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MALOS ENTENDIDOS por reydelosPK2

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Te esperare si me da la regalada gana.


Lunes


Despertó con un terrible dolor de cabeza. Supuso que su miedo se convertía en realidad. Comenzaba un terrible refriado.


-Debo ir a la farmacia- Se ordenó a sí mismo, mientras abría el cajón de la cómoda sacando su inhalador.


Sasuke siempre fue más que cuidadoso con su alimentación, con su salud. Era limpio para evitar la acumulación de polvo que despertara algún tipo de alergia en su persona. Comía sano para cubrir todos los requerimientos de su cuerpo. No tomaba para evitar situaciones peligrosas, no salía a fiestas para evitar trasnocharse. Dormía en hora. Hacia ejercicio localizado, para no agitarse y de vez en cuando salía a trotar distancias cortas. En fin, deseaba vivir por mínimamente hasta los ochenta años, para eso deseaba controlar su asma y vivir una vida tranquila, y así lo estaba logrando. Desde que se supo que padecía de este mal solo sufrió doce ataques. Pero estos al igual que sus resfriados eran aterradores, parecía que eran pareja, pues el uno venía acompañado del otro.


Sus padres siempre temieron que tuviera un ataque solo. Por eso siempre estuvieron en contra de que se fuera. Sasuke recordaba esas noches de peleas reñidas entre él y sus padres, sinceramente la última navidad que paso con su familia… Fue la más triste que podía recordad. Su madre no dejaba de llorar, su padre no paraba de gritar amenazándolo con tantas cosas que Sasuke no comprendía nada. Que si lo iba a encerrar en el sótano, que lo iba a desheredar. Que si salía por esa puerta que se olvidara que tenía una familia. Que les estaba faltando. Que se mudarían a la ciudad para vivir a su lado, que era un irresponsable con ellos. Que no pagarían su colegiatura universitaria…. En fin. Como era de esperarse Itachi dio una solución viable, pues él vivía en esa ciudad. Prometió que cuidaría de Sasuke. Esto calmo a Mikoto y Fugaku que finalmente se dignaban a devolver a Sasuke sus documentos escolares y de identificación.


Sasuke camino a su habitación escuchando los aun restantes griteríos de su padre y el llanto de su madre. Cuando al abrir esa puerta vio a quien faltaba.


Naruto estaba sentado en sobre su cama mirándolo serio, con esa mirada acusante.


-¿Qué?-Pregunto


-Pensé que estudiarías en casa- Le reclamo, pues antes de que el año acabara Sasuke se enfermó y esa fue la decisión que tomaron.


-Y a ti que te importa- Respondió harto de que lo tratarán como un inútil. Casi era adulto, ¿que tenia de malo querer emanciparse?


-Teme-Regaño Naruto, pero sus reclamos quedaron al aire cuando Sasuke giro a verle.


-Metete en tu vida quieres- fue la primera vez que Sasuke lo reprendía de esa manera. No era un reclamo, no eran gritos, no eran golpes. Simple indiferencia mesclada con molestia. Lo excluía de su vida y sus decisiones.


Pudieron discutir más, pudieron hacer las paces, pero Sasuke solo se dedicó a ignorarlo y no hablarle, solo hacia sus maletas y espera a que Kushina gritara el nombre del rubio para la cena de navidad. Si… La vez que Sasuke lo saco de su vida.


Fue la última vez que se vieron, la última que Naruto supo de Sasuke hasta que supo de su intención de casarse con Sakura.


….


Sasuke miro el espejo de su baño, se veía pálido y cansado. Su cara delataba su estado.


-Ese idiota…-Reclamo al aire. Parecía que cada vez que dejaba a Naruto entrar en su vida las cosas se complicaban. La primera vez que conoció a Naruto este trato de ayudarlo y terminaron con sus padres castigándolo por haber hecho que los Uzumaki llamaran a al policía.


Cuando tuvo su primer ataque de asma, Naruto trataba de arrastrarlo a su casa mientras Sasuke deseaba llegar a su escuela.


