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ChoiLee del odio al amor (2min) por Aerin

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Notas del capitulo:

Hola mi gente bonita, se que ah pasado mucho tiempo desde la ultima vez que actualice y realmente pido disculpas, pero la verdad es que me costó muchísimo seguir escribiendo después de lo que paso. Aun ahora no se si lo que hago esta bien o esta mal, cada vez que pienso me pongo a llorar como en ese momento, pero creo que la vida continua y lo mejor es tratar de recuperar las cosas que me hacían feliz y una de ellas es esto.

Antes de dejarles el capitulo quiero dejarles dos cosas, la primera es una pequeña encuesta, ya tengo el final para todos los personajes menos para Baekhyun y quería saber cuál era su opinión ¿quieren que lo haga viajar por el mundo o quieren que lo asiente en un lugar enamorado?

Es muy importante que respondan la encuesta… y por el otro lado quiero dejar una carta que escribí después de la muerte de Jonghyun, no es necesario que la lean, pero tal vez pueda ayudarlos. A mí me hizo bien.

Querido Jonghyun:

Este es un día muy difícil para mí, hoy tengo que decirte adiós. Y es terrible para mí, porque me prepare para muchas cosas, muchos escenarios donde podría llegar a no saber nada de vos, pero jamás me prepare para algo como esto. Puede que muchos me crean exagerada, pero creo que nadie que no haya sido fan de alguien oriental lo podría entender, probablemente nadie que no sea Shawol lo pueda entender del todo, porque lo nuestro era especial, nosotros lo sabíamos. A lo largo de mi vida he visto y conocido muchos artistas y si bien mucho fueron amados, nunca vi a nadie amar y cuidar tanto a sus fans como vos lo hiciste. Te conocí hace mucho tiempo casi por casualidad, casi por accidente y rápidamente llenaste mi vida de alegría. Fuiste un lucero en mis días oscuros y hoy me siento algo inútil por no haber podido ser el tuyo, pero entiendo lo que te paso, créeme que lo entiendo y no te juzgo, jamás podría hacerlo cuando vos no lo hiciste y estuviste cuando el mundo me dio la espalda. Vi tus sonrisas, vi tu llanto, vi tus sueños, vi tu arte y hoy veo como tu vida se va y realmente no sé muy bien cómo voy a hacer para afrontarlo. Me siento tan perdida y sola que aun espero que alguien me despierte de esta pesadilla, pero eso no va a pasar y mi corazón empieza a sentirse pesado, porque sé que no hay vuelta atrás. Probablemente sea el momento donde más cercana a ti me sienta, pero sé que tú no eras solo esto y me niego a quedarme con esta imagen tuya, porque sé que trabajaste toda tu vida para hacerme feliz y quedarme en esto sería deshonrarte. Tal vez ahora te conviertas en el chico muerto para el mundo, pero jamás vas a ser eso para mí, porque vos significas mucho más que eso, vos significas vida, luz y arte para mí y eso vas a ser. En tus últimos momentos preguntantes si lo habías hecho bien y yo te digo que no… no lo hiciste bien, lo hiciste perfecto y ese tal vez fue tu único error, porque no queríamos perfección, prefería mil veces un Jjong feliz que uno perfecto, pero hiciste lo que pudiste y hoy me toca a mí hacerlo. Porque tendré que sonreír nuevamente como cualquier día cuando la vida jamás va a ser igual para mí, cuando una parte mía murió junto a vos. Te amé en vida y te voy a seguir amando en la eternidad y es de ese amor de donde pienso sacar fuerzas para rearmar mi alma. Me diste tanta… TANTA luz que quiero recordarte así. Hoy elijo recordar tus risas y tus llantos, hoy elijo recordar al luchador, al idealista y al artista, pero sobre todo hoy elijo recordar a la persona: Kim Jonghyun. Porque sobre todo eras eso para mí, con tus defectos y virtudes. Y te voy a agradecer… porque sería una hipócrita y una ingrata si no lo hiciera. Me diste todo, me diste amor, me diste alegría y me diste arte y por eso hoy y toda mi vida te voy a estar diciendo GRACIAS. Y una vez más, algo egoísta, me voy a quedar con tu mejor regalo, los recuerdos de nuestro camino juntos y tu música, sabiendo que ahora tengo un ángel que me cuida desde el cielo. La vida sigue para mí y aunque hubiera querido retenerte, no hubiera sido justo, así que te voy a decir adiós.

A mi estrella, a mi lucero, a mi ángel, le digo gracias y hasta siempre.

Te ama con todo el corazón

Una Shawol

 

Espero que les haya servido como a mi… ahora si… sin más preámbulos, el capítulo. 

Ya habían pasado dos semanas desde que Minho había empezado su terapia y sinceramente comenzaba a sentir la mejoría. La relación y el estado general de Taemin estaba recuperándose significativamente e incluso ya era capaz de quedarse solo, lo que le había permitido al alto ir retomando sus actividades normales y esperaba que el morocho pronto lo siguiera, porque si bien sabía que no necesitaba ir a clases para aprobar, si debía volver a su trabajo, porque, aunque ellos eran muy flexibles y comprensibles con el níveo, su paciencia había comenzado a acabarse. Otra de las cosas que habían cambiado era que Onew parecía haberse convertido un comensal más en la casa del morocho, porque eran raras las cenas donde él no estuviera, con el correr de los días se había vuelto cada vez más cercano a su hermano, incluso había momentos donde el mismo Minho se sentía sobrar. Jinki era como un vaso de agua en el medio de un desierto de dolor para Taemin y el alto agradecía esto.

-Hola – saludo Choi al llegar a su pupitre en el colegio, sentándose al lado de Key sin prestarle mucha atención, la relación de ambos estaba algo tensa desde el entierro, el morocho vivía alterado y culposo después de que el níveo escuchara su charla. Minho sabía que él no reconocía a Taemin como el niño que había atormentado años atrás, pero sabía que si se lo decía en ese momento jamás podría perdonárselo porque ya con esto solo estaba actuando como loco.

