Adam
Mi fin de semana fue especialmente regular. Y ha pasado rápido. El sábado quise salir con Robyn, pero estaba ocupada. Y Jason tuvo que trabajar todo el fin de semana.
Por un momento planeé en llamar a Nicolas, pero una parte de mí pensó que sería mala idea. Algo dentro de mí siente que sería traicionar a Esteban. Y aunque él no tiene que saber si salgo o no con Nicolas de la manera más desinteresada posible, de todas formas, me sentiría mal conmigo mismo.
No sé porque tengo estos pensamientos, la verdad es que me asusta. Me siento demasiado dependiente de Esteban, en una manera en la cual no estuve incluso cuando estábamos juntos. O quizá si fue así, pero no podía notarlo, y ahora estoy despertando.
Pienso mucho en Anna también, cuando Esteban me da tiempo de pensar en algo más. Me siento mal, y un cierto grado de mi ser culpa a Esteban por esto. Aunque sé que debí haberle contado a ella cualquier cosa que tuve con Esteban, pero vuelvo al pensamiento de que me quedé callado por él. Y vuelvo a molestarme con él, hasta que recuerdo su rostro y su voz en los buenos momentos, y de esa manera no puedo mantenerme molesto por mucho tiempo. No creo algún día quitarme el hechizo que Esteban ha puesto en mí, y no es que quiera hacerlo.
El lunes hago más tiempo corriendo de lo que acostumbro hacer. Ed solía distraerme de esta manera. Pienso en Ed. Él se molestó, pero su coraje se desvaneció de golpe, de la misma manera en que llegó. Extraño a Ed.
No estoy seguro de lo que pasa después de la muerte. Nunca he sido muy religioso, pero la verdad si quiero pensar que existe algo después de que morimos. Cuando es aún muy temprano, compro flores y me dirijo al cementerio para visitar la tumba de Ed. En mis pensamientos, hablo con él, y le explico mi situación. Me despido gentilmente, deseando que en realidad exista algo más allá de esta vida terrenal, y que él aún sea capaz de escucharme.
Antes de irme a la universidad, George ofrece darme un ride. Dejará a Robyn en sus prácticas antes de clase, después de todo.
Voy en el asiento de atrás todo el tiempo, pero soy parte de la conversación. Salir con Robyn y George no se siente incómodo para nada, supongo que se debe a que ambos fueron amigos míos antes de que estuvieran juntos.
Robyn se encuentra haciendo las prácticas en un hospital psiquiátrico este semestre. La forma en que lo platica me hace ver la correcta elección de carrera que realizó. Su gusto por ayudar a la gente es notable.
Robyn nos cuenta sobre algunos pacientes del psiquiátrico, dice que algunos son realmente agradables, y no piensa que sean una carga en absoluto. Ella disfruta estar ahí. Nos cuenta, también, que una vez a la semana suelen poner música, y a algunos de los pacientes les gusta bailar, al punto de invitar a bailar a alguna de las enfermeras. A ella le causa gracia.
En la universidad, debido a que tuvimos que dejar a Robyn en el hospital, no tuvimos mucho tiempo de sobra y casi llegamos tarde. Vamos directo al salón de clase, junto a los chicos, igual que siempre.
Un chico se aleja del asiento junto a Esteban. No es la primera vez que lo veo junto a él. No sé su nombre, solo reconozco su rostro. Espero no me haya visto observándolo.
La clase de impuestos se acaba rápido, y tenemos algo de tiempo libre entre clases. En clase me senté al lado de George, no al lado de Esteban.
La plática con los chicos se siente muy banal. Me siento raro. Ellos saben que tuve algo con Esteban, pero no mencionamos nada de nosotros ahora. Detesto estar en este sitio con él, y me refiero a nosotros. Detesto asimilar la idea de un punto medio. No me siento cómodo.
