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ChoiLee del odio al amor (2min) por Aerin

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Notas del capitulo:

¡¡¡Hola a todos!!! Disculpen la demora… estuve teniendo muuuuuchos problemas estas semanas y además, arme un capitulo que tuve que dividir porque era muy largo y cada vez le agregue más cosas… en fin, les dejo el primero de los capítulos y espero al final del finde subir el siguiente.

Espero que les guste y nos leemos en los comentarios.

Saludos Aerin

Minho…” Taemin subió hasta el cuarto de su hermano sintiendo como su corazón se rompía en pedazos y el mundo empezaba a dejar de tener sentido… “Amor…”. La única persona que le había dado fuerzas para sobrellevar su miserable vida se había ido y lo único que podía en ese momento era resignarse… “¿Por qué…?”. Entro a su cuarto rezando que el castaño estuviera durmiendo y así poder llorar con libertad, pero la vida no le podía dar ni siquiera eso. Hae lo miro entrar viendo como sus lágrimas bajaban por sus mejillas “Se acabo…”.

- ¿Qué paso Taeminnie? - Pregunto preocupado viendo al morocho llorar nuevamente, pero el níveo no queria dar más explicaciones, no queria tener que disimular más felicidad ni queria tener que seguir siendo fuerte. Solo quería llorar. Por una vez, solo quería llorar. Corrió a la cama de su hermano como hacia cuando era pequeño y alguna pesadilla lo despertaba y se derrumbó sobre ella.

- Todo es una mierda – decía entre lágrimas con impotencia – me duele aquí… - dijo señalando su pecho mientras su garganta se cerraba - no quiero más esto Hae, estoy harto. HARTO – El castaño vio al joven destrozado frente a él y sintió su dolor. No entendía bien que sucedía con él, pero el morocho despertaba sus instintos protectores y aun sin entender que le sucedía lo abrazo.

- ¿Pero que paso?... ¿Por qué estas así? – cuestiono angustiado.

- Todo es una mierda, esto es una mierda, mi vida es una miera, lo que te pasa es una mierda ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? – Estaba alterado, su angustia lo inundaba y no sabía cómo deshacerse de ella “no confíes en Minho…” se había dicho cientos de veces y aun así había caído una vez más ante él - ¿Por qué no puede simplemente amarme? – las lágrimas bajaron con violencia.

- ¿Esto es por Minho? – cuestiono el castaño acomodando uno de los mechones de su pecho. El níveo asintió - ¿ustedes ya se conocían, ¿verdad?  – volvió a afirmar con la cabeza – ¿y tú eres el chico con el que el salía? – “salía…” su pecho dolió por esas palabras. Esta vez no hubo respuesta, pero no fue necesaria. La reacción del morocho fue suficiente.

Tranquilo Taeminnie, todo va a estar bien, ya vas a ver que todo se va arreglar – dijo positivo, pero Taemin estaba cansado de ser positivo, estaba cansado de intentar mejorar las cosas sin resultado y cansado de sufrir…

- Nada va a estar bien Hae, las cosas nunca estuvieron bien y nunca lo van a estar. Solo quisiera que las cosas fueran diferentes… Si tan solo… - pero ahogo sus palabras. Extrañaba tanto poder hablar con él con confianza sin ocultarle nada. “¿Por qué me olvidaste?” “¿Por qué él me olvido…?” “¿Por qué todos me olvidaron?”¿Por qué no puedo salvarte?” “¿Por qué tienes que estar aquí?” “¿Por qué no fui yo?” esas ideas lo torturaban día y noche. Tantas veces había maldecido por no poder cambiar de lugar con él. Nadie lo extrañaría, ya lo habían olvidado, pero a Hae… El mundo giraba a su alrededor como un sol que iluminaba a la gente y sobre todo a él. Solo un momento, si le dieran el deseo de volver al pasado por una vez, solo cambiaria eso, le daría su vida con gusto, pero no podía hacer nada… solo esperar un milagro - ¿puedes abrazarme y no preguntarme nada? – El mayor sintió y el morocho se desplomo entre sus brazos llorando desconsoladamente.