- ¿Cómo sigue? – cuestiono sin perder tiempo, no hubo un saludo, no hubo un ¿Cómo estás? No… siempre era igual y el alto sabía que no tenía que preguntar a quien se refería porque siempre era el mismo tema: Taemin.

- Reponiéndose… realmente su ánimo está mejorando – explico tratando de evitar el tema, porque él estaba tratando de lidiar con sus propias cargas como para soportar las constantes preguntas de Kibum que solo intentaban lavar sus culpas.

- Entonces ¿Por qué no vino? – inquirió dando una última mirada al salón, parecía no cansarse de esa pregunta, porque dese que él había vuelto, se la había hecho todos los días.

- No lo sé Key… cuando despertó no quiso venir…  - dijo tratando de no pensar en ese despertar traumático que siempre tenía, porque a pesar de ya encontrarse mucho mejor, aún se despertaba angustiado y confundido. 

- pobre… - pensó en voz alta, poniéndose unos segundos en su lugar – ojalá pudiera hacer algo para ayudarlo – y eso era otra de las cosas que no soportaba, porque tal vez el de mirada felina no rememoraba, pero Minho si y recordaba todas las cosas horribles que le había hecho.

- No creo que seas la mejor persona para eso – respondió acido sin poder controlarlo, sabía que no podía torturarlo por algo que paso hace años y que ni siquiera recordaba, menos él, pero no podía soportarlo, casi no soportaba verlo en el último tiempo. Kibum no respondió, ya estaba acostumbrado al estado de humor de su amigo - ¿Cómo están las cosas con Jonghyun? – cuestiono tratando de cambiar el foco de la conversación.

- No muy bien… después de ese día nos vimos solo un par de veces, pero todo está muy tenso. Además, mis papas están empezando a sospechar que algo pasa – explico avergonzado

- Eso es malo, si se llegan a enterar que sales con él son capaces de echarte – acoto el castaño recordando lo cerrados y fríos que eran los padres de su amigo.

- ya lo sé, pero él no lo está entendiendo muy bien… - el morocho suspiro molesto – estoy cansado Minho, siento que mi cabeza está a punto de estallar, para colmo Jonghyun quiere formalizar lo nuestro… no sé qué hacer – dijo desesperado comenzando a arrancarse algunos pelos de la cabeza. El castaño se sintió un poco mal por él, sabia todas las ideas que le habían metido desde pequeño y entendía su dilema. 

- eeeuuuu… tranquilo – dijo tomando sus manos para que dejara de lastimarse – primero que nada ponerte así no va a solucionar nada… tal vez deberías ser más sincero con él, porque no le dices como te siente, tal vez juntos puedan encontrar una solución, además… ya falta poco para terminar las clases, porque no aguantas unos meses y blanquean todo cuando seas mayor de edad, así, aunque te echen podrías tener un trabajo – el alto sabía que ese era el plan de Kibum desde hace años, porque no soportaba a su familia ortodoxa y cerrada que lo único que hacían era ignorarlo y decirle que todo lo que quería era algo malo.

- realmente te estas volviendo bueno en esto de dar consejos  - hablo el morocho un poco menos alterado… - parece que al final Lee era lo que necesitabas – dijo sonriendo, resignado, la verdad era que a partir de que había vuelto con Jonghyun, sus sentimientos se habían aclarado y ya casi no había nada de su anterior enamoramiento con su amigo.

- eso parece – respondió sonriendo inconscientemente, desde que había recuperado la memoria y había dejado que sus sentimientos tomaran su rumbo, Taemin había copado cada parte de su ser, a tal punto de no poder creer que en algún momento no hubiera estado con él. El níveo le era tan indispensable como el aire y cada vez que pensaba en él, algo cálido se esparcía por todo su cuerpo, reconfortándolo. “Es amor” se dijo una vez más al sentir esa sensación.

Las horas pasaron mucho más lento de lo que le hubiera gustado y para colmo hoy debía ir al curso en la academia lo cual implicaba más horas lejos de él. Resignado camino las cuadras con desgano, tratando de comunicarse con él infructuosamente “¿Por qué nunca contesta el maldito celular?” pensó molesto odiando la costumbre del joven de dejarlo tirado por cualquier lado.

-Hola – lo saludo alegre Baekhyun en la puerta del lugar, Minho le había contado prácticamente todo lo que estaba pasando y este amablemente se había encargado de ponerlo al corriente de las clases que se había perdido. Las cuales no habían sido muchas porque con la tragedia, Eunhyuk había tomado licencia también y el instituto había quedado patas para arriba sin sus dos profesores más importantes presentes.

- Hola – contesto sumido en sus pensamientos

- ¿Aun no le cuentas? – pregunto poniéndose a su lado y siguiendo a su amigo

- No – reconoció molesto con él mismo, el castaño se había portado muy bien con él y se había ganado su confianza a tal punto de ser el único, aparte de su familia, en saber que había recuperado la memoria – y cada día es más difícil… - confeso angustiado – tengo miedo que se enoje porque no se lo dije antes y cada día que pasa empeora… lo peor es que aún no los siento listo para que le diga, que pasa si se enoja por que no se lo dije antes o si me recrimina lo que le hice… Baek ¿qué pasa si no quiere verme más?

- Minho respira… no te tortures así, en primer lugar, no puedes adelantarte, y en segundo, no creo que se enoje tanto, él ya sabe todo, solo le dirías que tú también, creo que el profesor Lee es alguien comprensivo, no deberías tener tanto miedo – lo animo su amigo

- Tienes razón – respondió sintiéndose un poco mejor  - en cuanto pueda hablare con él y aclarare las cosas.

- Muy bien… esa es la actitud y ahora vamos que ya estamos sobre la hora – acoto mirando su celular.

