Salgo de la sala dejando entrar a los médicos. Me encontraba desahuciada debía ser fuerte por María. ¿Pero que sucedería si un día de la nada ya no me estuviera para ella?. ¿Quien se encargaría de cuidarla? Es a lo que más le temo. ¿La llevarían a uno de esas casas de adopcion terrorificos, donde los niños pierden la esperanza día tras día?. No quería eso. Mientras espero recibir los papeles que debo firmar por los cuidados de mi madre.
"Ella" estaba afuera esperándome en su auto tenia a María en brazos dormida. Le dije que fuera a casa que ya me encargaría yo mas tarde de volver y solucionar los papeles pero es demasiado terca. Pocas horas después agradecí a todos los dioses que fuera ella quien me diera una taza humeante y la paz que me faltaba.
Entonces recordé cuantas veces mi madre me había dicho que la única merecedora que tendría que estar a mi lado por muchos años venideros. Era ella. Claudia.
Resultaría extraño si no pensara que mi madre me estaba jugando una broma... más de una vez le decía que parara de decir eso. ¿Qué acaso no debía ser ella la que tendría perjuicios sobre ello? Pero parece que tenían una mejor relación de lo que pensé.
Al principio pensé que le resultaría molesto que incluyera a Claudia en nuestra vida, pero fue todo lo contrario.
Conocía a Claudia hacía mucho tiempo pero nos habíamos distanciados por muchos años. Pero por un extraño azar del destino cuando nos volvimos a encontrar ambas buscábamos departamento yo por aquel entonces ya estaba embarazada. No pude evitar sonreírle cuando me felicito. Después de una taza de café en un bar cercano quedamos en contactarnos. Más por cortecia y educacion que por realmente contactarnos luego. Amabas sabiamos que las posibilidades eran pocas.
Esa vez no le dije nada del padre del bebe. Sabia como era ella, se pondría furiosa por el simple hecho de que me hayan dejado sola con mi bebe. Seguramente iría y le rompería la cara, pero no venia al caso. Ahora tenía otras cosas más importantes.
A ella también se la veía más adulta. Más tranquila tal vez. Habían pasado muchos años, ¿seguiría siendo lesbiana? Pensaba mientras compartíamos la mirada a la calle. Su perfil seguía igual, sus uñas ¿estaban pintadas? Estuve pensando en ella toda la noche antes de conciliar el sueño.
...
Pasarían varias semanas antes de encontrarnos nada más que siendo vecinas. Ella por esos días siempre se pasaba para preguntar si quería algo del super o si simplemente quería salir. A veces le rechazaba cortésmente pero otras simplemente le regala gratis mi mejor cara de perro. Ella solo se reia.
No quería molestarla con mis cambios de emociones, pero inevitable. Ni hablar de controles médicos. Sabía que Claudia desde niña tenía experiencias terribles con los hospitales. Así me lo apañaba lo mejor posible. Sola en lo posible.
Ni mencionar el trabajo. No dejaría que mi licencia por maternidad me dejara sin ninguna posibilidad de trabajo. Trataba trabajar horas extras para la renta, y comenzar a ahorrar para el bebe. Necesitaba el dinero maldita sea.
Claudia pasaba seguido por casa solo un par de minutos para irse al estudio donde trabajaba. Me traía dulces, a veces helado. Luego yo le regalaba una cena. ¿Que mejor que unos buenos macarones con queso?. Lo admito como vendedora de buenas cenas no valgo pero que más daba era a modo de compensación y además pasábamos muchas horas juntas. Solo ella se emocionaba por la pataditas tanto como yo. Cuando todos querían verme fracasar ella me alentaba. Esto fue mucho antes de que mi madre nos visitara. Para ese entonces se caía de raro que mama me visitara se que quería pasar este momento tan ¿difícil? conmigo. Por suerte ayudaba con la renta y me ayudaba todo lo que podía. Empecé a comer más saludable también. Esa tarde Mamá habia reconocido a Claudia desde la ventana que estaba limpiando. Salió a saludarla no se de que hablaron ya que salía a trabajar. Los siguientes 4 meses fueron las mismas rutinas. Mama y Claudia se llevan bien, no sabía cómo la verdad. Los años de niñas los sentía tan lejanos en esos momentos.
Hasta que una tarde de Abril me lo pregunto -¿Estas saliendo con alguien, Sonia? Mi mirada debió dejarla helada para que luego de eso me pidiera disculpas. Claudia desvia la mirada y se prepara para salir hacia su casa.
Iba a contestarle pero una contracción me saco todas las palabras de la boca. Además había roto bolsa lo único que sentí es que me cargo en sus brazos. Sorprendida trataba que me bajara, pero estaba mucho mas avergonzada ella que yo.
No recuerdo desde cuando teníamos un hospital al lado porque Claudia prácticamente voló, en el auto. Nunca me agrado su tecnica de conduccion. Aunque no lo admitire. Y mucho menos ahora.
El trabajo de parto costo al principio las contracciones eran tan merecedoras de su nombre.
Pero todo quedo atrás cuando vi a esa hermosa criaturita que me daban en brazos estaba llorando, ambas estamos llorando y ella con su pequeña manito en mi mejilla me consolaba.