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Between Angels & Insects Edited por urumelii

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Notas del capitulo:

Como siempre, volví, siempre vuelvo!!!!! aunque sea años despues. 

 

LEs dejo un nuevo capi de este bebé que ya se va a acabar, espero terminarlo pronto!!!

No sé si me lean aqui jajajjaaj pero tabmién estoy en wattpad: sugarmeli

poco a poco me mudare alla. 

 

Espero dejen un rvw sería un bontio detalle hace mil años que no recibo uno T_T

 

en fin, espero les guste. 

-Cuando Dios mando el Diluvio, dijo que la próxima vez, dejaría que nosotros nos encargaremos del final. Cuando sintiéramos que el mundo estaba llegando a su limite - explicó Kyo, mientras Miyavi y Hyde lo seguían por el cielo. 

 

 

 

Miyavi tenía dudas pero sabia que las cosas pasaban por algo, que al menos tener fe era necesario y hacer las cosas de forma correcta, pero no había llegado a ser líder de la Organización solo por confiar en que todo saldría bien. 

 

 

 

-¿Dices que Rafael les enseñó todo esto? - preguntó aún con cautela. 

 

 

 

-algunas cosas, otras las fuimos aprendiendo, mientras ustedes olvidaban - contestó descendiendo, estaban cerca de llegar a la Organización Angelical. 

 

 

 

Hyde negó - me siento incapaz de creer que olvidamos cosas tan importantes

 

 

 

-No es su culpa, pasa cuando vives tantos años y de pronto tienes otras prioridades. Su cacería de demonios ha llegado demasiado lejos- Se paró frente a la puerta de un enorme almacén - ¿es aquí? - preguntó. 

 

 

 

Miyavi asintió. 

 

 

 

La entrada a la Organización Angelical no era para nada imponente, pero en realidad era una fachada para lo que había detrás. . 

 

 

 

Antes de que entraran, Hyde tomó a Kyo por el hombro - ¿Tú sabes que estaba haciendo Uruha con Aoi, verdad? - preguntó casi exigiendo. 

 

 

 

-No entiendo cual es su relación ni siquiera sé que hacen juntos. Sin embargo, sé cuales son las posibilidades de su relación

 

 

 

Hyde abrió mucho los ojos - realmente dices que un demonio y un ángel ¿pueden ser pareja única? - el solo pensamiento parecía aterrorizarlo. 

 

 

 

Kyo giró los ojos como si un niño pequeño le hubiera preguntado de qué color era el cielo - no lo digo, sé que es posible, mis padres eran una ángel y un demonio - dijo como si fuera lo más normal del mundo pero los otros dos lo miraban sin poder creerlo - somos de la misma especie, solo los propósitos son diferentes - finalizó. 

 

 

 

Hyde asintió - claro, nosotros protegemos a la humanidad, ellos…

 

 

 

-protegen a la tierra - finalizó Kyo antes de que dijera algo más. 

 

 

 

Ambos arcángeles cayeron en un silencio sepulcral, como si de pronto hubieran recordado algo que se había ocultado en su memoria. Como un adulto que desbloquea un recuerdo perdido de la infancia y pronto se diera cuenta que toda subida fue una mentira. 

 

 

 

Miyavi abrió y cerró la boca, se había quedado sin palabras. Toda aquella rivalidad con los demonios existía desde que podía recordar, incluso podía pensar que estaba desde su creación habían estado peleando contra ellos. Nunca se había detenido a pensar en los por qué. Simplemente continuaba peleando por puro instinto. Él mismo había formado a los cazadores, había formado parte de su entrenamiento y propósito. 

 

 

 

-Te volviste loco - fue Hyde quien lo devolvió a la realidad pero por su tono, Miyavi adivinó que estaba pensando lo mismo que él, el daño estaba hecho, no había vuelta atrás. 

 

 

 

Y el daño era inmenso. 

 

 

 

Kyo no dijo nada mas, se limitó a señalar la puerta . ¿Les molesta si entramos? No es que quiera interrumpir sus dilemas morales pero tenemos asuntos mas importantes de los cuales preocuparnos. Les prometo que si sobrevivimos yo mismo los acompaño a que pidan disculpas a Shou y a la Liga de los Demonios. - dijo con sarcasmo. 

