está bien porque tendré tiempo para ver a Jason.
Más tarde ese día, después de haberme bañado y arreglado Jason llega a casa, decidí que simplemente iríamos al parque. Estaciona su motocicleta en casa y nos vamos caminando. En el camino veo a George pasar, seguramente a punto de recoger a Robyn, toca el claxon para saludar y respondo con un gesto de mi mano.
Jason está usando una playera azul demasiado opaca, y unos pantalones negros. Su cabello parece aún mojado y huele bien, aunque no a perfume, por lo que caigo en conclusión que se duchó y vino a verme sin esperar demasiado tiempo.
Jason me habla de su semana principalmente, anoche trabajó hasta tarde en el restaurant de papá. Jason me pregunta por papá.
Para llegar a esa parte tuve que contarle mi cita con Esteban, aunque para nada fue forzado, no es una carga contarle mis cosas. No recuerdo con exactitud cuando comencé a contarle mis cosas.
Hablar sobre Esteban simplemente pasa con Robyn y Jason, y por supuesto, mi madre. Pero Anna no sabe nada, aun me siento mal, pero no tiene sentido hablar sobre eso. No sé.
Jason es diferente a Robyn, no quiere que espere demasiado si quiero volver con Esteban, a pesar de que le dije claramente que no estaba seguro de lo que quiero.
-Ni siquiera tengo entendido porque se dejaron, fue estúpido. Yo simplemente volvería a donde lo dejaron.
-No es tan fácil, Jason.
-Ustedes se complican. Solo hacen tiempo, estoy seguro que regresarán.
De repente encuentro incomodo hablar sobre Esteban con cualquiera.
-Ya veremos. -Digo.
-¿Y qué dijiste de tu padre? -Pregunta.
-Nada nuevo.
-¿Te preguntó por tu cita?
-Sí.
-¿Y cómo reaccionó?
-No creo exactamente que haya reaccionado. -Contesto- Hacía preguntas, pero fue demasiado mecánico. No lo sé.
-Al menos no fue grosero. Ni pelearon.
-Lo sé.
-Creo que sus peleas acabaron desde la segunda semana que les confesaste tu sexualidad. No seas tan duro con él.
Volteo a ver su rostro, dirigiéndole una mirada. Claro, no tuvimos peleas, ni discutimos, pero las cosas eran raras y me molestaban.
-De acuerdo, pero no estoy siendo duro con él.
-¡No le diriges la palabra!
-¡Él tampoco a mí! -Digo- Apuesto que mamá le pidió que me hablara anoche.
-Al menos inició conversación.
-No creo que se haya sentido cómodo, yo no me sentí así. Además, no soy el único que se distanció. Yo no comencé.
-Creo que estás exagerando con tu enojo con tu papá. Pero no me hagas caso, ¿Qué podría saber yo?
Eso me pegó posiblemente más de lo que debería.
La mamá de Jason siempre ha sido madre soltera, y por lo que tengo entendido su familia ha siempre sido constituida por él, su madre y su abuela. Nunca tuvo una figura paterna a la cual mirar. Nunca pensé en actuar como papá o estudiar la misma carrera que él, pero supongo que la falta de un padre realmente afecta. Dios sabe que experimenté eso con Ed, pero Ed tenía recuerdos de un buen padre. No sé qué es peor, porque Jason no tiene idea de lo que es la figura paterna.
-Ya no quiero hablar de mí. -Digo finalmente, bromeando- ¿Qué hay de ti Jason?
-Oh, no hay mucho que contar. -Dice, sonriendo- Es triste, ¿no crees? Todo se ha vuelto muy rutinario.
-Pero teníamos mucho sin vernos. -Digo, intentando animarlo un poco.
-Por el trabajo, tú sabes. Y a veces estoy demasiado cansado por el trabajo como para querer salir.
-Te esfuerzas mucho en el trabajo.
-Tu papá da recompensas y eso. Me gusta ganar algo bien. -Dice- Deberías pasarte por ahí un día. ¿No tienes muchos amigos en la universidad? -Bromea.
-No muchos, pero eso significaría ver a papá, ya sabes…
-Pensé que hablábamos de mí. -Suelta, bromeando. No puedo evitar reír junto con él -Lo siento.
