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20. Ricky (01) por dayanstyle

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Notas del capitulo:

a leer

Changjo estaba irritado como el infierno por la interrupción. Soltó la mano de su pareja y se dirigió hacia su soldado.

 

r13;¿Qué?— gruñó.

 

Kiseok dio un paso atrás, con sus rasgos llenos de preocupación mientras veía de Changjo a Ricky. —Gong Chan vio vampiros tratando de entrar a nuestro territorio.

 

Changjo había sido informado por el Alfa Jongin de la existencia de ellos, pero nunca pensó que viajaran tan al este. Su primer pensamiento fue su pareja. —Vámonos. —Tomó el brazo de Ricky y se dirigió a la casa.

 

—No soy un indefenso, sabes. Soy un lobo Timber. —Ricky trató de discutir, pero Changjo no lo escuchaba. El pensar en su pareja luchando le oprimía el estómago.

 

—No aquí, aquí no lo eres. Eres mi pareja y serás protegido a toda costa. —¿Qué sucedió con el sumiso hombre que creía que era Ricky? Changjo gruñó. ¿Tenía otro alborotador en sus manos al igual que los tres hombres que le mandó Jongin?

 

Changjo quería a su sumiso hombre de regreso. Este chico tenía demasiado fuego para su gusto.

 

—Protege esto. —Ricky le entregó una frambuesa y tiró de su brazo liberándolo. ¿Ese tipo estaba loco? Changjo lo tomó de nuevo, pero su pareja se zafó y huyó.

 

—Maldición —rugió, cambió y salió a la caza. Este no era el momento para que su pareja mostrara su independencia. Había unos jodidos vampiros en algún lado.

 

—Oh mierda —Ricky gritó cuando vio a Changjo acercándose. Su pareja entró en pánico y aumentó la velocidad, pero Changjo conocía esos bosques como la palma de su mano. Él se desvió a la izquierda, luego a la derecha y efectivamente rodeó a Ricky.

 

—Maldición, deja de tratar de matarme del susto —Ricky jadeó dando un paso hacia atrás.

 

Changjo dejó de correr y empezó a trotar hacia él, solo que Ricky tomó una dirección opuesta, riéndose mientras corría.

 

El corazón de Changjo dio un salto en su pecho cuando vio a los soldados tomar formación, rodeando a su pareja.

 

Ellos estaban en su forma de lobo lo que significaba que no estaban jugando. Él aumentó el ritmo, cazando a su pareja que seguía en su forma humana. Hombre, el chico corría rápido.

 

—Changjo, ¿qué infiernos sucede?— Ricky gritó mientras se detenía patinando, su pecho se levantaba mientras su pareja se alejaba del lento avance de los lobos.

 

Changjo saltó frente a Ricky, gruñéndoles a los soldados. Ellos no iban a lastimarlo pero iban a evitar que se alejara más, y por la manera en que actuaba su pareja, el resultado no hubiera sido favorable para ninguno de ellos.

 

Los lobos bajaron la cabeza y se retiraron. Changjo cambió, tomó a Ricky por el brazo. —¿Qué infiernos te hizo salir corriendo de esa forma?

 

Ricky se jaló y liberó su brazo. —Te dije que puedo cuidar de mí mismo. Deja de ser todo un cavernícola conmigo. —La mirada de Ricky estaba en todos lados menos en Changjo. Se sentía como una mierda por gritarle a su pareja, pero el pelirrojo necesitaba saber cuál era su lugar y entre más pronto mejor.

 

—No vas a andar por aquí solo, no cuando los vampiros están viniendo hasta el este y los lobos rebeldes aún siguen libres. —Changjo jaló a Ricky junto a él, llevándolo a la casa. No le importaba cómo Jongin dirigía a su manada. Ricky finalmente estaba aquí y él tenía que aprender a hacer las cosas de la manera correcta.

 

Su pareja no discutió. Dejó que Changjo lo jalara hacia la puerta trasera y directo a la recámara. —Tú no lucharás contra vampiros ni renegados. No lucharás en absoluto.

