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ChoiLee del odio al amor (2min) por Aerin

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Notas del capitulo:

¡Buenos días mis bellos lectores!

Vengo con un nuevo capítulo, no saben lo mucho que me costo escribirlo, pero espero lo disfruten o por lo menos no golpeen nada mientras lo leen XD. Prometo que las cosas van a mejorar pronto, pero mientras tanto… aquí está el capitulo

Saludos Aerin

 

PD: sigo con la encuesta del futuro de Baekhyun ¿éxito en el exterior o amor en la ciudad? Y respondo porque vi algunas respuestas. No, no va a tener ambos.

Minho corrió las calles que lo separaban de su casa con el corazón en sus manos, estaba destrozado, aun sentía los ecos de la discusión que acababa de tener, sin poder creer lo que había provocado, porque era consciente de que había sido él el que había llevado esa conversación a ese extremo. Entro sin saludar a nadie y corrió para poder refugiarse en la soledad de su cuarto, no tenía ánimos ni fuerzas para hablar con alguien. Cerro la puerta tras de sí, tumbándose sobre ella, como si esta pudiera soportar el peso del dolor y la culpa que lo aplastaba “¿que hice?” se repetía una y otra vez, desesperado, quería volver el tiempo atrás y cambiar sus palabras, quería volver el tiempo atrás y decirle que no quería dejarlo, que lo último que quería en la vida era alejarse de él, pero era tarde y así como no podía volver el tiempo y hacer que la familia de su ahora ex volviera a la vida, tampoco podía retornar y cambiar sus palabras, porque había visto su mirada perderse en ese lugar obscuro cuando dijo que no era feliz con él, había visto el momento donde el corazón de Taemin se había roto y su confianza en esa relación se había destruido y aun así no había sido capaz de decirle que lo quería con él, que a pesar que la culpa lo aplastara cada segundo y que verlo era el constante recuerdo de eso, no tenerlo cerca era como el infierno para él “lo siento”. Lentamente se deslizo por la madera, dejándose desplomar por la angustia que lo envolvía en su espiral y una vez allí, solo y sin nadie que lo juzgue, las lágrimas pudieron salir con libertad.

Esa noche, las pesadillas invadieron la mente del alto. El viento y la lluvia comenzaron a azotar poco después de que él llegara a su hogar y no habían cesado en ningún momento, como si el clima se confabulara con su suerte. En sus sueños vivía una y otra vez sus peleas con Taemin, las de ahora, las del pasado, las de siempre y de cada una de ellas se despertaba exaltado y angustiado y lo peor era que el tiempo parecía hacerse detenido, porque las horas no pasaban entre pesadilla y pesadilla y para poder detener ese bucle decidió quedarse despierto, pero eso fue mucho peor, porque su mente que parecía castigarlo cuando estaba inconsciente, en la conciencia era mucho más cruel, recreando extractos de su ruptura, imaginando como debía estar el níveo en ese momento, sintiendo el terror frente a esa tormenta que, aun ahora, seguía haciéndolo temblar y recordando que él no era el único que les temía.  Finalmente, como un rayo de esperanza la tortura termino, la tormenta acabo, el sol comenzó a asomarse y el reloj marco la hora de despertar.

Se bañó rápidamente y salió, sin ánimos de cruzarse con su familia que le pediría explicaciones de su presencia allí, más cuando sabían que esa noche se suponía se quedaría a dormir en la casa de su ahora ex novio. Camino como zombi las cuadras desoladas que lo conducían a su colegio, no estaba seguro de si vería al morocho ese día, considerando lo que había pasado entre ellos, pero no perdía la esperanzas de que fuera y poder aclarar las cosas. Se había equivocado, lo había pensado toda la noche, una y otra vez y lo único en lo que había estado de acuerdo su mente era en eso. Sabía que lo había lastimado en más de una oportunidad y más de lo que alguien podría soportar, sabía que una parte de él jamás lo iba a poder perdonar, porque aun cuando su corazón fuera noble y justo, él le había arrebatado algo demasiado importante e irremplazable y eso jamás lo iba a cambiar, pero también sabía que Taemin lo amaba y que él no podía vivir su vida lejos suyo, porque su mundo giraba alrededor del níveo y si tenía que ser egoísta una vez más y suplicar para poder volver a su lado, lo haría.

Cuando llego el lugar se encontraba vacío, era demasiado temprano aun y solo algunos profesores habían llegado. Su corazón se agitaba por la ansiedad de encontrarlo, ensayando en su mente lo que podría decirle, tratando de encontrar algún buen argumento para que lo perdonara y deseando con desesperación que todo volviera a ser como antes, que entrara por esa puerta y lo saludara con un beso como siempre, pero sabía que eso no pasaría y lo destrozaba. Con el correr de los minutos el lugar se fue llenando y poco a poco las esperanzas de que viniera se fueron muriendo.

-Hola – lo saludo Kibum acercándose a su sitio habitual en las gradas

- Hola – le respondió el alto aun ensimismado en sus pensamientos, tratando de contener el dolor en su pecho que se había vuelto parte de él desde la noche anterior.    

-¿Qué raro que llegaras tan temprano y sin…? - pero sus palabras quedaron en el aire cortadas por su amigo

- Taemin – susurro parándose de donde estaba cuando lo vio entrar con la cabeza gacha. Cruzo el patio tan rápido que en menos de medio minuto ya estaba frente a él.

- Hola – dijo más como una súplica que como un saludo. El joven delante de él no levanto su vista, tomo con más fuerza los libros que sostenía contra su pecho y lo esquivo. El castaño tardo unos segundo en reaccionar a lo que había hecho, porque no lo había esperado. Rápidamente volvió a colocarse en su camino tratando de frenarle el camino - ¿podemos hablar? – cuestiono mientras el chico buscaba una nueva forma de evitarlo, aun sin levantar su rostro y volviendo a lograrlo. El alto nuevamente se puso en su camino, no pensaba rendirse tan fácilmente – TAEMIN – grito cansado de ese juego que le imponía el menor

- ¡¿QUE?! – inquirió levantando por primera vez su mirada, ya harto de que no lo dejara en paz, cuando el día anterior había sido claro en que no quería que le volviera hablar y menos que dijera su nombre. Sus ojos estaba hinchados, y por más que se había puesto una capa de maquillaje, el alto sabia mejor que nadie como se veía su rostro cuando lloraba.

- Necesito que hablemos – respondió sintiendo la culpa y la angustia de haberle provocado eso.

- No hay nada de qué hablar, ayer fuiste claro – hablo cortante desviando su mirada a un costado, no estaba enojado, estaba triste. Minho se acercó inconscientemente tratando de alcanzarlo con sus manos como miles de veces había hecho cuando lo veía así, pero grande había sido su error cuando en vez de ser recibido como siempre, un Taemin asustado y furioso apareció. La reacción de su cuerpo había sido instantánea, se erizo y su mirada que ahora volvía a cruzarse con la suya estaba cargada de odio y desconcierto – ¿QUE MIERDA TE CREES QUE ESTAS HACIENDO CHOI? – grito haciendo que más de una persona se diera vuelta a verlos, porque si les había costado acostumbrarse a verlos como pareja, verlos discutir era algo aún más raro. Pero a ellos no les importaba el qué dirán, y menos en ese momento que lejos de enterarse de lo que pasaba a su alrededor parecían estar en una guerra interna donde el más mínimo error los llevaría directo al desastre.

