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ChoiLee del odio al amor (2min) por Aerin

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Notas del capitulo:

Hola hola gente bonita. Me costó terminar este capítulo después de pasar por uno donde estuve 100% inspirada. Les adelanto antes de que se enojen con esta autora que no está Taemin en ese capítulo, pero lo necesitamos para la continuidad de la historia. Ya estamos palpitando la gran revelación y las cosas se están poniendo en su lugar. Les aseguro que no van a amar este capítulo, pero el siguiente les va a gustar más.

Sin más preámbulos, los dejo con la historia.

Minho lloro como nunca lo había hecho. Su angustia se había disparado a niveles alarmantes. Jamás, ni cuando Luna se había ido se había puesto así. Se sentía lastimado, usado, despreciado y vacío. Como si su norte en la vida hubiera desaparecido y ahora estuviera condenado a deambular sufriendo en la obscuridad. Y esta vez no podía negarlo, no tenía una Luna para evadirse ni un Taemin que lo salvara. Estaba solo. El dolor lo había desbordado. Bajo los pisos frenando para llorar cuando no podía más. Y así lentamente llego al lugar de la fiesta, ya quedaban pocas personas, así que no le iba a costar encontrar a Baekhyun.

- ¿Minho? – pregunto preocupado a su amigo que lo había visto entrar al lugar, el alto se abalanzo sobre él, porque le costaba mantenerse en sus piernas – Minho ¿Qué paso? Hace horas te busco. Te perdiste a tu amigo

- Vamos – le dijo mirándolo angustiado. No sabía cuánto tiempo podía estar en pie ahí – Quiero irme a casa – los ojos del castaño se abrieron de par en par cuando vio su cara. Estaba destruido, realmente destruido. Decidió dejar de preguntar. Lo ayudo a salir de ahí y se tomaron el primer taxi que paso. Lo dejo en su casa asegurándose que entrara y luego se fue.

Minho subió las escaleras de su casa sintiendo que el mundo le pesara el triple. Llego a su pieza y cerró la puerta. Se miró al espejo de su cuarto tratando de entender lo que pasaba “¿fue todo un sueño? ¿todo esto fue uno de mis sueños?” “NO” el dolor era demasiado intenso para serlo. Se miraba tratando de reconocerse, pero un extraño le devolvía la mirada. Se intentó sacar la campera, pero un flash de la última vez que no la había tenido vino a su mente. Le quemaba el cuerpo por recordar el rose de Taemin sobre su piel. Recordó como con sus manos expertas se había desecho de ella y ahora él, torpemente entre lágrimas le costaba sacársela “estúpido cierre” Arrojo la prenda al suelo sintiendo asco y bronca de ella. Se sacó su remera, sus pantalones y su ropa interior. Todo le daba asco. Pero hacer eso no lo hacía sentir limpio. Seguía sucio. Miro al espejo su cuerpo desnudo. Tenía marcas por jugar al futbol, sus piernas eran desproporcionalmente grandes y sus hombros demasiado anchos. Y la imagen del perfecto cuerpo de Taemin ataco su mente. Su cuerpo que parecía el de un dios griego y sintió odio. Odio por su cuerpo imperfecto e indigno, odio de ser como era y no poder merecerlo, odio de haber hecho esas preguntas estúpidas “¿Qué esperabas…?” mírate… míralo… de verdad ¿que esperaba?” Se acercó al espejo un poco más y vio una marca en su hombro. Llevo su mano ahí y al presionarlo un escalofrió recorrió su cuerpo “fue Taemin” recordaba cómo se lo había hecho. Había grabado cada movimiento, cada rose a fuego. Llevo su mano a otra marca en su pectoral “aquí me mordió” cerro los ojos para conectarse con la sensación. Paso su palma por su abdomen, sus brazos, sus muslos, su miembro “ya no es mi cuerpo” El rose torpe del alto no se comparaba con las manos habilidosas del joven níveo. Aspiro fuerte el dorso de su mano “Aun huelo a él…”.

