Jongin estaba sentado en su silla en la oficina viendo a ocho hombres. ¿Qué estaba sucediendo últimamente? Parecía que últimamente todo el mundo venía por tierras de la manada. — Entonces, ¿me estás pidiendo vivir aquí?
El señor Moon negó con la cabeza. —No. solo quiero tu permiso para vivir en la Villa Kim. Yo y mis chicos encontramos un lugar donde vivir. Una de esas viejas granjas está en venta. Quiero comprarla y trabajar la tierra.
—¿Cowboys? Interesante. —Jongin se acaricio su Labio inferior mientras pensaba sobre eso. Seria agradable que se ocuparan esas granjas vacías de las afueras del pueblo.
Sabía que necesitaban expandirse, darle nuevo aire al pequeño pueblo. La gente que vivía aquí necesitaba tener una exitosa comunidad. —¿Y exactamente qué van a criar?
—Ganado Angus, maíz, y aves de corral. Nosotros venimos de una larga línea de granjeros y rancheros, así que sabemos lo que hacemos, —El señor Moon argumentó su punto—. Aunque uno de mis hijos tiene una compañía constructora. —El señor Moon señaló a uno de los que estaban sentados en el sofá—. A Doo Joon le gusta construir más que criar. —El padre de Doo Joon se oía orgulloso de ese hecho.
Jongin asintió, tomando esa información para usarla después. Eso era mejor que una comunidad de extraviados Elven. Al menos estos hombres se veían grandes y capaces de trabajar por largas horas. —No te voy a pedir comisión. Lo que tú críes es tuyo. Es tu ganancia.
Los ojos del señor Moon se abrieron más, él vio a su hijo y entonces a Jongin. —¿Estás seguro? No me molesta darle un porcentaje a la manada.
Jongin negó con la cabeza y se inclinó hacia adelante. — Señor Moon, tengo suficiente dinero para encargarme de mi manada durante mucho tiempo. Me rehuso a tomar el producto del sudor del trabajo de los hombres. Déjelo así. Invierta en la comunidad si quiere. Pero esas obligaciones están más allá de la manada, no tenemos eso aquí en la Villa Kim.
—Bueno, infiernos —dijo uno de los hijos asombrado—. Ya me gusta este lugar. ¿Hay algún hombre soltero con buena apariencia por aquí?
—¡Lee Joon!— El señor Moon reprendió a su hijo.
Jongin se rió. —Él está bien. —Jongin se rió y se dirigió al hijo que habló—. No que yo sepa. Todo el mundo en esta casa está tomado.
—Bueno, maldición, supongo, que regresaré a mi mano. —El gran hombre se recargó en el sofá de cuero viéndose irritado y molesto.
—¡Lee Joon!
El hijo no se veía ni un poco mortificado. A Jongin le agradaban. —Entonces eso significa que comprarán la casa. No voy a decir nada acerca de ustedes. Quiero que tengan tiempo para adaptarse y hacer amigos. Claro que le avisaré a mi Beta y al comandante.
—Claro. —El señor Moon asintió.
—Incluso les daré lugar para que corran.
Ellos le estrecharon la mano a Jongin, todos los Moon se pusieron de pie. —Bienvenidos a la villa Kim.
Los acompañó a la puerta y vio cómo subían a sus camionetas. Esperaba haber hecho una buena decisión al dejar que shifter-osos se mudaran aquí.
—Necesitamos ese expediente médico —dijo Jaejoong entrando a la oficina de Jongin—. Él está enfermándose y no sé qué hacer. Ni siquiera el médico de los lobos puede ayudar. No tiene idea cuando se trata de vampiros. —Se dejó caer en la silla de cuero, viendo sin esperanza a Jongin.
Jongin tomó el teléfono del escritorio presionando el altavoz y dejando el teléfono.
—Hola, Jongin —dijo una suave voz.
Jongin se apoyó en el escritorio, preguntándose por qué todo parecía tan loco últimamente. —Jaehyo, ¿fuiste capaz de conseguir el expediente de JiYong?
El príncipe de los vampiros suspiró. —El doctor dice que el padre de JiYong le prohibió estrictamente entregarlo. Él no puede ir en contra de las órdenes de su propio líder, pero dice que puede tratar al joven si lo llevas a su oficina.