Los chicos entraron a su aula, esperando a ver cual era su nuevo profesor sustituto, desde que habían retomado las clases no habían tenido uno fijo. Minho se estaba cambiando el calzado junto a su amigo cuando escucho un murmullo generalizado, el alto le daba la espalda al grupo así que no sabia porque el alboroto y cuando vio al castaño, tratando de buscar una explicación, sus ojos estaban tan abiertos que parecía que se le iban a caer.

-Buenos días – saludo una voz que el reconocía mejor que nadie, helándole la piel, porque no sabia que iba a estar ahí, con un ágil movimiento se dio vuelta para quedar de frente a él, en el momento que sus miradas se conectaron. Una insipiente sonrisa y un pequeño movimiento de cabeza le indico que se quedara tranquilo, que estaba bien – bueno, yo seré su profesor sustituto hasta que el profesor Eunhyuk vuelva, creo que muchos de ustedes ya me conocen, pero para el resto mi nombre es Lee Taemin – el barullo generalizado fue abrumador – bueno… - dijo tratando de calmar a los chicos – parece que les alegra verme… - sonrió iluminando el lugar - debo advertir antes de empezar que yo no soy como Eunhyuk… las cosas conmigo son más intensas y estrictas, espero que estén listos para eso – concluyo sin perder su buen humor. Rápidamente los hizo ponerse de pie y comenzar con la entrada en calor, nunca los ejercicios habían sido tan extensos. El níveo exigía excelencia, cualquier mala posición, cual error hacia que todo el ejercicio se repitiera por completo y por todos. Las miradas del alto y el morocho se cruzaban de vez en cuando a través del espejo, pero ambos trataban de mantener la concentración y la desviaban. Cuando apenas llevaban la mitad de la clase los alumnos ya se encontraban totalmente agotados, los únicos que parecían poder llevarle el ritmo era Baekhyun y el mismo Minho, que había entrenado con él desde el día cero y estaba acostumbrado a ese nivel de exigencia – pueden tomarse 5 minutos, vayan a tomar agua – dijo el joven dirigiéndose al reproductor de música, por fin la entrada en calor había terminado y ahora llegaría la parte del baile. El castaño se quedó en el medio del salón sin poder reaccionar a su orden, quería saber que hacia ahí y como estaba, pero no sabía hasta qué punto podía acercarse sin levantar sospechas, porque sabía quién era él ahí y que problemas podía tener – Choi, Byun ¿pueden venir unos segundos? – Baekhyun le dirigió una mirada inquisidora a su amigo y este reacciono de su estupor –

- Si – respondió rápido acercándose, perdiéndose por unos segundos en su belleza, al verlo por primera vez en el día sin tener que reprimirse.

- Hola chicos – hablo impersonalmente, como si no se dirigiera a su pareja, como si él fuera solo alguien más de la clase – lamento haber estado estos días fuera de la academia, sé que se supone que soy su tutor y que debería haber empezado hace semanas, pero estuve pasando una serie de problemas personales – explico y esta vez su mirada si se encontró con la de Minho, sus ojos se perdieron por unos segundo, él conocía bien esa expresión… estaba sufriendo, aunque trataba de mantener su postura, en su interior aún estaba dolido – el punto es que quiero recuperar el tiempo perdido con ustedes – les entrego unas lapiceras y unas hojas a los jóvenes con días y horarios - así que si les parece bien, pásenme sus horarios y aprovecharemos todo los espacios libres para practicar –Baekhyun a un costado se removió animado e incómodo, tomando las cosas y retirándose un poco más para completarla, pero el alto se quedó ahí, con su mirada fija en el joven. 

- ¿Qué haces aquí? – cuestiono susurrando, sabía que debía comportarse, pero la curiosidad y la preocupación le habían ganado.  

- ¿Vine a trabajar? – hablo con su particular sonrisa de burla e ironía, esa que ponía y que hacía sentir estúpido al castaño. Al comienzo había pensado que la usaba cuando sus preguntas eran demasiado tontas para él, pero ahora sabía que las usaba para ocultar lo que realmente pensaba.

- Taemin… - lo reto sabiendo lo que estaba intentando, porque él era más inteligente ahora y no caería con sus juegos mentales.

- ¿Qué? – pregunto haciéndose el desentendido.

- Dime la verdad – espeto firme.

- aaahhhh… está bien – acepto fastidiado por ser descubierto - Ya no soportaba estar en la casa – confeso, el morocho había perfeccionado el arte del engaño, pero el castaño parecía leerlo como un libro abierto en el último tiempo y eso le molestaba – cuando no estás ahí el lugar parece… - eligió sus palabras con cuidado -  demasiado grande – expreso perdiéndose en esos ojos que tanto amaba logrando que el corazón de ambos se acelerara. Porque por unos segundos no fueron maestro y alumno, eran solo Taemin y Minho, los chicos enamorados.

- Lamento mucho tener que irme – respondió sin perder el contacto, tomando inconscientemente su mano – me encantaría poder estar siempre contigo – hablo casi sin conciencia de donde estaban o con quien.

- Esta bien – contesto el morocho tímido esbozando una sonrisa – no puedo estar toda la vida encerrado, tengo que volver a salir – y con esas palabras ambos volvieron a la realidad del momento. El alto soltó rápidamente su mano sabiendo que se había extralimitado y níveo desvió la mirada hacia un par de chicos que los observaban asombrados.

- Bueno chicos retomamos – dijo tratando de recobrar su postura, intimidándolos en el proceso – quiero que tú y tú me muestren hasta qué punto llegaron de la coreografía – señalo dos personas al azar, los chicos se levantaron tan rápido que parecían que corría riesgo su vida, porque ese Taemin no era el mismo de siempre, este imprimía respeto y algo de miedo. 

- ¿Qué te dijo? – cuestiono Baekhyun en voz baja viendo a sus compañeros.