- Yo… - tartamudeo el castaño entendiendo su equivocación y tratando de enmendarlo – lo siento yo solo…

- No vuelvas hablarme ¿Tan difícil de entender es eso? – cuestión cortante mientras volvía a apretar sus libros con fuerza y volvía a esquivarlo para entrar al edificio.

El alto se quedó por unos segundos donde estaba, petrificado, tratando de procesar lo que había pasado, sabía que se había equivocado y que Taemin no estaría igual que siempre y hasta que lo trataría mal, pero nunca se esperó eso. Lo había enviado a volar, recordándole los viejos tiempos, cuando no se soportaban, pero esto era peor. Mucho peor. Las personas a su alrededor poco a poco volvieron a sus actividades cuando se dieron cuenta de que eso no iba a seguir, dejando a un perplejo Minho solo.

Cuando entro a su salón lo primero que hizo fue buscar al níveo con la mirada, sabía que iba ignorarlo, sabía que no lo quería cerca, pero ya era prácticamente un reflejo para él hacer eso, porque siempre estaba pendiente de él. No tardo nada en encontrarlo, ese día como ningún otro, se había cambiado de lugar, robando el asiento al final del aula junto a la ventana. Sus amigos se encontraban cerca de él riendo y jugando, pero el parecía ignorarlos, porque su mirada estaba fija en el exterior. Quiso ir con él, todo en su cuerpo le quemaba por acercarse, pero sabía cómo sería recibido y se arrepintió. Lentamente y sin sacarle la mirada de encima, se aproximó a su viejo lugar junto a Key, pero antes de sentarse vio como una lagrima rebelde se le escapaba y era borrada rápidamente por la mano veloz de Taemin. El timbre sonó y el primer profesor llego, Minho no presto atención a la clase, su mente y sus emociones estaban destinadas a una sola persona y aun cuando varias veces se dio la vuelta para verlo, este seguía siempre en la misma posición, ignorándolo y dejando escapar algunas lágrimas cuando nadie lo veía. Las clases habían sido una tortura y a pesar de que había engañado a todos con su indiferencia, en cuanto sonó el timbre del receso, Taemin fue el primero en pararse y salir del salón, como si el aire que respirara ahí adentro le quemara.   

-Choi idiota Minho ¿Qué hiciste ahora? – pregunto el de mirada felina mientras sus últimos compañeros salían del lugar.

- No estoy de humor ahora Kibum... Vete – le respondió casi como un zombi, tratando de contener esa angustia que ahora se hacía más grande y oprimía su pecho de tal forma que no sabría cuánto aguantaría sin llorar también.

- Ohhh nada de eso – sentencio su amigo - ¿Dime qué pasó? ¿Porque te peleaste con Taemin?

- Es una larga historia – contesto desanimado, tratando de hacer desistir al morocho.  

- Tengo tiempo – aclaro rápido sin quitar su mirada de encima

- Ya Key... De verdad no quiero hablar – le dijo casi suplicando que lo dejara en paz, pero él lo conocía, casi mejor que ninguno y aunque le dijera que se vaya, en realidad necesitaba hablar.

- Entonces dime y me iré – hablo poniendo su mejor sonrisa, pero esta no era de burla, había ternura y comprensión en ella.

- Termine con él ¿feliz? – las manos del de mirada felina fuero directo a su boca tapándola, porque nunca pensó que le diría eso, no cuando él, mejor que nadie, sabía lo fuerte que era su relación.

- ¡No lo puedo creer! ¿De verdad terminaste? ¿Pero porque? ¿Pensé que ustedes se amaban? – vomito las preguntas una tras de otra casi sin poder pensarlas, porque estaba en shock. 

- No todo es como parece – contestó, recordando todo lo que su amigo desconocía de su historia, todo lo que ignoraba y todo lo que hacía semanas quería decirle, pero aun sentía que no le correspondía.

- Pero ustedes lo parecían… - hablaba negándose a creer lo que le decía, se había autoconvencido tanto tiempo que lo que ellos tenían eran únicos e inseparables, que ahora le dijera eso hacía que todas sus creencias se tambalearan - Yo los vi, ustedes se amaba. Dime qué pasó... – exigió sintiendo que había algo más, algo que no le estaba diciendo y que por alguna razón sentía tenía que ver con él. Porque Kibum no era tonto y había notado la actitud de su amigo en el último tiempo, pero le había dado espacio, sabía que estaba pasando por muchas cosas con Taemin y que cuando se encontrara mejor le diría, pero ahora no estaba tan seguro con que le fuera a contar y ya no quería darle más espacio, necesitaba que le dijera que pasaba y porque tenía esos cambios de humor repentinos.

- Vete Kibum – hablo cansado, lo único que quería era quedarse solo y llorar, pero él era insistente y cuando se le metía algo en la cabeza no había forma se sacárselo

- Minho... –

- Recupere mi memoria... ¿está bien? Recordé quien era Taemin y porque me odiaba – dijo aún demasiado enojado consigo mismo por haberlo olvidado y más cuando pensaba que había sido por un mal entendido.

- ¿Y solo por eso lo dejaste? – cuestiono el morocho que no entendía como el muchacho podía rendirse tan rápido, solo por eso.

- No es tan simple...

-Creo que realmente eres el chico más tonto que conocí en mi vida. Tú lo amas, él te ama. ¿Porque no están juntos? – cuestiono tomando a la ligera los problemas del pasado de ellos dos.

- ¿Porque no formalizas con Jonghyun? –ataco cansado de que lo juzgara “Touché”

....

-Ves... No siempre es tan fácil –

- Ninguno de los dos tiene padres que prohíban su relación – contesto sintiéndose nervioso por tocar un tema muy sensible para él.

-No... – una risa irónica invadió su cuerpo, sin que el morocho entendiera lo que pasaba- Él no tiene familia por mi culpa solo eso... – respondió cínico, sintiéndose atravesado por sus propias palabras. 

- ¿De qué hablas? – cuestiono ahora más preocupado que antes, porque las acusaciones que hacía eran muy grabes.

- De eso... Me vas a preguntar de todas formas... – espeto revoleando los ojos, rendido a ese interrogatorio que tarde o temprano tendría que responder y que ya no tenía tantas ganas de postergar - ¿Recuerdas cuando llegaste al colegio? ¿Cuándo nos hicimos amigos?

- Si – contesto el de mirada felina sin entender que tenía que ver todo eso con su pelea y la muerte de la familia del níveo.

- Bueno... En ese momento Taemin estaba en el colegio

- Si eso ya lo sé, pero no lo recuerdo – hablo tratando de buscar en sus registros mentales, pero fallando como siempre-

- Si lo recuerdas... Solo que no lo sabes... –

-¿Qué?...

-Recuerdas ese niño raro del otro curso... Ese que se la pasaba durmiendo en los árboles

-El chico de los árboles – dijo acordándose del apodo del niño al cual había atormentado de pequeño

- Si ese – insinuó, viendo como la cara del morocho se iba descomponiendo poco a poco.

- No me digas que...

- Si... Ese era Taemin – como un balde de agua fría miles de imágenes del pequeño aparecieron en su cabeza, miles de escenas donde lo había molestado o maltratado, miles que quisiera modificar, pero no podía.

- ¡Diioooos! ahora entiendo por qué me odia – hablo perdiéndose en esas memorias, en la cara de ese inocente pequeño que de repente comenzaba a parecerse cada vez más al joven de ahora.