Pensó en bañarse y eliminar todo rastro de lo que había pasado, pero no quería olvidarlo, no quería borrar la evidencia. Aunque le doliera, prefería eso. De alguna manera el dolor hacía sentirlo real. Se metió a la cama sin atreverse a vestirse. El rose de las frías sabanas parecía indigno luego de la suave y cálida piel que había sentido “¿Cuánto tiempo voy a estar marcado?” No se animó a darse una respuesta.

Cerró los ojos aun húmedos por todo el llanto. Tal vez su cerebro fuera generoso y le hiciera soñar con el joven. Tal vez un mundo donde ellos estaban juntos ahora, donde aún estaban en ese cuarto pequeño. O tal vez un mundo donde nada hubiera pasado, uno en el que no lo conociera, uno en el que no sintiera que el mundo le aplastaba cada vez que respiraba.

Tormenta, abrió sus ojos en medio de ella, no reconocía el lugar, no recordaba quien era, no recordaba que hacía. No recordaba nada. Estaba sentado en cuclillas mientras el viento soplaba y el agua mojaba su cuerpo “¿Dónde estoy?” pensó angustiado, su pecho comenzaba a sentirse pesado, como si algo importante se hubiera perdido en aquel lugar. “Yo estaba haciendo algo…” Recordar le hacía doler “Mejor olvídalo…” le decía una vos en su cabeza “Olvida todo lo que te haga doler…” “NO” respondió a la voz en su cabeza. Esto ya lo había vivido antes, él había estado en esa tormenta antes y había olvidado. Se quedó en la tempestad ¿Cuánto tiempo? ¿Una… dos… tres vidas? El tiempo corría extraño en ese lugar. Estaba tan atrapado en el olvido y la angustia. “Necesito ayuda... ¿Por qué estoy aquí?” Entonces una mano cálida toco su espalda creando un escudo contra el agua fría. - ¿Por qué lloras? - Preguntaba el niño preocupado. - Estoy perdido- le respondía el alto. El joven tomo su mano ayudándolo a pararse y alejando la lluvia. -Yo puedo ayudarte – le dijo mientras caminaba dejando la tormenta tras de él. Llegaron a una hermosa plaza, el niño lo llevo a uno de los areneros del lugar. – Ella es mi amiga, siempre venimos aquí, puedes ser nuestro amigo si quieres – le decía el joven que se había sentado a jugar con la arena. Sus rostros le parecían muy conocidos a Minho… “Claro… Minho, así me llamaba” sonrió y se sentó a jugar con los niños. Jugó y jugó y cuando se dio cuenta no había nadie. – Minho Minho – corría el niño con lágrimas en sus ojos. – MINHOOOOOO- se despertó el joven confundido con un Key que lo sacudía del hombro.

- ¡Minho! ¿estás bien? – le pregunto angustiado su amigo – balbuceabas mucho y llevas dormidos mil horas, me dejaste plantado, íbamos a ver a Donghae hoy ¿lo olvidaste? Tienes los ojos rojos ¿estas enfermo? -cuestiono poniendo su mano en su frente. El morocho pestaño varias veces tratando de entender dónde estaba. 

- No… no – contesto el alto retirando la mano del joven y tratando de incorporarse cuando ambos se dieron cuenta del estado del alto “no fue un sueño”

- ¡Estas desnudo! -dijo el rubio abriendo grande los ojos - ¿Qué estuviste haciendo…? Pervertido - las mejillas de ambos se pusieron carmesí

- Ehhh… oohhh… - la boca del rubio se abrió de par en par

– Minho cochino, te revolcaste con alguien y ahora me dejas plantado… vas a pagármelas caro – “revolcarse con alguien…” no estaba muy lejos de la definición que le daría Taemin a lo que paso. Un dolor fuerte ataco su pecho.

-  Lo lamento – pidió disculpas sin animo, queria volver a dormir y no despertar. Key sintió una pequeña punzada en el corazón, algo que hacía mucho no sentía por el alto. –

- ni siquiera lo niegas rana sucia. Vas a ser mi esclavo todo el día por esto – le amenazo el de mirada felina. – Vístete rápido que nos vamos – le ordeno. Minho volvió a taparse, no queria salir, no queria hacer nada. Solo queria quedarse ahí.

