Sasuke miraba con malicia ese juego de ajedrez.
¿De verdad seguiría con las tonterías de Naruto sobre dejar a la suerte quien sería el activo?
Rio. No estuvo tan mal ser sometido… pero…
Siguió mirando ese juego de ajedrez expuesto en la vitrina de la tienda.
Sasuke tenía un juego de ajedrez en su casa paterna. No obstante no iría hasta la casa de su padre por su juego de ajedrez.
-Quizás…- Dijo animándose a entrar a la tienda y comprar al juego de ajedrez. Pero… Naruto era pésimo jugando ajedrez. De hecho sabía que ganaría en ese juego, pero: ¿Realmente quería ganar?
Soltó una risotada maléfica, según avanzaban con esto más y más deseos experimentaba cosas extrañas… ¿Quizás estaba mal de la cabeza? se cuestionó. Quizás permanecer virgen hasta los 25 o casi 26 fue un error. Quizás debió experimentar más antes de hacerlo con Naruto…. Maldijo que el sexo fuera bueno.
Comprendió porque era tan adictivo. Pero de todos modos no podía permitir que Naruto fuera el dominante. También debía dominarlo. Tratar de descubrir cada fase en el rubio.
Sin pensarlo más entro a la tienda y compro el juego de ajedrez. La pregunta ahora:
¿Sería Naruto capaz de derrotarlo?
Supuso que no… Medito nuevamente mirando el juego de ajedrez que tenía en manos.
Negó con la cabeza. No perdería a propósito, no… eso no estaba bien. No quería perder. Pero tampoco quería ganar, pero debía ganar…
-si gano… podría verlo gemir y…- se cubrió la nariz al sentirla húmeda. Trago en seco- No, no… No. No debo perder- se dijo aunque de la nada acudieron a su memorias las sensaciones de Naruto acariciándolo y besándolo donde el menos se imaginaba-si pierdo…
Miro su celular dudando de lo que pasaría mañana, cuando el rubio invadiera su departamento.
Comenzó a taclear: Todo sobre sexo gay.
Sentado sobre su cama siguió leyendo, la verdad ni recordaba cuando se bajó del tren y llego a su departamento, esa página estaba muy sugestiva y pavorosa. Según más leía comprendía muchas cosas, y tenía ganas de intentar otras. La pregunta era: Ser pasivo o activo.
Para ambos existían sus puntos a favor y en contra. Sobre el placer… Eso era algo irrelevante, según la página ambos podían llegar a tener la misma cantidad de placer, pero de acuerdo a los juegos previos.
Miro el libro que había comprado hacia una semana atrás. Ese que no termino de leer.
-cincuenta sombras de Gray- negó con la cabeza. Ninguno de los dos era un excéntrico millonario para tener un cuarto secreto y ese tipo de juguetes.
Miro su habitación dejando su celular sobre la cama comenzó a recorrer su departamento: Faltaban tantas cosas para cometer esas locuras. Sobre su mesa miro la caja de ajedrez que compro de regreso a casa.
-Primero empecemos con eso…-Se dijo para luego sentarse sobre su silla y prender su computador.
-Tenemos dos torres, dos arfiles, dos caballos, un rey y una reina…- analizo las piezas de poderío. Luego miro a los peones y rasco su barbilla- ¿Cómo cambiamos las reglas?
Saco una hoja y comenzó a escribir cada idea que se le venía a la mente.
-soy perverso…- se acusó cuando concluyo y miro la hora en el monitor: Cuatro de la madrugada- a dormir.- concluyo tirándose sobre su cama. Según sus cálculos. Naruto tomaría el primer tren, este salía a las cinco, tardaría seis horas en llegar, en otras palabras llegaría cerca las once de la mañana. Debía preparar el almuerzo, de seguro estaría hambriento.
Rio emocionado… de verdad todo esto era emocionante, y si él se sentía así, no quiso imaginar cómo se sentiría Naruto con lo impresionable que solía ser. Trataría de hacerle ver estrellitas.
…
Naruto miraba la página de la facultad de medicina, revisaba las notas del último examen.
Suspiro… pese a que no logro estudiar bien por irse a revolcar con Sasuke pudo aprobar el examen.
