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ChoiLee del odio al amor (2min) por Aerin

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Notas del capitulo:

Hola gente bonita, les dejo el nuevo capítulo, espero que les guste y dejen sus comentarios. Sin spoilers esta vez.

Nos leemos

Besos Aerin

El resto de la semana no había sido muy diferente a ese marte, todos los días Minho llegaba y se sentaba en su lugar. Taemin solo se limitaba a saludarlo y a refunfuñar. Aún no lo aceptaba, pero no lo echaba y eso era suficiente para él alto. Los sueños habían continuado, seguían siendo pesadillas, pero poco a poco la sensación de estar perdido iba desapareciendo, lo que le hacía pensar al moreno que estar cerca del rubio era el mejor camino para terminar de entenderlos. Después de que Kai casi lo había matado, la relación con Key había mejorado, no habían vuelto a ser amigos ni nada por el estilo, pero podían dirigirse un cordial hola sin miradas de odio ni reacciones de sorpresa, simplemente dos conocidos que se saludan. Eso aún no era suficiente para Minho, pero iba a esperar, estaba cosechando mucho la paciencia en el último tiempo. Con respecto a Luna, parecía que le había ido muy bien en sus entrevistas y había comenzado unos cursos, el alto los odiaba porque gracias ellos, compartía poco y nada de tiempo con la castaña, pero trataba de mantener su cabeza ocupada, y claro que tenía cosas con que hacerlo, Taemin era una especie de droga adictiva para él. Además, sabía que eso hacía muy feliz a la chica, así que se comportaba como buen novio y no le decía nada.

Lunes a la mañana y además de haber visto a su novia ese fin de semana, el morocho se la había pasado ideando nuevas estrategias para acercarse al rubio. Nunca pensó que investigar a alguien resultara ser tan divertido, pero lo era, cada día aprendía algo nuevo y le encantaba eso. Por ejemplo, el miércoles Kai estaba atascado con uno de los problemas de matemáticas y Taemin que estaba dormitando en su silla sin prestar atención a nada, por primera vez se paró de su asiento en mitad de una clase, echo al nuevo compañero de banco de Kai y se sentó con él. “¿Qué te pasa tontito, no puedes con eso?” le preguntó casi con cariño, el moreno le puso mala cara y Lee despeino su cabeza para que no se hiciera el molesto “Ya, mira qué pasa si pasas el 2 primero” Kai siguió las indicaciones de su amigo “Ves… no era tan difícil” lo felicito animándolo “Ahora yo me quedo tomando una siesta aquí y tú haces los ejercicios y cuando termines me voy… nada de vaguear”. Taemin era realmente atento con sus amigos, pensando que para alguien tan inteligente como él, le hubiera resultado más fácil hacerle los ejercicios directamente, pero Lee tenía otro enfoque, le enseño como hacerlo y le dio confianza al mismo a Kai para lograrlo y eso era mucho mejor. También ratificó que el rubio era buen profesor como ya lo venía pensando. El jueves el día estaba lluvioso y llego más tarde que de costumbre, ese día no le dirigió la palabra ni a él ni a sus amigos, por lo que dedujo que estaba de mal humor y entonces supo que el más bajo odiaba las tormentas tanto como el mismo Minho. El viernes descubrió que no solo dormitaba durante las clases. En la hora del almuerzo lo encontró descansando arriba del árbol, que ahora también sabia era su favorito. El mismo del cual lo vio bajando el martes anterior. Ese día también descubrió que ver dormir a Taemin era una experiencia hipnótica y que si pensabas que era bello cuando estaba moviéndose, era porque no lo había visto en ese estado. No quería imaginarse lo que sería estar cerca de ese espectáculo. 

Minho puso el doble de ración de comida ese día y llevo un par de cosas extra, era la primera vez en su vida que tenía la mochila tan cargada de cosas, pero cada nuevo intento valía la pena, cada día se sentía más cerca de su objetivo. Fue caminando al colegio y cuando llego encontró a su novia que tenía una nota en la mano, la chica parecía un poco confundida, pero guardo el papel y trato de parecer tranquila.

