Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mafia por mistdowner

[Reviews - 57]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola <3 

 

Como dije, un nuevo cap.

Espero que les guste, y que les entretenga. 

Al final, voy a dejar algunas preguntas <3 

Sin más, lean <3 

Al fin el vals terminó. Tanto Jack como Rapunzel dejaron salir un suspiro de satisfacción al morir la última nota. Rieron cómplices, más unidos que nunca.

-¿No sientes algo de frío?- comentó ella, temblando ligeramente.

-¿Eh? No. Al contrario. Siento algo de calor.- admitió algo avergonzado, esperando que no se le malinterpretara.

Mientras tanto, Mérida y Astrid terminaban de intercalar sus pasos para culminar con el baile, acoplándose a los movimientos de Hiccup. Al finalizar, ambas besaron las mejillas del castaño, como premiándolo por el enorme esfuerzo que había tenido que hacer por no arruinar el baile. Cosa impresionante, considerando que le faltaba una pierna. Para él, no había sido nada fácil el coordinar sus movimientos a los de dos chicas tan vivaces y decididas. Mucho menos teniendo esa creciente necesidad de estar al lado de Jack. En fin. Valorando el baile, consideraba que había sido el mejor de toda su vida. Casi habría servido para apagar la flama de competitividad entre las familias Overland y Dunbroch, puesto que ambos herederos habían brindado un hermoso baile.

Las felicitaciones comenzaron a surgir como un torrentoso río. Los aplausos se hicieron escuchar por varios minutos, incluso hasta que las palmas comenzaron a volverse rojas de tanto esfuerzo.

En medio de todo eso, Hiccup divisó a Jack. Y de igual modo, éste notó su presencia. Sus miradas se cruzaron, y repentinamente, aquel flechazo que el albino había sentido, junto con la necesidad de estar acompañado, se repitieron violentamente. Esta vez Hiccup era el causante. Sus mejillas enrojecieron, sumadas al calor acogedor pero intenso que sentía. La sorpresa lo invadió, tratando de ocultarla pasando una de sus manos por sus blancos cabellos. El bochorno no hizo nada más que crecer al notar que igualmente, Hiccup reaccionó atontado y sorprendido. Ambos se estaban mirando, sorprendidos, sin comprender que estaba pasando. Justo cuando Astrid estaba por tomar a Hiccup para volver a la mesa a descansar un poco, Fergus entró en la pista casi corriendo, abriéndose paso entre las otras parejas. Por detrás de él, sus hermanitos corrían por toda la pista, con pedazos de pastel en la boca. Elinor, en la mesa, hace rato que se había rendido en intentar contener a sus tres demonios.

-¡Mérida, hija mía! ¡Que perfecta ejecución de pasos, que poder! ¡Eres toda una dama!

-¡Papá!- lo recibió ella, sintiéndose al momento algo extraña. - ¿Viste como lo hice? Ya quiero ver a mamá. ¡No podrá quejarse!

-¡Claro que no! ¡Hiccup, muchacho!- y entonces el castaño supo que sus posibilidades de escapar de la pista antes de que comenzara una guerra de baile, habían desaparecido. - ¡Ni siquiera yo podría haber lidiado con tal escenario!

-E-eh, sí, yo...- trató de hablar él. Estaba avergonzado, por algún motivo. Se acomodó un poco los cabellos, sonriendo bobamente. Astrid, a su lado, se burló un poco de su reacción.

-¿Estas bien?- le preguntó ella. Acababa de notar que el joven mostraba signos de fiebre, o algo por el estilo. En seguida se preocupó. Sabía que era mala idea participar de ese baile luego de haber recibido disparos. ¡Aunque ya estuviera curado! Le preocupaba.- ¿Quieres ir a descansar a un lugar más tranquilo?

-¿Qué? Sí. Digo, no! Estoy bien. - aclaró. Ni siquiera supo porqué se enredó con sus palabras.

-Si no te conociera, diría que volviste a ser el Hiccup de hace diez años.

-Oye, sigo siendo yo. Solo que mejor.- se defendió él.

-Más guapo.- se burló ella. El castaño solo le sonrió. Solo faltaban segundos para que comenara una nueva pieza de baile, según lo programado.