-supongo que 65 es mejor a 51- concluyo negando con la cabeza. Debía sacar 90 para los dos exámenes restantes para no bajar su promedio de 80. De verdad quería ganarse la beca a Francia o irse con médicos sin fronteras y obtener otra beca después de un año de trabajo voluntariado.
-Luego me ahogo en un vaso con agua- se reprendió- ahora lo primero…-Rio revisando su billetera. Allí estaban los condones. La entrada al departamento de Sasuke.
Aún faltaban dos horas para llegar al departamento de Sasuke.
-Debería proponerle vernos en un punto medio… ¿Abra un hotel cerca al estación 22?- se cuestionó, así se ahorrarían tres horas en viaje y podrían pasar más tiempo juntos. Pero supuso que Sasuke diría:
“Si quieres sexo. Sera en mi departamento, no me arriesgare a que alguien nos vea o que se me pegue alguna tediosa enfermedad. Si no te gusta pues búscate a otro”
Negó con la cabeza… Sasuke era muy exigente con tantas cosas. ¿Por qué no solo tomaba las cosas con calma? Rio. De ser calmado supuso que jamás atraería su atención. Eran esas cositas excéntricas que lo enfurecían cuando eran pequeños, pero poco a poco se gravaron en su mente y a relacionarlas con la normalidad y al momento de ausentarse Sasuke no hubo nadie que llegara a llenar el vacío y comprendió que lo amaba…
-Si no sabes si amas a una persona, déjala ir y lo sabrás de inmediato- se dijo recordando sus años de soledad. Cada año en vez de olvidarlo y superar su ida, simplemente se fueron sumando las ganas de volverlo a ver.
Comenzó a reír como tonto en el tren mientras el resto de los pasajeros lo miraba sorprendidos, para luego ignorarlo. Recordar ese pasado era divertido y algunas veces doloroso. Dejo de reír y se puso a meditar.
“¿Por qué medicina?”
Recordó la pregunta que lanzo Sasuke
-Porque…- repuso Naruto recordando el pasado
Flash back
Ese día Sasuke no tenía nada que hacer. Acababa de recuperarse de un resfriado y por seguridad su madre lo detuvo un día más en casa.
-¡Pero me siento mejor!-Se quejó Sasuke. Mikoto de la nada le jalaba la nariz por contradecir sus órdenes.
-Pues yo digo que aún no-Concluyo la mujer de esbelta figura dejando a su hijo de trece años solo en su habitación mientras ella procedía a preparar el desayuno. Sasuke negó con la cabeza, después se retrasaría en sus estudios. Después su padre le regalaría.
Miro la ventana de su cuarto y noto que estaba rota en una esquina.
-Así que así logro entrar- rememoro la noche anterior en la que noto una sombra parada sobre su cama. Para luego ubicarse a su lado.
Sasuke nunca negaría que tenía el sueño pesado. Itachi siempre se lo reprochaba. También que tenía la manía de hablar tonterías de dormido o soltar leves ronquidos. Pero esa noche entre sueños pudo ver que esa sombra lentamente se convertía en Naruto.
-Baka…-Susurro para luego dormirse. De verdad solía tener el sueño muy pesado.
Abrió la ventana y miro fijamente por donde se las ingenió el rubio para trepar y llegar a su habitación. Allí noto la planta trepadora de tallos gruesos y abundantes que se aferraban al muro falso de madera que se adjuntaba a la pared de su casa.
-Por aquí…- dijo trepándose a la ventana. Si Naruto podía entrar por ese lugar, entonces Sasuke también podría salir por el mismo. Como sea iría a la escuela.
Naruto que se alistaba para ir al colegio noto como algo se movía en la casa vecina, así que se acercó a su ventana y allí vio a Sasuke bajando por la planta trepadora. Arqueo las cejas analizando que pretendía el moreno. No era típico de Sasuke escapar de casa, no desde que lo castigaron la vez que se conocieron.
Tomo su mochila y sin peinarse salió rápido de su casa, apenas si cogió un pedazo de pan. Sasuke huida de su casa con todo y mochila. Debía detenerlo.