-Una semana y ya tienes un admirador – dijo el alto mientras le daba un beso en el cachete en forma de saludo – voy a tener que empezar a marcar el territorio jajajaja -se burló el morocho

- Puede ser que a este le preste atención, son muchos sabes, pero este es realmente lindo, tú me tienes abandonada jajaja – lo molesto la joven –

- ¿Es en serio? – el chico se preocupo

- Yaaaa Minho… es una broma jajaja como vas a creértelo – se reía sin parar la castaña

- Podría pasar o ¿no? – se defendió el joven

-Es verdad… porque soy taaaaann maravillosa – se burló

- Exacto, si sigo siendo mal novio me vas a dejar – analizo intranquilo

- no digas estupideces, tú no eres un mal novio, eres el mejor, ahora deja de preocuparte ¿Qué me tienes que decir? -cuestiono la chica

- ¿Cómo sabes que tengo algo que contarte? – pregunto sorprendido

-Porque te conozco hace más de 10 años Choi Minho, se cuando tienes que decirme algo y no te animas- el alto dudo unos segundos, pero ya lo habían descubierto, tenía que hablar.

- Estuve pensando en la “Operación Lee Taemin” y creo que una buena forma de ganarme su confianza es comiendo con él… ¿a ti te molestaría? – cuestiono inseguro de sus palabras, a la chica no le gustaba mucho el plan de su novio, pero tenía que dejarlo hacer su camino, sabia que era lo mejor para todos.

- Esta bien Minho, almuerza con Taemin – cedió resignada - pero vas a tener que estar solo con él, yo hoy no puedo almorzar con ustedes, tengo que hablar con algunas personas durante el almuerzo – completo acomplejada, ella no mentía, pero estaba omitiendo algunas partes.

- ¿Estas segura? – pregunto el morocho que otra vez sentía que su novia lo estaba dejando afuera de algo

- Segura, pero deja de poner cara de niño pequeño, no tienes que pedirme permiso para hacer todo – se rio la castaña, aunque en realidad si le preocupaba la situación, mucho más de lo que le gustaría y de lo que podía admitir. Minho sonrió, ignorando los dilemas que aquejaban a su novia, le dio otro beso en el cachete y entro corriendo al edificio, en la mitad de la puerta se dio media vuelta y le grito

- Eres la mejor Park Sun-Young, la mejor – esto avergonzó a la castaña que fue para callar a su novio, pero el alto fue más rápido y entro corriendo al salón.

Minho aún conservaba su sonrisa cuando Taemin llego a su asiento.

- ¿Y ahora qué te pasa, te ganaste la lotería? – pregunto el rubio que venía con cara de dormido, otra cosa que había aprendido del joven es que cuando tenía sueño, su humor empeoraba bastante.

- Buenos días Lee, no, no me gane la lotería, pero algo parecido – respondió como si fuera una broma para el mismo

- Es muy temprano para adivinanzas y cursilerías Choi, muy temprano. Si quieres vuelve a hablarme cuando no seas un idiota – y dicho eso, puso sus brazos en el banco, coloco su cara entre ellos y se durmió, Minho estuvo a punto de despertarlo para quejarse, pero se arrepintió en el acto. Después de haberlo visto dormir en ese árbol sentía curiosidad por ver de cerca al joven mientras lo hacía. Verlo descansar en las clases no era lo mismo, ya que siempre que lo intentaba mirar Lee parecía tener un radar anti Chois y despertaba, pero ahora era diferente, estaba realmente dormido. Desde el lado en que estaba, no tenía un buen punto de vista, así que se paró, fue hacia el otro costado y se agacho para observarlo de cerca. Los otros alumnos aún no habían llegado, así que no tenía que dar explicaciones de lo que estaba haciendo… explicaciones que no podría dar, porque si se ponía a pensar, ni él las tenía, una fuerza externa estaba actuando en él, algo que lo llamaba como el canto de las sirenas. Taemin se veía completamente adorable y angelical con sus parpados cerrados, el moreno pudo notar lo largas que eran sus pestañas, hasta creía que era capaz de contarlas por lo cerca que estaban. Su piel era más fina y pálida de lo que él creía y si prestaba atención, podía notar sus poros, los miles de poros que inundaban su tersa y suave piel. Sus pómulos eran más pronunciados de lo que siempre creyó y su nariz perfecta formaba un corazón invertido. Y al final de todo, su boca. No era como ninguna que hubiera visto antes, su labio inferior era prominente y su labio superior tenía una forma peculiar. No podría decir cuánto tiempo estuvo viéndolos ni cuando fue que se acercó tanto, porque el tiempo y el espacio habían dejado de funcionar para él – ¿Soy lindo no? – la voz grave rompió el hechizo al cual había caído sin siguiera notarlo, el alto se paró asustado y dio un salto para atrás sorprendido.

