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Sin Esperanza por Sailor cosmos

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—Ummmg... Lightning apaga esa porquería...—balbuceo moviéndose en al cama—Liiiiiiightning—llamo después de unos minutos de escuchar el mismo ruido, ya empezando a taladrarse en sus oídos—MALDITA SEA QUE-

Miro su celular, tenía una alarma puesta y el jamás ponía alarma, solo se despertaba cuando fuera el momento justo –o por el contrario, cuando fuera muy tarde y su estómago clamase por alimento-. Se levantó gruñendo, sintiendo el frío de estar solo en ropa interior, como remate el piso también estaba frío así que de una manera u otra podía tener una hipotermia, si, a ese punto de exageración llega al despertarse de forma tan odiosa.

Bostezo fuertemente, rascándose por debajo del bóxer. Se asomó a la cocina, encontrándola vacía en todo aspecto y careciendo de lo que debió encontrar: Lightning preparándole el desayuno como todos los días que llevaba "viviendo" bajo ese techo. Entro y abrió la nevera, estaba casi tan vacía como la suya en Italia, cerro al puerta, comenzando a examinar todos los gabinetes y cajones, la carencia de comida era brutal ¿Tanto devoraban? Aunque si lo pensaba Lightning no había salido a comprar en esas... 3 o 2 semanas que llevaba ahí metido.

Se dejó caer al sofá, con la clara intención de volverse a dormir -¿Y por qué no?- hasta que cayó en cuenta de cierto detalle que le hizo casi saltar del sofá y correr hasta la habitación de Lightning. El rubio no estaba por ningún puto lado, ni en su habitación, en el baño, en la barra, nada

—Enserio ¿Salió de casa? —se dijo a si mismo perplejo, pensó que Lightning vivía en arresto domiciliario por propia voluntad, esto le sorprendía bastante.

Camino de vuelta a la sala, echándose en el sofá de formas que solo podían ser cómodas para él, encendió la televisión pero más que verla usaba el sonido para que ese silencio tan extraño que se formaba en el departamento predominara. Tomo la laptop de Lightning, encendiéndola y entrando en la carpeta de archivos, curioseando lo que no tuvo chance de ver el día anterior.

Las imágenes eran casi infinitas, además de la interrogación de ¿Por qué Lightning no podía entrar en esa faceta de perra en celo? No se quejaría en lo más mínimo, lo recibiría con los brazos abiertos. Se topó con otro video, reproduciéndolo casi con miedo a que fuera peor al anterior.

   

Hahaha, this is about you
Beware, beware, be skeptical
Of their smiles, their smiles of plated gold
Deceit so natural
But a wolf in sheep's clothing is more than a warning

Se tapó la cara con una mano, viendo a traves de sus dedos el video, de ser Lightning un adolescente, lo llevarían a él preso por pedofilia o lo que fuese, era imposible no querer lanzársele viendo lo que usaba, ahora más escote de ser posible.

Baa baa, black sheep, have you any soul?
No sir, by the way, what the hell are morals?
Jack be nimble, Jack be quick
Jill's a little whore, and her alibis are turning tricks

So could you
Tell me how you're sleeping easy
How you're only thinking of yourself
Show me how you justify
Telling all your lies like second nature
Listen, mark my words, one day
You will pay, you will pay
Karma's gonna come collect your debt

A saber si se lo estaba dedicando a alguien, pero estaba casi seguro de que más de uno ahí tuvo problemas con su cuerpo, que Lightning se les arrimara de esa manera era... era... ¿¡Porque dios no le podía hacer el favor de ponerlo así!?

