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Tiempo = Amor por Sailor cosmos

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— ¿Por qué Hitler era malo?

No existió persona en esa cafetería que no se ahogara o escupiera su café como mínimo, volteando a ver al pequeño niño rubio que tenía una Tablet en sus manos, preguntándose firmemente porque coño había hecho una pregunta tan… Particular

—Que se supone que estás leyendo—Shuu le quitó la Tablet murmurando con el ceño fruncido. No había otra cosa que la biografía del ya nombrado personaje, con lujo de detalles a decir verdad— ¿Po-porque lees esto? —preguntó con una sonrisa nerviosa

—Anoche estaba leyendo el comics de zombies, no debería sorprenderme esto—farfullaba Francesco para sí mismo dejando el vaso de café vacío en la mesa

—De zombies a dictadores hay un largo trecho—comentó Raoul limpiándose la cara, no podía ser que donde se sentara le escupieran.

—Claro que no, Negan también es un dictador—Lightning sacó de aquel enorme bolso que últimamente llevaba un pequeño libro y lo abrió, mostrando un dibujo todo rayado con cuernos de demonio, bigote, cola, etc. Sobre el personaje que tenía en letras grandes

—No me pregunten cuantos tomos de este cómic a leído…—suspiro el italiano—Mejor vamos a mi oficina Lightning—indicó levantándose y tomando el bolso que Lightning llevaba de arriba a abajo. El rubio de un salto se bajó de la silla, tomando la mano de Francesco y caminando a su lado

—Son muy tiernos—rió Shuu suavemente viendo a ambos alejarse

—Sigue siendo raro de ver… me sorprende que no hayan más problemas para este momento—dijo Raoul y Shuu rodó los ojos—Sé que hoy es la reunión con los franceses… ¿Vamos a comer tu y yo individualmente? —ofreció coqueto y Shuu se puso ligeramente rojo—Después de todo no tengo con quién más ir hoy

—Es decir que me tomando como una última opción—un ligero tic en la ceja derecha se hizo notar. No era por ser quisquilloso pero al menos pudo omitirse el comentario

—Chloe está ocupada, Marinette en Francia, Lila no come comida China, Allura…

—Olvídalo Raoul—bufo levantándose—busca a alguien más, supongo que no te costará nada encontrar a alguien más—se dio la vuelta tomando rumbo a su oficina, dejando al francés algo molesto

No comprendía porque Shuu siempre le rechazaba, quizás no era precisamente un caballero con él, pero lo trataba diez veces mejor que a las mujeres que se solía tirar casi cada día ¿Qué quería el japonés que hiciera? ¿Llegar con un enorme ramo de flores y un pastel de 4 años? Aunque pensándolo mucho era buena idea y tampoco lo había intentado antes…

Shuu por su parte se restregó la cara con ambas manos, en serio que hubiera aceptado si no fuera porque tuvo que decir eso, pero es que enserio… ¿Raoul no conocía lo de guardarse sus pensamientos? Decir absolutamente todo lo que pensara era simplemente estúpido, como aquella vez en la que confesó que solo quería un revolcón con él por parecer una mujer, luego por ser muy bonito y una sarta de tonterías más que a Shuu, simplemente no le gustaban.

— ¿Bueno? —atendió su celular sentándose en la silla frente a su escritorio

— ¿Shuu? Llevo como dos horas intentando llamar y esta mierda no sirve—la queja le causó gracia

—Digamos que una llamada de Japón a Estados Unidos es un poco difícil—rio suavemente — ¿Pasa algo, Oka-san?

