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Frenesí por LeskaBell Uzumaki

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Notas del capitulo:

¿Hola? ¿Hay alguien? ¡No me maten!

Dios, dos mese sin actualizar. ¡Disculpenme chicas T.T! Pero he estado muy ocupada, y aun ni siquiera he salido de vacaciones de la universidad. Salgo la semana que viene;c, tengo que hacer dos ensayos y estudiarlos para un examen, pero aquí estoy subiendo este capítulo para no tenerlas en el limbo. Espero les guste, adore todos y cada unos de sus reviews, gracias por sus comentarios y sugerencias. ¡Gracias, linduras! También, por poner mi historia en favoritos, seguirla. Llenan mi corazón de emoción.

ALERTA: Chicas, como bien todas han leído en la descripción del fic, esta historia contendrá mucho lemon, lime, caricias ardientes y toda la cosa. Según todo lo que he leído y las historias sobre "cambia-formas" ellos realmente -desde mi punto de vista- ven el sexo como algo natural. Para aquellas que les gusta las cosas paso a paso, lento y así, este fic no será de esa manera. Aquí todo será un sube y baja -literal-, pueden haber acercamientos sexuales en algun momento inesperado o no. Espero que lo entiendan, y para mayor comodidad, cambiaré el fic a Rating "M", para que esten informadas.

Espero poder actualizar con más tiempo y no tardarme tato la proxima vez. Sin mas que decir, disfruten de la lectura cositas bonitas.

Naruto respiro profundamente antes de entrar a la casa de sus abuelos. Sabía por experiencia propia, que no debía hacerlos esperar. Se sintió más tranquilo al saber que la bonita carga que llevaba encima haces unos momentos se encontraba en su casa, específicamente en su cama.

Sooo, muchacho. No vayas por ahí.

Frunció el ceño cuando intento una vez más no cambiar a ninguno de sus animales. Le sorprendía un poco que especialmente él, no estuviera jodiéndolo, pero lo agradecía enormemente.  Sin tocar, entró dentro de la enorme casa. Saludo a una omega de la manada, y siguió su camino por el largo pasillo de la casa de sus abuelos. Giro a la derecha, y empujó la puerta para poder entrar al salón, donde normalmente se reunían para tratar algunas cosas referentes a la manada.  El piso de madera pulido, fue lo primero que vio. Los sillones de cuero negro que tanto le gustaban a su abuelo, estaban distribuidos de tal manera, de que todos pudieran verse la cara. El enorme ventanal, le daba una vista panorámica del bosque.  Su abuelo, Jiraiya, estaba recostado sobre la chimenea, con los brazos cruzados y una mirada seria.

Sin cambiar su expresión seria, se sentó cómodamente en uno de los sillones de cuero.  Miro a su abuelo, y este a su vez, le devolvió la mirada.

-Supongo que ya lo sabes -dijo con voz relajada. Su abuelo asintió. Naruto suspiro mientras buscaba con la mirada a su abuela, al no encontrarla, volteo a mirar a su abuelo de forma interrogante. Jiraiya suspiro y miro a su nieto con sorna.

-Salió y no me dijo a donde iba -explico-. De seguro esta por regresar, ella se muere por hablar contigo.

Si no fuera ya un cambiante grande patea culos, hubiera temblado de tan sólo escuchar lo que su abuelo acababa de decir. Pero como ya era un niño grande, simplemente se encogió de hombros como si no le importara.

-Supongo -murmuro en respuesta. Ambos machos se quedaron en silencio, no cometerían la estupidez de empezar a hablar sin Tsunade presente. La mujer podía ser un demonio cuando se lo proponía.

Unos minutos después Tsunade arribo la habitación con su largo cabello rubio moviéndose detrás de ella. Su abuela llevaba una camisa gris, de estilo kimono sin mangas, que se ciñe a su cuerpo gracias a una faja azulada que hace juego con sus pantalones. Su camisa deja a la vista un pronunciado escote, dejando visibles parte de sus pechos. Llevaba sandalias con tacones altos, como siempre. Eran pocas las ocasiones en las que su abuela no usaba tacones. O escotes tan pronunciados. Vieja pervertida.

Los ojos castaños de ella se clavaron en los suyos, la mirada dura de su abuela le indico que andaba de malas. Genial. Tsunade camino hasta detenerse al lado de su compañero, le dio una ligera caricia en el brazo derecho, para luego cruzar los brazos frente a su pecho, no quitaba los ojos del idiota de su nieto.

-¿Y bien? -preguntó unos instantes después, Naruto suspiro mientras se levantaba, y con pereza empezó a hablar.

-Iruka me informo hace una hora sobre la llegada de  cuatros individuos en la frontera. Kakashi, Shikamaru, y Chouji se estaban encargando de la situación cuando llegue al lugar -explico-. Dos de ellos desconocidos, Karin se encontraba con ellos.

Su abuela frunció el ceño ante la mención de su segunda nieta, se masajeo los tendones del cuello mientras se preparaba para lo se le venía encima

-Y el último integrante, era el segundo hijo de Fugaku y Mikoto Uchiha, hermano menor del desertor, Uchiha Itachi.

Silencio. Sus abuelos se mantuvieron impasibles y en un completo silencio. Bien, ahora venía el caos.

-Es un omega -silencio.