- Y hay más... – dijo cansado de lidiar con ese peso él solo, porque a pesar de que sabía que habían sido sus actos los que desencadenaron el desastre, el morocho había sido parte de todo eso y tenía derecho a saberlo.

- ¿Que? – cuestiono nervioso por el tono lúgubre que tomaba la conversación, porque Key ya se sentía culpable por lo que había pasado el día de la muerte de Donghae y ahora saber que lo había atormentado durante años empeoraba mucho las cosas.

- Recuerdas ese día que me iba a quedar en tu casa y mi mamá me vino a buscar enojada – lo recordaba, le hubiera gustado decir que no, pero si lo hacía, porque nunca había visto así a la madre del alto, ella era siempre muy buena con ellos, pero ese día parecía otra persona.

- El día que dejaste colgado a ese chico – dijo recordando la discusión con Luna y razón por la cual no se había quedado.

- Bueno, en ese momento te dije que era el hijo de una amiga de mi mamá, y no mentí, pero la verdad era que si era mi amigo y era Taemin... – las escenas de ese día de lluvia se atravesaron como un relámpago, las preguntas sobre el niño, el enojo de Luna, el pequeño llorando, la corrida y la enfermedad de su amigo después de eso.

- Eso quiere decir... – sus ojos comenzaron a aguarse porque ahora la historia de Taemin y de ese niño se hacían una y si sus cálculos eran correctos ese día habían pasado muchísimas más cosas que simplemente un niño triste porque su amigo lo rechazara.

- Si, el día del accidente de su familia, Taemin iba a quedarse conmigo, pero como me quedé contigo viajo con su hermano y ellos tuvieron que volvieron de noche...

 - Entonces si tú no hubieras venido a mi casa... – las palabras quedaron en el aire por el nudo en la garganta que ahora lo afectaba. Porque no podía decir que ahora fuera amigo del níveo, pero después de tantas cosas vividas, se había ganado su cariño y saber que él mismo había sido causante de sus desgracias le rompía el corazón.

- Exacto... Si no hubiera estado contigo, él se habría quedado conmigo – dijo dolido, recordando cómo le había fallado una vez más.

- y no habría habido accidente… - completo sintiendo el peso de la responsabilidad de sus actos - Soy el culpable – hablo aterrorizado, sintiendo un escalofrió recorrer su cuerpo.

- No Key.... Es culpa mía, yo fui el que se quiso quedar, el que se olvidó – pero el morocho no estaba tan de acuerdo, él había presionado eso y lo recordaba. Él quería lejos a ese chico y se había alegrado cuando se había ido “Dios… ¿que hice?”

- Pero fue mi culpa... – dijo sin poder explicar lo que había pasado, su pecho se aplastaba entendiendo ahora su forma de actuar cuando lo había conocido, porque estaba obsesionado con él y porque a pesar de que lo hubiera intentado nunca lo había aceptado - Yo... No puedo creerlo – hablo, helado por la nueva información.

- Key... – interrumpió tratando de sacar a su amigo de ese trance que conocía mejor que nadie. Le había pedido que hable, pero ahora comenzaba a arrepentirse.

- Minho... ¿Hace cuánto recuperaste la memoria? – cuestiono comenzando a analizar las actitudes de todos. Taemin, Luna, Onew y ahora Minho, todos lo habían visto de la misma manera, con ese brillo de desprecio en sus ojos y nunca habían entendido por qué. Todos lo habían hecho a un lado en algún momento y aunque se hubiera esforzado para volver a integrarse, nunca lo había logrado y ahora entendía la razón. Porque su vida había sido perfecta hasta que apareció Taemin y al principio lo odio pensando que él era el culpable, pero ahora se daba cuenta de que no, que el mismo lo era y que todos lo habían podido ver menos él.

- Desde la muerte de Donghan – y entonces todo tomo sentido, su distanciamiento, sus miradas de odio, sus silencios cuando le decía que no debía tratar así al morocho. Todo.

- ¿Y no me dijiste nada? ¡Dejaste que le hablara como un idiota y no me dijiste nada! – porque, aunque no fueran amigo, Kibum lo había intentado, realmente había intentado acercarse a Taemin y en más de una oportunidad solo había recibido negativas o consternación y ahora todo tenía sentido – ¿tienes idea todo lo que le hice? ¿la cantidad de veces que intente hablar con él? Y todo este tiempo… no puedo creerlo… - se paró de su asiento tratando de tranquilizarse, pero los pensamientos iban y venían repasando cada una de sus acciones en todos esos años – me odia Minho, le arruine la vida – hablo rápido sintiéndose una basura.

- no creo que te odie Key… no me odia a mi – dijo indiferente sabiendo que si alguien se merecía su rencor era él.

- él te ama Minho, no me hagas reír – el morocho miro el espacio vacío de Lee sintiendo como su estómago se revolvía por el asco que le causaba pensar todo lo que le había hecho a ese pobre chico – tengo que salir – dijo alejándose del alto – no soporto el aire de este salón – y antes de dejarlo decir algo más, se fue dejando a un Minho aún más desolado. 

Los siguientes dos días no habían sido muy diferentes, el castaño intentaba acercarse al níveo y este lo mandaba a volar o simplemente lo ignoraba, por eso el estar ahora parado en ese salón lo ponía muchísimo más nervioso.

-De verdad, creo que debería irme – acoto por décima vez el alto nervioso

- No seas tonto Minho, no puedes irte, tienes que venir a clase, ya faltaste mucho cuando paso lo del hermano del profesor Lee, no puedes irte ahora – lo volvió a retar Baekhyun que a pesar de siempre tener mucha paciencia comenzaba a molestarse.

- Es que va a echarme de todas formas, hace tres días no me habla – insistía moviendo su cuerpo de un lado a otro

- Con más razón debes quedarte, ya te dije que tienes que insistir – le aconsejo terminando de ponerse su calzado.

- Pero no quiere hablarme ¿Qué no entiendes que lo arruine? – y su paciencia llego a su límite, porque realmente apreciaba a su amigo y entendía porque estaba así, pero a veces llegaba a ser insoportable y en este momento lo estaba siendo.

- ¿¡Qué no entiendes que si no te habla es porque no le eres indiferente!? – hablo brusco arrepintiéndose en el acto - Vamos Minho, ya falta muy poco para los exámenes y él es tu profesor, no puedes huir.

- Si puedo, me va a echar de todas formas – rápidamente tomo su bolsa con sus zapatillas que no había alcanzado a ponerse e intento salir de ahí, pero cuando estaba por llegar a la puerta Lee apareció por ella con su ya habitual cara de mal humor. Miro por unos micro segundos al alto antes de esquivarlo y entrar como si eso nunca hubiera pasado.