Antes de que mi imaginación divague lo suficiente como para hacer una crítica completa sobre lo que Esteban, yo, y ambos hemos hecho mal, George me avisa que debemos ir a nuestra siguiente clase. Casi puedo asegurar que el chico que habla con Esteban me observo mientras me alejaba. Pero no confío en mi juicio sobre esto, creo que solo estoy celoso.
Personalmente, no me apetece a entrar a una clase de tres horas de Logística. Pero al menos estamos a punto de terminar, la semana entrante empiezan los exámenes. Aunque eso solo hace que la clase se sienta más larga.
Al final de la clase, me encuentro con Cara. Brenda se ha ido, y Cara me saluda amablemente.
-¿Tienes un momento? No es mucho.
-Claro.
-¿Necesitan que me vaya? -Pregunta George.
-No es nada que no sepas ya, George. Puedes quedarte. -Contesta Cara.
-¿Qué pasa? -Pregunto.
-Solo quería revisar cómo te encontrabas. Ya sabes, por lo de Anna…
George suelta aire. Sé que probablemente no le interese esto. Además, él solo se ofreció a retirarse, supongo que debe irse. Le digo a Cara que sería mejor idea que charláramos solos, y George acepta sin problemas. No debe decirme gracias para entender que es lo que quería.
Cara no quiere ir a la cafetería de la universidad. Acepto ir a un Starbucks cerca solo por no ser grosero. Vamos, no es que su café sea malo, pero no me gusta ir.
En el camino puedo ver al chico que habla con Esteban salir de la universidad. Me hubiera gustado no haberlo notado, no haber reconocido su rostro, pero lo hago.
Es molesto darme cuenta de que estoy celoso.
La pequeña charla que me pidió Cara se cambia a una salida espontanea. No tengo mucha hambre, así que solo compro un café para acompañarla.
Al inicio, la charla se siente tranquila y placentera. Cara es muy amable. Me pregunta sobre cómo me siento, y sobre Anna. Dice que lamenta lo sucedido, pues mi amistad con Anna era linda y notoria.
Cara me habla como si fuéramos amigos de mucho tiempo, debe ser la manera en que se comunica. La atmosfera se siente bien, a decir verdad, es placentero. No sabía que estar con Cara era tan agradable. Para ser amable continuo la conversación preguntándole por Michael.
Su rostro cambia automáticamente, no tiene que decir mucho, y no lo hace. Solo dice que han tenido problemas por los celos de Michael. Hablan menos. No comento nada sobre su relación, creo que no soy el indicado para dar consejos sobre amor.
Cara, entonces, cambia rotundamente el rumbo de la conversación. Me habla sobre como sucedió la charla sobre mí relación con Esteban. Por un momento pensé que iba a disculparse por Brenda, pero no es así.
-Brenda ha sido mi amiga por mucho tiempo, pero está fuera de control -Dice- Lamento lo que haya pasado.
-¿Qué quieres decir?
-Con que causó problemas. Tú sabes. Empezando con lo tuyo con Esteban. -¿Cara lo sabía? Sinceramente no recuerdo- Esteban me dijo, ¿lo sabías, cierto?
-Cara… no lo sé. -Digo- Para ser sincero ya no recuerdo que es secreto o que no. Para todos o entre nosotros.
-Supongo que eso es bueno, no tienen nada que ocultar después de todo.
-Aunque quisiera. -Bromeo. Cara comparte una risa por educación.
-Bueno, quería hablarte sobre Anna. ¿Está enojada?
-Un poco. No hemos hablado. -Digo.
-Lamento escuchar eso… ustedes son buenos amigos. ¿Sabes? Es triste verlos así. Separados… ¿sabes quién les contó?
-No… -Cara toma una respiración antes de continuar.
-Fue Brenda, Adam. -Cara continua a pesar de mi reacción impresionada- He hablado con ella. Lo lamento mucho. Ella solo lo ha hecho de mala gana, hablaré con Anna.
-¿Cuál es su problema conmigo? -Digo- Ni si quiera he salido con Esteban. Por ella nos separamos. -No me siento tan molesto, me siento desesperado- ¿Por qué es así?