- No quiero – se quejó con un niño pequeño.

- No te estoy preguntando – contesto enojado – le prometimos algo a Donghae, no podemos faltar – “Donghae tiene problemas reales y no se esconde a llorar” pensó para sus adentros, su amigo era admirable.

- Esta bien – se quejó asomando su frente

- Me voy para que te cambies, si en 20 minutos no estas abajo te busco yo y no vas a querer eso – Key salió del cuarto.

El alto se destapo y miro la ropa que había tirado al piso “no voy a volver a usar eso” pateo las cosas debajo de su cama con ira y busco ropa nueva. Decidió que tenía que bañarse, así que tomo una toalla, se la puso en la cintura y se fue a bañar. Las primeras gotas que golpearon su cuerpo se sintieron extrañas, todo lo que lo tocaba parecía nuevo. Como si hubiera vuelto a nacer. Después de unos minutos el agua comenzó a sentirse bien “¿Taemin ya se habrá bañado?” el pensamiento lo ataco por sorpresa. Haciendo que su pecho se contrajera “No… no tengo que pensar esto. Él fue claro” cerro rápido la canilla, seco su cabello y se puso la ropa. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar a la noche. Trato de restregarse, pero no podía ocultarlo mucho. Puso su flequillo tapando todo lo que pudo sus ojos, gracias a dios hacia mucho que no se lo cortaba. Bajo las escaleras y se encontró al rubio hablando con su madre.

- ¿Estás listo? – cuestiono. El alto se limitó a asentir. – Bien, vamos – ordeno sin darle opción – todo estuvo delicioso señora Choi, muchas gracias – le sonrió mientras la saludaba con una reverencia.

- Ven cuando quieras tesoro, siempre nos gusta tenerte – se despidió la mujer del chico que salió por la puerta. Estaba por saludar a su hijo y entonces lo vio. Tomo sus cachetes alzando su cabeza para que la mirara - ¿Minho? ¿Qué te pasa? – el alto volvió a esquivar la mirada

-Nada mamá – la mujer no era tonta

- Vamos hijo, sabes que puedes contarme todo ¿Qué pasa? – los ojos del joven se encontraron con los de ella y se llenaron de lágrimas. Un puchero se formó en su boca.

- ¿puedes abrazarme y no preguntarme nada? – dijo el joven y ella lo hizo. Reconocía un corazón roto a kilómetros de distancia, pero iba a respetar el espacio de su hijo.

- ¿Sabes que puedes decirme lo que sea y jamás te juzgare? – pregunto. El joven asintió en su hombro dejándose consolar. – Y sabes que siempre, siempre estaré para apoyarte en todo – el morocho volvió a asentir – nunca olvides que te amo… tu familia te apoya y te ama – El chico se separó sintiéndose un poco mejor

- Gracias – sonrió sincero – yo también los amo

- lo sabemos hijo – acaricio su mejilla – eres lo mejor que una madre podría pedir. No lo olvides nunca – la calidez de su madre invadió su cuerpo. Era una mujer maravillosa. La volvió a abrazar rápido y salió atrás del rubio.

- Woooowww lo que te tardaste ¿Tu mamá te reto? – pregunto preocupado

- No… - sonrió recordando ese abrazo – solo fue una buena madre

- aaahhh me alegra mucho – dijo contento. Key siempre había admirado la relación que tenía la familia Choi, especialmente la de Minho con su madre, era realmente especial. – Ya se nos hizo tarde para ver a Donghae, así que vamos a tener que ir a la tarde ¿Te parece que vayamos a comer algo al centro y después vayamos al hospital? – cuestiono tratando de organizarse

- Si – respondió el alto un poco más animado, salir le haría bien

- ¡perfecto! – vamos

Fueron caminando hasta el centro y comieron en su restaurant favorito, luego vieron las tiendas y después fueron al hospital. Cuando llegaron Donghae estaba comiendo su merienda

-Buenos días – saludo alegre Key. Los jóvenes no eran específicamente amigos todavía, pero se llevaban bien.

