contrario.
Ahora estaba la otra cuestión *ser amable* ¿cómo ser amable?, con lo único que yo puedo ser *amable* y en cierto grado cariñoso es con los perros, bueno y a veces con Jasper, ahora mismo mientras pienso acaricio a Dante sobre mis piernas y el mueve su pequeña cola…no es correcto ver a un paciente como a un perro, pero vamos por lo general yo trato con delincuentes grandes únicamente para sacarles información, no con niños ni con victimas era algo totalmente distinto, suspire.
Volví a donde estaba anteriormente con una sudadera en las manos.
-Toma, póntela-se la arroje, él estaba ahí recostado, en silencio, volteo y me miro con burla.
-Creí que preferías tenerme aquí casi desnudo, eres un tipo de pervertido ¿no?
-¡Ja! Si fuera un pervertido créeme que un salvaje hubiera sido mi última opción, y también un crio que ni al baño sabe ir-esta vez el que se rio fui yo, él se enojó, me clavo la mirada, he de admitir que el chiquillo es increíblemente lindo, bueno ya he descrito sus características-¿tienes un nombre?
-….
-Ok, quieres que me siga refiriendo a ti como *crio y mocoso* me parece perfecto
-No tengo un nombre ¿vale? Deja de joder, mi número es 801, ¡así se refieren a mí!
-¿801?-asintió
-Ahora deja de molestarme-se puso la sudadera y de nuevo me dio la espalda, el resto del día guardo silencio, le hablaba y me ignoraba por completo, solo se había levantado para ir al baño y luego continuaba ignorándome, había comenzado a hacer una bitácora de su comportamiento, también había empezado a pensar en un nombre para él, los perros se iban familiarizando con su nombre y la voz de quien se los dio, quizás así comenzaría a darle confianza.
Por la noche me acerque a darle otro plato de comida y leche para la cena, sintió el aroma y volteo, me miro confundido.
-¡Anda! Cómelo
-¿Por qué?
-¿Qué?
-¿No…..comí en la tarde?….hoy no hubo pelea
-Yo como 3 veces al día….a veces 2 como hoy….las veces que yo coma, vas a tener un plato de comida frente a ti, comerlo o no es tu decisión ¿ok?, no te voy a hacer pelear ni responder nada, aunque me gustaría saber algunas cosas-seguía mirándome confundido, suspire y acerque despacio mi mano a su cabeza, retrocedió asustado, le di un par de caricias en el cabello y luego regrese a la mesa, dudo un rato y luego empezó a comer gustosamente.
-¿Que te daban de comer?
-Agua con pan y pastillas…..cuando había peleas me daban carne.
-¿Te gustan las peleas?-se encogió de hombros
-Da igual, para eso estoy, si no peleo no como, tengo que ganar.
-¿Dónde peleas?
-En lugares oscuros….siempre va mucha gente con sus perros y nos ponen a pelear.
-¿Perros?, ¿pelean con perros?
-Nosotros somos perros de pelea…¿viste el numero en mi culo?, todos tenemos uno.
-¿Qué pasa con el que pierde?-se encogió de hombros nuevamente.
-Caen al suelo y nos separan cuando uno ya no puede….pero la mayoría duermen-me dijo con toda la tranquilidad del mundo con un rostro inocente, no cruel, sentí escalofríos reconociendo su ignorancia, supuse que entonces el no había perdido jamás, aun así pregunte, no se veía tan fuerte, bueno después de todo nuestra hipótesis es que son puros críos, quizás a veces solo se herían de muerte.
-¿Eres fuerte?, ¿nunca has perdido?
-Si he perdido-frunció el ceño-¡pero claro que soy fuerte! Se levantó la sudadera y se bajó un poco los boxers-me abrieron aquí hace poco porque perdí, dolía bastante por eso siempre intento ganar…¿y tú? ¿Porque me han robado? Si me llevas a pelear me reconocerán, ¿no tienes tu propio perro?-suspire, que horrible.
-¡¿Tú crees que es normal que te pongan a pelear con otros?!-de nuevo se encogió de hombros
-Siempre ha sido así…..es normal
-Esto está mal, jodidamente mal-murmure para mí mismo, el me miro sin comprender-¿sabes escribir?-negó, bueno, el solo hecho de que hablara me sorprendía, enterré mi cara en mis manos pensando que tan jodido está el mundo.
-No has respondido, ¿porque me quieres si no es para pelear? Me estás dando de comer y curaste la herida de mi brazo y mi pierna, ¿Qué quieres? ¿Quieres sexo o eres imbécil?-lo mire molesto.