- dijo que necesitaba despejarse y retomar su vida - respondió sin retirar la vista de lo que pasaba en la clase –

- ¿entonces esta bien? – inquirió aun nervioso

- no lo sé… pero no puedo preguntarle ahora -

 - ¿algo que compartir con el resto? – les llamo la atención el níveo alterándolos.

- No, nada – respondieron al unísono los castaños, volviendo a poner su cabeza en lo que pasaba.

- genial, porque si siguen serán los siguientes – hablo inmutable. Sus compañeros terminaron la presentación atentos a la reacción de Lee.

- Bueno, hay varias cosas que corregir… Quisiera verlos a todos – se movieron al centro comenzando a bailar, pero no llegaron ni a los 10 segundos cuando la música se detuvo – alto – grito haciendo que todos queden como estatuas – quiero que se miren al espejo, quiero que miren las líneas de su cuerpo… se dan cuenta que no están alineadas, que no están en sincronización… Esto debería ser así – aclaro poniéndose en el centro y realizando el mismo paso, pero con diferencias en las terminaciones – Ahora ustedes -  volvió a poner la música y esta vez el paso había cambiado drásticamente – Ven… eso es de lo que hablo – la música volvió a frenar  - bien… - dijo pensando para sus adentros cual sería el mejor método para que captaran lo que quería explicarles – bueno, pueden relájense, voy a hacer toda la coreografía para que puedan notar los errores, presten atención a las formas y a las extensiones, varios de ustedes dejan eso descuidado – Taemin le dio play e inicio el bailó con gracia, marcando cada paso, algo en su forma de moverse era hipnótico, como si fluyeran con la música, llenando el lugar y Minho no pudo escapar del encantamiento, se perdió en su andar, comiéndolo con la mirada, sintiendo como el mundo desaparecía a su alrededor y solo quedaban ellos dos. El níveo estaba concentrado en la coreografía, tratando de destacar los pasos importantes o aquellos donde los otros habían fallado. Podía sentir la mirada anonadada de todos en él y no le importo, estaba acostumbrado, se sabía seductor y le gustaba lo que provocaba, aun cuando no lo intentara, pero de repente una picara idea lo asalto y ese baile que en un principio solo tenía la intensión de ser instructivo paso a ser algo más, porque cuando su mirada se cruzó con la del alto, de repente a Taemin si le importo esforzarse, quería que él supiera lo que podía hacer, quería que lo admirara por lo que más amaba. La mirada del chico se pozo en la de Minho penétrate, haciéndolo temblar, seduciéndolo, enamorándolo, cada nuevo paso era una nueva provocación y él… él solo podía limitarse a estar de pie admirándolo, respirando, tratando de recordarse porque no podía ir a él y hacerlo suyo, porque verlo sin poder tocarlo era una especie de hermosa tortura,las ondulaciones de su cuerpo, el rose de sus mano con su piel, las gotas de sudor que comenzaban a surgir y caían por su remera hasta desaparecer en lugares escabrosos… lo estaban matando. El alto se quedó admirando su show que en parte sentía personal, hasta que la música se detuvo y su burbuja desapareció, el níveo de repente recordó donde se encontraba, dándose cuenta de la cara de embobados que tenían todos… lentamente se incorporó tratando de ocultar su propia vergüenza  – entendieron – hablo serio disimulando lo que realmente sentía “me pase…” pensó un poco avergonzado– bueno… ahora quiero verlos a ustedes – dijo tratando de despejar la atención del él. Los ojos de los alumnos se abrieron de par en par, asustados. Poco a poco se volvieron a acomodar en sus lugar excepto por uno el cual aún no lograba reponerse de lo que había pasado. Rápidamente Baekhyun advirtió la actitud de su amigo y tratando de sacarlo de su estado, lo arrastro hasta su lugar.

La clase siguió con ese ritmo, Taemin hacía repetir toda la coreografía ante el más mínimo error de cualquiera y prácticamente todo era un error, porque la más mínima desviación en la postura ya era una falla, el solo aceptaba la perfección, irónicamente el que más estaba acostumbrado a esto, para sorpresa de muchos era Minho, el cual ya había practicado con él mucho tiempo y entendía lo que él pedía. Porque podía ser algo lento para aprender o no ser el más agraciado de todos, pero sus líneas eran perfectas y eso era algo básico para el níveo. El encontronazo de miradas se volvió más discreto, porque habían visto las repercusiones que esto traía, pero de vez en cuando, cuando nadie miraba y cuando la situación se los permitía, sus ojos se conectaban,comiéndose mutuamente, porque después de esa demostración algo se había despertado en ellos, algo que conocían muy bien y que ya sabían cómo iba a terminar, solo que en ese momento solo podían limitarse a mirarse y provocarse un poco más, porque la piel les quemaba y las ansias del otro nunca parecían acabar. La lección termino y los jóvenes comenzaron a salir uno a uno. El castaño se quedó en el lugar inseguro de quedarse o irse cuando un movimiento de cabezas le indico que lo esperara afuera y ahí fue. Baekhyun que sabía bien cuál era la situación de ellos dos se limitó a darle su planilla con horarios a Minho pidiéndole que se la entregara al “profesor Lee” y se fue dándoles su intimidad. El alto espero ahí afuera unos cuantos minutos que parecieron horas, porque su mente lo único que hacía era reproducir una y otra vez las imagines de la clase, la forma de bailar de Taemin, las miradas en el espejo, la forma de morder su labio inferior cuando algo demandaba más concentración de la normal “dios… estoy tan jodido” se dijo refregándose la cara, la verdad le parecía un real milagro que sus compañeros no se hubieran dado cuenta que pasaba ahí, porque aunque sabía que el morocho era un gran actor cuando se lo proponía, el no, por lo menos no en la vida normal y estaba seguro que más de uno debió notar sus sonrojos o su boca abierta cuando perdía la voluntad de cerrarla o sus incipientes erecciones cuando todo se ponía demasiado caliente “jodido y sexi Lee Taemin” se quejó mentalmente recordando las ondulaciones de su cuerpo, notando como el simple recuerdo despertaba partes de su cuerpo que no debería y que no podía controlar. Estuvo sumido en su hermosa tortura unos minutos más cuando por la puerta salió él. Sus miradas se conectaron cargadas de deseo, sabiendo que aún no podían hacer nada.