—No hay una jodida manera —T.O.P gruñó—. Eso me suena a una trampa.
—Estoy de acuerdo —dijo Jaehyo—. Eso es demasiado riesgoso. Porque su padre aún sigue enojado, lo quiere muerto, no expulsado, estoy seguro.
—Eres el príncipe, exígelo —Jongin declaró irritado.
—Sabes muy bien que yo hago las cosas de una manera diplomática. Puedo hacer que el doctor venga aquí y tú puedes traer al jovencito a mi propiedad.- Y marcó, Jongin miró a T.O.P.
A T.O.P no le gustaba eso, pero su bola de fuego estaba cada vez más enfermo y nadie tenía idea de por qué. No podía arriesgarse a perder a su pareja, pero si alguien trataba algo… — Bien, pero si lastiman a mi calabacita, mataré a todo el mundo sin discriminación.-
—¿Calabacita? Creía que me reuniría con un jovencito —Jaehyo se rió.
—¿Cuándo puedes conseguir que el doctor esté ahí?— Jongin le preguntó al príncipe.
—Estará aquí en una hora.
—Nos vemos entonces —dijo Jongin.
—Oh, dulce. Los esperaré. ¿Vendrá Ren?— Jaehyo preguntó con un tinte de emoción.
—Solo si Baekho puede jugar con tus entrañas. —Jongin se rió y colgó.
—¿De qué se trata eso?— T.O.P levantó una ceja.
Jongin sacudió la cabeza. —Cuándo las parejas se escaparon para ir a un club, fue cuando descubrimos que los vampiros se habían mudado a la ciudad. A Jaehyo instantáneamente le gustó Ren y lo quería para él.
T.O.P estaba impactado con esa noticia. Él sabía que los shifter eran muy protectores con sus parejas. —Es sorprendente que Baekho no lo haya matado. Jongin suspiró y se recargó en la silla. —No tienes ni idea.
Dos camionetas llegaron a la propiedad, los hermanos Wu llegaron detrás de ellos en sus motocicletas.
T.O.P jaló a JiYong del asiento trasero. Su pareja estaba acurrucado en una bola y su piel más pálida que lo usual, sus pupilas negras. T.O.P odiaba el debilitado estado en el que se encontraba JiYong. Todos sus instintos protectores querían lastimar a quien estuviera dañando a su pareja, ¿pero cómo podía luchar contra lo oculto?
—¿Vamos a incendiar este lugar?— Kris Wu preguntó bajando de la motocicleta.
—Es posible —T.O.P murmuró.
—Solo si reemplazas mis malditas Esquimales —dijo Jongin mientras entraba.
—Ya te dije que no estaban marcadas con tu nombre — Kris argumentó siguiéndolo, sus hermanos detrás de él.
T.O.P rodó los ojos. Ellos habían estado discutiendo sobre las paletas de nieve desde hacía seis meses. Él podría comprarle a Jongin la maldita fábrica si tenía que oír sobre eso una vez más.
T.O.P llevó cargando a su pareja al interior de la propiedad, el príncipe los llevó escaleras abajo al interior de una recámara. —El doctor está aquí. Enviaré por él.
T.O.P asintió y dejó a JiYong sobre las sábanas de seda. Se sentó apoyando su espalda en la cabecera, pasando la mano por la espalda de su pareja. Cuatro guerreros los habían acompañado además de Jongin y los hermanos. Si alguna mierda salía, él podría tomar el rifle de su vehículo y disparar contra cualquier amenaza a la vista.
—Oh mi Dios —dijo el doctor cuando entró al cuarto—. Pobre JiYong.
—Necesitamos saber qué tipo de sangre le estaba dando para que nuestro doctor residente se la dé —Jongin le dijo al médico de los vampiros.
—Toda su vida le he dado O negativo. ¿Qué tipo está recibiendo ahora?— preguntó el doctor mientras dejaba su maletín médico en la cama y veía a JiYong.
Jongin vio a T.O.P. —Soy O negativo. Entonces, ¿por qué está enfermo?— preguntó T.O.P mientras su mano recorría la espalda de JiYong.