-Llora todo lo que necesites, yo te cuido – dijo el castaño comprensivo, mientras lo abrazaba para contenerlo, dejando que descargara toda su angustia y dolor con libertad. Y Taemin lloro… Lloro como nunca lo había hecho antes. Lloro por su vida, lloro por sus amigos que lo olvidaron, lloro por su madre muerta, lloro por su hermano enfermo y por el que aún no aceptaba, lloro por su padre que lo abandono y lloro por Minho… por sobre todas las cosas, lloro por Minho y su amor no correspondido.

El alto llego al salón de clases ese viernes y como el resto de los días, se fijó quienes estaban “Hoy tampoco vino…” pensó decepcionado sentándose en su lugar. Hacia una semana que no veía al níveo. No iba a clases, no iba a la academia y no iba a su casa. No necesitaba hacer una investigación para saber dónde estaba como las otras veces, pero aún así no había tomado el valor para ir a verlo. Sabía que había actuado como un idiota la última vez, y quería pedirle perdón, pero no estaba seguro de ir y poder verlo a la cara “Si me vuelve a hacer esa pregunta…” aun no tenía una respuesta respecto a sus sentimientos y no sabía qué hacer en relación con eso. Lo pensó cuando volvió del hospital, lo pensó durante el fin de semana, incluso ahora lo seguía pensando y ninguna respuesta clara llegaba a su mente. Creyó estar enamorado de Yuri y se equivocó, luego lo creyó de con Luna y se volvió a equivocar y ahora… tenía que admitir que las cosas con Taemin eran muy diferentes de cómo eran con ellas… Todo era mucho más intenso a su lado, cada sensación que le provocaba lo marcaba como el fuego, el corazón literalmente salía de su pecho cuando lo veía, y creía que era la persona más hermosa del mundo, pero, aun así, había un gran paso para amarlo… Tal vez podía estar seguro de que esta vez si estuviera enamorado, pero amor… amar era una palabra muy grande para alguien con quien había estado saliendo por solo dos semanas. Su cabeza daba vueltas en eso y cada día que pasaba se sentía más y más perdido. A parte de esto, estaba el tema con sus sueños y su angustia. Las cosas habían empeorado radicalmente desde que había estado en el hospital. Se despertaba dos o tres veces por noche gritando su nombre y la angustia se había instalado como parte de su estado normal. Había analizado bastante esto durante esos días y había llegado a la conclusión de que el niño del sueño realmente debía ser Taemin, no una representación como creyó en un momento, sino el mismo en algún recuerdo perdido que aún conservaba y por alguna razón no había podido ser borrada como el resto. El níveo lo había culpado de olvidarlo porque no había sido lo suficientemente importante para él, pero eso no tenía ningún sentido.  Algo en la historia seguía sin tener sentido, estaba claro que habían sido amigos y que lo olvido, pero ¿porque lo hizo? “¿Por qué soñaría con él todas las noches si no quisiera recordarlo?” Algo más había pasado ese día… Minho pensaba mucho acerca de eso y cada día estaba más convencido de que algo de su sueño había causado el quiebre entre ellos  “Ambos odiamos las tormentas por lo mismo…” estaba prácticamente seguro de eso, pero lo malo era que había actuado como un completo idiota la última vez y no podía ir con el joven y preguntarle simplemente.

-¿sigues pensando en eso? – pregunto Key que había llegado y se sentaba al lado del alto. El chico asintió. Ya no había holas o risas entre ellos. Las cosas estaban realmente tensas entre todos y sus temas de conversación solo giraban en torno de los hermanos Lee. Kibum no había vuelto hablar con Jonghyun e irónicamente con el único con el que había vuelto a tener una conversación real después de la discusión había sido con Taemin y solo porque había ido a ver a Donghae – ¿no piensas volver a ir? – cuestiono frio. El morocho era la primera persona en atacar al níveo cuando tenía una oportunidad, pero esta vez estaba de su parte y creía que era muy desconsiderado de parte del castaño desaparecer así en el momento en que seguramente más lo necesitaría.

- Te dije que no me quiere cerca… - respondió molesto de sus reiteraciones. Lo había llamado todos los días y lo único que había obtenido era un mensaje de texto: “déjame en paz…”

- ¿Y por ese simple mensaje vas a rendirte? – lo miro juzgándolo. Sus intentos débiles por contactarlo eran una clara muestra de que solo quería dejar su conciencia tranquila y esto enojaba aún más al de mirada felina. Prefería que fuera sincero con el mismo y si no quisiera tener nada más con el joven desapareciera, pero de esta forma cobarde, no se hacía cargo de las cosas.