-Adam, lo siento, enserio.
-No le hice nada. No puedo hacerle nada. -Confieso, pero evado esa conversación. Aunque la verdad es que se apreciaría mal si me defendiera de Brenda, y detesto eso- Estoy harto. ¿Ahora también me quiere separar de Anna? ¿O qué le pasa?
-Tranquilízate, Adam. No te molestes, no le des el gusto. Yo también estoy molesta con ella, pero no debes enojarte con Anna, es lo que ella busca. Ni con Esteban, para el punto.
-No estoy molesto. -Digo.
-Continua así, entonces. -Dice- Lamento mucho que estés pasando por esto. Me agradas. Y te prometo que hablaré con Anna.
-No tienes que hacerlo… arreglar el desastre de Brenda.
-Ella no lo hará, y solo yo puedo explicarle a Anna lo sucedido. -Dice.
-¿Por qué sigues con Brenda? -Pregunto, con miedo a sonar grosero.
-No es mala conmigo. -Dice- Además, me enteré hace poco sobre lo que hizo… y es bueno estar cerca de ella, quizá me encargue que no haga nada más. -Dice.
Pasamos poco tiempo charlando. Cara dice que pensaba contarle a Anna toda la historia con Brenda. Le pedí que solo le diera una introducción o algo por el estilo, quiero hablar personalmente con Anna, pero cuando lo intenté no me dejó.
Cara me habla sobre lo bueno del desastre. No tengo que ocultar nada. Nunca más. El problema es que sentirme así no me ayuda, menos que me lo digan. Esteban piensa igual ella, lo sé con la poca conversación que hemos tenido.
Me siento como si mis emociones estuvieran de cabeza, todo mi mundo carece de sentido. Las sombras en las que me encontraba escondido hace meses me acogían y guardaban con calor y cariño, la luz que me cubre parece fría y desconsiderada. Quiero sentirme como antes.
Mientras la noche cae, ya en casa antes de dormir, pienso mucho en el punto en el que estoy con Esteban, y en mis sentimientos.
Quizá lo que había discutido con Robyn antes estaba bien, quiero tener lo bueno de vuelta. Estoy seguro de que así es. Pero esa parte de nosotros ya no existe, ya no nos ocultamos. El lugar en el que nos encontrábamos no está nunca más, no hay sombras en que ocultarse. Lo que sigue es nuevo y terreno desconocido para mí, y sé que también lo es para Esteban. Salir y obtener atención de todos, aunque no lo busquemos. Principalmente de Brenda, aunque eso no debería detenerme. No sé qué vaya a suceder.
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Esteban
Los chicos no han vuelto a mencionar nada sobre Dennis. Especialmente George, él ni si quiera ha mencionado su nombre.
Hablo un poco más con Dennis, ya no se siente tan tímido al hablar conmigo. Creo que su interés en mí disminuye, lo cual me viene de maravilla. Y como estamos hablando, no tengo que soportar a Roy molestándome sobre darle una oportunidad.
Thomas volvió a disculparse ayer antes de entrar a clase, por haber hablado con Brenda. Le dije que no tenia de que preocuparse. Casi había olvidado el asunto de Brenda. Quiero ignorarlo, hasta que no me afecte. Si finjo que no me hace daño puede que finalmente no lo haga en lo absoluto.
Es martes, y las clases pasan de una manera regular. Hoy tengo practica de lucha, y pienso asistir porque distraerme, y deshacerme del estrés no suena para nada una mala idea.
A lo largo del día un pensamiento arraigado a mi cabeza se reúsa a despegarse de mi mente. Es 13 de Septiembre. Exactamente en un mes es el cumpleaños de Adam. ¿Qué podría regalarle?
Agradezco que al final de Auditoria podemos salir un poco antes, me voy antes de que Dennis pueda preguntarme a donde voy. No quiero verlo apoyándome ni nada por el estilo, eso es exclusivo para mis amigos y Adam.