- Hola – dijo Minho con todo el ánimo que tenía.

- Hola Key, hola Minho. Qué lindo que estén aquí, ya pensaba que no vendrían – acoto feliz el joven

- La rana nos retrasó y no pudimos venir antes ¿Cómo te sientes hoy? – pregunto animado el rubio mientras el alto se trasladaba a la ventana más cercana para ver la calle. A pesar de estar en la ciudad, la ventana tenía una gran vista. El mayor noto algo extraño en su amigo.

- Hoy me siento bien por suerte – sonrió el castaño - pero no era necesario que vinieran con un día tan hermoso

- Tonterías – lo corto Key – si venimos es porque nos gusta verte. Aaahhh te traje algunas cosas que me pediste y otras que no – dijo animado sacando unas revistas y libros de una bolsa que traía. El rubio comenzó a explicar una a una las cosas que había conseguido. Minho estaba perdido en sus pensamientos. Todos iban a Taemin de una manera u otra, aunque intentaba evadirlos. “Es el profesor Lee, eso explica que pueda vivir solo” ¿Qué estará haciendo ahora?” “¿ya habrá despertado?” “¿Tendrá que dar clases?” ¿Qué hizo después que me fui?” “¿Habrá salido a buscarme?” “¿estará en su casa?”

- Minho – lo llamo la atención el mayor.

- eeehhh – el alto se sorprendió. Estaban solos en el cuarto - ¿y Key? – pregunto sorprendido 

- recibió una llamada – aclaro el joven – Minho ¿Qué te pasa? – cuestiono preocupado el castaño

- Nada – respondió por reflejo

- Minho… no me mientras – pidió – sé que no nos conocemos hace mucho, pero te conozco lo suficiente para saber cuándo algo te afecta.

- ¿tan obvio soy? – bromeo fingiendo alegría – creo que tengo mucha mala suerte es todo

- ¿Es por tu amigo de los sueños? – el morocho asintió – ¿paso algo entre ustedes? – el volvió a asentir – Ya veo… ¿y sigue con eso de que lo lastimaste? – eso lo sorprendió, no había pensado en eso.

-No – contesto confundido – Esta vez no dijo nada de eso

- Es un avance ¿no? – acoto el castaño

- Ya no sé qué es un avance o un retroceso con él – explico – Ayer me di cuenta que realmente me gusta y el me confeso que también le gustaba. Todo estaba bien, hasta pasaron cosas entre nosotros, pero luego de eso… - el alto bajo la cabeza – aún no se bien que paso. Estaba todo tan bien, sentí que estaba llegando a él, que realmente estábamos cerca. Y cuando quise entender que pasaba entre nosotros, me dijo que no había un nosotros. Que yo estaba confundido, que apuraba las cosas

- ¿y no pensaste que tal vez él tenía razón? – cuestiono el joven tranquilo. El morocho subió la cabeza impresionado -  Minhoo… hace menos de un año eran prácticamente enemigos y hace menos de dos meses que terminaste con tu novia, no crees que eso asustaría a cualquiera – “¿Taemin asustado?” jamás se le habría cruzado eso por la cabeza

- Es que no entiendes, él es la persona más segura del mundo. Y si supieras con la cantidad de personas que ah estado… es imposible que se asuste de algo – la idea de Lee temiendo por algo era tan absurda

- Un chico que jamás se compromete con nada e intimida a todos me suena muy cobarde – recapacito el mayor – Dices que siempre te dice que lo lastimaste, que cada vez que te acercas te aleja y que parece que juega con tus sentimientos ¿no crees que realmente siente algo por ti y que tiene miedo por ello? – “imposible”

- No lo creo… - respondió tratando de no crearse falsas esperanzas – Si vieras la cantidad de chicos y chicas que tiene atrás entenderías

- aaahhh lamento la tardanza – interrumpió el rubio que entraba con una sonrisa – no podía cortar

- Solo piénsalo – le dijo por lo bajo el castaño – ¿Quién era? – pregunto el mayor como si nada. La conversación continuó, pero la mente del morocho se volvió a ir. “Es imposible que el sienta algo por mí ¿Quién soy yo para que sienta algo?” descarto la idea, pensar en eso le daría esperanzas y la caída dolía demasiado. 