Tanto tiempo que no me decías así me terminara sonrojando… Sí, tenemos un pequeño problema, más allá de Sesshomaru está podando por si solo todo el jardín con su Bakusaiga—comentaba como si esto fuera completamente normal, Shuu quería golpearse contra el escritorio

— ¿Entonces qué? Cómo es que siempre termino metido en pleitos familiares si ni siquiera estoy en Japón—lloriqueo en susurros que se escucharon de igual manera por detrás de la línea

El problema radica en Naraku… Otra vez—el gruñido dejaba en claro que al otro le molestaba bastante—Estoy a  punto de pensar que tiene algún fetiche con nosotros, pidió tu mano en matrimonio

— ¿¡LA MIA!? ¡¿Y YO PORQUE?!

Porque Sesshomaru lleva la vida negando la mía, supongo que ahora se desvió sabiendo que al menos no lograría nada conmigo… No seas necio que soy yo quién está hablando—una especie de golpeteo se escuchó—Como decía, ahora parece que buscara la manera de que estés con él, ten cuidado, es muy… rastrero y manipulador, quizás- ¡¡DEVUÉLVEME ESO!!

Si se te acerca y tienes un cuchillo cortale las bolas de cuajo, cuanto más profundo y limpio sea el corte mejor, así nos libramos de las crías que pueda dejar—el tono áspero y neutro delato de quién se trataba, la costumbre de escuchar así a su padre le impedía mostrar emociones, después de todo su actitud era medianamente copiada a la de el—Inuyasha cree que es mejor que te quedes encerrado en donde sea que te estés quedando, tan solo sigue normal, si lo ves no le prestes atención, mientras más lo ignores mejor

—Me lleva casi 2 cabezas de altura ¿Cómo lo voy a ignorar? Puede golpearme contra la pared y dejarme inconsciente si le da la gana—se quejo

Para algo te pague las clases de defensa personal, karate y te enseñe Judo, no me decepciones—y la llamada se colgó, Shuu finalmente se golpeó contra el escritorio, ya no sabía que estaba peor si desgraciada relación con Raoul o que ahora tendría que lidiar con ese hombre que llevaba viendo desde tierna edad y que jamás pudo acostumbrarse a su presencia

Sí. La vida le odiaba y no nadie tenía cómo negárselo.

0.5 Relaciones

—Aun no me respondes—hizo un puchero sentado en frente del escritorio de Francesco

—Eso paso hace miles de años Lightning, ya no tiene importancia—respondió escuetamente sin mirarlo mientras tecleaba en la computadora

—Pero fue uno de los más importantes líderes de la historia… todos lo conocen—quejumbro mirándole con ojos de perro a medio morir

— ¿Qué se supone que estás leyendo para estarme preguntando de esto—tomo la Tablet y entró al historial del navegador, decir que Lightning se estaba comiendo las páginas de historia era decir poco, al parecer leía muy rápido

—Porque si yo sé que pasa es como si fuera alguien grande… ¿no? —ladeó la cabeza, Francesco se quería reír pero se logró aguantar. Dejo la Tablet y miro al rubio en frente suyo, ahora no existía día en el que Lightning no se pusiera ese gorro similar a orejas de conejo—Francesco cree que soy estúpido…—apoyó la barbilla del escritorio, haciendo un gran puchero y con los ojos aguados

—Para nada, eres más listo que yo a tu edad—afirmó quitándose los lentes—No intentes crecer antes de tiempo Lightning, preocúpate por disfrutar lo que te dure la infancia, el crecimiento mental es algo casi inevitable

—Pero necesito ser grande ahora para estar contigo—quisquillo dejando un par de lágrimas caer, Francesco le sonrió cariñoso—No te rías…

—No me rio de ti, me parece muy tierno lo que haces pero enserio… Es innecesario que lo intentes, yo te amo así de infantil como eres—le bajo el gorro y Lightning se lo acomodo con las manos, teniendo las mejillas rojas y los mofletes inflados—Y si quieres saber más del mundo solo pregúntamelo a mí, es mejor que estarse llenando la cabeza de biografías de gente que murió hace muchos, muchos, muchísimos años

—Yo quería saberlo por mí mismo… e impresionarte…—lamento moqueando.