-No sólo eso -continuo al ver que ninguno hablaba-. Es mí…

-No lo digas -interrumpió Tsunade con fuerza y acidez, ella estaba al tanto de la situación. No es que Kakashi fuera muy discreto después de todo-. No lo acepto.

Naruto suspiro con fuerza e hizo un vago intento de paciencia.

-No es cuestión de que lo aceptes abuela…

-He dicho que no -corto con dureza. La sangre en sus venas empezó a correr frenéticamente, podría ser que no conociera de nada al jodido gato mal educado, pero sus animales estaban empezando a cabrearse por la forma tan acida en la que su abuela denigraba a su futuro compañero. Forzó a todos a echarse hacía atrás, no podía someter a su abuela, aunque esta le debiera respeto como el Shihai-tekina.

-No me importa -gruñó con fiereza-. Mis animales ruegan por él, ¿Qué demonios quieres que haga contra eso? ¿Quieres que luche contra lo que me dictan mis instintos?

Tsunade frunció el ceño y apretó los dientes con fuerza.

Lo miro con furia.

-No sé qué carajos harás. Pero no vas a emparejarte con el gato ese.

-Tsunade -advirtió Jiraiya en un murmullo. Su compañera se estaba excediendo, tanto si le gustaba como si no, no podía hablar así frente a su nieto y menos cuando hablaban del posible compañero de este. Tsunade intentó relajarse como su compañero se lo estaba exigiendo, pero los demonios del pasado se enrollaban dentro de ella.

-¿Qué pensarían tus padres de esto?

Golpe bajo. Muy bajo, y Tsunade lo sabía. Naruto apretó los puños con fuerza a cada lado de su cuerpo. Hizo acoplo de todo el amor, cariño y respeto que sentía por esa mujer para no saltarle encima como el lobo le estaba exigiendo, y si tan sólo fuera él… pero todos estaban furiosos.

Se irguió en toda su estatura y cuadro sus hombros. Frunció el ceño y un gruñido salió de su boca. No uso su voz de alfa, no hacía falta.

-No me interesa lo que digas -gruño con los dientes apretados-. Pero es mi compañero te guste o no.

-Podría ser un renegado…

-No lo es.

-¿Cómo podrías saberlo, hijo? -pregunto esta vez su abuelo con voz calmada, obteniendo como resultado la inmediata relajación en su cuerpo. Escuchar esa voz calmada, que tantas veces su abuelo uso en él, conseguía relajarlo un poco. No del todo, pero algo era algo.

-Por qué Karin estaba con ellos.

-Esa niña malcriada -murmuro su abuela con cariño.

-Sabemos que ella no se involucraría con nadie que dañara a la manada -dijo con seriedad y firmeza-. Además, de que ella es cien por ciento leal a mí. Por eso, estoy seguro que hay una explicación el por qué ellos entraron de manera ilícita a nuestro territorio.

-Eso espero, por qué deben estar interrogándolos a todos -hizo una pausa, luego sonrío con un poco de burla-. Incluyendo a tu gato apestoso.

Miro incrédulo a su abuela mientras un rugido de furia se instalaba en su garganta.

-Eso es imposible -gruño-. Él está en mi habitación, en mi casa, en mi cama.

Tsunade amplió su sonrisa.

-Como seguía inconsciente fue fácil sacarlo… además, Kakashi me debía un favor.

Maldita sea.

.

.

.

El olor a bosque y tierra mojada lo rodeaba.

Sasuke gimió cuando sintió como una luz se posaba insistentemente en sus parpados. Con rabia le dio un manotazo al objeto, mientras abría los ojos con pereza.

Lo primero que sus ojos vieron fue unas lámparas colgadas del techo, sintió distintos olores, reconociendo entre ellos a Suigetsu, Juugo y a Karin.

Estaba recostado en una especie de camilla, como pudo se sentó y suspiro con fuerza. Entonces, como un golpe, recordó donde estaba y por qué. Se levanto abruptamente, y se dio cuenta que no llevaba ropa. Tan sólo una camisa negra y que le quedaba grande. Inconscientemente tomo la camisa y la olisqueo. De ahí provenía el olor a bosque y tierra mojada, su pantera interior ronroneo de aprobación, el olor lo tranquilizaba. Giro su cabeza y clavo sus ojos en la figura que lo miraba con intensidad. Su mirada se volvió gélida cuando reconoció al chucho con el que él estuvo peleando.

-Me alegro que despertaras -se burlo-. Es hora de la charla, minino.

Ignoro su comentario y se dedico a examinar el lugar, necesitaba encontrar algo para escapar.

-Ni lo pienses -le dijo el chucho como si hubiera adivinado sus pensamientos-. El Shihai-Tekina te daría caza y no será agradable.

Ante la mención de aquel hombre grande y rubio, su corazón se disparo. Frunció el ceño y por alguna extraña razón, le gusto la idea de que el chucho mayor se tomará la molestia de tratar de cazarlo si él lograba escapar.

Se reprendió mentalmente, y se dijo a si mismo que si lograba escapar se aseguraría que el chucho mayor no pudiera encontrarlo.

Antes de que el chucho maloliente abriera la boca, la puerta se abrió dando paso a un hombre que reconoció como el que peleaba con Juugo. Lo miro con una expresión tan indiferente que rayaba en lo grosero.