- ¿vas a empezar otra vez con lo mismo? – Minho estaba harto de discutir con él. Sabía que estaba siendo un cobarde y un idiota, pero no sabía qué hacer. No sin resolver lo que le pasaba antes.

- Claro que voy a empezar otra vez con esto – lo miro desafiante – ¿Qué crees que él haría si las cosas fueran al revés? – Cuestiono molesto - ¿crees que te dejaría solo en el momento más duro de tu vida? – El castaño no contestaba – Abre los ojos Minho, mientras tu lidias con tus novelitas de secundaria, él puede perder a la única familia que le queda que, además, es TU amigo el que esta internado… ¿no puedes ir ni siquiera por esa razón? – pero el joven no contestaba… el peso de lo que pasaba era demasiado alto para que pudiera procesarlo – Esta bien, has lo que quieras, pero no vengas a llorar cuando te quedes solo, porque va a ser solo tu culpa – decreto enojado y dejo de hablarle. El alto se sentía terrible, de por sí ya se sentía muy mal por todo sin tener que soportar los constantes discursos de Key. Y lo peor era que tenía razón y lo sabía…

El resto del día se la pasaron sin hablarse, Kibum estaba muy enojado y el castaño se ahogaba en sus pensamientos. Incluso durante el almuerzo estuvieron separados, cosa que hasta ahora no había sucedido. El quiebre entre todos había sido realmente fuerte. Después de esa charla y todos habían tomado posiciones al respecto.

El timbre sonó y los jóvenes salieron del aula, ese día el alto tenia ensayo así que fue directo para el centro. Eligio caminar para ver si eso ayudaba a despejar su cabeza, pero lo único que hizo fue empeorarlo “¿y si Key tiene razón…?” “¿y si voy simplemente…?” “¿qué haría si vuelve a preguntarme que siento por el…?” “como lo miro sabiendo que lo lastime…?” “¿qué escusa puedo poner para estar ahí cuando me pidió que lo dejara en paz…?” “¿qué es lo que siento por él…?” “¿qué paso ese día…?”.

-¡Hola! – saludo animado alguien a su costado sacándolo de sus lucubraciones.

- eeeehhh – contesto confundido hasta que se dio cuenta de quién era – aaahhh, hola Baek ¿Cómo estás? – pregunto por cortesía, pero aun trataba de volver a la realidad. El camino del colegio al instituto pasaba cerca de la casa del castaño y no era la primera vez que se habían encontrado.

- Bien… - respondió mirándolo preocupado. Minho le había contado muy por arriba todo lo que estaba pasando y sabía que no eran tiempos sencillos para nadie - ¿y tú…? ¿Mejor? – cuestiono con miedo, el alto tenia reacciones demasiado diversas esa semana y no sabía con quien se encontraría hoy.

- algo… pelee de nuevo con Key – explicó más cansado de eso que triste. Su amigo no necesitaba más detalles, era la cuarta vez en la semana y eso porque un día directamente se habían ignorado.

- ¿Y que fue esta vez? – cuestiono

- lo mismo de siempre, dice que soy un tonto y que me voy a arrepentir… y ¿Qué le voy a contestar? ¡Tiene razón! – concluyo alterado.

- Tal vez deberías simplemente ir y soportar lo que te diga el profesor Lee. Sinceramente, no creo que en este momento esté pensando mucho en su relación contigo… - le dijo el joven tratando de convencerlo.

- No lo sé… al principio pensé que si dejaba pasar unos días él cedería y hablaríamos, pero ahora creo que darle espacio no fue la mejor idea que tuve – volvió a cubrir su rostro.

- Mira Minho, tú puedes hacer lo que quieras, es tu vida después de todo, pero yo creo que no yendo lo único que haces es hacer que la bola de porquerías crezca aún más… Ve y fíjate que te dice, entre no hablarse porque tienes miedo y que no te hable porque este enojado no hay mucha diferencia… de las dos maneras no se hablan y están mal – el alto lo analizo, su amigo era muy bueno con las palabras y realmente tenía un buen punto.

- Baek… ¿puedo hacerte una pregunta? – cuestiono un poco avergonzado. Se había debatido durante días si preguntar o no, pero desde que los Lee no le hablaban su mejor fuente de información era él.