—Que te hayas leído todo esto ya me impresiona—admitió aun sonriendo—Ahora, espera a un rato que-

— ¿Hace cuánto que están los relojes? —Preguntó interrumpiendo al italiano, Lightning parecía cambiar de estado de ánimo y expresión sumamente rápido, debía admitir que era una buena cualidad—Cuando Hitler vivió no habían

—Deberías olvidarte enserio de él—murmuró con cierto fastidio—No, este sistema se hizo unos… 100 o 200 años después, quizás menos pero nadie sabe a ciencia cierta cuando paso

—Pensé que Francesco había estado cuando esto comenzó—dijo inocentemente, sin ver esto como el insulto que era

—No soy tan viejo Lightning, de hecho soy hasta un jovencito en este mundo de ahora… Hay gente que ha alcanzado 1500 años vivos

—Pero eso es mucho—exclamó impresionado— ¿Yo podre estar con Francesco por 1500 años?

—Millones de años si así lo quieres—ofreció levantándose y poniéndose tras Lightning—Hasta que el mundo se acabe si es posible—dio un pequeño beso en la cabeza de Lightning

— ¿Por qué Francesco casi nunca me da esos en la boca? Quiere estar conmigo pero no me besa… ¿No soy bonito? —preguntaba ladeando la cabeza y viendo al italiano que se debatía interiormente en cómo responderle

—Eres la persona más linda e inocente con la que me haya cruzado en esta vida… Tan solo no quiero aprovecharme de tu inocencia—sonrió coqueto, en parte era verdad pero también estaba el factor “McMissile”, casi podía sentir la mirada de ese hombre en su nuca, esperando cualquier situación para arrancarle a Lightning

Podía recuperarlo, sobornar no era algo difícil, menos con americanos, sin embargo la situación sería horrible para Lightning, lo que menos quería era que este tuviera que pasar por algo tan tedioso como estar en un orfanato por un tiempo, mucho menos dejarle en manos de cualquiera que pudiera matarlo por querer su tiempo

—Pero yo quiero que Francesco me bese…—murmuró inflando los mofletes.

—Ya, pero no será aquí entonces—rió divertido y Lightning rodó los ojos

—No es justo…

—Pensé que tendrías más preguntas—recordó y el rubio le miró pensativo

—Porque… se hizo este sistema tan raro—preguntó alzando su brazo, Francesco se quedó pensando unos cuantos minutos

—Antes se supone que la gente vivía como media 80 o 90 años, muy pocos llegaban a los 100—comenzó a explicar sentándose en el sofá de la oficina, Lightning salto de la silla hasta sentarse en las piernas de Francesco—También había extrema sobrepoblación, falta de alimento, la economía era un caos absoluto… Así que el reloj se implementó como una buena manera de mantener a los más listos,  los más ricos y los más influyentes del mundo

—Pero ¿y los demás? No todos son ricos… o influyentes—pregunto como si le estuvieran contando un cuento de hadas, aunque más bien era una especie de clase de historia.

—Un… ¿80%? Quizás un 70% de la población murió, en su mayoría personas de clase media-baja y los que no tenían recursos de ningún tipo—dijo sin darle demasiada importancia—Con tantas muertes y bajas, se redujo la hambruna en los que aún vivían, los recursos aumentaron por la falta de humanos explotándola… Fue un bien para la humanidad si lo-¿Lightning? No tienes que llorar por algo como eso principe, ya paso y no vale la pena pensarlo—decía limpiando las lágrimas continuas del rubio

—E-es… muy cruel…—moqueo dejando que Francesco intentara limpiar sus lágrimas—Dejar a tanta gente… ¿Por comida?