Aware, aware, you stalk your prey
With criminal mentality
You sink your teeth into the people you depend on
Infecting everyone, you're quite the problem
Fee-fi-fo-fum, you better run and hide
I smell the blood of a petty little coward
Jack be lethal, Jack be slick
Jill will leave you lonely dying in a filthy ditch

So could you
Tell me how you're sleeping easy
How you're only thinking of yourself
Show me how you justify
Telling all your lies like second nature
Listen, mark my words, one day
You will pay, you will pay
Karma's gonna come collect your debt

Maybe you'll change
Abandon all your wicked ways
Make amends and start anew again
Maybe you'll see
all the wrongs you did to me
And start all over, start all over again

Se había paseado por todo el lugar, sentándose en las piernas de alguien que, para su horror, reconoció, es decir, Harv no había cambiado una mierda en todos esos años, se veía igual de perfecto –su envidia hacia el comenzaba a subir- y joven, ya no le extrañaba que fuera tan cercano a Lightning.

Who am I kidding?
Now, let's not get overzealous here
You've always been a piece of shit
If I could kill you I would
But it's frowned upon in all fifty states
Having said that, burn in hell

So tell me how you're sleeping easy
How you're only thinking of yourself
Show me how you justify
Telling all your lies like second nature
Listen, mark my words, one day
You will pay, you will pay
Karma's gonna come collect your debt
Karma's gonna come collect your debt
Karma's gonna come collect your debt

— ¿Qué haces viendo eso?

— ¡¡¡KYAAA!!! —el grito tan poco masculino que salió de su garganta lo abochorno, lanzando la laptop por los aires y que de milagro aterrizo en el sofá. Lightning se estaba aguantando la risa, había sido muy divertido asustarlo, valió la pena. — ¿¡PORQUE HACES ESO!?

—Es lo que te pasa por chismoso—se encogió de hombros—Hay unas bolas fuera ¿Puedes traerlas? —pidió caminando hasta la mesa y dejando varias bolsas plásticas sobre esta. El italiano aunque resentido hizo lo que pidió, sorprendiéndose por lo jodidamente pesadas que eran.

—Debiste avisarme que saldrías... o que siquiera sales de aquí—comento al dejar las bolsas en la mesa, Lightning cerró la puerta, poniendo las llaves en una pequeño mesa, quitándose el abrigo y dejándolo doblado sobre el sofá.

—Obvio que salgo de aquí, la comida y demás cosas no se compran solas—bufo comenzando a sacar cosas de las bolsas—Que me den el dinero no quiere decir que tenga sirvientes.

—Era una posibilidad.

—Harv no perdería el tiempo de esa manera—rechisto, habían muchísimas cosas, por lo cual la mesa se llenaba de diferentes artículos con rapidez. Francesco tomo uno en específico, leyendo la etiqueta.

— ¿Tinte? ¿Te lo pintaras tu solo?

—Solo serán las puntas, no estoy de humor para parecer una antorcha viviente—le quito el frasco de las manos—Aunque siempre puedo hacer que ese seas tú—ofreció con una sonrisa burlona.

—Aleja el tinte de mi perfecto cabello—advirtió—Francesco es siempre al natural.

—Realmente no extraño que te llames a ti mismo en tercera persona—rodo los ojos—Como sea, lleva esto a la nevera—sin permitirle decir algo le dio algunos envases de jugo, bandejas con pollos y carne—Y como haya una sola gota de sangre o agua en el suelo tendrás que limpiar toda la cocina—amenazo mirándolo con los ojos entrecerrados.

—Que manía la tuya con la limpieza ¿Qué tiene de malo una simple gota...?—al estar dentro de la cocina se aseguró de dejar cuanta sangre de carne y pollo pudiera en el suelo. —O algunas...

—Me siento incómodo con la suciedad, créeme que conviví con ella por mucho tiempo, más del que me gustaría—dijo con los mofletes algo inflados, terminando de sacar las compras—Que tú seas un puerco no es- ¿¡QUE HICISTE!? —quisquillo al notar el desastre que Francesco había hecho en la cocina ¿Estaba conviviendo con un hombre de 30 y algo años o con un niño?