Sasuke salto el medio metro restante y con cuidado atravesaba el jardín de su casa para ir a su colegio, Camino sigilosamente mirando atrás que su hermano no saliera y lo descubriera, no noto cuando Naruto le tomo del hombro logrando que Sasuke saltara del susto.
-¡¿Qué demonios pasa contigo?!-Le grito Sasuke a Naruto recuperando el aliento
-Teme ¿Ahora qué hiciste para tratar de huir de casa?-Interrogo el rubio con clara preocupación.
-Baka. Yo no huyo de casa, voy al colegio, pero como siempre mi madre exagera y piensa que aún estoy enfermo y no debería ir. Exage…-Cayo al sentir la mano de Naruto sobre su frente.
-Teme, aun tienes algo de fiebre
-¡No es fiebre!-se quejó Sasuke dando un ligero golpe a la mano de Naruto para que no lo tocara. ¿Qué manía del rubio de toquetearle sin pedir permiso? Realmente era demasiado amistoso. Se molestó- acabo de bajar por la trepadora, es obvio que me calentaría por la actividad física.
-Teme…-Dijo Naruto frotándose la muñeca, ese golpe no le dolió, pero era su manía cada que Sasuke lo golpeaba. Frotarse la zona afectada- ¿Por qué no haces caso a tú mamá?-Le reprocho tratando de ir a la casa de los Uchiha y delatar a Sasuke. Pues aunque el moreno tuviera razón y ya no estuviera enfermo, no pasaría nada si descansaba un día más.
Recordó lo mal que estaba Sasuke por culpa de ese resfriado. Recordó que solo se la pasaba durmiendo en cama por los escalofríos. Las tonterías que susurraba de noche. La fiebre… los vómitos. Naruto solía enfermarse, Itachi también. Pero Sasuke exageraba en enfermarse, no es que se enfermara con frecuencia, pero cuando lo hacía daba miedo.
Sasuke le sujeto del brazo al darse cuenta de sus intenciones.
-¡No lo harás!- empezaron a jalonear. Naruto luchando por liberarse y denunciarlo y Sasuke por arrastrarlo hasta el colegio y pasar clases.
El pueblo era una mezcla de cemento y bosque caducifolio. El suelo solía teñirse de amarillo y rojo por la caída de las hojas. Ahora mismo estaban en otoño, por lo mismo las brizas de viento frígido que anunciaban el invierno solían enfermar a los habitantes que descuidaban su vestimenta. Antes de llegar al colegio debían pasar dos puentes. En ellos el agua corría por tres estaciones y se congelaba en el invierno. Los puentes eran pequeños, Ambos de madera, ambos soportaban un tráfico ligero, quizás movilidades menores a los 500 kilos. Quizás los pilares de madera eran gruesos y mostraban la fuerza de los puentes, pero los leños que atravesaban los pilares, eran delgados y por el tiempo algo frágil.
Naruto se sujetaba de uno de los pilares de madera del primer puente para impedir que Sasuke siguiera arrastrándolo al colegio, y a su vez para detenerlo. No lo soltaría, pues comenzaba a notar algo que no le gustaba mucho. Sasuke comenzaba a respirar con dificultad. Sabía que no tenía mucha resistencia, pero aun así no le gusto. Puso más empeño en detenerlo y llevarlo de regreso a casa, regresar se volvió en prioridad pues el frio viento comenzaba a soplar con intensidad.
-¡Suéltame!-Exigía Sasuke jalando con más empeño, odiaba que le negaran las cosas. El no era débil.
Fue solo un segundo cuando la mano de Sasuke resbalo por causa del sudor excesivo que comenzó a experimentar y Naruto lo miro retroceder atrás con fuerza y torpeza.
-¡Sasuke!-Grito al mismo tiempo que el caía al suelo por su propia fuerza ejercida para impedir el avance de Sasuke.
…
Naruto se levantó rápidamente del suelo al oír el capoteo en el agua.
-¡¿Sasuke?!-Grito corriendo debajo del puente de madera. Allí miro a Sasuke chapoteando en el agua que no superaba el metro de altura y cuyas corrientes eran calmadas. Sin poderlo evitar comenzó a matarse de risa. ¿Cómo alguien podía ahogarse en ese rio? Se cuestionó, creyendo que Sasuke fingía, para que Naruto también se mojara. Pero lentamente dejo de reír al verlo dejar de moverse. Pensó: el juego se acabó. Ahora Sasuke se levantaría y le lanzaría regaños. Pero no fue así, jamás fue un juego.