—Es por esto que debes esperar a crecer—suspiro cansino—Además aun no lo vas a ver de otra manera, quizás suene estúpido porque siempre has tenido que comer pero muchos no, ahora no está ese problema, al menos no a tal extremo—explicó suavemente—Ya, ya…—lo abrazó y le daba suaves palmadas en la espalda para que se calmara, probablemente debió suponer que se pondría así de sensible, más aun cuando estaba llorando a  moco suelto por un tal ‘’Glenn’’ del dichoso comic

Siguieron hablando de cosas un poco más normales y rutinarias, Francesco esperando casi con fastidio que los franceses llegaran, después de todo por culpa de esos dos no podría ir pronto a casa con su Principe y hacer cualquier cosa no sexual por temas de lugar… y de que el perro le ladrara por esto.

— ¿Por qué no vamos a casa? —pregunto Lightning de repente, interrumpiendo los pensamientos del italiano

—Porque…

— ¡¡¡MUY BUENAS!!!

—Por ellos—resumió al instante con un tic en la ceja derecha. En la puerta de su oficina estaban un par de rubios, uno más animado que otro para ser sinceros.

Quién lucía como una especie de niño hasta el culo de azúcar por la cantidad de energía tan estúpida, era de ojos verdes, cabello rubio corto y tal como era lo normal, casi ley, de rostro perfecto por la juventud eterna que cada uno poseía, siendo un poco aniñado a decir verdad. El otro que se mantenía serio hasta parecer aburrido, rubio en un tono un poco más platino, ojos grises y afilados, más alto que el ojiverde, más elegante que este ya que estamos.

—Qué raro que no estás en tu escritorio… ¿¡qué hiciste con Francesco!? —quisquillo escondiéndose tras el Oji gris que rodó los ojos

—También es un gusto verte Adrien—saludo mordazmente—sobre todo con el retraso de 2 horas que te traes

—Pensé que no te darías cuenta—rió nervioso

—Como sea, un gusto verte Félix—saludo al otro que asintió con la cabeza, estando de brazos cruzados. Francesco pensaba dar un paso pero Lightning le estaba abrazando muy fuerte por la espalda, algo nervioso—Ellos no muerden

— ¿Hay alguien ahí? —Adrien se apartó de Félix, asomándose y viendo apenas la cabellera rubia junto al gorro de conejo—Hola linda… no tengas miedo, me llamó Adrien—se presentó, pensando por el gorro y el cabello largo que se trataba de una niña

— ¡No soy niña! —quisquillo asomándose y haciendo un puchero mientras juntaba las cejas en gesto de molestia –que tan solo lo hacía más adorable-

— ¿Lightning?—los tres adultos tenían expresiones sorprendidas, dos por una razón distinta

—Como lo conocen —un poco receloso tomo a Lightning y lo cargo, no quería que pasara alguna tontería además del panorama que se estaba imaginando.

— ¿Lightning no te acuerdas de mí? Soy Adrien, nos conocimos cuando tenías 4—decía Adrien con más emoción si es que esto era posible. —Era amigo de tu mamá

—Tengo la ligera sospecha de que no recuerda que pasaba a los 4 años...—comentó Félix acercándose

—Pero debe acordarse de mí. Anda mírame a la cara, es imposible que me olvidaras—dijo con desespero. Lightning ladeó la cabeza viéndolo

—Chat Noir... Y Félix —dijo viéndolos alternativamente, demás está decir que Adrien comenzó a lloriquear por esto

—Me recuerdas por ese bendito disfraz... ¿¡Pero de él sí!?—quisquillo. Lightning se abrazó a Francesco un poco asustado, lo recordaba muy vagamente, habían ido una vez a casa y Adrien usaba un disfraz de gato ese día, no paraba de llamarse Chat Noir pero Félix fue quien llamó su atención, le recordaba mucho a su padre y el parecido le hacía tener empatía y más facilidad hacia él.

—Lo estas asustando—gruñó Francesco bastante mosqueado.

