Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dernière Danse por Killary

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Mira las estrellas

Mira como están brillando por ti

Y por todo lo que haces

 (Yellow – Coldplay)

 

 

 

Paso veintiséis: Friend of mine

 

 

 

La universidad de Norman era increíble. Sarah me hizo un pequeño tour antes de que empezara la ceremonia de graduación. Me llevo de la mano de aquí para allá mostrándome todo en tiempo record. Luego nos venimos a sentar entre el mar de gente que esperaba también el evento. Era una cantidad impresionante de familiares, todos sentados tras otro pequeño mar de birretes azul cielo que componían los graduados.

 

 

No pude evitar emocionarme al ver a Norman recibir su diploma. Claro que hicieron falta un par de binoculares que la muy precavida chica lila me alcanzó.  Por un momento pensé que se me escaparía el corazón del pecho de lo fuerte que empezó a latir… Lucía particularmente guapo con esos ojos de hielo haciendo juego con la toga que llevaba…

 

 

Cuando terminó todo y entre el alboroto de los gritos, no sé cómo nos encontró… Pero apareció a nuestro lado. Sarah le dio un gran abrazo del que parecía nunca se separarían…

 

— ¿Tu no piensas felicitarme? — Me quedó mirando con una sonrisa de lado mientras Sarah soltaba una carcajada.  Me acerqué tímidamente.

 

—Felicidades… — Dude entre abrazarlo o darle la mano… Suena estúpido lo sé, pero entre tanta gente me sentía cohibido… Me decidí por lo segundo. Norman respondió el gesto intensificando la mirada.

 

—Gracias… — Su fría mano tomaba con fuerza la mía… Un minuto… Dos… Nuestras miradas conectadas… Tres… Su pulgar acariciando mi dorso… Cuatro… Una sonrisa… Cinco… Un carraspeo… ¿Carraspeo?...

 

—Muchachos, sé que están emocionados pero creo que es hora de irnos… — Retiré mi mano avergonzado al escuchar la voz de Sarah.

 

— ¿Me esperan en el auto? Está donde siempre… — Le entrega las llaves del vehículo a su hermana mientras esta asiente. — No demoro…

 

Norman se aleja perdiéndose entre la multitud. Sarah toma mi mano y me lleva con ella.

 

—Te gusta mi hermanito, ¿eh?...

 

— ¿Qué?... ¡No!... — Siento mi rosto arder…

 

—Ay Etienne, eso no te lo crees ni tu…

 

—Somos amigos…

 

—Y al parecer pronto serán más que eso… — Niego con la cabeza… — Sé que le gustas… — Seguíamos caminando rumbo a los estacionamientos.  Sarah suelta mi mano para poder quitarse el suéter. El día se había puesto algo caluroso. Hice lo mismo con el propio.

 

—Ves muchas novelas, tu hermano y yo sólo somos amigos y eso no cambiará…

 

— ¿Quieres apostar?

 

—No creo que…

 

— ¿Etienne? — Una voz me interrumpe. Giro para ver quien es…

 

— ¿Ezio?... — El italiano con una gran sonrisa estaba frente a mi…

 

— ¡Eti! — Se acerca y me abraza con fuerza — Sabía que no me equivocaba, eres tu… — Correspondo a su abrazo con ganas — ¿Qué haces aquí?...

 

—Vine a la graduación de un amigo…  ¿Y tú?... — Me separo un paso y lo observo — Joder cerecita, has cambiado… — Pasa una mano por su cabello corto…

 

—Ni tanto… Estudio aquí… — Desvía su mirada hacia un lado y la sigo…

 

— ¡Ah! Lo siento… Ezio, te presento a Sarah, es la hermana del amigo que se ha graduado…

 

—Mucho gusto… — Saluda la peli lila algo seria dándole la mano. Ezio sonríe de esa manera encantadora que derrite, pero Sarah ni se inmuta.

 

—Igualmente…

 

—Somos amigos de años, trabajamos juntos en Italia… — Expliqué…

 

—Sí, hasta que decidí mudarme con mi novio y ahora estudio y vivo aquí… — El semblante de Sarah cambia al instante al escuchar las palabras de Ezio… ¿Habrá pensado que la cereza y yo teníamos algo?...

