Adam
Las dos semanas pasadas han ido muy lento, las clases volvieron a tomar seriedad. Nicolas quiso volver a invitarme a salir, e incluso aunque dudo lo que Robyn y Jason me han dicho, lo rechacé. Más bien lo pospuse, a días en que no tenga tanta tarea.
La rutina volvió, y la verdad es que no demoré en volver a acostumbrarme.
La tarea más dura fue planear mi fiesta de cumpleaños, que resultó no ser tanta sorpresa.
Para el día siguiente de haber ido al bar, como un simple comentario, le dije a mi madre lo que los chicos planeaban hacer, solo para enterarme que mientras yo salí con Jason, Robyn y George se encargaron de ir con ella para informarle de lo planeado.
Le dije a Robyn, y fue muy convincente, pues con todos informados, incluso mi madre, sería una tontería no hacerlo. Así que finalmente me uní al improvisado comité de organización. Esteban también estaba organizándome la fiesta, pero para continuar con mi plan de existir sin él antes de estar con él, he decidido ignorar ese detalle. No que esté funcionando realmente.
Creo que fue esa fue la acción que ha cerrado su hipnosis conmigo. Como si me tuviera bajo un hechizo. La verdad es que me he dado cuenta de que no paro de pensar en él. En los momentos más banales y comunes, mientras mi mente no está ocupada, lo primero que hace es pensar en Esteban, cuando no me doy cuenta, en contra de mi voluntad, es como si estuviera programado. Tan usual como respirar.
No sé dónde me deja eso.
De todas formas, no he tenido mucho tiempo libre para que mi mente divague (O sea, piense en Esteban).
No solamente he estado ocupado en la universidad y planeando la fiesta. Creo que también me he ocupado de asuntos externos. Jason me ha visitado en uno de sus días libres, solo un poco, para disculparse por arruinarme la sorpresa. Le he dicho que no tenía de que preocuparse. Pero se siente mal por eso.
Compartimos una conversación sobre esa noche en el club. Quise dirigir la conversación para que el tema fuera lo bien que la pasé, porque es verdad, y no quiero que Jason se siente mal. Hablé sobre Alex y Serena, y le he dicho que debería invitarlos a mi fiesta después de todo. No soy de hacer amistades rápidamente, pero ellos fueron muy agradables.
Jason, por otro lado, tomo su tiempo para hablar de lo que pasó con la pareja que nos interrumpió.
Me pidió que no hablara de eso, lo cual no tiene mucho sentido, porque no tendría mucha gente a quien decirle, además que ninguno de mis amigos se habla con Jason. Esto solo me dice que Jason realmente se avergüenza de ello, así que le aseguró que no le diré a nadie, solo para tranquilizarlo.
Me cuenta más sobre esos días, pero me lo cuenta de una manera vaga, sin experimentar mucho en los detalles. Me confirma que, efectivamente, la pareja quería mantener relaciones sexuales con nosotros dos. Posiblemente por la fama de Jason, o es lo que me da a entender. Creo que quiso decirme que no me veo como alguien que busca sexo de una sola noche. No sé porque actúa como si eso me ofendiera, creo que se está proyectando.
No tiene que decirme mucho para hacerme entender que realmente quiere alejarse de ese mundo. Junto las piezas, y su actitud de hace meces tiene sentido. Me alegro de haberle otorgado mi amistad incluso sin saber las razones, quien sabe con quién estaría andando de no ser así. Alex y Serena son geniales, pero volver a ese bar como antes sería volver al mundo del que quiere salir.
Bromeando le dije que ahora no quiero tener sexo, y creo que la sonrisa que me regaló fue por mera educación. No debí bromear sobre eso.
Lo he abrazado para despedirme de él en esa ocasión. Lo abracé solo un poco más de lo necesario. Quiero a Jason, como un amigo, y no me gusta verlo desanimado. No tengo idea de que es lo que estuviera pensando.
