Luego de ese miércoles, Minho había desarrollado una pequeña rutina con Taemin. Todos los días llevaba comida para compartir con él y casi siempre lo acompañaba a sus clases de canto. Claro que Lee se negó y renegó los primeros días, pero después de dos semanas empezaba a acostumbrarse al acoso constante del joven. El alto aun no descubría que era exactamente lo que le pasaba con él bajo, pero había dejado de preocuparse por eso y había decidido disfrutar de su compañía. Porque el níveo parecía ser lo único que lograba disminuir esa angustia permanente que sentía en su pecho. Además, muy en contra de lo que alguna vez creyó, se llevaba muy bien con él. Era gracioso, inteligente, amable, tenas, ocurrente y talentoso. Y, al mismo tiempo, y no menos importante, Taemin era bueno. Y no solo bueno como cualquiera. El era especialmente bueno. Atento y empático a todo lo que le pasara al resto y ayudando a todo el que lo necesitara. Aun cuando a veces lo ocultara bajo una capa de hostilidad.
Otra de las relaciones que comenzaba a volver a la normalidad era la de Minho y Key. El rubio le había seguido contado de su historia con el chico de la academia y se podía notar por el brillo en sus ojos, que era importante para él. Lo único que preocupaba era la familia del de mirada felina. Eran demasiado conservadores y no les gustaría nada que su hijo estuviera con un hombre. Para el morocho eso era una estupidez y agradecía haber nacido en una familia con una mente tan abierta, pero esa no era la situación de su amigo.
Por último, Minho habia logrado restablecer el vínculo con Donghae, después de la última vez que hablaron, el joven había sufrido una descompensación y lo habían trasladado a una habitación de cuidados especiales. Con todo el problema del episodio había perdido el papel con su número de teléfono, por eso no se había vuelto a comunicar. El morocho le escribía por lo menos una vez al día para ver cómo estaba y en sus ratos libres o cuando volvía de dejar a Lee trataba de ir a verlo. Los horarios de visita durante la semana eran más rigurosos y nunca podía estar más de media hora, pero eso le alcanzaba para darle una alegría. Ellos se habían vuelto cercanos en muy poco tiempo. Minho le contaba del instituto y de sus problemas sentimentales y Donghae le contaba historias de cuando estaba afuera del hospital o de sus seres queridos. Al parecer su madre había sido bailarina y él había seguido sus pasos. También le conto que uno de sus mejores amigos era bailarín y que trabajaba en el instituto donde él iba.
Era viernes por la tarde y los jóvenes ya habían salido del colegio. Minho había querido acompañar a Taemin a su clase como hacia todos los días, pero ese día le había dicho que no iba a ir y que necesitaba hacer unos tramites fuera de la ciudad. Al principio había desconfiado del chico porque siempre inventaba una excusa para sacárselo de encima, pero la seriedad con que le había hablado había hecho que le crea. El alto quería aprovechar sus vacaciones del curso así que como plan B decidió invitar a Key a comprar ropa y comer algo por el centro. El rubio acepto gustoso; nunca perdía oportunidad para salir de compras.
Recorrieron todas las tiendas de la calle principal y las de las calles laterales. Cuando el sol estaba cayendo decidieron frenar a tomar un helado. Los días de calor comenzaban a irse y aprovecharon para sentarse afuera ya que sería uno de los últimos días que podrían hacerlo. El de mirada felina miraba las bolsas con las compras que habían hecho mientras Minho disfrutaba viendo la gente pasar. La mente el alto deambulaba y decidió jugar su juego favorito de las últimas semanas: Pensar en Lee Taemin. Era un juego privado que tenía y claramente no le había contado nada a Key. El cual cada vez que los veía hablando o que contaba algo de él le hacía un sermón. El juego era simple y consistía en tratar de recordar detalles nuevos que hubiera aprendido o tratar de recordar algún gesto. No sabía bien como había surgido la actividad o cuando se había vuelto tan adicto a él, pero un día así nada más estaba en su casa pensando en él y una carcajada salió al recordar sus cachetes inflados por una rabieta. Luego de eso cada vez que podía empezaba el juego. Hoy era fácil elegir. El rubio había cortado su pelo que ya estaba un poco largo y uno de los mechones le había quedado más largo que el resto. No hubiera llamado tanto la atención del alto si no estuviera sobre el ojo del joven y no se hubiera pasado toda la mañana tratando de sacarlo de su vista. Cuanta más atención le prestaba más notaba que era como un niño pequeño. Una risa inconsciente salió de sus labios al recordar su cara cuando tratando de sacarlo se clavó el lápiz en el ojo.