Los jóvenes siguieron conversando un tiempo más, pero la mente del morocho estaba perdida en un espacio fino entre pensar en Taemin y no hacerlo. Trataba de acotar algunas cosas cuando veía que hacía mucho no hablaba, pero eso no engañaba a nadie. El horario de visita se terminó, los jóvenes se despidieron y salieron del lugar.

- ¿Qué quieres hacer ahora? – pregunto Key animado disimulando su angustia, había disimulado todo el día no notar el estado de Minho, pero ver su mirada perdida y ese semblante de tristeza estaba matándolo. No lo veía así desde que se había ido Luna e incluso cuando eso había pasado no estaba así. Parecía como si el mundo lo aplastara y le costara respirar.

- No lo sé… - contesto, tenía ganas de ir a su casa y dormir por siempre, pero eso no era un buen plan

- Hay una fiesta hoy a la noche en la casa de uno de mis amigos ¿quieres ir? –

- mmmmm no estoy seguro… no estoy muy de ánimo de fiesta – respondió sintiendo la pesadez

- ooohhhh vamos, te divertiraaaaas y si no es así, por lo menos podemos hablar – trato de convencerlo mostrando una pequeña sonrisa – hasta te hare mis bailes graciosos si me lo suplicas mucho – ofreció. Una pequeña sonrisa se escapó de sus labios, pero volvió a su estado original.

- no creo que sea el mejor plan – dijo no muy seguro. Una fiesta lo había metido en todo este lio, otra fiesta no parecía ser la solución.

- ¿y qué vas a hacer? ¿Acostarte a dormir para siempre? Tienes que salir a vivir. No puedes vivir huyendo de tus problemas. – Key tenía razón, ya había superado su etapa de huir, pero no tenía ánimos de una fiesta.

-No lo sé – dudo el joven

- por favor – suplico el de mirada felina. Minho sabía que una fiesta lo ayudaría y que encerrarse no. Así que encontrar de sus deseos acepto. 

- Sabes que Key. Tienes razón. Vamos a esa fiesta – afirmo contento de su determinación. El rubio comenzó a saltar de alegría.

- Sssiiiiiii si siiiii que emoción – exclamo el joven divertido. – bien, la fiesta es las 9 y son las 6… podemos ir a la peluquería luego a mi casa porque mis papas no están y después a la fiesta – programo el chico

- ¿a la peluquería? – cuestiono el morocho

- Ohhh sí, hace tiempo quiero cambiarme el look. Además, no te vendría mal un corte ¿Cuándo fue la última vez que fuiste? – las mejillas del alto denotaban que era demasiado tiempo – vez… los dos lo necesitamos.

Los jóvenes fueron a la peluquería favorita del rubio. Al principio Minho estuvo reacio de hacerse algo, pero esperar los múltiples tratamientos de Key le dieron ganas de matar el tiempo haciéndose algo. Finalmente, el alto se recortó un poco el pelo dejando su peinado normal y se tiño el pelo castaño poniéndose unos reflejos rojizos. Grande fue su sorpresa cuando vio el resultado de su amigo. Se había cortado el pelo mucho más corto de lo que tenía, dejándolo bien corto hacia los lados un poco más largo por arriba. El nuevo corte dejaba su frente al descubierto haciéndolo ver mucho más varonil y lo más importante: lo había teñido de negro.

-wwoooowwww – exclamo el alto sorprendido del cambio.

- wwooow tu – dijo el de mirada felina

- noooo…. Claramente es un wwoow tu… tenías razón, teníamos que venir, lo necesitábamos – confirmo el ahora castaño

- Te lo dije – se pavoneo Kibum.