—Fue un accidente—se excusó con una sonrisa que delato su mentira, su sonrisa desapareció de su rostro cuando de golpe y porrazo una jarra completa de agua fría con hielo –que sabrá dios de donde lo saco si el rubio no estaba frente al congelador- cayó sobre su cabeza. —MALEDETTO INFELICE

—Fue un accidente—se mofo dándose la vuelta—Ahora, limpia esto- ¡¡AY!! —Volteo la cabeza, ahora tirado en el suelo boca abajo— ¿¡qué te pasa ahora!? —preguntó con la cara roja por la pena y la rabia, no estaba muy claro que predominaba ahí.

Francesco con una especie de morisqueta estaba abrazando las piernas del rubio, con la barbilla apoyada en una de las nalgas firmes. Lightning no olía a sudor en lo más mínimo, si se guiaba por su aroma creería que estaba recién bañado. Tal vez para molestar o quizás por mero gusto mordió la nalga del rubio.

— ¡¡AH!! —Lightning tapo la boca por el gemido tan jodidamente fuerte y miro a Francesco arrugando el entrecejo—Suéltame ahora—ordeno aún más rojo.

—Ummm. No—dio otra mordida, una un poco más fuerte y otra mano viajo hasta la virilidad del rubio, comenzando a sobarla.

— ¡¡DÉJAME!! —chillo intentando soltarse del italiano, de alguna forma que no quedaba del todo claro, Francesco le mantenía quieto al menos de la cintura para abajo.

Con una mano alcanzo a abrir la puerta del estante, sacando una sartén y girando el torso, dándole en la cabeza a Francesco con el "arma". El castaño se agarró la cabeza, chillando como un perro herido, ambos sentados uno frente al otro.

— ¡¿ERES DEMENTE!? FRANCESCO NECESITA SU CABEZA—quisquillo mirando con rabia al rubio que el miraba de la misma manera, jadeando algo azorado por el toqueteo a sus partes erógenas.

—Y yo necesito a Francesco lejos—dejo la sartén en el suelo, echándose el cabello para atrás con una mano—Puedes ir a darte una ducha de agua fría o algo así, pareces un adolescente híper hormonado—se quejó, miro su camisa, manchada y mojada.

Sin darle demasiada importancia se la quieto, levantándose y tirándola dentro de la lavadora, repitiendo lo mismo con los pantalones, Francesco se le quedo viendo de manera bastante lasciva.

— ¿Qué nunca has visto un hombre en bóxer o qué? —bufo hastiado de que Francesco pareciese una especie de urgido sexual o algo así.

— Al menos deja de ser tan mojigato—se levantó del suelo—Ahora sí que daría lo que fuera con tal de que actuases como el animal en celo que eras en tu adolescencia.

—Voy a intentar no pensar lo peor de ti viendo esos videos, que debí haber borrado—comenzó a rascarse el entrecejo—Por otro lado, déjame preguntarte ¿Crees que yo enserio era así?

—No me costaría en lo más mínimo pensar que sí. Solo déjame—antes de que lo abrazara por completo Lightning se escurrió entre los brazos del italiano.

—Que crédulo eres. En caso de que no te hayas fijado era un bar, donde trabaja, mi paga dependía de parecer ese "Animal en celo" que tanto estas pidiendo. Mi subsistencia dependía de ello así que deja de compararme con lo que fue hace 13 años—bufo dándose la vuelta, se podía ver a media el tatuaje en su espalda. Un toque en la espalda le hizo detenerse y gemir muy suavemente.

—Considero imposible que fuera solo una actuación. No eres un santo, solo deja salir esa forma de ser libertina y estaremos mucho mejor—aseguraba, Lightning tenía la piel de la espalda sumamente suave. —Si tanto lo has hecho con Harv ¿No es más fácil tan solo seguir haciéndolo?—antes de seguir pasando el contorno de la espalda tatuada recibió una bofetada –al parecer era el día de caerle a golpes-.

—No se te ha cruzado por la cabeza que es eso precisamente lo que ya no quiero. Estoy harto de ser solo una puta muñeca inflable para todo el mundo, parece que el caso también te abarca a ti ahora—el tono dolido dejo a Francesco gratamente sorprendido ¿Significaba que a Lightning le importaba como lo viese?

