Castillo
Naruto siguió a las tres sombras con la mirada en alto, no quería mirar atrás, no podía, si lo hacía tendría ganas de volver y lo que menos deseaba era eso, ya que podría poner en peligro la vida de algún miembro de su familia.
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EN ALGÚN LUGAR LEJANO
Se encontraba un chico pelinegro de cabello un poco azabache, este vestía un atuendo bastante formal con un saco negro y pantalones de tela.
¿Qué hacía así?
Ese era una pregunta muy fácil de responder, él se vestía de manera elegante para una ocasión y ese era pedirle la mano al señor Namikaze para casarse con su hijo.
Mientras este se arreglaba la corbata, entro por la puerta una chica de cabellos largos de color azul, con ojos color perla y usando poco maquillaje, esta se vestía gracias a sus dotados pechos de manera provocadora con un gran escote, con unos jeans ajustados y celestes.
--¿Sai-kun ya estás listo?—le pregunto sin quitar la mirada en el moreno.
--No Hinata, antes quiero comprobar algo—dijo Sai acercándose peligrosamente a Hinata.
--Sai-kun no pensé que seguirías siendo travieso—dijo la chica con una mirada picara.
--Pues, aprendí de la mejor—
Así Sai beso a Hinata mientras que la chica se dejaba llevar por el beso no le importo que la manoseara, al fin y al cabo era su novio.
Al terminar la escena de besos y manoseos se separaron dejando un hilo de saliva que aún los unía en la boca de ambos.
--Belleza, dime ¿cómo va el plan?—
--No te preocupes, cariño que yo misma me estoy encargando de eso—
--sabía que podía contar contigo—sonrió Sai
--solamente estoy un poco celosa—Hinata puso su cara fingiendo estar triste
--¿Por qué?—
--Te casaras con la persona que ame de niña y pues es extraño, ya que también te perderé a ti—
--jajaja no me perderás – sonrió –solo recuerda el plan—Hinata lo miro y al ver la confianza que emanaba, asintió.
Hinata y Sai no eran precisamente buenas personas ¿Por qué será?
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CERCA AL CASTILLO
Mientras que Naruto estaba pensando con la cabeza agachada y con un semblante triste, las tres sombras lo miraron y se miraron entre sí, sabían que no podían hacer nada para hablar con él. Por el momento eran simples sombras nada más.
Al llegar al Castillo Naruto miro la puerta. Si que era grande, era una puerta única, de rejas negras y tenían en el medio un diseño especial porque justo en el momento que Naruto lo miro sintió una extraña sensación.
Las tres sombras abrieron la puerta para dar paso a Naruto, el rubio bajo del Caballo y dejo que este se fuera, luego se acerco a la puerta, antes de dar un paso adelante, suspiro con resignación y entro siguiendo a las tres personas que se encontraban en frente de él.
¿Cuándo fue que se convirtieron en Personas?
Naruto se asusto al ver el tan repentino cambio. Vio como de las mismas sombras salían 3 personas diferentes.
--No tengas miedo, nosotros no mordemos—
--solo ve tranquilo—
--Ah! al fin… libres—
Las tres sombras de repente empezaron a hablar tranquilamente, Naruto solo veía incrédulo el tan repentino cambio de esas tres sombras y la forma en la que actuaban le recordaba un poco a sus hermanos.
--oh, cierto nos presentamos— dijo uno de ellos parándose enfrente de él junto con los otros dos –Yo me llamo Jugo—dijo el pelinaranja con una mirada muy seria, llevaba un atuendo muy común con una polera naranja y pantalones azules.
--Yo soy Karin—decía la chica pelirroja sonriendo, esta vestía con un provocador escote mediano, una blusa de manga larga y unos jeans azules.
--Y yo soy Suigetsu un gusto conocerte—Este era un chico de cabello medio celeste, sus ojos eran también eran celestes como las de un pez, vestía con unos pantalones ajustados y una polera negra de manga larga – ¿bella?--
— jajaja ¿enserio te llamaron bella?— empezó a reír Suigetsu.