-Traje el auto – hablo serio el morocho sin acercarse mucho, sabia el estado en el que estaban y lo peligroso de estar cerca.

- Vamos – respondió con la garganta seca el mayor. Dos cuadras… tuvieron que caminar durante dos eternas cuadras sin poder siquiera mirarse antes de poder entrar al auto y ahí las cosas se pusieron peor, porque aún estaban muy cerca del lugar y su deseo por el otro nos los estaba dejando pensar. Lee puso en marcha el motor y arranco, pero contrario a lo que pensó el alto, el chico se limitó a hacer un par cuadras hasta una calle poco transitada cuando estaciono el vehículo - ¿pero qué…? – intento cuestionar el castaño cuando una mano tiro de su cuello y unos labios carnosos atraparon los suyos en un beso desesperado. Sus lenguas se encontraban enviándoles miles de sensaciones a su sistema nervios y cada vez que el alto pensaba que el beso se cortaría el morocho simplemente se acercaba más, haciendo aún más profundo el contacto, finalmente el aire fue el que los obligo a separarse dejándolos agitados y encendidos

– no pienso… esperar hasta la casa – hablo el níveo tratando de recuperar el aire – quítate los pantalones y la ropa interior – dijo demandante ante un Minho animado y excitado que obedeció sin chistar, arrojando su ropa al piso, su miembro ya estaba semierecto con todo lo que había pasado antes y sin pensarlo mucho llevo su mano para empezar a darse placer. Taemin lo imito deshaciéndose de la parte de debajo de su ropa y pasándose con un ágil movimiento sobre las piernas de su amante quedando sentado sobre él, la sensación de la suave piel del chico sobre la suya era una de las favoritas del castaño - quiero que me lo hagas aquí – dijo comenzando a besar su cuello con desesperación mientras tomaba la mano libre del castaño y la llevaba su muslo– tócame – jadeo en su oreja antes de lamer su lóbulo como si se tratar de un dulce, enviándole un choque eléctrico por todo su cuerpo. Minho abandono la tarea de masturbarse cuando sintió su miembro listo y pasó a tocar al níveo, acariciando su espalda y recorriendo sus largas piernas, acercándose cada vez más a su zona intima, pero sin llegar a tocar nada vital. La mano del alto se movía con maestría sobre su piel, excitándolo. Lentamente la temperatura del lugar comenzó a subir y lo que antes fue una pequeña molestia en su pelvis ahora se esparcía por su cuerpo como la fiebre. Minho pasó su mano desde su espalda hacia uno de sus pezones comenzando primero con caricias suaves hasta hacerlas más frenética y por último a pellizcarlo –aaahhhh – suspiro en oído casi sin poder controlarlo. Orgulloso el alto, repitió la acción ganando más gemidos. Las caderas del morocho comenzaron a moverse casi inconscientemente, rozando sus miembros en el proceso, tentándose. El mayor abandono las piernas del chico y con una mano tomo su miembro y el de él y comenzó a acariciarlos. Su mano subía y bajaba por ambos mientras ellos se rozaban haciendo delirar al níveo. Que no estaba logrando soportar muy bien todo esas sensaciones. 

- No vuelvas a provocarme así – jadeó Minho antes de profanar su boca con un profundo beso, su lengua recorrió su cavidad mientras su manos seguían dándole placer, se separó mirándolo amenazante, como si de una presa se tratara – aún no sé cómo no te salte encima en medio de la clase –dijo pellizcando nuevamente su pezones logrando que el chico se retorciera en sus brazos.

- No puedo prometerte nadaaaahhhhhh– gimió clavando sus dedos en hombros porque uno de sus movimientos había sido demasiado placentero para su sistema. Taemin tomo la mano del alto que los masturbaba y la llevo a su boca.Lamiendo sus dedos retirando todo el líquido preseminal que habían liberado y llenándolos de saliva en el proceso. Dirigió la mano a su entrada, penetrándolo con la mirada como tratando de ordenarle que los metiera. El alto no se hizo esperar e introdujo dos de sus dedos dentro – mierda aaaaaahhh – se quejó el níveo.

- lo siento… aaahhh – se disculpó sabiendo que había sido muy bruto, aunque la verdad era que si seguían con ese ritmo no iba a poder aguantar mucho. Minho enterró y saco sus dedos repetidamente tratando de preparar al joven mientras este tomaba sus miembros olvidados y los masturbaba. Todo estaba siendo tan caliente que no se dio cuenta en que momento había introducido otro dedo y llegando a lugares mucho más profundos del muchacho. Sus dedos entraban y salían con desesperación hasta que roso un punto que hizo casi gritar al morocho.

- Aaahhhhssiii –gimió en su oreja provocando que sus caderas se movieran nuevamente. Sus suspiros subieron de ritmo y Minho aumento la velocidad hasta que el mismo níveo tomo su muñeca deteniendo esa acción – aaahhh basta – pidió algo desesperado – te quiero a ti – dijo alzando sus caderas para quedar sobre el miembro del alto. Este lo acomodo en su entrada palpitante y con lentitud Taemin se dejó caer sobre él – mmmmm – las paredes del chico apretaron su miembro haciéndolo delirar, estar dentro de él era la mejor sensación que había experimentado en toda su vida.

- mmmm – gimieron a la vez. El morocho se aferró de los hombros del chico y lo beso, mientras el castaño llevo sus manos a las caderas para ayudarlo. El níveo solo necesito de dos segundos para acostumbrarse y comenzar a mover lentamente las caderas.

-aaahhh me encantas Minhommmm – gimió excitado sintiéndolo en su interior.