La ambulancia no tardó en llegar y llevar al pelinegro de urgencias al hospital.
Sasuke no solía enfermarse con frecuencia.
Sasuke cuando se enfermaba daba miedo.
Sasuke experimento su primer ataque de asma.
El ataque de asma despertó por el fuerte refriado, por las emociones intensas que experimentaba, por el repentino viento frio, por antecedentes familiares de sus abuelos. Nadie sospecho nada sobre esa herencia genética que casi le cuesta la vida pues concluyo con un edema pulmonar.
Sasuke no solo se ahogaba bajo el agua, se ahogaba fuera de ella también. Simplemente no podía respirar y se desesperó empeorándolo todo.
…
-Porque yo. No quiero volver a pasar por eso…-Dijo Naruto despertando de su recuerdo. Naruto nunca más deseaba quedarse mirando impotente como alguien casi moría frente suyo. Aun sacándolo del agua, no podía hacer nada solo mirarlo desvanecerse. Quedarse parado como estúpido esperando a que llegara la ambulancia. Esperando y llorando por miedo de que fuera tarde y Sasuke hubiera muerto.
Miro la puerta del departamento de Sasuke y se dio una sutil cachetada. Nada de deprimirse por el pasado. Eso no volvería a pasar. Sasuke siempre fue cuidadoso con todo desde ese día, no es que antes no lo fuera, pero ahora iba en serio. Con la limpieza, con su alimentación. No volvería a sufrir un ataque de asma si podía evitarlo.
Naruto tocó el timbre aun melancólico y ansioso de verlo y abrazarlo como el día que salió del hospital.
…
Sasuke abrió la puerta de su departamento desesperado por poner su plan en marcha.
Al abrir miro a Naruto que de la nada se lanzaba sobre Sasuke para abrazarlo.
-Espe…-Dijo empujándolo, no era hora de sexo. Bueno si, pero no tan rápido. Pero dejo de empujarlo al notar que solo lo abrazaba, no le besaba, solo lo abrazaba y no mostraba intenciones de hacerle retroceder hasta la habitación.
-¿Naruto?-Interrogo. Quizás algo malo le paso. Sentía como el abrazo de Naruto ejercía más y más presión-Na…- intento quejarse por la incomodidad. Odiaba sentir presión en su pecho, cuando de la nada Naruto le soltó y miro divertido
-¿Qué se siente un abrazo de oso? Sabes el otro domingo no dejabas de intentar asfixiarme. Realmente tienes fuerza Sasuke- le reprocho divertido.
Sasuke cambio su semblante de enfado a uno de calma. Naruto siempre salía con cada tontería. Mejor al punto y listo. Le tomo de la mana cerrando rápidamente la puerta.
-Wow. Wow- se quejaba Naruto al ser sentado violentamente sobre la silla y mirar el juego de ajedrez sobre la meza- No sabía que fueras tan desesperado. ¿Tanto te gusto?-Pregunto maléficamente. Mas Sasuke ni caso le hizo y corría a su recamara para sacar la pizarra y los marcadores de agua y así lograr que Naruto comprendiera de que iba la cosa.
-Cállate y presta atención- exigía Sasuke parándose frente del tablero de ajedrez.
-Ok…-Repuso Naruto dudoso. Ahora ¿que tenía en mente Sasuke?. Supuso que deseaba vengarse por su virginal trasero y eligió jugar ajedrez para ser ganador. Suspiro, supuso que ceder de vez en cuando no estaría mal. Cualquier cosa con tal de estar a su lado.
-Primero. No es un juego de ajedrez normal. Presta atención pues cada ficha implica una acción.
Naruto miro con más detalle el juego de ajedrez y noto que solo tenían un peón en cada bando.
-quizás usemos los mismos movimientos y reglas que el ajedrez, pero a diferencia de un juego normal el rey no es lo más importante- rio divertido tomando al peón y señalando en la pizarra donde estaban dibujadas las piezas de ajedrez con un signo igual a su lado.