 

—¿Quién infiernos eres tú para decirme qué hacer? Lo hice durante los dos últimos siglos antes de que llegaras y lo hice bien r13;Ricky resopló seriamente.

 

Changjo nunca admitiría que la actitud de su pareja lo encendía. Eso le daría una excusa a Ricky para salir disparado a cazar renegados, pero le gustaba su fuego. Aunque su boca era otra cosa. —Soy tu pareja, el Alfa de esta manada y tú me obedecerás.

 

—Sí, correcto con eso —Ricky bufó mientras cruzaba el cuarto, entraba al cuarto de baño y cerraba la puerta detrás de él.

 

—¡Joder!— Changjo gritó. Él tenía otro maldito alborotador en sus manos, esto era simplemente genial. ¿Se paseó por su casa durante meses, suspirando por su pareja solo para descubrir que era tan difícil como Yu Kwon? Solo jodidamente fabuloso—. ¡Sal de ahí!— gritó frente a la puerta del cuarto de baño.

 

—Infiernos no —Ricky gritó desde el otro lado de la puerta—. Cuando aprendas a actuar con algo de sentido común, saldré.

 

Changjo se dejó caer en la cama, no tenía ni idea de cómo manejar esa situación. Él era el Alfa y se suponía que Ricky lo escuchara, entonces, ¿por qué no lo hacía? ¿Qué infiernos iba a hacer ahora?

 

—Ricky, sal de ahí o entraré— le advirtió.

 

—No.

 

—Voy a contar hasta cinco. —Eso funcionaba hace eones cuando su madre se lo decía a él. Ella no dejaba pasar nada, y Changjo luchaba por obedecerla. Esperaba que funcionara con el pelirrojo.

 

—Ha, puede que quieras quitarte las botas para eso.

 

Changjo pasó sus manos por su cara, molesto más allá de lo creíble. Su pareja era un engreído bocón, algo que Changjo tendría que corregir. —Uno.

 

—Es por el número de neuronas que tienes.

 

—Dos —gruñó.

 

—Es por las bolas que perderás si entras aquí.

 

—Tres.

 

—Es por las muchas maneras que puedo decirte que te largues, te vayas al infierno y dejes de hablarme así, maldición.

 

Changjo se puso de pie y se acercó a la puerta. —Cuatro.

 

 

—Es por los siglos que estarás sin sexo si rompes esa puerta.

 

—Cinco —gruñó fuerte junto a la puerta.

 

—Hazlo y te dipararé en el culo, amigo.

 

Changjo frunció el ceño. ¿Qué infiernos estaba mal con ese chico? Por su vida que no entendía por qué su pareja era tan desobediente. Llevando la mano a la perilla, Changjo trató de girarla lentamente para ver si estaba bloqueada.

 

—Soy un lobo Timber. Pude oír eso —Ricky gritó.

 

Changjo empujó con su hombro la puerta, las bisagras protestaron y la puerta se abrió. Ricky trató de pasar corriendo por un lado, pero Changjo tomó a su escurridiza pareja en sus brazos.

 

—Déjame ir —Ricky gritó.

 

Changjo lo ignoró, se dirigió a la cama y lo lanzó, Ricky rebotó dos veces y entonces rodó y se colocó de rodillas. —¿Quieres algo de esto, chico grande?— preguntó moviendo su trasero hacia Changjo.

 

Cada célula en él estaba asegurada en su lugar. Si cedía ahora, Ricky podría pensar que había ganado y siempre actuaría contra los deseos de Changjo. No, él no podía dejar que su pareja hiciera lo que quisiera, y eso lo estaba matando. Él veía el apretado culito moviéndose de un lado a otro y la gran sonrisa en esa hermosa cara que parecía decir jódeme.

 

Con la fuerza de diez dioses, Changjo dio un paso atrás. —No hasta que aprendas a obedecerme. —«Habla por ti mismo», su pene protestó.