La conversación con Jason esa vez me dejó pensando. Nunca he pensado mal del sexo casual. Pero creo que nunca lo haría. Si antes pensaba así, ahora estoy seguro. No creo atreverme, no que haya pensado en practicarlo tampoco.
He pasado más tiempo de lo acostumbrado con Robyn y George. Separados. Algo anda mal, se ven distantes, incluso cuando están juntos. No se hablan como suelen hacerlo, y supongo que la etapa donde todo es fantástico pudo haber pasado, pero no es normal que se encuentren de esa manera.
Supongo que ambos se dieron cuenta que era incómodo para los tres, así que alguien tomo la decisión de no organizar mi fiesta juntos. En su lugar, me encargo de los detalles con Robyn, y George principalmente invita gente, pero no demasiada, porque no quería hacer nada en primer lugar. Así que prácticamente solo trabajo con Robyn.
Hablo con Esteban, como antes. No como antes de vacaciones, sino como antes de saber que nos gustábamos. Me siento mal. Se siente nuevo, cada vez lo siento más como un amigo. Me duele pensar que rápidamente pudo haberse olvidado de mí de esa forma, aunque suene egoísta. ¿Me distancié demasiado? ¿Es esto lo que me he ganado?
-Suena a que está feliz de hablarte, Adam. No se ve tan mal. -Dice Robyn.
Estamos en su casa, buscando luces como decoración. Usa un short y una blusa roja.
-¿Tú crees?
-¡Aquí están! -Dice, sosteniendo una bolsa de tamaño considerable en su mano, con luces de navidad adentro. Supongo que funcionaran. Siempre funcionan- Y, Adam, ¿no se supone que planeabas estar solo un tiempo?
-Sí. Quería aclarar mi mente… tú me aconsejaste eso.
-Te dije que no fueras rápido. No que dejarás de hablarle. -Bromea- Vamos a tu casa a probar las luces.
La sigo por su casa hasta salir, y dirigirnos caminando a la mía.
Es un día agradable, con la perfecta temperatura entre frio y calor. Puedo sentir la transición a mi temporada favorita del año.
-Hablando de dejar de hablar, tú y George han estado raros últimamente.
-No quieras mover el rumbo de la conversación.
-Tú eres la que lo ha estado haciendo, así que aguántate. -Bromeo.
Robyn, a duras penas, toma un suspiro y se decide a hablar. Nos detiene en mi casa, entrando a la propiedad.
-¿Recuerdas al chico de siempre?
-Lo detesto. Claro que lo recuerdo.
-Y ni siquiera tienes su nombre. -Bromea- De todas formas. George y yo tuvimos una pelea por él.
-¿Cómo?
-Cómo siempre, lo he ignorado. Pero George vio cuando recibí un mensaje de él. Ni si quiera pude leer la notificación cuando George ya se había enojado por el mensaje.
-¿Qué decía el mensaje?
-Me reclamaba por ignorarlo. -Dice con algo de broma en su voz.
-Robyn, eso es enfermizo.
-Solo es un chico patético. Se cansará… De todas formas, George y yo comenzamos a pelear.
-¿Por él?
-¡No..! Bueno, algo así. Él me dijo que me había notado diferente…
-¿Cómo? -Pregunto, sin darme cuenta que la interrumpí.
-Dice que parecía que tenía días ocultándoselo. Me defendí. Discutimos… pero si se lo escondí, Adam.
-¿Te sientes mal por eso?
-Sí. Y no sé qué hacer. Sigue molesto… Solo pienso que no es de importancia. ¿Y sabes? Creo que solo está celoso. Si pienso en ello me enojo de nuevo.
-Claro que está celoso. ¿Tú no lo estarías?
-Bueno… Tal vez.
-Y tú ni si quiera quieres nada con el chico. No entiendo porque sigue intentándolo.