- Tu… tu… hace cuanto … tu – titubeo nervioso.

- Hace como 5 minutos, pero quería saber cuánto tardabas en darte cuenta, fue gracioso ver tu cara de susto – El morocho estaba rojo de la vergüenza, no sabía cómo explicar la situación, el mismo no entendía que había pasado.

- Ahora voy a tener que cuidarme de dormir también, genial -  se quejó el rubio mientras se estiraba y bostezaba – ya deben estar por entrar el resto, mejor me despierto – dijo mientras se paraba de su asiento y se iba al pasillo. Minho aún no sabía que decir ni cómo actuar, se quedó unos minutos analizando que rayos había pasado y porque lo había hecho, pero ninguna respuesta vino a su mente, estaba en blanco. En ese momento sus compañeros empezaron a entrar al salón y él se sentó en su asiento. Key fue uno de los primeros en llegar y por primera vez desde que se habían peleado fue el rubio el que lo saludo primero. No fue una conversación solo un saludo, pero que tomara la iniciativa era mucho. Su actitud le dio esperanzas.

Todos sus compañeros llegaron al salón y Lee regreso, justo cuando el profesor estaba por entrar. Minho no podía dejar de repasar lo que había pasado, si le preguntara que materias tuvieron esa mañana, el alto fallaría, porque lo único que había podido pensar eran las preguntas no dejaban de venir... las miles de preguntas que lo bombardeaban una tras otra “¿Qué rayos había sido eso?” “¿Por qué se había acercado tanto?” “¿Por qué su corazón latía tan rápido que aun ahora después de horas seguía sintiéndolo sobre su pecho?” Y lo que más le perturbaba al alto, no eran las preguntas en sí, sino que aún tenía a Taemin a solo unos centímetros de él y no parecía alterado para nada, es más, parecía aburrido con su día, como siempre, como si nada extraño hubiera ocurrido “¡Acaso no le importa nada de lo que acaba de pasar!” se indignaba pensando en la indiferencia “no… que rayos estoy pensando” se retractó tratando de controlar sus pensamiento, las discusiones internas del morocho siguieron durante toda la mañana, hasta que para sorpresa de él la clase termino.

- ¿Terminaste de pelear con tu cabeza? – la voz de Lee lo perturbo –

- Ehhh – salto asustado, no sabía porque reaccionaba así –

- Que si pudiste ganar tu pelea interna… estuviste toda la clase con el ceño fruncido, gracias a dios que eres de los favoritos del profesor, sino te habrían preguntado cosas todo el día –  

- Yo no… - la voz de Minho se hacía débil porque no sabía que contestar

- Esta bien, no tienes que explicarme nada – el rubio comenzó a pararse para irse y el alto recordó su plan

- ¡Espera! Te traje algo – dijo el morocho mientras sacaba de su mochila los recipientes que tanto lo habían molestado toda la mañana – Sé que la carne es tu favorita y mi mamá hizo mucha ayer, así que te traje un poco para que comamos. - Taemin miro a todos lados sin poder creer que le hablaran a él

- ¿Me está pidiendo que almorcemos juntos? – pregunto un poco incrédulo, el morocho sacudió su cabeza enérgicamente asintiendo - No lo envenenaste ¿no? – Minho comenzó a inflar sus cachetes en forma de enojo – jajajajaja está bien, está bien, era solo un chiste, realmente pareces un niño pequeño… Ok – tomo el tupper que el alto le ofrecía – vamos a comer juntos, te sacaste la lotería, no le puedo decir que no a la comida gratis y menos a la carne – Una sonrisa se dibujó en el morocho y salieron al patio juntos.

Se sentaron debajo del árbol favorito de Taemin y comieron la comida en silencio. Cuando ya estaban terminando, Lee levanto la vista de su comida y hablo.