Fueron a la casa de Kim y eligieron la ropa para ponerse. Minho se quedó con sus pantalones ya que ninguno de su amigo le quedaba. El ahora morocho le presto una camisa negra con tornasol violáceo y el mismo se puso un pantalón y una camiseta negra con una chaqueta blanca. El corazón del alto se detuvo cuando lo vio salir. Era tan similar a la de Taemin que estuvo a punto de pedirle que se la sacara, pero tenía que actuar como un adulto, así que se contuvo. Ambos jóvenes parecían salidos de una revista de moda. Caminaron unas cuadras hasta llegar al lugar. Era en una casa, el lugar estaba atestado de gente por todos lados. Key llego y fue a saludar al dueño de casa, mientras el castaño buscaba un lugar para sentarse. Mirara para donde mirara veía adolescentes borrachos, gente bailando sugerentemente o jóvenes besándose “creo que no es el mejor lugar para mi” siguió recorriendo el lugar hasta llegar a la sala de estar. Habían puesto a un costado una mesa larga con bebidas encima y en el medio del lugar había gente bailando. Minho tomo una de las banquetas y uno de los vasos y se sentó al lado de la mesa a beber.

-No te encontraba – se quejaba el morocho viendo que su amigo ya había adoptado su posición de depresivo – aaahhh no… esta es una fiesta… se supone que vienes a divertirte no a deprimirte

- Keeeeeyyy déjame un poquito… tomare algo y después salgo a bailar – el de mirada felina no estaba muy seguro.

-Minhoooo – pidió angustiado

-Solo un par de tragos y bailo – conocía a su amigo cuando estaba testarudo, lo mejor era dejarlo un rato y volver.

- ¿Me prometes no quedarte toda la noche ahí? – el alto asintió

- Mas te vale que no arruines la fiesta Choi – “Choi…” no podía prohibirle a la gente decir su apellido, pero si pudiera, lo haría.

- Te prometo que voy a ponerle energía – eso tranquilizo un poco a Key que ya no sabía mucho que hacer para mantener ocupada la mente de su amigo. Tomo uno de los vasos de la mesa y se puso a bailar con la gente. Siempre manteniendo una mirada en el chico.

La fiesta no estaba nada mal, pasaban buena música, la bebida estaba bien y todos parecían pasarla bien… bueno, todos menos Minho. Había decidido tomar algo de todas las bebidas que había “¿si Taemin se emborracha porque yo no? Todos lo hacen” cada pensamiento negativo iba acompañado de un vaso más “Toda esa gente coquetea y nadie espera una relación” un trago “Taemin es un chico igual que todos los demás” otro trago “Ni siquiera es tan lindo” otro trago más. “Yo también puedo estar con cualquiera” otro más. Para cuando se quiso dar cuenta ya estaba bastante borracho.

-Minho… ¿cuántas llevas? – pregunto el morocho que se acercó al cabo de un rato. Él tampoco se veía muy bien.

- No tantas – se rio el alto, ni siquiera sabía porque lo hacía. Key no estaba tan convencido, así que se quedó a su lado. Se hizo el silencio, ninguno de los dos sabía que decir. Uno por pesado y el otro por temeroso. Key había pasado todo el día preguntándose lo mismo “¿con quién estuvo Minho?” No se había animado a investigar en todo el día, pero ahora con el alcohol corriendo en sus venas la inhibición disminuía.

- ¿Por qué actúas como un perro sin dueño? – cuestiono algo mareado tomando uno de los vasos a su costado

- jaaaaa… un perro sin dueño… el perro es otro claramente – hablo para sí mismo… el alto miro su vaso y a su amigo y comenzó a hablar – Te digo un secreto – se acercó como pudo – nunca te intereses por nadie. TE VAN A LASTIMAR – gritaba el castaño sin tener conciencia de su volumen de voz.

- ¿Te acostaste con alguien? – pregunto directo y con miedo Kibum

- amen por eso… - asintió. El corazón de Key se hizo un poco más pequeño – sabes que es lo peor… fue mi primera vez jajaja – las risas ocultaban un llanto que estaba a punto de salir. Otra puñalada al corazón del morocho. – quieres saber algo más… - el de mirada felina negó. No queria saber más, si sus sospechas eran reales, no lo iba a soportar, pero Minho lo ignoro, estaba muy perdido para entender lo que pasaba a su alrededor – Fue con Lee – “lo sabía” había tratado de evadir la realidad todo el día, pero no podía hacerse el tonto por siempre, la mirada del alto delataba que algo le había pasado y que ese algo tenía que ver con Lee.