Mérida, luego de recibir más alagos de su padre, se alejó de este un poco, para buscar a su amiga con la mirada. En todo ese tiempo, solo había podido verla de lejos, y de cierto modo, le urgía a horrores verla de una vez. No era justo que Jackson, la acaparara toda una pieza. Rápidamente atribuyó su urgencia a su deseo de charlar un rato con Rapunzel. O eso creyó, hasta el segundo exacto donde notó que la rubia la había divisado. En seguida su cuerpo reaccionó, como otras tantas veces en el pasado, para ir en su encuentro. 

-¡Rapunzel!- la llamó con una gran felicidad. La nostálgica sensación de calidez comenzaba a inundar su pecho. La rubia le devolvió la sonrisa, apurando el paso. Pero cuando solo estaban a unos pasos, el inicio de una nueva pieza sonó. De la nada, y como si hubiese estado esperando el momento exacto para aparecer y arruinar las cosas, el joven Macintosh apareció, tomándola como pareja de baile sin previo aviso. - ¡No!- se quejó ella. Pero era tarde. Por el rabillo del ojo pudo notar como Hiccup había tratado infructuosamente de escapar de la pista junto con Astrid. Las numerosas familias entraron a bailar como almas poseídas. Los Macintosh, Dingwall, Macguffin y demás entraron todos a la vez, como un caudal de gente loca, tragándose a todo aquel que estuviera en el camino. Y comenzó una serie de pasos y movimientos épicos, gritos y risas.

   

Fergus, entusiasmado, comenzó el baile con pasos furiosos y heróicos. Más que un baile, parecía una batalla sin golpes. Los hombres no seguían ningún patrón, solo se movían al compas, tomando como pareja a cualquiera que encontraran. Jack, habiendo perdido de vista a Rapunzel, trató de unirse felizmente a la diversión, animado por su gran logro de completar un vals sin hacer el ridículo. Sin embargo, cuando caminó solo unos pasos, un par de brazos lo tomaron por detrás. Al principio se sorprendió, pero luego supo de quién se trataba. Ese aroma a chocolate y pinturas no lo tenía nadie más que Aster. Frunció el ceño.

-Bunny.- comentó rendido, casi frustrado. Se dio media vuelta, mirando como el mayor le hacia unos gestos para que lo siguiera. Suspiró. - No. Quiero bailar- le explicó. No le veía el sentido a estar en una fiesta, por primera vez, y no aprovecharla bailando. Sobre todo cuando solo se daba cada cuatro años. No estaba realmente enojado por aquello. Aster, o como tenía la costumbre de llamarlo, Bunny, era realmente un guardián. Desde que perdió todo a sus doce años, él había permanecido a su alrededor, siempre regañándolo, tratando de entenderlo, dándole caramelos a escondidas... Conteniéndole en sus ataques, recibiendo sus golpes... Él fue quién le enseñó a moverse, y más. Ciertamente, lo quería en un punto tan íntimo, que sería difícil explicarlo. Pero eso no lo libraba de ganarse su molestia. Muchas veces. Como ahora. 

-Deberías descansar un poco.- habló el mayor a su oído, causándole un leve escalofrío que chocó con el calor que sentía. - te ves cansado.- Jack no replicó sobre eso. No porque fuera cierto, no estaba realmente cansado, sino más bien, emocionado y agitado. Pero no quería aclarar el hecho, debido a que chocaría de lleno con la imposibilidad de justificarse. Así que cedió, siguiéndole de vuelta a la mesa.

-¡Conociste a Punzie, nuestra prima!- fue lo primero que oyó decir a Anna, ni bien le tuvo cerca. Aquello lo dejó confundido.

-¿Eh?- Apenas pudo replicar, sentándose (o más bien dejándose caer) en la silla.

-¡Rapunzel!- siguió ella, como si nada importara en el mundo. Simplemente, desde su punto de vista, el que sus dos primos se hubieran conocido, era el evento del año, y no había nada más importante que hablar sobre el baile que habían realizado. Ojalá hubiera sabido todo lo que su abuelo y sus tíos querían decir, pero no se atrevían.- Es nuestra prima.- recalcó.- nuestra prima por parte de nuestro padre.- siguió, buscando con la mirada a Elsa, como si buscara su aprobación para continuar. 

