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ChoiLee del odio al amor (2min) por Aerin

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Notas del capitulo:

Hola mis queridos lectores, no se si todos se darán cuenta de que agregue esto, pero considero que este capítulo debió estar desde un comienzo en la historia. No la altera en nada, pero si le da un poco más de sentido a todo. Pronto modificare el siguiente para que tenga sentido. Espero que les guste, a mi me encanto escribirlo.

Besos Aerin

Luego del día del examen, Minho había vuelto a ir al colegio. Los resultados estarían dentro de un mes así que por el momento tenía vacaciones del curso. Aun le afectaba la partida de Luna, pero cada vez le preocupaba menos eso y más le inquietaba su angustia permanente. Había decidido tomar el control de las cosas que le pasaban y dejar de negar todo. Y una de las partes más importantes para eso, era descubrir que le pasaba con Taemin. La reacción que había tenido al verlo mientras bailaba no era normal.

Ya era miércoles por la mañana, el resto de los días lo único que había hecho era tratar de ponerse al corriente con sus materias, pero ese día su cabeza estaba en otro lugar. Desde que había vuelto, el contacto con el níveo había disminuido drásticamente, ya no tenían ensayos post curso, ni conversaciones profundas donde intentará averiguar cosas de su vida. Por un momento pensó que tal vez eso era lo mejor, que tal vez ser indiferentes uno con el otro no era tan malo, ya no se pelaban como al comienzo, pero tampoco eran amigos. Solo dos conocidos que se llevaban bien, solo dos compañeros que se saludaban por los pasillos y que de vez en cuando preguntaban por el otro. Pero ese día la idea de ser simplemente conocidos no le gusto. 

Miraba como el joven interactuaba con sus amigos y poco a poco una sensación extraña se fue posando en su pecho. El primer día pensó que era la reacción a su baile y qué tal vez debía poner paños fríos al asunto, el segundo que era por la ausencia de Luna y la angustia que no lo dejaba en paz, pero hoy... Hoy podía decir con seguridad que era por estar lejos de Taemin. 

- ¿entiendes lo que nos están pidiendo? - pregunto Key preocupado por su amigo, desde que había vuelto, las cosas habían mejorado entre ellos. Kibum habían pasado los dos últimos días tratando de ayudarlo con sus materias y eso había ayudado a restablecer su vínculo dañado

-si... Gracias. Creo que lo tengo - respondió con una sonrisa, volviendo a mirar al frente. La verdad era que no estaba escuchando la clase, pero eso no importaba, luego podría ponerse al corriente como había hecho con esas dos semanas. Ahora lo más importante para él era remediar esa situación y descubrir porque sucedía eso. Porque algo que había descubierto en estos días era que, aunque su angustia era algo constante, los únicos momentos donde parecía disminuir era cuando estaba junto a Taemin. Y aunque no le gustará admitir, la sensación no era como con Luna. Ella había logrado mantenerlo lo suficientemente alegre como para que no se percatara de la sensación, aun cuando ella permaneciera en él. En cambio, con el castaño, algo extraño ocurría. Como si ella de repente se detuviera. No del todo porque eso era imposible, pero si en gran medida. Minho sentía que siempre estaba buscando algo y cuando estaba junto a él, la búsqueda simplemente se detenía.

El timbre sonó y todos los alumnos salieron a almorzar.

- ¿qué trajiste hoy? -cuestiono Key mientras sacaba su almuerzo

- mi madre hizo su carne especial, traje unos sándwich - explicó tomando su tupper y saliendo del salón

- eso es genial... Yo solo traje un poco de arroz con queso - hablo decepcionado. Las cosas en la casa de su amigo no eran las mejores, sus padres vivían peleando y no les agradaba mucho su hijo. Odiaba eso, le gustaría poder hacer algo más para ayudarlo.

- ¿volvieron a discutir? - cuestionó sentándose en lo alto de las gradas.

- hasta las tres de mañana - aclaro comenzando a comer - tuve que levantarme temprano hoy para traer algo. Si se llevan tan mal no entiendo porque no se separan.

- ya falta poco Kim... No es momento para aflojar -  El esperaba cumplir la mayoría de edad para irse de ahí y Minho lo sabía.