 

 

 

Hyde giró los ojos, peor Miyavi se adelantó colocando una pequeña llave en una diminuta cerradura que si no podáis atención probablemente jamás notarías que ahí estaba. Giró la llave y la cerradura cedió de inmediato. 

 

 

 

Los ojos de Kyo se cerraron al cruzar el umbral, La Luz era demasiado resplandeciente. La Organización era bien conocida por mantenerse a La Luz del sol, todo el tiempo. Nunca había estado ni cerca de entrar ahí, pero no sabia duda que el lugar le hacia honor a todas las leyendas que circulaban alrededor de ella. 

 

 

 

Todos los edificios de color blanco se encontraban a la distancia; antes debía recorrerse un enorme jardín de pasto perfectamente recortado. Había tantas fuentes de querubines que Kyo no solo pensó que era de mal gusto, sino además lucía terrorífico. 

 

 

 

La Organización era una pequeña o gran ciudad, dependiendo del punto de vista. Alojaba a los miembros del Concejo, al ejercito, cazadores y sus familias. Había centros de investigación, de entretenimiento, de entrenamiento, bibliotecas y escuelas que funcionaban como guarderías para los más pequeños. 

 

 

 

Los edificios principales formaban un semicírculo al centro. Era una caminata corta, aproximadamente diez minutos. 

 

 

 

-Esto no es una buena idea - dijo Hyde a medida que se acercaban al edificio principal - Meevs, no podemos llevarlo a la puerta solo porque porta el sello de Rafael, podría ser una trampa, incluso nada nos asegura que el mismo Suizo no se haya vuelto loco y quiera traicionarnos - estaba teniendo dudas justo antes de llegar a lo importante. 

 

 

 

Kyo suspiró tratando de recolectar toda la paciencia que sabía que no tenía. Su mente iba a mil por hora tratando de encontrar la manera apropiada de hacer que confiaran en él. Sin embargo un gran estruendo lo distrajo, parecía provenir de los campos mas lejanos de la Organización. 

 

 

 

EL canto fuerte de los tambores de guerra comenzó a retumbar en todos lados. Miyavi y Hyde intercambiaron miradas. 

 

 

 

-El ejercito - dijo el primero mientras sacaba las alas. 

 

 

 

Kyo había visto muchas cosas en su vida: Insectos, criaturas extrañas, criaturas de belleza inigualable; había conocido a muchos ángeles y demonios por igual, pero nunca en su vida había Vito algo tan mágico e imponente como aquel arcángel frente a él. Ahora entendía por que ese hombre era el líder de la Organización. 

 

 

 

Las alas de Miyavi no eran blancas, podrían parecerlo a primera vista, pero al pasar el tiempo podías notar el color dorada en cada una de sus plumas; las cuales resplandecían de un forma imposible a los ojos de los demás, incluso parecían tener su propia luz. Ninguno ángel tenía alas como esas. 

 

 

 

-wow, ¿cómo lograste que tus alas… - pronunció el más bajo, impresionado. 

 

 

 

-Despues te cuento esa historia, tenemos que apurarnos - dijo el líder emprendiendo el vuelo. Los otros dos lo siguieron de inmediato. 

 

 

 

Les tomó pocos segundos llegar al campamento del ejercito. Sin embargo, Miyavi les indicó que se detuvieran antes de llegar al campo principal. Kyo tuvo la visión clara de un enorme ejercito haciendo gritos de guerra, pero fue hasta que Miyavi les señaló un espacio vacío, que se dio cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo. 

 

 

 

Cadaveres, cientos de cadavers bañados en sangre tirados sobre el pasto pintado de rojo. Algunos estaban en poses extrañas y violentas, parecían haber sido torturados, a otros les faltaban partes del cuerpo, que también podías encontrar dispersas entre los cuerpos. Eran ángeles, del mismo ejercito  que aquellos que entre gritos y canciones de guerra, los miraban con desprecio. 

 

 

 

-¿Qué pasó aquí? - preguntó Miyavi sin querer creerlo. Recordaba que Gackt le había hablado de ángeles que no estaban dispuestos a defender a la humanidad, que incluso querían desatar el Apocalipsis, pero no se imaginó una matanza como aquella y mucho menos en un momento tan crucial como ese. 

 

 

 

-Es el destino de los que se rehusan a estar de nuestro lado - contestó Hyde con una voz que se volvió siniestra de pronto. 