- ¿Te parece bien? – cuestiono Key distrayéndolo de sus pensamientos.
- ¿Qué? – pregunto confundido
- ¿¡Otra vez te perdiste!? – el rubio odiaba cuando no le prestaba atención. No podía decir mucho porque el alto siempre había sido así, pero a veces le gustaría darle un golpe para avisparlo.
-Te pregunte que si te parecía que volviéramos… Se está haciendo tarde – Minho miro al cielo, era verdad las luces de la calle comenzaban a prenderse y el frio comenzaba a sentirse. El alto asintió conforme al plan y comenzó a juntar sus bolsas cuando una persona entre la multitud llamo su atención. Tenía anteojos y gorro, pero podía reconocer esa cara y ese cuerpo en cualquier lugar.
-Taemin -dijo inconsciente parándose por reflejo y comenzando a seguirlo unos pasos
- ¿Qué? – Pregunto escandaloso el de mirada felina siguiendo la vista del alto – aaahhh no Minho, hace frio y estoy cansado, no vamos a seguir a Lee – el morocho lo miro suplicante con su cara de perro – Basta rana fea, no me vas a convencer – y puso su mejor cara suplicante que tenía. Había soportado todo el día para no hablar o seguir a Taemin y respetar su espacio, pero se estaba convirtiendo en una adicción estar cerca de él. Key revoleo los ojos, odiaba al rubio y odiaba su amistad con Minho, pero seguía siendo débil a los pedidos de su amigo – rápido. Antes que me arrepienta – El alto salto de alegría y abrazo al de mirada felina. Tomo rápidamente las bolsas y fue por el camino del joven. Hicieron dos cuadras prácticamente corriendo. Y cuando pensó que lo habían perdido lo vio ingresando al hospital. El morocho se paró en seco al verlo entrar, Lee no le había dicho que estuviera enfermo ni que conociera alguien que lo estaba “¿Por qué viene a este lugar?”
Más decidido que antes cruzaron la calle y entraron al lugar. Lo siguieron por unos pasillos tratando de mantener la distancia hasta que lo vieron hablar con la mujer de la recepción. La señora le dio un carnet de visitante y lo acompaño al ascensor. Ambos jóvenes miraban expectantes y lo vieron presionar el numero 7 antes de que se cerraran las puertas “¿Habitaciones de cuidados intensivos?”
-Se acabó – acoto Key feliz rindiéndose a la persecución – no podemos entrar ahí sin pase y no conocemos a nadie en ese piso –
- Yo si – dijo el alto al cual se la había helado la sangre “Lee Donghae” las palabras del mayor se aglomeraban en su cerebro como un torbellino. “El peor de todos es mi hermano a veces se queda toda la noche y no se va” “Tendrías que conocerlo, es el chico más bueno y gentil del mundo y tan talentoso” “estudia canto… pero empezó hace muy poco” Cuantas pistas necesitaba para darse cuenta, eran Lee Donghae y Lee Taemin. Temblando se acercó al mostrador -disculpe ¿podemos pasar a ver a Lee Donghae? – pregunto cortes mientras su corazón latía a mil por hora.
- Lo lamento, pero acaba de llegar alguien a verlo – cerro los ojos, claro que había llegado alguien. Trato de ser lo más convincente que pudo, a pesar de que su voz aun temblaba.
- Por favor, solo vamos a estar un segundo. Tenemos que dejarle esto, nos van a matar si no vamos – alzo las bosas de compras. El rubio atrás lo miro escandalizado. La señora empezó a dudar, Minho tenía un poder con las mujeres mayores y él lo sabía. Puso su mejor cara de pobrecito que por primera vez no era tan fingida – por favor-
- Esta bien… pero solo un minuto.