- Claro… - respondió extrañado por la forma de hablar del alto

- Tú sabes mucho sobre él… -no decía su nombre - probablemente seas el que más sabe sobre él… - el joven asintió con miedo a lo que seguía – ¿puedes contarme otra vez todo lo que sepas del día que entro al instituto?

- ¿Cuándo entro como profesor o cuando entro como alumno? –

-Como alumno – el castaño delibero la mejor forma de explicarlo y luego de unos minutos hablo – El profesor Lee fue el alumno más joven que tuvo el instituto. Entro cuando tenía solo…

- 9 años – completo Minho analizando las cosas “todo fue al mismo tiempo…”

- si… exacto, 9 años. Se realizaron pruebas abiertas ese día para diferentes becas y para el ingreso al instituto. El profesor Lee era solo un niño y jamás había ido a las clases de preparación, pero aun así pidió que lo dejaran intentarlo. El rumor dice que los evaluadores no querían que lo hiciera por su edad y que solo uno de ellos se compadeció dejándolo intentarlo. Creo que nadie esperaba que lo hiciera bien y simplemente lo dejaron para que se quedara más tranquilo…

- ¿Por qué tranquilo? – pregunto confundido el alto

- Dicen que cuando le dijeron que no podía hacer la prueba se puso a llorar, otros dicen que ya estaba llorando desde antes y otros que nunca hubo lágrimas y la gente se confundió. De cualquier manera lo dejaron hacerla. Ese día, como con nuestro examen, había casa talentos y absolutamente todos lo pidieron. El profesor Lee gano todas las becas que se ofrecían ese día e incluso ingreso en el instituto. Nadie sabe bien que fue lo que paso y porque tuvo tanto impacto, pero si se sabe que después de eso él se fue al exterior y viajo por diferentes academias aprendiendo de los mejores.

- ¿Y cómo es que un niño así termino ahí? – se preguntaba el castaño tratando de hilar la historia.

- Todos dicen que vino de familia… - Y entonces Minho recordó “Claro… tanto Victoria como Donghae eran bailarines…”

- gracias… - respondió ensimismado en sus pensamientos

- de nada… ¿algo más que quieras saber? – cuestiono feliz de por fin poder ayudar a su amigo

- Se sabe algo de su vida antes de ingresar al instituto o de algún suceso extraño…

- mmmmm lo único que se sabe de su vida antes de ingresar al instituto es que venía de una familia artística y todos saben que su historia es dura, pero nadie sabe bien porque… bueno, nadie excepto el profesor Lee… - concluyo

- Claro… él debe saber de su propia vida – dijo desesperanzado

- no, no… Eunhyuk… ellos son amigos y se conocen desde mucho tiempo antes – los ojos del alto de abrieron de par en par por esta información - ¿no lo sabias? , él fue el tutor del profesor Lee – Inquirió confundido – yo te lo dije… además, todos lo saben… Se conocen desde antes de que ingresara… - las palabras del níveo el día de la pelea del hospital llegaron como un rayo a su mente “Estuve hablando con Eunhyuk el otro día, el paso por algo similar hace unos años” “es el único amigo profesor que tengo… Es como un hermano para mí” “todos saben que los profesores Lee somos amigos…” Claro que lo sabía, pero se le escapaban los detalles… Eunhyuk y Taemin se llevaban muchos años de diferencia, era extraño que fueran amigos de pequeños, pero entonces una idea llego a su cerebro “¿y si Donghae es el que era su amigo…?” eso tendría más coherencia y además, era muy probable, él también había estudiado ahí o no…

Llegaron a la academia y fueron directo al salón, la mente del alto estuvo dispersa toda la hora. Cada vez que veía al profesor Lee no podía evitar pensar en ellos y las conclusiones a las que había llegado. Cuando termino la clase todos se diseminaron para tomar sus cosas e irse, pero a Minho se le ocurrió otro plan. Espero a que todos se fueran y se acercó a su maestro.

-Choi… ¿paso algo? – pregunto confundido y entonces el alto pudo notar su estado. Su rostro no estaba como siempre, estaba más pálido que de costumbre y dos ojeras pronunciadas adornaban sus ojos “tal vez tengo razón…” se auto animo el castaño

- Si… disculpe las molestias pero… necesito hablar de un tema privado – dijo sintiendo sus mejillas arder. El profesor respiro profundo cerrando sus ojos, parecía entender perfectamente a que iba.