Cuando debía casarse con Sakura se le ocurre aparecer y de alguna forma arruinar su boda.


De la nada después de pasar toda la maldita universidad sin un solo ataque de asma. De no haber sufrido ni un solo refriado mientras Naruto no irrumpía en su vida… Ironía: Naruto aparecía y obra y gracia del destino… Estaba enfermo.


Sasuke comenzó a creer que el rubio era malo para su salud. Que algún día terminaría matándolo, pues si sacaba cuentas de las veces que se resfriaba era por pasársela jugando con el rubio en el campo, dejando de lado el tema de abrigarse, de no mojarse en el rio… En fin. Si Sasuke era el de la idea de ser explorador, Naruto era el tonto que empezaba las jugarretas y el que siempre lo hacía perder los estribos y terminaba corriendo detrás del rubio sin medir las consecuencias de no llevar un cambio de ropa, el cambio de clima, que su cuerpo aparentemente no era tan resistente como el de Naruto.


-Lo matare-se prometía mientras caminaba perezosamente en dirección de la estación de trenes y subía.



Miraba de mala gana a los presentes. Entre ellos Suigetsu con el que no cruzaba palabras desde el incidente en su casa. Lo declaro persona no grata.


-Se ve mal…-Susurro Hinata de forma tímida. La joven heredera del clan Hyuga era hermosa, de cuerpo curvilíneo y generosa delantera. Su defecto era su carácter sumiso. La pobre sufrió de acoso sexual por parte de muchos compañeros de semestre y de acoso psicológico de parte de las chicas.


¿Qué culpa tenía la pobre de nacer privilegiada, con belleza y cuerpo de modelo? 


Ninguna. Pero la envidia recorría cada célula de esos jóvenes que luchaban por ser profesionales y que venderían su alma por estar en sus zapatos. En su lógica no cabían razones por las cuales esa chica rica debía estar en esa universidad que era mixta (publica con convenios privados) Ella debía estar en una de esas universidades de elite exclusivas para niños ricos. Quizás estudiando en el extranjero.


Los chicos trataban de conquistarla, pero Hinata no se dejaba, por eso pasaban de ser mables a ser agresivos.


“¿Quién se crees esa…?”


Comenzaban las habladurías, así comenzaba el acoso y Hinata se sentía morir, incluso el suicidio pasaba por su cabeza, pues no podía quejarse a sus padres, ellos siempre andaban de viaje, si lo hacia la sacarían de la universidad y nuevamente se vería encerrada en un castillo de cristal que la separaría del mundo real.


Sasuke venia de una familia rica, las empresas Uchiha era fuertes y reconocidas, pero el dueño (Fugaku Uchiha) se retiró del sector público tras casarse. Después solo se apartó más al grado de ser olvidado por los medios y solo recibir sus regalías que eran de por si fuertes, por eso el hombre ni se preocupó del dinero. Una vez muriera sus hijos heredarían y tomarían la empresa en sus manos, pero hasta que eso corriera ellos tenían la libertad de crecer y forjar su camino como personas normales.


Quizás por eso nadie molesto a Sasuke y lo vieron como uno más de su condición social. Pero Sasuke si noto lo que ocurría.


-No te metas en problemas-Dijo Suigetsu al ver como el moreno miraba a la princesita llorando en el patio trasero, le habían arrojado un balde de excrementos desde la segunda planta. 


Sasuke solo se levantó e ignoro a Suigetsu y comenzó a caminar tranquilo.


Hinata lloraba en esa esquina. De la nada sintió la presencia de alguien. Eso la aterro y giro a ver a quien pertenecía esa sombra. Seguirán molestándola, ¿no tenían suficiente?


-toma- dijo extendiéndole el jabón de manos que siempre tenía en su bolso para evitar gérmenes-No será mucho pero quitara el olor- concluyo marchándose. No quería tener problemas, tampoco deseaba malos entendidos con Hinata. A Sasuke no le iban las chicas y lo que menos deseaba era que Hinata se hiciera una idea errónea.