-¿Ha dicho algo? -pregunto al otro chucho. El chucho de pelo plateado negó con la cabeza. El pelinegro suspiro con aburrimiento.

-Que problemático -susurro mientras se acercaba a él.

-¿Vas a decirnos por qué entraste a nuestro territorio?

Sasuke lo miro con frialdad y se negó a abrir la boca. El chucho que peleo con él se acerco de manera perezosa. Eran un dúo patético de culos flojos.

-Deberías decirnos todo por las buenas -dijo con seriedad-. No me gustaría recurrir a Anko, o a Ibiki. Créeme, no te gustarán… ni a mí me gustan esos dos locos.

Aun así, se negó a abrir la boca. El pelinegro suspiro, mientras sacaba de su bolsillo un Walkie-talkie y presiono el botón para hablar.

-Centinelas 5 y 8 vengan a la sala de interrogatorio.

Se escucho un sonido, y luego una voz femenina respondió:

-Copiado.

Un segundo después una voz masculina, gruesa y pesada gruño a través del comunicador:

-Copiado.

El pelinegro suspiro y volvió a mirarlo con aburrimiento.

-Deberías decírnoslo a nosotros -dijo una vez más. Sasuke siguió viéndolo impasible. Ambos chuchos negaron con la cabeza, y un minuto después la puerta del pequeño cuarto se abrió con fuerza, dando paso a una mujer menuda, y a un macho de aspecto intimidante.

Aunque él era un gato valiente, sabía cuando podía correr peligro. Aún así, se negó a demostrar su nerviosismo, si alguno de esos dos idiotas llegaban a ponerle una mano encima, arañazos y mordiscos empezarían a aparecer. El macho -que por su olor pudo adivinar que era un lobo-, se acerco a él hasta que casi sus rodillas chocaban entre sí.

-Bien, gato -dijo con desprecio-. Vas a hablar quieras o no.

En un acto de reflejo, tensó su cuerpo y dejo que sus garras crecieran cuando sintió como la mano del hombre lo agarraba por el hombro con fuerza. En un movimiento rápido clavo sus garras hundiéndolas en la carne de su antebrazo derecho y rasgo todo lo que pudo. El gruñido de dolor del lobo no tuvo precio, lo soltó y sin importarle si le veían el culo, saltó hacía atrás.

Sus piernas se tensaron cuando vio como todos se estaban preparando para rodearlo, lanzo un siseo silencioso y espero pacientemente a su primera víctima. Si creían que por ser un omega, no podía patear un par de culos, estaban muy equivocados.

Pero nada de eso paso, la puerta volvió a abrirse y esta vez el ambiente se volvió totalmente pesado. Observo como los cuatros idiotas se tensaban y giraban sus cabezas para observar quien había entrado. Él ya lo sabía desde que había pisado la habitación. El olor a bosque y tierra mojada impregno el lugar. Sasuke se tensó al ser completamente consciente de la presencia de la máxima autoridad de ese lugar. Contrariado, sintió como su gato ronroneaba y luchaba por salir y frotarse contra aquel hombre de aspecto duro. Clavo sus ojos negros en los ojos azules que lo miraban con una intensidad alarmante.

-Fuera -gruño. Todos le obedecieron, pero él se quedo parado en su lugar. La intensidad de esos ojos azules que lo miraban lo dejó clavado donde estaba.  El rubio camino hasta la puerta hasta cerrarla con seguro. El sonido del clic hizo que Sasuke saliera del trance en el que se había encontrado. Lo miro y con el ceño fruncido, sin importarle que ese macho pudiera cortarle la yugular en un segundo si quería, se acerco hasta él y lo encaro con toda la frialdad que poseía. No hablo, esperaría que el rubio hablara y entonces el jugaría sus cartas.

-Bien -El rubio se irguió frente a él-. Soy Naruto Uzumaki, el Shihai-tekina de la ciudad del fuego.

Sasuke trago saliva cuando Naruto dio un paso más cerca de él. El que hombre sólo estuviera con unos vaquero, con el pecho y los pies desnudos no ayudaban para nada. Su olor le pico en la nariz, tuvo que hacer acoplo de toda su fuerza de voluntad para no hacer lo que su gato quería, la pantera quería frotarse contra ese cuerpo duro y macizo, quería sacar su lengua y recorrerlo por completo, morderlo y chuparlo hasta dejarle todo el cuerpo marcado. El increíble tatuaje que llevaba en su brazo derecho era algo digno de admirar. En el tatuaje se podía apreciar todos los animales cambiantes, desde el lobo, hasta el águila, el contorno, los colores, era como ver a los animales frente a él. Tuvo que morderse la lengua cuando se imagino a si mismo lamiendo, cada línea, cada trazo, cada contorno con su lengua.

¿En qué demonios estaba pensando?

Naruto se detuvo cuando sus botas negras chocaron con sus pies descalzos. Su mirada no cambio, pero su cuerpo se estremeció cuando él agacho la cara hasta que quedaron nariz con nariz.