- ¡Muchas gracias! –Puso su sonrisa compradora - Está salvando nuestras vidas- La señora se acercó a la puerta del control y les dio acceso
- Solo unos minutos –
- lo prometemos – dijo el alto comprador. Entraron al ascensor y cuando las puertas se cerraron el rubio lo increpo.
- ¿Quién rayos es Lee Donghae? – cuestiono molesto
- Creo que el hermano de Taemin – contesto sin creer lo que decía. La boca del joven se abrió de par en par ¿Lee tenía un hermano internado?
- ¿y tú como lo sabes? ¿Cómo lo conociste? – pregunto más ansioso.
- Lo conocí cuando internaron a mi hermano y no estoy seguro que sea su hermano, pero tiene mucho sentido. – el de mirada felina volvió a pensar a donde estaban yendo. Cuidados intensivos era para gente en mal estado. Sintió un poco de pena por Lee.
Las puertas se abrieron y los jóvenes desembocaron en un pasillo. El alto avanzo con paso decidido al cuarto de su reciente amigo, pero al abrir la puerta encontraron a la persona menos pensada.
- ¿Onew? – el morocho se quedó unos segundos recalculando la situación. Realmente pensó encontrarse a Taemin ahí.
- ¿Minho… Key? ¿Qué hacen aquí? – pregunto desconcertado
- ¿se conocen? –pregunto Donghae desconcertado sin entender la situación.
- ¿tú lo conoces? – pregunto sorprendido Jinki al mayor.
- Claro, es Minho, mi nuevo amigo del hospital – los ojos del castaño se abrieron de par en par – no sabía que se conocían ¿está todo bien?
- Si – respondió El castaño tratando de tranquilizar la situación – tengo que hablar unos minutos con ellos ¿te puedes quedar?
- Por supuesto Onew, vuelve cuando quieras, fue un gusto – el castaño se paró de su silla para irse – un gusto verte Minho
- Hasta luego Donghae – El mayor los guio fuera del cuarto, pero el alto necesitaba encontrar a Lee, estaba seguro de haberlo visto y si no era ahí tenía que estar con alguien más.
- ¿Dónde está Lee? – cuestiono molesto, estaba demasiado confundido y nervioso
- ¿De qué hablas? – pregunto Jinki tranquilo
- No te hagas el tonto, lo vimos subir, tiene que estar por acá. Tú sabes algo ¿Por qué conoces a Donghae? –
- Si me siguen les voy a contar –
- No, primero tengo que encontrar a Lee –
- ¿Vas a revisar el hospital? – Cuestiono el castaño – te digo que no está – pero el alto no lo escuchaba, comenzó a revisar los pasillos y los cuartos donde podía entrar. – Minho, no puedes hacer eso –le reto el castaño que trataba de seguir el paso violento del alto - en este lugar la gente necesita descansar, no puedes irrumpir en los cuartos - Pero el morocho no escuchaba, necesitaba entender que pasaba, sentía que estaba tan cerca. La ansiedad lo superaba. El mayor dejo de seguirlo, sabía que su amigo necesitaba unos minutos para entrar en razón. Se quedó en el pasillo esperando a que se calmara, pero Key lo siguió.
-Minho espera – pidió el de mirada felina, pero el joven no se detenía estaba ciego – ¡Minho detente ahora! – El reto alcanzo para que el morocho se detuviera a pensar lo que estaba haciendo – Escúchame, yo no estoy seguro de que hayamos visto a Lee – interrumpió Key no entendía que estaba pasando y ver a su amigo actuar así lo hacía parecer como un lunático. El alto escucho la voz del rubio y fue como una puñalada de traición. Si lo habían visto, los dos, y ahora decía eso
- Claro que lo viste, yo también – dijo tratando de defenderse
- No… tu estas seguro que era el, yo solo vi alguien parecido y te seguí ¿estas completamente seguro?
- Si – respondió molesto
- ¿De verdad? Cien por ciento - el morocho estaba seguro, pero las palabras del de mirada felina lo hacían dudar.
- Eso creo –
- Vez, ni tu sabes si lo viste. Podemos seguir a Onew y escuchar lo que nos tiene que contar. No puedes patear todas las puertas del hospital por alguien que no sabes si está o no.