No fueron grandes cosas, solo pequeños detalles que pocas veces encerraban diálogos claros. Fueron esos pequeños detalles los que ayudaron a Hinata a tener algo de fuerzas y soportar. Después de Sasuke se unieron Suigetsu y Karin. De la nada Hinata no estaba sola. Pese a no ser tan amigos, podía sentir que eran como su familia. Ellos fueron la diferencia entre la Hinata que era hoy, la Hinata que se pudo suicidar o la Hinata que pudo imitar la masacre de Columbine. Quizás por eso Hinata le tenía un cariño especial. Fue Hinata la que convenció a su padre de tomarlo como aprendiz, supo que fuera de su simpatía hacia el Uchiha no se equivocaba, pues Sasuke supo dar la talla para el trabajo. Lo mismo pasó con Suigetsu y Karin. Aunque tuvo que separar a estos dos por lo mal que se llevaban desde su ruptura. Sin embargo ahora mismo los tres estaban en esa ciudad por un solo motivo: Hinata tomaría las riendas de la empresa y deseaba rodearse por gente de confianza.


-Déjalo, ese engreído se merece lo que tiene- protestaba Suigetsu, pero aun así no dejaban de verlo.


-No me gusta verlo así…- Era evidente para ellos que Sasuke comenzaba un resfriado y según lo oído por Itachi, estos solían ser muy fuertes y peligrosos


- oí.- llamo el albino a Hinata que lo miro fijamente- Debo viajar a solucionar unos papeleos con la sucursal de mi antigua ciudad- saco los papeles de la fotocopiadora y trato de mostrarse desinteresado- avísame si se falta al trabajo- fue lo único que se le ocurrió decir.


Era verdad. Ambos podían pelear e insultarse, pero Suigetsu lo quería como un hermano y en cierta forma lo era. Itachi también.  


“Eres un idiota por creer que tu familia es un estorbo… Yo daría lo que fuera por que tu familia fuera mía”


Le reclamo Suigetsu a Sasuke la primera navidad que Sasuke paso lejos de su familia, el señorito no iría a casa porque no se le daba la regalada gana.


“Entonces ve tú”


Repuso Sasuke de mal humor


“Diles que vas de mi parte, ellos te aceptaran, además Itachi estará allí, no habrá problema”


Y así Suigetsu iba cada navidad y se quedaba hasta año nuevo conviviendo con la familia de Sasuke. Conociendo a Fugaku el hombre serio que lo trataba fríamente, como si fuera un insecto pero aun así no le negaba la entrada a su morada. A Mikoto, la mujer dulce y comprensiva que lo llenaba de comida y de dulces mimos y cumplidos con la esperanza de sacarle más chismes sobre su hijo. Itachi el hermano sobreprotector que trataba de no meterse mucho con Sasuke pues comprendía que su hermanito solo debía buscar su camino. En fin… Sasuke le presto a su familia y esta lo acogió.


Si bien se pasó de la raya cuando fue a casa de Sasuke, ese tonto altercado no cambiaría su amistad y su preocupación.  


-Hi-Dijo Hinata prosiguiendo con sus deberes como gerente auxiliar de esa sucursal.


Día martes


Pudo sentir los escalofríos sacudiendo su cuerpo. Miro su piel de gallina y apenas trato de levantarse todo dio vueltas.


Abrió el cajón de su velador y como pudo saco las tabletas que se compró en la farmacia el día lunes. Se las tomo sin consideración. No deseaba estar enfermo. Tenía miedo de caer enfermo. Y aunque ya lo estaba pensó que duplicando las dosis cortaría el resfriado. Solía hacerlo desde que le dio el ataque de asma. Funcionaba. Pero lo que no comprendía era ¿por qué necesitaba cada vez más para contrarrestar sus malestares?. Recordó al médico riñéndole y a su padre jalándole de la oreja: No son caramelos.



