Ese martes por la mañana después de ese agitado despertar, tomo una ducha larga pensando en lo que iba a hacer y analizando lo que sabía. Había desestimado el conocer a Taemin cuando era más pequeño, pero ahora dudaba. Sabía que no había estado en su curso cuando eran chicos, porque había revisado las listas, pero tal vez lo había visto en el colegio, tal vez en los recreos. Su cabeza daba vueltas de tanto pensar. Ya faltaba poco para que sus hermanos despertaran, así que termino su ducha y preparo el desayuno para el resto. Cuando finalizaron de comer, el alto limpio las cosas y se fue al colegio. Aun habiendo hecho tiempo había llegado temprano. Se sentó en lo alto de las gradas viendo cómo se iba llenando el patio de entrada. Era extraño mirar todo desde ahí, siempre había visto a todos desde adentro del grupo, pero esta vez era solo un observador, era imperceptible para la gente. Casi sentía que era un delito poder ver todo esto sin que nadie lo notara, como si espiara a la gente. De un momento a otro, sus ojos se quedaron fijos en alguien que venía entrando “Key”, sostenía sus libros muy cerca de su cuerpo abrazándolos, eso era extraño, parecía un animal asustado en medio de la selva. Él nunca había actuado así cuando estaba con ellos, siempre había sido liberal y valiente, nunca había temido de hablar con la gente y no le importaba lo que dijeran de él, pero este Key era completamente diferente. El rubio levanto la mirada y se encontró con la suya, por un segundo no hubo bronca, no hubo odio ni resentimiento solo dos amigos lastimados que se extrañaban. Minho hizo un cabezazo en señal de saludo y casi por reflejo el de mirada felina lo siguió. Consciente de lo que había hecho, el rubio bajo rápidamente la cabeza para romper el contacto visual y se paró diferente, enderezo su cuerpo, tomo la actitud en su caminar que el alto siempre había conocido y con paso decidido fue hacia el salón de clases, esto confundió al morocho. Diez minutos más tarde el patio ya se encontraba lleno de gente y entonces supuso que el timbre estaba por sonar. Bajo las gradas con tranquilidad y fue rumbo a su salón.
- ¡Minho! – le llamo la atención Luna que entraba corriendo al patio, parecía que se había quedado dormida por la prisa que llevaba.
- Bonita ¿Cómo estás? – pregunto mientras le daba un beso de buenos días –
- Bien, gracias – contesto mientras trataba de recobrar el aire por la corrida – ayer termino muy tarde la entrevista y hoy no me podía despertar
- ¿Cómo te fue con eso? – pregunto curioso el muchacho, poco culpable por haberse olvidado –
- Bien – contestó animada la joven – pase la etapa entrevista, ahora quieren hacernos unas pruebas con los que quedamos, probablemente este yendo toda la semana.
- ¿Eso significa que no te voy a ver en toda la semana? – se quejó el alto - ¿a quién voy a molestar? Jajaja
- Estoy segura que vas a encontrar a alguien jajajaja – se burló la chica – eres bueno en eso
-eeeehh –
- Es chiste amor, no te enojes – contesto la castaña dejándole un beso en el cachete para que la perdonara.
- Hay algo de lo que quiero hablarte – dijo un poco más serio – los sueños volvieron – la preocupación inundo el rostro de la chica – y esta vez son peores… ¿Cómo explicarlo? – dudo el morocho – más vividos.
- ¿Y qué vas a hacer con eso? – pregunto
- Estuve pensándolo mucho, pero creo que la única forma de poder terminar con ellos es descubriendo que hay detrás.
- ¿Piensas ir al psicólogo? –
-No… voy a hacerme amigo de Lee. Voy a retomar la “Operación Lee Taemin” – La chica abrió los ojos de par en par
-Me había olvidado de eso – mintió la joven tratando de parecer despreocupada – está bien, me parece bien que busques respuestas, el mundo sería más fácil si todos supiéramos todo – acoto pensando en vos alta.
- ¿A qué te refieres? – pregunto confundido –
- Que hagas tu mejor esfuerzo y que espero que encuentres tus respuestas –
- Bueno, hoy voy a retomar la operación, por lo que no vamos a poder sentarnos juntos – le dijo rápidamente esperando el enojo de la castaña que nunca llego
- Jajajaja está muy bien, ten mucho cuidado con tu misión bonito y por favor vuelve vivo jajaja - se rio la joven, le giño un ojo a su novio y se fue adentro el edificio.
