Kim MinSeok ni siquiera se inmutó ante el fuerte aullido que resonó por el lugar, sus ojos seguían atentamente cada uno de los amenazantes movimientos del lobo negro, que gruñía con fiereza enseñando su afilada dentadura. Parecía dispuesto a atacar en cualquier momento y Minseok no permitiría que lo sorprenda con la guardia baja.
La contextura física del otro lobo era pequeña, tanto que fácilmente podría ser confundido por un omega. Sin embargo, era un alfa, y algo dentro suyo le advertía que era uno peligroso, capaz de arrebatarle la vida en un parpadeo.
Y eso lo entusiasmaba.
A Minseok le fascina la sensación de adrenalina recorriendo sus venas momentos antes de enfrentar a lobos salvajes y temerarios y no es secreto para nadie dentro de su manada que sale en busca de lobos errantes para enfrentarse a ellos y matarlos por simple placer.
Por esa razón, espera con ansías el primer movimiento del lobo negro para finalmente poder atacarlo, a pesar de intuir que aquella será una pelea reñida donde no va a salir ileso.
El ambiente estaba cargado de tensión debido al constante desafío que se desataba entre ambos lobos. ChanYeol, que se había mantenido al margen todo este tiempo, no comprendía la razón detrás del comportamiento agresivo de MinSeok. No obstante, consideraba que el motivo por el que se encontraban allí debía ser su prioridad y debía detenerse; además de que ocasionar problemas y ganar la enemistad de la manada del respetado Alfa Kim no sería una grata noticia ni para su Alfa ni para los miembros del Consejo.
Un gruñido de su parte fue dirigido a MinSeok, advirtiéndole que se detenga. El Beta Kim Junmyeon se encontraba lo suficientemente cerca como para notar el ambiente que los envolvía y ChanYeol, que había sido testigo de la agilidad y brutalidad escondidas detrás de aquel majestuoso ser, no deseaba presenciar la muerte de su compañero sólo por no poder controlar su lado más primitivo y salvaje.
ChanYeol era una de las pocas personas que se habían ganado el respeto y lealtad de Minseok, y fue por ese motivo que se dirigió a su lado sin oponerse a su orden (a pesar de no estar de acuerdo).
‘Compórtate. Hemos venido en busca del cachorro, no de problemas’ - La voz de ChanYeol sonó fuerte y clara en su cabeza gracias al vínculo que comparten todos los miembros de su manada, y le recordó cuál había sido el propósito con el que lo enviaron allí. No era meterse en peleas sólo por diversión, sino encontrar al cachorro que se había perdido durante la excursión. MinSeok lo había olvidado completamente.
Fue gracias a la pequeña reprimenda que recibió que optó por dejar de vigilar de reojo al lobo negro y perderse en el hermoso paisaje que lo rodeaba; árboles frondosos que se mecían suavemente por el viento, el cielo completamente oscuro salpicado por innumerables estrellas, la luna alzándose solemnemente sobre ellos, pequeñas viviendas a una prudente distancia del comienzo del prado y un hermoso e imponente lobo de abundante pelaje blanco similar al suyo deteniéndose frente ChanYeol.
Wow.
Por un momento la respiración de MinSeok se detuvo al ver a tal magnífica criatura.
El recién llegado lucía fuerte y peligroso pero, por primera vez, no sintió ganas de enfrascarse en una salvaje pelea.
La adrenalina no corría por sus venas, sin embargo, una desconocida sensación burbujeaba en su interior. Una creciente necesidad de aproximarse al otro para frotar su hocico contra el suyo surgió en los pensamientos de Minseok. Necesitaba sentir la suavidad de su espeso pelaje, embriagarse con el dulce aroma que desprendía, y esa necesidad no hacía más que aumentar conforme a los segundos transcurrían, logrando desconcertarlo levemente.
MinSeok no podría decir con exactitud qué demonios le sucedía pero tenía una ligera sospecha...
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En el instante en el que se detuvo frente a los forasteros, la atención de JunMyeon fue completamente robada por el lobo de pelaje claro que lo observaba fijamente. Sus sentidos se nublaron al percibir la fuerte y cautivante fragancia que desprendía y sintió como sus patas se debilitaban ante su presencia. Aquello indudablemente era algo nuevo, él estaba acostumbrado a tratar directamente con los Alfas de diferentes manadas y ninguno de ellos lo había hecho sentir tan pequeño y débil como aquel desconocido. Sin embargo no iba a gastar su tiempo buscando explicaciones. Ellos habían invadido el territorio del Alfa Kim y era su deber como el Beta de la manada exigir los motivos que los habían llevado allí e incluso hacer uso de su fuerza si no deseaban cooperar.