—Bueno...

—Déjalo así, no estoy de humor para seguir con esto. Camino hasta su cuarto, tomó una toalla limpia y justo cuando pensaba entrar a bañarse sonó el timbre. Puso los ojos en blanco, tomando una camisa y azotando la puerta del closet molesto. Francesco sólo se quedó recostado del marco de la entrada a la cocina. Lightning abrió la puerta sin preocuparse en ver de quién se trataba— ¿Qué qui-?—literalmente entraron dos personas sin permiso alguno— ¡¡LÁRGUENSE DE AQUÍ!!

—Wow este lugar es más pequeño de lo que me imagine—admitió el francés, sin ninguna clase de concentración en lo que habían ido a hacer.

—No me pienso ir de esta casa hasta que hablemos—Shuu estaba más serio que de costumbre. Lightning pensaba llamar para que los sacaran pero el japonés tomo el teléfono y lo estrello contra el suelo—Te dije que hablaremos... y luego pagare eso.

— ¿Que nadie hace caso de lo que digo? Me rindo, hagan los que le dé la perra gana en mi casa, al parecer ahora es de dominio público—su cara no podía estar más roja por la ira, parecía que en cualquier momento explotaría por las iras. Francesco le bloqueo el paso— ¿¡tú también!?

—Tiene razón en que deben hablar—estaba a punto de echar humo por las orejas.

—Quien tiene la vida jodida soy yo ¿Que más quieren joderla?

—No sabemos nada para empezar, nos tienes en duda desde lo que paso con Sally hace 5 meses y no has querido salir de este puro departamento—discutió Shuu ante el comentario del rubio.

—No tienes motivo alguno para saber más, no como que te interese.

—Pero somos amigos

—USTEDES NO SON AMIGOS MÍOS—grito histérico, el cabello fuera de su rostro por gracia divina permitió observar la cicatriz, Shuu se le quedó mirando fijamente.

—Que paso contigo—murmuró en tono lastimero, la imagen que tenía adelante de su amigo no era ni por asomo parecida a lo era antes. El cabello largo, el cuerpo más delgado, esa cicatriz que no tenía ni idea de donde salió y esa a actitud tan distante...

—Paso lo que lleva toda la vida pasándome, ahora, hazme el inmenso favor de largarte... y te lo llevas, no necesito ni quiero más molestias aquí—farfullo cruzándose de brazos.

—Créeme cuando te digo que no te responderá nada—dijo Francesco casi para sí mismo por su tono, aun con todo Shuu lo escucho.

—Ahora estas más afeminado ya que me fijo—comento Raoul que se había quedado viendo al americano.

—Dame al menos una razón por la cual ahora estés así de enfadado con nosotros—exigió el albino con firmeza—Nos ignoras como si tuviésemos la culpa de lo que te está pasando.

—Jamás he dicho que sea culpa de ustedes, es muy obvio de quien es la culpa, no tiene nada que ver.

— ¿¡Entonces porque eres así con nosotros ahora!?

—¡¡Quizás porque si tan amigos éramos, no se tomaron la más mínima molestia en defenderme!! Quien sabe, tal vez sea eso —el sarcasmo y rencor en aquellas palabras fue excesivamente notorio, Shuu alzo una ceja confuso.

— ¿Todo esto por no discutir con Sally? Que acaso teníamos que meternos en algo que no era asunto nuestro...Ay Lightning por favor.

—Por supuesto que no tenían que hacerlo pero ni siquiera lo intentaron, tan solo se quedaban ahí mirando como ella decía de todo sobre mi aun cuando yo por ustedes... yo...—la lengua se le trabo, quería decir algo pero a la vez no. Un gruñido molesto le hizo voltear hacia Francesco—Déjame pasar o te corto los huevos mientras duermes, sabes que soy capaz de hacerlo —se apartó con las manos arriba, el rubio finalmente logro encerrarse en su habitación.