- Pero… - no quería abandonar la búsqueda, meses obsesionado con esto y estaba tan cerca
- Si quieres te ayudo a investigar otro día, pero creo que Jinki tiene algo importante aquí- miro a lo lejos al joven. Algo sabia de todo esto, estaba seguro, tenía demasiados secretos con Lee. Lo mejor que podía hacer era escucharlo y cuando viera a Taemin preguntarle a él mismo. Se acercaron al mayor que los esperaba al final del pasillo y lo siguieron. Fueron a la cafetería del hospital y se sentaron en la mesa más alejada.
- Lamento haberlos sacado así, pero hay muchas cosas que no saben y no podía decírselas en ese lugar – comenzó a relatar el mayor – sé que deben tener muchas dudas, pero voy a decirles todo lo que está a mi alcance.
- ¿Cómo conoces a Donghae? – pregunto el alto impaciente.
- Donghae es mi hermano – dijo serio. La mente del morocho comenzó a dar vueltas, era imposible, él era un Lee, hijo de Lee SooMan, su familia era famosa, no podían tener un hijo oculto
-No puede ser. Nos estas mintiendo –decreto el morocho
- Sé que cuesta creerlo, pero es verdad. Donghae es hijo de mi padre y su primer amor, Song Qian – Respiro hondo y continuo - Antes de casarse con mi madre, mi padre salió con Qian. Ella era bailarina de una compañía de baile y estuvo de gira en esta ciudad cuando ellos tenían unos… mmmm 20 años – calculo mentalmente - No estuvieron mucho tiempo juntos ya que mi abuelo nunca estuvo de acuerdo con la relación, pero cuando la compañía se fue de la ciudad, ella se fue embarazada de Donghae. Cuando mi abuelo se enteró de esto busco a la joven por todo el mundo. Quería obligarla a abortarlo, pero ella astutamente cambio su nombre a Victoria Song. Viendo que no podía encontrarla, mi abuelo organizo el casamiento de mi padre con mi madre. Como saben alguien de la alta sociedad que viene de una familia importante – relato como si a una parte de él le molestara - Muchos años después mi familia se mudó a otro país para controlar las empresas del exterior y Victoria, sabiendo esto, volvió a esta ciudad. No entiendo muy bien porque lo hizo, creo que tenía amigos aquí. No lo sé – dijo entendiendo el bache en sus historia - Sé que en ese momento mi padre y ella se reencontraron en algún viaje de negocios de él, pero mi madre ya estaba embarazada de mí, así que mi padre se quedó con nosotros – los jóvenes escuchaban expectantes a su amigo, la historia parecía de película - Todo estuvo tranquilo por varios años, pero un día ella y Donghae tuvieron un accidente de auto. Victoria no sobrevivió al accidente y él quedo muy grave… - explico un poco cabizbajo - Casi muere muchas veces durante la semana posterior y tuvieron que hacerle muchos trasplantes para lograr estabilizarlo – Minho pensó en el joven internado y sus historias. Como había subestimado su condición la primera vez que lo vio y lo que tuvo que pasar - No puedo decir que fue culpa de mi abuelo el accidente, pero no me sorprendería enterarme que lo fue. También me sorprende el tratamiento que recibió. Creo que mi padre tuvo algo que ver con eso. No lo sé… - continuo algo afectado por lo que decía. Jinki no era alguien que contara de su vida, así que esto era raro para todos - A pesar que se salvó, quedo con secuelas de por vida y con el tiempo los trasplantes empezaron a generarle rechazo, él quedo a cargo de su familia materna y durante años fue internado en diferentes hospitales. Cuando mi abuelo murió, mis padres se volvieron a mudar a esta ciudad. Y en ese tiempo yo los conocí a ustedes. Con el tiempo aquí comencé a darme cuenta que algo extraño pasaba en mi familia y empecé a investigar. Logre descubrir todo esto hace relativamente poco. Mi padre y mi madre no saben que yo conozco a mi hermano, pero sospechan. Por eso es que lo mantuve en secreto. Y por eso es que les pido discreción con este tema. Sé que mi papá ha intentado contactarse con Donghae, pero la familia de Victoria no lo quiere y le prohíben verlo – Key y Minho se quedaron unos minutos tratando de asimilar toda la información que habían recibido. Era demasiado para ellos. Jinki siempre había sido muy reservado con su vida, pero no esperaban que atrás de él hubiera una historia tan complicada - ¿puedo hacerte una pregunta Minho? – El alto asintió - ¿Hace cuánto conoces a Donghae?