Kim JongIn se paró a su lado, dispuesto a atacar en cuanto reciba una orden de su parte. Podría lucir como un pequeño lobo negro pero era uno de sus mejores hombres en cuanto a luchas cuerpo a cuerpo se trataba.
JunMyeon no tuvo siquiera tiempo de actuar cuando un joven delgado, de piel pálida, cabello pelirrojo y prominentes orejas apareció en frente suyo. Inmediatamente se sentó sobre sus rodillas y bajó su cabeza como muestra de respeto y sumisión. Una clara señal de que no buscaba problemas.
El Beta reconoció a ese muchacho, recuerda haberlo visto meses atrás riendo escandalosamente con otros jóvenes mientras él se dirigía al encuentro pactado con el Alfa Jung.
¿Habrá ocurrido algo grave?
Sus ojos ahora se posaron sobre el cautivante forastero, esperando que imite a su compañero y expliquen por qué irrumpieron en las tierras del Alfa Kim sin previa invitación. Intentó con todas sus fuerzas ignorar el cosquilleo que recorrió en su interior cuando sus miradas se conectaron pero no lo logró.
JunMyeon está seguro de que si estuviera en su forma humana, su rostro estaría teñido de un brillante color rojo y aquello lo descolocó porque no era una reacción típica suya.
Si es sincero, la única vez que se sonrojó fue debido a que el Alfa Kim revolvió cariñosamente su cabellera y le dijo lo orgulloso que se sentía de sus habilidades de combate, pero aquello no podía compararse con la mezcla de sentimientos que estaba experimentando en este momento. Lo que sentía ahora no podría definirlo con palabras pero era muy diferente.
Un gruñido escapó de su garganta en un fallido intento de recobrar la compostura y no permitir que aquel desconocido siga haciendo estragos en su interior y al parecer sonó demasiado amenazante debido a que el joven pelirrojo rápidamente alargó su mano para golpear sin mucha fuerza a su compañero.
Sólo unos pocos segundos bastaron para que un hombre realmente apuesto haga acto de presencia, logrando captar una vez más la atención de JunMyeon.
El forastero tenía cabellera rubia, piel pálida, ojos afilados y abdominales tan hermosamente marcados que el Beta se preguntó cómo se sentirían bajo su tacto.
“Basta” - Se dijo a sí mismo.
Nunca había tenido esa clase de pensamientos antes y no debía comenzar ahora.
Al ver que ambos humanos ya no representaban ninguna amenaza, el Beta dejó atrás su forma lobuna para poder comunicarse con ellos.
El descarado escrutinio por parte del rubio no se hizo esperar y JunMyeon jamás había sido tan consciente de su desnudez.
°°
MinSeok había oído rumores acerca de la belleza del Beta del Alfa Kim pero viéndolo en persona podía asegurar que aquellos rumores se quedaban cortos. El Beta era hermoso y a Minseok no le molestaría observarlo por el resto de su vida.
-”Soy el Beta Kim JunMyeon”- Se presentó dirigiéndose únicamente a ChanYeol y MinSeok se cuestionó cómo una voz tan angelical podía sonar tan fría. -”Este territorio pertenece al Alfa Kim y ustedes se atrevieron a cruzarlo, ¿Cuáles son sus intenciones?”
-”Es un placer conocerlo, Beta Kim JunMyeon. Mi nombre es Park ChanYeol y mi compañero es Kim MinSeok, ambos pertenecemos a la manada del Alfa Jung”- Habló ChanYeol sintiéndose cohibido por el aura amenazante que rodeaba al Beta.
-”Eso no responde mi pregunta”- Dijo JunMyeon seriamente y supo que quizás estaba siendo demasiado duro con el muchacho cuando lo vio removerse nervioso en su lugar. -”ChanYeol, dime por qué están aquí”- Pidió nuevamente pero su voz ya no sonaba tan demandante como segundos atrás.
Y el corazón de MinSeok dió vuelco al percibir el tinte de amabilidad en su voz.
ChanYeol respiró profundo listo para enfrentar al Beta. Decir que no tenía miedo de su reacción sería una gran mentira pero no era algo que pudiera evitar.
-”El día de hoy, como parte de nuestra tradición, los cachorros que están a punto de convertirse en adultos salieron de nuestros límites para conocer acerca de las reglas y demás territorios”- Explicó ChanYeol brevemente. -”Uno de ellos no regresó”
El ceño de JunMyeon inmediatamente se frunció al captar la indirecta.
-¨¿Estás insinuando que se encuentra aquí?” - Cuestionó recibiendo una respuesta afirmativa por parte del otro. -”¿Crees que mantenemos cautivo a un cachorro?”- Inquirió con notable molestia, borrando por completo todo rastro de amabilidad. -”Tu insinuación es demasiado grave, niño”
-¨No es mi intención ofenderlo”- Se defendió ChanYeol rápidamente, ignorando la manera despectiva en la que el Beta lo había llamado.-”Pero no puedo descartar esa opción debido a..”