-tienes razón - dijo sonriendo, no fue la mejor que pudo haber dado y no iluminaba sus ojos, pero era sincera.

- ¿quieres uno de mis sándwiches? Traje mucho - ofreció sacando uno de más.

- ¿estás seguro? - cuestionó inseguro el de mirada felina

- si - respondió indiferente, la verdad era que ese era el mismo plato que había compartido con Taemin hacia un tiempo y cuando lo vio no pudo resistirse. Quizás había sigo tonto, pero tenía la esperanza de que cuando lo viera comer se acercaría y quisiera almorzar con él "tonto Minho"

- ¿cuándo estarán los resultados? -inquirió el rubio casual

- en un mes... Voy a morir de ansiedad hasta que estén - dijo mirando hacia el árbol de Lee, dejándose envolver por la nostalgia de ese recuerdo compartido. 

- sabes, tengo un nuevo amigo en la academia - la atención del alto volvió a su amigo por el comentario - estudia ahí -. La mirada de Minho brillo ante el dato "¿Será amigo de Taemin?" "Podría preguntarle algo de él" Pensó automáticamente, pero luego se retractó "no seas idiota Minho, que vaya a la academia no lo hace amigo de Taemin"- nos conocimos en la fiesta del año pasado y hemos estado... - de repente las palabras se detuvieron y nuevamente su atención volvió a Kibum - hemos estado saliendo - hablo avergonzado. Los ojos del alto se abrieron sorprendido

- ¿te gustan los chicos? - inquirió sorprendido. No quería ser descortés ni le incomodaba, solo le sorprendía la noticia. Nunca había pensado en esos términos de su amigo. El rubio solo se limitó a asentir.

- ¿te molesta? - cuestionó preocupado por su reacción. No soportaría que lo rechazará... No el

- ¿cómo va a molestarme? - hablo alarmado por la pregunta - eres mi mejor amigo, no me importa si te gustan los chicos, las chicas o los gatos. Solo no me lo había esperado... Felicitaciones - dijo genuinamente feliz. El de mirada felina sintió una pequeña puñalada. Estaba feliz de que lo aceptará, pero una pequeña parte suya deseaba que lo celara, que eso no le gustará, pero no era el caso, su amigo se alegraba por él. 

- gracias... - contesto con las mejillas coloreadas - no es nada serio, pero realmente me gusta

- ¿porque no es serio? ¿Acaso tengo que ir a golpearlo? - cuestionó molesto

- nooo... - lo calmo, sabiendo como era su amigo cuando se le metía algo en la cabeza. La verdad era que si no habían llegado a algo más formal era más por él que por el chico. Pero eso no se lo diría a Minho. No cuando la principal razón de no formalizar fueran sus sentimientos por él - nos estamos conociendo, no quiero que lo arruines metiéndote

- ¿estás diciendo que arruinó las cosas? -inquirió indignado. El rubio no dijo nada y solo se limitó a observarlo -cállate - pero lejos de eso ambos comenzaron a reír

El almuerzo transcurrió en tranquilidad a partir de ahí. Key le dio algunos detalles de su relación y Minho le hablo de las materias. Ambos felices de que poco a poco recuperaran la confianza entre ellos, ambos obviando un tema importante que no se iba de sus cabezas: Lee Taemin. 

Entraron al salón y nuevamente la atención de Minho estuvo en ese lugar que hacía un tiempo había ocupado. Lee se encontraba durmiendo en él y no pudo evitar recordar esa vez que lo había observado de cerca y junto con eso sus sueños subido de tonos, porque eso poco a poco comenzaba a hacerse parte de su vida también. 

La clase siguió sin sobresalto y el alto trato de prestar atención, pero su cabeza estaba unos asientos más atrás “¿Qué te sucede?” se preguntó comenzando a preocuparse, ni con su enamoramiento obsesivo con Yuri había estado así, cada maldito pensamiento era dedicado al rubio, cada suspiro, cada emoción y a él ni siquiera le gustaba ¿o sí? ¿le gustarían los hombres desde ahora? ¿o era una cosa de Taemin? Preguntas que se hacía demasiado seguido últimamente y que nunca llegaban a una conclusión.