- Lo conocí cuando mi hermano estuvo internado de la pierna – ooohhh formo la boca del mayor
- Y siempre te recordó – “los problemas de memoria” – si… es decir, él me dijo que tenía problemas de memoria, pero nunca los tuvo conmigo ¿Por qué?
- Veras, él tiene subidas y bajadas en su salud, pero en línea general está empeorando. Hace un poco más de un mes, tuvo un episodio muy grave y por eso lo cambiaron de habitación – “fue cuando no encontraba a Donghae” “cuando Onew desapareció”– La cosa es que después de eso no recuerda a casi nadie, poco a poco le estamos diciendo cosas, pero son contadas con los dedos las cosas que retiene.
- ¿por eso te dijo mucho gusto cuando te fuiste? ¿No era la primera vez que lo veías? – pregunto Key perspicaz, el alto no se había dado cuenta.
- Exacto. Lo conozco hace meses, pero él no lo recuerda
- ¿y sabe que eres su hermano? – volvió a preguntar el rubio
- Antes de ese episodio lo sabía, pero ahora no – decir eso puso triste al mayor y sus amigos pudieron verlo. Realmente estaba preocupado por él.
- ¿Hay algo que podamos hacer para ayudar? - Pregunto el alto angustiado, ahora no era solo por Donghae, era por Onew también.
- Creo que sí, es extraño que recuerde algo tanto después de ese episodio ¿Tu podrías tener una entrevista con su médico?
- Claro, solo dime cuando e iré – el castaño pensó unos minutos
- Hablare con él y te digo.
- ¿porque no nos contaste antes? – cuestiono el rubio implacable. Odiaba las mentiras.
- En realidad por mucho tiempo no supe que estaba pasando, de hecho, cuando conocí a Donghae por primera vez no sabía que era mi hermano. Un día que salía de verlo de hecho me cruce con Minho – un flashback vino a la mente del alto Onew saliendo de este lugar con una planta en la mano. Las palabras del mayor hacían echo en su cabeza “Hola chicos ¿Qué hacen por acá? ¿Tienen a alguien internado?” “Algo así… Solo un familiar lejano, pero igual tengo que venir… sabes como es mi familia”
- Tu familiar lejano… - las piezas comenzaban a encajar
- no quise mentirte ese día, pero era muy reciente y no quería que mis padres se enteraran.
- ¿Luna lo sabía? – los ojos del mayor se cerraron con miedo
- Si – una respuesta corta y devastadora “me mintió”
- ¿Hace cuánto lo sabía? –
- Un tiempo después de que empezaras tú curso se enteró por casualidad – “meses mintiéndome” – pero no era su secreto, no te enojes con ella, yo le pedí que no dijera nada. Si tienes que enojarte hazlo conmigo – Entendía lo que le decía, la joven había guardados secretos de él y no le había dicho a nadie, pero seguía siendo una mentira.
- Esta bien… no tenían por qué decirnos, era un tema de tu familia supongo – agrego el morocho tratando de auto convencerse.
- Yo no puedo creer que todo esto pasara delante de mis narices y no me diera cuenta – dijo el rubio indignado.
La conversación continúo un tiempo más sobre lo mismo. Les explico un poco más sobre el cuadro del chico y todos quedaron en tratar de ir a verlo lo más que podían para alivianar la carga de Onew. Ya era tarde y los chicos tenían que volver a sus casas. Tomaron sus cosas y comenzaron a irse, pero algo en la cabeza de Minho seguía sin encajar. Él estaba seguro de haber visto a Taemin hoy, no podía confundirse y aunque la historia de su amigo encajaba perfecta como el hermano cantante de Donghae, algo en su cabeza no cuadraba. Algo no tenía sentido “pero ¿qué?”
- ¿Vienes? – pregunto el mayor que había visto al alto dudar.
- Sé que dijiste la verdad con Donghae – el castaño asintió – pero nos mentiste con lo de Lee. Hay más en esta historia y si no me lo dices tú, me lo va a decir él – sentencio saliendo del lugar.