-Lo sé. -Contesta- Es molesto, pero no para tanto. Es una comezón. -Bromea- Lo que me harta es que ya le he dicho que no, y no entendió. Ahora solo lo ignoro, con suerte eso si entenderá.
Ambos reímos de ese chiste. Sinceramente espero que su plan funcione.
Le aconsejo hablar con George. Supongo que él también debe tranquilizarse, no es como si Robyn pudiera hacer algo al respecto, tomando en cuenta que tiene que ver a ese chico diariamente en la universidad. Al menos eso dice ella, pero explicándoselo a George, puede bien comprender y dejar de estar molesto. Molesto con Robyn al menos.
Entonces, de manera aparentemente intencional, Robyn me preguntó por Esteban, de nuevo y sin rodeos. No supe que decirle, porque es verdad, yo mismo me propuse distanciarme. Pareciera que me lo propuse cuando realmente ya estaba distanciado. Y todo fue por mí. Hablo con él, pero no es lo mismo.
Antes de continuar con mi drama y, según dice, exageración, Robyn me dio su opinión. Sinceramente siempre aprecio su opinión. Dice que no he perdido ninguna oportunidad. Y repite que Esteban no parece distanciado ni nada por el estilo. Solo me queda hacerle caso.
El hecho de pensar en su amigo extranjero me genera celos. Y sé que no puedo pensar claramente sobre las personas cuando estoy celoso. Así que intento ignorarlo, pero estoy seguro que el chico no me agrada.
He invitado a Nicolas a la fiesta, puede que sea una oportunidad para que conozca más gente. Aunque sinceramente no puede que tenga muchas opciones de con quien charlar. Dice que puede llegar solo a mi casa, le he explicado cómo llegar y le mandaré la dirección.
La semana siguiente a eso ha ido normal. Mi fin de semana fue tranquilo, o eso pareció en el exterior, pues me la he pasado en casa. La verdad es que he estado pensando mucho en mi fiesta. Llamé a Jason, y prácticamente lo obligué a ayudarme con la comida. Seremos pocos. Muy pocos, así que confió en unas simples hamburguesas y demás cosas por el estilo. Jason puede ayudarme con eso, no sé qué más hacer, a decir verdad.
Después de hablar con mi madre para pedirle consejo sobre eso, aclaró que papá puede ayudarme también. Si no es cocinando al menos aportando dinero. Obviamente tomo de su dinero, que entiendo es de ambos, pero mamá planea que tenga una conversación con mi padre que vaya más del desayuno y demás comidas del día. No estoy seguro. Sigo evitando pensar en mi relación con él.
El domingo siguiente Robyn ha pasado a ayudar y pasar el rato. No hace un gran tema de conversación al respecto, pero menciona que George no mencionó nada de salir este fin de semana juntos, y no se han visto en días. Realmente está molesto. Me propongo a solo escuchar cuando se me es pedido, y estar ahí en silencio o distraerla. Sé que es solo un simple contratiempo para ellos, de todas formas.
El jueves, el gran día llega finalmente. En la escuela mis amigos me felicitan por mi cumpleaños. Recibo mensajes de aquellos que no pudieron. ¡Recibí un mensaje de Alex incluso! Por parte de él y Serena. Jason les dio mi número, no me molesta en absoluto. Para ser honesto, me sacaron una sonrisa.
Después de clase, los chicos se las ingeniaron para regalarme un pastel que todos compartimos en la cafetería, después de que me cantaran y felicitaran. Cara no pudo estar ahí, pero mando un mensaje disculpándose. Me pareció extraño que Michael no la hubiera disculpado el mismo, pero no pienso mucho en eso.
Todos me abrazan, porque es lo que se hace en los cumpleaños. Y no siente ninguna emoción especialmente grande, todo es normal. Excepto con Esteban.
Pude sentir que fue incómodo para ambos, no supimos cómo reaccionar.