-¿E-en serio? ¿Por qué nadie me lo dijo?- Anna, con su gran sonrisa, iba a contestar. Pero antes de que ningún sonido saliera de su boca, su alegría se vio convertida en duda.

-Eh... Sí. ¿Por qué?- esta vez la pregunta era para Norte. Al ver que su abuelo rápidamente se incomodaba, decidió seguir distrayendo a Jack. ¿Por qué? No lo sabía. Desde que había visto a su querido abuelo, algo estresado y triste, nació en ella la complicidad. No sabía que estaba pasando, ni en qué se estaba metiendo. Pero de todos modos sintió que debía distraer a su primo a como dé lugar.- Uhm, bueno. Luego de..."Esa" época, nosotras dejamos de frecuentar su castillo.

-Mansión.- le corrigió Elsa, disimuladamente apoyando su decisión de distraer a Jack.

-Bien. Mansión. Cuando todo pasó, Elsa ya estaba por cumplir la mayoría de edad, y a pesar de que los padres de Punzie, nuestro tíos, querían hacerse cargo, se decidió de que ya era tiempo de que ella tomara el cargo.- contó. - De todos modos, teníamos la protección del abuelo. Aun que vivieramos algo lejos.- Porque, obviamente, Burguess estaba bastante lejos de Arendelle.

-Vaya, yo...

-¡Pero bueno! ¡Jacky, hijo mío! ¡No sabía que bailaras el vals!- interrumpió, repentinamente alegre, Norte.

-Uh, sí.- admitió él abochornado.- aprendí en estos últimos días. 

-Fue una muy linda ejecución- habló con su voz dulce Tiana, encantada con notar el color rojo en las mejillas del chico. Por su parte, Sandy hizo algunos gestos y movimientos con las manos, diciendo a su manera que había disfrutado del vals mucho más de lo que alguna vez lo hizo. - Esta fiesta debiera registrarse en la historia.- bromeó, con esa frase que casi siempre utilizaba para todo. Típico de una historiadora.

Jack asintió, sonriente, tomando un refresco cualquiera de la mesa. Al parecer, algunos platos ya habían sido servidos. Suerte que se llevaba bien con mucho de los mozos, puesto que ni bien pensó en que sería bueno comer algunos bocadillos, uno de ellos llegó con una bandeja llena de ellos, solo para él. No le pareció malo pasarse unos minutos disfrutando de la comida, la música y la bebida.

En todo lo que Jack comía, Norte decidió quitarse de encima lo malos ánimos y entrar a la pista de baile. Era increíble como a sus sesenta y tres años, guardaba tanta vitalidad. Sobre todo, era casi cómico notar como luchaba con Fergus, en una lucha muda de pasos y ejecuciones, por ver quién sería proclamado el mejor bailarin.

-Ni siquiera me agradeces.- escuchó a Aster hablar.

-¿Sobre qué?- habló él, casi atragantándose de comida.- No tengo nada que agradecer.

-Ah, no?- enarcó una ceja él, apuntando hacia un punto fijo de la pista. Jack guió la mirada, y encontró entonces a Hiccup. No solo a él, sino que a Mérida y Rapunzel, todos dispersos entre la gente que bailaba con emoción. Era notorio como el castaño trataba de escapar de la pista, pero siempre que casi lo lograba, algún desconocido lo jalaba, eligiéndolo como pareja de baile, y arrastrándolo de vuelta al centro. Casi quiso reír por las muecas de desesperación y frustración que el ojiverde tenía. Por otro lado, su prometida igualmente parecía, más disimuladamente, querer alejarse de aquel montón de hombres en falda escocesa que se peleaban por tenerla de pareja. Punzie, en algún punto, se perdió de vista. Y Mérida, emocionada, más que escapar, se dejaba llevar, como si estuviera acostumbrada a esos sucesos.- Todos los años es lo mismo. Créeme. La última vez alguien, sin querer, arrancó la prótesis del chico, y tuve que ayudar a buscarla por todo el lugar.- Recordó, casi como si hubiera sido el peor trabajo de su vida. 