-Tú también aaaahhhh me encanta lo que me haces - Todo era muy tranquilo, el morocho subía y bajaba por el largo pene con parsimonia, siendo ayudado por su pareja, que trataban con todas sus fuerzas que este se enterrara cada vez más y más profundo. Pero cuando parecía que el morocho llevaría ese ritmo hasta el final, el miembro de Minho toco su parte sensible en su interior y todo se salió de control.

Aaahhhhssiii ahí… sigue – le pidió aun cuando el manejara lo que pasaba. Los movimientos comenzaron a volverse erráticos y veloces, cada vez que bajaba se encargaba de que llegara más profundo, disfrutando la sensación de tenerlo dentro de él. El lugar se llenó de gemidos hasta que Taemin sintió su orgasmo próximo.

- ya no aguanto – aviso sintiendo el acostumbrado cosquilleo.

- Yo tampoco – concordó el alto cuando con un último movimiento violento comenzó a correrse en su interior – aaaahhhhh –

- Aaaaaaahh – gimieron al unísono liberando su esperma.

Ambos permanecieron unos minutos en silencio tratando de recuperar el aliento. El níveo no se movía de donde estaba, permaneciendo unido al alto por unos segundos más, disfrutando de la sensación que este le aportaba.

-es una suerte que los vidrios sean polarizados – acoto con una sonrisa el menor mientras tomaba el rostro de su pareja y le daba un último beso fogoso – creo que tenemos que volver – hablo ante un atento Minho que aún no recuperaba del todo el aliento.

- si… tienes razón – dijo, aunque solo se limito a depositar su mano en su mejilla y acariciar su piel. Taemin se levantó lentamente para que el alto saliera del él ganándose una queja del otro.

- ¿quieres quedarte así todo el día? – pregunto algo escandalizado y pícaro.

- la verdad no me molestaría del todo – el morocho revoleo los ojos y se paso al lugar del conductor – vístete… - le ordeno siguiendo sus propias ordenes – quiero llegar rápido a la casa – explico mientras terminaba de subirse los pantalones.

- ¿Por qué? – cuestiono el castaño que aun luchaba para ponerse la ropa.

- Esto fue solo el preludio Minho, no puedes mirarme así durante una clase y esperar salir limpio – El níveo negó con la cabeza, como si estuviera explicando algo totalmente básico, dirigió su mirada al frente, prendió el auto y antes de que el alto terminara de abrocharse los botones ya estaban rumbo a su hogar.

Minho entrelazaba sus dedos con el morocho perdiéndose en su mirada una vez más, las sábanas blancas cubrían sus cuerpos desnudos, disfrutando de la sensación de la piel ajena. Era increíble que después de haber hecho el amor con él de esa manera aun siguiera con deseos de hacerlo suyo, porque él se cansaba rápido de las cosas, menos de Taemin, el parecía una adicción de la cual jamás se cansaba…

-¿quieres que cocine algo para la cena? – pregunto el menor jugando con los dedos atrapados en su mano, pero el castaño solo función el ceño y gruño, porque amaba esa parte del sexo y sobre todo si se trataba de él – Pero tenemos que comeeerjajaja - El joven a su lado rio provocándole cosquillas con su pelo – hoy tuvimos mucho desgaste físico, especialmente tu… ¿quieres quedar famélico? – cuestionó burlón ganándose un abrazo posesivo que lo hizo acercarse aún más a esa piel canela que tanto le gustaba

-nnnngggggnoooooo – se quejó cerrando sus ojos para poder alargar más el momento, sabía que, si lo miraba con esos ojos, lo único que haría sería ceder y realmente estaba disfrutándolo.

- Minhoooojajaja… llevamos más de media hora así jaja – se rio tratando de hacerlo entrar en razón.

- No digas mi nombre asiiiii – se quejó sabiendo lo débil que era a eso, pero ese fue su fin porque sus ojos se encontraron y supo que ya no podría decir que no –diez minutos más y yo cocino – pidió rendido a los deseos de su amante. Taemin lo miro con una sonrisa tratando de parecer disgustado, pero era imposible cuando el mismo lo estaba disfrutando tanto o más. Y la verdad es que, si le pedía comida, era porque estaba más preocupado por el alto que por él mismo.

- bueno – cedió el níveo escalando un poco sobre el cuerpo del joven para poder posicionar su cabeza en su pecho, jugando con su piel a dibujar líneas imaginarias – te diste cuenta de algo… - comento como al pasar

- mmm  –

- han pasado meses desde que estamos juntos, pero… - dudo como expresar esa idea que hacia un tiempo rondaba por su mente – pero aún no tenemos ningún título… - dijo avergonzado, porque había pensado varias veces en pedirle que fueran novios, pero ahora después de tanto tiempo y de haber vivido tantas cosas, era extraño el plantearlo incluso.

- ¿Qué no somos novios? – pregunto confundido el alto

- no Minho… ninguno de los dos lo pidió… y después no peleamos y después nos “reconciliamos” pero jamás nos lo pedimos – explico ahora subiendo un poco más para poder mirarlo a los ojos – y la verdad es que me gustaría que lo fuéramos… me gustaría mucho que fuéramos novios – el cerebro del alto dejo de funcionar, porque si creía que no podía amar más al níveo, ahora sabía que estaba terriblemente equivocado, porque justo ahí, en ese instante, estaba a punto de morir por un ataque de amor – y tu Minho… - cuestiono un inseguro Taemin - ¿quieres ser mi novio? – la pregunta quedo flotando en el aire, cargando el espacio de una energía pesada, que hizo parecer que el tiempo eterno. El níveo podía sentir sus mejillas arder y la ansiedad en su panza, porque si bien él había tenido miles de historias de una noche, jamás había tenido un novio y se sentía tan inexperto en ese terreno que le aterraba. Además, ese silencio solo aumentaba su inseguridad, pero después de lo que pareció un siglo finalmente el castaño reacciono.