-¿Qué haces en mis dominios, gatito? -la forma en la que pronuncio la palabra gatito fue como una caricia. Sintió como sus pezones se erizaron y como empezaba a calentarse. Apretó los puños con fuerza, pero no demostró ningún tipo de sentimiento. Naruto sonrío lentamente como un depredador, y él tuvo que contener el gemido que quería salir de su garganta. Naruto se inclino un poco más y rozo sus labios, contrario a lo que su pantera quería, Sasuke en un acto de rebeldía gruño enseñándole los dientes. Aunque su cuerpo hubiera dado una sacudida por la sensación que lo embargó cuando él rozó los labios, no iba a demostrarle como se sentía.

Naruto se carcajeo y se alejo de él con una sonrisa divertida, e inmediatamente él extraño la sensación de calor que lo envolvía cuando él se encontraba cerca de su cuerpo.

No pienses en eso.

-¿Sabías que existen muchas maneras para sacarte información?

No respondió. Él siguió sonriéndole, esta vez, una sonrisa más sensual.

-Existe la tortura, la persuasión, y muchas más… pero mi favorita y la que definitivamente escogería para interrogarte, sería la seducción -Naruto camino de nuevo hacía él a paso lento. Sasuke gruño de nuevo, pero esta vez menos convincente que la anterior. Al escuchar la palabra seducción viniendo de aquella boca tan pecaminosa, fue como si su sangre fuera fuego líquido. Se sentía caliente.

Naruto camino hasta posicionarse detrás de él. Sasuke se tensó pero no intento soltarse, mientras su parte humana gritaba que se alejara, la animal estaba bastante complacida con que el macho más fuerte que había conocido en toda su vida, le prestará toda su atención. Su pantera tan codiciosa como era, quería que Naruto sólo lo mirara a él.

Naruto hocico su cuello en una suave caricia estremecedora, Sasuke se mordió el labio inferior cuando empezó a sentir como se excitaba de forma rápida. Naruto subió por su cuello y llego hasta su oreja derecha, dejo que su aliento chocara contra esta haciendo que un estremecimiento le recorriera. Uno de los tantos que había sentido hasta ahora.

-Sabías que podría tocarte ahora mismo -susurro contra su oreja, no sonó como pregunta fue mas una afirmación, las grandes manos rodearon su cadera y lo acercaron a su cuerpo. Sintió como él buscaba encajar su cadera contra su culo, sintió su erección y sin poder evitarlo soltó un gemido bajo-. Podría saborearte… y a ti te gustaría.

-¿Quieres saber lo que te haría? -pregunto susurrante. Sasuke frunció el ceño y se negó a responder. Naruto se río por lo bajo, vaya carácter-. Primero… te quitaría la ropa.

Naruto deslizo su mano por su pecho en una caricia perezosa, cuando llego al borde de la camisa que llevaba puesta -y que Sasuke juraba que era de él-, e hizo el amago de levantar, consiguiendo rozar sus piernas y partes de sus muslos, sólo rozando. Y aunque fue un roce superficial, lo calentó como miles de caricias.

-Luego, recorrería con mis yemas tus muslos con lentitud -y esta  vez sí lo acarició, cuando las yemas de sus dedos recorrieron parte de sus muslos, Sasuke se tensó en un acto de reflejo-. Después, usaría la lengua.

Sasuke espero. Realmente espero que el gran macho detrás de él se posicionara frente a él y se agachara para poner a trabajar su lengua. Como si le leyera el pensamiento, Naruto se río.

-Estoy cómodo aquí detrás -para reafirmar sus palabras dio un embiste suave y lento contra su culo, que hizo que de manera inconsciente empujara su culo contra su erección-. Ya después tendremos tiempo.

-Ni lo sueñes -gruño con toda la dignidad que podía reunir, la respuesta que obtuvo fue una risilla.

-Luego subiría hasta tu pecho -sus manos se deslizaron por debajo de la camisa y trazaron líneas invisibles mientras subían por su pecho hasta que logró quitarle la camisa, sintió un estremecimiento cuando un poco de frío impacto contra su pecho. El frío, no el placer-. Jugaría con tus pezones… los pellizcaría mientras beso tu cuello, y luego los chuparía.

Esta vez, Naruto lo empujó contra la pared más cercana. Dejándolo acorralado contra la pared y su cuerpo. El saberse desnudo frente a ese macho no le produjo un sentimiento negativo como esperaba.

Naruto hizo exactamente lo que le había dicho. Su mano derecha subió a su pezón derecho, y mientras lo pellizcaba y retorcía con suavidad, se acerco a olisquear su cuello. Dejo caer un beso en su garganta, y luego empezó a besarla. En contra de su voluntad Sasuke cerró los ojos y se dedicó a disfrutar. Mientras el humano dentro de él se escandalizaba por permitirle tanta libertad a ese hombre, su pantera le gruñía que se callara y que sólo se dejara hacer.

Y eso hizo.

Naruto chupo con fuerza su cuello y él se apretó contra la pared. Trazo con su lengua un camino desde su cuello, pasando por su garganta y bajando directo a sus pezones.

Cuando se detuvo frente a su pezón derecho, la mano izquierda se dirigió hacia el otro para brindarle el mismo tratamiento anterior. En ningún momento Sasuke abrió los ojos y Naruto tampoco le pidió que lo hiciera. Saco su lengua y la deslizo por encima de su pezón en una caricia superficial que hizo que su corazón bombeara aun más rápido y que se calentara. Lo acaricio a conciencia, mordió, chupo, y lamio con gusto. Y no precisamente en ese orden, en algunos momentos sólo lo chupaba y luego lo mordía con fuerza, después lamía y chupaba con gula. Intercalaba los movimientos de su lengua y su mano en ambos pezones. Si lamía uno, con su mano acariciaba al otro, y viceversa. Lo estaba volviendo loco.