Naruto se estaba poniendo rojo de la vergüenza. Tenía ganas de gritar a ese molesto chico, pero gracias a dios alguien más le hizo el favor.
--Ya cállate de una vez Suigetsu, él no escogió su nombre—hablo la pelirroja dándole un coscorrón a Suigetsu.
--¿Eh? ¿Quién te crees para callarme?— Suigetsu se defendía mientras que miraba a la pelirroja como si tuvieran una guerra de miradas.
--Basta de peleas—ordeno Jugo separándolos con su mano mientras estos se quejaban.
--Bella, ¿porqué viniste tú y no tu padre?—pregunto Jugo mientras avanzaba hacia una dirección bastante oscura.
Naruto solo lo siguió muy de cerca para no perderse, la verdad ese lugar era lindo pero no podía darse el lujo de explorar el lugar donde lo matarían.
--Bueno, mi padre está enfermo—mintió mirando el piso.
--ah, pues esperemos que el amo te acepte—Dijo Suigetsu con la mirada en frente del pasillo que estaban atravesando.
--Aún así me alegra de que no seas chica—sonrió Karin con corazones en los ojos –si lo fueras te sacaría de aquí inmediatamente—miro a Naruto—no quiero que el amo este con otra—dijo con determinación.
--Yo soy hombre dattebayo—le afirmo Naruto mirándola a los ojos un poco ofendido.
--Bueno…-- Karin miro al frente caminando tranquilamente –solo te diré que fue muy tonto tomar el lugar de tu padre—
--Karin—Jugo le llamo la atención –No es momento para que molestes al pobre chico—
Karin se acomodo los lentes y camino al mismo paso de Suigetsu que estaba adelantándose.
Naruto estaba pensando en las palabras de esa chica, ¿Qué hubiera pasado si en vez de él hubiera ido su padre? ¿Fue la mejor decisión? ¿Lo vendrá a buscar? Pero siempre le llegaba la misma respuesta y esa era que ya no se podía hacer nada, él tomo su decisión y no debía arrepentirse.
Caminaron por el frondoso pasillo hasta llegar a una puerta roja, Naruto miro la puerta y los nervios lo atacaron en un instante.
--Llegamos…--
Jugo abrió una pequeña parte de la puerta y hablo con cautela. –Amo, llegó la visita que usted estaba esperando—informo a la persona que estaba dentro de la habitación.
--Que pase—ordeno con seriedad mientras miraba por la ventana la fría noche que ahora empezaba a comenzar.
Jugo al escuchar las órdenes de su Amo miro a Naruto y le dio paso para que este entrara.
--Buena suerte—decía con una media sonrisa Suigetsu
Naruto trago seco y entro sigiloso, mientras miraba la habitación oscura con la única luz que lo alumbraba, la luna. Se dio cuenta que una persona estaba en frente de la ventana.
--Así que vol…-- se interrumpió así mismo al ver a Naruto. –¿Quién eres?—
-- Yo soy Na… diré Bella—Naruto estaba por poco a decir su nombre pero lo corrigió de inmediato.
--¿Bella?—el azabache sonrió de lado. –Jamás había escuchado un nombre tan ridículo y menos en un hombre—
--No… -- Estaba por decir que no le llamara así que se llamaba Naruto pero se contuvo –se burle—
--Aún así tú no tenías que estar aquí—le miro serio.
--Vine en cambio de la vida de mi padre-dattebayo— Naruto perdió su miedo y lo encaro –No me importa si usted estuvo esperando a mi padre, yo seré quien tome su lugar—dijo decidido.
--Pero si solo dijo que devolvería una rosa a uno de sus hijos y volvería, no me puedo creer que sacrificara a su hijo— El pelinegro se aparto de la ventana y camino por el alrededor del rubio.
--Fue mi decisión, además…-- Naruto se entristeció un poco y eso el azabache se dio cuenta.
--¿Además?—
--Es mi culpa—dijo el rubio.