 

Dio otro paso hacia atrás y entonces se giró. Estar desnudo no ayudaba para su causa. Changjo tomó un par de jeans de la cómoda y se los puso antes de terminar la discusión. Odiaba que su ropa se desgarrara cuando cambiaba. Eso hacía que aumentaran sus gastos en ropa.

 

Cubierto de manera segura, Changjo se giró y estuvo malditamente cerca de caer. ¿Cómo infiernos hizo Ricky para desnudarse tan rápido?

 

Tenía que salir de aquí. Su resolución estaba a cinco segundos, no, a un segundo de sucumbir. Ellos podrían hablar después.

 

Changjo caminó casualmente hacia la puerta, tratando de hacer su mejor esfuerzo por parecer que no le afectaba, abrió la puerta y la cerró detrás de él. Alejarse de la espectacular vista era la cosa más difícil que había hecho.

 

Presionó la palma de su mano sobre su erección. Estaba pulsando por estar libre e invadir. Changjo se secó la frente mientras bajaba las escaleras, sintiendo la necesidad de regresar y reclamar lo que era suyo, pero la pequeña voz en el fondo de su cabeza le recordó por qué en primer lugar se había alejado. «Él tenía que aprender a obedecer».

 

Changjo palmeaba su pulgar en su muslo, mientras se paseaba por el vestíbulo maniáticamente. Tenía que perder la erección antes de subir los escalones y derribar a su pareja.

 

Ricky tenía una boca letal que lo encendía, algo a lo que Changjo no estaba acostumbrado. Todos lo obedecían. Los tres pequeños hombres eran una historia diferente.

 

¿Por qué su pareja no podía hacer lo que él le decía? Él no era complicado. «Solo haz lo que te digo y nos llevaremos bien. ¿Qué tan difícil era eso?»

—¿Qué te tiene tan ansioso?— el soldado Seyong preguntó.

 

Changjo salió de sus reflexiones y miró fijamente a Yoochun como si hubiera aparecido en el aire. —¿Qué?

 

—¿Pregunté qué te tiene tan ansioso?

 

—Oh. —Changjo pasó su mano por su cabeza peguntándose por qué había dejado que su pareja le hiciera esto. Él era fuerte, seguro y con confianza en sí mismo. El Alfa de toda una ciudad y un pequeño pelirrojo estaba haciendo que perdiera la cabeza—. Solo preguntándome qué hacer acerca del vampiro que Gong Chan vio.

 

El soldado lo vio fijamente durante un momento. Changjo no podía culparlo. Nunca se había preguntado qué hacer. Solo lo hacía. Esto estaba fuera de su personalidad. Todo eso de cuestionarse. El maldito pelirrojo estaba haciendo que perdiera la cabeza.

 

—Puedo sugerir que refuerces la guardia. —Yoochun no lo dijo como sugerencia, más bien como si estuviera rogándole a Changjo.

 

—Habla con Junyoung y que haga los arreglos. —Changjo lo despidió. Al diablo con esto, no iba a ir a ningún lado a este ritmo. Ricky finalmente era suyo, y había llegado el momento para que el pequeño chico se diera cuenta de lo que eso significaba.

 

—También —Changjo esperó a que Seyong se girara—, lleva a mi pareja a mi oficina. —Eso sería divertido de ver.

 

—Si, Alfa. —Yoochun inclinó ligeramente la cabeza y salió a hacer lo que le había pedido. Ves, no es tan difícil. ¿Por qué Ricky no podía hacer eso?

 

Changjo caminó hacia su oficina, se sentó detrás del escritorio tratando de verse casual. El shifter probó varias poses antes de oír que Ricky caminaba por el pasillo.

 

 

—No me importa lo que él quiera. Tócame de nuevo y amarraré tus bolas en un lazo.

 

Changjo realmente sintió lastima por Yoochun. El chico probablemente usó toda su paciencia para tratar con Ricky. El soldado con apariencia confundida atravesó la puerta, su cara se tensó mientras veía a Changjo.