También puedo decir que la emoción que sentí no simplemente existió en mí, sino en Esteban. Pude notarlo en la expresión de su rostro, justo antes de que nuestros cuerpos eliminaran la distancia. Dios, esa distancia parecía más lejana de lo que en realidad era. Y no había notado cuando extrañaba su tacto, no simplemente estar cerca de él, ni tocar si mano. Sentirlo completamente. Pude sentirlo en lo largo del tiempo en que estuvimos juntos también, no quería soltarme, y yo me solté porque pensé que el sentimiento era exclusivamente mío.
Al momento de separarnos, nos vimos quizá más tiempo de lo debido, y con nuestros rostros sonrientes, notando lo que hacíamos, más cerca de lo pensado. Casi estábamos por besarnos, pero recordamos que es lo que pasa con nosotros.
No puedo evitar emocionarme ante tal evento, aunque todo haya pasado en menos de un minuto. Iba a besarme. Debí haber seguido, probablemente me detuve porque estábamos en público, quien sabe. Pero a él no le importo. No le avergüenzo y sigue pensando que yo soy suficientemente valioso para hacer algo en público. Debo estar algo ciego, solamente veo las cosas que quiero. Y siendo honesto, también lo hago solamente cuando quiero.
No estoy seguro si nadie más lo noto o todos pretenden no haberlo hecho, pero el resto del tiempo que estuve ahí, fue agradable. Inclusive con Roy, quien no es exactamente de mi círculo más íntimo. Hasta aprecio más a Thomas, quien también me ha felicitado.
No hablé con Esteban después de eso, y fue una pequeña decepción, debo decir. Ni si quiera un mensaje he recibido, pero al menos cuento con él en mi fiesta.
Jason se ha hecho tiempo de visitarme rápidamente, dice que quiere darme mi regalo ya. Me ha dado mi abrazo y me ha traído una caja grande. Me acompaña a la cocina, donde superficie más cercana para poner la caja y abrir mi regalo. No está envuelta elegantemente, solo tiene un molo grande arriba, y no pesa tanto.
Jason se apresura a ponerse en el lado contrario de donde me encuentro, en la mesa. Abro con cuidado la caja.
Una pequeña criatura peluda me mira con ojos enormes color amarillo, su pelaje pinto, principalmente blanco con manchas negras. La cola y el rostro son de color negro. Bueno, el color negro del rostro llega hasta los ojos, y pareciera que hace contorno con la zona de la boca y la nariz. Asemeja un dálmata. Pero no es un dálmata. La criatura maúlla.
-¿Un gato? -Digo, cargándolo sin estar seguro al principio, pero sonriendo al instante, acurrucándolo entre mis brazos.
-Sé que eres una persona de gatos. Y pensé que te gustaría una mascota. Viene de un refugio, así que estará feliz de estar contigo.
-No sé si mis padres acepten.
-De seguro que sí. ¿Te gusta?
-¡Es muy lindo, Jason! Gracias. ¿Pero, por qué?
-Solo quise darte un regalo. -Contesta- Además, pensé que querrías compañía.
-Claro. -Digo, con tono divertido.
-Ya come croquetas y te traje una bolsa de comida en la caja. Dale agua, no leche. Le cae mal.
-¡Que bonita! ¿Cómo te llamaré? ¿Coco?
-Mira de nuevo, Adam. Es un chico. -Se burla Jason.
Oh.
-Bueno, sí. Definitivamente necesitaba un chico en mi vida.
-Algo me dice que no. -Dice Jason.
-¿A qué te refieres?
-A que usas el collar que te regaló Esteban de nuevo.
Sonrío como bobo. No sé cómo explicar eso.
**************************************
Esteban
Al volver a clase, volví a charlar con Adam. No es nada demasiado serio, pero es más de lo que había tenido en días, apenas me doy cuenta de eso.