- Si… - respondió aun aturdido sintiendo sus piernas temblar y agradeciendo tanto el estar acostado y no parado – claro que quiero ser tu novio – dijo sintiendo que la pregunta no tenía lugar, pero estando tan feliz y agradecido de que la hubiera hecho – Dios…. Te amo tanto – hablo tomando sus mejillas y acercándolo para besarlo una vez más, porque no podía creer todo lo que ese joven le hacía sentir.

- También te amo Minho – dijo aumentando un más el carmesí de sus mejillas, logrando enternecer al castaño. Las manos que antes sujetaban sus cachetes lentamente comenzaron a viajar por debajo de las sabanas recorriendo la blanca y tersa piel del morocho hasta llegar nuevamente a su zona intima.

- ¡Minho! – grito escandalizado cuando noto las intensiones de su reciente novio.

- ¡¿Qué?! – pregunto haciéndose el desentendido y continuando con las descaradas caricias. En un movimiento ágil, intercambio posiciones entre ellos, quedando este encima del níveo.

- jaja pensé que habíamos dicho que comeríamos algo jajaja – rio coqueto, tratando de sonar disgustado.

- me dices todo esto ¿y esperas que no quiera estar contigo después? Que poco me conoces Lee Taemin – contesto burlón mientras llevaba su boca a al cuello del joven y separaba sus piernas – o no… no puedes actuar así y esperar que me contenga, además…

-aaahhhhh – gimió el morocho siendo como el miembro de Minho ingresaba lentamente dentro él

- quiero hacer el amor con mi novio ¿eso es algo tan malo? – pregunto comenzando con las estocadas. Mientras el morocho asumía que ese día comerían tarde.   

Minho se despertó esa mañana sintiendo las repercusiones del día anterior, le dolían sus músculos como si hubiera hecho ejercicio por horas y por un segundo, como todas las mañanas, necesito mirar a su alrededor para entender bien quien era, que hacía ahí y que era lo que había pasado en su vida. Minhyun le había dicho que eso era normal en una persona en su estado, pero era algo cansador para él. La mejor parte de esa rutina era, por su puesto, el volver a reconocer a Taemin. Cada día su historia se repetía en su cabeza como una película hasta llegar al punto donde estaban ahora. Lentamente acerco su mano a su mejilla tratando de sentir esa suave piel que su mente le decía que tenía, sin intenciones de despertarlo. Porque a veces le parecía demasiado irreal para ser cierto. Las yemas de sus dedos quemaron con su tacto, recordándole lo adictivo que era para él y lo enamorado que estaba “Taemin…” susurro en su mente, llenando cada espacio.

- mmmm – se removió el morocho entre abriendo sus ojos con una pequeña sonrisa en su rostro, feliz de verlo ahí, pero como siempre, luego de unos segundos esa expresión fue perdiendo fuerza hasta adquirir su típica expresión de desesperación. Esa que lo atacaba todas las mañanas y esa que sabia que no se iría fácilmente – Minho… - dijo casi como una súplica. El alto simplemente se limito a asentir, confirmando sus sospechas más horribles, logrando que el joven comenzara a llorar nuevamente. El castaño ya estaba acostumbrado a eso, siempre era lo mismo, Taemin despertaba angustiado por Donghae y siempre tenía que abrazarlo para poder calmar su llanto. Justo como en ese momento. El temblor del cuerpo de su novio era algo que lo destrozaba, pero sabia que si estaba con él en ese momento lentamente la angustia iría disminuyendo y podría retomar su día.

No supo cuánto tiempo estuvieron así, pero cuando la congoja comenzó a disminuir, el alto supo que era su señal para salir de ahí.

- ¿ya estás bien? – pregunto preocupado, el níveo solo se limito a asentir sin mirarlo, aun con las lágrimas cayendo por su rostro - ¿quieres ir al baño? –

- no… - contesto como un niño pequeño – ya tienes que irte – dijo señalando en la mesita de luz su reloj y era cierto, ya no le quedaba mucho tiempo para llegar al colegio.

- tienes razón – acepto fastidiado de no poder quedarse junto a él. Retiro las sabanas que lo cubrían recibiendo el frio de la mañana, directo en su piel desnuda y se levantó en busca de su ropa interior perdida la noche anterior. Taemin, aun en su estado, no pudo evitar deleitarse con esa escena que le brindaba, sus músculos tonificados parecían brillar sobre esa lisa piel canela que tanto le gustaba. Recuerdos del día anterior lo atacaron cubriendo sus mejillas de un ligero color carmesí – ¿quieres comer algo antes de que me vaya? – cuestiono colocándose su remera blanca, ignorando por completo el efecto que tenía sobre el morocho.

-no, está bien – respondió un poco más animado que antes – siempre corres como un loco al colegio por mi culpa, puedo comer solo – y le hubiera gustado que esas palabras sonaran con más fuerza, pero la verdad estaba tratando de convencerse más a él mismo que al otro.

- como tu quieras… yo no tengo problema en quedarme y luego ir – Lee sacudió rápidamente su cabeza.

- no Minho… está bien, te lo juro… ve al colegio, yo me hare algo, cuando nos queramos dar cuenta ya vas a estar de vuelta aquí – dijo con una sonrisa que no llegaba a iluminar su rostro, pero que logro convencer al alto.

- bueno… - acepto no muy convencido - pero si cambias de opinión por favor llámame, sabes que puedo salir de la clase cuando quiera – Taemin sonrió sintiendo la protección de su novio.

- Gracias, prometo llamarte si es necesario – el castaño termino de ponerse la ultima zapatilla, pero antes de tomar su mochila, se acerco a donde reposaba su amado y le dio un profundo beso.

- Sabes que te amo mucho ¿no? – hablo acariciando su mejilla, tratando de extender un poco más la sensación de sus labios sobre los suyos – no quiero que dudes de eso.