-El peón. Quien llegue a coronar al peón será el activo y el otro el pasivo. Por ende el peón decide quién gana o pierde.
-Ósea que solo debo matar a tu peón y yo gana… -asintió satisfecho, en un juego de ajedrez normal, lo seguro era que perdería, pero con estas reglas solo debía matar al tonto peón y ganaba- ¡bien hagámoslo!-dijo enérgico Naruto.
-alto baka- detuvo Sasuke- escucha todas las peculiaridades o no será una victoria digna de mi intelecto superior- asevero Sasuke acomodándose el pelo. Naruto rio al verlo hacerse el muy muy.
Si, Sasuke antes de su ataque de asma solía ser especial pero recatado. Después del ataque le daba sus cinco minutos y se atrevida a cosas más osadas. No algo que lo pusiera en riesgo su salud, pero si era más atrevido, terco, tirano, melindroso, sin vergüenza… etc.
A Naruto le costó un poco comprender su comportamiento. Solo cuando entro a la universidad y cruzo psicología del enfermo pudo hallar la lógica. Sasuke inconscientemente se rebelaba contra su enfermedad. Trataba de vivir a plenitud y eso implicaba tomar más riesgos y hacer cosas que antes jamás harías. Como los diabéticos que aburridos por seguir una dieta estricta, de la nada se meten una barra de chocolate y mandan al diablo a medio mundo que critica su conducta.
Es una forma de gritar: soy normal, no un alienígena, puedo hacerlo yo también, no me excluyan de al humanidad. No me miren como bicho raro, no me tengan lastima. No soy diferente: soy igual que ustedes.
Y aunque fue ese comportamiento lo que causo muchos roces entre ambos. Fuera del tema de Sakura, también los unió más, hasta que Sasuke se marchó en contra de la voluntad de Mikoto, y con el apoyo de Fugaku. Pero Fugaku también puso el grito al cielo cuando Sasuke dijo de la nada que no regresaría a casa y que se iría a otra ciudad más lejana y lejos de la vigilancia de Itachi.
Quizás por ello Fugaku insistía en el matrimonio. No le agradaba que Sasuke estuviera solo, si sufría otro ataque… Temía que fuera el último, aunque los médicos y Sasuke le aseveraban que exageraba.
-si pierdes una de tus torres. Te desvistes. Una significa la parte superior, la otra la parte inferior tu oponente decide. También elige desvestir o dejar desvestir. Recuerda que si las torres de tu oponente siguen en pie, tendrás que conformarte con hacerlo vestido.
Naruto despertó de sus pensamientos y se enfocó más en el pizarrón.
-Los arfiles… bueno…-Rio con picardía- si matas a los dos arfiles durante el juego… El oponente gana una mamada, pero su solo pierde un arfil… Tiene derecho a morder donde él quiera sin restricción por cinco minutos. Si no pierde ningún arfil… No podrás besar o morder nada. Lo que haga tu oponente es cosa aparte.
Naruto se olvidó de su análisis y enfermedad de Sasuke. Simplemente ya estaba más que despierto y emocionado al escuchar tales reglas y también preocupado… Hacerlo vestido, no le pareció tan malo, pero eso de no besar o morder… era exagerado, pero mientras pudiera acariciarlo. De la nada Naruto se puso nerviosos. Esto estaba difícil.
-Los caballos. Si derribas a los dos caballos podrás acariciar y obligar a que tu oponente te acaricie donde tú se lo pidas, sin restricción de tiempo. Si solo derribas a uno. Deberás elegir entre acariciar o que tu oponente te acaricie. Sera como hacerlo con un muerto.
Naruto trago saliva.
-La reina…-Si loras derribar a la reina tendrás el derecho de obligar a tu oponente a decir lo que quieras. Va desde insultos. Cumplidos. Chistes. Puede ser antes, durante o después del sexo. Por tres domingos consecutivos. Si no lo logras quedas prohibido de hablar durante el sexo por tres domingos, a menos que tu oponente te dé permiso.