Minho se quedó pensando la extraña actitud Luna, no parecía la misma de siempre, algo le pasaba y él no era parte de ese algo. Quería preguntar, quería ser parte de sus problemas, pero había aprendido algo en el verano, cada uno tenía sus tiempos y él sabía que tenía que respetarlos. El alto dio un último vistazo al patio y no encontró lo que buscaba, resignado empezó a subir las escaleras para entrar en el edificio y de repente una idea cruzo por su mente, dio media vuelta y miro hacia el árbol más cercano, fue entonces cuando lo vio. El joven bajaba por entre las ramas con la misma agilidad que recordaba en su sueño, una agilidad digna de ver, al igual que en su sueño no pudo decir nada, pero en su cabeza se escuchó su nombre claro y fuerte “Lee Taemin”
El morocho lo espero sentado en uno de los pasamanos dejando espacio para que el resto de los jóvenes entraran al edificio. Lee parecía desalineado y dormido, siempre había tenido esa pinta y el alto siempre había pensado que simplemente no le preocupaba arreglarse, pero ahora especulaba que el joven dormía poco. Tambaleándose entre la gente como si recién se despertara, el ahora rubio se abría paso entre la gente. Llevaba una mochila pequeña y negra. Desde que el alto lo conocía nunca la había cambiado y era la primera vez que se daba cuenta, nunca llevaba libros a la clase “tal vez ni siquiera los necesita” pensó recordando sus notas “o tal vez no tiene plata para comprarlo” pensó recordando como siempre le pedía dinero.
-Buenos días Lee – saludo con cortesía el mayor cuando el joven se encontraba a su altura, el rubio volvió a mirarlo con cara extrañada, y asintió su cabeza con duda… “duda” que extraño era eso, Lee era un experto en sorprender a la gente y hacerla sentir confundida. Desde que lo había conocido siempre había jugado con sus emociones como él quería y era la primera vez que era él el que podía provocarle una emoción sin el control del más bajo. Ni siquiera en sus sueños el alto tenía el control de las emociones que le provocaba, “primera victoria” … siguió con su misión. Entrando al edificio detrás de él.
- ¿Que estás haciendo Choi? – pregunto el rubio un poco… nervioso supuso Minho – No puedes entrar conmigo
- ¿Por qué no? – pregunto haciéndose el inocente – solo estoy entrando a mi salón de clases – Taemin hizo una muesca con sus labios en gesto de disgusto y siguió su camino al salón “Segunda victoria”. Entraron juntos al salón de clases y eso llamo la atención de todos sus compañeros, el morocho le restó importancia y busco con la mirada el asiento de Lee, aún no habían llegado sus estúpidos amigos y eso era perfecto. El rubio paso adelante tratando de poner distancia con Minho pero él lo siguió de cerca. Cuando paso por el asiento cercano a Luna le guiño el ojo y ella comenzó a reír en vos baja por la situación, era la única que entendía lo que pasaba. Lee se sentó en su lugar habitual con cara de aburrimiento, pero rápidamente se percató que el alto lo perseguía y en su cara se pudo ver el enojo. El morocho sabía lo que eso podía significar, pero no iba a dejarse intimidar por Lee, tenía que saber que estaba pasando de una vez y no iba a dejar que un poco de miedo se interpusiera. El muchacho se sentó al lado del chico y le extendió su mano en forma de saludo Taemin no movió un musculo – No vas a saludarme
- Ya te saludé ¿de que se trata esto Choi? – pregunto confundido y enojado
- Lo pensé bien sabes y me di cuenta que desde que nos vimos esa vez en primero de secundaria, nunca me presenté como es debido, nunca fui justo contigo – Lee levanto una ceja sin entender aun del todo –
- Y entonces ¿cuál es tu plan? ¿Piensas saludarme bien y entonces piensas ser mi mejor amigo? – pregunto entre enojado e irónico el rubio
- No, claro que no, pero creo que tenemos que empezar por eso ¿no? –
- No vas a bajar la mano si no lo hago ¿no? – pregunto menos enojado y más aburrido con la situación
- Exacto – contesto el alto. Rendido Taemin tomo la mano de Minho – ¡Muchas gracias! Mi nombre es Choi Minho y soy tu nuevo compañero de asiento – El rubio abrió los ojos de par en par
- ¿Te vas a sentar aquí siempre a partir de ahora? – pregunto incrédulo
- Claro, sino ¿cómo nos vamos a conocer mejor? – Lee iba a objetar, pero el morocho lo detuvo – ¿y tú?
- ¿Y yo qué? – pregunto el rubio molesto por todo este circo
- ¿Y tú cómo te llamas? – en ese momento el más bajo se dio cuenta que aún mantenía tomada la mano de Choi, rápidamente la soltó enojado y confundido
- Choi ¿de verdad quieres que te golpee? ¡vete de aquí! – el alto estuvo a punto de flaquear, pero recordó sus sueños, no iba a fallar.