- También te amo Minho – respondió aspirando el perfume del chico que inundaba sus sentidos – realmente lo hago – El alto suspiro como tratando de tomar coraje y después de acariciar una vez más la mejilla del níveo se levanto de donde estaba y se fue hacia la puerta del cuarto.    

- Volveré pronto, trata de comer algo – El morocho sonrió

- Si, mamá comeré… te lo prometo – el castaño revoleo los ojos fingiendo molestia

- adiós – y dicho esto tomo su mochila y se fue de ahí.

Minho camino las cuadras que lo separaban de su escuela a paso ligero, no sabia exactamente que hora era, pero no debía faltar mucho para que empezaran las clases ya. Llego a la entrada y atravesó el campus mirando hacia ambos lados para ver si veía a Key. El lugar no estaba aun lleno, por lo que dedujo que era más temprano de lo que creyó.

- ¿te caíste de la cama? – pregunto una voz conocida a su espalda

- Hola Key… - contesto algo seco

- ¿Qué haces tan temprano? Ya estaba acostumbrado a guardarte tu asiento y echar a la gente

- me desperté antes -  respondió jugando con la correa de su mochila

- ¿Cómo sigue? – cuestiono una vez más

- Hoy estaba de mucho mejor humor, supongo que no falta tanto para que vuelva – dijo algo más animado, recordando que hasta un chiste le había dicho antes de que se fuera.

- qué bueno – agrego animado el moroco, mientras caminaban a su lugar favorito en las gradas.

El terreno poco a poco se fue llenando de gente, uno a uno los alumnos se fueron acumulando y cuando los chicos pensaron que ya era hora de entrar al salón, un grupo de chicos cercano a ellos comenzó a hacer alboroto por algo, Minho y Key buscaron con su vista para ver qué era lo que había llamado tanto su atención y entonces lo vio. Taemin estaba ingresando al campus con uno de esos jeans ajustados que tanto le gustaban al alto, una camisa desabrochada en los primeros botones, una campera de cuero y su acostumbrada mochila. Se había delineado sus ojos como solo él sabía hacerlo y había acomodado su pelo un poco hacia atrás dejando su frente al descubierto. El alto se paró cuando casi por reflejo quedándose mudo, parecía una estrella de rock salido de una película de los ochenta, pero lo que más llamo su atención no era su imagen ni que estuviera ahí aun cuando lo hubiera dejado en su casa casi llorando, sino que era esa actitud en su cuerpo. Desde que habían comenzado a salir jamás se había dignado a dirigirle más que un par de palabras en ese lugar y ahora se dirigía a él como un camión sin frenos y todos en el lugar podían ver como lo estaba comiendo con la mirada. Antes de que el castaño pudiera siquiera reaccionar el morocho ya se encontraba frente a ellos.

-Hola Key – saludo con una sonrisa entre alegre y burlona, Kibum asintió algo confundido, pero lo que siguió si que dejo a todos boquiabiertos

- hola bebe, ya estoy de regreso – y dicho eso Taemin se colgó del cuello de su novio y le comió la boca de un beso frente a toda la escuela. El murmullo generalizado se volvió ensordecedor, todos, absolutamente todos en ese lugar se habían detenido para mirarlos. Minho trato de responderle como pudo aun con el shock de lo que estaba pasando.

- ¿¡pero que ray… – comenzó a cuestionar el castaño cuando el beso termino, pero sus preguntas fueron más que ignoradas.   

- tenemos que apurarnos o vamos a llegar tarde – dijo sonriendo ante la reacción del joven, tomando su mano y arrastrándolo adentro del edificio.

- Taemin… Taemin… - llamo mientras entraban, pero nada –Taemin… Taemin… ¡TAEMIN! – grito cansado de ser ignorado.

- ¿sí? – respondió por fin el níveo haciéndose el inocente.

- ¿se puede saber que estás haciendo? – el semblante del menor se ensombreció por la forma que tuvo de decirlo y el alto lo noto – no lo mal entiendas… - acerco su mano a su mejilla para borrar ese semblante enojado – me encanta que estés aquí y que me hayas besado, solo que no lo entiendo. Hace media hora te deje en tu casa llorando pensando que no vendrías y ahora apareces y me besas delante de todos… jamás quisiste que el resto supiera de lo nuestro… ni siquiera te gustaba que te hablara en el colegio. Me pusiste hasta reglas de distancias-

- me canse de eso – contesto levantando sus hombros, indiferente – tu y yo somos novios ahora, no creo que debamos ocultarlo más – Minho estuvo a punto de quejarse, pero el níveo se acerco cerrando sus labios con su dedo - sé que no soy el más simple, pero tienes que admitir que no me lo hiciste fácil… - una pequeña punzada de culpa ataco el cuerpo del alto recordando todo lo que le había hecho al joven frente a él y todo lo que aún le ocultaba - tú también tuviste tus dudas con lo nuestro ¿o no? – el castaño asintió sintiéndose peor.

- no soy muy buen novio – respondió melancólico, recordando su pasado y como aun le mentía con respecto a su memoria.

- eres lo mejor que me pudo pasar Minho… no lo olvides – levanto su mentón para que lo mirara a los ojos – y quiero que todos lo sepan, solos eso – agrego sonriendo siendo imitado por el alto - ahora vamos a nuestro lugar, quiero ver la cara que ponen todos cuando vean que nos empezamos a sentar juntos de nuevo – Taemin lo arrastro nuevamente dentro del salón, animado, pero lo que él ignoraba era que el castaño estaba lejos de estar feliz como él, porque cada vez que estaban juntos una pequeña angustia lo invadía y esa culpa que había empezado como una sombra fantasmal, lentamente estaba creciendo hasta infectarlo todo.

Notas finales:

Y... les gusto el capitulo... recuerden llenar la encuesta ¿quieren que lo haga viajar por el mundo a Baekhyun o quieren que lo asiente en un lugar enamorado?

 

Besos Aerin


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