- Eres realmente raro Choi, dime la verdad ¿qué es lo que te está pasando? ¿Tienes problema con tu novia? – la pregunta tomo por sorpresa a Minho, no sabía bien que contestar, menos después del episodio de la mañana, pero iba a tratar de ser lo más sincero posible –

- No… no tengo problemas con Luna – contesto un poco ofendido

- Entonces… ¿porque comes esto conmigo y no con ella? ¿porque te sientas conmigo? – las preguntas eran directas y agresivas, pero así era el rubio y estaba esperando eso de él.

- Simplemente tuve ganas de comer contigo, es un crimen acaso… si quieres no vuelvo a traerte comida –Lee agito rápidamente las manos en señal de negación

- Nooooo – dijo casi ahogándose con un arroz – cof cof… una vez que encuentro algo en lo que eres útil jajaja – el alto volvió a inflar los cachetes y Taemin los pico – Ya deja de hacer eso… - lo reto – pareces un niño pequeño… Entonces, si no estás mal con ella ¿Cómo está? – pregunto curioso

- Bien, está loca con unas becas para ser cantante, no se oíste hablar de ellas las BIPC, se presentó a todos los concursos y academias que encontró, pero parece que con estas va bien, la verdad que no se mucho de ellas – el rubio se quedó en blanco – ¿te pasa algo?

- no… nada – mintió –

- Ahora es tu turno – el alto tomo su oportunidad – cuéntame algo de ti ¿de dónde eres?

- No entiendo tu pregunta – le respondió cortante – soy de aquí, vivo aquí por eso vengo a este colegio, si ya te pusiste tonto me iré – el morocho iba a tener que ser más preciso con sus preguntas

- Quise decir que ¿Dónde naciste? ¿Dónde viviste antes que aquí? – el ceño del rubio se frunció y entonces Minho supuso que esa no era una pregunta que le gustara responder, pero para sorpresa de él, el joven comenzó a contestar

- Nací en la capital en un hospital de por allá, la familia de mi madre es de ahí, y te podría nombrar miles de lugares en donde estuve antes de aquí, pero este es el lugar donde más tiempo eh estado en toda mi vida, así que considero este mi hogar – la respuesta era vaga y no le brindaba mucha información, pero era algo. El alto analizó su siguiente pregunta, era raro tener a Lee tan receptivo y las dudas eran tantas que no quería equivocarse, pero entonces un extracto de su sueño lo atravesó y supo cual seria su siguiente pregunta.

- ¿Por qué no te gustan las tormentas? – la inquisición pareció desencajar al níveo.

- ¿Cómo sabes que no me gustan las tormentas? – cuestiono impresionado

- A mí tampoco me gustan – respondió analizando su respuesta

- Y a ti ¿Por qué no te gustan? – los papeles habían cambiado y ahora Lee hacia las preguntas –

- En realidad no sé muy bien porque es, creo que nunca me gustaron, pero hubo un momento donde ellas me empezaron a aterrar – la imagen de él en el sueño volvía a su mente haciéndolo temblar

- Entonces no sabes bien porque le temes, pero sabes que fue en un momento preciso – concluyo decepcionado Taemin, esa cara traslado al alto a otro momento de su sueño. La expresión de Lee le hacía doler el pecho. Como si una angustia enorme lo aplastara. No sabía bien que era lo que pasaba, pero estaba seguro que no quería volver a ver esa cara otra vez en su vida.  

- Lo siento – pidió Minho diciendo un pensamiento en voz alta, uno que no tenía sentido lógicamente, pero para sorpresa de él, el rubio no cuestiono, solo asintió en forma de aceptación. Por unos segundos ambos dejaron sus máscaras de lado y solo quedaron sus almas al descubierto, solo dos personas lastimadas y abandonadas que no estaban listas para eso y que solo querían que alguien las reconfortara. No importaba el pasado, el presente o el futuro, solo importaba que existían y que no habían sido un sueño de un sueño.

El momento termino y fue Taemin el primero en romper la conexión - el timbre esta por tocar me parece que voy a ir entrando – guardo sus cubiertos en el tupper tratando de escapar, lo puso en su mochila y se paró – no te molesta que me lo lleve para lavártelo y dártelo en condiciones ¿no? – cuestiono retraído, al morocho le sorprendió la actitud, pero no iba a negarse.