- Buenos días – saludo dejando sus cosas al lado del reproductor de música – como la mayoría ya debe saber, faltan menos de un mes para los exámenes finales, de admisión y las presentaciones a las becas. Ustedes por realizar este curso están exentos del examen de admisión a la academia, pero aun así mi recomendación personal es que se presenten a los tres. Muchos de sus profesores no se los deben decir, pero la chance de que aprueben el curso es baja, pero no lo es el que aprueben la admisión con la preparación que recibieron. También saben que deben preparar una presentación, la mayoría ya la debe tener en proceso, pero en caso de que no sea así, comiencen o no van a llegar. Recuerden que hay tres cosas que van a estar evaluando, su técnica, su potencial y su lado artístico, así que no tengan miedo de mostrar algo nuevo y si tienen dudas pueden consultar conmigo que les hare saber mi opinión – un murmullo generalizado se formó en el ambiente – bueno, bueno – hablo tratando de aplacarlo – empecemos con la clase – todos los presentes comenzaron a ubicarse en sus lugares, todos menos uno - ¿se puede saber porque no estás preparado Choi? – inquirió Lee fulminándolo con la mirada, el alto intento responder, pero las palabras no salían. El níveo revoleo los ojos restándole importancia – rápido que no tenemos todo el día – Los jóvenes se movieron rápido y comenzaron con el calentamiento. Después de varias clases con él, ya no tenían los mismos problemas que al principio, pero aun así siempre interrumpía la practica porque alguien no lograba obtener la forma correcta - Chicos presten atención a las extensiones – grito por encima de la música, cinco minutos después nuevamente les llamo la atención - cuidado la postura – hablo nervioso, pero viendo que no obtenía la respuesta correcta apago la música – ¿tengo que repetirles los riesgos de una mala postura en el calentamiento? Vamos a hacerlo de nuevo – un bufido general se escuchó en el salón y por suerte esta vez lograron terminarla con éxito. Luego pasaron a la parte de baile. Ellos como grupo debían presentar una coreografía y Lee estaba especialmente ansioso con ese desempeño - ¿Qué les pasa hoy? – cuestiono malhumorado, todos se observaban entre ellos tratando de encontrar el problema. La música volvió a cesar – háganlo de nuevo – pidió con su mirada seria poniendo la música - De nuevo

- ¿Minho que te pasa? – pregunto Baekhyun por lo bajo a su amigo que parecía no poder concentrarse en la clase, su mirada estaba perdida y se notaba que el nerviosismo no lo dejaba hacerlo correctamente

- De nuevo – grito la voz por encima de la música y al finalizar volvió a pedir que lo repitieran.

- ¡CHOI! ¿Qué rayos te pasa hoy? de nuevo solo – hablo dirigiéndose personalmente. El alto lo fulmino con la mirada y comenzó a hacer el baile.

- otra vez – demando ansioso el níveo, mientras el castaño volvía a realizar una performance pobre - Otra

- esto es una mierda – se quejó el joven ya arto de repetir lo mismo tantas veces, porque nunca había tenido problemas con su clase y si estaba haciéndole eso era porque no lo quería ahí y si era así, era mejor que se lo dijera a que lo estuviera torturado así.

- CHOI – grito el profesor indignado por su forma de dirigirse a él.

- ¿QUE? – cuestiono ya arto del trato

- no me hables así – exigió serio, pero el joven estaba cansado, después de dos días de rogarle hablar que viniera ahora de la nada y lo atormentara con su clase lo exasperaba.

- ¿Cómo quieres que te hable si nada de lo que te digo está bien? – cuestiono desesperado y angustia

- afuera del salón, ahora – demandó enojado señalando la puerta y siguiéndolo para poder conversar – ¿qué rayos te crees que estás haciendo? – inquirió el morocho consternado por la situación

-trato de tener una clase – hablo irónico

-si no quieres estar aquí vete, pero no puedes hacerle perder el tiempo así a tus compañeros – lo reto tratando de hacerle entender que no podía continuar con su actitud

- ¿ahora te preocupan mis compañeros? – hablo burlón, sintiendo la espina de su propia ironía

- ¿crees que me hace feliz tener que venirte a dar clases? – cuestiono furioso y aunque no lo admitiera, eso realmente le había dolido. Porque el castaño guardaba esperanzas que muy adentro suyo Taemin aun lo anhelara como él lo hacía, pero esas palabras habían matado sus ilusiones.

- si tanto te molesta puedo dejarlo – respondió indiferente tratando de aparentar fortaleza, una que no tenía.

- no digas idioteces Minho ¿cómo vas a dejarlo? – y si con sus anteriores palabreas había matado su ilusión con estas la volvía a revivir, porque tal vez el níveo no se hubiera percatado, pero ese “Minho”, no había pasado desapercibido para el alto. El primero después de su pelea.

- ¿no es el único lugar para estudiar actuación sabes? – trato de tentar a su suerte, viendo las reacciones en el cuerpo del menor y como aun sin mirarlo su cuerpo se alteraba por la idea de que se fuera.

- deja de decir estupideces y concéntrate en la clase – lo reto escondiéndose en su figura de profesor, esa que usaba para que la gente no llegara a él.

- ¿eso significa que sigues siendo mi tutor? – el corazón en su pecho se agitaba ferozmente, como si su vida dependiera de esa respuesta.

-no me encanta la idea, pero sigues siendo mi alumno. Cuando empezó esto entre nosotros te dije que no iba a dejar que se involucrara con nuestras clases – “nosotros” aun cuando hablara en pasado el alto se relamía en esas bellas palabras, aferrándose nuevamente a su esperanza.

- ¿entonces solo me hablas porque es tu obligación? – cuestiono nuevamente inseguro, no quería presionar, pero necesitaba una respuesta, aun cuando esta le doliera.

- si Minho, te dije que no quería volver a hablarte, fuera de estas clases las cosas no cambian entre nosotros – y nuevamente la angustia aplasto su pecho. Quería reclamar, quería decirle que no era justo y que él no quería solo eso, que, aunque la ansiedad lo matara, había puesto sus esperanzas en esta clase.

- Taemin… - intento de acercamiento obteniendo nuevamente el rechazo en su cuerpo.

- tenemos una clase que continuar – respondió frio y cortante y antes de dejarlo decir algo más ingreso al salón junto a sus otros alumnos.

- ¿Pelearon? – cuestiono el hombre delante suyo

- Si – contestó el joven molesto, había intentado todo durante esa semana y nada había funcionado.

- ¿Cómo te sientes al respecto?

- Estoy molesto – hablo irritable, harto de intentar hablar con el menor y que no le dirigiera la palabra – Ya intenté de todo para que me escuche, pero nada parece funcionar.

-  Tal vez necesita tiempo – sugirió el mayor anotando un par de cosas en su libreta.

- Usted no entiende, yo le dije cosas sin pensar y ahora no me habla

- ¿fueron cosas sin pensar Minho? – pregunto esperando la reacción de su paciente – durante más de un mes me dijiste que te sentías culpable y que la relación te angustiaba.

- si, pero se supone que eso no debía decírselo a él – hablo molesto con él mismo

- ¿Por qué no? – inquirió mirándolo atentamente.

- porque se supone que yo debía contenerlo, que yo debía ser fuerte y lo único que hice fue herirlo más – dijo furioso.

- ¿no es eso demasiado para una sola persona? -

- El hizo mucho más por mi que simplemente eso – se recrimino nuevamente en su cabeza.

- ¿Y te gustaba que lo hiciera? – “no” su mente respondió antes de que el pudiera decir una palabra, porque había odiado que aguatara todo eso solo

–…

- Minho… ¿te sentías bien cuando el te ocultaba cosas?

- No… - admitió a regañadientes

- ¿y porque piensas que eso era lo que él quería? – silencio otra vez

- …

- ¿Por qué crees que callarse era la mejor opción?

- porque eso funcionaba… - hablo abrumado, estaba tan decepcionado de él mismo en ese momento, que quería gritarse – porque mientras me mantuve callado, la relación continuó y él estaba bien.