—Ya déjalo, fue una vez hace... ¿Cuatro años? No es la mejor manera de pedir un simple saludo—bufo y Adrien le hizo un puchero. Félix volvió su vista a Francesco—Lo que sea que pienses preguntar ahora podrías hacerlo en el restaurante... Así agilizamos las cosas—sugería en tono serio, una especie de forma normal para el rubio.

—Como sea...—murmuró algo molesto

***

—Este lugar es tan bonito... —balbuceo Lightning ya sentado en la punta de mesa del restaurante de comida china. Francesco rio suavemente por los ojos brillantes y anonadados del rubio, no era nada especial, al menos no para el que había ido tantas veces a Restaurantes del estilo

—Este es pequeño, en Italia hay uno mucho mejor, con peceras enormes—aseguraba sentándose a su lado derecho, al izquierdo estaba Félix, seguido de este estaba Adrien, en la punta Shuu y finalmente Raoul.

 —En Japón hay un lugar espectacular para comer Sushi, quizás vayas algún día—comentó el albino sonriéndole gentilmente a Lightning

—Es la primera vez que le veo mostrar expresiones... es tan extraño—murmuró Adrien por lo bajo y Félix negó suavemente con la cabeza

—Las camareras son un buen espectáculo—aseguró Raoul guiñándole el ojo a la chica que dejaba las hojas del menú,  la mujer se fue con el rostro colorado.

—Tío Raoul es malo... es puto—la última palabra hizo que todos le miraran

—Grandes enseñanzas al pequeño —comentó Félix de forma burlona a Francesco que miraba de mala manera q Lightning

—Lightning que mala manera de hablarme—dramatizo Raoul, fingiendo sentirse herido por lo antes dicho.

—Pero es verdad... Siempre ligas con todo el mundo, hasta la chica de lentes que está al lado de la oficina de Tío Shuu—Una vena en el cuello del japonés se iba hinchando a cada palabrita del menor,  realmente era un "problema" la lengua suelta del rubio.

—Así que Chantal... Cada día mi estima de ti baja más —se limitó a decir sin variar su expresión, exceptuando aquella vena a punto de explotar.

—Esto es más divertido de lo que esperaba—admitió Adrien viendo a los dos involucrados discutir.

— ¿Que vas a pedir?—preguntó Francesco a Lightning que estaba jugando con la cartilla del menú en lugar de leerla, no le parecía extraño, sino más bien algo típico.—Tallarines, lumpias, arroz..

—No sé qué son... Nunca había comido comida China—dijo un poco apenado con Francesco. El italiano cerró la cartilla y le hizo una seña a la camarera que se acercó prontamente, con el cabello atado en un par de moños redondos y un vestido rojo, era bastante guapa—Eres linda—elogio Lightning sonriendo y la chica le devolvió el gesto.

—Quiero 6 raciones de todo, pero el pollo agridulce con la salsa aparte—ordenó a la incrédula chica que debía ser muda pues no dijo absolutamente nada más allá de tomar las cartillas del menú e irse.

— ¿Vas a alimentar a un ejército o algo así?—bromeó Adrien un poco nervioso, apenas eran 6 personas y las raciones eran gigantes.

—Esta hermosa y adorable bolita de ternura devora el doble de su peso—colocó una mano en la cabeza de Lightning —Creo que come más que yo, así que podrás hacerte una idea

—Eso no lo espere—silbo Raoul con su sonrisa galán de siempre.

—Y tu pagaras tu comida ya que estamos—dijo aun cuando el chillido horrorizado de Raoul se escuchó por todo el restaurante. Se quedaron un momento en silencio hasta que Félix tomo aire.

— ¿Y qué tal están tus padres Lightning?—pregunto sin mala intención, tan solo cortesía y curiosidad. Lightning bajo el vaso de agua y lo miro

—Están muertos—la respuesta en si sonó amarga y un poco tosca, dando claras señales de no querer hablar del tema.