- ¿Qué? – fue lo único que atino a decir.

- ME ACOSTE CON LEE TAEMIIIIIIN JAJAJAJA-  grito mientras unas lágrimas comenzaban a salir - y me duele aquí – toco con la palma de su mano su pecho. Key lo sabía, se había dado cuenta desde la primera vez que los había visto juntos. Había algo extraño entre ellos dos, la forma de moverse cuando estaban en el mismo radio, la forma de mirarse y de ignorarse. La forma en que sus mundos se abstraían. Kibum había celado a todas las personas que se habían acercado a Minho, pero el peor era él. Tomo otra bebida tratando de asimilar las cosas.

- ¿Por qué estas mal si estuviste con él? – pregunto sin entender una parte de la película, él estaba seguro de que si un día superaban sus diferencias, no habría forma de separarlos

- Me rechazaron Kibum – apoyo su frente en el hombro de su amigo y el corazón del de mirada felina palpito rápido – Lee me rechazo como a un paria ¿sabes la cantidad de chicos y chicas con los que ha estado? Jajaja. Fue algo de una sola noche – dijo riendo y llorando “cosa de una noche mis polainas” pensó Key para sí mismo.

- Eso no es posible – respondió inconscientemente el morocho

- Te digo que siiii. No siente nada por mí – Kim tuvo que aguatarse una carcajada. Taemin estaba enamorado de Minho desde la primera vez que se habían visto. Él lo sabía, lo había visto cientos de veces con su mirada perdida en el alto “¿Entonces porque lo rechaza?” tenía que averiguar que pasaba con Lee antes de decir algo que lastimara a su amigo. – y tu – eso lo saco de sus pensamientos – ¿cómo te va con tu chico el cantante?

- ¿Jonghyun? – pregunto confundido. Era verdad que tenía algo con el joven, pero no era nada serio y desde que Luna se había ido sus sentimientos por Minho estaban volviendo a renacer.

-Si… ese… - el nombre le sonaba de otro lugar, pero no podía recordar de donde, el alcohol no lo dejaba pensar

- Bien supongo… hace bastante que no nos vemos, pero hoy me hablo. – una sonrisa inconsciente salió de sus labios – espero que prontos nos veamos

- Somos dos tontos Kibum – rio el alto – estamos en esta tremenda fiesta hablando de dos tontos que no nos aprecian – el castaño se paró como pudo tratando de no caerse por el alcohol. – Somos los más atractivos del lugar… mira como nos miran – dijo señalando a la gente sin importar que lo vieran - vamos a hacer conquistas y dejar de pensar en nuestros tontos– le tendió la mano y Key irónicamente lo siguió.

Los jóvenes comenzaron a bailar sugerentemente y en menos de diez minutos estaban rodeado de mujeres y hombres que se les insinuaban. Minho tomo a la primera que se le cruzo y se la llevo a la pared más cercana para besarla. Sus labios se encontraron y todo comenzó. El beso era bueno, la chica sabia como hacerlo, pero aun así le sabia a muy poco. No había chispas, no había magia ni electricidad. El alto termino con el beso cortésmente y volvió a bailar. La chica no parecía tener la misma opinión del intercambio que parecía hipnotizada con el castaño. Termino la canción y se separó de la chica yendo a buscar otro trago “¿qué me pasa? Esa chica era hermosa”

- ¿Estas bien? -pregunto Kibum que había visto la escena.