Entro a la regadera arrastrándose como pudo. Se alisto y marcho a su trabajo. Debía trabajar. Ya había pedido demasiados permisos. Debía ser responsable. Debía. Debía… se decía cada día hasta que el viernes simplemente su cuerpo ya no dio más. Alcanzo el auge de su enfermedad.


-Comprendo-dijo Suigetsu rascándose la cabeza. No lograría regresar, aun habían cosas que arreglar. Miro de mala gana su celular. Si Hinata no podía ir al departamento de Sasuke, si  no podía llamar a Itachi pues Sasuke se enfadaría más. Si Naruto lo bloqueo del Facebook, solo quedaba una persona que podía verificar si el Uchiha estaba bien.


-Karin-dijo de mala gana


-Tu…-Repuso ella con el mismo desagrado- que quieres: rogar por regresar. Sabes es imposible. Me conseguí un tio rico.


-Ah. ¿Y el aun no descubre lo venenosa que eres?


-¡Maldito bastardo…!-comenzaba a insultarle Karin. Mientras Suigetsu apartaba el celular de su oído y se dignó a colgarle. Luego paso a escribirle un mensaje:


“Sasuke está enfermo. Ve a chequearlo. Eso si no intentes violarlo como la última vez”


Karin leyó el mensaje y se acomodó los lentes, vistiendo su cara con una sonrisa traviesa.


No era justo que los chicos lindos fueran gays. No era justo que Sasuke fuera gay.


Era el tercer año de la universidad cuando no aguanto más. Se hizo novia de Suigetsu para estar cerca de Sasuke, se hizo amiga de Hinata para ganase su simpatía, y aun así Sasuke no parecía interesado en ella.


Un día cansada solo entro al dormitorio universitario que compartían Sasuke y Suigetsu. Debía encontrarse con Suigetsu pero dentro solo pillo a Sasuke que se duchaba.


Karin no dudo en desvestirse y meterse a la regadera donde Sasuke termino resbalándose al verla como dios la trajo al mundo y tratar de huir de esa situación incómoda.


-¿De verdad no te gustan las mujeres?-Dijo en tono seductor. Tan cerca y tan descarada que se agacho con las piernas abiertas y se acercó a Sasuke- como puedes estar seguro si jamas has probado hacerlo con una.


Esas palabras bastaron para que Sasuke se olvidara de la cordialidad con Karin y le depositara la mano en la cara para empujarla.


-aun si no he probado mujer alguna. A ti ni aunque fueras la última mujer sobre la tierra. Suigetsu es mi mejor amigo. Yo no soy un traidor.


Karin se quedó petrificada en el suelo sintiendo como una Toalla le era arrojada encima. Para después escuchar como la puerta se abría y Suigetsu los miraba a ambos.


-Yo…-Trato de explicar Sasuke, pero el albino lo cayó y miro a Karin fijamente. Sasuke estaba mojado por completo y olía a shampoo. El cabello de Karin estaba seco. Karin y el debían encontrarse en el cuarto hacia solo quince minutos, se retrasó un poco, pero haciendo un análisis y conociendo a Sasuke y su inclinación… Su corazón se le rompió en pedazos. Karin era su primer amor y la  primera que rompió su corazón.   


Karin no era una santa. Ella lo reconocía. Y reconocía su cinismo al seguir con ellos como si anda pasara. Pero no se daría por vencida. Fuera del amor que sentía por Sasuke estaba ese cariño incondicional y por qué no tenerlo si él fue el único varón que la trato como una amiga y no un juguete sexual.


Karin convenció al casero para que abriera esa puerta y la dejara entrar a visitar a su “Novio”


Tirado en el piso pillo a Sasuke.



Naruto estaba más que feliz. Era lunes y lo primero que hizo fue tomar un tren a su ciudad natal. Sabía que no poda molestar a Sasuke hasta que llegara el fin de semana. Así que iría a ver a su familia y les comentaría su decisión e informaría sobre su relación con Sasuke. Basta de mentiras. Era hora de acorralar a Sasuke y obligarlo a aceptar lo suyo públicamente.