 

 

 

Miyavi se giró a ver al arcángel, pero este tenia la espada desenvainada y estaba a punto de atacarlo. Lo había tomado tan de sorpresa que no tuvo tiempo de contrarrestar, el ataque le llegaría de lleno. Entonces, una espada interfirió en su camino: Kyo había bloqueado el ataque sorpresa. 

 

 

 

-Hyde, explícame lo que está pasando - demandó el líder. 

 

 

 

-Llegaste my tarde Miyavi, desataremos el fin del mundo, la raza humana morirá y con ellos los demonios. Viviremos en un mundo para nosotros - sonrió alejándose de Kyo. 

 

 

 

-¿De qué hablas? Nuestro deber es protegerlos

 

 

 

-Y mira a dónde nos ha llevado, guerras, enfermedades, no hay compasión en sus mentes. Podríamos lanzar a los cuatro jinetes en este momento y ni siquiera lo notaría, tal vez lo celebrarían - dijo con furia - es nuestra oportunidad de vivir en paz. Gackt traerá la llave y al portal, ya no hay vuelta atrás; dime que te nos unirás - dijo casi suplicante.

 

 

 

-SAbes que jamás haría algo como aquello - contestó de forma tajante. 

 

 

 

-No es como que tengas mucha opción - se burló el otro - tu ejercito cae muerto ahí, no te queda nada, ¿crees que podrías tu solo? 

 

 

 

-No está solo - apuntó Kyo - y aún no tienes la llave

 

 

 

Hyde rió macabramente - es cuestión de tiempo para que Gackt la traiga - dijo. 

 

 

 

-Aoi lo detendrá - dijo Kyo con una confianza que no tenía, mas le valía a ese cazador de cuarta proteger a Uruha o estarían perdidos. 

 

 

 

-No hay mucho que pueda hacer contra un arcángel

 

 

 

Miyavi sonrió - el único cazador que le ha estado a la altura del comandante del ejercito, ha sido Aoi. ¿Irónico, no? Gackt no quería que fuera parte de su ejercito, porque sabía que acabaría enfrentándolo - negó sin poder creer cómo resultaban las cosas. 

 

 

 

Hyde atacó, pero esta vez el líder de la organización estaba preparado. Tomó a Kyo del brazo, uno de los tatuajes de su espalda brilló; en un abrir y cerrar de ojos, estaban de vuelta en uno de los edificios principales. 

 

 

 

-¿Qué vamos a hacer? - preguntó Kyo preocupado. 

 

 

 

-Tenemos que encontrar a mi esposa, confiar en Aoi y evitar que se acabe el mundo - contestó con firmeza. 

 

 

 

-Qué alentador. ¿De verdad Aoi podría derrotar a un arcángel? - Kyo se notaba bastante escéptico al respeto. Sólo había tratado con el ángel poco tiempo y a su parecer era bastante engreído y débil. 

 

 

 

Miyavi se limitó a asentir. 

 

 

 

-x-

 

 

 

Aoi alcanzó a sostener a Uruha antes de que cayera en caída libre. Sin embargo tuvieron que descender pues el demonio no parecía que fuera a despertar pronto y aunque Aoi era fuerte, se le haría muy cansado cargar con él y moverse a gran velocidad. Tendrían mejor oportunidad ocultándose entre los arboles del enorme bosque que se desplegaba debajo de ellos. 

 

 

 

Junto a Sugizo aterrizaron en medio de un claro, Aoi había perdido todo sentido de orientación debido a la persecución, podrían estar en cualquier parte. Solo sabía que estaban al sur de Tokio.. 

 

 

 

-¿Qué es lo que le pasa? - gritó el pelinegro, pues el demonio seguía sin reaccionar. 

 

 

Sugizo permaneció de pie junto a ellos con una extraña expresión - ya comenzó - se limitó a decir. 

 

 

 

-¿Comenzó, qué? ¿Que tiene que ver con él? - parecía a punto del quiebre. 

 

 

 

Como si lo hubiera invocado, la tierra comenzó a temblar violentamente, tan fuerte que varios animales salieron disparados hacia la derecha, parecían estar huyendo de algo. Los arboles se agitaban a medida que el viento soplaba con fuerza, miles de hojas volaban hacia ellos. 

 

 

 

-el fin del mundo - el temblor se detuvo, pero el sonido de los animales huyendo y las hojas volando, no. Sugizo por sumarte permanecía igual de impasible. 