- ¿funcionaba para ti? – cuestiono poniéndolo en jaque - ¿no crees que tu impulsividad y la culpa tuvieron un poco que ver en esto? – pregunto tratando de presionar a su paciente, pero el alto era obstinado.

- La culpa y mi impulsividad no tienen nada que ver – hablo testarudo – Yo solo tenia que cuidarlo y no lo hice. Además… si fue mi culpa, porque debería dejar de sentirme así… lo merezco – hablo cínico, reafirmando sus creencias.

- ¿Realmente crees que culparte soluciona algo? – “si” fue la rápida respuesta de su inconsciente, pero no podía decirlo.

- nada puede arreglar lo que paso… nada puede solucionarlo

- ¿y no crees que seria mejor tratar de ver porque te sientes así? ¿trabajar sobre lo que sientes? – pero ninguna respuesta llego, porque Minho necesitaba aferrarse a eso, necesitaba sentir el dolor para poder sentir que pagaba, aunque sea un poco de lo que había causado.

Casi dos semanas ya habían pasado desde su separación y las cosas no habían cambiado mucho, Taemin seguía ignorándolo y solo se comunicaba con Minho los justo y necesario durante las clases y los ensayos. Tanto Baekhyun como el alto habían completado sus presentaciones, así que las practicas eran más esporádicas y solo se concentraban en correcciones y sugerencias. El castaño había seguido con su plan de reconciliación, pero la respuesta siempre era la misma. Indiferencia. En cuanto a Key las cosas se habían vuelto aún más raras, las conversaciones entre ellos casi no existían y se pasaba los días ensimismado en su mundo. Ya era jueves al mediodía, la mayoría de los estudiantes se encontraban repasando para los exámenes de fin de curso en la cafetería y en los salones, pero él no. Ya conocía los temas de memoria y lo único que pretendía era poder comer su hamburguesa en paz sin tener que evitar a cierto castaño que no perdía oportunidad para tratar de hablarle.  

-Hola… - escucho una voz vacilante, en un principio cuando sintió los pasos acercarse pensó que se trataba otra vez de Choi, pero ahora que escuchaba quien era se daba cuenta que había juzgado demasiado rápido

- Hola… - respondió intrigado e indeciso. Una parte de él quería levantarse e irse, porque casi un noventa por ciento de su ser estaba seguro de que era enviado como un mensajero, pero el diez restante no estaba tan seguro y no quería actuar injustamente antes de saber porque venía justo él a hablarle.

- Parece que todos te arruinamos un poquito de la vida – hablo apagado. Taemin tardo unos segundos en comprender a que se refería, pero de repente el distanciamiento entre ellos y las miradas penetrantes que le enviaba el de mirada felina no resultaron tan extrañas.

- yo no diría eso – contesto volviendo su atención a su comida

- Yo sí... – afirmo mientras prácticamente se desplomaba a su lado, sentándose en ese banco que había sido su refugio del mundo los últimos días.

- ¿Choi te conto? – inquirió tratando de restarle importancia

- Si… - contesto quedado

- Idiota – espeto perdiendo el apetito que hacía unos minutos lo había atacado.  

- ¿Y cuál es tu idea ahora? ¿Tomar venganza, matarnos uno a uno, torturarnos? – las preguntas parecían ser dichas como si pesaran, pero a Lee esto no hacía más que causarle gracia.

- jajaja ¿Eso parece no?... – cuestiono sin esperar una respuesta realmente. Por años había codiciado e incluso un poco temido a esta discusión, pero ahora que por fin llegaba, no se sentía tan mal como pensaba. Las cosas eran muy distintas a como él había imaginado que serian y eso hacía que pusiera las cosas en perspectiva -  Pero no... No vine por venganza, aunque me esforcé por molestarte bastante – reconoció rememorando todos esos momentos donde lo había acosado.

- Lamento todo lo que te hice... – se apresuró a disculparse Kibum - Se que nada de lo que te diga ahora hará que te sientas mejor o que las cosas sean diferentes, pero realmente lamento lo que te hice... Yo, no sé en qué estaba pensando – los ojos del joven comenzaron a cristalizarse y aunque intentaba disimular, su voz reflejaba lo quebrado y culposo que estaba por dentro. Taemin había soñado con ese momento cientos de veces, el momento donde Minho lo entendiera y recordara, el momento donde Key se disculpara, pero ahora que veía lo angustiados y dolidos que estaban todos por culpa de ese episodio de su vida, ya no estaba tan seguro cuál era su deseo. 

- Estabas celoso... Tenías miedo, es normal – hablo tratando de parecer indiferente.

- De verdad lo siento mucho – repitió, pero él no quería escucharlo. Hacía tiempo que había superado su odio y lo último que quería era que le recordara que podía depositar su vacío en alguien más. Porque no era verdad, la culpa y la venganza no lo habían ayudado a estar mejor, solo lo habían dejado más solo, atrapado en un pasado que no podía cambiar.

-Kim... ¿Crees que después de todo lo que viví puedo pensar así de ti? – cuestiono sintiendo lo absurdo de la suposición - eres la diva más egocéntrica y molesta que eh conocido en toda mi vida, pero no eres nada tonto, no me hagas empezar a pensarlo – agrego fastidiado 

- ¿Qué vas a decirme, que nunca me culpaste? – cuestiono sagas, sabiendo que esa era pregunta que no podía negar, porque lo había visto en sus ojos.  

- Oh sí claro que lo hice y te odie, te odie mucho, pero me di cuenta qué odiarte no me hacía sentir mejor – hablo dejando su hamburguesa a un lado y compenetrándose con esas sensaciones que, aunque quisiera reprimir, estaban ahí, porque, aunque quisiera ser fuerte estaba herido y ser justo en esa situación, era una tarea titánica para él “culparlo no te va a hacer sentir mejor Taemin”.

- ¿Entonces qué era lo que buscabas? ¿porque volviste? – los ojos del níveo comenzaron a aguarse, había pasado tanto tiempo desde que había vuelto y tan poco al mismo tiempo, que le parecía extraño tener que hablar de sus expectativas y sus pensamientos de ese entonces.

- Esa es una buena pregunta... – reconoció tratando de adentrarse en lo profundo de su ser -  hay tantas razones – por unos segundos ninguno de los dos dijo nada, permitiéndole al morocho ahondar en sus raíces, en esas que lo habían traído ahí nuevamente – creo que lo necesitaba – reconoció pensando por primera vez de esa forma en sí mismo - Extrañaba mi casa, extrañaba mi barrio, extrañaba mis amigos, quería conocer a Onew – una pequeña sonrisa de felicidad se dibujó en su rostro -  pero sobre todas las cosas… Hae lo quería y no podría decirle que no a nada que me pidiera. Él era lo más importante que tenía – suspiro liberando el cansancio de una larga travesía realizada.

- ¿Y qué vas a hacer ahora? – pregunto con genuina intriga y preocupación. Era la primera vez que tenía una charla tan larga, pero sacando todos sus problemas y sus amores encontrados, los dos no eran tan diferentes y tal vez en otro mundo, ellos podrían haber sido amigos. 

