Cross miraba el examen que le había dado Zero con demasiadas dudas, la verdad, creía que el gemelo mayor le ocultaba demasiadas cosas, pero como no había nada que hacer, porque Zero hacia cambios por el bien de la academia, y no podía negar eso ni siquiera contra la Asociación o el Consejo.
-Estás pensando demasiado- soltó el antiguo maestro del peliplata, mirando preocupado al rubio.
El mencionado solo levanto la vista, frunciendo el ceño ante lo dicho por el otro, pero soltando un suspiro al final y dejándose caer en la silla cerrando los ojos y poniendo un brazo sobre ellos, la verdad, la situación le cansaba, pero tampoco era como si pudiera hacer mucho contra eso.
-Lo sé, además, Zero no haría nada contra los estudiantes, pero no puedo evitar desconfiar-
-Entiendo lo que dices, además, pareciera que los accidentes se han multiplicado, y más contra aquellos que han intentado descubrir los secretos de este lugar, pero- y caminando detrás de Kaien, puso sus manos en los hombros tensos del antiguo director -no hay mucho que hacer, más que confiar en esos chicos-
Ambos adultos se miraron antes de desviar la vista a la puerta, alejándose ambos del otro, mientras que Kaito entraba exaltado y extendiendo una fotografía que había sacado recientemente, en ella un hombre muerto apuñalado se podía ver, normalmente uno dejaría ese tipo de imágenes, no tenía nada que ver con ellos, o seria así si la puñalada fuera normal, pero para hombres observadores como ellos era obvio que la puñalada no fue lo que le mato, sino los dos pequeños agujeros que estaban en su cuello.
-Maldita sea, creo que debemos salir a cazar- soltó entre dientes Yagari.
Cross solo le ignoro y estirando la mano tomo dicha foto, y observando atentamente la mordida para después desviar los ojos a la puñalada, arrugando la imagen por la fuerza con la cual apretaba esa imagen. Para después simplemente salir de su oficina sin explicar nada y en su lugar correr a la oficina de su hijo, sin preocuparse por los dos que le venían siguiendo.
-Zero, tienes mucho que explicar- recrimino Cross azotando la puerta.
El de ojos violetas solo levanto la vista de los análisis de su hermano, una simple ojeada al rostro de su padre fue suficiente para entender de qué quería hablar, y más al ver como Yagari y Kaito estaban detrás de él, con la misma cara confundida que el resto de los ahí presentes. Por dentro suspiro con fastidio, no se supone que Sayori había tenido cuidado?, por lo visto no el necesa…tal vez se descontrolo?, bueno, entonces no podría ocultarle demasiado a su padre.
-Bien, pero creo que es algo que solo nos incumbe a nosotros tres, no?- y justo cuando lo dijo, Sayori entro a la oficina.
-Si así lo quieres, pero ahora no te iras sin una explicación-
Zero asintió, le parecía justo, después de todo el tiempo que su padre le dio para poder explicar y tener todo listo, y era hora de devolverle la misma confianza que le fue entregada desde el principio, así que pidiendo a todos los demás que se fueran para poder hablar con tranquilidad, ordenando lo mismo de manera mental a los vampiros que estaban fuera de su habitación, quedando solos.
-Bien, tienes muchas cosas que explicar- Zero miro a su padre, tan serio que no parecía el.
-Que quieres saber?- pregunto en tono conciliador, seguramente no queriendo que el viejo cazador se enojara aún más.
-Que pasa en verdad con Sayori?, porque me lo estas ocultando?, y que más me ocultas?- soltó rápidamente el rubio, mirando a su hijo a través de sus lentes, sus ojos rasgados en sospecha.
-Lazo de alma, es una relación entre dos personas que, sin tener ningún tipo de sentimiento, una parte busca proteger a la otra, mientras que la opuesta quiero dominar a quien le protege- explico lo mejor posible a su padre -Sayori busca protegerme, yo busco dominarla, y no te lo dije por que dudaba que lo comprendieras-
Y dejándose caer en la silla, Zero pensó seriamente platicarle sobre los verdaderos resultados de Ichiru, pero, Kaien no tenía por qué cargar con los problemas de su gemelo, ya había hecho demasiado por él, era justo aligerarle la carga lo más posible.
-No hay nada más que contarte de momento, pero, creo que es entendible si te pido que no le comentes nada a Yagari y Kaito-
-Tu qué opinas de todo esto Sayori, más bien, porque has permitido eso?- le pregunto Cross, sin desviar la mirada el chico, pero prestando completa atención a la presencia femenina.