- Tardaste más de lo que pensé – respondió tomando su mochila e indicándole que lo siguiera. Minho lo hizo sin rechistar - ¿Qué es lo que quieres saber? ¿O en que quieres que te aconseje? – pregunto directo. Fuera del aula su cansancio se notaba mucho más…

- ¿Cómo esta Taemin? – pregunto directo… era la primera vez en toda la semana que se atrevía a pronunciar su nombre.

- No voy a contestar eso – dijo cortante – si quieres saber cómo esta, vas a tener que ir y verlo. – lo reto. De alguna manera parecía enojado con él… “supongo que todos los que lo quieren, deben estar enojados…” concluyo apenado. Pensó su siguiente pregunta mientras salían del edificio, seguramente le iba a sorprender pero necesitaba información.

- ¿cómo conoció a Donghae? – cuestiono serio. La pregunta lo paralizo y por unos segundos dejo de caminar. El castaño se sorprendió por esto, sabía que la pregunta lo iba a impresionar un poco, pero su reacción le pareció extraña.

- Él fue mi alumno – respondió algo perdido – Claro, antes de que tuviera el accidente – su mirada se ensombreció y el alto pudo reconocer en ella cientos de emociones “No era un simple alumno…” pensó para sí mismo. Cruzaron la calle y Minho pudo reconocer el camino “va a verlo” – Además, yo fui el tutor de Taemin en sus años de formación.

- No entiendo ¿cómo fuiste su tutor si él estuvo por diferentes lugares? – cuestiono confundido

-Fui con ellos – respondió cortante – Hae estaba haciendo el curso de ingreso cuando ocurrió eso, entonces Taeminnie gano su beca y me pidió de tutor – sus ojos se entristecieron por algún recuerdo – Yo recién empezaba en el instituto y todos le recomendaron que no me eligiera, pero yo me había hecho amigo de Hae para ese punto y el insistió.

- ¿Entonces simplemente lo seguiste? – pregunto tratando de entender como habían sido las cosas

- Y lo volvería a hacer – contesto con un nudo en la garganta – Trabaje en los diferentes institutos donde estuvo estudiando Taeminnie y luego fui su colega. Al final tuvieron que volver y yo lo hice con ellos – Cruzaron una calle más y ya se encontraban en frente del hospital… - puedo darte un consejo Minho… - le dijo llamándolo por primera por su nombre. El joven afirmo escuchando atentamente – estos chicos realmente sufrieron mucho a lo largo de su vida… Si no estás interesado en ellos, es mejor que seas claro y lo digas, pero si de verdad te importan, lo mejor es que insistas… Sé que Taemin no es una persona muy fácil de llevar, pero si dejas que pase el tiempo, puede que te arrepientas luego… Te lo digo por experiencia – sus ojos se cristalizaron con estas palabras y el castaño pudo notar como su respiración cambiaba - ¿quieres entrar? – Cuestiono mirando el edificio frente a él – puede que Taemin no esté en este momento, es la hora a la que sale a comer en general –

- No creo que sea una buena idea – dudo con un poco de pánico de la idea de cruzar al morocho.

-Ooohhh vamos Choi, no puedes vivir toda tu vida con miedo. Es tu mejor oportunidad de ver a Hae y lo sabes - la propuesta era demasiado tentadora para el alto… más allá de toda su historia con el níveo, era su amigo el que estaba grabe y realmente tenía ganas de verlo, además, si se lo cruzaba, no estaría solo y eso le daba más valor.

- Solo unos minutos – su profesor sonrió y entraron. El alto miraba para todos lados esperando cruzarse con el morocho en cualquier momento.  Se dirigieron hacia el guardia de la puerta y mientras esperaban a ser atendido, casi se le sale el corazón unas 5 veces. Cada vez que alguien de la altura del níveo o de su contextura se acercaba, saltaba alterado. El guardia le dio sus pases y subieron al ascensor. La respiración de Minho cada vez se hacía más agitada.

- Quieres tranquilizarte – lo reto su maestro – lo peor que te puede pasar es cruzártelo y créeme que no te va a pegar.