 

 

Conversamos un buen rato poniéndonos al día en nuestras vidas… Tuve que disculparme por haber cambiado de numero sin hacérselo saber, por no comunicarme con él en todo este tiempo… Me sentí un poquito culpable por no contactarlo… Todo el asunto de Gaël me tuvo muy alterado…

 

 

El teléfono de Sarah suena y se disculpa alejándose unos pasos para poder contestar.  Estoy tan a gusto con Ezio que no le tomo mucha importancia.  Me siento relajado y feliz.

 

— ¿Sabes? Me encontré con Dona hace un par de noches… — La sonrisa se me borra al sentir la información como un balde de agua fría… — Conversamos un poco, está presentándose hasta el fin de semana con su compañía… — Intento decir algo, no mostrarme afectado, pero fallo… Ezio enarca una ceja al darse cuenta… — Me preguntó por ti… Tengo su número telefónico por si quieres… — Se me acerca y pone una mano sobre mi hombro, susurrando en mi oído con entusiasmo — ¿Vamos a verlo? Puedo conseguir un par de entradas…

 

—Etienne, Norman nos está esperando en el auto… — Sarah interrumpe el momento. Ezio se separa de mi con un suspiro. Saca de su morral un cuaderno y escribe algo en el. Arranca la hoja y me la extiende. Dudo si tomarla o no…

 

—Es mi número… A ver si esta vez no lo pierdes… — Tomo el papel y lo leo, lleva dos números, uno junto a una letra E y otro junto a una D. — Llámame antes de que vuelvas a Italia. —  Se acerca a Sarah que nos mira con curiosidad — Un gusto conocerte. — Se despide con un beso en la mejilla, mientras ella sonríe y susurra “igualmente” Lo veo alejarse y perderse entre la gente.

 

—Interesante tu amiguito… ¿Qué te dijo para dejarte con esa cara de haber visto un fantasma? — Miro a Sarah y por fin reacciono.

 

—Nada, sólo… Es que jamás hubiera imaginado encontrármelo aquí… — La peli lila empieza a caminar mientras la sigo.  Doblo y guardo el papel en el bolsillo trasero de mis pantalones.

 

— ¿Y? ¿Fueron novios o algo así?

 

— ¿Ah?... No, no, él es como un hermano…

 

 

Llegamos al auto de Norman. Sarah subió a la parte de atrás antes de que lo hiciera yo, así que me senté en el lado del copiloto.  No me preguntó el porqué de la demora, supuse que Sarah se lo había dicho cuando hablaron por teléfono.

 

 

Dejamos a la peli lila en su casa y pasamos a recoger a Stefan y Piero. Hoy era el día en que volveríamos a ver a Mateo. Los chicos estaban entusiasmados, al igual que yo pero… No podía sacarme de la cabeza las palabras de Ezio… “Me encontré con Dona… Me preguntó por ti…”  Donato… ¿Hace cuánto que no lo veo?...  Más de un año creo… ¿Cómo estará?... Supongo que por fin será feliz junto al tal Joaquín… Donato…

 

 

El auto se detiene. Habíamos llegado a nuestro destino. Intento despejar la mente y guardar los recuerdos en un rincón de mi memoria… No es momento de estar pensando en eso… Tengo que centrarme en Mateo…

 

— ¿Te sientes bien?... — Una mano sobre mi hombro y un susurro grave terminan de sacarme de  mis cavilaciones.  — Has pasado todo el viaje en silencio mirando por la ventana…

 

—Sí, lo siento… Sólo estoy muy nervioso… Vamos… — Norman me mira con esos ojos fríos e inexpresivos. Posiblemente no me crea nada pero la verdad poco me importa en estos momentos.  Entre el encuentro con Ezio, la noticia de Donato y la ansiedad que me produce el volver a ver a Mateo y saber que ocurre, tengo la cabeza hecha un lío.