-No soy imbécil mocoso, deberías agradecer lo que hago por ti, y tampoco quiero tu culo…..pero entiende que la manera en la que has estado viviendo no está bien….no es normal lo que hacen con ustedes, no lo hace todo el mundo ¿ok?, tu no deberías pelear para vivir, no deberían hacerte todo lo que te han hecho-aun me miraba sin comprender, parecía que le hablaba en otro idioma, en defensa comenzó a reír.
-Qué extraño eres...no quiero hablar más-se hecho al suelo y de nuevo me ignoro, saque algunas cobijas de mi cuarto y las acomode a su lado por si decidía acomodarse ahí, amarre a Dante y me salí de la casa, iba a ir a caminar un poco, eran como las 9:30.
Estaba analizándolo todo, en base a lo que me estaba diciendo deducía que se lo llevaron cuando era muy pequeño para recordar o incluso desde que nació lo tenían en esos lugares, ahora, no iba a ser tan fácil dar con los responsables ya que por la manera en la que lo encontramos deben ser transportados sin saber los caminos, pero es que ¿cómo alguien puede aislar a un humano 100% del mundo real como para que crea que matarse y ser centro de espectáculo a cerdos es normal?, ahora más que nunca necesitábamos dar con esa bola de malnacidos….aunque ahora mi trabajo principal supongo que es ubicar a ese niño y sacarle lo más que pueda de información, cualquier detalle ayudara.
Regresa a casa más tarde, había pasado a comprar café para mí y un par de dulces para Dallas, ¿Quién es Dallas? Bueno, así había decidido llamar al chico.
Abrí la puerta y me dirigí a la sala, aun no había soltado a Dante, quería que se acercara nuevamente pero despacio, si el niño se iba a quedar aquí tendría que llevarse bien con Dante.
-¡Hey!, volví-me senté en el suelo frente a él esperando que no me atacara, se había acostado sobre las cobijas, lo moví un poco, se volteo enojado.
-¡¡¡¿Qué?!!!!-miro a Dante y comenzó a gruñir, mi perro le respondió de la misma manera
-¡Basta!.....escucha Dallas, te tendrás que quedar conmigo un tiempo ¿vale?
-¿Dallas?
-¡Dallas!, ¿no tienes un nombre cierto?, yo te doy un nombre, te llamas Dallas
-¡¿Enserio yo puedo tener un nombre?!-vi emoción en sus ojos y una sonrisa, casi pude ver unas orejas elevándose y un rabo meneándose, sonreí ante la estúpida imagen en mi cabeza
-Todos debemos tener un nombre….como decía, tú te tendrás que quedar aquí conmigo, él es mi perro-señale a Dante que se encontraba detrás de mí.
-¿Eso es un perro?
-Si…..¿enserio no los conocías?-negó y lo miro mal de nuevo.
-Los que cuidaban el lugar donde yo estaba miraban tele…tele…visión-lo pronuncio con dificultad-una vez vi un perro, pero era pequeño con mucho pelo…¡como una rata! Pero no era desagradable.
-¿Y mi perro que te parece?-lo miro atento, Dante se había echado.
-No lo sé….no sabía que había mas perros
-¿Que animales conoces?
-Ratas, no me gustan, me quitan la comida-frunció el ceño como un niño-y tengo que asustarlas o golpearlas pero me muerden.
-Dante no es una rata y él no te quitara la comida ¿vale? Así que no debes atacarlo.
-¡El me ataco primero!
-¡No lo ara y tú tampoco debes!
-Si es un perro real…..¿el pelea?
-Claro que no, es mi perro, es mi amigo, no hago que pelee, yo cuido de el-a propósito Dante es un doberman de 5 años rescatado, le hace falta una pata y lo amo-mira-saque un chocolate que había comprado en la tienda anteriormente, si le gustaba es lo que utilizaría como recompensa cuando hiciera las cosas bien.
-¿Qué es eso?-lo miro curioso, lo abrí, se acercó a olerlo.
-Cómelo-le dio un mordisco, lo mire con atención su reacción fue jodidamente adorable.
-¿Qué es?
-Es chocolate, ¿te gusto?-asintió, luego intento controlar su emoción pero continuo comiendo ansioso-Si prometes no atacarme ni a mí ni a mi perro te daré más, y también hay otros dulces, pero tienes que ser obediente-me miro desconfiado-no pongas esa cara, creo que es mucho más fácil que ir por la vida peleando con quien te ponen enfrente, y te juro que duele menos-se miró las heridas-¿qué dices?-no me respondió, siguió comiendo-vale….buenas noches Dallas, me voy a dormir-jale la correa de Dante dispuesto a irme.
-¿Cuál es tu nombre?
-Issak-me había detenido, como no escuche más seguí mi camino hasta el cuarto, me quede despierto un rato abriendo un expediente del perro de pelea 801, nombrado ahora por mi Dallas, prepare un pequeño informe, sentía que había avanzado bastante hoy, luego de enviarlo me fui a dormir.