El timbre sonó y él se paró automáticamente, no sabía bien lo que estaba haciendo, pero no podía dejar que las cosas continuaran como hasta ahora, había avanzado demasiado para dejarlo a la mitad, había demasiadas dudas y solo una persona que podía resolverlas.

- ¿vienes? – había preguntado su amigo colgándose su mochila

- no… tengo que hacer unas cosas – contesto con su vista clavada en el níveo que guardaba perezosamente sus pertenencias. Key siguió su mirada entendiendo las intenciones de su amigo y revoleo los ojos

- ¿Vas a seguir con eso? – cuestiono entre molesto y resignado, sabía que no pasaría mucho tiempo hasta que su amigo volviera a intentar algo con el rubio, pero esperaba que fuera más. Kibum tenía muchas luchas internas últimamente, aun le caía mal Lee, nunca seria su amigo, pero una parte de él estaba agradecida por sacar de su pozo depresivo a su amigo y por ello, estaba en deuda con él.

- Si – contesto tajante el alto, era extraño como la determinación del joven aumentaba cuando se trataba del níveo, considerando lo indeciso que era con respecto a todo, sobre todo en el último tiempo.  Kim suspiro resignado.

- Cuídate por favor – pidió saludándolo, la verdad era que el rubio no solo le caía mal por los cientos de veces que los había molestado, algo en él lo alteraba, le hacía sentir inquieto y desconfiado, pero si el morocho estaba bien con él ¿Quién era él para meterse en el medio?

- Gracias Key, nos vemos mañana – respondió casi sin mirarlo y avanzo la distancia hasta el menor - ¿necesitas ayuda? – cuestiono tomando una de las lapiceras que se le habían caído. Los ojos del chico se abrieron de par en par por la sorpresa.

- no gracias… - contesto confundido tomando lo que le daba el muchacho y colgándose su mochila – estoy bien – rápidamente paso por su lado emprendiendo su camino a la salida, pero el alto lo alcanzo y comenzó a caminar a su lado.

- ¿Sabes que no debería saltearte de esa forma los almuerzo? – el menor lo volvió a ver confundido

- ¿Qué estas intentando? – inquirido mirándolo sin dejar de caminar, dirigiéndose a la salida de atrás.

- Yo…. Nada – respondió inocente

- Vamos Choi, pensé que ya habíamos pasado esa etapa – revoleo sus ojos, indiferente

- y yo pensé que ya habíamos pasado la etapa de preguntarnos porque pasamos tiempo juntos – el mayor siguió caminando, pero el rubio había quedado petrificado por la contestación, como si su sistema hubiera colapsado - ¿no vienes? Vas a llegar tarde a tu clase – dijo casual, haciendo reaccionar al chico.

- ¿De verdad vamos a volver con esto? – inquirió retomando su marcha, la pregunta parecía más para él mismo que para él alto

- Claro Lee… tú ya lo dijiste, soy como un grano en el culo… no te vas a librar tan fácil de mi… tienes que hacerte cargo de sacarme de mi encierro – rio tratando de distender el ambiente, pero nada de esa conversación era distendido.

- ¿Cuál es tu nuevo plan? ¿Acompañarme a mis clases? ¿Comer conmigo? ¿Vernos los fines de semana? ¿Ser amigos? – inquirió irónico mientras recorrían las calles hacia la academia.

- Si – contesto el alto cortante, logrando desconcertarlo

- ¿si a qué? – cuestiono molesto

- sí a todo – respondió ganando la mirada de sorpresa de su acompañante

- no se puede – decreto desviando la mirada

- ¿Por qué? Pensé que ya hacíamos todo eso de igual manera - levantó sus hombros indiferentes

- no podemos ser amigos – explico casi resignado, desviando la mirada

- ¿Por qué no podemos? - pregunto parándose frente a él e impidiéndole el paso.