— ¿Muertos?—dijeron ambos a la misma vez algo impactados

—Pero como... en qué momento... Siento mucho esto—dijo Adrien por fin cambiando la expresión permanentemente alegre de su rostro—Debimos saberlo... estás aquí después de todo

— ¿Sabes que ocurrió? ¿Alguien te hizo daño?—preguntó Félix acariciando suavemente la mano del niño, no había ninguna clase de doble intención o malicia en el tacto, simplemente se notaba como un gesto cariñoso con el niño como Shuu en algún momento había hecho, razón por la cual Francesco aún se mantenía medianamente calmado

—Estoy bien—afirmó sin darle más vueltas—Es culpa del monstruo que estén muertos

—No empecemos de nuevo por favor—rogó restregándose la cara con una mano—Ya dijimos que no hay ningún monstruo Lightning

— ¡¡Si lo hay!!—exclamó casi con desespero

—Ya habíamos matado a ese monstruo ¿recuerdas? —Francesco se quedó mirando a Félix, podía ser que estos dos tuvieran información importante acerca de la familia McQueen en general. —Ya no existe ese monstruo

—Pero volvió, hacia llorar a Papá, venia por las noches y me tocaba... Él estaba ahí —insistía. Las alarmas generales se encendieron ante el comentario

— ¿Dónde te tocaba?—preguntó Raoul algo alterado y preocupado

— ¿Seguro de que no era una persona y no un monstruo?—intentó razonar Shuu con el niño. Lightning negó con la cabeza

—Era un monstruo, muy grande, negro, con plumas o pelo en los hombros—describía moviendo las manos —Cuando me tocaba Papá lo ahuyentaba y no aparecía por varias noches—relato mirando a Francesco que parecía entre pensativo y molesto.

—Pedo te tocaba... sobre la ropa ¿Verdad?—preguntó Adrien un tanto asustado por la respuesta que diera el pequeño.

—Tengo que ir al baño...—sonaba como excusa para no responder pero enserio tenía que ir al baño… y no responder esa pregunta, le era muy incómodo. Francesco le hizo una seña a uno de los empleados, este con un par de coletas cómicamente puntiagudas y de ropa negra

—Acompáñalo al baño—ordeno y el hombre asintió. Lightning se fue agarrándole la mano al muchacho. Hubiera ido el mismo pero necesitaba hablar con el par de rubios—Necesito que me digan todo lo que sepan de la familia McQueen

— ¿Para empezar porque estás tú con él? Si algo pasaba se supone que Max se lo llevaría—dijo Adrien con una mueca.

—Lo importante aquí es el tema de ese monstruo, pensamos que era algo de su imaginación pero si dice que le ha tocado…—murmuraba Félix pensativo

—Lo extraño es que siempre hable de su papá cuando alguien menciona al monstruo—comentó Shuu tomando un poco de agua

—Tampoco sabemos demasiado, solo lo visitamos un par de veces, en una de ellas estaba dormido. Lo que te podría decir es que la cosa con ellos siempre fue muy extraña—Francesco alzo la ceja un tanto extrañado—Para empezar parecían estar empeñados en mantenerlo escondido del mundo entero, Elizabeth me contó que ni siquiera tenían planeado tenerlo.

—Wow… cuanto amor—bromeo Raoul, sintiendo de inmediato una patada de parte de Shuu

—Aparte de eso, como matrimonio también eran un poco extraños, Raymond siempre parecía una especie de adolescente más que un adulto de 25 años, no combinaban del todo juntos—señalo Adrien

—Ya veo… ¿Ustedes saben dónde está su casa verdad? —pregunto Francesco jugando con la servilleta

—Te mandaremos la dirección después… Lightning no podría estar en mejores manos y prefiero que estés al tanto de lo que puedas, es un niño muy dulce—dijo Félix tomando u poco del jugo que habían triado a la mesa

— ¡¡Volví~!!—aviso sentándose en la silla—Mira lo que me regaló el señor—no pregunten porque o como pero Lightning tenía una especie de estrella de cuatro puntas, las típicas que tenían los ninjas y lucia real. Francesco se la quitó antes de que se la fuera a clavar—Francesco…—se quejo

—No la necesitas ahora… ni nunca—la dejo ben lejos del rubio, el cual hizo un adorable puchero por esto.