- No lo sé... – admitió sintiéndose perdido - Las cosas tenían sentido cuando él estaba cerca, pero ahora que se fue... – una mueca de desagrado se formó en sus labios - No logro encontrarlo en ningún lado, como si me hubieran arrancado una parte de mí que jamás va a ser igual – hablo mirándolo a los ojos por primera vez desde que habían comenzado a dialogar

- ¿Tal vez es porque estar aquí te recuerda que viniste por él? – y le hubiera gustado que sus palabras sonaran más erradas, pero no lo eran, porque todo lo que había hecho en su vida había sido por Hae y por Minho y ahora no tenía a ninguno de los dos.

-Puede ser... – analizo sincerándose con él de mirada felina - Al principio quise ser fuerte y me refugie en… - el nudo en su garganta no lo dejo hablar con fluidez - me refugie en Minho, pero ya no sé si es tan buena idea. El necesita entender un montón de cosas y yo también – reconoció suspirando desanimado.

- ¿No vas a darle una oportunidad? – cuestiono el joven preocupado.

- Le di miles… pero siempre vuelve a confundirse – su cabeza bajo sumiéndose en la pesadez - tal vez debería darme cuenta de que lo nuestro no funciona -  hablo desesperanzado

- ¡Pero si funciona! – interrumpió el muchacho alterado, sorprendiendo a Lee que jamás hubiera esperado esa reacción de él - Nunca había visto a Minho así. Cuando está contigo pareciera que todos desapareciéramos y solo quedaran ustedes dos. Minho jamás miro a nadie como lo hace contigo – y aunque no lo quisiera una parte de su ser aun dolía por eso.

-Y aun así se confunde… - retrucó el menor dejando un poco de lado la pesadez y depresión para hablar desde su propia impotencia - ahora cree que es culpable de todo lo que me paso… - dijo tratando de encontrar un aliado en su interlocutor y recordando el inicio de su charla - y por lo visto tú también – rio y negó resignado desviando la mirada - ¿Porque están todos tan obsesionados con la culpa? Mi vida es un asco, lo admito, tal vez no fueron los más brillantes en ella, pero lo que le paso a mi familia fue un accidente. Se que en un principio hasta yo intente buscar un responsable, pero la verdad es que no me interesa seguir buscándolo. Las cosas son así… que tú y Minho se sientan mal no va a devolverme a mi mama y mi hermano

- pero… ¿Y cómo te trate? sé que te fuiste por cómo te trate – replico desesperado, como si intentara que el otro lo castigara por algo.

- ¿Crees que eres tan poderoso como para hacer eso? – una nueva risa inconsciente salió de sus labios, pero esta no era de felicidad, era de ironía - Lamento infórmate que no tienes tanto peso en mi vida. Si, fuiste un asco, pero no me fui por eso, si me fui por algo era por lo que paso con mi mamá y por Minho y aun así no es su culpa. Tú crees que volví para castigarlos, pero la verdad es que cuando volví ya los había perdonado, incluso a ti – y nuevamente sus miradas volvieron a encontrarse.

- Pero no lo merezco – suplico liberando esas lagrimas que ya no podía contener. Pidiendo porque por lo menos lo odiara para que así pudiera sentirse mejor.

- Pero yo si… - respondió el menor con los ojos vidriosos - yo no merezco vivir mi vida odiando personas que cuando tenían menos de 11 años me lastimaron. No tiene sentido, éramos niños –

- Entonces… ¿porque nos molestabas cuando llegaste? – pregunto confundido, Taemin lo desconcertaba tanto que poder entenderlo se había tornado algo casi indispensable para poder seguir su vida en paz.

-Tu eres increíblemente molesto y confieso que algo de bronca aun te guardaba y Minho… - suspiro molesto - Minho me olvido y eso si me afecto, pero con el tiempo me acostumbre -levanto sus hombros en señal de indiferencia - Supongo que me dolía saber que para mí había sido tan importante y para él ni siquiera era un recuerdo – sus ojos nuevamente se perdieron ahogándose en alguna de sus memorias - Nunca pensé que pudiera sufrir amnesia hasta que hable con Eunji y Luna – reconoció sintiéndose algo tonto por todo lo que había sufrido pensando que era algo más simple.

- ¿Luna sabia de la amnesia de Minho? – cuestiono extrañado. A él nunca le había dicho nada.

- Nunca se lo dijeron claramente, pero atando algunos cavos sueltos pudo darse cuenta y a mí me lo confirmo la mama de él – explico recordando esa extraña charla con la madre del alto.

- Todo tiene sentido… pero aun así… creo que deberías volver a darle una chance a Minho, confundido o culpable, él te ama – abogo por su amigo

- el cree amarme – lo corrigió desilusionado

- Él no cree amarte. Él te ama – afirmo firme y molesto por la testarudez y torpeza de la pareja en querer estar separados.

- ¿Porque insiste tanto con el tema? Pensé que estabas enamorado de él – inquirió confundido y molesto por el rumbo de la charla.

- Lo estuve… pero ya me rendí, Minho jamás tendrá ojos para mí, no contigo cerca

- ¿Entonces debería irme? – cuestiono confundido.

- No… aun cuando lo hiciera no podría estar con él, no me mira como quisiera y, además, realmente me gusta Jonghyun – admitió sintiendo como sus mejillas se coloreaban.

- ¿Porque no formalizan lo de ustedes? – pregunto el menor interesado.

- Es complicado – respondió Kim cortante, el tema le molestaba un poco.

- Créeme que entiendo de cosas complicadas – lo alentó prestándole toda su atención.

- Mi familia no sabe que soy gay… es más, no saben ni les interesa nada de mí, solo quieren que no les lleve problemas – conto indiferente

- No eres bueno en eso de no llevar problemas – afirmo gracioso el níveo, sintiéndose un espejo de su compañero.

- Soy una gran decepción – acepto resignado a nunca poder ser lo que ellos esperarían - No es que no quiera decirles porque tenga miedo a lo que piensen de mí, porque no me importa. No se los digo porque a ellos no les importa quién soy y eso no lo entiende Jonghyun.

- ¿Y qué piensas hacer? no puedes vivir toda la vida así – hablo analizando la situación y la personalidad de su amigo.

- Quiero irme de mi casa… lo único que estoy esperando es cumplir la mayoría de edad para conseguir un trabajo e irme – explico simple.

- ¿Y dónde irías? ¿Tienes idea de lo complicado que es vivir solo? – cuestiono sintiendo un poco de pena por él. Key había despertado en él miles de emociones a lo largo de su vida, pero esta era la primera vez que realmente quería ayudarlo.

- No… pero no me importa, mi familia no me acepta y yo no los acepto a ellos – Taemin pudo ver la determinación en los ojos del muchacho y se sintió identificado al reconocer esa misma mirada en el mismo.

- Entiendo eso… ¿y el plan es que cuando no estés más con tus padres puedas formalizar lo tuyo con Jonghyun?

- Si, esa es la idea – acepto sintiendo las falencias.

- Key… ¿puedo darte un consejo?

- Si

- No dejes pasar el tiempo, si realmente amas a Jonghyun, no dejes que pase mucho. Conozco a mi amigo, sé que puede parecer seguro y comprensivo, pero sus sentimientos son frágiles y necesita cierta estabilidad – explico analizando la situación y tratando de ser lo más honesto posible.

- ¿Me estás diciendo que deje todo por él? – cuestiono confundido

- Te digo que no pierdas el tiempo, aprendí eso en mi vida… - por unos segundos ambos se quedaron analizando sus palabras y aunque no le hubiera gustado, su discurso también le impacto a él - ¿realmente quieres trabajo? – pregunto un tanto inseguro de lo que estaba a punto de hacer

- Si… es lo que más quiero – respondió y nuevamente ese brillo de determinación en sus ojos le dio valor a Taemin para decir lo que estaba por decir.