—Hay que admitir, que pudimos haber dicho algo en ese momento—suspiro Raoul acomodándose en el sofá, dejar toda la discusión en manos de Shuu era lo menor, así podía admirar el espectáculo y no participar en él.

—Ellos eran los novios, que iba a saber yo que quería que nos metiésemos—su expresión frustrada causaba un poco de gracia, pues no era muy común verlo molesto.

—Si es verdad lo que me contaron de ese asunto... Debieron haber hecho algo, quedarse viendo teniendo la oportunidad de defender es simplemente estúpido, aparte, entre las amistades se ayudan—comento Francesco sentándose al lado de Raoul—Mas aun una situación de ese tipo.

—Me quede con la curiosidad de saber que diría—admitió Raoul rascándose la cabeza— ¿Hizo algo y no nos dimos cuenta?

—Suponiendo que esconde todo... si—rio Francesco caminando hacia la mesa, tomando la bolsa de Cheetos y abriéndola, no habiendo desayunado pero igualmente tenía hambre y flojera de hacerse algo decente, no dañino a su sistema.

— ¿Y tú qué sabes? Llevas casi tres semanas aquí, tienes que saber algo—Francesco casis e ahoga con el Cheeto que se había metido a la boca.

—Aunque me encantaría decirlo no puedo, créeme que es algo que te deja un poco dudoso de muchas cosas. —Shuu bufo frustrado y molesto, ese gato encerrado lo estaba poniendo de mal humor...

***

— ¿Cuál es el problema? Nunca has visto dinero en tu vida o que—gruño Leon, Lightning parpadeaba haciendo morisquetas, viendo los billetes en sus manos junto a las listas de inventario entre otras cosas.

—Es que... no puedo ver bien—se restregó un ojo. Cuatro días había estado en cama esperando a que la fiebre bajara, Leon era un gruñón de primera clase sin embargo no era TAN mala persona. Ahora este le había explicado que lo dejaría quedarse en su casa –pues resulta que vivía en la parte de arriba de bar- y comer la misma comida siempre y cuando trabajase.

No como que lo fuera a sobre explotar, era un niño y jamás había sido de ese tipo, lo más fácil de hacer y que venía a su mente era contar el dinero y revisar los inventarios de los licores y demás alimentos del local, si tenía 6 años asumía que como mínimo ya sabía leer.

— Lo tienes en frente, a que te refieres con "Ver bien"

—Me duele la cabeza—dejo los billetes en el mesón, restregándose los ojos con fuerza—Las letras se mueven... me marea.

—Interesante detalle—volteo a mirar a la mujer que habló, hace un par de días la había visto, vestida de rojo, cabello negro y cortó, lucía como una chica asiática— ¿Te ha pasado siempre?

—No... Jamás me habían dado dinero o algo que leer—respondió balanceando las piernas.

—Eso quieres decir que ni siquiera sabes leer.

—Nop

— ¿Qué se supone que haga contigo? —gruño apoyándose de la barra. —No pienso perder mi tiempo enseñándote eso, soy comerciante, no maestro.

—Tampoco podrías, si dice que tiene ese problema asumo que tiene dislexia—comento la mujer acariciando el cabello de Lightning.

—Alguna sugerencia Ada—su tono molesto pero juguetón en busca de una idea hizo reír a Lightning, era bastante cómico como Leon parecía enfadado todo el tiempo aun si no lo estaba.

—Enséñale a hacer cocteles, es disléxico, no daltónico. Las etiquetas y colores de cada licor deben bastar y por lo demás... ¿No le viste la carita? Atraes el doble de gente que ya viene si lo dejas por aquí.

—Creo que ya no vamos en la misma dirección... Eso es repugnante—resalto lo obvio, aunque Lightning no entendía ni medio rábano de lo que estaban diciendo ambos adultos.