- porque no Choi, simplemente no podemos – hizo ademanes de hablar, pero luego de lo que pareció una lucha interna simplemente decidió quedarse callado y resoplo – vas a hacer lo que quieras de todos modos – dijo resignado – quieres acompañarme, hazlo, quieres comer conmigo, hazlo, pero no vas a ser mi amigo. Lamento decirlo - ajusto las correas de su mochila y continuo el paso, el morocho lo alcanzó con una pequeña corrida

- ¿No eras tú el que dijo que intentaba ser mi amigo? -dijo tratando de convencerlo

-Intentaba… pasado… ya me rendir – aclaro esperando una respuesta que nunca llego. Resoplo molesto y siguió - no se puede... - hablo negando con la cabeza - mira lo intenté... Incluso ahora lo intento, pero no sé puede... 

- Eso es lo que tú dices - el alto formó un pequeño puchero inconsciente

- Si… - dijo como si lo que dijera fuera obvio.

- apostemos - se detuvo extendiendo una mano frente a el

- por favor Choi… cuantos años tienes - apartó la mano, pero este la volvió a levantar

- apostemos… si estas tan seguro no debería ser difícil para ti 

- estas completamente loco - hablo retomando la marcha, pero Minho no se lo iba a dejar tan fácil, él debía saber que le pasaba y la única forma de hacerlo era estar cerca de Taemin.

- así te caigo bien - dijo arrogante

- no me caes bien - se quejó el rubio sin poder creer lo que escuchaba

- y sin embargo aquí estamos – Lee revoleo los ojos, molesto por su arrogancia - es una apuesta – el alto había vuelto a extender su mano, insistente. Taemin la vio indeciso y finalmente la tomo, resignado

- ¿Sabes que nunca pierdo una apuesta? – hablo el níveo entre risas, mientras cerraban el trato 

- ¿Sabes que nunca pierdo una competencia? - rebatió seguro de sí mismo

- pero esto es una apuesta - aclaro entre risas el menor

- pero es una competencia también - 

- ¿ha sí?... ¿y cuál sería el premio? - se burló el rubio

- tu – dijo seco y cortante el alto volviendo a emprender la caminata, dejando nuevamente a Taemin paralizado

- estás completamente loco... - grito el chico y corrió para quedar nuevamente a su par - debería dejar de hablarte - revoleo los ojos discutiendo más con él mismo que con el alto

- tal vez deberías... Tal vez yo debería... Pero eso no pasa y no va a pasar - dijo resignado el morocho

- ¿porque eres tan insistente? - cuestionó serio, parecía que el tema realmente lo afectaba y muchacho lo pensó unos instantes antes de responder "¿porque soy tan insistente?" "¿Porque no puedo simplemente alejarme de él?" Entonces cientos de imágenes del rubio aparecieron frente a él. Taemin sonriendo, Taemin enojado, Taemin triste, Taemin en sus sueños subidos de tono y Taemin bajo la lluvia. Y la respuesta era simple "algo me pasa contigo" pero la pregunta importante no era si pasaba o no. La pregunta era "¿Qué?"

- hay cosas que necesito entender - dijo indeciso

- hay muchas cosas que necesitas entender... - masculino el menor

- ¿qué dijiste? - cuestionó el mayor sin llegar a entender sus palabras

- nada... ¿Podemos apurarnos? Voy a llegar tarde - dijo Lee mientras aumentaba el ritmo, Minho no tuvo otra que aumentar la velocidad y ponerse a su par. 

El camino sigo en silenció, de vez en cuando alguno hacia algún comentario perdido, pero nada que despertara una conversación. Ambos estaban demasiado metidos en sus pensamientos para poder tener una charla real. Demasiado emocionados y demasiado confundidos para poder hablar. Llegaron al instituto y contrario a lo que el alto pensó, Taemin no entro corriendo al edificio, sino que se dio media vuelta y se quedó mirándolo fijo a los ojos.

- ¿Realmente vas a hacer esto? -cuestiono serio, casi intimidante, como solo Lee podía hacer. El morocho dudo unos segundos ¿Realmente quería hacerlo? ¿Quería abrir esa caja de Pandora a pesar de que tal vez no pudiera controlar lo que saliera de ahí? Y la respuesta se volvió simple al perdiéndose un poco en esos ojos almendrados delante suyo.

- Si - corto, conciso y real.

- No tienes que hacerlo, no es necesario - dijo el rubio como si estuviera disculpándolo de antemano por algo. El alto no entendió.

