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LIDHEMIOUS -Another Story por JennyYiNa

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Notas del capitulo:

He vuelto despues de siglos de no publicar!!!

 

Three…

 

Se acomodó su saco y se dio un último vistazo para cerciorarse de que nada le faltaba. Toda la vestimenta estaba perfecta, esa noche iría a una fiesta de parte de la alemana para conocer a los demás socios y cerrar el trato como debía ser. Le fastidiaban ese tipo de eventos pero ya había prometido estar ahí presente. Hannah lo miraba desde el umbral de la puerta con su mirada neutral de siempre pero para el pelinegro ella demostraba otra cosa.

    -¿Qué sucede Hannah?-. Le pregunto de una buena vez.

La morena compuso su postura. –No es nada señor, simplemente tengo un presentimiento de que algo no anda bien con Alois. Desde que se fue he sentido mucha inseguridad.

Otra vez Alois, siempre una persona tiene que mencionárselo. –Alois debe estar bien, él decía que podía cuidarse solo, ¿Qué le puede pasar?

Hannah sabía perfectamente que en el fondo a Claude le molestaba que Alois anduviera solo después de tantos días y no le llamaba siquiera. A pesar de todo, sentía un presentimiento nada favorable acerca del menor y también por parte de Claude, por eso se dio la tarea de cuidar de él mientras las cosas se solucionaban entre los dos hombres.

 

Alois dejo de correr para detenerse frente a un grupo de hombres en traje que lo rodearon en un instante. ¿Qué sucedía? ¿Por qué lo perseguían? Que el recordara no se había metido en problemas esos últimos días. A no ser que fueran hombres del anciano y estuvieran reclamándole venganza. Sacó su pistola y apunto a todos pero el silbido de alguien más lo hizo detenerse.

    -Alto todos, lo menos que queremos es hacerte daño. No hagas cosas de las que luego te pudieras arrepentir.

Otra vez esa voz ¿no se cansaba ese chico de seguirlo a todas partes? Se dio la vuelta bajando la pistola. En efecto, era ese chico que hace días había visto en el callejón y que también había alcanzado a reconocer en ciertas partes a donde iba.

    -¿Qué se supone que quieres? No has dejado de seguirme desde ese día, dime ¿acaso tienes un pendiente conmigo?-. Le pregunto Alois ya harto.

    -Tranquilo, solo queremos cumplir los deseos de nuestra jefa.

   -¿Y cuáles son tales deseos?

    -Que estés bien y a salvo, hoy ella quiere que te llevemos a un lugar especial. Lo menos que quiere es matarte. Pidió que si te ponías difícil te lleváramos de todos modos. Por tu bien espero que no hagas nada de esto difícil.

Una mujer lo buscaba, de nuevo, esto le comenzaba a parecer muy sospechoso. Si se resistía lo llevarían, si no lo hacia lo llevarían igual, si se escaba lo seguirían hasta que decidiera ir.

   -Está bien, iré con ustedes siempre y cuando me digas quien eres y porque tu jefa tiene muchas ansias de verme.

    -Por supuesto, te diré todo en su debido tiempo querido Lidhemious-. Le sonrió al responderle.

Sin chistar ni nada subió al auto negro acompañado del otro rubio, si todo esto lo conducía a una trampa todos morirían.

 

Bajo de su auto admirando el enorme hotel en donde se llevaría a cabo la tal fiesta. Hannah bajo detrás de él haciéndole guardia para evitar una de las tantas tragedias que perseguían a su jefe.

En el interior todo era de un color casi dorado, muy elegante, con solo verlo le recordaba la casa de Jonathan. La alemana lo vio entrar y no demoro en ir a recibirlo.

   -Claude, es un gusto saber que si pudiste atender a mi invitación. Realmente no sabía si vendrías o no ya que sé que tú no eres de los que asisten a fiestas como estas aun si son de negocios.

    -Perdón, ¿Qué dijiste?-. Pregunto un poco confundido, nadie sabía ese dato de él excepto Alois y Hannah.

Marishca sonrió un poco ocultando lo que dijo. –No importa, ven, acompáñame. Hay socios míos que quieren conocerte desde hace un tiempo y se emocionaron al saber que vendrías.

Claude la siguió ya que ella se le había colgado a su brazo así que no podía despegársela de ninguna manera. Marishca miro de reojo a Hannah y le mostro una mirada desafiante. Eso desconcertó por un momento a la peliblanca pero pronto ella también le envió una mirada de igual manera, realmente algo no andaba bien y descubriría que sucedía.