El entrenador y unos chicos están en el gimnasio cuando llegamos, rápidamente me cambio y esperamos a los demás del equipo un momento.
Paso mucho tiempo con Roy y Lucas. Charlamos de todo y de nada, con los demás chicos de lucha.
Es muy fácil estar en este ambiente, la atmosfera puede carecer de sentido, y no compartimos cosas muy personales, pero es lo que buscaba. Me pregunto si el resto buscaba lo mismo, o se siente igual que yo.
Los chicos de semestres más bajos se sienten menos sociables. Y son muy pocos aun, por la hora. Lucas decide hablarles, y el chico que siempre me observa finalmente me dirige la palabra. Tengo un maldito fan.
Se llama Asher, es de primer semestre y está muy emocionado con ser miembro del equipo de lucha. Aparentemente ha sido miembro desde preparatoria, y realmente tiene una pasión por el deporte. Cuando supo que el campeón del torneo universitario estaba en la facultad lo emocionó mucho, y bueno, se la ha pasado haciéndome preguntas.
Es extraño, me ha pedido consejos y hemos hablado de técnicas. Es casi como si quisiera ser igual a mí. Tiene mucha energía que solo puedo comparar con alguien entrando a la universidad y no ha vivido si quiera la primera semana de exámenes. Que me recuerda, es la próxima semana.
El entrenamiento ha constado de ejercicios, Asher me ha preguntado varias veces mi opinión sobre si lo estaba haciendo bien. Es gracioso, además porque después de las practicas ha querido hacer platica de nuevo con los chicos y yo. Es como un chico de escuela que quiere juntarse con los chicos grandes. El tipo es un personaje.
Fue casi incomodo tener que tenerlo hablando después del entrenamiento, pero por fin se fue antes de querer quedarse a entrenar un poco más. Yo no lo dije, pero dedujo que era esa la razón por la que soy tan bueno según él. Simplemente quería quedarme solo para no tener que usar las duchas. A decir verdad, no sude demasiado, así que me ducho en casa.
La semana pasa rápido, la mayoría de las clases fueron preparación para los exámenes. Debería empezar a estudiar o algo, pienso que Adam ya debería haber empezado a hacerlo y me causa gracia. Debería hablar con Adam, pero paso más tiempo en pensar que debería regalarle.
He pensado mucho en Adam, y en porque no hemos regresado aún. Quiero decir, si, lo intentamos, pero no termino de creerme eso de tomarnos un tiempo. Podemos conocernos dentro de la relación después de todo. Además, George y Robyn comenzaron a salir en un mes o menos.
El problema en Adam es que tiende a actuar en respuesta a sus emociones fuertes, y de momento. La inseguridad es un sentimiento persistente en él, lo que lo hace no tomar decisiones. El día que nos separamos encontró a Brenda y se sintió herido, así que se marchó sin pensar las cosas. Cuando dijo que deberíamos alejarnos ese mismo día puedo imaginar que sentía miedo a lo desconocido, teniendo en cuenta que acababa de confesarle a sus padres que era gay, y no tenía idea de cómo pisar nuevo terreno conmigo.
En su cumpleaños debo sorprenderlo, aunque me siento mal porque tomo en cuenta su modus operandi, se siente como si lo usara. Pero, ambos queremos lo mismo, solo quiero traspasar sus muros, hacerlo recordar lo bueno que tuvimos.
El jueves, antes de clase, George me aborda. Es bueno para varias un poco mis pensamientos.
-¡Viejo! He buscado un momento a solas contigo toda la semana.
-¿Y por qué no me llamaste solamente?
-No lo sé… No importa. Pero bueno, verás, el cumpleaños de Adam se aproxima.
-Falta un mes.
-Sí, pero, hablaba con Robyn, y queremos hacer algo.
-¿Enserio? ¿Adam sabe?
-No… Según Robyn, Adam solo se festejaba por Ed. Y bueno, este año…
-Entiendo.