- Tenlo cuanto quieras – dijo casi en un susurro, toda la situación le era muy extraña – mi mamá tiene miles, no va a darse cuenta de que le falta ese – En el rostro de Lee se dibujó una sonrisa, pero la felicidad no llegó a sus ojos, en realidad nunca lo hacía… como si un manto de angustia lo cubriera “¿Por qué no eres feliz Taemin?”  

- Te veo en el salón – respondió rápidamente el más bajo, dio media vuelta ocultando su rostro y se fue de ahí. El alto quiso seguirlo y preguntarle que le pasaba, quiso ir y consolarlo y decirle que jamás dejaría que nada lo lastimaría, pero sentía que no era capaz de hacer esa promesa, que si alguien en el mundo lo había lastimado era él y no entendía bien por qué. “¿Qué es lo que te hice?” el dolor en su pecho aumento.

Había recibido esa nota hoy a la mañana y no sabía de qué se trataba todo eso, pero no iba a perder la chance de hablar con él. La joven salió del aula cuando sonó la campana, paso por el baño para mojarse la cara, estaba muy nerviosa y luego fue al lugar donde estaba citada. Cuando llego Key ya estaba ahí.

-Me llamaste – pregunto tímidamente Luna que subía por las gradas al asiento más alto donde se encontraba él.

- Si, te llame, creo que es tiempo de que hablemos – las piernas de la chica temblaban. Se sentó junto al rubio sin atreverse a mirarlo y luego de una pausa que pareció eterna, se escuchó un largo suspiro y por fin él hablo – Así que tú y Minho ¿no? – el joven negaba con su cabeza sin poder creer aun lo que estaba diciendo – no puedo creer que no me dijeras nada – puso sus manos entre su cara despeinándose un poco en el proceso – no puedo creer que no me diera cuenta… dime ¿desde cuándo te sientes así? ¿Por qué nunca me hablaste? – la culpa y la angustia inundo todo su cuerpo. Respiro hondo tratando de acallar todos sus miedos.

- Creo que siempre me sentí así – dijo la chica sin querer restar culpas, quería que el rubio liberara todo lo que sentía, quería ser culpada por esto y por fin dejar de sentirse tan mal.

- ¿Y porque nunca dijiste nada? ¿porque no me buscaste? ¿Cuánto tiempo me escuchaste hablarte de él? – y entonces la angustia aumento en el chico - ¿Cuántas veces te sentiste mal y no me dijiste nada? – una lagrima comenzó a salir de los ojos de la chica. “¿Cuántas veces se había sentido mal? Una, diez, mil veces…”

- no lo sé, tenía mucho miedo de todo, tenía miedo de …- las palabras se ahogaron en su garganta, respiro hondo y continuo – tenía miedo de lastimarte y dejar de ser tu amiga – la castaña se tapó la cara con las dos manos… cuando habían llegado a esto.

- Sabias que eso era imposible – le respondió uno poco enojado porque ella pensara así de él – yo jamás te hubiera juzgado por tus sentimientos, te habría acompañado, te habría consolado, habría… - y el joven noto la lagrima que caía en su pantalón ahora era él el que lloraba – habría sido tu compañero – más lagrimas salieron sin su permiso –

- Perdón – pedía entre lágrimas – jamás quise lastimarte, jamás quise que algo te hiciera mal… pero me enamore, y ni siquiera me di cuenta cuando paso – Key negaba con la cabeza

- Perdóname tú – le corrigió – tu siempre estuviste conmigo en todo y yo jamás me di cuenta que algo te pasaba, jamás quise darme cuenta… estaba tan enojado cuando te vi con él y me convencí de que estaba enojado porque no me dijiste nada, pero la verdad es que estaba decepcionado… decepcionado conmigo mismo – Luna no entendía lo que el rubio le decía – te conté miles de veces mis historias y siempre hubo un dejo de tristeza en ti cuando hablábamos, pero no quise verlo, no quise aceptar que algo más podía estar pasando, me centre tanto en mí que no te di espacio a ti… la persona más incondicional que tenía – las lágrimas volvieron a salir – Lo pensé mucho sabes… te culpe a ti, culpe a Minho y hasta me culpe a mí por no poder estar con él, pero sabes… a veces las cosas simplemente no se dan y eso es lo que paso. Ya no quiero buscar más culpables, ya no quiero ser un monopolizador de sentimiento y pensar que las cosas solo me pasan a mí. Solo quiero recuperar a mis dos mejores amigos – Ambos chicos se miraron y las lágrimas cegaron sus ojos. – ¿Podrías perdonarme por no hacer esto antes? – La chica no dudo ni por un segundo y abrazo al rubio. El llanto de ambos se convirtió en congojo y ya no sabían dónde empezaba el de uno y terminaba el del otro. Después de diez minutos los jóvenes se separaron. Y al mirarse comenzaron a reír, parecía que se habían golpeado en vez de arreglado.