-Finalmente el rey- Se mordió los labios. Hasta él estaba emocionado y preocupado por esta tontería- si derribas al rey el juego no acaba. Todo lo contrario: empieza. Si derribas al rey tú decides en qué posición hacerlo y cuantas veces. Rompes o no las restricciones mencionadas con anterioridad. Según tu gusto. O aplicarlas.
-Ok… Creo que puedo hacerlo- dijo Naruto
-alto- Detuvo Sasuke al verlo analizar el tablero- este juego no es por turno…- señalo una rueda de la fortuna donde mostraban dos colores. El blanco y el negro- el turno lo decidirá el azar. Si al girar la rueda cae en el color de tus fichas podrás mover la pieza que quieras y atacar o defenderte. Pero si no cae en el color de tus fichas perderás el turno y me toca. ¿Comprendes?
-Tengo una pregunta- dijo Naruto mirando desconfiado a Sasuke- ¿De dónde rayos casaste esta idea? –Interrogo dudoso de que fuera un estímulo, o una tortura sexual.
-fuiste tú el que empezó con dejarlo al azar el destino de nuestros traseros. Ahora aguántate- Recrimino Sasuke que miraba fijamente a Naruto. Este juego no solo se basaba en la suerte, sino en la estrategia, por lo mismo cualquiera podía ganar, perder o empatar.
…
Naruto sudaba la gota fría. Era su tercer intento con la rueda y no salía su color. De la nada el peón de Sasuke ganaba dos espacios y su arfil ya apuntaba al peón de Naruto.
“Por kami-sama…” rogo Naruto, y sus suplicas fueron escuchadas. Al fin podía moverse.
-¡Escapa!-animo a su peón mientras lo movía a otra casilla. Sasuke rio al ver sufrir al rubio. Pero de la nada también le toco los apuros.
Al final Naruto se resignó a perder varias fichas, solo se enfocaba en el rey y el peón. Era lo único que importaba a su parecer.
Sasuke con su torre, con su reina y sus caballos. Se quedaron atrapados por culpa de la rueda de la fortuna que no les permitía detener a Naruto en su avance. Al peón de Sasuke solo le faltaban dos espacios para coronarse.
Naruto se mordía las uñas cada que Sasuke rodaba la rueda. No supo cómo termino ganando, pero perdió al rey y todas sus otras fichas.
En síntesis: Naruto sería el activo. Pero no podía tocar a Sasuke. No podía besarlo o morderlo, sin mencionar las mamadas. No podía desvestirlo… Esto era un fiasco.
Sasuke por su cuenta reía maléfico. Pues pese a perder la posición de activo podía: obligar a Naruto a desvestirse, a decir lo que el quisiera. A morderlos o besarlo… en fin. Naruto solo sería una especie de consolador. No más no menos. Su propio muñeco sexual.
-¿Listo?-Pregunto Sasuke a un Naruto visiblemente enfadado. Sin importarle corrió a su cuarto por su celular y puso la canción de: Man. I feel like a women- Desnúdate…
-Ni lo sueñes teme-Amenazo Naruto furioso. No se desnudaría con semejante cancioncita. No haría estriptis.
-No te retractes- le reclamo Sasuke con expresión maléfica.
-Ok. Pero antes otra pegunta- Repuso Naruto de mala gana-¿el próximo domingo también jugaremos este juego?
-Si- dijo Sasuke dudando de sus palabras
-Está bien. Pero mejor elije con cuidados tus palabras, porque me voy a vengar- concluyo Naruto comenzando a tratar de bailar la susodicha cancioncita mientras se desvestía. Y miraba Sasuke sentado observándolo cual fijamente como si tratase de descubrir algo. Bailar, desvestirse frente de Sasuke no le pareció tan malo. Lo que realmente le chocaba era que podría tener contacto físico con el moreno. Más al verlo contemplarlo de esa forma… Se moría por sentirlo entre sus manos, en sus labios…
Definitivamente esto el azar no era tan buena idea. O quizás… sí. Ya no lo supo.
-Échate allí- ordeno Sasuke a Naruto, señalando su cama- Recuerda: no te puedes mover. Tu querías las cosas al azar, pues bien. Esto es el azar- reprochaba Sasuke mientras Naruto se echaba de mala gana.