El almuerzo transcurrió tranquilo, hablando lo que habían ido a discutir acerca del trabajo de cada uno, Francesco como inversionista de los proyectos continuos de Félix en el mundo de la animación de más medios audiovisuales, no como que al rubio le faltara el tiempo pero nunca estaba de más tener respaldo además de los años de su esposo como modelo. Lightning devoraba todo lo que Francesco le pusiera enfrente, resultaba hasta cómico como habían quedado con un poco de hambre, aun cuando fue el rubio quién arraso con casi todo.

—La comida más jodidamente cara de mi vida—farfulló Raoul mientras la camarera usaba el pequeño aparato metálico para tomar el tiempo de su ser— 4 años en tallarines

—No te quejes, aun así yo pago la mayor parte—rechisto Francesco de la misma manera, en total había salido 29 años en pura comida, mira que era el restaurante más caro pero debía admitir que había exagerado un poco con la cantidad de comida –no que le importase demasiado-

—Estuvo muy rico—suspiro Lightning recostado de la mesa—Tengo sueño Francesco…

—Ya iremos a casa—Francesco se levantó una vez terminado de pagar, miro su brazo por un momento, tenía 92 años aun, debía ir a reponer lo que había gastado en esa comida y en Ren… ese maldito perro mal agradecido.

—Francesco casi tiene el mismo número que yo—comento mirando los números brillantes en el brazo ligeramente moreno

— ¿Qué tú? —Félix arrugo el entrecejo. Lightning se quitó la manga y miro sonriente al rubio mostrándole el reloj, aunque Francesco se la volvió a poner casi al instante—Su…

—Aquí no se puede hablar de eso—zanjó el italiano—Además, está cansado… Vamos—tomo la mano de Lightning comenzando a andar hacia la salida.

—esos dos se llevaron más secretos a la tumba que otra cosa—murmuró Adrien por lo bajo mirando a Félix que tenía el ceño fruncido.

***

—Baja a esta bola de pelos de la puta cama—ordeno Francesco y Lightning le miro haciendo pucheros, cargando a Ren entre sus brazos

—Pero está haciendo mucho frio hoy… No puede estar solito en su cama—el rubio quería convencer a Francesco de dejar al can dormir con ellos dos, pero el italiano simplemente no iba a aguantar a esa bola de pelos apartándole de su adorable Principe en sueños

Por alguna extraña razón ese perro le tenía un odio tremendo, era desconocido el motivo de esto. Podía ser alguna clase de envidia pues Lightning era su dueño y él lo acaparaba pero que le mordiera al más mínimo contacto con el rubio era absurdo, por otra parte, con Lightning era el cachorro más putamente manso y tierno que podía existir, parecía tener muy marcada la diferencia entre uno y otro.

Lightning hizo un adorable, excesivamente adorable berrinche tomando su almohada y una cobija, saliendo de la habitación para dormir en la sala junto a Ren. Francesco solo se dejó caer en la cama bufando, casi pudo sentir que el maldito animal se estaba riendo de él por cómo le miro. Por un lado quería que Lightning volviera, ya le era imposible dormir si no era abrazándolo y despertando con el rubio montado en su espalda o pecho pero… No quería al maldito perro.

