Suelta a Saba y sale de la habitación. Saba lleno de frustración golpea la puerta y se pone a llorar. No comprende por que trato de seducir a Clío si apenas lo conoce. Al atardecer, después al salir de su cuarto recorre la mansión de Clío, es una casa solo de dos pisos con un pequeño ático, en el piso de abajo se encuentra la habitación de Clío que tiene un gran ventanal donde se puede apreciar una villa, hay una modesta sala con chimenea y el comedor se encuentra en la misma habitación que la cocina. La recamara de Saba es amplia, con baño propio y un gran balcón desde donde se aprecia la playa. La casa esta situada sobre un peñasco que es bañado constantemente por las olas. Mientras recorre la casa observa que se encuentra decorada con pinturas firmadas por él de algunas mujeres, y en la habitación de Clío se encuentra una pintura de Alfa. Cuando Saba examina con cuidado la pintura, descubre que sus rasgos son más finos y delicados; una traviesa sonrisa escapa de su boca mientras observa algo. Entonces sobresaltado se da cuenta que Clío lo mira desde la puerta, nuevamente con otra copa de vino. Este suspira y le dice molesto:
- ¿No te han enseñado que debes de respetar el cuarto de los demás?
- Lo lamento, pero no pude evitarlo...
- Esa pintura la hice yo cuando estábamos en el internado.
- Es perfecta... ¿Qué esta mirando tan cautivado?
- A Lady Elizabeth... su prometida.
Al escuchar eso Saba siente una violenta sacudida en su pecho. Cierra los puños con rabia y voltea furioso contra Clío.
- ¡Mientes!, ¡él no pudo estar enamorado de una mujer!
- Me temo que en eso te equivocas. Mi hermano estaba perdidamente enamorado, y ella le correspondía. Pero nuevamente mi abuela interfirió y convenció al padre de la muchacha casarla con un noble de la región. Eso fue devastador para él. Después de otro incidente, ella quedo completamente destrozada y se tiro desde un puente. Esa fue la última vez que vi a mi hermano con una mujer. ¿Quieres conocerla?
Saba estaba molesto. Se sentía celoso de que Alfa hubiese amado a otra persona que a él. Pero finalmente acepto ver el retrato. Clío sube a lo largo de una escalera hasta un desván, Saba camina detrás de él lleno de dudas y molestia. Clío busca cuidadosamente entre varias cajas hasta que haya la pintura y exclama con alegría:
- ¡Aquí estas vieja amiga!
Descubre lentamente la pintura y Saba queda impactado con la imagen. En la pintura se retrata a una delicada adolescente pelirroja de ojos verde esmeralda y piel nacarada. Mientras sonríe abiertamente sostiene en sus manos un ramo de flores blancas. Clío suspira, bebe de golpe el vino de su copa y le dice con nostalgia a Saba:
- Ella era la más hermosa del lugar. Yo era su confidente... también estaba enamorado de ella, pero prefirió sobre todas las cosas a mi hermano. Cuando me lo dijo estaba terminando su retrato. Me rompió el corazón. – sonríe con un mutis de nostalgia – Alfa lleno su ataúd con estas flores. Ese día mi abuela lo culpo de su muerte, y su padre cegado por el dolor lo intento matar.
Saba se negaba a hablar. Le hería observar cierto parecido de aquella mujer con él. Clío observo por un tiempo el retrato y nuevamente lo guardo en su lugar. Respiro profundo y tomando del brazo a Saba le dijo:
- He tenido muchas amantes, pero a ninguna la llegue a amar. Vivo solo en este lugar, jamás quise una compañera, simplemente Elizabeth es insustituible. Para Alfa significo lo mismo... pero tu...- dice mientras se le acerca a acariciar su rostro-simplemente te pareces.
Saba lleno de ira ante sus palabras, da media vuelta y sale del lugar hasta llegar a la playa y sentarse en las arenas cerca del mar, donde llora desconsoladamente. Comienza a anochecer. Clío no hace nada, solo lo observa desde el balcón y al dar media vuelta se topa con Tasuke. No le dice nada, sirve una copa de vino y la bebe rápidamente. Tasuke lo interroga:
- ¿Qué sucedió?
- ¿No acostumbras anunciarte?...- le reclama Clío mientras camina hacia una mesa con una licorera y le pregunta- ¿deseas una copa de vino?
- ¿Estas bebiendo otra vez?, sabes perfectamente que eso es muy peligroso.
- Dime una cosa... ¿qué esperas que haga? – dice Clío dándole la espalda a Tasuke mientras termina una copa de vino y nuevamente se vuelve a servir.
- ¿A que te refieres?
- ¿Quieres que domestique a tu nueva mascota para volverla en contra de mi hermano?... ¿Por qué te interesa ayudar a esa bruja que te trata como esclavo?, ¿Por qué te mantienes fiel a ella?, ¿Quién es ella?.
- No se de que me hablas. Creo que fue un error traerlo contigo
- ¡Contesta! – grita Clío mientras rompe la copa a los pies de Tasuke - ¿Por qué finges?, ¿Es tu amante?
- No. Ella no es mi amante.
- ¿Entonces?, ¿por que ayudar a alguien que nos quiere destruir o mantener como esclavos?
- Clío... Alfa esta fuera de control y es mi obligación...
- ¿Fuera de control?- interrumpe súbitamente Clío molesto y evidentemente ebrio - ¿Tienes una idea de la criatura que ha formado esa bruja?, ¿Sabes que puede hacer?
- Sí lo sé. Por eso necesito tu ayuda
- ¿Y que esperas que haga?