 

Claramente no sabía que sucedía en ese lugar, solo lo llevaron y de pronto ya lo tenían vestido muy elegantemente, pero claro, con vestimenta que se le ajustaba a su edad. Sus trajes de mercenario eran parecidos, llevaba puesto un pantalón de vestir entallado de color negro con zapatos formales, su camisa era blanca con una especie de pañoleta azul rey sujeta a su cuello, su saco era gris plateado. Realmente nunca se bestia así, siempre parecía callejero o se vestía como abuelito con grandes sacos y bufandas. Le habían recortado su cabellera rubia de manera que se viera más formal, ya no parecía vagabundo, por una razón le habían pedido que se pusiera un cubre bocas negro como lo hacía el siempre y pudientes de color verde. 

El otro rubio se le acerco por detrás, el cual ya también vestía un traje igual de formal,  lo miro por el espejo.

    -Luces realmente diferente a como te encontramos. Gracias a nuestros expertos te vez más repuesto, parecías vagabundo.

   -¿Para qué se supone que estoy vestido así? ¿hay una fiesta o algo?-. Le pregunto sin dirigirle la mirada.

    -Algo así, nuestra jefa solo quiere que presencies un hermoso acto.

A Alois no le convencían las palabras de ese chico al cual no conocía.

 

La fiesta comenzaba a aburrirle, estaba a nada de decirle a Marishca que se iría de ese lugar donde solo hablaban de dinero y economía. La alemana noto el aburrimiento marcado en la cara de Claude por lo que decidió llevarlo a la pista a bailar un poco, pero Claude claramente no era de aquellos que les agradara mucho el baile, más en ese lugar lleno de gente.

   -¿Qué se supone que haces?-. Le pregunto a la mujer que pronto lo empezaba a guiar.

   -¿No se nota? Te estoy invitando a bailar, debes despejarte un poco. A simple vista se ve que tienes preocupaciones y sea donde estés no puedes quitártelas de la cabeza.

La pieza era algo tranquila, no le importaba estar pegado a la bella mujer, ya que ella no le interesaba en lo más mínimo y no bailaría como ella quería.

    -Vamos, quita esa cara y deja que te guie-. Incito la alemana.

Ya sin opciones hizo caso a la otra.

Alois miraba el gran salón desde el segundo piso con el rubio a su lado.

    -Lindo ¿no? A nuestra jefa le encantan este tipo de fiestas de alta alcurnia-. Decía el otro.

El mercenario le presto la más mínima atención, de hecho, le daba nauseas ver esas fiestas tan anticuadas.

El rubio le tomo la mano haciéndole sorprenderse un poco, Alois giro a verlo y choco con los ojos verdes de su acompañante, sentía que ya los había visto antes.

   -Te quedan mejor los ojos verdes Alois-. Sonrió mientras rozaba con sus dedos el rostro pálido de Alois.

   -¿Quién eres tú y como conoces mi nombre?-. Pregunto ya al borde de la curiosidad y algo de miedo.

El rubio sonrió. –Es una lástima que no me reconozcas, yo te conozco de principio a fin. Solo llámame Dagger-. Sonrió a lo último.

Alois instintivamente se alejó rompiendo el contacto con su rostro, Dagger frunció un poco el ceño pero rápidamente lo disimulo con una sonrisa. Continuaron viendo a la gente bailar, algo que llamo mucho la atención de Alois fue que entre esa gente había un rostro que se le hacía conocido. No perdió tiempo en ir a verificar más de cerca si lo que veía era real. Dagger sonrió y solo atino a observar todo desde donde estaba.

 

Se quedó a medio camino de las escaleras, efectivamente su buena vista no le fallaba al ver que esa persona era Claude, bailando con una bella mujer. En su interior sintió algo atravesarle su corazón y otro arderle la sangre. Fingió no sentir nada y bajo de las escaleras sin apartar la vista de esas dos personas.

Mientras bailaba sintió que alguien lo observaba, en un giro que dio se topó con la mirada de dos ojos verdes que estaban fijos en él. El rostro del chico estaba cubierto por un cubre bocas y mechones de su cabello rubio, instintivamente se imaginó la mirada de Alois. Detuvo su paso dejando un poco confundida a su pareja de baile, Marishca volteo a ver a la dirección que Claude veía, hizo un gesto de molestia al darse cuenta de que esa personita era Alois.

Alois dejo de ver a Claude y subió de nuevo al segundo piso donde Dagger lo esperaba con una cara de preocupación.

    -¿Estas bien?-. Le pregunto.

Alois no respondió ni nada ya que vio a varios hombres detrás de Dagger.

    -¿Qué sucede aquí Dagger?

   -Lo que pasa es que nosotros tenemos un trabajo que cumplir aquí mismo, la dichosa fiesta solo es una máscara para lo que va a suceder ahora.

Alois retrocedió con miedo, algo malo iba a suceder y si el no salía herido ahí entonces quien si corría peligro era Claude, volteo a donde estaba el pelinegro quien no se daba cuenta de lo que a su alrededor sucedía. La alemana lo miraba sonriendo hipócritamente.