 

 

Al final salimos por fin del auto y alcanzamos a Teffy y Piero que están en la puerta del edificio.  Entramos y nos dirigimos al quinto piso por las escaleras.  Nos detuvimos frente a una puerta de madera con el número 501 en ella.  Norman saca la llave y antes de abrirla suspira y gira a vernos.

 

—Por favor, sólo les pido que tengan paciencia y escuchen… — Piero intenta replicar pero Norman levanta la mano en señal que se detenga — Lo entenderán, sólo déjenlo hablar…

 

 

Vuelve a quedar cara a la puerta, introduce la llave y la abre.

 

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

 

Estoy sentado con Stefan a un lado que toma fuertemente mi mano, y Piero al otro.  Mateo está frente a nosotros. Delgado, ojeroso, algo desaliñado en esas ropas anchas, con el cabello rizado un poco largo, la mirada esquiva… Ni siquiera pudimos abrazarlo cuando lo volvimos a ver… Se escondió como un cachorrito asustado tras Norman cuando noto nuestras intenciones de correr hacía él…

 

 

 Definitivamente este no era el Mateo que dejé en casa de Piero hace casi año y medio.

 

 

Y escucharlo hablar… Sentado frente a nosotros, con las manos juntas, los ojos clavados en ellas, el rostro impávido, la voz monótona y sin emociones… Era surreal… Porque estaba contándonos que lo habían violado… ¡Lo habían violado! Pero nos hablaba como si recitara un texto por obligación… Como si nos contara el reporte del clima… Como si nos expusiera una asignación aburrida…

 

 

De pronto se calla. El silencio cae como una pesada roca. Mi corazón se contrae dolorosamente. Miro a Norman que todo este tiempo se mantuvo sentado a su lado. Nuestros ojos se encuentran pero no logro leer nada en ellos. Me siento impotente…

 

 

Un sollozo a  mi lado… Stefan no lo aguanta y empieza a llorar bajito. Las lágrimas le bañan las mejillas mientras aprieta fuerte mi mano. Tengo un nudo en la garganta y me escuecen los ojos… Me muerdo el labio… No sé qué hacer…

 

— ¿Por qué no nos lo dijiste antes? — Piero habla con una serenidad que contrasta con sus ojos acuosos y sus manos en puño.

 

—No estaba listo… — Mateo responde aun con esa voz robótica. Levanta el rostro por unos segundos y puedo ver sus ojos azules opacos y sin vida.

 

— ¿No confías en nosotros?...

 

—Yo…

 

—No ha sido fácil para él… — Norman interviene mientras toma la mano de Mateo que sigue con los ojos bajos  a su lado  — Y aun es difícil, no necesita que cuestionen su silencio o su actitud… Necesita a sus amigos incondicionales…

 

—Y aquí estamos… — Me acerco cauteloso. Miro a Norman quien de inmediato suelta la mano de Mateo y se levanta. Ocupo el lugar que queda vacío junto a Mat. Dudo un poco antes de tomar su mano. Esta tiembla. — No estás solo… — Stefan y Piero se colocan frente nosotros, sentándose en el suelo. Sus manos se unen a las nuestras. Mateo levanta la vista y por fin sus ojos se notan vivos, aunque ellos reflejen una inmensa tristeza.

 

—Gracias…— Susurra con voz rota y mordiéndose el labio deja que sus lágrimas corran libres por su rostro.

 

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

 

—Promete que no lo dejarás solo…

 

—Etienne, te lo he prometido mil veces…

 

—Promete que me contarás diariamente como va…

 

—Etienne…

 

—Promete que no dejarás que falte a sus terapias, que me avisarás si algo no va bien… — Norman suspira cansado y se sienta en la silla frente al escritorio mirándome fijamente. Hago a un lado la ropa que está esparcida sobre la cama  junto a la maleta abierta y me siento. — Discúlpame, es que estoy muy nervioso…

 

—Lo sé y te entiendo… Sabes de sobra que puedes confiar en mi, ¿es que no te lo he probado ya?