--Eso ya no importa—miró a Naruto— necesito manos ¿sabes cocinar?—preguntó alzando una ceja-
--No se burle, solo mátame y deja a mi familia en paz— Naruto estaba cansado de tanta burla.
--Yo no soy de las personas que se burlan—miro con señal de enojo al rubio. –Respóndeme— le exigió.
--Bueno, sé un poco— a Naruto no le intimidaba su mirada pero decidió seguirle el juego.
--Entonces trabajaras en la cocina—
--P-pero…-- Naruto fue interrumpido
--Bien, que Jugo, Karin y Suigetsu te indiquen primero el camino a tu habitación y mañana te indicarán de la cocina— se fue al mismo lugar donde se encontraba hace momentos –Y no vengas por este lado al menos que se te ordene—lo miro con seriedad antes de que el rubio atravesara la puerta resignado.
Naruto, camino a la salida esta vez más tranquilo, estaba sorprendido al ver cómo era esa persona. La verdad pensó que sería una persona tal y como lo decía su padre, Una Bestia, pero la realidad era que no le había visto algún defecto. ¿Estará ciego? O ¿Qué oculta?
--Bien, resististe—lo felicitó alegre Suigetsu
--Y ¿qué te dijo?—pregunto la pelirroja
--Me dijo que me encargaría de la cocina, pero antes dijo que me indicarán el camino a mi dormitorio—
--Y ¿no te dijo nada más?—pregunto una sorprendida Karin, mientras que los dos chicos trataban de ocultar el interés a la respuesta que daría el chico rubio.
--No—aclaro Naruto sin saber la razón de su pregunta.
--Bien entonces síguenos—ordeno Jugo después de escuchar la respuesta del rubio
No quería admitirlo pero Jugo también se sorprendió al ver que su Amo no había reaccionado de manera violenta como lo hacía con todos, sin duda sintió que algo cambiaría desde ese día. Pero ¿sería bueno o malo?
FLASH BACK
--Espérenlo en el sendero de donde lo encontraron—ordeno Sasuke.
--Pero ¿Por qué?—dijo con mala gana Suigetsu
--Hagan lo que les digo—
--Pero Sasuke–kun yo…-- Karin trato de reclamarle.
--¿Piensan desobedecerme?—
Karin y Suigetsu agacharon su cabeza con resignación, nunca antes el azabache les había gritado con mucha molestia. No a ellos.
Al salir del castillo Karin estaba caminando con mucha rabia.
--¿Cómo es posible que se enfade tanto?—
--No lo sé, pero escuche que se llevaron una rosa— menciono Suigetsu
--¿¡Qué!?—
--Tal y como oíste—
--No es posible que dejara que se llevarán una de sus rosas—
--¿Y cómo no darlos?—le pregunto incrédulo Suigetsu –si ya no tiene oportunidad de que alguien se enamore de él, desde ese día todo cambio para nuestro “amigo”
--Lo sé, pero… ¡Morirá si se marchitan todas y más que todo la del centro!—
--Ya basta Karin—Jugo la miro con enojo –Si nuestro “Amo” ordena algo debemos apresurarnos
Karin se aguanto las ganas de gritar a Jugo por la interesante conversación que llevaba con Suigetsu. De todos modos era como el líder de los dos.
Cuando ya estuvieron cerca de la puerta ellos salieron al exterior sintiendo como sus cuerpos se convirtieron en sus propias sombras y sus voces se volvían mudas.
Algo que odiaban pero que era necesario por cumplir órdenes de su Amo. Cuando llegaron Decidieron esperar al supuesto hombre pero a cambio vieron llegar a un joven rubio, de unos ojos celestes como el cielo vistiendo un abrigo que cubría la forma en la que vestía y llevaba un caballo.
¿Era él?
De todos modos era el único que estaba ahí, tenía que ser esa persona.
FIN FLASH BACK
Cuando hablaron con él se dieron cuenta que ese chico, era en realidad el hijo del hombre que tendría que estar ahí y solo Suigetsu entendió la razón de la situación.