- No me voy a ir, aunque me golpees todos los días, te dije que íbamos a saludarnos bien y a ser compañeros de banco y eso es lo que va a pasar, te guste o no… ahora ¿cuál es tu nombre? - pregunto insistente tratando de sonar firme y que no notara su miedo. Lee rodo los ojos
- Lee Taemin, feliz, me llamo Lee Taemin ¿ahora puedes dejarme solo? – El alto negó lentamente con cara de lamentarlo.
- Prometo no hablarte mucho, y si algo te molesta de mí, siempre puedes decirme, pero a partir de ahora vamos a sentarnos juntos –
- Bueno… algo me molesta – dijo cruzando sus brazos sobre su pecho
- ¿Que te molesta Taemin? – pregunto tranquilo el morocho siguiendo su nuevo papel
- Tu… tu sentado al lado mío – contesto molesto sin mirarlo haciendo algo que parecía un puchero, Minho tuvo que contener la risa porque burlarse de eso no era una buena forma de empezar una amistad.
- Lo siento, no puedo solucionar eso, pero si hay algo más que pueda hacer dímelo. - el alto comenzó a sacar sus libros de clases y en ese momento los amigos de Taemin llegaron.
- Choi… estas en mi asiento ¡fuera! – dijo Kai con cara de pocos amigos, Lee comenzó a reír mirando la situación, el moreno tenía miedo, eran muchos y sabía que lo destrozarían si lo golpeaban, pero había llegado muy lejos, no podía retractarse en este punto. Miro al rubio que parecía disfrutar la situación, pero en vez de acobardarse el chico le dio valor.
-Lo siento Kai, realmente me gustaría devolverte tu asiento, pero ahora este va a ser mi lugar, necesito resolver algunas cosas y no puedo hacerlo de otra manera – el joven tomo a Minho del cuello de la remera y lo hizo pararse. Todo el salón formo un circulo alrededor de los dos. El joven empujo a Choi contra la pared y comenzó a asfixiarlo.
-Te dije que te movieras – dijo con odio el moreno. El alto intentaba liberarse de su agarre, pero no lograba hacerlo y estaba comenzando a perder la fuerza. Miro hacia un costado y vio que Key estaba empujando gente para llegar a él, las fuerzas lo abandonaron y cerró los ojos cuando de repente el aire volvió a entrar con libertar por su garganta, cayó al suelo comenzó a toser. Cuando levanto la vista para ver a su rescatista no pudo creer lo que vio. Taemin había aplicado una llave a Kai y ahora lo tenía en el suelo.
- Suficiente Kai, suficiente – le decía Lee mientras calmaba a su amigo – no me necesitas sentado al lado tuyo, hay lugares de sobra, déjalo en paz. – el rubio soltó a su amigo y este se paró rápidamente, acomodando su ropa, se echaron un par de mirada entre ambos que solo ellos entendieron que quisieron decir y Kai se fue a sentar a otro lado – No hay nada que mirar, Choi va a estar bien, no se murió ni nada, vuelvan a lo suyo. – Minho busco con la vista a Key que se encontraba pálido como el papel y confundido volvía a su asiento. Luego de esto vio a Luna que se acercaba a él para cerciorarse que estuviera bien, pero el alto le hizo un gesto con la cabeza para que no fuera y asegurándole que estaba bien. El morocho se reincorporo con un poco de dificultad y volvió al asiento por cual casi lo matan. – Estas loco Choi, ¿de verdad querías que te mataran? – pregunto furioso y divertido.
- Te dije que ibas a ser mi nuevo compañero, no puedo faltar a mi palabra – dijo mientras se tocaba el cuello, aun le dolía.
- Estas completamente loco ¿alguna vez te lo dijeron? –
-Un par de veces, pero creo que no lo suficiente – rio
- Claro que no te lo dijeron lo suficiente – lo reto el más bajo – no vuelvas a hacer estas locuras o vas a lograr que te maten –
- aaaahhhh estas preocupado por miiiii, que ternura – dijo el alto mofándose de su nuevo compañero de banco –
- Realmente eres un imbécil Choi, no me hagas arrepentir de salvarte y cállate la boca que entro el profesor – El alto hizo la imitación de un cierre sobre una sonrisa que se le había dibujado y miro al frente para prestar atención a la clase. – Ahhhh antes que me olvide, esto no significa que te acepte – acoto en susurros el rubio – solo no quería tener que ser testigo de un asesinato – concluido Lee coloco su brazo izquierdo sobre el banco coloco su cabeza sobre ella como si fuera a dormir y le dio la espalda a Minho “tercer victoria”.