Cuando bajo del taxi y se paró frente de su casa pudo sentir un escalofrío recorrer su ser. Giro en dirección de la vivienda Uchiha y sin saber por qué solo vio a Fugaku corriendo como un loco en su dirección.


Instinto de supervivencia, supuso que fue eso lo que lo animo a correr rápidamente a la puerta de su casa y tocar con violencia llamando a su madre que era la única que podía frenar a ese hombre.


-MAMA!-Grito al ver cada segundo más cerca de Fugaku.


-Maldito bastardo. No creas que te dejare a mi hijo. Primero muerto que dejarte  a Sasuke.-Gritaba Fugaku, cuando la puerta se abría y una mano cogía a Naruto por el cuello y lo jalaba dentro de la morada cerrando la puerta con llave. No podía permitir que Fugaku entrara


Naruto miro a sus padres sin saber qué demonios pasaba. Como que Fugaku no le dejaría a Sasuke. ¿Cómo se enteró? ¿Quién se lo dijo? ¿Cuando?


Se preguntaba aun con la expresión perdida y la mirada seria de sus padres.


-Supongo que debemos pedir una orden de alejamiento, ese hombre está loco- replico Kushina sería como pocas veces la vio Naruto.  


-Como se te ocurre fijarte en su hijo- recrimino Minato


-¿De qué están hablando?-Dijo Naruto con cuidado, debía ser precavido, quizás todo era un mal entendido


- hacer esas cosas…-Reclamo Kushina con la cara roja- Yo nunca te enseñe a ser esas cosas… cielo santo. En que nos equivocamos- casi lloraba


-Papá- llamo a su padre que seguía con la cara seria


-Desde que fugaku lo sabe se ha vuelto insoportable. No deja de amenazar con matarte o cortarte la hombría si te acercas a Sasuke nuevamente. Gracias al cielo que ambos viven en ciudades diferentes. Ahora mismo ese hombre prepara la mudanza, dice que se ira a vivir a la ciudad para vigilar a Sasuke.


-Eh?-Dijo aun perdido. Aparentemente todo salió a la luz. Pero ¿Cómo? –Ustedes…- repuso dudando un poco- ustedes saben que Sasuke y yo estamos…


-¿Enamorados?-dijo Kushina sonriéndole dulcemente- era obvio que algún día acabarían de esa forma.


-Ningún amigo se mete en la cama del otro cuando está enfermo… le roba ropas… practica sadomasoquismo con su “amigo”- decía Minato tranquilo


-Entonces… fue Kakashi- dijo medio molesto. Quizás Kakashi les conto sobre las marcas y sus padres sacaron sus conclusiones, pero aun así… no habían suficientes pistas para concluir que su relación era con Sasuke.


-No. Sasuke vino hace unas semanas atrás y nos contó todo- dijo Minato tratando de minimizar lo que había ocurrido


-¡Lo obligamos a hablar!-Remato Kushina emocionada- fue un hueso duro de roer, peor al final no le quedo más opción cuando le quitamos el celular y te llamamos… y tú lo confirmaste.


Naruto palideció recordando el milagro de la llamada de Sasuke. Ahora todo tenía sentido.


-mmm…-Dijo Naruto sin saber que sentir exactamente. Miedo, alegría… Por una parte ¿Por qué Sasuke regreso a su pueblo natal? Por otra ¿Cómo rayos se niño a hablar de su relación? Y finalmente ¿Por qué no lo mato cunado tenía la oportunidad? Según su lógica Sasuke debía estar tan molesto que podría asesinarlo, mas ocurrió lo contrario. Lo vino  a buscar y cuido de él.


Una sonrisa se dibujó en su cara de oreja a oreja. Sasuke lo amaba tanto como él.


-jejeje. Ese teme. Hizo todo esto por mi… no debió…- decía rascando su cabeza y con los cachetes colorados. Y es que tanta felicidad no el cabía en el pecho.


-Ahora lo difícil será que ese viejo acepte su relación


-Tendrá que hacerlo- dijo Naruto confiado- el amor verdadero no es fácil de derrotar


-eso lo dices ahora- dijo Minato recordando como Sasuke negaba la relación a diestra y siniestra- pero Sasuke no piensa igual. Negó lo de ustedes hasta que no el quedo más que aceptarlo.