 

—¿Gruñiste?— Ricky cruzó los brazos en su pecho e hizo un puchero con sus labios. Tenía que llamarle a Jongin y preguntarle si así era como Ricky actuaba normalmente. Si así era, estaría sorprendido de que el otro Alfa no le hubiera lanzado a Ricky a sus brazos cuando ellos se reunieron.

 

—Creo que podemos llegar a algún tipo de acuerdo. Soy un hombre razonable. —Señaló hacia el sofá. La expresión de su pareja se suavizó. Le sonrió y se sentó, viendo a Changjo para que lo orientara—. No creo haberte dicho nada equivocado, así que ¿por qué es tan difícil para ti escucharme?

 

La sonrisa de Ricky disminuyó. —¿Esto es a lo que llamas acuerdo?— Cuando Changjo asintió, Ricky continúo—. Creí que había tomado la decisión correcta al venir aquí. Tú no quieres una pareja. Tú quieres un sí-chico. Lo siento Changjo, eso no es lo que yo soy. Y también siento que no puedas aceptarme por quien soy —Ricky habló suavemente.

 

—Espera. —Changjo levantó la mano cuando Ricky se ponía de pie—. Siéntate, hablaremos.

 

—Acerca de qué, ¿de cómo puedo servirte mejor?— Ricky jaló la bastilla de su camisa—. Haz un memorándum. Me aseguraré de obtener una copia.

 

Changjo no detuvo a su pareja, en lugar de eso vio al triste hombre alejarse y se preguntó cómo pudo arruinar todo tan rápidamente. Su madre siempre había obedecido a su padre y su hogar era totalmente armonioso cuando él era un niño.

 

Todo lo que Changjo quería era lo mismo. No conocía otra manera de ser. Su padre tomaba todas las decisiones e imponía las reglas con amorosa mano. Changjo quería la misma armonía, la misma devoción que veía en su madre.

 

Levantándose de su escritorio, Changjo decidió tomar una larga caminata para ordenar sus ideas.

 

Yoochun vio a la pareja del Alfa cerrar la puerta silenciosamente, con lágrimas en los ojos. A él no le había gustado el irritante hombre al principio, pero ver a alguien tan triste lo detuvo.

 

Realmente no conocía la historia de Ricky, así que debería reservar su juicio hasta conocer un poco mejor al lobo Timber. Por lo que Young Bin dijo, el chico era un buscapleitos. Pero Yoochun no veía eso, pero estar en un lugar extraño debía ser inquietante.

 

Ricky caminó enérgicamente por el pasillo y se dirigió directamente a la sala. Yoochun lo siguió, curioso por el hombre. Se rió consigo mismo. Yu Kwon estaba ahí. Esto iba a ser interesante.

 

—Hola, Yu Kwon —Ricky sonrió.

 

—¿Tú soldado?— Yu Kwon entrecerró los ojos, colocando sus manos en las caderas. A Yoochun realmente le agradaba el pequeño chico. Él tenía espíritu.

 

—No, soy la pareja de Changjo.

 

Yu Kwon parecía intrigado. —Pero eres hombre.

 

Yoochun no podía entender la confusión de Yu Kwon. Los tres hombres habían sido forzados a prostituirse. No era un secreto que la clientela habían sido hombres. Entonces, ¿por qué el pequeño hombre, estaba confundido?

 

—Si, la última vez que me revisé lo era. Aunque últimamente me lo he estado preguntando. —La pareja del Alfa murmuró la última parte. ¿Qué exactamente estaba sucediendo?

 

Yoochun asintió cuando Junyoung se le unió. Ambos obsevaron al pelirrojo y a la amenaza conocerse.

 

—El chico me parece un poco quisquilloso —Junyoung comentó.

 

—También lo creo y desagradable también. —Yoochun sacudió la cabeza—. Aunque hay más en él que eso.

 

Junyoung curvó los labios. —Todo lo que sé es que nuestro Alfa esperó mucho tiempo para que el Rojo viniera y para qué, ¿para qué nos desprecie? No debería creerse mejor que todos los demás. Ni siquiera lo es.