Sigo pensando mucho en su cumpleaños, que está a nada de cerca. La pintura está acabada, y he decidido que merece un marco, por tratarse de él. Sé que eso hará que me lo gane de nuevo, o al menos me facilitara las cosas.
Cuando veo la pintura, mi primera emoción es la sorpresa, por la inspiración que Adam trasmitió en mí, aunque sea un simple recuerdo, o una esperanza. Ambas cosas no exactamente tangibles. Posiblemente eso signifique el humo que he utilizado en la imagen, sin darme cuenta. Me las arreglo para mandar poner un marco sin que nadie en la casa se entere. Ni si quiera mi hermana, quien estaba de visita el día que lo hice, y es pareciera que está más despierta sobre mis acciones que mis mismos padres.
Quise hacer una visita al centro comercial por mi cuenta para buscar algo que comprarle a Adam, pero en el momento en el que lo mencioné mi hermana ya estaba planeando la salida familiar. Terminé acompañando a mi hermana y cuñado en una salida familiar, mientras yo cuidaba a Ralph. Ralph es más tranquilo cuando estamos fuera, así que estuvo bien, supongo. Perdió timidez conforme paso la tarde y terminé siguiéndolo por todo el centro comercial, aunque ni él sabía exactamente a donde quería ir. Se cansó rápidamente y tuve que volver a cargarlo. Adoro a ese niño.
He pasado más tiempo con George. Tenía mucho de no pasar tanto tiempo con él, supongo que desde que está con Robyn. Quien es exactamente por lo que estoy pasando tiempo con él.
De acuerdo a George, sus sospechas sobre Robyn ocultándole algo eran reales. Dice que se mensajea con un chico. Eso le molestó. A pesar de que su única prueba es que ella recibió un mensaje cuando estaba con él.
No conozco tanto a Robyn, pero dudo mucho que haga tal cosa. Parece ser una chica más directa, y si quisiera estar con alguien más no creo que se tome la molestia de seguir con George. Escucho a George, pero le digo que debe relajarse y dejar que Robyn se explique. Aunque siendo sincero, yo posiblemente me hubiera molestado igual o más que él.
Planeamos la fiesta de Adam, dice que Thomas llevará bocinas para la música. Siento que nadie, ni si quiera Adam, le toma la importancia debida. No lo sé, todo aun suena muy improvisado. Decimos que planeamos cosas cuando en realidad solo hablamos sobre una fiesta, pero nada más.
He compartido palabras con Cara también, sobre Adam principalmente. Además de su cumpleaños no le comparto mucho sobre nuestra situación, por la confusión de la misma. Ha pasado tiempo, debo decir, y cuando hablamos en la universidad no se siente como antes. Se siente como empezar de nuevo, pero al menos hablamos, o eso me digo.
Cara se queja solo un poco de Michael, pero es suficiente para saber que está harta. Su tono de voz lo dice. Me siento mal por ella. Puedo verla realmente cansada de la relación, pero triste de que tenga que terminar… No lo menciono, pero si ha dicho que hablar no funciona con Michael, y está pensando en que no tienen mucho futuro.
No tengo mucho que decir de Michael, no me agrada tanto, ni por ser amigo de Adam ni por ser novio de Cara. Creo que a Cara le conmovió su amabilidad en primer lugar, ni a Adam le agrada tanto como amigo.
Lo único que pude decirle a Cara es que piense las cosas, y que no merece aguantar problemas sin sentido. Porque es lo que hace Michael, en mi opinión.
Con menos días para su cumpleaños, recuerdo el regalo que planeo darle a Adam además de mi cuadro, y es entonces cuando me propongo ir al centro comercial. Busco ropa, y accesorios. Veo anillos. Veo collares. No estoy nada seguro de lo que debo darle.
En medio de mi desesperación por encontrar algo decente, veo una tienda de relojes, y parece menos serio que un anillo o collar, pero más especial que simple ropa. Además, que ya había pasado mucho tiempo ahí. Falte a prácticas de lucha por esto, pero posiblemente iba a faltar de cualquier forma.