-¿Eh?-Dijo Naruto sin entenderlo, como que negó, acaso no vino a salir del closet


-Procura cuidarlo, no es una de esas personas que se abra con facilidad. En ese aspecto se parece a su padre. Incluso escondió cosa que no debió esconder… trata de sobrellevarlo todo sin tomar en cuenta a nadie, como si no tuviera a nadie… eso es triste- concluyo Minato analizando el carácter de Sasuke. Pues de niños siempre uso a Naruto para sus fechorías, pero de adulto parecía que buscaba dejar a todos al margen de sus cosas. Incluso a Naruto, pues lo correcto era que ambos vinieran juntos y salieran del closet juntos. Pero no, vino solo y se enfrentó a todos solo.


-Si es un cabeza dura. Supongo que fugaku salto al saber que su hijo menor era un pervertido que se acostó con varios hombres- renegaba Naruto al recordar ese detalle.


-¿Varios?-Interrogo Kushina rascándose el mentó- Él dijo que solo estuvo contigo. Habrá mentido


-¿EH?-Naruto volvía a quedar confundido.


-Si. Dijo que era gay desde los 14, pero solo se relacionó contigo. No creo que haya mentido. Suigetsu lo hubiera delatado. Incluso delato a ese hombre que trato de violarlo


Naruto miro serio a su padre y de la nada tomo su celular. Como que era el único con el que Sasuke se metió. Como que un hombre trato de violarlo. Qué demonios pasaba aquí. Que tenía Sasuke en la cabeza para comportarse de esa manera. Se tensó, pues no era normal que Sasuke hiciera todo esto. No. Sasuke no era así. Y ¿qué demonios tenía que ver el albino en todo esto?  


Dio la espalda a sus padres y llamo al celular de Sasuke. Mas este no el respondió. Se sintió frustrado y volvió a ver a sus padres.


-¿Qué fue exactamente lo que paso?


Minato y Kushina comenzaron a relatarle lo ocurrido



-¿Tienes sed?-Pregunto Karin tomando un cubito de hielo y metiéndoselo a la boca


-No molestes…-Dijo Sasuke aun con fiebre.


-Vamos ni que fuera cosa de otro mundo- repuso- piensa que soy él


-Karin… por favor… no fastidies y dame a agua como la gente normal- Karin suspiro. Supuso que Sasuke definitivamente era gay. Violarlo en ese estado le pareció tentador. Aunque sea un hijo suyo deseaba tener. Pero se detuvo. El lazo que tenían todos ellos era grande y todo se lo debían a Sasuke. Jugo también le debía mucho. Saco el hielo de su boca y fue por un vaso con agua. Esa noche la paso en vela cuidándolo. Si no podía ser su pareja al menos seria su amiga.


Jugo llego después y mucho después Suigetsu. Se miraron y comenzaron a hacer bromas y reír. Sasuke solo despertaba de vez en cuando y los maldecía por ruidosos. Peor después también reía…



Era día sábado cuando el reloj marcaba medio día y Naruto corría a ese departamento para encontrarlo y toco desesperado esa puerta.


-Jugo-Llamo Karin que cocinaba- puedes abrir la puerta- pidió y el pelo naranja fue a abrirla mientras Suigetsu luchaba con Sasuke para que este se volviera a costar y dejara la tontería de ordenar su departamento que por cierto sus amigos dejaron muy desordenado.


Jugo abrió esa puerta y miro a un chico rubio bajito según su apreciación.


-¿Si?-Pregunto a Naruto que lo veía con los ojos bien abiertos. ¿Quién demonios era ese mastodonte? Se preguntó el rubio que sentía ganas de golpearlo, pero se contuvo recordando que la última vez que se dejó llevar por sus impulsos nada fue lo que parecía.


-Sasuke…-Dijo Naruto confundido.