 

Yoochun olió que aumentó la tristeza que provenía de la sala. Se maldijo cuando se dio cuenta de algo que no debió de haber olvidado. Ricky era un lobo Timber, capaz de oír su conversación.

 

El pelirrojo hablaba y actuaba como si no hubiera oído nada de la conversación entre Yoochun y Junyoung.

 

Yoochun se sintió como una mierda.

 

Changjo llegó de correr y se quitó los audífonos dejando el reproductor MP3 en el mostrador y sacó la botella de jugo de naranja del refrigerador. Incluso aunque él amaba correr en su forma de lobo, era un bicho raro entre los shifters. A los lobos se supone que no les gusta correr en su forma humana.

 

Se tomó el jugo de una sola vez y tiró la botella y la tapa. El correr ayudaba a aclarar su mente, pero aun así no había hallado una solución a su problema. ¿Cómo iba a manejar a su pareja?

 

—¿Disfrutaste correr?— Junyoung preguntó entrando en la cocina.

 

—Como siempre. —Changjo rodó sus hombros, quería un baño caliente para relajar los músculos que sentía tensos. Al parecer después de todo correr no ayudó.

 

—Tu pareja está en la sala con la Amenaza‘.

 

—Es Yu Kwon. Trata de usarlo. —El pequeño chico era una amenaza, pero a Changjo le agradaba. Probablemente no ayudaba a su autoestima que todo el mundo lo llamara con ese nombre. Los tres hombres podrían haber aumentado su consumo de aspirinas, pero ellos no pidieron ser forzados a tan horrendas circunstancias.

 

—Sensible hoy —Junyoung bromeó, jalando una silla de la mesa de la cocina y tomando asiento.

 

Él nunca hablaba de sus sentimientos y no iba a empezar ahora. Además, no quería oír lo que su Beta iba a decir. Él mismo encontraría la solución.

 

—No estoy sensible, solo cansado. —Changjo tomó otra botella de jugo y dejó a su Beta para buscar a su pareja. Aunque al parecer las cosas no iban bien, la atracción para estar cerca de Ricky era indiscutible.

 

Ricky aún seguía en una animada conversación con Yu Kwon, solo que ahora B-Bomb, aunque en realidad se llamaba Min Hyuk, estaba con ellos, Él era el más tranquilo del grupo, y Changjo siempre mantenía el ojo en los tranquilos. Al parecer sin importar dónde estuviera Yu Kwon, B-Bomb no estaba muy lejos de él. Esos dos parecían estar pegados con pegamento. Era raro ver a Yu Kwon sin él. El tercer hombre era Hak Yeon, pero él no estaba por ningún lado, como de costumbre.

 

—Entonces, ¿juegas esos juegos y son divertidos?— Yu Kwon le preguntó a Ricky.

 

—Oh si, tienes que verlo si logro poner mis manos en una consola. Te mostraré cómo los hago explotar —Ricky se carcajeó.

 

Changjo estaba asombrado de la musical voz. Quizás él estaba siendo injusto. Solo quizás la relación de sus padres no es como todo mundo vive una relación. Entró al cuarto, inclinó la cabeza hacia los dos pequeños hombres y entonces vio a su pelirrojo.

 

—Hola. —Por primera vez en su vida tenía un nudo en su lengua. Eso era muy extraño en él.

 

—Hola. —Changjo podía oler la aprehensión salir de su pareja. ¿Cómo podía darle a su pareja lo que quería mientras lo mantenía a salvo y obediente? Esa era la pregunta de los veinte mil dólares.

 

—¿Puedo hablar contigo?

 

—Depende, ¿vas a darme órdenes o esta vez quieres realmente hablar?— Ricky se puso de pie enfrentando a Changjo cuadrando los hombros—. No quiero más dificultades, pero no quiero estar bajo tu pulgar.-

 

Changjo miró a los otros dos hombres, inseguro de cómo manejar esto. —¿Podemos hablar en algún lugar más privado?

 

—Bien, muéstrame el camino. —Ricky caminó hacia él, juntando las manos al frente y esperando. Era duro suprimir su necesidad de dominar, decirle a su pareja qué hacer y que no objetara al respecto. Era una táctica que no había funcionado. Él tenía que encontrar el balance.