El doctor pasó su mano por el cabello de Jiyong. T.O.P gruñó ante el gesto. Él podría estar preocupado, pero aún era una recién pareja y cualquier hombre que tocara a JiYong lo irritaba. Jaejoong examinó a su pareja, pero al menos T.O.P lo conocía.
—¿Tú eres su pareja?— el doctor preguntó, apartando la pierna de T.O.P y comenzando a examinar a JiYong.
—Si, ahora contesta mi pregunta —gruñó.
—Puede ser porque esté recibiendo sangre shifter ahora. El príncipe me informó que él se emparejó con una were-criatura.
El corazón de T.O.P se hundió. ¿Él le habría hecho esto? ¿Su sangre habría infectado a su bola de fuego haciendo que se enfermara? Maldijo al destino por ser tan cruel. Eso no tenía ningún sentido. ¿Por qué lo emparejaría con JiYong si su sangre no pudiera sustentan a su calabacita?— Tiene que ser algo más.
—Déjame terminar de examinarlo.
T.O.P se reprendió a sí mismo. Pasó su mano por las puntas naranjas de JiYong, deseando poder quitarle el dolor. Su pareja gimió y se acostó sobre su abdomen. T.O.P se sentía tan malditamente inútil. No había nada que pudiera hacer.
El doctor finalmente se aclaró la garganta y se puso de pie, viendo sobre su hombro al príncipe entonces a T.O.P. —¿Sufrió recientemente quemaduras?
—¿Eso que tiene que ver con esto?
—Tomo eso por un sí. ¿Copularon mientras sanaba?
El vello de la parte de atrás del cuello de T.O.P se erizó. ¿Por qué no le gustaba cómo se oía esa pregunta? Asintió, viendo primero al doctor y luego al príncipe que se veía impactado.
El doctor vio al príncipe y tomó su maletín. Murmuró algo tan extremadamente bajo que ni siquiera con el oído superior T.O.P pudo ser capaz de saber lo que decían. —¿Qué jodidos está mal con mi pareja?
El príncipe levantó la mano hacia T.O.P, terminó de hablar con el doctor, y le agradeció al hombre por venir. T.O.P vio a Jongin y entonces a su pareja. Jaló a JiYong a sus brazos.
Meciéndolo de adelante hacia atrás, temiendo que pudiera morir. Él podría tratar con lo que fuera en tanto no muriera.
Jaehyo se aproximó a la cama. —Él es mi hijo.
Incluso con su debilitado estado, JiYong estaba impactado.
r13;¿Cómo?— preguntó girándose en los brazos de T.O.P.
—Aparentemente tu padre no es tu padre. —Jaehyo se paseaba por el cuarto. Se detuvo, vio fijamente a JiYong y siguió paseándose.
La cabeza de JiYong giraba. ¿Cómo ese hombre podía ser su padre? Imágenes del cruel hombre que lo había criado inundaron su mente. Eso no podía ser.
JiYong vio más de cerca al hombre. No se parecía en nada a él. Tampoco es que se pareciera a su padre. Él le decía que se parecía a su madre. Algo con lo que su padre lo había castigado toda la vida, y ahora descubría que el sádico bastardo ni siquiera fue el donador de esperma.
Jaehyo suspiró, viendo a Jongin, y entonces a JiYong. Duda y clara irritación escrita en su cara. —Mi edad es uno de los secretos mejor guardados, y por una buena razón. Si los antiguos lo descubren, podría entrar en su círculo, he estado luchando por mantenerme alejado de eso. —Jaehyo comenzó a pasearse de nuevo. JiYong veía al hombre con el cabello cubriendo su cara mientras caminaba de un lado a otro. Si ese hombre realmente era su padre, él era muy hermoso. ¿Por qué no pudo heredar su apariencia?
—Estoy revelando cosas que pueden causar que me maten. ¿Puedo confiar que esto no salga de este cuarto?— Se detuvo frente al Alfa y Kris. JiYong se preguntaba por qué los guerreros estaban en ese cuarto con ellos.
Jongin giró a su derecha con una cínica sonrisa en su cara.
r13;Sal, Kris.
Kris bufó y negó con la cabeza. —No en esta vida. —Giró los ojos y suspiró—. Juro que no revelaré el secreto. —Kris cruzó su corazón y entonces sus dedos frente a todo el mundo, una conocedora sonrisa en su cara—. Cruzo mi corazón, espero morir y que encajen agujas en mis ojos.