    -Maldición-. Dijo para después bajar las escaleras corriendo en dirección a Claude.

Un tiro frente a su camino lo hizo detenerse, Dagger le había disparado pero fallo.

    -Te dije que no hicieras cosas de las que luego podrías arrepentirte querido-. Le dijo desde las escaleras.

Alois sacó su arma y le disparo también pero dado a los pupi-lentes fallo también.

Se comenzó a hacer un caos dentro del salón por la gente que rápidamente quería salir de ahí. Claude aun no salía de su trance procesando lo que estaba sucediendo, Marishca tomo su mano para llevárselo del lugar pero el mayor se opuso a seguirla.

   -¡¿Qué demonios sucede aquí?!-. Le exigió a la mujer.

   -Luego te lo explico pero por lo pronto debemos huir de aquí o moriremos también-. Le pidió Marishca.

Alois vio como se lo llevaba y en ese preciso momento vino a su mente la advertencia del viejo, una mujer tenía planes de arruinarle la vida a Claude y lo más seguro era ella.

Le disparo a la mujer con tal de que dejara libre a Claude.

   -¡Suéltalo!-. Le ordeno pero Marishca en vez de responderle también le apunto con un arma que traía consigo.

    -¡Dagger! ¡Encárgate de esa basura!-. Ordeno a su sirviente mientras escapaba con Claude.

Alois continúo disparando sin perder de vista también a Dagger. Claude se detuvo abruptamente logrando así forcejear con la mujer para quitarle el arma de las manos y someterla con ella.

   -¡¿Quién demonios eres tú y porque haces esto?!-. Le volvió a exigir.

    -¡Suéltame! ¡Me haces daño!

   -Solo responde a lo que te pregunte.

Marishca se enojó y no le quedo más que decirle la verdad.

    -Bien, ¿quieres saber la verdad de todo esto? Pues te la diré. Por tu culpa termine así, por tu culpa ando en este maldito bajo mundo. Desde que decidiste ponerme en la ruina decidí vengarme y hacerte lo mismo para que también suplicaras piedad. Te odio Claude Faustus y lo mejor que haría ahora será matarte a ti y a ese mocoso que tienes por guardaespaldas.

Claude le jalo del brazo más fuerte. –Tocas a Alois y aquí mismo te mueres maldita. Ordénales a tus perros que detengan el ataque y considerare perdonarte la vida y enviarte a la cárcel.

    -Si me hundo te hundes conmigo, recuerda que puedo decirle a la policía de todas tus fechorías y las de ese niño de modo que ninguno tendrá ningún final feliz.

Tiro al suelo a Marishca totalmente furioso, la alemana tenía toda la razón, ella podía decirles todo a la policía.

Apunto el arma a  la cabeza de la mujer con tal de dispararle. Antes de jalar el gatillo Hannah lo detuvo.

    -Señor, no haga las cosas así, no puede ensuciarse las manos con sangre putrefacta como la de ella-. Le dijo quitándole el arma.

   -Si la dejo viva entonces es capaz de…-. Hannah lo silencio.

    -Yo me encargo de ella.

 

Bañado en sangre aún mantenía su arma firmemente apuntando a Dagger, quien también ya estaba cubierto de sangre pero superficialmente.

    -Me sorprende tu lado asesino, cuando te vi pensé que eras más tranquilo-. Le dijo Dagger con una sonrisa.

Alois no dejo aparto su mirada, sabía perfectamente que debía eliminarlo a toda costa antes de que algo más sucediera.

   -¿Por qué tu jefa quiere terminar con Claude? Responde esa pregunta ¿Qué tengo que ver yo en esto también?

Dagger dejo su sonrisa a un lado y la cambio por un rostro serio. –Tu solo eres un señuelo, tu jefe es el especial dado que mi jefa tiene planes para él. Deja de preocuparte, pensé que ya no te importaba que sucediera con ese hombre ¿acaso aun te importa mucho?

Alois bajo el arma, claro que le importaba Claude y lo que más quería en ese momento era salvarlo de una desgracia pero, su mundo era diferente al de él. Se quedó meditando un poco sin saber que responder. Volvió a apuntarle con el arma.

   -Me importe o no, yo lo amo y si tengo que matarte a ti y a tu jefa lo hare no importa si pierdo mi vida. Jure ser su guardaespaldas y protegerlo con mi vida, y eso es exactamente lo que hare ahora ¿responde tu pregunta eso?

Dagger quedo sin habla. –Si eso es lo que quieres entonces por mí no hay problema.

Los dos se apuntaron con su arma y se dispararon el uno al otro.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer y continuen con el penultimo capitulo>>>> 


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