 

—Si… Lo siento…

 

—Ya está, no pasa nada… Vamos termina de arreglar tu maleta que en una hora pasamos a recoger a Mateo del trabajo… — Le hago caso y empiezo nuevamente a guardar mis pertenencias. El avión sale por la noche y Norman y los chicos irán a despedirme…

 

 

Los días han pasado volando, el mes se acabó y el tiempo me sabe a poco… Quisiera quedarme junto a los chicos para seguir apoyando a Mat, pero me es imposible… Sólo me queda confiar…

 

 

Mateo se ve mucho más repuesto, pasa mucho tiempo con nosotros aquí en el departamento de Norman, se rehúsa a ir al de Piero por no arriesgarse a ver a Derrick, así que lo convertimos en algo así como nuestro búnker.  Los chicos venían cada día luego del trabajo y yo me mudé aquí luego del reencuentro.  Disfrutamos de pequeñas victorias, como la vez que logramos hacerlo reír a carcajadas viendo una peli en la tele, o cuando lo convencimos de ir a dar una vuelta por el parque, cuando notamos que subió un poco de peso y con nuestros ruegos hicimos que se vista con esa ropa ajustada que le sentaba tan bien y la que tenía guardada en un rincón del closet… Y hoy iríamos al aeropuerto, un lugar lleno de gente… Es como la prueba de fuego…

 

 

El día vuela.  Norman conduce su auto, Piero a su lado, Teffy, Mati y yo atrás. Nadie dice nada. Cuando llegamos, Stefan toma la mano de Mateo y le susurra “aquí estoy”.  Mateo sonríe tímido y yo suspiro aliviado. 

 

 

Fue muy difícil despedirme… Abrazos interminables, promesas de que nos reuniríamos pronto nuevamente, sonrisas humedecidas por las lágrimas…

 

 

Dormí casi todo el trayecto. Entre el cansancio, el llanto y la pastilla que Sarah me dio para relajarme, caí como un tronco.  Desperté cuando ya me encontraba nuevamente en casa.

 

 

Retomar la rutina fue un poco difícil. Las cosas las sentía diferente… Me empecé a sentir solo… Llegar del trabajo a un departamento vacío… Nunca me había importado pero ahora… Extrañaba la voz de Piero, las sonrisas de Stefan, el sonido de los pasos de Mateo…

 

 

Me refugié en el trabajo. Aumente el las clases que daba y me matriculé en clases de inglés porque era muy tedioso viajar a visitar a los chicos y no entender ni la mitad de cosas que decían…

 

 

Hablaba todos los días con Norman, quien me mantenía informado del avance de Mati; los chicos también llamaban, no con la misma frecuencia pero no dejaban pasar mucho tiempo sin comunicarse… Hasta algunos fines de semana realizábamos video llamadas donde podía ver como    Mat  cada vez se  veía mejor…

 

 

Con Ezio también me comunicaba, no había podido verlo nuevamente y regresé sin avisarle, pero al explicarle mis motivos me entendió totalmente.  En una de esas conversaciones me hizo prometerle que la próxima vez que fuera lo visitaría… No volvimos a tocar el tema de Donato…

 

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

 

Enciendo las luces y sonrío satisfecho. La decoración navideña del bar quedó perfecta. Me coloco el gorrito de Santa que usaríamos esta noche, me doy una mirada en el espejo retocandome el delineado, y camino ultimando detalles.

 

 

Esta vez  pasaría las fiestas con los chicos del Chameleon, Sol y Becka decidieron viajar a visitar a la familia de la pelirroja y aunque insistieron en que las acompañe me rehusé totalmente… ¿Regresar a Francia? No, gracias. Ni en sueños…

 

—Es raro verte en fiestas por aquí… — Fabi pasa su brazo por mi hombro sonriendo. — Los únicos que pasamos fiestas aquí somos los solitarios… los forever alone como dice Noel… — Suelto una carcajada al escucharlo.

 

—Tampoco eh, también estamos los que queremos pasarla con los amigos…

 

—Tienes toda la razón… — Interviene Gerard que viene cargando una caja de botellas. La deja tras la barra — Un gusto que te nos unas Etienne…

 

—Gracias… — El pelirrojo esboza una amplia sonrisa. Tiene el cabello más largo y sujeto en media coleta. Sus ojos oscuros brillan. Del Gerard insoportable que conocí hace unos años no queda nada.