- Que lo hagas tu amante
- ¿Qué?, ¿has perdido toda la razón?...
- Míralo bien... es idéntico a Elizabeth
- ¡No te atrevas a mencionar su nombre!, ¡él no es Elizabeth!... ni una mínima parte se parece a ella.
- Seria tuyo... tendrías por fin lo que deseaste toda tu vida...
- ¡Lárgate!, ¡Y llévatelo contigo!...
- Piénsalo... es la oportunidad de tener lo que tu hermano te robo.
Clío no dice más. Cae de rodillas completamente agitado y comienza a llorar. Tasuke se transforma y elevando el vuelo, sale en silencio. Saba observa a Tasuke salir volando de su habitación y decide regresar. Cuando llega a su cuarto, encuentra a Clío tumbado el suelo dormido, Saba, conmovido lo levanta del piso hasta depositarlo suavemente en la cama. Mientras lo desviste y lo cubre con las sabanas, entre un sueño delirante Clío se aferra al brazo de Saba y sollozando le dice:
- Elizabeth por favor no te vayas...
Saba se queda sorprendido. Acaricia suavemente el cabello de Clío y le dice al oído:
- No te preocupes, estoy aquí y no pienso irme.
Tranquilamente Clío regresa a un sueño profundo y Saba se desviste y se acomoda junto a él para dormir. Durante la noche Clío sueña con una escena pasada, se encuentra él cómodamente sentado frente a un caballete concluyendo el retrato de Elizabeth, mientras da unas pinceladas Elizabeth se ríe y le dice:
- Creo que estas exagerando
- ¿Por qué?, ¿no te esta gustando?
- Me gusta posar para ti, pero a veces me aburro mucho... cuéntame, ¿ya le dijiste a la chica que te gusta que la amas? – dice con una sonrisa picara mientras Clío se sonroja al máximo.
- No. Pienso pedirle matrimonio después de terminar su retrato...
- Que afortunada. – contesta tomando una actitud más seria – él hombre que amo nisiquiera sabe que existo...
- ¿Qué dices? – pregunta Clío sobresaltado suspendiendo el ultimo pincelazo - ¿De quien hablas?
- ¿Sucede algo?, te has puesto nervioso... ¿te ha dicho él algo de mi?
- ¿Quién? – pregunta Clío con un nudo en la garganta al darse cuenta que Elizabeth esta enamorada de otro hombre – Dímelo por favor...
- Lo siento, pensé que él...
- ¿Quién? – pregunta con ansiedad Clío - ¿Lo conozco?
- Claro que si... vives con él.
Clío siente que le cae una cubetada de agua helada en la cabeza, trata desesperadamente de ahogar el nudo en la garganta y haciendo un enorme esfuerzo para disimular finalmente pregunta:
- ¿Estas enamorada de mi hermano?
- Si... – contesta Elizabeth sonrojada completamente – pero él apenas me ha saludado.
Clío no dice más. Recuerda lo fascinado que estaba su hermano con los retratos que hacia de ella, pero sabiendo que Clío la amaba decidió hacerse a un lado. Los celos abrumaban su corazón, ¿por qué precisamente tenia que ser él?. Pero finalmente su amor de hermano lo ayudo a sobreponerse y ayudo a Elizabeth a tener una cita con Alfa. Al principio Alfa la despreciaba a sabiendas de que Clío se sentía destrozado, pero con el tiempo no pudo negar que también se encontraba enamorado de ella. Al final de cuentas se comprometieron para casarse.
Una lágrima rodó de su mejilla mientras en sueños repetía una y otra vez el nombre de Elizabeth. Saba conmovido beso suavemente los labios de Clío y dejo que durmiera en sus brazos sin intentar siquiera aprovecharse de la situación. A la mañana siguiente, Clío despertó con resaca y se dio cuenta que se encontraba semidesnudo y en los brazos de Saba, el cual dormía profundamente. Los rayos del sol se filtraban por la ventana y por un instante Clío vio en Saba el rostro apacible de Elizabeth. Un lejano recuerdo traiciono a Clío que le hizo sentirse cerca de ella y preguntar:
- ¿Elizabeth?...
Saba al escuchar la voz de Clío abre lentamente los ojos y le sonríe. Pero Clío reacciona y se levanta sobresaltado de la cama gritando:
- ¿Qué sucedió?, ¿por qué estoy dormido contigo?
- No te preocupes, no paso nada... – dice Saba con una dulce sonrisa y estirando los brazos.
- ¡¿Me desnudaste?!
- Casi... solo deje lo indispensable – contesta Saba sonriendo picaramente aun entre las sabanas.
- ¡¿Cómo te atreviste?!...
- La verdad es que deseaba atreverme a más... pero ese no es mi estilo.
- ¡Cínico!... sal de aquí...
- No. Esta es mi habitación, por si no te habías dado cuenta. – dice Saba mientras se levanta en calzoncillos - Además el que no me dejo ir fuiste tu.
- ¡Mentiroso!... yo no seria capaz de...
- Jajaja... estabas tan borracho que...
- ¡¿Qué?!, ¡Dime! –dice Clío con cara de espanto.
- No, mejor no te cuento... te perturbaría demasiado – dice Saba con una sonrisa maliciosa.
- ¡Dímelo!, ¡te lo exijo!
- Mejor espero hasta la próxima borrachera – dice Saba riendo y guiñando un ojo.
Clío se sonroja y sale azotando la puerta. Saba se comienza a vestir, pero en el fondo se siente mal, siente terribles celos sobre Elizabeth; pero también tiene la satisfacción de haberle robado un beso a Clío.