-No te preocupes. -Digo- Pero entonces habla de ti. Yo te hablo de Esteban. ¿No tienes tu algún chico o chica que este tras de ti?
-Primero que nada, sabes que me gusta perseguir a mí. -Dice- Y no, ya te lo hubiera dicho. No conozco mucha gente, Adam.
-Si conoces.
-No conozco mucha gente seria. Y no estoy interesado en una relación por lo pronto, de cualquier forma. -Dice.
Jason me ha contado de sus aventuras, las cuales ha dejado al menos por el momento. Aparentemente tenía una vida sexual muy activa por decirlo de alguna manera, pero ahora dice que ha perdido el apetito. No habla mucho con la gente que solía, no asiste a los mismos lugares, así que su círculo social se ha reducido a hablar con sus compañeros de trabajo y conmigo.
Me llena de curiosidad su vida anterior, aunque no habla mucho de eso. Y simplemente me habla sobre eso a mí, así que deduzco que es demasiado privado con eso.
Lo que me causa intriga es en sí mi curiosidad por el sexo. Nunca lo he tenido, solo he llegado al punto que está antes del sexo, con Esteban. Creo que planeaba hacerlo con él, estoy seguro de que quería. Siempre he pensado en que las relaciones sexuales, incluso fuera de una relación de pareja, están bien, pero no sé si me atrevería a hacerlo. Con Esteban tenía lazos emocionales, un encuentro meramente físico es diferente, pero no lo condeno.
Jason nunca me ha contado de cómo se siente con el sexo, y nunca se lo he preguntado, pero supongo que para él es más simple, simplemente desnudarse sin miedo alguno ante otra persona por la búsqueda del mero placer. Tengo curiosidad por el placer, es el desnudarme sin miedo lo que me concierna. No es como que tenga con quien practicar el sexo ahora de todos modos.
-No me gusta hablar de mi vida. -Dice- Es deprimente. -Bromea.
-¿Por qué deprimente? -Digo, siguiendo el juego.
-¿Recuerdas cuando hablamos sobre mi futuro? Porque, ya sabes, mi trabajo no es muy seguro y eso.
-Sí. -Le digo.
-Bueno… no te emociones ni nada, pero he pensado en eso. Esa es la parte deprimente, pensar. -Dice con tono de diversión. Yo le sonrío- Y quiero empezar a ahorrar o algo así. No quiero lavar platos, ser mesero o ser jefe de más meseros toda mi vida.
-¿Quieres volver a estudiar? -Pregunto.
-No exactamente. -Dice- No tengo tantas expectativas.
-¿Entonces?
-No lo sé, Adam. -Lanza un suspiro y me mira- Quiero ser policía.
********************
Esteban
Las cosas con Adam, como es costumbre, toman un rumbo cuyo camino no se me ha mostrado, y posiblemente no se me muestre. Hemos dicho que tomaremos lo nuestro tranquilo, y a ver qué pasa. Así que me obligo a tomar todo con calma y dejar que las cosas pasen. Aunque hay una gran posibilidad, entonces, de que las cosas no lleguen a suceder, pero no pienso en eso.
Ayer quise salir con Cara, habíamos hecho planes y todo, pero en la tarde tuvimos que cancelarlos porque comenzó a llover. Esta mañana el cielo se veía nublado también.
Dado que ayer no pude salir con Cara, ocupé mi tiempo viendo el cuadro que quiero cambiar. Pensé mucho en eso, pero no me sentía con ánimos de dibujar, no quise hacer otro boceto. Simplemente tengo las ideas en mi cabeza, y creo que sí tengo suficiente pintura para comenzar a trabajar en eso en cualquier momento.
No he hablado con Adam. No quise llamarlo porque siento que sería acelerar las cosas, pero de nuevo, pensar demasiado en eso no es exactamente dejar las cosas fluir por si solas. Por eso me ocupé en la pintura, para evitar pensar.
Hoy voy a la universidad sin mucho que pensar, me encuentro con los chicos de lucha antes de dirigirme al salón, quizá intentando evitar a Adam. Me recuerdan que debo asistir esta semana a entrenar.