-Ed era quien lo motivaba a festejarse, y posiblemente no quiera hacer algo este año. Pero no queremos que pase el día solo.
-¿Y quieren decirle que debe festejarse?
-Queremos hacerle una fiesta sorpresa.
-Sí… viejo, no estoy seguro de que a Adam le agrade la idea.
-Vamos. Será divertido. Y es por su bien, si le decimos no querrá. ¿Me equivoco?
-Creo que en eso tienes razón. -Digo- ¿Los ayudo?
-Claro, en lo que te digamos. Igual, solo tienes que invitar a personas por ahora, ir corriendo la voz. En especial a su amigo Jason, no tenemos idea de cómo contactarlo. Claro, si tú estás bien con eso.
-Claro. -Contesto. Su comentario me es extraño. Tenía mucho tiempo de no hablar como si Adam y yo tuviéramos algo
Seguimos hablando un momento antes de que se marchara para encontrarse con Adam para ir a clase.
Ahora, incluso en clase, pienso en lo que debo hacer. Debo decirle a Jason, comentarlo con los chicos y quizá invitar a alguien más, aunque sé que Adam apreciaría la privacidad.
¿Qué debo regalarle? El día pasa, y cuando llega la clase de Impuestos llego a compartir palabras con Adam, dejando de pensar en su cumpleaños y en la sorpresa.
En casa recuerdo que en un punto entre lo que Adam y yo tuvimos, hablábamos sobre mí y mi experiencia con la pintura, entre bromas me ha dicho que esperaría que le pintara algo. ¿Y qué mejor manera de hacerlo sentir algo grande que regalándole una pintura echa por mí?
Paso toda la noche haciendo un boceto en mi cuaderno de dibujos. Recuerdo su rostro cubierto por el humo de cigarro, y a mi cabeza viene la imagen y recuerdo favorito que tengo de Adam. Recuerdo el primer sentimiento fuerte que experimente por su belleza, cuando estaba en su manzano, escalándolo solo porque sí.
Puedo sentir el trabajo formándose en mi cabeza a medida que dibujo las líneas para él. Adam es inspiración pura.
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Adam
La semana de exámenes ha comenzado. No tengo que quedarme en la universidad, pero sí paso más tiempo ahí si es posible.
Usualmente me acompaña Nicolas, por alguna razón. Nos hemos acercado más, es curioso que sea a causa de los exámenes. Es agradable tenerlo como compañía. No se cansa de hablar, pero pocas veces he pensado que su presencia o constante voz es molesta. Es bueno porque yo no suelo iniciar un tema de conversación. Él me dice que soy buena compañía.
Mi tiempo está dividido entre estudiar y pasar poco tiempo socializando. Principalmente con Nicolas en la universidad y Robyn, aunque sea por el teléfono.
Los exámenes van bien, creo, no he estado muy preocupado al contestarlos, así que supongo que me irá bien.
También he tenido tiempo de hablar con Jason porque tuvimos finalmente un día libre que coincidiera para ambos. Me emociona estar con Jason, siempre tiene un espíritu alegre y relajado.
Jason y yo pasamos tiempo en el patio de mi casa, me burlo de él diciéndole que viene a ver a su jefe incluso en su día de descanso.
Jason me ha recordado que mi cumpleaños está cerca, y menciona si tengo planeado hacer algo. Y la verdad es que no, pero deja el tema rápidamente, lo cual me alegra. Aunque es verdad que casi olvidaba mi cumpleaños.
Para el examen de Investigación de Mercados, me he quedado de ver con George antes del examen. Ambos debemos estudiar, porque la teoría es ridículamente larga y exhaustiva.
El examen es largo, y lo detesto. Llegó el punto en el que me sentí cansado, fue estúpido. Creo que me ira mal en este examen.
Al salir del examen puedo ver a Louis, esperando a que los demás salgan. Compartimos algunas palabras.
Louis es un buen amigo, después de todo, y tomando en consideración lo que ha pasado, nuestra cita y el saber que salía con Esteban. Nunca lo dijo, y no tenía una buena razón para mantenerlo en secreto. Es muy respetuoso.