—Quién lo mal pensó fuiste tú—rio ella—Solo para atraer, el que lo toque pierde los huevos—se encogió de hombros—Eres como un pequeño gatito, muchos querrán venir así sea solo a verte—afirmaba Ada y el rubio le miro algo dudoso, teóricamente es lo mismo de lo que había huido ¿Qué no?

A pesar de esto no es como que tuviera mucha opción, dudaba encontrarse a alguien como Leon que aceptara dejarlo quedarse por tiempo indefinido y que no fuese a venderlo o algo así, tampoco era tan estúpido como para dejar ir este tipo de oportunidad buscando otra. Por otra parte, Ada era un poco extraña, literalmente le trataba como si fuese un gato o al menos había sido así en ese par de días, incluyendo que le puso un collar con un pequeño cascabel y le daba de comer en la boca.

—Si ese va a ser el caso—Leon se alejó un momento, volviendo con cuatro botellas y dejándolas frente a Lightning—Hay mucho licor en tu futuro—se burló y Lightning tan solo se quedó viendo las botellas, una marrón, otra blanca transparente y alta, otra negra con un círculo rojo y una de color azul, en definitiva

No tenía ni puta idea.

***

—Que es esa mierda que tienes en el cabello—casi se cae del mueble, eran las 6 de la tarde y por fin Lightning se decidía a salir de su habitación, una especie de papel extraño en las puntas y un poco más del cabello.

—Me estoy pintando el cabello, creo que es obvio—saco del estante la bolsa de Cheetos— ¿Qué acaso quieres dejarme sin parte de mi droga o qué?

—Soy adicto a esa mierda, que quieres que te diga—se encogió de hombros. Lightning bufo y lo volvió a poner donde estaba, sacando la enorme bolsa de Doritos que había más escondida— ¿¡desde cuando esta eso ahí!?

—Desde siempre pero si quiero comer algo de mi comida debo esconderlo de ti, ni siquiera Layla me robaba tanto—rechisto abriendo la bolsa y comiendo unos cuantos.

—Como sea—se levantó del sofá, acercándose y metiendo la mano en la bolsa— ¿No es tedioso estarse pintando el cabello?

—Soy rubio, no tengo porque usar agua oxigenada, eso acorta mucho el proceso—aseguro quitando la bolsa y caminando de regreso a su habitación, dejando la puerta abierta, para el italiano esto fue como una indirecta de "Puedes entrar" —Aunque claro, limpiar todo después es un fastidio.

—Solo hay unas cuantas manchas ahí—señalo el lavabo—Y eso se puede botar.

—Va a parecer el baño de una mujer en pleno periodo si lo hago—arrugo la nariz. Dejo la bolsa de doritos y tomo el envase que tenía el tinte junto a la pequeña brocha. La tomo y antes de que Francesco pudiese alejarse, Lightning pasó la brocha llena de tinte por el cabello del otro—Pfff...

—Oye...—no sabía si quietárselo con las manos o dejarlo así, después todo esa cosa manchaba demasiado y no estaba de humor para quitarse lo rojo de las manos.

—Te verás ridículo cuando se seque—dijo con risitas disimuladas—Aunque tal vez se caiga cuando te bañes—tiro a la basura lo que tenía en la mano.

—Francesco jamás se verá ridículo aun si tiene el cabello de arcoíris—aseguro con su sonrisa coqueta. Lightning rio y paso por su lado, iba a buscar algo con que limpiar pero al hacerlo dio un pequeño beso en la mejilla de Francesco.

—Si tú lo dices—siguió su camino sin prestarle demasiada atención, a diferencia de Francesco que estaba a punto de morirse de la impresión, no había sido nada pero... también era el primer acercamiento voluntario del rubio

Dio santo—balbuceo tapándose la cara con una mano y viendo a otro lado.

...

— ¿Puedo tocarte? —Lightning se ahogó con la malteada que estaba tomando, un vaso ya vacío en la mesa de centro fue su punto de mira para pasar el ligero bochorno.

— ¿A-a que viene eso? —preguntó con las mejillas un poco rojas.