- Ven conmigo después de clase… creo que tengo una idea – afirmo cada vez más seguro con su plan

- ¿Porque me ayudas? Después de todo lo que te hice, no deberías ni siquiera hablarme – una risa inconsciente volvió a salir de Lee, pero había algo más en ella, algo que nunca había visto en él, algo de picardía y complicidad.

-tú y Minho están muy equivocados conmigo. Están demasiado obsesionados con eso de buscar culpables. Yo no vengo por venganza ni a regocijarme de su sufrimiento, tuve demasiado de eso para desear más. Solo quiero ser feliz y me gustaría que ustedes también lo fueran – los ojos del joven parecían tranquilos y por un segundo Key pudo entender que era lo que a todos les llamaba la atención de él.

- ¿porque no funciona lo suyo? ¿porque no puedes darle una oportunidad para que te diga lo que tiene que decirte? – insistió una vez más, aun sin poder resignarse.

- no quiero escucharlo otra vez decirme que no me ama y que sufre estando conmigo – el pecho del níveo nuevamente se sintió pesado, recordando todos esos sentimientos que lo habían herido – puede parecer extraño y cobarde, pero ya no quiero que me lastimen más. Me duele demasiado – y esta vez fue el instinto maternal de Kibum el que salió a flote. Quería abrazarlo y decirle que iba a estar bien, abrazarlo y decirle que nadie nunca lo lastimaría, pero no podía. Sabía que no podía hacer eso. 

- Él te ama… no va a decirte eso ¿puedes confiar en mí? – suplico, en un intento de arreglar todo eso.

- no – rio el morocho por lo absurdo.

- bueno, entonces confía en él, nunca me equivoco cuando se trata de Minho, él te ama – aunque no quisiera admitir, una llama de esperanza comenzó a formarse en su corazón.

- Si vuelves a nombrar a Choi, no voy a ayudarte – se quejó poniéndose a la defensiva, no podía permitirse flaquear en ese momento – ahora vete, quiero terminar mi comida antes de entrar…

- pero… - las palabras quedaron en el aire por la mirada amenazadora que le lanzo el menor.

- te veo a la salida Kibum… no voy a esperarte, así que no llegues tarde – y dicho esto dio por finalizada la conversación.

Las palabras de Kibum aún seguían seguido sonando en su mente y por más que había querido ser fuerte y autoconvencerse de que eso era solo una visión de los hechos, ya no estaba tan seguro de mantener su posición “confundido o culpable, él te ama” escucho nuevamente las palabras del de mirada felina en su cabeza “eso no es verdad Taemin, no te dejes engañar, el solo cree amarte, solo eso” pero aun en sus pensamientos Kim, era una especie de plaga“Él no cree amarte. Él te ama. “ “claro que no Kibum, como me va a amar” “Minho jamás miro a nadie como lo hace contigo” “él debe confundirse” “nunca me equivoco cuando se trata de Minho, él te ama”

- ¿ENTONCES PORQUE ME DEJO?! -  grito en voz alta sorprendiendo a su amigo que chequeaba sus mensajes.

- ¿estas bien? – cuestiono Jonghyun preocupado.

- Si, lo siento… me había perdido en mis pensamientos – se acomodo en su silla y se miro al espejo. La facultad en la que se encontraban era mucho más pequeña que la academia y los camerinos eran mucho más simples, pero aun así cumplían con todas las expectativas que tenían. Una buena luz para pintarse, perchero para sus cosas y vestuario y asientos cómodos.

- ¿Las cosas siguen mal con Choi? – el morocho alzo los hombros, indiferente.

- Si ya sabes la respuesta ¿porque preguntas? – lo miro confundido y molesto.

- ¿tal vez ya te habías cansado? – hablo acido, tratando de provocarlo.

- ¿te me estas insinuando? Porque te recuerdo que tienes una pareja – lo reto mirándolo casi con desprecio

- pareja abierta mientras Key no formalice las cosas – formo un puchero por sus propias palabras y luego cambio a una sonrisa compradora.

- por el amor de dios, no puedes decir su nombre sin babearte ¿y aun así intentas coquetear conmigo? ¿No te da vergüenza? – lo inquirió fastidiado.

- igual no podría estar contigo, choreas Choi por todos lados – respondió asqueado

- ¿qué estás diciendo? – cuestiono sintiéndose insultado

- se nota que piensas en el todo el tiempo – Estaba indignado, quería gritarle miles de cosas. Decirle que no era verdad, que no vivía por él, pero cuando estaba por hacerlo vio ese brillo especial en los ojos de su amigo y pudo darse cuenta de la forma en que dirigía la conversación.

- ¿a que vas con esto? – cuestiono sagas

- ¿porque no escuchas lo que tiene para decirte? – “¡Bingo! otro abogado”

- me sorprende que seas tú el que me diga esto – hablo sintiéndose traicionado - ya lo escuché y ya se lo que piensa, por eso.

- pero, aun así, sé que estuvo mal y todo, pero desde su pelea no paso un día donde no intentara hablar contigo ¿no podrías aflojar?

- no… ya te dije, no es feliz conmigo – respondió enojado por repetir esta discusión.

- ¿y que tal si se equivocó? pongámosle que es verdad y que es así ¿tal vez tiene un problema con el mismo y no contigo? – explico persuasivo.

- ¿Key te mando a hablar conmigo? – cuestiono arto de esa pantomima

- ¿tanto se nota? – Taemin quiso gritarle que sí, pero se limito a revolear los ojos.

- ya sé que su problema es con el mismo, pero hasta que no lo resuelva va a seguir haciendo estas cosas

- ¿y no puedes estar con él mientras lo resuelve? – inquirió impaciente. El morocho tuvo que contar hasta veinte para no pararse y golpearlo.

- ¿Te escuchas cuando hablas o simplemente dejas que las palabras salgan sin sentido alguno?

-….

- no voy a salir con Minho hasta que no sepa lo que quiera, ya caí una vez y mira como termino… no, no va a pasar otra vez – espeto enojado, aunque las palabras de Kibum volvieron a atacarlo “confundido o culpable, él te ama

- ¿no cambiaron las cosas desde ese momento?

- ahhh si, mucho, ahora sabe que me ama, pero igual sigue sin estar seguro – dijo convenciéndose de las palabras de todos.

- ¿puedes escucharlo por mí? – suplico el muchacho.

- … ¿eh? –

- Key está demasiado insistente y dijo que me daría un premio si lograba que lo escucharas – Esta vez tuvo que contar hasta mil para no golpearlo o vomitar.

-qué asco me dan los dos… ¿de verdad pretendías ligar conmigo cuando estabas tratando de hacerlo con él? – si alguna vez le había parecido guapo, eso cada vez era más un recuerdo.

- Hace meses no tengo nada Taemin, estoy volviéndome loco – y casi podría haber sentido pena… casi, de no ser porque estaba utilizándolo para conseguir algo de sexo.

- ¿es mi culpa que arruines tus cosas con tu novio? – lo reto molesto

- no es mi novio… ojalá lo fuera ¿viste ese trasero? – cuestiono entusiasmado el más bajo moviendo sus manos como si las dibujara en el aire.