Donde estamos, se puede distinguir a lo lejos un muchacho serio. Está vestido con ropa oscura, simplemente concentrado en su celular y usando audífonos. Me doy cuenta que es el extranjero de mi grupo, llega alguien más a sentarse con él y le dejo de prestar atención.
Me dirijo con Roy al salón, y puede que intencionalmente haya pensado en demorarme unos minutos.
Thomas ya está ahí, con George y Adam. Los saludo con un gesto simplemente, Roy se sienta al lado de Thomas, haciendo que Adam y yo estemos de extremo a extremo.
Así que la clase de impuestos pasa sin mucho que decir, presto atención y el tiempo pasa relativamente rápido. El día se pasa muy rápido, me despido de George y Adam porque tienen que cambiarse de salón para su clase. Esa noche llueve.
El martes nos hemos juntado en la cafetería antes de vernos, los chicos y yo. No he visto a Cara, no es que la hayamos invitado. Eventualmente se nos unieron Erika, Anna y Grace, porque Roy trajo a Anna consigo. De los demás no tengo idea. Fue bueno. Adam no viene los martes, así que no lo vi, ni a George.
Cuando entro a clases soy abatido con tres horas exageradamente cansadas de Logística. En medio del aburrimiento me doy cuenta que junto a mí se ha sentado el chico extranjero. Creo que me veía.
No había notado que tiene el cabello rubio, demasiado dorado. Se le ve muy despeinado.
Dejo de verlo cuando me doy cuenta que parezco un raro. Para mi desgracia Thomas si está prestando atención, así que no tengo con que distraerme.
-Es como si no notara que no tiene nada más de qué hablar. -Dice el extranjero en voz baja. Volteo para comprobar que me habló a mí- El profesor. Ya hemos acabado un tema y es inútil comenzar otro.
-¿Ya acabamos el tema?
-¿No estás prestando atención?
-¿Luzco como que presto atención? -Digo. Creo que sonó rudo.
Pero él ríe.
-Bueno, no te ves muy diferente a cualquiera aquí.
Volteo a mi alrededor para comprobar lo que dice, y exactamente todos fingen prestar atención o anotar algo, pero la verdad lo ignoramos.
-Me llamo Dennis. -Dice- Dennis Neumann.
-Soy Esteban Wilde. -Me presento- ¿Eres el extranjero, cierto?
-Alemán. -Dice- ¿Local? -Bromea.
-Sí. -Contesto con una sonrisa, simplemente por ser amable.
-Lo sé. Todos los alumnos de intercambio hemos llegado un poco antes de que comenzarán las clases, algo así para integrarnos y eso. Nos conocemos todos y soy el único que ha estado solo en un grupo.
-Scheiße -Digo, esperando no sonar idiota- ¿Y te gusta la ciudad? -Pregunto, porque no supe como continuar la conversación.
-No he explorado mucho. Los fines de semana me quedo en casa o salgo a algo cerca. -Contesta- ¿Hablas alemán?
-Sí. Lo estudié.
-¿Y no pensabas irte de intercambio?
-Sí, lo pensé…
-¿Y por qué no?
-No lo sé. -Contesto. Claro que fue por Adam, pero no hablaré de eso.
-Bueno, está bien. Si te hubieras ido a Alemania no estaría hablando contigo. -Dice- ¿Y quién me enseñaría la ciudad, entonces?
¿Qué?
-Esteban, vamos a la cafetería. -Dice Thomas moviendo mi brazo- ¿Vienes?
*****************
Cuando volví al salón ayer para auditoría, Dennis se disculpó por su broma, pero dejó en claro en un punto que le gustaría conocer la ciudad. Creo que intentaba coquetear conmigo. Además de Adam, ningún chico ha coqueteado conmigo.
Roy se encargó de burlarse de mí, primero por hablar con “el extranjero”, recibí mayor burla por haberlo corregido y decirle que su nombre es Dennis. Entonces mencionó cuando salí de clases para estar con Adam. Apuesto que quieren que les cuente de Adam. No lo hice.