 

 

Al comienzo Fabi decidió hacer una cena íntima con sólo nosotros, pero luego los chicos preguntaron si podían traer a sus parejas, las parejas a un par de amigos que no tenían familia con quien pasarla… al final no seríamos 10 personas, la cuenta había aumentado a 30…

 

 

La velada se desarrolla agradablemente a pesar de la cantidad de gente… Fabián el anfitrión perfecto como siempre, repartiendo sonrisas, preocupándose de que nada falte y que todos la estén pasando bien… Joan lo ayudaba de cerca, hace un par de semanas había terminado con su novio de años y estaba muy deprimido así que Fabi trataba de animarlo y lo llevaba de la mano a todos lados… 

 

 

Adamo agarrando por la cintura a su pequeño novio que parecía un niño de escuela aunque nos dejó bien en claro que el chico, Ciro  si mal no recuerdo, tenía 20 años y hasta su identificación nos mostró para evitar que lo siguiéramos molestando…

 

 

Gerard estaba muy entretenido conversando con un chico que se me hacía conocido, hasta que recordé de donde… Ese tipo era el soldado raso, el ex de Ezio… No tenía idea de qué estaba haciendo aquí porque la cereza me contó hace un tiempo que su ex se había conseguido nuevo novio y estaba viviendo feliz con él… ¿Qué hacía entonces tan pegado a Gerard? ¿Habrá terminado con su novio? ¿Le estaría poniendo los cuernos?... Ya cotillearía con Ezio mañana al respecto…

 

 

Noel…Noel era otra historia… Con esa carita de niño bueno, de angelito sin pecado… Tremendo diablillo resultó ser… Él había invitado a 5 amigos, todos postulantes a novio según sus palabras… Los 5 desviviéndose por su atención… Era gracioso verlos, Noel sentado en el medio de ellos,  como la abeja reina rodeado de sus zánganos…

 

 

¿Y yo?

 

 

Pues dando  vueltas de aquí  a allá, tratando de mantenerme ocupado, de no pensar, de no sentir… A pesar de tener la sonrisa dibujada en el rostro y reír de los chistes de los demás, la verdad de que no me sentía nada bien. No había podido comunicarme con los chicos… Norman no me contestaba la llamada, Piero, Mateo y Stefan prometieron llamarme y nada… Al final desistí… Posiblemente se hayan reunido como siempre y la estén pasando tan  bien que se olvidaron de mi…  

 

— ¡Etienne! — Noel corre a mi encuentro — Eti, tienes que bailar…

 

— ¿Bailar? Es navidad niño, que voy a andar bailando…

 

—Pero todos lo han pedido… — Cuando me doy cuenta, toda la gente que estaba en el bar andaba animándome a bailar… Joder…  — Pero…

 

—Vamos Eti… Es perfecto… — Busco con la mirada a Fabi que asiente sonriente en aprobación… Suspiro resignado y me dejo guiar por Noel… Gerard está sobre la barra con una sonrisa radiante… ¿Bailaremos sobre la barra?... ¿Cuándo el Chameleon se convirtió en Coyote Ugly?...  Subo a la barra mientras todos aplauden y silban… El pelirrojo me guiña un ojo y la música empieza a sonar…

 

 

¿Jingle Bell Rock?  ¿En serio? ¿Podían ser más cliché?...

 

 

Bueno, qué más da… Empiezo a moverme junto a Gerard, agradezco internamente el haberme puesto mis botas hoy, me gusta bailar con ellas… Gerard empieza a jugar y le sigo la corriente… De pronto me estoy divirtiendo de lo lindo… Noel que funge de dj empalma la canción con otra… Y otra…  Hasta que por fin, después de la tercera, la música acaba y entre aplausos me ayudan a bajar de la barra.  Voy riendo casi sin aliento y agradeciendo esta vez sinceramente. Tomo una botella de agua y le voy dando  tragos.  Le pido a Noel mi móvil que al subir a bailar le encargué. Veo la pantalla y noto una llamada perdida de un número desconocido… Me alejo un poco del bullicio para revisar bien. Camino hacia el cuarto de descanso, dejo la botella a un lado sobre la mesita. No, no me suena este número…

 

 

El teléfono empieza a sonar nuevamente. Es el mismo número desconocido. Dudo un poco pero al final la curiosidad gana y contesto mientras me siento en el sillón.