Jaehyo giró la cabeza hacia Kris. —Eres un hombre extraño.
Kris se giró hacia él. —Tu mamá.
Jongin sonrió. —No me pondré en tu contra si lo matas. Infiernos, te pagaría.
JiYong se acomodó en los brazos de T.O.P, confundido como el infierno. ¿Qué estaba mal con esos hombres? Él era el único joven y aun así ellos estaban actuando como si tuvieran cinco años.
—Tengo dos mil años de edad. —Jaehyo hizo una pausa y vio a cada persona en el cuarto antes de continuar—. El vampiro original.
—Maldición. ¿Es cierto que hay un club de mujeres tratando de dormir contigo? —Kris preguntó.
—No solo mujeres. —Jaehyo sonrió.
—¿Podemos regresar a lo que está mal con mi pareja?, o tendré que lanzarte agua bendita —T.O.P gruñó.
—Mitos —Jaehyo les informó. Caminó hacia T.O.P, arrodillándose frente a ellos, y le habló a JiYong—. Lo siento, no recuerdo quién fue tu madre. A causa de lo viejo que soy y de quién soy, lo siento.
JiYong se encogió de hombros, la vieja herida se abrió de nuevo al pensar en la mujer que él nunca había conocido. —Yo la maté.
—¿Qué?— T.O.P se apartó, viéndolo con los ojos más abiertos.
—Mi padre, o debería de decir, el hombre que creí era mi padre, dijo que la maté cuando ella aún estaba embarazada de mí, la chupé hasta secarla desde el interior. —JiYong se secó las lágrimas que siempre bajaban cuando hablaba o incluso pensaba en ella. Le parecía extraño extrañar a alguien que nunca conoció, pero lo hacía.
—El doctor confió en mí cuando se dio cuenta que soy tu padre. JiYong, tú no la mataste. El hombre que te crió lo hizo. El doctor tuvo que realizar una cesárea de emergencia para sacarte.
Todo el mundo de JiYong se giró y cayó. Podía manejar el hecho de que ese hombre fuera su padre. De cualquier manera a él no le agradaba el bastardo que lo había criado. Pero la noticia acerca de su madre lo tenía en shock.
Durante su vida entera le habían dicho que él era un asesino y ahora encontraba que el bastardo lo había hecho. Quería su cabeza en un platón. La ira lo recorría y JiYong veía rojo. Quería sangre. Siseó a través de sus dientes, sintiendo que un velo diabólico cubría su mente. La venganza era todo lo que le importaba.
—JiYong. —Jaehyo tronó los dedos frente a la cara de JiYong, su ira rápidamente se disipó.
Parpadeó varias veces y se giró al hombre. —¿Cómo hizo eso?— JiYong preguntó asombrado. Su ira se había ido. Ahora solo pensaba en su pareja.
—Secreto familiar. —Le dio un guiño.
—Él me dijo que tu madre buscó refugio en el aquelarre y ellos le garantizaron que podía vivir ahí. Pero entonces tu padre se puso furioso cuando descubrió que ella planeaba huir contigo tan pronto como nacieras. Él sabía que eras mío. Ella se lo dijo. Él te quería para él, así que la silenció y te crió. Honestamente no sé por qué ella nunca vino a mí. Yo la hubiera aceptado y hubiera cuidado de ustedes.
—Eso aún no explica cómo el doctor sabía que JiYong era pariente tuyo —T.O.P puntualizó.
JiYong vio a su recién encontrado padre para que contestara la pregunta. Se sentía extraño pensar que ese hombre era su padre, cuando no se veía mayor de treinta, extraño porque el bastardo quien pretendió ser su padre, el que lo había criado, era quien llegaba a su mente cuando usaba ese título.
Jaehyo apoyó su mano en la cadera, tamborileando su dedo índice en el mentón y su boca se elevó mientras pensaba. — Tienes envenenamiento por el sol. Eso es lo que te tiene tan enfermo.
—Porque…siento que hay un ‘pero’ en todo esto —dijo JiYong mientras llevaba las manos arriba de su cabeza.