- ¿quieres apostar? – lo desafío recordando todas las golpizas que había recibido de su parte. Llegaron al piso y las piernas le temblaban. Salieron del ascensor y se dirigieron al cuarto del joven. Golpearon la puerta y ante falta de respuesta entraron. Donghae estaba dormido en su cama, había restos de comida en una bandeja y una mochila que el alto conocía bien, pero fuera de eso estaba solo “El profesor tenía razón…”. Eunhyuk miro al joven en la cama y sus ojos se oscurecieron. Ignorando al castaño se acercó a la cama y tomo la mano del chico que dormía. El muchacho se removió un poco y despertó.

-Hola – saludo dulcemente el castaño desde la cama. El profesor Lee acaricio su mejilla y le contesto igual.

- Hola – con una tierna sonrisa en sus labios. Minho miro la escena sin entender bien que sucedía entre ellos. Había algo en sus miradas que no era igual al resto. Parecían perderse uno en el otro, como si el resto del mundo fuera un poco invisible. El alto no quería interrumpir y por alguna razón sentía que sobraba ahí. Estaba por irse cuando Donghae lo llamo.

- ¿Minho? – pregunto confundido, en su voz se notaba cierto entusiasmo y esto hizo sentir mal al castaño por tardar tanto en ir a verlo. No había sido un buen amigo.

- Hola Donghae ¿Cómo te sientes? – indago acercándose al enfermo.

- Estoy un poco cansado… pero fuera de eso, estoy bien… ¿y tú? ¿Cómo estás? Hace mucho no venias – dijo inocente, haciendo sentir un poco peor al alto “¿Qué hice todo este tiempo…?”

- Si… lo siento por eso – se disculpó el alto – estuve un poco complicado estos días, pero ya te extrañaba – reconoció sincero “Cobarde…”

- No tienes que disculparte, siempre estoy feliz de verte – sonrió iluminando el lugar – solo me preocupe un poco – reconoció el castaño

- ¿Y a mí no me extrañaste? – cuestiono el profesor Lee

- ¿¡Pero si nos vimos ayer!? – se quejó por el comentario

- Exacto… 24 horas y no me extrañaste – bromeo Eunhuyk

- Si te extrañe… feliz… - las mejillas del castaño se colorearon

- claro que no… solo lo dices porque te dije eso. Seguramente no me extrañabas – se quejó cruzándose de brazos. Y nuevamente Minho se sintió fuera de lugar. La dinámica entre ambos era muy extraña. Se notaba que se tenían mucha confianza y tenían sentimientos intensos entre ellos. La puerta del cuarto se volvió a abrir y el corazón del alto casi se sale de su pecho cuando vio entrar a Taemin. Por un segundo se quedó estático en la puerta tratando de analizar lo que estaba pasando, pero al segundo siguiente reacciono y termino de entrar al cuarto.

- Hola – saludo tratando de ser casual el níveo.

- Hola –saludaron todos en respuesta.

Eunhyuk y Donghae continuaron con su rutina de peleas absurdas por un rato más, pero Minho ya no los escuchaba, estaba demasiado ansioso con la presencia del morocho en el cuarto. Este se había sentado en una de las sillas y miraba por la ventana ignorando a todos. Se notaba su cansancio y parecía que hacía días que no dormía apropiadamente. El alto por su parte no se animaba a levantar la mirada, se había quedado parado en la punta opuesta de la habitación, sin siquiera animarse a mover un musculo y solo se movía para reírse de algún chiste casual de los jóvenes para no desentonar tanto. Sentía que se ahogaba por los nervios de compartir el espacio. Sus manos sudaban y su respiración estaba acelerada. Había pensado en él toda la semana y ninguno de sus recuerdos le había hecho justicia. Todo era mucho más intenso de lo que recordaba. Y su belleza era diez veces peor “Tengo que irme…” pensó angustiado. Por un segundo había pensado que podía con ello, que realmente podía solucionar las cosas y que no necesitaba estar nervioso, pero era una mentira. La presencia arrolladora de Taemin estaba destruyéndolo. Levanto su cabeza para retirarse cuando la voz del níveo sorprendió a todos.

-Voy a ir a traer unos cafés… ¿me acompañar Minho? – pregunto inmutable mirándolo por primera vez en media hora. “Minho…” aun sin emoción en su voz, su nombre sonaba tan distinto cuando él lo decía. El alto se quedó paralizado sintiendo un nudo en su estómago y asintió. No quería estar a solas con él, pero no podía decirle que no.