 

— ¿Diga?

 

— ¿No te han enseñado a no contestarle a números desconocido?... — Esa voz…

 

— ¿Norman? — Miro nuevamente el número que aparece en la pantalla… Esa numeración no es extranjera… Es de aquí… — Dónde… ¿Dónde estás?...

 

Viendo lo hermoso que estás esta noche/ Viendo lo hermoso que estás esta noche…  — Escucho en estéreo… Giro hacía la puerta y veo a Norman apoyado en el marco con una sonrisa y el móvil en la oreja…

 

— ¡Norman! — Me levanto de un salto y corro lanzándome a sus brazos.  Lo siento tomarme por la cintura y un beso en mi cabeza. Me separo un poco, lo suficiente para levantar el rostro y verlo a la cara. — Pero… ¿Cómo?...

 

—Tenía muchísimas ganas de verte… — Acaricia mis cabellos y pone un mechón detrás de mi oreja. — No me habías contado que bailabas sobre la barra del bar…

 

— ¡Oh dios! No, no, no… — Joder, que verguenza... Nunca le había contado que bailaba en el bar... Intento separarme totalmente al recordar que estoy sudado luego del baile, pero los brazos de Norman me retienen.

 

—Me has sorprendido… Me encanta como te mueves… — Enmudezco al escucharlo… Me pega más a su cuerpo… — Aunque me pone celoso que los demás puedan verte de esa forma…— Una de sus manos me toma por la nuca… Es fría… Mi corazón está acelerado… — Me encantas Etienne…  — Su mirada de hielo me atraviesa… Va de mis ojos a mi boca y a mis ojos nuevamente…  Intento decir algo y me es imposible… — Discúlpame… — Susurra antes de estampar sus labios con los míos… Me besa… Joder… ¡Me está besando!... Estoy inmóvil de la impresión con los ojos bien abiertos… Muerde mi labio y suelto un jadeo de la sorpresa… Aprovecha y siento su lengua invadirme… La mano que está en mi cintura se cuela debajo de mi camiseta… Me estremezco y cierro los ojos con un suspiro… Empiezo a corresponder el beso…

 

 

¿Hace cuánto no me tocan de esa forma?... Creo que desde que regresé del viaje no he vuelto a liarme con nadie…

 

 

Norman me empuja aprisionándome contra la pared, intensificando el beso.  Levanto los brazos y lo cojo del cabello con fuerza. Sus manos que ya están recorriendo la piel de mi espalda me arañan…  Esa brusquedad que tanto me pone… Estoy súper empalmado y por la dureza taladrando mi ingle noto que él también… Dejo que la excitación me guíe y empiezo a restregarme contra su cuerpo… Sé que es Norman el que me besa, el que me muerde, el que pasea sus frías manos por la piel de mi torso a su antojo, el que me tiene empotrado contra la pared…

 

 

Y me gusta…

 

 

A lo lejos empiezo a escuchar el conteo… 10… 9…Norman debe escucharlo también porque se detiene… 8… 7… 6… Nos miramos a los ojos respirando agitadamente… 5… 4… 3… Pasa un pulgar por mis labios en una caricia…  2…  1… El griterío y el sonido de los fuegos artificiales se empiezan a oirse en un segundo plano…

 

—Feliz navidad Etienne…  — Me da un casto beso en la punta de la nariz.

 

—Feliz Navidad Norman… — Le devuelvo el gesto, divertido.

 

 

Y empezamos a reír.

 

 

 

Notas finales:

Lo siento... No pensé demorar tanto... 

Pero no voy a llenar de excusas q ya no vienen al caso. Sólo juro solemnemente q nunca dejaría un fic inconcluso.

 

En fin...

 

Coyote Ugly es un bar de una peli :)   Y listo.

 

 

Feliz Navidad <33


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).