-Pasa- indico Jugo- está en cama- concluyo y Naruto sintió una venita levantarse. ¿Cómo que estaba en cama? Era pasado medio día ¿por qué estaba en cama?


Acelero el paso a su recamara para pedir explicaciones pero se detuvo en al ver a la chica de cabellera de fuego cocinando con muy poca ropa. Miro ese departamento que solía ser impecable hecho un desastre y la voz de Sasuke reclamando a Suigetsu por que le soltara.


-Suigetsu deja de violentar a Sasuke!-Grito Karin que giraba y descubría a Naruto parado mirándola- ¿y tú quién demonios eres?-Interrogo mirando a Naruto como basura y luego a Jugo molesta- no dejes entrar extraños. Sasuke aún está débil


-No soy ningún extraño- grito Naruto – ustedes son los extraños. Quien hace en el departamento de mi novio a estas horas y con esas fachas- concluyo Naruto señalando a la mujer y el lugar. Esto no tenía logia. Esto estaba fuera de todo lo que conocía y relacionaba con Sasuke.


-¡Naruto!-Llamo Suigetsu como si fueran amigos de toda la vida- Dile al terco de tu novio que aún debe guardar reposos.


-Eh?!-Grito Karin- este peli teñido es el novio de Sasuke!- grito ofendida- dios no él llega ni a los talones- concluyo acercándosele y mirándolo de pies a la cabeza- y por esta imitación de hombre me rechazo


-El corazón quiere lo que el corazón quiere- dijo Suigetsu divertido por verla sufrir


-Naruto. Qué demonios haces aquí- todos callaron al ver a Sasuke parado en pijama mirándolos acusadoramente.


-vine a verte- dijo Naruto sintiéndose fuera de lugar y es que todos se comportaban tan abiertamente, tan atrevidos, con el derecho de desordenar ese departamento, con el derecho de usar las cosas de Sasuke, con el derecho de pelearse con él. Siguió mirando todo a su alrededor.


-Maldita sea. ¡Miren como dejaron mi departamento! ¿Quién demonios creen que debe ordenar todo este desastre?!-Finalmente Sasuke miraba el estado de su departamento y fuera de sentirse feliz de superar el refriado se sintió enfermo de ver su departamento convertido en un vertedero de basura- ¡cof! ¡cof!- nuevamente un ataque de tos se manifestaba, aún estaba débil. Suigetsu lo cogía del hombro y nuevamente lo arrastraba a la cama mientras el resto se quejaba de lo poco que Sasuke los valoraba. Pocos eran los amigos que renunciaban a un fin de semana para cuidar a otro amigo. Que se regresaban de un viaje por unos días para volver a viajar. Los que se tragaban el amor no correspondido. En fin. Eran verdaderos amigos.



Naruto se sentó al lado de esa cama  y miro a Sasuke mirándolo fijamente. Mientras Suigetsu se marchaba al aeropuerto y Jugo lo llevaba y Karin de mala gana ordenaba algo el departamento.


-Tu…-dijo Naruto- no sabía que fueras tan sociable…- dijo  en tono acusador. Se sentía celoso y desplazado de un puesto que antes era solo suyo y de nadie más.


-No son mis amigos. Son una plaga- dijo Sasuke cerrando los ojos- y tu… ¿Ya recuperaste la cordura o te dedicaras a ser un alcohólico sin causa?- el acuso descaradamente. Pues aun seguía molesto con Naruto, pero le dolía mas la cabeza que si se ponía a recordar que si estaba así era por culpa del rubio.


-Lo siento- dijo Naruto- sin embargo…- sus cejas se curvearon por el enfado- ¡¿Cómo demonios te resfriaste y por qué no me llamaste?! ¡¿Por qué tiene que estar estos desconocidos aquí contigo cuidándote y no yo?!


Karin solo atino a correr detrás de la puerta y escuchar mejor. Por el alce de vos esos dos comenzaban a discutir.