-Pue…-Trato de hablar pero Sasuke le detuvo
-No puedes- concluyo Sasuke que de la nada también se subía a la cama y se ponía sobre Naruto, mostrándole unas esposas- por si las moscas- concluyo Sasuke esposando las muñecas del rubio en la base de la cama, lo mismo hizo con sus pies. Al concluir comenzaba a acariciarlo.
“Es una tortura…” Pensó Naruto cerrando los ojos y mordiéndose la boca para no soltar gemido maldiciones. Mientras seguía jalando sus manos para ver si podía zafase de esas esposas. De verdad. Si se liberaba de esas esposas. Mandaba al diablo el jueguito y lo llenaba de besos y caricias. Dios, era tan necesario tocarlo.
Sasuke seguía acariciando el miembro de Naruto. Dándole la espalda y mostrándole la otra cara. Como si pese a la vergüenza disfrutara provocándolo.
Giro lentamente. Y miro a Naruto. Su cara era de desesperación. Cerraba los ojos y trataba de aguantar sus ganas, la pregunta: ¿Cuánto más podría aguantar?
Rio satisfecho de los resultados que observaba. No se equivocó. Podía disfrutar esto y a la vez vengarse de cada mal recuerdo que el rubio le dejo ene l pasado por ser tan amistoso con las chicas. “No se toca con tanta confianza” recrimino al rubio. Y sentado de frente, sobre los muslos de Naruto se agacho a comenzar a ponerle un poco de chocolate derretido y lamerlo. Lamer cada parte de su tórax. Incluso le chupo las tetillas y dio una que otra mordida suave.
-¡Desátame ahora o Juro que te matare…!-Renegaba Naruto rompiendo el silencio. Ya no lo soportaba. Incluso tenía las muñecas y los tobillos rojos de tanto forcejear sin éxito- Más vale que detengas todo esto o te juro que me vengare…
-Mmm- Mugió Sasuke mirando la cara roja de Naruto, su expresión de enfado y sus muñecas rojas, con esos dedos largos ahora de color moráceo.
Sasuke solo deposito un dedo sobre sus labios. Y le mostro el chocolate derretido sobre la cuchara de madera. Dejando caer nuevamente un hilo de chocolate sobre su pecho que fue recorriendo lentamente hacia abajo, para detenerse en el pene de Naruto donde el restante chocolate fue vaciado.
-¿Aun quieres que me detenga?-Reto Sasuke a un Naruto que se quedó perplejo mirando lo que su amigo de infancia ya hora sexfriend estaba a punto de hacer. Y cuando sintió la cavidad bucal de Sasuke sobre su pene solo pudo decir la verdad:
-No… No te detengas- concluyo. Como iba a pedirle que se detuviera, si el mismo soñó con este momento. Con ver una de sus fantasía convertirse en realidad. Sasuke le hacia una mamada y no solo eso… Después de torturarlo un rato más. El moreno se empalo solo y comenzó a masturbarse ante la vista de Naruto.
-Siempre quise tratar esto…-concluyo Sasuke
…
Sasuke desato las muñecas de Naruto y sus pies. Lo miraba desconfiado temiendo que le saltara encima y rompiera las reglas del juego. Pero no. Naruto no lo hizo. Solo froto sus muñecas y miraba a Sasuke de pies a cabeza. El moreno ya estaba duchado, vestido y cambiado.
Ambos se miraron. Sasuke no sabía dónde esconder su cara de vergüenza. De verdad se pasó de la raya. Se dejó llevar con ese tonto jueguito y libero su bestia interna por así decirlo.
Naruto que lo miraba serio. Comprendía que frente suyo tenía a dos Sasukes. El que aparentaba rectitud, moral, terquedad, orgullo y el salvaje y alocado chico se moría por experimentar, sin importarle nada de nada. Incluso se olvidó del condón.
Iré a comprar algo. Puedes usar la regadera… luego es mejor que te marches. Ya es muy tarde y mañana tienes clases- dijo Sasuke dándole la espalda para huir de cualquier reproche o bromita de Naruto.
Naruto suspiro. Definitivo. No podía ser solo el sexfrien de Sasuke. No. Quería más… más… más. Simplemente lo quería a Sasuke por el resto de su vida.