—Si me tiro encima de ti te enojas así que ¿Pidiendo permiso si puedo o algo? —preguntó, no perdía nada con intentarlo, considerando que Lightning hacia caso omiso a su atractivo natural, ese con el que podía acostarse con quien le diera la perra gana.

—Depende que quieras tocar...—le miro con ojos entrecerrados, él sabía sus puntos débiles y más sensibles, si Francesco pretendía excitarlo hasta que ya no reaccionara bien a rechazarlo pues... Simplemente no.

—El pecho, la espalda, los hombros, la cara y quizás la piernas... Básicamente todo lo que ahora me estas mostrando esperando que no sea un pervertido—resumió viéndolo muy fijamente, su rostro ya brillando por la vergüenza que le estaba dando.

— ¿Si lo hago me dejas de intentar violar a cada momento que tengas?

—No aseguro nada—la mirada de Lightning le dio a entender de que no le tocaría ni el cabello—Esta bien—bufo algo inconforme.

—Hazlo entonces, así me dejas de molestar—dejo el vaso casi vacío de malteada en la mesa de centro, al instante ya tenía a Francesco entre las piernas con una sonrisa victoriosa—Borra esa sonrisa de tu rostro.

—Que exigente eres—rio pasando las manos por todo el torso del rubio, era tan suave como la espalda y la cintura, apenas marcado y muy firme—Es raro ver a un hombre con pezones rosados.

—Ahórrate los comentarios—pidió avergonzado, con un montón de escalofríos recorriendo su espina dorsal. Francesco tenía las manos grandes, excesivamente frías en contrario a su cuerpo cálido.

El italiano se arrimó más hacia Lightning, pegándose más a él, creando un contacto muy notorio entre su paquete y las nalgas del rubio. Aunque sonara gracioso, estaba muy concentrado en lo que hacía, intentando encontrar un punto en el cual el rubio flaqueara y se excitara aunque fuera un poco pero no lo encontraba. La clavícula, el cuello, los hombros, los omoplatos... Nada.

Algo frustrado comenzó acariciarle los muslos, suaves y cálidos como el resto del cuerpo, fijándose que la respiración del otro se hizo un poco más pesada, entrecortada, aparte de que ladeaba la cabeza con una especie de morisqueta de frustración. Tomándose cierta libertad dio un beso y luego un mordisco

— ¡¡HII!! —La expresión que puso fue entre adorable y excitante para él, como dato aparte de que ahora intentaba alejarse.

— ¿eres sensible en el muslo? —sonrió maligno, apretando el otro con una mano y repartiendo pequeños besos en el que ya había mordido—Adorabile Lightning~

— ¡¡YA!! —chillo alejándose, escurriéndose del agarre del otro cual serpiente, Francesco bufo al mosqueado.

—Mojigato.

—A toda honra.

***

— ¿No vas a comer? —preguntó viendo a su mama solo caminando a su lado.

—Ya comí cielo—mintió sonriendo a su hijo, Francesco bajo la mirada comiéndose lo que quedaba de emparedado. Eleonora suspiro fuertemente, no había nada de comer en la casa y tuvo que pedirle comida a su vecina porque no quería que su hijo estuviera pasando hambre en el colegio.

La mayor parte de su dinero se había ido en pagarle otro colegio, uno en el que le dieran almuerzo y merienda y así no tener que preocuparse por que estuviese pasando hambre o durmiéndose en clase. Francesco por su parte miraba s u madre con preocupación, estaba muchísimo más delgada, con orejas apenas cubiertas por el maquillaje y evidente fatiga.

Últimamente si habían podido comer, ella no había vuelto a beber esa cosa extraña y marrón, tampoco había vuelto a gritar de aquella manera tan horrible pero no por esto podía decir que todo estuviese bien de nuevo. La nevera vacía y no ver a su madre comiendo en ningún momento le preocupaba, demasiado.

— ¿Podemos ver una película hoy por la noche? —preguntó mientras se subían al autobús, aún era bastante temprano hasta para el en el colegio, pero sabía que Eleonora debía llegar muy puntual, levantarse temprano ya era parte de su rutina diría.