-¡Porque eres un maldito inmaduro borracho sin conciencia!-Le gritaba Sasuke tratando de levantarse de la cama. Más Naruto lo volvía  acostar y le alcanzaba un vaso de agua al ver que se agitaba- No me preguntes porque demonios estoy enfermo que todo es tu maldita culpa. Si no te la pasaras de irresponsable asustando a medio mundo por perder una estúpida beca no tendría que ir a buscarte a los antros. Eres de lo pero…- seguía descargándose. Y es que como demonios Naruto se atrevía a reñirle y acusarle de traer extraños y no llamarlo.


-Lo siento…-Dijo Naruto apenado. –yo


-Lo siento, lo siento… me aburres- soltó Sasuke frotándose la cien. Sentía que su cabeza iba a reventar y el tonto solo lo sacaba de quicio.


-Sabes. Fui al pueblo. Tu padre quiso matarme de verdad…-Dijo Naruto y Sasuke se puso rojo como un tomate y rápidamente se tapó con las sabanas. No quería saber, no quería oír nada de lo que Naruto tenía pensado decirle.


Naruto miro al moreno convertido en un capullo sobre esa cama. Dándole la espalda. Pocas veces veía a Sasuke así. Tan avergonzado. Le parecía tan tierno. Sasuke podía ser pedante, amargado, frio, pero tenía tantos puntos tiernos que no demostraba con palabras por vergüenza, pero si lo demostraba con acciones. Quizás por eso se sintió fuera de lugar. Siempre creyó ser el único que notaba esas cualidades. Ahora miraba como intrusos se acoplaban a su alrededor pues ellos también descubrían esas cualidades. Sintió miedo de su decisión pero aun así debía tomar su camino. Debía ser un hombre digno de Sasuke, un hombre que Fugaku también aceptara como pareja de Sasuke.


-Sabes…-hablo nuevamente posando una mano sobre el hombro escondido de Sasuke- Decidí ir a médicos sin fronteras para ganar esa beca. Decidí decirle a tu padre que éramos novios. Pero veo que tú te adelantaste- rio- te amo de verdad y no quiero dejarte nunca, pero… también quiero esa beca.


Sasuke dio gracias a estar bajo esas sabanas y mantener la cara escondida pues le dolía tanto la cabeza, su cuerpo y ahora su corazón. Comprendía a Naruto, lo comprendía pero no quería que se fuera. No quería que lo dejara solo y menso en ese estado. Aun sintiéndose furiosos por el mal comportamiento de Naruto al verlo se sintió feliz y ahora se sentía morir. Sentía que quería llorar. Sentía su pecho agitarse pero aun así trataba de controlarse. Tomo su inhalador que se hallaba bajo su almohada y lo aspiraba con calma para que Naruto no lo notara.


-Crees que puedas esperarme… yo no quiero terminar lo nuestro. No quiero perderte- dijo Naruto con tono desesperado y expresión seria. Ahora lo comprendía. El mundo de Sasuke aun cambiaba y más personas lo descubrían. No sería raro que alguien llegara y se lo quietara. Debía por lo menos aferrarse a una promesa de Sasuke. Una en al que le dijera que lo esperaría. Que seguirían siendo una pareja. Si habían llegado a salir del closet y delatar su relación. Por qué no podrían superar esos dos años separados.


-Sasuke. ¿Puedes prometerme que me esperaras?


-Te esperare. Cof cof- comenzaba a toser algo violento, pero se contuvo brevemente-si me da la regalada gana- concluyo Sasuke con el poco auto control que tenía y dejando por un momento su inhalador. Luego del ataque de tos guardo silencio fúnebre hasta que Naruto simplemente dedujo que se durmió y tuvo que marcharse pues Karin lo botaba del departamento y Jugo llegaba con Hinata con algo de comer. Simplemente No pertenecía a ese lugar por el momento, no con Sasuke dormido y esos extraños mirándolo de pies a cabeza.


“Al menos está en buenas manos…”


Se dijo de mala gana, dudando se sus palabras. Pues eso intrusos eran parásitos peligrosos.

Notas finales:

Feliz navida y prospero año nuevo


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