 

 

 

Aoi lo miró como si se hubiera vuelto loco - ¿no se supone que Reita era la clave de eso? Y no se qué mas - frunció el ceño - hasta donde yo sé, no está en la organización

 

 

 

-Reita es el portal que hará que los ángeles desterrados crucen la puerta. Uruha, por su parte, es la llave de la puerta - contestó otra voz. 

 

 

 

Frente a ellos se encontraba Gackt, con su espada legendaria en la mano. Su rostro estaba adornado con una extraña sonrisa plasmada en su rostro, se acercaba a ellos lentamente. 

 

 

 

-te dije que enamorarte de un demonio era considerado alta traición - alzó la espada directo a ellos. 

 

 

 

-Debí entender que tu estabas detrás de esto - Sugizo se interpuso entre ambos - ¿Ya te hartaste de servir a la humanidad? 

 

 

 

Gackt abrió los ojos con sorpresa al reconocer a Sugizo - pensé que habías muerto después del Diluvio - dijo en un suspiro. 

 

 

 

Sugizo negó - me alejé después de la profecía, sabía que ustedes olvidarían el propósito de nuestra existencia y no me equivoqué. Tu siempre has preferido la guerra - dijo casi con desprecio. 

 

 

 

-Soy un ángel guerrero, es mi naturaleza. Pero verás que no sólo es eso, estoy harto de estar al servicio de la humanidad y no recibir un mísero gracias a cambio - se acercó aún más - es hora de empezar de nuevo - blandió la espada y atacó al otro arcángel. 

 

 

 

Aoi escuchó el sonido de dos espadas chocando pero su atención estaba en Uruha. Incluso inconsciente se veía perfecto, una escultura renacentista de los mismos ángeles. Escuchó un jadeo cerca de ellos, su instinto de cazador lo mantenía siempre alerta, a pesar de la pelea que se libraba junto a ellos. 

 

 

 

Levantó la vista mientras se aferraba a Uruha, estaba hincado abrazando al demonio, vio algo moviéndose entre los arbustos, pensó que debía ser una animal que se  había perdido en su huida pero su sorpresa fue cuando Reita salió entre los arboles con una cara que nunca le había visto. Sus ojos estaban casi desorbitados, la banda alrededor de su nariz se había caído y una extraña marca en su mejilla parecía brillar, tenía lo que parecía ser sangre alrededor de la boca y la barbilla. 

 

 

 

-Qué - quiso preguntar el ángel pero el otro se le echó encima para quitarlo, estaba tratando de llegar a Uruha. 

 

 

 

Aoi fue mas rápido, alcanzó a cargar al castaño y hacerse hacia atrás. Era extraño como funcionaba con el demonio a su lado, nunca en su vida se había movido a tal velocidad, pero estar junto a él parecía aumentar sus sentidos, sus habilidades y sus poderes, como si algo a su alrededor quisiera darle todas las armas para defender a Uruha de lo que sea que viniera. 

 

 

 

-Dame la llave - reita habló pero no fue su voz, de hecho, parecía que más de diez personas habían hablado al mismo tiempo. Hombres, mujeres, niños y ancianos hablaban a través del rubio. 

 

 

 

-¡Reita, despierta! - la voz de Kai se escuchó a lo lejos, el sacerdote había logrado seguirlo durante su huida. 

 

 

 

-La llave - repitió. 

 

 

 

Todo pasó muy rápido después de eso, Aoi logró ver por la comisura de sus ojos el momento en que Gackt lograba lanzar por aire a Sugizo, distrayendolo de la escena. Comenzó a acercarse a ellos, sonriendo ampliamente. 

 

 

 

-Ya escuchaste Aoi, entrega al demonio, te prometo que su muerte no será rápida, pero no sé qué tanto sufrirá

 

 

 

El peligro entrecerró los ojos de ira, que un maldito como Gackt se atreviera hablar de tal forma de Uruha, le hacía hervir la sangre de inmediato - sobre mi cadaver - pronunció con voz ronca. 

 

 

 

-Como gustes - Dijo Gackt lanzándose hacia ellos con la espada levantada. 

 

 

 

Aoi suplicó para sus adentros que funcionara lo que tenía en mente, sujetó a Uruha con fuerza mientras levantaba la mano. Y así como lo había hecho en contra de la enorme avispa, soltó un torbellino de fuego de la palma; haciendo que el arcángel tuviera que retroceder incrédulo. 