El morocho camino derecho hacia la salida y el castaño lo siguió con la cabeza gacha. El níveo camino por el pasillo hacia una de las salas de espera y se tiró en uno de los sillones de dos plazas del lugar tirando su cabeza hacia atrás y poniendo sus manos en su cara. Estaba realmente agotado. Se restregó el rostro y abrió los ojos mirando al castaño que lo miraba confundido “deja de mirarme…” – Era mentira lo de los cafés, puedes irte si quieres – le dijo sin inmutarse y Minho sintió un pequeño dolor en su pecho “¿Realmente quiere que me vaya?” “¿Key y el resto se equivocaban?” “¿realmente no me quiere aquí?” empezó a sentir sus ojos cargarse de lágrimas, pero se contuvo. Había sido él el causante de esa actitud, no podía actuar como si fuera una simple víctima.

- ¿Por qué dijiste eso? – se sentó al lado del chico y este se lo miro revoleando los ojos.

- ¿No los viste? – Respondió sin mirarlo – necesitaban unos momentos solos – el alto no necesito mucho para entender a que se refería. Las miradas de Donghae y Eunhyuk le hacían recordar mucho a la del níveo y él.

-¿Cómo nosotros? – pregunto osado el castaño admirando al joven al lado suyo. Este le devolvió la mirada, pero estaba vacía, parecía haber perdido su brillo normal. Ni siquiera había dolor en ella, solo cansancio y dolor.

- no… nosotros no tenemos nada de qué hablar – concluyo serio. Un frio horrible recorrió el cuerpo de Minho. Era peor de lo que había imaginado. Cuando pensaba en que podía pasar cuando lo viera había gritos, llantos, insultos o hasta golpes, pero esto era peor que eso, era la nada.

Por unos segundos el alto se quedó viendo el vacío y sintió como su corazón se rompía frente a un inmutable Taemin que lo miraba sin lograr entender del todo que le sucedía.  El silencio se hizo presente y ninguno de los dos se movía. El castaño lo miraba triste y el níveo le desviaba la mirada “¿realmente acabo?” se preguntaba sintiendo como si su casa de naipes se desmoronara “¿Realmente acabe con lo nuestro?”

- Yo… - hablo Minho, pero las palabras quedaron ahogadas en su garganta… no sabía que decir o que hacer. No estaba preparado para esta reacción – yo pensé que… - Lee llevo sus manos otra vez a sus ojos tratando de continuar tranquilo. Su corazón se había roto hora a hora durante esa semana esperando verlo llegar. Soñaba con él todas las noches, pero cuando despertaba estaba ahí. En ese hospital con su hermano enfermo… La realidad lo golpeaba día a día y nunca había llegado. Pero cuando por fin había pasado, ya no quedaba nada de él. Estaba vacío. - ¿no estás enojado conmigo? – cuestiono confundido.

- No… ¿porque tendría que estarlo? – pregunto mirándolo como si nada. El frio del morocho era lo peor que le podían haber hecho al alto.

- por lo que paso la última vez… por mi reacción… porque no te dije como me sentía…

- Minho… -miro hacia el techo, mostrando la primer emoción del día - no estoy enojado contigo – se detuvo unos segundos para pensar en sus próximas palabras - Tuviste la reacción de una persona a la que le mintieron… y está bien porque fue así -explico comprensivo, pero el alto aún estaba confundido y angustiado, no sabía si estar feliz o triste - Y con respecto a lo otro… -suspiro y su mirada se entristeció – no puedo decir que estoy feliz, porque mentiría, pero lo pensé mucho en realidad y no estoy enojado. Lo entiendo sabes… - trago saliva recordando la discusión - ¿que llevábamos…? 2 semanas de salir… - levanto los hombros en símbolo de rendición - no podía esperar que fuera diferente en realidad – bajo la vista y el castaño pudo sentir el cambio en su respiración – Creo que no fui muy justo contigo ese día… no es tu culpa haberme olvidado, yo ya había aceptado eso, solo que con todo lo que me está pasando… - una pequeña lagrima comenzó a descender por su mejilla y esta vez no hubo un Onew que lo detuviera, en un gesto inconsciente llevo su mano a su cachete y la limpio. Taemin tembló ante su toque y levanto su vista encontrándose con sus ojos. Se alejo un poco rompiendo el contacto físico – no hagas eso…

- Lo siento – se disculpó el alto retirando su mano aun sin dejar de mirarlo. El níveo subió sus piernas al asiento y las abrazo cortando la conexión de sus miradas. 