- Pero quiero... - hablo dando un paso al frente inconsciente, quedando más cerca del chico. Él bajo la mirada.

- Supongo que tengo que entrar - dijo mirando la puerta a su espalda y alejándose un poco, solo que no se fue, solo se quedó mirándolo, nervioso 

- Supongo que nos vemos mañana - respondió el mayor con una pequeña sonrisa coqueta, inconsciente de ella.

- Supongo que vamos a almorzar juntos - hablo gracioso

-Supones bien... - contesto ya sin poder contener la sonrisa, no si Taemin estaba igual o peor que él 

- Quiero la carne que trajiste hoy - y entonces la sonrisa desapareció tapada por la sorpresa

- Pero como...

- No eres el único que presta atención... - sonrió por el desconcierto del alto y sin darle tiempo a reaccionar se acercó a él y le dejo un beso en el cachete. Subió las escaleras hasta la entrada del edificio en una corrida - Adiós Choi... avísame cuando llegues - grito y sin esperar una respuesta y entro. El morocho quedo en shock.

Cinco minutos, se necesitaron cinco minutos y toda la fuerza de voluntad que tenía Minho para poder sacarlo de su estado, definitivamente Taemin tenia un efecto fuerte en él, sea cual sea la razón. Camino en círculos unos momentos tratando de decidir que hacer, una parte de él quería entrar y que le aclarara lo que acababa de hacer y la otra, más racional, le decía que no lo hiciera, que volviera a su casa y le siguiera el juego. Finalmente se detuvo y una nueva idea invadió su mente “Donghae”. Estaba demasiado cerca del hospital para perder la oportunidad de tratar de verlo y eso impediría que hiciera una idiotez como interrumpir la clase del rubio. En contra de todos sus impulsos, se dio media vuelta y comenzó a caminar rumbo al hospital.

Cuando llego el lugar estaba más vacío que de costumbre, no sabia si era porque era miércoles o porque el universo estaba de su parte, pero por primera vez en días tenia la oportunidad de probar suerte con las enfermeras. Ni los guardias, ni los administrativos le habían querido decir algo, pero ellas parecían siempre más amables con él.

-Buenos días – saludo educado al grupo de jóvenes, no conocía a todas, pero un par de ellas habían estado a cargo de los cuidados de su hermano – Se que deben estar ocupadas, pero me gustaría hacer una consulta por uno de los pacientes – las chicas se voltearon a verlo con expectativa, conocía esa mirada, sabia que había logrado llamar su atención.

-Buenos días – saludaron animadas - ¿de que paciente quiere saber? – cuestiono la que parecía su jefa.

- Lee Donghae

- ¿Eres su pariente? – cuestiono dura.

- No… pero

- No podemos darte esa información, lo siento – dijo mirando a las otras amenazante mientras se retiraban

- Es que no lo entiende – trato de retenerlas – es mi amigo, y desde su traslado no puedo saber de él

- ¿Por qué no le pregunta a su familia? – pregunto dura

- Es que… yo… -no tenia una respuesta para eso, la mujer resoplo, no quería ser cruel, pero se regia por las normas del lugar.

- Mira, puedo darle un mensaje de tu parte si quieres, pero no puedo darte información de un paciente lo siento.

- ¿puede decirle que me llame? Él tiene mi número, soy Choi Minho… - la mujer afirmo y se fue escoltada por el grupo de chicas. El alto estaba decaído, realmente pensó que tendría suerte. Salió del lugar con la esperanza de recibir algún mensaje con suerte, eso si no lo había olvidado, pero antes de que pudiera cruzar la calle rumbo a la parada del colectivo, alguien sujeto su brazo.

- Minho – dijo una de las enfermeras que él conocía

- ¿Sí?

- lamento lo que paso… mi superior no es mala, solo es un tema con ese paciente…

- ¿Qué sucede con él? – la joven dudo en responder, pero finalmente lo hizo

- su familia es muy reservada con él…

- ¿Por qué?

- no puedo decirte… el punto es que sé que eres su amigo, soy su enfermera, me ha preguntado por ti

- ¿en serio? – cuestiono confundido, durante un tiempo pensó que tal vez el joven podría haberlo olvidado.