El miércoles antes de clase he visto a Adam en los pasillos, estaba con George. Hemos hablado. Reímos, y fue bueno. George estuvo todo el tiempo, pero no fue molesto en lo absoluto. Por un momento se sintió como antes, me pregunto si Adam se siente de la misma manera.
Ahora me doy cuenta que no soy del tipo de gente que simplemente puede dejar su vida ser decidida por la casualidad. Hoy entreno, y le dije a Adam que podía quedarse a verme. No recuerdo la excusa que me dio para no hacerlo.
El resto del miércoles estuvo bien, supongo. Dennis no está sentado junto a mí, y lo agradezco. Pero de todas formas nos hemos saludado y hemos compartido palabras entre clases, nada serio después de todo.
Después de clases me voy a entrenar. Evito pensar en mis inseguridades, aunque sí me pregunto si algún día se irán.
Me siento extraño, una vez que estoy cambiado y todos estamos esperando instrucciones del entrenador. Siento que todos me ven, y que creen que son mejores que yo simplemente porque me gustan los chicos. Lo detesto. Lucas se acerca a charlar conmigo, Al, y Roy.
Hay chicos nuevos, lo notamos. Suponemos que, por ir comenzando los entrenamientos, iremos lentamente, sobre todo por los nuevos.
El entrenador llega, y empieza a presentarse para los chicos de nuevo ingreso. No se calla el hecho de haber entrenado al campeón de lucha a nivel universitario del torneo pasado, lo que me hace simplemente sonreír con orgullo cuando Al y los chicos gritan con emoción. Entonces también habla de los que llegamos a la parte final del torneo, y que Al fue segundo lugar.
-Así que aquí no hay lugar para débiles. -Dice el entrenador- Si no soportan el entrenamiento de hoy, ni se atrevan a volver a pisar el gimnasio cuando yo esté aquí. Si no tienes en mente ser un guerrero, no vuelvas.
Su sermón dura un poco más, entonces comenzamos con los ejercicios.
Son simples y me siento como la primera vez que vine. Quizá es lo que necesitaba para distraerme, no pensar en Adam. O en el hecho de que Dennis se presenta ante mi justo después de que Adam me dijo que dejáramos las cosas a la suerte. O, peor, cuando aparece Dennis, Adam vuelve a pararse delante de mí y actuar como si nada.
No sé, quizá debería de dejar de pensar en las cosas, no ha sido ni una semana desde que hablé con Adam después de todo, y creo que volver a salir no está mal. Dennis solo bromeaba posiblemente. O lo decía enserio, pero vio mi falta de interés.
Después de entrenar me quedo a charlar con Roy un rato, y estoy feliz de eso, porque mi problema con las duchas conjuntas no parece desaparecer. Notamos a un chico nuevo, voltea mucho a verme.
-¿No lo escuchaste? -Dice Roy- Es tu jodido fan. Está muy emocionado con que seas campeón y toda la cosa.
Eso me causa gracia, no sé cómo reaccionar ante eso. Me da risa.
Es estúpido decir que me voy a las duchas con Roy, pero la verdad es que es así como paso, cuando todos ya habían salido o estaban por irse. Roy y yo tomamos las regaderas contrarias. Bien.
Dirigiéndome al estacionamiento seguimos platicando. No sé si me molesta o no, porque Roy lo hace con nula intención de ofender, o de quedar bien, pero tiene cero filtros al hablar de mi sexualidad.
-Ahora que estás fuera del closet y eso, pareciera que los chicos te persiguen, ¿no crees?
-No. -Contesto- ¿Por qué lo dices?
-Modera tu voz, campeón. -Dice- Siempre cambias el tono de tu voz cuando mencionamos que podrías salir con chicos.
-Es que pareciera que de repente es todo en lo que pueden pensar. -Suelto.
-Créeme que no es así, viejo. En mi caso, solo digo lo que veo.
-¿A qué te refieres?
-El chico alemán obviamente gusta de ti. -Dice- Además, ¿no eres bisexual?
-Sí. Pero eso no me define.
-Y cuando te hablo de chicos es porque sé que es una posibilidad. No digo que te defina, ni hago un gran problema sobre el asunto. Tú, al querer evadir el tema tan fuertemente, haces un problema sobre ello.