- ¿Vas a hablar con Minho también? – le pregunto la chica que se secaba las lágrimas con un pañuelo de papel –

- Planeo hacerlo, pero no hoy – suspiro pensando en ello – en realidad tengo un poco de miedo de eso, pensar en hablarle me paraliza –

- Tal vez no necesites explicarle todo, el nunca entendió del todo porque estabas enojado conmigo. Puedes simplemente decirle que lo perdonas y ya-

- ¿Y con eso crees que me va a perdonar tanto tiempo de no hablarle? – pregunto inseguro

- Sabes que es como un niño pequeño, si tú le vuelves a hablar será la persona más feliz del mundo… él te extraña mucho sabes, todos te extrañamos- y una lagrima volvió a salir de los ojos de la joven – Pero cuéntame de ti ¿cómo has estado todos estos meses? ¿Qué hiciste en las vacaciones?

- Eh estado bien ¿recuerdas al chico de la fiesta del año pasado en el Instituto Nacional de Danza? El que choco conmigo –

- ¿El que tenía cara de perro? – pregunto confundida la joven

- eeehhhh, no digas eso… - se quejó el rubio – pero si, ese jajajaja – el rubio rio y la chica lo siguió, el momento se detuvo un instante y ambos disfrutaron de la reconciliación que tanto habían esperado. El de mirada felina continuo con su historia- bueno, me lo volví a encontrar el día del festival aquí y desde ese día hemos estado viéndonos – dijo Key que tenía sus mejillas sonrojadas – la cara de la chica se llenó de alegría y sorpresa. Estaba por molestarlo, lo sabía, pero él la interrumpió – no somos novios ni nada de eso, nos estamos conociendo recién. Él es un estudiante avanzado de la carrera de canto en el Instituto regional de Canto, creo que conoce a Onew de vista, pero nunca se han hablado aun por la diferencia de cursos. Y me dijo que tiene un amigo en este colegio, pero nunca me dijo quién era.

-Parece un buen chico – dijo la chica que siempre había actuado como una madre cuidadora con el rubio

- Y lo es, pero aún no sabe nadie que nos vemos, es un secreto – extrañaban esto, extrañaban contarse cosas y darse consejos, extrañaban poder preguntarse cómo estaban y molestarse mutuamente. – Y tu… ¿Cómo estas con Minho? ¿Ya se mandó alguna de las suyas? Sabes que si un día te hace algo lo mato – Salió el lado protector del joven, Luna sabía que Key jamás lastimaría a al alto, ni siquiera por ella, pero le gustaba que lo dijera.

- Noooo, no lo lastimes, por ahora se porta bien -

- ¿Y porque se sienta con Lee? – sabía que le iba a preguntar eso, todo el mundo le preguntaba lo mismo y el rubio no iba a ser la excepción.

-Eso es algo muy complicado y personal de ellos – respondió la castaña que entendía más que nadie esa situación – pero digamos que era algo que tenía que pasar en algún momento y que es lo más sano para todos.

-No lo entiendo – respondió cortante el chico “claro que no lo entiendes, nadie lo hace”

-Créeme que Minho tampoco lo entiende muy bien, pero déjalos y ya – quiso calmarlo la joven

- Eso es algo de lo que voy a hablar con Minho cuando volvamos a hablar, no me gusta Lee – Luna quiso volver a calmar al rubio, pero sabía que cuando estaba en esa posición era muy difícil de convencer, lo mejor sería restarle importancia y rogar porque se olvidara. Tenía que desviar la atención.

- Entonces ¿cuándo vas a hablar con Minho para que se arreglen? –

- Creo que lo voy a hacer mañana, puedes creerlo, los tres estaremos juntos otra vez – la imagen ponía un poco triste a la joven - ¿No es genial?

- ¡Si! – respondió animada la chica “Minho va a necesitarte pronto”


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