Jaehyo dejó caer la mano y caminó de nuevo sobre JiYong. r13;Pero, los rasgos de la familia parece que salieron a la superficie.
—¿Puedes dejar eso y decir algunas respuestas? Solo tengo otros siete siglos —T.O.P le gritó a Jaehyo.
Jaehyo entrecerró los ojos hacia T.O.P. —Tú también dudarías, si todos tus pequeños secretos están por salir. Disculpa, el infierno salió de mí.
Kris se rió. —nene nene nene. —Acunó sus manos frente a su boca.
—¿Realmente él necesita estar aquí?— Jaehyo vio a Jongin.
El Alfa metió las manos en los bolsillos y se apoyó contra la pared, con una sarcástica sonrisa en su cara. —Lo dije, pero nadie me escuchó. Suéltalo.
Jaehyo le dio la espalda al Alfa y al instigador. Se sentó en la cama y le sonrió a JiYong
—Estás ovulando.
JiYong rápidamente saltó de los brazos de T.O.P. El señor muy impresionante habría perdido la consciencia. Se puso de pie ante el hombre que decía ser su padre. —¡Dijiste eso!
—Es algo con lo que nacen mis descendientes, la capacidad de reproducirse ya sean hombres o mujeres. Eres asexual. La manera en que tus ojos se volvieron ónix indica que estás ovulando. Es un secreto celosamente guardado. Pero hay maneras de evitar la concepción.
—Oh, eso está mejor, si la bestia durmiente aquí se desmayó solo con la noticia, entonces puedes imaginar lo que sucederá si yo…oh, infiernos. Ni siquiera puedo decir eso. Pudiste haberme heredado tu cabello negro o tu estatura, pero no, tenías que ir y hacerme más extraño de lo que ya soy. ¿Sabes lo ridículo que se oye eso? Revisa entre mis piernas, en serio. Tengo un pene —JiYong bufó mientras señalaba su ingle.
Ya tenía el cabello naranja, los ojos verdes, era diabético y era un vampiro con un motor en la boca, y ahora ¿él podía tener niños? r13;¿Alguna otra cosa más con la que quieras joderme?— JiYong gritó al techo—. Por qué yo he terminado con toda esta mierda.
—¿A quién le está hablando?— Kris le preguntó a Jongin. Jongin se encogió de hombros.
—Despierta con un infierno. —JiYong tomó la camisa de T.O.P en sus puños, sacudió al hombre hasta que su pareja gimió y sacudió la cabeza—. Llévame a casa.
JiYong se giró hacia Jaehyo. —Muchas gracias. Crecí en un aquelarre en donde todos me odiaban, un padre que me veía cada día como si deseara que hubiera muerto cuando nací, encima de todo eso heredé diabetes. Hablando acerca de perdedores. Finalmente encuentro a alguien que me ama a pesar de mis rarezas y tengo que ir y arruinarlo todo.
JiYong se secó las lágrimas. No le iba a dar a este hombre esa satisfacción. Ahora estaba tan enojado, más enojado que en toda su vida. Ahora tenía amigos, gente que quería estar alrededor de él, pero ahora ellos lo verían como una broma de la naturaleza.
—¡No soy una broma de la naturaleza!— JiYong les gritó a todos en el cuarto. Cubrió su boca con la mano, luchando para contener la histeria. Sin importar lo que su aquelarre decía, él no era un error. Él era alguien especial. Él tenía que serlo. Al infierno con todos ellos.
—Y dame la maldita receta para el anticonceptivo. No voy a tener un bebé —agregó JiYong cuando T.O.P finalmente se puso de pie. La ira de JiYong escaló aún más al ver la gran sonrisa en la cara de Jaehyo.
—Tienes agallas. Me gusta eso.
—Normalmente soy un gran cobarde, pero finalmente encontré algo que vale la pena defender, y que tu pequeño secreto está amenazando. Entonces sí, estoy muy enojado. Y voy a dejar de hablar ahora porque solo harás que me enoje más si sigo aquí.
—¿Quieres que lo queme?— Kris le preguntó a JiYong mientras se separaba de la pared en la que se había estado apoyando.