-Estoy seguro -susurro en su oído después de cansarse de lamer sus pezones, aunque no por eso los descuidaba. Sus manos se encontraban retorciéndolos y acariciándolos. Los sentía hinchados y sensibles a su toque-. Que podría hacer que te corrieras con tan sólo chupar, morder y lamer tus pezones… ¿quieres ver?

La propuesta era verdaderamente tentadora, estaba impaciente para ver si podía lograrlo… y regalarle un orgasmo en el proceso. A diferencia de lo que pensaban aquellas personas que eran completamente humanas -si ninguna parte animal- sobre el sexo, que debía ser poco a poco y que después de una cierta cantidad de confianza y respeto se podía ir hacía el ámbito sexual.  Los cambia formas pensaban completamente distinto. La desnudez, la sensualidad y el sexo eran el pan de cada día. Era algo tan natural para ellos que no se escandalizaban por nada.

Aun así se negó a hablar. Hablar y responderle daba a entender que él estaba completamente de acuerdo con aquel macho estúpido y seductor. Él no hablaría. Aun le quedaba un poco de orgullo.

Naruto se río en su oreja como si pudiera entender su debate interno.

-Quizás en otra ocasión -murmuro.

Estuvo a punto de protestar cuando una de sus manos grandes le rodeo la barbilla, inevitablemente, sus ojos negros se abrieron y chocaron con unos azules oscurecidos por el deseo.

-Ahora quiero un beso.

Y no le dio oportunidad para replicar.

Su boca caliente se estrello contra la suya de forma rápida y feroz, su lengua se abrió paso en su boca sin pudor. Su lengua húmeda, cálida y fogosa, recorrió su boca entera. Busco a su lengua invitándola a jugar, sin poder oponerse, él intento hacerse con el control del beso. Subió sus manos y las puso sobre sus hombros. Necesitaba sentir estabilidad, la cabeza le daba vueltas, se sentía mareado, abrumado y caliente. La sensación de la lengua de Naruto enredándose con la suya propia, era indescriptible. Siguió besándolo y mordiendo sus labios. No le daba tregua, su boca lo dejaba un segundo, y al otro volvía a atacarlo por completo. Naruto subió una de sus manos y la puso en su nuca, empujándolo contra él. Gimió y empujo su lengua esta vez en la boca contraria, tratando de dominarla. Naruto lo dejo hacer unos segundos, pero si ese gatito pensaba que iba a dominar su boca estaba completamente equivocado.

Gruño en señal de advertencia y jalo los cabellos ébanos con fuerza. Separo su boca de la contraria, y clavo sus ojos azules en los negros que lo miraban con los ojos entrecerrados. Sonrío. Se acerco para besarlo, un beso superficial mientras pegaba su cuerpo al otro. Se trago un gemido cuando su erección choco con la contraria, haciendo fuerza de voluntad se concentro en su tarea. Aun con su mano izquierda en los cabellos contrarios, y con su cuerpo pegado al contrario, se las arreglo para deslizar su mano hacia abajo. Pasando por el abdomen, acaricio su cuerpo, contrario al de muchos omegas, Sasuke tenía ligeras cicatrices en su pecho y abdomen. Cicatrices, que le dieron a entender a Naruto que no la había pasado del todo bien. ¿Alguien le había hecho daño? La furia que se precipito sobre él no le sorprendió. Lo que verdaderamente lo intranquilizó, fue sentir la presencia de él, rondando su cabeza, con todo el control que pudo reunir, logro tranquilizar a sus partes animales. Se concentro solamente en olor de Sasuke mezclado con su propio olor. Delicioso.

Con lentitud, su mano llego hasta tocar su erección. Se detuvo un momento para sentir como un acto de reflejo el azabache empujaba sus caderas contra su mano. Sonrío, viendo fijamente a Sasuke, su mano rodeo la erección de su acompañante. El ligero temblor que recorrió el cuerpo del omega, y los ojos casi cerrados completamente, le dio la señal que necesitaba. Con lentitud, y tanteando el terreno, acaricio toda la longitud con dedicación. Una, dos, tres veces más, y empezó a subir y bajar con fuerza.

Sasuke apretó los dientes, pero en un acto de rebeldía se negó a dejar de mirar los ojos azules que no lo perdían de vista ni un segundo. Una sonrisa retadora se formo en sus labios y con todo el aburrimiento que pudo reunir, al sentir todo el placer que invadía su cuerpo con tan sólo el toque de una de sus manos, soltó un bostezo.

Los ojos azules se entrecerraron, y yendo contra con el instinto que le proclamaba dejar al gato insatisfecho por su osadía, sonrío.

Soltó la erección y -casi se ríe al ver la expresión molesta que el otro no pudo ocultar-, pego sus caderas de nuevo. Su mano izquierda soltó los cabellos azabaches y con ambas manos lo tomo por las caderas, como un reflejo Sasuke enredo sus piernas en sus caderas para no perder el equilibrio. Naruto empezó a respirar agitadamente cuando sintió cuando ambos pechos desnudos se tocaron. Cuando su erección sintió la contraria, se agrando y palpito con anticipación. Empujo aun más la espalda del gato contra la pared, como si quisiera que se fundiera con esta. Sasuke cruzo sus brazos por su cuello y clavo sus garras con fuerza en su espalda.