El sueño le estaba venciendo por puro cansancio pero en si seguía pensando en lo mismo, eran las 3 de la madrugada así que Lightning debía estar volando por las nebulosas, en un sueño extremadamente profundo como el solo. Jamás había visto el techo con tanto detalle, ahora se daba cuenta de que quizás debería mandar a pintar la casa., entre otras cosas varias como cambiar las lámparas

 ¡¡FRANCESCO!! —para ser exactos se cayó de boca, habiendo dado el brinco más extraño desde la cama hasta caer al suelo. Se levantó tan rápido como pudo sobándose la nariz

— ¿¡Lightning!? —quisquilló bajando a donde estaba la sala de estar. Al llegar encontró a Lightning en el suelo llorando y tapándose la cara con las manos— ¿Qué pasó? Lightning

— ¡¡ ESTABA AHÍ!! —grito alterado señalando a un punto en el que no había nada

—No hay nadie ahí

—Estaba… ahí…—balbuceo—Créeme, yo sé que estaba ahí—insistió

—Mejor vamos a dormir—se limitó a decir agachándose para cargar a Lightning aunque esto se alejo

— ¡¡No me estas creyendo!! Piensas que lo estoy inventando—sollozo

—Porque los monstruos no existen, quizás solo tuviste una pesadilla, viste mal o yo que se—intentaba razonar con el niño que solo se puso más rojo, delatando que le daba un poco de iras que no le estuviese creyendo

—Yo sé lo que vi… era el monstruo—aseguro

—Muy bien el monstruo no vendrá si vamos a dormir, los dos ¿Por qué lo viste hoy justamente que estas durmiendo aquí solo?—Lightning se le quedo viendo

Finalmente terminaron los dos durmiendo en la habitación, tranquilamente como si nada hubiese pasado pero con el rubio aferrándose bastante fuerte al italiano, teniendo sueños inquietos que involucraban al ya famoso ‘’Monstruo’’ que parecía no querer dejar en paz la mente del pequeño

Francesco aun en su subconsciente pensaba en alguna manera de solucionar ese problema porque así simplemente no podía estar tranquilo con su Principe, aunque ya no sabía si poner como prioridad el recurrente “Monstruo” o la maraña de secretos que habían dejado los padres del niño.

***

—Recuerda… no hagas ruido… Mamá mantendrá lejos al monstruo de ti

—Pero Papá-

—Papá va a… ayudar a Mamá a alejar al monstruo de ti ¿Esta bien? Duerme bien, en silencio

Vio a la mujer salir de la habitación, cerrando la puerta con llave a juzgar por el sonido. Se desarropó y levantó caminando hacia la puerta abrazando al muñeco de felpa en forma de oso panda, pegando la oreja a la puerta para escuchar lo que sea que pasara afuera. Sollozos se escucharon l rato, poniendo al niño ansioso

— ¿Mamá? Mami… —llamó apretando más el muñeco contra su cuerpo—Papi…—llamó en tono angustiado.

Una respuesta jamás llegó, algo asustado se metió en la cama, arropándose hasta la cabeza. El seguro de la puerta resonó en aquella adorable habitación llena de juguetes y adornos, se sacó la sabana al escuchar pasos

—Ma-

— ¿Quieres venir conmigo?

— ¿Quién eres? —no podía verle la cara, estaba demasiado oscuro y tan solo veía una enorme silueta negra en frente suyo, con ¿Plumas? Era muy extraño

— ¿No quieres venir conmigo? Jugaríamos mucho—que le estuviera empezando a tocar le ponía más nervioso, además de todo le estaba rasguñando y muy fuerte— ¿Vas a venir conmigo?

—Ma-Mamá

—Deberías responderme pequeño

— ¡¡ALÉJATE DE ÉL!! —El contacto desapareció, comenzando un extraño pleito entre aquella ¿Persona? Parecía un monstruo. Esa cosa se fue y su padre se acercó hasta él, quitándole el cabello que se le venía a la cara—Es hora de dormir

—Pe-pero…

 

—Shhh… Duérmete…—el tono amable y cariñoso le hizo mantenerse callado y simplemente cumplir lo que su padre le decía, sintiendo que algo caía en su rostro, se sentía como agua ¿serían lágrimas?


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