-Oh. Bueno, no lo había visto así.
-Pues ya ves. -Dice- Además, te digo de chicos porque la última chica que anduvo detrás de ti fue Brenda. Ahora parece ser ese Dennis, sin mencionar la vez que saliste de clase sin pensarlo para estar con Adam.
No mencioné nada de Adam. No había pensado las cosas como Roy me las dice, quizá debo relajarme. Parece que las cosas me importan más de lo que pienso.
El jueves no ha pasado nada interesante, tuve impuestos con Adam y George. Hemos charlado como siempre. Creo que Dennis me observaba mucho, pero eso de ninguna manera me hizo querer separarme de Adam. Adam, de nuevo, no fue a verme entrenar, pero prometió que lo haría después, a pesar de que no le insistí.
El viernes no tengo clases, así que salgo con Cara después de sus clases. Me gustaría que todos fuéramos al club juntos, pero primero debo seguir el consejo de Adam. Le comenté a George, y al parecer su situación es igual a la mía, así que saldremos los tres.
Paso por cara cuando sus clases terminan. También va George, pero por su cuenta. Iremos al centro comercial porque no tenemos idea de a donde más ir. Saludo a Adam de lejos antes de irme. Va con un chico. No conozco al chico. Intento ignorar eso.
En el camino puedo charlar un poco con Cara. No nos entusiasmamos mucho por hablar, supongo que eso lo dejamos para cuando este George, pero puedo notar su felicidad su voz. Me hace sentir mal.
-Solo nosotros y George. Como al inicio. -Dice.
Sonrío y afirmo su enunciado, recordando cuando solo éramos nosotros tres. Eran tiempos más fáciles. Más simples.
Llegamos al centro comercial, y George está en la entrada esperando por nosotros. En el momento en que llegamos a un restaurant me doy cuenta lo mucho que necesitaba esto. No he hablado tan cerca con George en tiempo, y es por mucho la persona en quien más confío. Cara comienza a hablar sobre la universidad, para comenzar un tema de conversación, supongo. Todos estamos en salones diferentes.
-Los extraño. -Dice Cara.
-Yo también, para ser honesto. -Dice George.
-No estoy tan contenta contigo, George. Cuando tengo clases contigo no te me acercas. -Bromea Cara, pero sabemos que hay verdad en esa broma.
-Yo los extraño también. -Interrumpo- Cuéntenme como va todo. ¿Qué tal las cosas con Michael? -Pregunto, para cambiar el tema.
-Ni me lo preguntes… -Contesta Cara. Oh.
-¿Qué pasa? -Pregunta George.
-No lo sé. No quiero pensar en nada pronto. Pero me he sentido sobrecogida. Es demasiado celoso.
-¿Eso es tan malo? -Pregunto.
-¡Sí! Me ha dicho que es solo por su miedo a perderme, pero es estúpido. ¿Qué pasa entonces conmigo? Como si no estuviera seguro de mí. El domingo que íbamos a salir se enojó porque saldríamos solos. Y apuesto a que se molestara hoy.
-¿Por qué iba a molestarse porque salieras con nosotros? -Dice George.
-No tengo idea. Y me molesta, no es como que me moleste cada vez que lo veo con Grace o Erika.
-Deberían hablarlo. -Digo.
-Cada que lo hacemos se las ingenia para hacer que cambiemos de tema. Y luego vuelve a pasar. La verdad no me había molestado tanto como este fin de semana.
-Pero soy solo yo. -Digo- Hemos sido amigos mucho tiempo. Si me gustarás, o a George, ya te hubieras dado cuenta.
-Lo sé. Peor bueno. No quiero hablar de esto hoy, ¿está bien? Hace que me enoje.
-Bien. -Contesto. George también.
Seguimos contando como nos ha ido. Les cuento sobre las luchas y el salón. Hablamos sobre los extranjeros en la universidad, porque son muy notorios. George no menciona nada sobre que me pude haber ido de intercambio, lo agradezco.