A la mierda.

Naruto puso sus dos manos contra la pared, y con firmeza empujo sus caderas contra la otra y empezó a frotarse. Sintió como el cuerpo del moreno se tensaba y empujaba contra él buscando mas contacto. La erección dentro de sus pantalones pedía a gritos que lo sacara de su confinamiento dentro de los vaqueros. Pero no lo hizo. Si dejaba que su erección saliera, lo primero que su pene buscaría sería el orificio trasero de su acompañante, y no podía permitirlo. Aún no era el momento.

Empezó a frotarse contra el otro, de arriba hacia abajo, lento y fuerte, rudo y feroz, no fue lento, ni suave. No lo quería así, y sabía que el otro tampoco lo aceptaría con suavidad.

-Dios mío -gimió Sasuke cuando giro sus caderas para luego empujar de nuevo con fuerza. La respiración acelerada y los ojos negros entrecerrados eran una delicia visual-. Oh… esto es bueno.

Naruto gruño pero no respondió. Siguió empujando las caderas contra la contraria, Sasuke afianzó aun más el agarre que mantenía sobre él. Gimiendo y ronroneando de placer, Sasuke echo su cabeza hacia atrás, se dejaba llevar por el placer tan grande que estaba sintiendo. Las sensaciones lo embargaban, ahí donde el cuerpo de Naruto se frotaba contra el suyo, ahí quemaba.  Su erección estaba tiesa y caliente, su entrada pulsaba. Todo su cuerpo estaba sensible, la piel le hormigueaba, quería que lo marcara. Si en ese instante Naruto llegaba a para era capaz de matarlo.

-Gatito -ronroneo Naruto mientras sus manos se dirigían a los globos de sus nalgas desnudas. Tuvo la tentación de insertar un dedo en su interior para ver si estaba tan mojado como se lo imaginaba. Pero no lo hizo, apretando fuertemente sus nalgas las empujo con fuerza contra su cadera.

-Más rápido -exigió Sasuke. Naruto empezó a mover sus caderas aún más rápido, sentía la necesidad imperiosa de cumplir todos los caprichos de ese gato arisco. Sabía que el fin estaba próximo.

-D-dime -Naruto odio como sus palabras se entrecortaban, pero no podía evitarlo-. Que haces en el territorio d-del fuego… Dímelo.

Sasuke no sabía qué demonios estaba preguntando aquel idiota. Lo único en lo que podía pensar era como su orgasmo se estaba construyendo poco a poco y cobrando fuerza.

-Dime -insistió bajando la velocidad con la que su erección se frotaba con la otra. Como pudo, sujeto el trasero del felino con su mano derecha y dirigió su mano derecha a la erección del menor. Todo el pene estaba bañando en líquido pre seminal, uno de sus dedos acaricio toda la punta sensible, no dejaría que se corriera sin antes responder.

Si Sasuke hubiera estado en sus cincos sentidos le hubiera pateado el culo. Nadie le exigía nada, así que para que el macho se callara y por fin pudiera regalarle su tan ansiado orgasmo respondió con rapidez:

-Busco a mi hermano -se aplaudió mentalmente porque sus palabras sonaron firmes-. ¡Ahora sigue, maldita sea!

Naruto sonrío y soltando su erección, procedió a agarrarlo como antes. Sólo que estaba vez, no sólo fue su cadera la que se estrello contra él, su boca caliente y húmeda busco a la suya, con la que se encontró a mitad de camino. Esta vez, los empujes perdieron toda sincronización, necesitaban culminar y lo necesitaban ya.  Mientras se comían la boca, sus caderas se buscaban y se frotaban con fuerza. En un acto de posesividad, Sasuke hizo que su pantera interior alargara sus uñas y las clavo sin compasión en la espalda de Naruto. En respuesta, Naruto mordió con fuerza su labio inferior hasta hacerlo sangrar. Siguieron besándose y cuando sintieron como el orgasmo se estrellaba contra ellos, se apretaron contra sí. Fue una mezcla de sensaciones, que nunca antes habían sentido. Si  Naruto antes había tenido alguna duda de si eran compañeros, ahora estaba completamente seguro. Estuvo tentado a morderlo y marcarlo de una vez por todas, pero decidió esperar.

Cuando Sasuke salió de la neblina del placer en la que se vio envuelto, sintió como todo su cuerpo temblaba. Aun aferrado al cuerpo macizo frente a él, Sasuke volvió en sí de golpe.

¿Qué acaba de pasar? ¿Qué coño pasaba con él?

Sí, el tipo estaba buenísimo. Que era grande y fuerte, el tipo de macho que era capaz de cuidarte, protegerte, mimarte, y cogerte de una y mil maneras deliciosas, estaba bien. Que era el tipo de macho que toda madre querría para su cachorro, también era cierto. Que su maldita pantera, quería mostrarle la panza y dejar que impregnara todo su pelaje y cuerpo humano, de su olor a bosque y tierra mojada, era una cosa. Pero permitir que el jodido macho se frotara contra él y lo manoseara ¡era otra jodida mierda! ¿Dónde demonios estaba su raciocinio cuando lo necesitaba?