Según él, Anna ya no está tan molesta. Cara ha hablado con ella, y quiere hablar conmigo, pero no tiene idea de cómo iniciar la conversación.
Del salón de clase, sale George, y justo detrás de él, compartiendo alguna broma, está Grace. Al verme no duda en dejarse caer hacia mí y darme un abrazo.
-¡Adam! No hemos charlado. -Se retira y su rostro se dirige directo a mí- No quiero que pienses que estamos molestos. Dile Louis.
-Hablaba sobre eso. -Dice Louis- Nadie está molesto. Le dije que debería hablar con Anna.
-Oh, sí. Ella quiere decirte que no está enojada.
-Bien, me quedaré. -Digo.
-Yo debería irme entonces. -Dice George.
Después de un momento casi instantáneo Louis decide que sería buena idea dejarnos a Anna y a mí charlar solos. Supongo que sí, pero no sé porque tiene que irse ahora. De igual forma Grace.
Antes de que Anna aparezca me topo con Michael. Compartimos algunas palabras, antes de que se vaya a ver a Cara.
Puedo entender porque Cara se siente fastidiada. Se veía muy impaciente por verla. No me dejo opinar mucho sobre ellos. Erika y Anna salen juntas. No tengo idea de que decir, así que simplemente ofrezco una sonrisa. Me siento bobo.
Erika entiende al instante lo que quiero hacer, y agradezco que comenzara a charlar. Me incluyó en una conversación con Anna al preguntarme por los demás. Me ocupé de explicar detalladamente que había pasado con cada uno, solo para poder retrasarlas un poco más antes de irse.
Anna no me mira de una forma despectiva, casi molesta, como la recuerdo cuando comenzábamos a hablar del tema. Está seria meramente. Están a punto de irse.
-Anna, ¿podemos hablar?
Anna mira un momento a Erika, quien ya estaba dando pasos dando por hecho que nos daría un momento de privacidad. Anna, al darse cuenta, me mira de nuevo para aceptar.
Vamos a una banca de un área verde, como si esto fuera a ser rápido.
Anna toca su cabello y mueve su pie, como siempre lo hace cuando está nerviosa. Pero su cara no me muestra hostilidad, así que desde este momento siento un enorme alivio. No sé cómo comenzar.
-Anna, ya sabes de que quiero hablar… lo siento.
-Adam, yo también debo disculparme. -Dice- Cara me contó. Bueno, a mí y a las chicas.
-¿Qué les dijo?
-Algo sobre Brenda. Que lo hizo de mala gana porque sabía de ustedes antes y ella quería salir con Esteban cuando tú estabas con él. También nos dijo que Esteban era muy privado con su sexualidad.
-Sí… pero bueno, igual debí decírtelo.
-Sí. Pero supongo que debí entender si no lo hiciste. -Dice.
Sé que si continuamos esto será una disculpa en círculos. No quiero que se sienta así, por lo que solo le contesto con una sonrisa amable. Y continuo con mi disculpa lo más simple que pueda.
-Eso no quita el hecho de que lamenté no habértelo dicho. Eres mi amiga. Pero, bueno, Cara ya te lo ha resumido.
-No te preocupes. Para ser honesta me arrepentí de enojarme antes de que Cara hablara con nosotras. No puedo creer que Brenda diga algo solamente porque no le agradas. O que le disgustes a tal grado solo porque el chico que le gustaba salía contigo.
-Y eso no es nada.
-¿A qué te refieres? -Pregunta.
-Anna, hay una razón por la que ya no estoy saliendo con Esteban…
Anna se muestra extrañada. Y en este momento decido que con ella no debí tener secretos. Así que le cuento toda la historia.
No es tan difícil, ella estuvo ahí, acompañándome en cada momento, solo que no lo notaba. Es gracioso ver su cara al conectar ciertas cosas.