Llegaron a una habitación grande donde no se podía ver cosas nuevas que no sea la cama, el ropero, luces y baño.
--Aquí dormirás—hablo Jugo
Naruto asintió y los demás salieron por ordenes de Jugo para poder dejarlo solo.
--¡Qué extraño lugar!-- Se decía Naruto un poco triste –no se parece a mi dormitorio—
--Oh, no seas duro contigo—escucho hablar a alguien
--¿Q-Quién es?
Naruto se asusto al escuchar esa voz extraña y miro a todas partes para ver quien le estaba hablando.
--Disculpa, no me eh presentado—vio con los ojos muy abiertos como el ropero le hablaba –mi nombre es Rock lee—
La sorpresa fue tanta que retrocedió y choco con la cama haciéndolo sentar de golpe.
--¿Q-qué eres tú?—pregunto sin dejar de señalar al ropero.
--No te asustes, este no es mi verdadero cuerpo—
--¿Verdadero cuerpo?—
--A cierto, nunca te había visto por aquí, dime… ¿eres mujer o hombre?—
--¿N-no puedes verme?—
--Bueno, como no acostumbrarte luego de tanto tiempo estar encerrado en el mueble de un ropero—
Naruto no entendía nada de lo que decía, es más, por poco y pensó que solo era parte de su imaginación el escuchar voces, pero al ver que el ropero se movía lo dejo en Shock. De pronto tocaron la puerta y Naruto aún no salía de su sorpresa.
--Bienvenido—
--¡Señora Tsunade llegaste!—le decía el ropero mientras veía a una carretilla llevando encima un juego de té.
--Solo vine para darle la bienvenida al nuevo invitado—
Naruto no veía a nadie y eso lo asusto más. Solo veía como la carretilla se acercaba hacía él.
--Mocoso, yo me llamo Tsunade un gusto—
El rubio no podía procesar tanta confusión, ¿Está vez quién le hablaba?
--Se nota que es callado—dijo Tsunade mientras se alejaba del muchacho.
--Señora Tsunade no sería mejor que se mostrase—escucho otra voz, resulto ser las cortinas.
--Oh, cierto—
Vio como una mujer mayor con dos coletas de cabello color rubio y un Kimono aparecía detrás de la carretilla, notó como su mano izquierda parecía pegada a la carretilla, Tsunade al ver la reacción del chico suspiro y sonrió.
--Déjame contarte, yo antes siempre llevaba el té al amo y pues todo lo ocurrido ese día nos dejó marcados a todos—
Naruto miro a Tsunade a los ojos, comprendió que no debería temerle entonces decidió tranquilizarse y de un instante a otro se pudo apreciar a un rubio escuchando atento a lo que decía la persona detrás de la carretilla.
--¿De qué día?—
Tsunade y Rock lee al escuchar su pregunta se sorprendieron.
--¿No te lo dijo Jugo?—pregunto el ropero (Rock Lee)
--Decirme ¿qué?—
Tsunade se froto su sien para regañarse a sí misma por haber metido la pata, miró al rubio y suspiro con resignación.
--Si él no te lo contó tendré que hacerlo yo—dijo mientras se sentaba a un lado de Naruto.
--Pero no puede—le dijo el ropero mirando sorprendido a la rubia
Sabía que Jugo era el único que tenía acceso de contar acerca de lo ocurrido ese día, pero también sabía que no tenía derecho a ocultárselo a ese chico. Entonces decidió ignorar a Rock lee.
--Bueno chico, ponme mucha atención-- ordenó la mujer--te contaré lo sucedido hace solo 6 años...-- La mujer antes de continuar respiro ondo y miro al ojiazul.
--Todo empezó cuando…--
Naruto no quería que le cuente pero si así iba a saber por qué en ese castillo pasan cosas extrañas, entonces tenía que saberlo, No por ser curioso sino por que algo le decía que era importante. Un sentimiento de nervios se le apareció.
Continuará
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