Cara no menciona mi bisexualidad, y lo agradezco más. Para ella no he cambiado. Entonces recuerdo lo que dijo Roy, y recuerdo que soy yo quien hace que el asunto parezca más grande de lo que en realidad es, y de hecho, dándole la razón a Roy, él solo dice lo que ve, y ni George o Cara saben de Dennis. George no mencionaría a Adam delante de Cara.
Cara menciona demasiado a Brenda en su parte de la conversación, y no menciona a ella hablando de nosotros, eso no sé cómo tomarlo. Entonces empieza a lanzar indirectas de lo raro que fue que nadie se hubiera puesto de acuerdo para coincidir en un grupo este semestre, como todos los semestres.
-Cara, te diré la verdad. -Digo- Siento feo en ocultarte las cosas. Eres mi amiga.
-¿Qué me quieres decir? -Pregunta, pero no molesta.
-Sí hay una razón por la que nos hemos distanciado. Pero no eres tú.
-Obviamente nos hemos distanciado, no soy tonta. Pero cuéntenme que pasa.
-De hecho, George no tiene la culpa.
-Viejo, no es tu culpa tan tampoco. -Interrumpe George.
-¿Qué pasa? -Pregunta Cara.
-No sé cómo comenzar…
Comencé recordándole esa noche en el club. Sinceramente nunca pensé que mi vida podría correr entorno a una sola noche. A un solo momento, tan insignificante para mí. Nunca pensé que fuera tan crucial. Nunca pensé que fuera si quiera relevante. Sigo pensando que no debería serlo, y este drama es innecesario.
Pero, en fin, le cuento a Cara mi historia con Adam. se lo toma relativamente calma, dentro de la obvia sorpresa que me da. Se siente un poco ofendida porque no le dije, pero no hace mucho problema por ello. Le explico mi historia con George, como él sabía desde antes. Entonces me doy cuenta de la gran parte que George tuvo en mi relación con Adam siempre apoyándome. Fue mejor amigo de lo que yo pensé.
-Hablas demasiado bien de Adam. -Dice Cara- Pero no entiendo. ¿Qué tiene que ver esto? ¿Ya no están juntos?
-No. -Contesto- Bueno… luego te pongo al corriente con eso. Pero no es su culpa que no estemos juntos.
-¿Y bien?
-No quieres saber…
-Sí quiere. -Dice George- Viejo, tiene derecho a saber.
-¿Thomas sabe?
-Bueno… no. Y no creo que sea necesario decirle.
-Pero dile a Cara. -Insiste George- Lo haces tú o lo haré yo.
-¡Bien!
Le cuento a Cara lo que pasó con Brenda. Se siente idiota decir que no quiero estar con Brenda, como si huyera. Pero la verdad es que sí, la evito, y no quiero hablar con ella, pero eso no lo digo. George sí, se asegura de dejar en claro que no tiene ningún interés en hablar con Brenda, y se disculpa con Cara por no hablar con ella en clases por esa razón. Cara asume que es la misma razón por la que Adam no la saluda, a menos que sea una sonrisa a distancia.
De repente el tema central ha sido Brenda, y Cara nos dice que hubiera sido mejor que le hubiéramos dicho sobre todo esto antes de alejarnos. Prefiere estar con nosotros ahora, pero en el salón no conoce a mucha gente, simplemente está con Brenda. Me siento mal, siento que la hemos dejado entre la espada y la roca. No parece desagradarle del todo Brenda, pero luce decepcionada. No puede creérselo aún.
Nuestra noche termina de esa manera, hablando inalcanzablemente sobre Brenda, y sobre mi relación con Adam. les doy la actualización en donde no sé dónde jodidos estoy. Cara dice que Brenda es la principal culpable de eso, pero no de la inseguridad de Adam. Hablamos de Michael y de Robyn también.
Y así la noche mejoro, me sentí como al inicio de nuestra universidad, lo siento por Thomas, pero no fue necesario hoy. Eso es triste. Hoy fue una de las mejores noches que he tenido en mucho tiempo.
Cuando llego a casa, pienso que aún tengo tiempo de sobra antes de dormir. Finalmente saco el cuadro en el cual he querido trabajar, mi pintura y unos pinceles. Comienzo las líneas, y la pintura vuelve a cobrar vida.