Eventualmente le cuento el problema que he tenido con Brenda.
Se siente estúpido volver a contar mis problemas con Brenda. Anna no puede creérselo aún. Al igual que con Robyn, debatimos sobre lo que ha pasado. Anna me pregunta si Ed lo sabía, y le cuento la historia que es muy parecida a la que estamos viviendo.
Cuando he terminado de contarle todo, hablamos, de nuevo, de lo que es no tener secretos. No pedí esto, pero bueno, supongo que debo aceptar la manera en que las cosas están sucediendo. Entonces Anna me dice algunas fuertes opiniones sobre lo que piensa.
-¿Y quieres volver con él?
-Bueno… sí. ¿Qué piensas?
-Bueno, está haciendo un esfuerzo. -Dice- Eso lo aprecio, como tu amiga. Y claro que alejarte después de la trampa de Brenda fue algo precipitado, pero no encuentro manera correcta para reaccionar a eso. Es demasiado irreal.
-Lo sé…
-¿Pero ocultarse todo este tiempo? Wow. No lo digo por mí, Adam, pero… vaya, eso es algo fuerte.
-Es más común de lo que parece. -Bromeo.
Anna no parece bromear.
-Adam, vi cómo te comenzó a gustar Esteban. Entiendo que estuvieras dispuesto a hacer mucho por él. Y lo hiciste.
-Él también. -Digo, interrumpiéndola accidentalmente- Quiero decir, me ha dado mucho apoyo. Principalmente cuando Ed…
Anna se detiene un momento, como pensando lo que dirá. Quizá recordando esos días.
-Sí, tienes razón. -Dice- Pero desde el inicio, estar con Esteban no era cuestionable para ti. Estoy feliz de que hayas sido feliz, y posiblemente lo serás.
-¿Posiblemente?
-Solo digo que se la lleven tranquilos. -Digo- Aunque no debería ser difícil. Ya no tendrán que ocultarse de nadie.
-En eso tienes razón. -Digo.
Anna me sonríe. No me había sonreído en todo el momento en el que estuvimos charlando. No puedo evitar darle un fuerte abrazo, aunque su cabello golpe mi cara y me produzca cosquillas molestas.
-Lamento haberme molestado.
-¡Ya nos disculpamos, Anna!
Anna y yo compartimos una risa. No puedo evitar preguntarme si este momento hubiera pasado sin la ayuda de Cara. Le agradezco demasiado.
La conversación con Anna resuena en mi cabeza durante el resto del día, y con ello su opinión sobre Esteban.
Esteban y yo nos hemos distanciado un poco. Pero si a esa minúscula distancia le sumo todo lo que hemos recorrido en espacio entre nosotros, somos más amigos que nada. Eso me molesta.
Eso me recuerda a lo que me dijo Anna, y es verdad, Esteban me gustaba desde hace mucho tiempo. Ha decir verdad, y me da miedo pensarlo, es como una obsesión. Y eso no es sano.
¿Realmente quiero a Esteban? Así me sentía, y estaba seguro de eso. ¿Pero qué tal si me gustaba la atención?
La parte racional de mi cerebro me recuerda todos los momentos que he pasado con Esteban. Los buenos y los malos. La alegría que me causó y la alegría que le causé. Eso no fue ninguna ilusión mía. Fue real.
Lamentablemente la parte más fuerte, o crucial, es mi recuerdo de la muerte de Ed. El confort que Esteban me dio. Lo agradezco, porque fueron días en los que me quise desconectar del mundo, pero él era como una droga.
Mi mente se convierte en una tormenta de pensamientos que quiero deshacer. Intento dormir, pero mi cabeza se las ingenia para volver al mismo tema de conversación conmigo mismo.
Quizá es bueno que Esteban me de mi espacio, antes de golpearlo con mi inseguridad de nuevo. Solo quiero estar seguro que mis sentimientos tienen buena base. Quiero saber que Esteban no fue una necesidad, sino un sentimiento puro… Entonces podré volver a intentarlo.