-Gracias.- le escuchó decir. Sus hermosos ojos verdes dejaron ver sorpresa. Jack nunca solía agradecerle nada.

-Creo que estar en la mansión Haddock si te está afectando.- bromeó, tomando un trago de de vaso.

-Quizás.- se alzó de hombros él.- Lo más probable es que sí.- se sinceró. Aster no dijo nada, pero dentro suyo, recordó la pelea que había tenido con Norte cuando se enteró de que Jack iba a quedarse en manos de Hiccup. No es que considerara al muchacho sin pierna un mal tipo. Es solo que, a sus ojos, Jack seguía siendo alguien a quién cuidar, personalmente. Alguien que quería mantener bajo su protección, cerca. Además de todo eso, estaba esa estúpida leyenda o lo que fuera. Tanto él como Norte sabían lo que, según esos tontos dichos, Hiccup representaba para Jack. Y no quería creerlo. Lo juraba por los mil mares. No podía ser posible que toda esa palabrería fuera cierta. En algún rincón de su mente, odió ser miembro de la última generación a quienes se les enseñó sobre esos tontos libros. Además, hablando de otro tema, aunque nadie lo dijera, el lo sabía bien. Algo estaba pasando. Cualquier idiota con algunos centavos en el bolsillo podía comprar un periódico y leer las noticias. Es verdad. A simple vista pareciera que todo estaba tranquilo. Pero ese ambiente callado y tenso, ya lo conocía. Le había tocado de lleno vivirlo por años. Y estaba seguro de que los secuestros de niños tenían algo que ver con ellos. Pero no podía imaginar qué. O no quería considerar quién había sido el responsable. De solo pensarlo, entendía que Norte hubiera tomado la decisión de mandar a Jack lejos de la mansión. Mientras más lejos, mejor. Quizás. - ¿Aster? 

-Uhm.- Respondió él, volviendo a la realidad.

-¿Por qué siempre tienes esa cara de amargado? Anímate.- le reprochó.

-Es que, como no soy un niño llorón, no puedo darme el lujo de andar riendo y brincando por las praderas, niño llorón.- Jack frunció el entrecejo. Ese tonto insulto de nuevo.

-Es una fiesta. Intenta, por lo menos, no espantar a las chicas con esa mirada tuya.- se burló. Aster gruñó por lo bajo. - Concédeme una pieza.

-¿Qué?- lo miró con impresión. Buscó la broma o burla en sus palabras. Pero no las encontró.- Jackson, si estas bromeando...

-No lo estoy haciendo. Concédeme una pieza.- insistió. El pecho del mayor saltó emocionado.- Oh. Pero luego. Debo irme. - recordó.- Hay alguien a quién debo encontrar.- dijo emocionado.

-Como quieras.- se desentendió, mirando para otro sitio. No quería demostrar lo feliz ( y celoso)  que estaba. De todos modos, Jack lo supo. Conocía bien a Bunny como para saber que solo estaba avergonzado. 

Notas finales:

¿Por qué creen que Jack sintió calor, mientras que Punzie frío?

¿Lo notaron? Se reveló la edad exacta en la cual Jack sufrió un suceso horrible. También dejé notar que Bunny fue quién, en su mayoría, cuidó de Jack y... "recibió sus golpes" ¿Por qué creen que pasaba esto?

¿Por qué creen que Jack y Punzie no pudieron conocerse antes? ¿Por qué Norte está actuando extraño? ( Como todos los mayores) 

¡Se conoce un poco del pasado de Elsa y Anna! Supongo que ya saben qué sucedió, verdad? 

Bunny sabe varias cosas. Como menciona, fue de una de las últimas generaciones en conocer lo que decían "los libros". También menciona los periódicos. ¡No crean que olvidé ese detalle! Bunny sabe quién está detrás de todo esto. ¿Ustedes ya lo sospechan?  

Las cosas van tomando su rumbo. ¡Jack va en busca del dueño del diario! ¿Se dará cuenta? <3 <3 

 

En fin. Planeo subir otro capítulo. Si no es hoy, tal vez mañana. E, igualmente, voy a comenzar a subir "Gato y Humano", muy pronto <3 Quizás mañana, quizás hoy. Depende de mi espalda chueca (???) 

 Nos leemos <3 <3 <3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).