—Tengo que trabajar hoy por la noche—aviso y Francesco bajo la mirada, ya dos semanas escuchando lo mismo.

—Mañana es sábado ¿Podemos ir al parque a jugar? —su esperanza de lograr al menos un rato con ella sin tener que preocuparse de nada era cada vez más nula, igual que su tiempo con ella.

—Tengo que trabajar—volvió a decir, notando la clara desilusión en el rostro del niño.

— ¿Cuándo no tienes que trabajar? Casi nunca estas y quiero pasar tiempo contigo como los demás niños—Eleonora se mordió el labio.

Los demás niños tenían un padre que mantenía a la estirada de su madre, los demás niños no eran producto de un simple juego como si fuera una mascota, los demás niños tenían una gran familia que podía ayuda de forma económica para no dormir en la calle, los demás niños ya tenían una vida hecha a base de herencias.

Francesco no era como los demás niños con los que se estaba comparando.

—Mamma—insistió un poco desesperado—Por favor...

—No puedo, tengo que trabajar los fines de semana también, quizás pida vacaciones un día de estos—intento calmarlo, como si en verdad pudiese pedir vacaciones en los 3 trabajos que tenía.

—Claro...—murmuro viendo por la ventana, no le hacía falta leer la mente para saber que esto era imposible y no se podía, se jalo un poco el cuello de la camisa, le quedaba algo apretado por ser un par de tallas más pequeña, no quería quejarse, pues sabía que esto significaría comprar otra y así reducir la posibilidad de que su madre comiera o durmiera.

No entendía del todo el mundo en cuanto a dinero, solo sabía que la vida era una reverenda mierda por tener que estar días y días trabajando para poder vivir, le daba mucha pena estar siendo un estorbo para su madre, que seguramente sin él estaría mucho más feliz. Moqueo suavemente, era demasiado injusto.

...

—Miren eso, es el niño pobre—miro de forma gélida al niño de cabello pelirrojo y ojos verdes, apenas un mes de estar en ese colegio pero ya odiaba con todas sus ganas a ese niño.

—Qué poca vida tienes si solo existes para fastidiarme—bufo levantándose de donde estaba, tomando la montaña de libros que llevaba para leer, como dato extra de su "Amado" colegio, era tan jodidamente exigente que apenas tenía cabeza para entender todo lo que enseñaban –y se suponía que era solo la primaria, ya sentía que lloraría sangre en secundaria-

— ¿Pudiste bañarte hoy? O saliste de debajo del puente y viniste simplemente—preguntó con una sonrisa venenosa, resultaba increíble cómo siendo tan pequeño ya era así. Francesco no le respondió, no valía la pena—Igual que la puta asquerosa de tu madre ¿Con cuántos se acostó para que asistieras aquí? De se-

De un segundo a otro ya estaba tirado en el suelo siendo golpeado por un iracundo Francesco, como suele ser costumbre nadie quiso separarlos, solo dejaban al castaño darle la paliza de su vida al pelirrojo, eso hasta que llego un profesor y que agarro a Francesco, que cual animal intentaba soltarse.

— ¡¡E-ERES UN SALVAJE!! —lloro el niño.

— ¡¡VUELVE A DECIRLE ASÍ A MAMMA Y TE MATO!! —amenazo removiéndose, quería seguir descargando frustración en él. Aun arrastrado y semi cargado lo llevaron hasta afuera de la oficina de la directora.

—Espera aquí, llamaremos a tu madre para que-

— ¡¡No la llamen!! —pidió levantándose de donde lo habían sentado.

—Debiste pensarlo antes de poner a golpear a ese pobre niño—rechisto el profesor entrando a la oficina del director. Francesco se volvió a sentar, abrazándose las piernas, la culpa era de Damián, no suya. Comenzó a llorar en esa posición ¿Por qué su vida tenía que ser tan horrible?


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