-Sé que puede resultar raro, pero creo que yo nací para esto, y es por ello que lo acepto, lo que Zero considere mejor, yo lo aceptare sin dudar-
-Entiendo eso, pero, hay una razón por la cual, tenías que matarlo?- y dejo caer la fotografía del médico enfrente suyo.
-Esa fue mi orden, sé que no estás muy de acuerdo, pero ahora mismo, este tipo de cosas es para desviar la atención de la Asociación y del Consejo, por eso te lo dije, no creo que puedas comprender por qué ocurre todo-
Cross se permitió suspirar con cierto fastidio, pero tenía que aceptar la verdad, el ya no sabía cómo se manejaba el mundo sobrenatural, había renunciado a eso hace demasiado tiempo, así que levantándose, y pidiéndole a Zero y Sayori que tuvieran más cuidado, salió de la oficina, encontrándose con la mirada preocupada de los otros cazadores y vampiros, pero recordando el pedido de Zero, sonrió y afirmo que todo estaba bien, y sus sospechas solo eran un error, calmando a los vampiros pero no a los cazadores.
Pero nadie dijo nada y separándose, se retiraron a descansar.
Kaname, caminando lentamente por el parque, pensaba en la actitud tan rara que había entre todos los integrantes de la academia, pero no iba tan distraído como para no notar el movimiento que se produjo a pocos pasos de el a su derecha, y dando la espalda en esa dirección, fingió distraerse en su ropa, esperando que su seguidor saltara a su espalda, y Seirin, siempre siendo la sombra de Kuran, ataco el cuerpo que se abalanzaba sobre su señor.
-Vaya, creo que esto llamara la atención de Zero- murmuro en tono complacido el castaño, mirando al hombre lobo retorcerse en el piso -pero antes, quiero hacerle algunas preguntas, llévalo al calabozo- y empezó a caminar en dirección a los dormitorios -y evita que nuestros amigos europeos los noten-
La chica solo hizo una reverencia, y tomando el bulto, desapareció en las sombras, mientras que Kaname sonreía divertido, por lo visto podría divertirse un poco y además ganar puntos con el de cabello plata.
-Maldita sea!- soltó frustrado golpeando el piso.
-No deberías maldecir, no saldrá nada de eso- soltó un rubio en tono conciliador, mirando al menor de los gemelos -además, es tarde, cuanto más piensas entrenar?-
-Aún tengo energía, y si no la gasto no puedo dormir- explico un poco desconfiado -pero dudo que eso te importe, que haces aquí?-
-Bueno, no creo que a Zero le moleste si te lo digo, así que- soltó alzándose de hombros -me pidió que te vigilara-
-Acaso soy tan poco confiable?-
Ichijo solo sonrió de manera más abierta, aunque ya se lo esperaba, el menor era bastante desconfiado, no tan arisco como su hermano, claro, siendo esa una enorme ventaja para poder acercarse al otro sin miedo a ser atacado…mínimo no demasiado.
-No te equivoques, Zero confía en ti, pero no quiere que seas atacado y que tú, evitando un conflicto, no te defiendas- explico, levantando las manos en son de paz -pero debo admitir que no esperaba ver tanta destrucción en un lugar de entrenamiento-
Y era comprensible su asombro, sacos de arena, muñecos de prueba e incluso algunos blancos para tiros estaban destruidos, más que nada destrozados, como si alguien le hubiera despedazado, era obvio que Ichiru había gastado demasiado odio en eso.
-Pero si, supongo que es natural que desconfíes de nosotros, pero créeme, mínimo yo, no quiero hacerte daño- termino por decir, sentándose en el piso, intentando ganarse al menor de poco en poco.
Ichiru solo hizo una mueca, pero decidió creer que el vampiro en realidad no buscaba ningún mal y se dedicó a seguir golpeando el saco de arena, frustrado por no poder convertirse en hombre lobo como estaba seguro que ya había logrado, pero ahora, con el rubio ahí no lo intentaría, no quería arriesgarse a que le consideraran una mayor amenaza de la que ya era.
-Bien, pero intenta no distraerme, no, mejor entrena conmigo, es escalofriante que solo te quedes ahí- le pido.
El mayor solo asintió y levantándose, se dispuso a ayudar al otro con su entrenamiento.
Bueno, la verdad había cosas que no había considerado, pero todo está bien aún, nadie podría detener su plan para poder devolver la antigua gloria a los seres de la noche, los humanos ya habían tenido su tiempo, era hora de que este acabara.
Sonrió con burla y mirando la luna llena por la ventana, tal vez, sería bueno enviar una advertencia a esos que intentaban detenerle, sería bueno que recordaran quien era el que mandaba en el mundo.