- puedes callarte por favor… estas a punto de pasar a mi lista de asquerosos –

- ¿vas a hablar con él? – insistió

- ¡está bien, está bien! – cedió arto de todos - voy a escuchar lo que tiene para decir… pero no va a cambiar nada, a menos que haya ganado confianza o cambiado su personalidad van a seguir las cosas igual

- ¿pero vas a hablar con él?

- si – la sonrisa malévola que desprendió su amigo lo asusto.

- perfecto, te está esperando en la entada

- ¿que? – inquirió alterado

- te dije que era insistente

- ¿tú le dijiste donde iba a estar? – preguntó fulminándolo con la mirada.

- no… yo no hablo con Choi… me cae mal, pero lo vi a la entrada, además, no sé qué te sorprende, hace más de dos semanas que parece tu sombra – levanto sus hombros, indiferente

- y no sabes lo molesto que es durante las clases – hablo fastidiado

- y te molesta mucho que esté detrás tuyo ¿no? – interrogo irónico

- si… - afirmo seguro e indignado.

- sí, claro…  odias toda esa atención – continuo con su tono burlón.

- si… - aseguro nuevamente un poco menos firme.

- díselo a alguien que te crea – quería quejarse y decirle que decía la verdad, pero en realidad una parte suya le gustaba esa atención.

- ¿dónde está? – cuestiono arto de esa discusión y de fingir indiferencia cuando hasta él estaba ansioso por hablar con él.

- eres un santo Lee Taemin, si no estuviera con mi Bummi te besaría – la sonrisa del joven llegaba de oreja a oreja

- ¿querías acostarte conmigo y ahora no puedes ni besarme? Eres raro – le dijo sorprendido por las reacciones de su amigo.

- no me hubiera acostado contigo, aunque me hubieras rogado – explico tratando de hacerse el interesante.

- ¿eres bipolar? – el morocho a veces pensaba que algo malo pasaba con la mente de su amigo para que tuviera esas ideas extrañas.

- no… - hablo el joven molesto, aunque después de unos segundos reflexionó - bueno no sé, lo importante. Ve y habla con él… - dijo parándose de su lugar tomando al chico por los hombros para obligarlo a salir del lugar

- me debes una – le recalco antes de irse.

- ¡te debo miles! – le grito por el pasillo

- ¡vete a la mierda! – le respondió sin mirarlo, mostrando su dedo del medio

- ¡También te quiero! – retruco antes de que el joven se perdiera doblando por uno de los corredores. 

Ya hacia más de dos horas que se encontraba parado en ese pasillo y cada vez se convencía más que estar ahí era una pérdida monumental de tiempo. Taemin había sido muy claro con él, no lo quería cerca, no quería que le hablara y mucho menos quería salir con él ¿Por qué seguía insistiendo? Era claro que nunca le daría una oportunidad, pero entonces la imagen de su sonrisa cruzo por su mente, esa que lo hacia temblar, esa que iluminaba todo el lugar y supo que no podía rendirse, aunque le costara meses o años, no podía desistir, él lo amaba y nunca volvería a ser feliz si no era con él a su lado.

-Minho… - una voz sorprendida lo saco de sus pensamientos

- ¿Yuri? – cuestiono extrañado

- ¿qué haces aquí? – hablo con una sonrisa en su rostro

- estoy esperando a alguien ¿y tú? – de todas las personas del mundo, ella era la ultima que se hubiera imaginado encontrar ahí.

- estudio teatro aquí – hablo orgullosa - pero hoy vine a una clase especial con profesores de la academia, va a venir un profesor Lee para una clase especial de baile estoy emocionada – Minho estuvo a punto de reírsele en su cara. Si ella supiera quien era ese profesor se moriría, pero decidió dejarla en suspenso. Prefería que se llevara la sorpresa cuando entrara a su clase.

- creo que te va a encantar – dijo tratando de ocultar su risa.

- pero cuéntame de ti, es muy extraño verte después de tanto tiempo ¿Como están las cosas en el colegio? ya no falta mucho para que termines el instituto –

- no, solo unos meses – respondió algo cortante, la idea de hablar con ella no le entusiasmaba y comenzaba a aburrirse, pero no quería ser descortés.

- ya eres todo un hombre ¿sigues con esa chica? – la pregunta lo desconcertó por unos instantes, sobre todo considerando que su cerebro solo podía pensar en Taemin en ese momento, hasta que recordó a que se refería.

- ¿Luna?

- si ella

- no, terminamos hace un tiempo ya

- mmmm que interesante ¿eso significa que estas solo? – cuestiono insinuante acercándose un poco más al alto

- no exactamente – contesto alejándose los metros que la chica había acortado

- ¿tienes novia? – inquirió insistente acercándose nuevamente y colocando sus manos en su pecho-

- mmmm no, pero igual no estoy disponible – el castaño tomo las muñecas de la chica y las alejo. Tratando de dejar en claro que no podría pasar nada entre ellos y esta vez parecía que la joven había entendido el mensaje.

- ¿quién se robó el corazón de Choi Minho? – dijo en tono burlón.

- si te lo dijera no lo creerías – contesto comenzando a pensar un plan de escape, la charla había pasado de ser aburrida a molesta.

- ¿es alguna chica que conozco?

- es un chico – la corrigió mirando por encima de ella, buscando con la mirada a la persona de la que hablaban

- no puedo creerlo… ¿sales con Kim? – y eso si llamo su atención

-nooooo ¿porque saldría con él?

- no creo que sea Onew

- no… es Taemin – termino confesando molesto con ese juego

- ¿Lee? – la incredulidad y la ira se podían percibir

- sí, Lee – una parte de él aun le tenia bronca por todo lo que había hecho, así que le gustaba ver lo consternada que se ponía.

- no puedo creerlo, pensé que lo odiabas – hablo pensando en voz alta

- las cosas cambiaron mucho desde que te fuiste – dijo en un tono cizañero. Tal ves se estaba extralimitando, pero tenia la necesidad de hacerla sentir mal.

- ¿y cómo es que ese Lee te dejo ir? Yo no lo habría hecho – y nuevamente volvió a esa actitud seductora recordándole al alto porque la había dejado

- tu hiciste mucho para dejarme ir – espeto grosero, sin importarle ya lo que pensara.

- y no sabes todo lo que me arrepiento – concluyo mirándolo a los ojos y arrojando sus brazos sobre su cuello para besarlo. Minho estaba en shock, jamás pensó que podría haber hecho algo así, pero antes de que pudiera reaccionar y hacer algo para alejarla una voz que conocía bien le helo la sangre. 

- ¿de eso querías hablarme? – cuestiono un frio y decepcionado Taemin. Rápidamente se deshizo del agarre de la castaña acercándose al morocho ignorando a la joven por completo.  

- no Taemin… no es lo que parece – dijo con pánico mientras se acercaba a él, pero Lee estaba ido, recluido en ese mundo interno, en su tormenta personal “Choi Minho”.

- está bien Minho… -rio por unos segundos en un acto inconsciente antes de volver a ese mundo interno - haz lo que quieras, no me importa – hablo indiferente mirando al vacío – solo hazme un favor… - y esta vez lo miro a los ojos, como hacía mucho no lo hacía, sus miradas se conectaron, pero esta vez no había ni dolor ni ira ni miedo... había suplica – por favor, deja de buscarme – y antes de que alguien pudiera decir algo más se fue.


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