Furioso consigo mismo, por haberle dicho el porqué vino al país del fuego y el haber cedido a sus caricias, Sasuke empujo al otro cuerpo para que lo soltara. Sabía que Naruto poseía la suficiente fuerza para no soltarlo si así lo deseaba, pero cuando lo soltó solo lo molesto aún más.

-¿Estás bien? -el ligero acento de preocupación que baño su voz, sólo incrementó su furia. ¡No quería que se preocupara por él! ¡Ya era toda una maldita mierda, que deseara que se lo cogiera ahora mismo, para también  sentir ternura por su preocupación! ¡Maldita sea! Con un gruñido se negó a verlo y a responderle.

Con toda la dignidad que podía reunir -al tener todo su vientre bañado de semen- camino hacía donde estaba la camisa que antes llevaba puesta. Sin importar el descaro con que él otro le miraba el culo, se cubrió con ella. De repente, algo hizo clic en su cabeza.

-¿Sabías que existen muchas maneras para sacarte información?

Frunció el ceño.

-Existe la tortura, la persuasión, y muchas más… pero mi favorita y la que definitivamente escogería para interrogarte, sería la seducción.

Hijo de puta. Y él había caído como el propio idiota.

Se giro y con toda la frialdad que pudo reunir le dijo:

-Jodete.

La palabra salió dura y con rapidez de su boca. Con el ceño fruncido, Naruto se empezó a acercar a pasos agigantados, si él llegaba a tocarlo, Sasuke estaría perdido.

La puerta se abrió y dio paso a un omega de cabello castaño que nunca había visto. Cuando se adentro a la habitación, ni siquiera le lanzo una mirada. Era como si él no estuviera allí… o como si mirarlo fuera una falta de respeto. Qué extraño.

-Naruto-sama, requieren su presencia en la sala de interrogación dos -dijo el omega con respeto. Naruto ni siquiera se fijó en él, siguió mirándole. Se hizo un pequeño silencio entre los tres y después de unos breves momentos el otro omega hablo nuevamente-. Se trata sobre Karin, Naruto-sama.

Eso si capto la atención de Naruto. Se giro y clavo sus ojos azules un momento en la tercera figura en la habitación, para después volver a clavar sus ojos en él.

-¿Qué pasa con ella? -preguntó.

El omega trago saliva.

-Pues…

-Habla -corto con dureza. El omega se puso visiblemente nervioso.

-Pues ella está siendo interrogada ahora mismo, Naruto-sama -explico rápidamente-. Y se niega a cooperar si usted no está presente.

-Dile que he ordenado que diga todo lo que ha estado haciendo estos siete meses -exigió en tono duro-. Ahora, retírate.

El omega hizo una reverencia y salió a paso rápido del lugar. Antes de cerrar la puerta, alzo su mirada y sus ojos verdes miraron con desprecio hacia él. Sasuke lo miro con frialdad, hasta que la puerta se cerró nuevamente.

El silencio que cayó sobre ambos se volvió pesado. Naruto no intento volver a caminar hacía él sólo se mantuvo mirándolo en silencio. En respuesta, Sasuke tampoco quito sus ojos negros de él. Tuvo que tragar saliva y apretar los puños, cuando vislumbro en el vientre de él rastros de su propio semen… ¿Había vuelto a hacer calor ahí o qué?

-Esto es lo que vamos a hacer -hablo Naruto con su voz de alfa, interiormente gimió y  se puso recto en un acto completamente instintivo-. Te llevaré a mi casa, te quedarás ahí y luego charlaremos.

-Y si no…

-No te estoy preguntando -le corto con rapidez-. Es una orden, estas bajo mis dominios. Y si para que hablemos y me escuches tengo que ordenártelo, así lo haré.

Esta vez sí acerco a él, y lo tomo por el brazo con fuerza.

-Andando.

.

.

.

Naruto suspiro con fuerza mientras se paraba frente a la puerta de la sala de interrogatorio en la que Karin se encontraba. Hace una hora atrás había dejado a un arisco gato en su casa, y estaba arrepintiéndose de hacerlo. Gracias a dios, había dejado a dos de sus centinelas vigilando la casa. No lo conocía del todo, así que no podía fiarse.

Para colmo, en el camino se había encontrado con una llorosa Ino, que le reclamaba el tratar a Karin e interrogarla como si fuera una fulana. ¿Por qué demonios no lo entendían a él? ¿Creían que le gustaba darle ese trato a la pelirroja? Pero, si quería que todo su pueblo siguiera respetándole y obedeciéndole, necesitaba poner límites y tratar a todos como iguales. No podía darle preferencia a Karin, al menos no en esta ocasión.

Suspiro nuevamente, antes de entrar se giro a tiempo para ver a Shikamaru dirigiéndose a él.

-Ya interrogamos a los otros dos -informo al detenerse a su lado. Naruto asintió y espero que el otro continuara-. Ambos machos y de procedencia desconocida. No son renegados, al menos no en el libro bingo. Han estado viajando en compañía de Karin durante estos casi siete meses, ambos conocen al menor de los Uchiha y que mantienen una relación de amistad entre los cuatro. Se han negado a decirnos el motivo de su ingreso a nuestros territorios. Por lo que Anko ha podido sacarles, no vienen con intenciones ocultas, venían por un poco de información y ya.