 

Changjo les dio una tensa sonrisa a los dos hombres que vieron la escena y entonces guió a Ricky hacia fuera. Frunció el ceño al ver la puerta de su oficina entreabierta. ¿Qué infiernos estaba sucediendo ahí? —Espera aquí. —Changjo levantó la mano para detener a Ricky que entraba detrás de él.

 

—¿Qué sucede?

 

Él no quería contestar a eso. Su pareja solo discutiría que él podría cuidarse solo y ahora no era momento para eso. —Por favor.

 

—Dado que lo pides tan amablemente. —Ricky se apoyó en la pared y tamborileaba los dedos en los paneles detrás de él mientras Changjo entraba. Revisó el cuarto pero no encontró nada fuera de su lugar. Todos en la casa sabían que no le gustaba que nadie entrara cuando él no estaba.

 

—Vamos, entra —le dijo después de una última revisión. Vio una taza de té medio vacía y supo que Yu Kwon había estado ahí. Ese era otro al que no le gustaba obedecer. Tendría que hablar con él sobre entrar a su oficina.

 

—Debo decir que te ves realmente caliente en esos short de basquetbol. —Ricky lo barría con la mirada. Changjo se quedó sin habla. ¿Después de cómo estaban las cosas, su pareja aun quería sexo? Había pensado que el orgullo del pelirrojo había resultado herido con lo que sucedió antes, cuando lo dejó colgado en la recámara de esa forma.

 

—Gracias.

—Entonces, ¿de qué es lo que quieres hablar, chico grande?

 

Él no estaba seguro. Todo lo que sabía era que no le gustaba la tensión entre ellos. Con un molesto tic nervioso bajo su ojo, Changjo se apoyó en el escritorio decidiendo tomar una postura no autoritaria en lugar de sentarse detrás del escritorio y parecer que estaba imponiéndose. Apoyó las manos a los lados agarrando el escritorio.

 

—¿Cómo vamos a hacer que esto funcione?

 

Ricky parecía sorprendido. Sus labios ligeramente abiertos y sus ojos más abiertos por un momento. —No sé.

 

Changjo se movió ligeramente, cruzó los tobillos viendo a su impactante pareja. —No me gusta discutir, al menos no contigo. Nosotros tenemos que encontrar la manera para que ambos tengamos lo que queremos sin discutir.

 

Ricky hizo un puchero con los labios pensando. —¿Qué tal si no me tratas como si fuera de cristal y yo trato de mantenerme fuera de los problemas?

 

—¿Y tú harás lo que yo diga?— Changjo levantó la mano para detener su protesta—. Dentro de lo razonable, y trataré de no tratarte como alguien tan frágil.

 

Su pareja lo veía con suspicacia. —Dudo que puedas tolerar que vaya en tu contra.-

Eso era cierto. Básicamente le estaba cediendo algo de su control y le entregaba una parte a su pareja.

 

Cuando toda su vida había estado detrás del volante, era difícil dejar que alguien más manejara, pero tenía que intentarlo. Su relación era lo más importante de su vida y él quería que funcionara.

 

¿Por qué infiernos el destino le había dado una pareja con una fuerte personalidad? ¿Acaso no sabía cómo de controlador él era? Que Changjo tratara de pensar de una nueva manera iba contra su inclinación natural de dominar, pero por Ricky lo intentaría.

 

—Trato. —Extendió la mano, esperando a ver si el pelirrojo estaría de acuerdo o discutiría más.

 

Ricky se puso de pie lentamente y cruzó el cuarto deslizando su mano en la de Changjo, la necesidad de dominar ya rugía en su cabeza, pero Changjo la calmó.

 

—Entonces, ¿podemos tener sexo ahora?— Ricky le sonrió.

 

continuara...

Notas finales:

Ricky es un dolor de cabez andante hahahaha..... quiere agragarle diversion a esta aburrida manada....

nos leemos

dejen rw


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