-”No sólo me estás ofendiendo, estás ensuciando el nombre del Alfa Kim con esta absurda acusación”- Aclaró JunMyeon, cortando sus palabras. -“¿Siquiera comprendes la gravedad del asunto?”
JunMyeon estaba molesto y confundido. Aquella acusación podría desatar una batalla entre ambas manadas y el Alfa Kim no se encontraba en condiciones para liderarlos, ¿Acaso querían aprovecharse de su situación? ¿El Alfa Jung era capaz de ir tan lejos con tal de obtener más de poder?
-”Por supuesto que lo comprendo”- Respondió ChanYeol ofendido. No era idiota.
-”Entonces, ¿Qué es lo que pretendes?”
MinSeok que había permanecido en silencio, encantado por el fuerte carácter del Beta, decidió que era momento de intervenir.
-”Lo único que queremos es recuperar al cachorro. Nuestra intención no es causar problemas, ni siquiera nuestro Alfa sabe donde nos encontramos”- Explicó MinSeok. Comprendía perfectamente la actitud agresiva del castaño. Su deber como Beta era el de defender con garras y dientes a los miembros de su manada, sobretodo teniendo en cuenta el estado de salud del Alfa Kim.-”No es correcto insinuar que lo mantienen cautivo pero seguimos su rastro y acabamos aquí. Ese es motivo suficiente para sospechar, ¿No lo cree?”
JunMyeon lo escuchó atentamente. Su voz era firme y no detectaba rastros de mentira en ella. Sus ojos parecían destellar honestidad pero no podía bajar la guardia sólo por un discurso que -admite- logró tranquilizarlo, aunque seguía siendo altamente incriminatorio.
-”Pudieron haberse equivocado”- Contraatacó.
-”Lamento contradecirlo pero tengo plena confianza en mis sentidos y en el de mi compañero. Además, no vinimos juntos. Es imposible que hayamos llegado al mismo lugar si nos hubiéramos equivocado”- Argumentó Minseok completamente seguro de que el hermoso Beta, que parecía asesinarlo con su fuerte mirada, entraría en razón.
JunMyeon estaba a punto de replicar debido a que siempre permanece atento a los límites de la manada a causa del constante avistamiento de forasteros y no era el único que lo hacía. Si un forastero se atrevía a cruzar los límites, JongIn y él eran los primeros en notarlo.
Sin embargo, las palabras murieron en su boca porque hubo un momento en el que su atención fue totalmente desviada: cuando se encontraba reunido con el Consejo. Fueron minutos, pero había estado tan absorto discutiendo con los mayores que había dejado de prestarle atención a todo lo demás.
Aún así, no creía que alguno de los suyos fuera capaz de ‘secuestrar’ a un cachorro. Aquella acusación carecía de sentido.
“JongIn, ¿Notaste la presencia de otro forastero?”- Le preguntó mentalmente al lobo negro que permanecía alerta a su lado.
JongIn no demoró en responder y su respuesta no fue del agrado del Beta.
“Si. Justamente venía a verificar de quién se trataba cuando el pelirrojo apareció en mi camino. Lo siento, lo había olvidado”
El ceño de JunMyeon se asentó aún más en su rostro. Un forastero suelto únicamente podía significar peligro para los suyos, sobretodo teniendo en cuenta que se trataba de un cachorro desorientado en un terreno desconocido.
-”El cachorro no es peligroso, él estaba herido”- Acotó MinSeok ganando de inmediato la mirada del castaño porque parecía saber exactamente lo que estaba pensando. -”Pude percibir un rastro de sangre cuando me dirigía aquí”
JunMyeon prefirió ignorar lo dicho por el rubio porque podría tratarse de una mentira. Aunque no parecía querer engañarlo.
De hecho, todo lo que salía de sus delgados labios parecía ser la verdad absoluta y el impulso de creer ciegamente en él se colaba en sus pensamientos, logrando asustarlo debido al poder que ejercía sobre su persona. ¡Apenas conocía su nombre!
Necesitaba con urgencia una larga reflexión consigo mismo y que este asunto se termine antes de que las ganas de golpear su propia cabeza contra un árbol para recobrar sus sentidos sigan aumentando.
“JongIn, busca en cada rincón de nuestro territorio y no regreses hasta asegurarte que el condenado cachorro no se encuentra aquí. Pídele ayuda a otros alfas”- Ordenó e inmediatamente el lobo negro salió corriendo a toda velocidad, dejando a ambos forasteros extrañados y en espera de una explicación que JunMyeon no estaba dispuesto a darles.