Le he comprado a Adam un reloj, con la correa negra. Se ve casual y sencillo. Las manecillas son de oro. También compro una bolsa pequeña en que poner la caja del reloj, con una tarjeta de regalo sencilla.
Recojo el cuadro enmarcado, así que mi regalo para Adam está completamente listo.
El fin de semana antes de que la fiesta de Adam pasara, lo he pasado totalmente con George. En su casa y en la mía. No quiso salir con Robyn. Sigue molesto. Me veo obligado a decirle que deben charlar, y al ver que planea hacerlo, pero no exactamente ese día, me dispongo a dejarlo distraerse. Ya sea con el perro o cualquier otra cosa. Después de quejarse adecuadamente, llamó a Thomas para que se nos uniera en el día de holgazanería. Quisiera que Adam estuviera presente.
Entre semana, sorprendentemente más organizados que para la misma fiesta de Adam, nos hemos ocupado de estar el jueves en la cafetería para felicitar a Adam y comprar pastel. Yo compré el pastel.
Cara no pudo acompañarnos, no recuero exactamente la razón. Le pregunté si no se quedaría con Michael y me lo negó al instante. Michael, por otro lado, si estuvo ahí.
Estoy muy seguro de que Dennis nos escuchó a los chicos y a mí hablar sobre la fiesta de Adam, y más recientemente sobre festejarlo en la cafetería. Estoy seguro que nos ha visto dirigirnos ahí. No sé si aún tenga intenciones conmigo, ni cuales sean, pero yo no tengo ninguna.
Me ha preguntado si estaba libre el fin de semana, y le dije que tenía una fiesta a la cual ir. No lo invité. No me gusta exactamente ser tan frio con alguien, pero no quiero que se confunda. Además, aunque me agrada y el chico es guapo, jamás lo veré de esa forma. Simplemente no pasará.
Ha pasado algo completamente extraño cuando abracé a Adam en la cafetería en su cumpleaños. Nos abrazamos más de lo que imaginamos. Pude verlo sonreír, fue como despertar de nuevo. Seguimos en algo. Tengo esperanza. Precisamente en ese momento pensé que debía llevarle el reloj ese día. Quizá así de hubiera decidido por darme el beso que, ambos sabemos bien, quisimos darnos, pero por alguna razón fuimos lo suficientemente tímidos como para darnos ese placer.
Hoy es sábado, llevo e reloj en el asiento del copiloto, y la pintura atrás. Me debato en que momento debería darle la pintura, hasta ahora pienso que el mejor momento es al terminar la noche. Con un poco de suerte planeo ser el último en irme de su casa. O no irme en absoluto. no me molestaría dormir en el sofá, o incluso en el piso.
Apuesto a que sería en el piso, considerando que sus padres saben que es gay.
Wow. Realmente ahora todo es nuevo para nosotros. Para él y para mí si intento estar con él.
Me bajo del auto con el reloj en la mano, es temprano aun, George acaba de llegar también. Lo veo caminar junto a Robyn. Estoy feliz de verlos juntos. Parece que George llegó, pero fue primero a recoger a Robyn. Los espero porque están a pocos metros.
-Hola viejo.
-¿Qué hay?
-Hola, Esteban.
-Hola, Robyn. -Contesto. No recuerdo si antes nos habíamos saludado directamente.
-¿Es un regalo para Adam? -Pregunta Robyn, apuntando mi bolsa de regalo.
-Sí. -Contesto.
-Espero que funcione. -Dice, y entonces sonríe- Suerte.
No puedo evitar sorprenderme por su comentario. Y sentir cierto alivio, a decir verdad. Tengo su apoyo. Volver con Adam debería serme fácil.
-Gracias. -Digo, sin ocultar mi sonrisa. Realmente estoy feliz de su comentario.
Entonces entramos a casa de Adam.