Naruto asintió.

-Venían por información de Itachi.

Shikamaru asintió en acuerdo.

-La pregunta aquí es, ¿por qué?

-O mejor… ¿qué es lo que ellos verdaderamente saben?

Ambos machos se miraron y suspiraron. Era demasiado problemático pensar en esos momentos en los errores del pasado. Naruto abrió la puerta a tiempo, para ver como su prima le lanzaba la silla a un cabreado Ibiki. Cerró la puerta a sus espaldas mientras él y Shikamaru volvían a suspirar.

-Karin -gruñó. Cuando ella clavos sus ojos rojos en él, inmediatamente adopto una postura sumisa-. Empieza a hablar, ahora.

Karin titubeo. Lo miro y finalmente suspiro.

-Es algo complicado, primo.

-Pues resúmelo. Pero hazlo ahora.

Abrió la boca, pero el sonido de la puerta al abrirse precipitadamente los interrumpió. Naruto tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no ponerse a repartir mordiscos a diestro y siniestro. ¿Por qué ese día todo el mundo se empeñaba en interrumpirlo por momentos? Se giro y clavo sus ojos en los castañoss de su abuela quien lo miraba con intranquilidad.

 -¿Y ahora qué? -pregunto.

-Naruto… se ha ido.

Su corazón se detuvo.

-¿Qué? -preguntó esta vez con lentitud. El ambiente se volvió más denso y más pesado.

-El gato… se ha ido.

-Imposible -negó con severidad.

-No sabemos cómo se fue -explico-. Los centinelas no se dieron cuenta, Hinata fue la que dio con él en la frontera, se enfrascaron en una pelea y ella salió un poco herida. Él se marcho.

Naruto suspiro con fuerza, y respiro en un intento de procesar todo lo que estaba escuchando. La incredulidad y la rabia se mezclaban a fuego lento en su interior. Todos tenían sus ojos puestos en él, pero no podía pensar con claridad. Sólo quería tener al gato idiota frente a él y darle unos buenos azotes por irse sin su consentimiento.

-Shikamaru -llamó e inmediatamente este apareció a su lado-. Quiero a todos los centinelas en movimiento, incluso al dúo de inútiles que no pudieron cumplir con su trabajo, ya me las arreglaré después con ellos. Quiero que lo busquen hasta debajo de las piedras, contacten con Gaara, Yugiito, Killer Bee, ¡con quien sea! Si alguien lo ve en algún territorio enemigo o amigo, quiero saberlo. ¡Y quiero saberlo ya!

Shikamaru salió rápidamente de la habitación, detrás de él salió Ibiki para también reunir a las centinelas.

-¿Cómo está, Hinata? -pregunto aun con el cuerpo tenso.

-Está bien, es fuerte.

Naruto asintió, olvidándose de su prima y de su abuela salió de la habitación dando un portazo. Camino con rapidez y se dirigió hacia un cuarto que conocía muy bien. Abrió la puerta, y los machos dentro, clavaron sus ojos en él con curiosidad.

-Quiero a todos ustedes buscando a Uchiha Sasuke -exigió. Neji se levanto, mientras era secundado por Sai, Chouji, Kiba, Shino, Konohamaru y Kakashi. A este último lo miro fijamente, este entendió-. Tienen dos días para darme noticias sobre él, Kakashi les explicara a los que no lo han visto, como huele y como es. No quiero errores y quiero rapidez y eficacia.

Sin decir nada más empezó a salir de la habitación, hasta que la voz de Sai llamo su atención.

-¿Y él quien es? -Sai no se caracterizaba por tomarse en serio las cosas, era muy metiche y tenía la mala maña de creerse todo lo que leía en los libros y ponerlos en práctica. No era muy bueno a la hora de relacionarse con los demás, por eso, valoraba muchísimo a los amigos que poseía.

Naruto giro su cabeza y clavo sus ojos azules en los negros de él. Tan parecidos a los de Sasuke, pero tan diferentes.

-Es mi compañero.

Naruto salió de la habitación cerrando la puerta con fuerza. Dentro, todos ellos se miraron sin saber que decir. Sai por otro lado, se encogió de hombros.

-Eso es información suficiente para empezar a mover mi culo -dijo-. Ahora a movernos.

Konohamaru suspiro.

-Como diría Shikamaru… esto es problemático.

Si no tenían noticias sobre el Uchiha en dos días, sus cabezas rodarían. Naruto nunca fue muy paciente, y como cualquier alfa -aun más siendo el Shihai-tekina y teniendo tantos animales alfas y posesivos dentro- odiaría que su compañero le desobedeciera.

Si… una buena manera de empezar la semana. Iban a morir si no encontraban al bastardo.

Bonita manera de terminar su día.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Y bien? ¿Que les parece? ¿Creen que me adelante mucho al poner estas escenas subidas de tono con Sasuke y Naruto? Alguien de mi confianza, lo ha leído cuando termine de escribirlo y me ha dicho que le ha parecido bueno, que es algo diferente... entonces, no se... esperare por sus reviews a ver que tals.

Nos leemos pronto, dulzuras.

Espero actualizar pronto :c


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