La Decisión de Viktor
Viktor Nikiforov era un alfa de 26 años, con un metro ochenta, cabellos platas y ojos azules, el ruso era una estrella del patinaje artístico en la categoría alfa. Llevaba mas de 10 años patinando, era lo que mas amaba hacer. El patinaje era parte de el, de quien era de lo que sentía. Sus numerosos campeonatos y medallas eran prueba de eso, una leyenda viva del hielo era llamado. Viktor amaba sorprender con sus rutinas, pero aunque aun seguía cautivando y sorprendiendo a su publico... ya no era lo mismo, ya no estaba esa emoción ahí.
Acababa básicamente de ganar el ultimo campeonato mundial de patinaje artístico como era de esperar su rutina con el aria de "Stay Close to me", había sido un éxito para el publico y para los jueces, pero la magia que había esperado recuperar para si mismo ya no estaba.
Se arrojo a su sofá con un suspiro y rasco aburridamente las orejas de Makkachin su perro y fiel compañero. Su móvil timbro y por un segundo estuvo tentado a ignorarlo, pero al final extendiendo su mano lo tomo, la pantalla del móvil le indico que quien lo llamaba era Christophe Giacometti, el suizo había acabado con la plata en el ultimo campeonato de patinaje artístico en la misma categoría que Viktor... se podría decir que eran amigos.
-Chris-saludo respondiendo la llamada.
-¿Ya lo vistes? -El rubio suizo se escuchaba emocionado al interrogarlo sin siquiera responder el saludo.
-¿Ver que?-Pregunto preocupado por la salud mental del otro alfa.
-Nop, no lo has visto o no estarías tan tranquilo-aseguro Chris-te lo envío ahora, miralo- le dijo antes de colgarle sin dejarle responder. Viktor alejo el teléfono de su oreja y miro el trasto extrañado, pero antes de que pudiera hacer algo mas su pantalla brillo con un link de video enviado por Chris en un mensaje. Con un suspiro le dio click a ver de que demonios hablaba el rubio y quedo completamente absorto con lo que veía.
Un chico un omega sin duda, cabello negro, un poquito rellenito, piel pálida... estaba haciendo exactamente su programa... "Stay close to me", Yuri Katsuki era su nombre y justo tenia lo que le faltaba, lo que había buscado... la magia que había perdido.
Una búsqueda rápida en internet le dijo todo lo que quería saber. Viktor sonrío a su perro frotándole la cabeza.
-Vamos a viajar Makkachin-Le anuncio el impulsivo alfa a su cachorro que le lamio la mano.
***
Yuri Katsuki gimió cuando la luz del sol lo molesto acurrucandose mas debajo de las sabanas no quería salir de debajo de ellas en un futuro cercano... bueno y de paso tampoco en un futuro lejano.
Yuri Katsuki a pesar de su apariencia era un patinador profesional y certificado, incluso a pesar de sus nervios, que lo hacían cometer muchos errores se las había arreglado para lograr calificar el año anterior por primera vez en su vida al Grand Prix Final y había fracasado estrepitosamente, se había caído en casi todos su saltos sin lograr ninguno y quedando en ultima posición del Grand Prix Final.
Su sueño siempre había sido patinar en la misma pista de hielo que su ídolo... Viktor Nikiforov, pero mientras su ídolo había brillado y ganado en la categoría individual de alfas, el se había hundido como una piedra en el agua en la categoría individual omega. Luego la temporada solo había ido en picada para el, hasta que termino volviendo a su casa en Japón para tomarse un descanso y re-organizarse a si mismo.
Para animarse a si mismo, había decidido recordar sus tiempos de niño, mientras Viktor desde pequeño había sido una estrella en el hielo, Yuri había patinado en la pista de hielo local queriendo ser como el, en esos tiempos imitaba a Viktor junto a su mejor amiga, así que había imitado su perfomance de Stay Close to Me, para su querida amiga Yuko, y las tres hijas de Yuko lo habían grabado sin que el lo supiera y subieron el video a Youtube. Yuri quería que la tierra se lo tragara, obviamente su perfomance no se comparaba en nada al de Viktor y ahora todo el mundo lo había visto, el video se había vuelto viral, hasta su amigo Pichit Chulanont que estaba en Thailandia lo había visto.
Así que no pensaba salir nunca mas de la cama, no al menos hasta que todos olvidaran el video subido por las trillizas hijas de su amiga... bueno esos eran sus planes, hasta que su madre le grito para que se levantara de la cama y saliera a ayudarle a apalear la nieve. Con un suspiro el omega se levanto de la cama desganado, se aseo, se vistió y bajo dispuesto a tomar la pala y palear nieve cuando ante el apareció un precioso perro lanzandose encima de el por atención... un perro que como buen fan de Viktor Nikiforov reconocía sin problema.
-¿Makkachin?-Pregunto Yuri confundido.
-Ah hijo tenemos un nuevo huésped- le sonrío su madre, dado que los Katsuki tenia un pequeño hostal con aguas termales - Un ruso guapísimo llego hoy, esta ahora mismo en las aguas termales. Es todo un bom....
Yuri no escucho mas levantándose del suelo salió corriendo directo a las aguas termales, ni pidió permiso ni se disculpo cuando entro como un tornado a las aguas termales comunes para quedar de piedra al verlo hay tan tranquilo, su sueño... bueno el sueño de el 99% de los omegas y uno que otro alfa... Viktor Nikiforov. El Ruso lo vio mientras el se quedaba con cara de tarado hay mirándolo incrédulo. Viktor le dio una sonrisa matadora mientras se levantaba del agua gloriosamente desnudo y con una sonrisa le tendía la mano.
-Yuri- mencionó su nombre como Yuri se imaginaba debía mencionarlo un amante-Mi nueva pareja de dobles-anuncio el ruso con una sonrisa deslumbrante.
Y Yuri se sintió mas tarado si era posible... Parpadeo y tapo sus ojos al fin al darse cuenta que miraba descaradamente al alfa, solo para al fin procesar lo que el otro acaba de decir.
-¿eh? ¿Pareja de dobles?-pregunto sancandose la mano de los ojos para volver a mirar a Viktor aunque esta vez se concentro en su cara y no en su cuerpo perfecto.
Viktor se acerco a Yuri y tomando su mano lo jalo hacia el, haciendo que el japonés tropezara y chocara con su pecho.
-Si tu y yo dejaremos individuales alfa e individuales omegas y competiremos desde ahora como una pareja-le anuncio el tiránico alfa con una sonrisa encantadora dejando al pelinegro con el cerebro frito ante su sonrisa.