El alto asintió, tomo la muñeca del joven y llevo al morocho para que volvieran a bailar. No queria quedarse quieto o volvería a pensar. Estuvo con dos chicas más y había sido lo mismo, todo le sabia vacío. Otros veinte minutos más habían pasado y esta vez un joven se puso a bailar con él. Era considerablemente más joven que él, pero realmente era bello y se movía muy bien “Tal vez ahora solo me gustan los chicos” pensó basado en su experiencia con las chicas. Tomo al muchacho de la cintura acercándolo a él. Las cosas de repente comenzaron a subir de temperatura “eso es” pensó triunfante, queria fuego, el suficiente para opacar el incendio que había prendido Taemin en su corazón. Esta vez no fue él quien tomo la iniciativa sino el joven, que se colgó de sus hombros plantándole un beso. Se sintió bien al principio, mucho mejor que el de la chica, pero, aun así, sentía que algo faltaba. Sin resignarse lo beso un par de veces más con la esperanza que las cosas mejoraran como lo habían hecho con Taemin, pero nada. Todo siguió igual. Después del cuarto baile juntos, Minho lo soltó y se fue a sentar. Busco a Key con la mirada y lo vio bailando con dos jóvenes que lo miraban con deseo. Frustrado con sus propias conquistas decidió mirar a su amigo y las suyas. Siempre le había gustado ver bailar al de mirada felina, sus movimientos de cadera eran los mejores de todos “los mejores sin contar a Taemin” lo ataco su mente. Se restregó la cara tratando de alejar el pensamiento del joven bailando, pero era inútil. Sus movimientos se habían grabado en su retina. Cada paso, cada movimiento era tan sensual. “Diosss, basta Minho” se auto castigo, volviendo a la realidad. Tomo otro trago y busco a su amigo otra vez. El morocho ahora estaba besando a uno de los dos jóvenes. Unas de las dos manos estaban en el pelo del chico para hacer más cercano el contacto y la mente del alto volvió a volar “Taemin también me tomo del cabello” pensó recordando la sensación de ser besado por el joven y otra vez se tuvo que autocastigar por dejarse llevar. Volvió a beber uno de los vasos y esta vez le pego muy feo.  Todo comenzó a girar sin control. Asustado se paró de su asiento buscando a su amigo, pero todo se movía demasiado y la gente se veía borrosa.

-Keyyy Keeeeyyyyyyy – llamaba asustado, pero el morocho no aparecía. Minho nunca había tomado tanto y realmente se estaba sintiendo mal. Transpiraba frio y empezó a sentir nauseas, la visión se volvió borrosa y comenzó a pedir ayuda – Keeeeyyy, Keee ¿Dónde estás? – pedía desesperado, pero nadie venia. La música estaba demasiado alta. Cayo al piso y estaba seguro que lo mejor que le podía pasar en ese momento era vomitar. Su corazón latía muy rápido. De repente su mente lo hizo volar lejos de ahí, otra vez en la tormenta, Minho no entendía nada, hacía cinco minutos estaba en una fiesta y ahora ahí. Sacudió su cabeza y volvió a estar en la fiesta, ahora estaba rodeado de gente. Vio que unas piernas se acercaban a él a toda velocidad corriendo a la gente de su alrededor “un ángel viene a salvarme” pensó feliz. Y cuando lo vio sintió que su pecho se oprimía “¿Taemin?” el joven lo ayudo a ponerse de pie y lo sentó en el sillón más cercano “pensé que no le importaba”¿viniste para explicarme las cosas?” todo seguía muy borroso y confuso para él. Le dieron un vaso de algo y lo tomo sin preguntar “No me importa quién eres, ni con quien estuviste, solo quiero estar contigo” sin reflexionarlo mucho se abalanzo sobre el joven y lo beso. La sensación fue extraña. Y sintió algo de resistencia, pero a los segundos comenzó a ser correspondido. El beso no era como lo recordaba, se sentía cálido y pasional, mucho mejor que los que había recibido el día de hoy, pero aun así no estaban los fuegos artificiales ni las mariposas. El alto confundido abrió los ojos tratando de entender que pasaba y entonces se dio cuenta de su error. Se separó rápido y asustado. Su acompañante reacciono igual. Se miraron entre ellos muy confundidos y después de unos segundos así, Minho por fin pudo articular palabras…

- ¿Key?…

Notas finales:

No me maten… la historia original tenía un desarrollo muy extenso de esto y lo limite muchísimo. Juro que todo toma sentido en el capítulo que viene y tiene mucha relevancia en la historia. 

Tenganle un poquito más de paciencia a esta autora por favor.

Saludos Aerin


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