 

 

 

-eres elemental de aire - dijo sorprendido. 

 

 

 

-No - dijeron las voces dentro de Reita - el ángel caído, debes detenerlo 

 

 

 

Gackt se giró a verlo - ¿de qué hablas? El ángel caído no existe, y si eso fuera posible, no sería Aoi 

 

 

 

Era complicado para Aoi permanecer en pie, cargar a Uruha y defenderse, de hecho a ese paso no duraría mucho, estaba en completa desventaja. No había rastro de la caída de Sugizo, probablemente estaba inconsciente en algún lado. Desplegó las alas dispuesto a huir, pero algo lo atacó por detrás haciendolo caer encima de Uruha. 

 

 

 

Se giró con sorpresa al darse cuenta que una enorme Mantiz Religiosa se encontraba detrás de él, debía medir por lo menos tres metros de alto, sus patas eran larguísimas y su cara, que aunque no tenía expresión, parecía ser letal. Levantó una de las patas afiladas como espadas y se dispuso a clavarla sobre Aoi, pero alcanzó a rodar para esquivarlo. 

 

 

 

El ángel sacó la espada para protegerse pero la Mantis se le arrojó de inmediato, por puro instinto tuvo que soltar al demonio castaño para defenderse. Fueron tan solo segundos, pero esos segundos el enorme insecto los aprovechó para usar su pata y lanzarlo a unos metros, a pesar de que se recuperó de inmediato, trató de correr de regreso hacia Uruha, pero Reita, fue estúpidamente mas rápido.  Se interpuso entré el ángel y el demonio, mientras Gackt se acercaba al castaño. 

 

 

 

-Gracias por intentarlo Aoi, pero Uruha es mío. Su sacrificio no será en vano, su deliciosa sangre será utilizada para un nuevo mundo, para nuestro regreso - le dijo Reita. 

 

 

 

Gackt cargó a uruha en los hombros y sacó las enormes alas. 

 

 

 

-No dejaré que te lo lleves - advirtió. 

 

 

 

-No te dejaremos vivo - Gackt chasqueó la lengua. 

 

 

 

Como si las hubiera llamado con ese sonido, tres Mantis más aparecieron entre los arboles. Los cuatro insectos se le abalanzaron a Aoi, quien fue incapaz de defenderse apropiadamente, una de ellas le alcanzó a clavar una de las patas en el brazo. El dolor fue casi insoportable desde el principio, pero sin entender por qué, su brazo se repuso de inmediato, como si él fuera un demonio y pudiera curarse. 

 

 

 

Pasó de nuevo, otra mantiz le soltó un golpe, pero el dolor no llegó, se repuso de inmediato, como si estuviera en un mero entrenamiento y fueran niños quien lo estuvieran atacando. Lamentablemente, aunque no le hicieran daño, no dejaban de distraerlo, no hubo forma de impedir que Gackt huyera con uruha en sus brazos, y el mismo Reita salió huyendo montado en una enorme libélula. 

 

 

 

Aoi vio a Kai llegar a su lado, pero no había nada que el sacerdote pudiera hacer para ayudarlo, es más, ahora tenía que protegerlo de los enormes insectos. Mató a uno, clavándole la espada en la garganta, partiendo su cabeza a la mitad. La mantiz explotó en un liquido viscoso de color amarillo y con un terrible chillido. 

 

 

 

Las otras tres no parecieron muy contentas con lo que había pasado e hicieron sus ataques más rápido y más letales. Aoi se había colocado frente a Kai para defenderlo, pero estaba entorpeciendo su ataque. Estaba comenzando a desesperarse cuando una de las mantis explotó en una enorme bola de fuego frente a ellos. Al consumirse en cenizas, el pelinegro alcanzó a ver a tres figuras que habían llegado al claro. Dos de ellas se lanzaron contra los otros dos insectos, el primero de los demonios, derrotó a la mantiz casi de inmediato, mientras el otro, pareció tomarle más trabajo, pero finalmente el insecto cayó frente a ellos sin cabeza. 

 

 

 

El ángel pelinegro no podía creer lo que veían sus ojos, ahí frente a él, Ryutaro, Shou y Sakito lo habían ayudado a vencer a los insectos. Sin embargo ya no había rastro de Gackt o de Reita. 

 

 

 

-¿Estás bien? - preguntó Ryutaro con esa voz calmada que lo caracterizaba. 