JiYong giró la parte superior de su cuerpo, viendo a Kris. — Haz lo que quieras. Me voy a casa. —Tomó la mano de T.O.P y lo jaló hacia las escaleras. El gran hombre solo lo seguía aun impactado. ¡Hombre!
—Espera —dijo Jaehyo.
JiYong nunca vio hacia atrás. —¿Por qué? ¿Vas a decirme de alguna otra maldición? Guárdatela. Mi día lleno de diversión en Disneylandia terminó —gritó.
—El doctor dejó tu expediente en mi oficina.
—¿A quién le importa?— JiYong movió la mano sobre su hombro y jaló a su hombre hacia la puerta del frente.
—Te juro, pensé que ser gay y estar comprometido con una mujer era bizarro. Vivir en la manada Kim le gana a eso, y todo lo que he experimentado lo deja abajo. Ahora sube a la mesa de exploraciones. —Jaejoong palmeó la mesa cubierta con arrugado papel.
—¿Qué es eso?— T.O.P le preguntó al doctor cuando vio la jeringa. No era clara como la insulina que usaba JiYong. Eso tenía un color blanco leche.
—Está bien, ustedes dos, escuchen. Este es el anticonceptivo que Jaehyo me dio. Antes de inyectar esto, tengo que preguntar… ¿están seguros? No sé qué puede hacer esto. Nunca traté con nada como esto antes. Él dice que durará cinco años.
T.O.P no podía admitirlo ante su pareja, pero él pensaba que el tener un niño no le molestaba como cuando oyó por primera vez la noticia. Había tenido tiempo para pensar en eso, sopesarlo. Si eso sucediera, estaba muy seguro de que sería un buen padre. Pero la elección era de JiYong, era su cuerpo. —Ponla en mi culo ahora. —JiYong se rodó y bajó sus pantalones. T.O.P gruñó, jalando a su bola de fuego a sus brazos, desgarrando la mesa cuando sus garras salieron y sus caninos descendieron. Se giró de espaldas a Jaejoong—. ¡Mío!- Jaejoong se giró. —Gracias por mostrarlo, pero sería en tu brazo.
JiYong palmeó el pecho de T.O.P. —¿Podrías dejar eso?— Se subió los pantalones, avergonzado de mostrarle al doctor su gordo trasero cuando no había necesidad.
—¿Qué sucede, calabacita? Has estado irritable desde que dejamos esa mansión. Puedo sentir tus nervios y ansiedad. — T.O.P lo veía a los ojos que estaban tan negros como el ónix. Extrañaba los ojos verdes que le recordaban las colinas de Irlanda.
—No sé —JiYong gimió mientras se cubría la cara.
—Quiero hacerte una prueba de embarazo antes de ponerte la inyección. Nada de sexo hasta que tenga los resultados. No tengo idea de cómo funcionen estas cosas paranormales.
—Pero tengo que alimentarme —JiYong gritó dejando caer las manos y viendo a Jaejoong con horror.
¿Nada de sexo? T.O.P iba a tirarse al suelo y tener una rabieta como un pequeño niño. ¿Nada de sexo? ¿Jaejoong tendría idea de lo que sucedía cuando se alimentaba? Aparentemente no. ¿Nada de sexo? Santa mierda.
—Estoy seguro que ambos pueden encontrar maneras más creativas para liberar el estrés. Solo no quiero ninguna penetración.
T.O.P se encogió de hombros. —¿Tenías que ser tan clínico?
Jaejoong vio fijamente a T.O.P durante un momento, se encogió de hombros y se limpió la garganta. —Mira amigo, no saltes sobre el pelirrojo hasta que veamos si el conejo muere. —El doctor le sonrió—. ¿Mejor?
—No. —JiYong veía de T.O.P al doctor—. ¿Qué tiene que ver un conejo con esto, y por qué él tiene que morir? Dañar a los animales es cruel. —Levantó la mano en señal de protesta contra matar al pobre y esponjoso conejito—. ¿Incluso han visto alguno? Yo tenía uno. Ellos son lindos y suaves. Ellos saltan y… —T.O.P lo besó silenciándolo.
—Ten, solo orina en esto. —Jaejoong le dio a su pareja una taza, riéndose.
T.O.P frotó la mano en su cara. Esto iba a ser agonizante. ¿Nada de sexo? Ah, infiernos.
continuara...