- Yo sé que fui yo el que sobre reacciono y no te culpo, es más, soy yo el que debería pedirte disculpas por mentir y por cargarte con algo que no te correspondía, pero… - escondió su cara entre sus rodillas y luego la saco mirándolo otra vez, parecía un animal asustado - mi vida es muy dura – en sus ojos el castaño pudo notar lo cansado y triste que estaba y sintió su corazón haciéndose más y más pequeño – Y entiendo que no tienes porque vivir con eso, pero así es para mí y no puedo hacer nada para cambiarlo.

- Realmente quiero ayudarte – le pidió angustiado – realmente quiero ser parte ella – tomo su mano y el níveo la retiro volviendo a cortar el contacto.

- Basta Minho… - lo miro desafiante – aprecio tus intenciones y sé que son sinceras, pero no puedo estar cerca de ti… no así –

- ¿Así como? – pregunto confundido. Cada vez que sentía que daba un paso adelante, retrocedía dos.

- Así como es ahora… - apretó sus manos conteniendo la impotencia – así donde no sabes que sientes y un día crees que vas a estar conmigo toda la vida y al siguiente me celas por estupideces. Así donde desapareces una semana y me acosas por mensajes, pero no vienes a verme. Así donde me consuelas por todo lo que estoy pasando, pero no soportas estar en un mismo cuarto conmigo. Así no puedo estar contigo – decreto duro mientras las lágrimas volvían a salir - En verdad me gustas… - acepto derrotado – incluso mucho más que solo gustarme, pero mi vida es un asco en este momento y no puedo estar con alguien que no sabe que siente por mí. Realmente no puedo – Escondió nuevamente su cabeza entre sus rodillas dejando descansar su sien – No voy a prohibirte venir a ver a Hae, sé que lo quieres y él te quiere a ti. Tampoco voy a ignorarte, solo trata de mantener tus expresiones de afecto hacia mí al mínimo – El corazón del alto dolía, realmente lo hacía y quería reclamar, pero en ese momento su profesor salió del cuarto donde estaba. Taemin se paró con cara de preocupación y se acercó a él – ¿Está todo bien? – abrió grandes sus ojos

- Si, Taeminnie, está todo bien, no te preocupes – El morocho respiro aliviado – vinieron a ponerle antibióticos y calmantes solamente. Dijeron que con eso iba a dormir hasta mañana – El níveo se volvió a dejar caer al sillón.

- Mejor… que duerma un poco… paso una noche mala, lo mejor es que descanse – apoyo nuevamente su cabeza en el respaldo cerrando sus ojos.

- Creo que tú también deberías dormir – lo reto Eunhyuk.

- No voy a dejarlo solo – decía revoleando los ojos, se notaba que hacía días que no dormía bien.

- Puedo quedarme yo – interrumpió el alto, logrando ganar miradas reprobatorias. Ninguno de los dos respondió, solo se limitaron a ignorarlo.

- Puedes decirle a Onew o puedo quedarme yo, pero tu tienes que volver a tu casa. Ya no te queda ropa limpia y no quiero saber hace cuanto no te bañas… - El morocho se quedó pensando unos segundos, pero su amigo tenía razón. Era el mejor momento para irse.

- Bueno… seguro prefieres quedarte tu – el profesor Eunhyuk rio y Minho entendió que el níveo tenía razón – Solo voy a esperar el parte y me voy – decreto.

- Voy a buscarme algo para comer a la noche y vuelvo… ¿te traigo algo? – cuestiono antes de irse.

- No, gracias. Te espero aquí.

- Nos vemos – saludo a los presentes y se fue. Por unos segundos nadie hablo y un silencio incomodo se generó.

- Y tu… - miro al castaño que observo la discusión desde un costado – ¿que piensas hacer? – Minho dudaba de que hacer, el morocho había sido claro, pero él aún no estaba seguro.

- Bueno yo… Supongo que… - su voz temblaba y dudaba, pero no termino de hablar cuando los ojos de Taemin se abrieron de par en par y se paró nuevamente. Esta vez no parecía preocupado, pero si alterado. El alto miro a su espalda para ver que era lo que lo había perturbado tanto y entonces lo vio. Al final del pasillo venia Onew acompañado de la persona que más odiaba el níveo… Su padre.


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