 

 

 

Aoi negó - tienen a Uruha, todo este tiempo fue Gackt - desplegó las alas - van camino a la organización, tengo que ir por él

 

 

 

-¿Tú por qué? - la voz de Sakito le retumbó los oídos, por un momento incluso se había olvidado que los demonios ahí presentes eran sus enemigos. 

 

 

 

Aoi paró en seco - ¿tu sabías que Uruha era la llave? - le preguntó a Sakito, quien asintió avergonzado - pudiste decírselo, podría haberse defendido mejor - le espetó. 

 

 

 

Shou se adelantó - ¿Qué tienes con uruha? ¿Cómo sabemos que no eres solo un secuaz más de Gackt? Después de todo, te has pasado toda tu existencia tratando de asesinarnos - entrecerró los ojos.

 

 

 

-No tengo tiempo para esto, - dijo Aoi - Ryutaro ¿que no les explicaste nada? - los señaló desesperado. 

 

 

 

Ryutaro asintió - saben quién soy, pero ni yo sé la respuesta a lo que te preguntó Shou, ¿que tienes con uruha?

 

 

 

Sugizo apareció en ese momento sacudiéndose la tierra - es su pareja única - contestó. 

 

 

 

-Gran defensa de arcángel que eres - reclamó Aoi. 

 

 

 

El mencionado hizo una mueca, poniendo una mano sobre la cabeza de Ryutaro para saludarlo - lo siento, tenía mucho tiempo sin pelear contra otro arcángel y Gackt es el mejor guerrero de todos - se disculpó. 

 

 

 

-Espera, ¿es cierto lo que dijo? - interrumpió Sakito - ¿mi hermano es tu pareja única? 

 

 

 

Aoi asintió. 

 

 

 

Sakito soltó una carcajada - el ángel que mas odia a los demonios, ahora ama a uno. Que ironía - lo ultimo lo dijo con amargura

 

 

 

-No es una ironía, ni tampoco una casualidad - dijo Sugizo - Aoi es el único que puede detener el fin del mundo. Tu eres el ángel caído 

 

 

 

Todos se quedaron en silencio. 

 

 

 

Kai fue quien habló primero - eso es imposible - dijo - se supone que el ángel caído nos llevara a todos a la destrucción

 

 

 

Sugizo negó - como siempre, todo son interpretaciones. El ángel caído se rebelará en contra del cielo y nos llevara a la destrucción - citó - Aoi, se ha rebelado en contra del cielo, el cielo busca el fin del mundo; y llevará a la destrucción a los ángeles que le han dado la espalda a la humanidad - recitó. 

 

 

 

-no puedo hacerlo solo, yo quiero recuperar a Uruha. Si Gackt quiere el Apocalipsis eso quiere decir que todo el ejercito esta de su lado, no puedo pelear yo contra el ejercito angelical - dijo sin poder creerlo - yo no soy nada, solo quiero estar con Kouyou - cerró los puños. 

 

 

 

-Tu eres Yuu - dijo Sakito entendiendo de pronto el comportamiento tan extraño que su hermano había presentado en los días anteriores. El ángel asintió sin decir algo más. El demonio suspiró sin poder creer lo que iba a decir, pero aquello iba mas allá de su comprensión, la cara de dolor de Aoi le decía que no mentía y si todo lo que estaban diciendo era cierto, solo tenían una oportunidad de rescatar a su hermano antes de que abrieran la puerta. - La liga de los demonios te ayudará - dijo firmemente. 

 

 

 

-Sakito, espera - Shou quiso decir algo pero la mirada de su esposo le transmitió todo lo que necesitaba saber - entrar a la Organización y pelear contra ángeles, no será difícil convencer a todos, pero es una locura, nada nos asegura que podamos ganar. Podría ser una masacre

 

 

 

-nosotros les ayudaremos - dijo Sugizo - y yo mismo hablaré con Luzbel para que sepa cuál es la situación

 

 

 

-¿Entonces lo haremos? - dijo Shou mirando de nuevo a Sakito, quien se limitó a asentir. - vamos a invadir el cielo

 

 

 

Lo dijo mientras la tierra volvía a estremecerse bajo sus pies, estaba vez formando grandes grietas entre ellos. 

 

 

 

Una batalla que no estaba muy seguro de poder ganar. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Que les pareció??

 

Espero llegar pornto con más actus!! 

 


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