- Si… pero creo que perdió tu número… quieres dármelo otra vez, yo podría dárselo para que se comunique contigo, si eso es lo que él quiere…

- Claro… - respondió animado el alto, rápidamente abrió su mochila, tomo una hoja y una lapicera y escribió en ella – Dile que soy su amigo… por si no me recuerda.

- Él te recuerda Minho… - una sonrisa inconsciente se dibujó en su rostro, por alguna razón, que no podía comprender, Donghae era importante para él.

- Gracias – contesto sincero.

- No hay de que… debo volver – frunció el ceño preocupada – espero que pronto puedas hablar con él. Nos vemos – y sin dejarlo decir nada más se fue. 

...

Minho llego a su casa entre esperanzado y confundido. Por un lado, estaba feliz de haber hecho un avance con respecto a Donghae y por el otro se encontraba en las nubes por Taemin. Repitió su charla de esta tarde una y otra vez en su cabeza, soltando una sonrisa inconsciente cada vez. Parecía un idiota recordando los comentarios ocurrentes del menor o sus caras de sorpresa cuando lograba articular frases completas frente a él… “él...” suspiro pensando en sus sonrisas “¿Qué me pasa contigo Lee Taemin?” sabia que no le era indiferente, sabía que lo confundía y podía cambiar su humor como ninguno, pero ¿podía decir que le gustaba? ¿podía gustarle incluso más que Luna? Porque con ella nunca se había sentido de esta forma. Y en caso de que así fuera… ¿en que lo convertía eso? ¿le gustaba solo él? ¿le gustaban los hombres en general? ¿le gustaban tanto hombres y mujeres? Porque ninguna mujer había agitado así su corazón. Lo que era seguro era que algo fuerte le sucedía y lo único que podía hacer era llegar hasta el final para averiguarlo.

Esa noche el alto soñó con Taemin. Caminaban juntos de la mano por un parque como si fuera algo normal entre ellos. No eran adolescentes, era mucho más grandes. El bajo lo detenía frente a un lago y lo volteaba para que lo viera. Aun agitaba su corazón el verlo, aun sentía ansiedad por su cuerpo, pero algo era mucho más pacífico. El bajo tomaba su otra mano en un gesto dulce y clavaba sus ojos avellana en el morocho.

-Bésame – pedía con una sonrisa tranquila – Minho bésame

- ¿Cómo voy a hacer eso? – cuestionaba el muchacho confundido - ¿en qué me convierte eso?

- ¿importa? – seguía perdido en su mirada – bésame… tu lo quieres… yo lo quiero… - el corazón de Minho se agito en su pecho y aunque estaba inseguro soltó su mano y tomo su mejilla acercando sus labios, un centímetro más y lo tendría, un centímetro más y sabría que le pasa con él, pero antes de hacer contacto, el chico lo aparto furioso. Y otra vez el escenario cambio. Ya no estaban en ese parque, sino en el colegio.

- ¿Por qué me lastimaste? – cuestionaba llorando - ¿Por qué no me cuidaste? – Minho quiso detenerlo, pero nuevamente corría por esos pasillos hasta llegar a la tormenta infinita… la cosa siguió como siempre, el corría y gritaba y nunca lo alcanzaba.

- Taemin… Taaaeeemiiinnn ¡TAEMIN! – grito despertándose en su cama otra vez. Se removió entre angustiado y molesto. Estaba cansado de esos sueños, estaba cansado de estar siempre angustiado y estaba cansado de la confusión - ¿Qué me pasa contigo? – pregunto golpeando su colchón. Necesitaba una respuesta. Y la necesitaba ya.

 Tomo su celular de la mesita de luz, para ver que hora era y si tenia tiempo de dormir otra vez o era mejor levantarse a bañarse, pero un mensaje titilante en su pantalla llamo tu atención.

Minho, lamento no comunicarme antes contigo, perdí tu número. Ese día que te fuiste tuve una descompensación y me cambiaron de cuarto. Ahora estoy en cuidados intensivos. Habitación 701. Ven a verme cuando quieras.

Besos Donghae

“Bingo”


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