Doo Joon vio a su padre durante un segundo cuando oyó el sonido de un disparo que hizo eco. Su corazón cayó a su estómago mientras corría a casa, rezando porque su pareja estuviera a salvo. Mientras llegaba a la puerta trasera, Yoseob salía corriendo directo hacia Doo Joon.
Doo Joon dejó salir un grito mientras revisaba si su pareja tenía alguna lesión y lo jaló más cerca cuando no vio ninguna.
—¡Lee Joon! —Yoseob gritó—. ¡Seung Jin le disparó a Lee Joon! —Su pareja estaba clavándose en él mientras aumentaba su histeria.
—Ve a la casa y quédate en la cocina. —Yoseob asintió rápidamente mientras sus ojos seguían llenos de miedo. Doo Joon acunó su cara, acercándose a los labios de su pareja—. Va a estar bien. Necesito que estés a salvo mientras nos encargamos de esto.
—Está bien. —Yoseob se apoyó en Doo Joon, dándole un rápido beso antes de correr hacia la casa. Doo Joon se dio media vuelta y corrió hacia donde había venido el sonido. Cuándo dio vuelta en la esquina, su rabia recorrió su cuerpo.
Lee Joon estaba acostado en el suelo sin moverse. «¡No!» Doo Joon corrió hacia el patio sin preocuparse de que su primo estuviera en algún lugar con un arma de fuego probablemente apuntándole a él. Tenía que llegar con su hermano mayor.
Doo Joon cayó de rodillas cuando llegó junto al gemelo, empujándolo sobre su espalda. La cabeza de Doo Joon cayó hacia atrás mientras las lágrimas caían en su cara, dejó salir el aire. El tiro sólo había rozado el hombro de Lee Joon.
—Bastardo —Seung Ho gritó mientras cambiaba. Fue directamente contra su primo mientras Pa también caminaba dirigiéndose hacia Seung Ho.
Seung Jin se enderezó de su posición al lado de la camioneta y trató de huir. Apuntó a Seung Ho con su arma. Pa rugió y atacó a Seung Jin como un padre protegiendo a sus cachorros, y eso era exactamente lo que su padre estaba haciendo.
Los trillizos y LEO llegaron en sus caballos, desmontaron y cambiaron. Los caballos corrieron hacia el establo mientras los osos se encargaban de Seung Jin.
—Hey, problema, despierta. —Doo Joon palmeaba un lado de la cara de su hermano—. Sólo es un rozón, deja de actuar como un gran bebé. —Su voz se tensó mientras trataba de despertar al gran hombre.
Seung Ho llegó junto a ellos, empujó a Lee Joon con su hocico y gimió. Empujó a su gemelo con la pata, tratando de que se moviera.
Doo Joon notó el terror en la expresión de Yoseob mientras bajaba los escalones del frente. Sostenía sus puños sobre su pecho mientras se acercaba.
—Es Seung Ho. No está herido. —Doo Joon le extendió la mano esperando a que su pareja se acercara. Vio a su pareja ver a Seung Ho antes de apresurarse a su lado. Doo Joon envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Yoseob mientras su pareja temblando veía el cuerpo de Lee Joon en el suelo.
—Él está…
—No —Doo Joon le contestó mientras pasaba su mano por el pelo de la cabeza de Seung Ho, haciendo su mejor esfuerzo por tranquilizar al gemelo—. Sólo está desmayado. Sentí un chichón en su cabeza. Debió de haberse golpeado al caer.
Yoseob se arrodilló al lado del gemelo inconsciente mientras tentativamente estiró la mano, sintió el cuello de Lee Joon y entonces soltó el aire al confirmar por si mismo que el oso estaba bien.
—Dónde infiernos mi hermano se equivocó con él —Pa grito enojado desde el patio—. El imbécil hijo de perra lo hizo a propósito, casi como una misión suicida. —La voz de su padre se quedó atrapada en su garganta cuando llegó con ellos.
—Él ya no quería ser un adicto —Yoseob murmuró a su lado—. He visto lo que las drogas pueden hacer. Él tomó la única salida que creyó que le quedaba.
Doo Joon apretó los dientes mientras escuchaba las palabras de su pareja. —Es una salida cobarde —bufó. Seung Jin siempre había tenido problemas, pero él podría haberle pedido ayuda a alguien. Ellos pudieron haberlo ayudado.
Doo Joon se movió más cerca de su hermano mientras Lee Joon gruñó. Seung Ho cambió, arrodillándose al lado de su gemelo. Doo Joon podía ver el rubor en las mejillas de Yoseob mientras su desnudo hermano se arrodillaba al lado de Lee Joon.
—Levanta tu culo —Seung Ho le dijo a su gemelo en una voz manchada de lágrimas.
Doo Joon podía oír el alivio y un poco de miedo en la temblorosa voz de Seung Ho.
Ellos ayudaron al gran hombre a levantarse mientras abría los ojos. Lee Joon se agarraba la parte de atrás de su cabeza mientras ellos lo llevaban al porche de la casa.
—Lo tengo —Seung Ho le dijo a Doo Joon y Yoseob que le ayudaran a colocar a Lee Joon en una silla. Doo Joon llevó a Yoseob a la sala y lo revisó por todos lados.
Sabía que su padre estaba pasando malos momentos con esto. Él estaba afuera en el asador, volteando los trozos de carne de cerdo y viendo a la distancia. Sus hermanos se llevaron a Seung Jin y lo enterraron junto a sus padres.
Nadie iba a recuperarse pronto. Infiernos, Doo Joon estaba pasando duros momentos para aceptar lo que acababa de suceder.
—Él ya no va a sufrir a causa de las drogas. —Yoseob le dio una cautelosa sonrisa mientras nervioso retorcía sus manos en el regazo. Él sabía que su pareja estaba tratando de confortarlo. Doo Joon se sentó al lado de él y jaló a Yoseob a su regazo y lo sostuvo.
Yoseob veía la moderna cocina. Era linda como el infierno. La estufa era gigantesca y el refrigerador enorme. Rasa no lo mimó. Él había llegado mientras estaban ocupados con el desayuno.
Los dos parecían sincronizados trabajando alrededor de la cocina. —Seguro como el infierno aprecio que trabajes aquí -dijo Rasa mientras llevaba un plato hacia la ventanilla—. Me dará más tiempo para pasar con mi pareja.
Yoseob miró alrededor del área del comedor viendo a alguna gente que conocía del centro de ayuda. Ahí estaban
Xiumin, Taemin, Heechul, y Key, Los cuatro estaban sentados en una mesa mientras cuatro grandes hombres estaban en la mesa de al lado.
Supuso que ellos eran las parejas de los hombres. Yoseob rápidamente se olvidó de ellos mientras el desayuno se convirtió en la comida en el restaurante. Estaba exhausto para cuando el restaurante estuvo en calma.
Sus pies le mataban, pero por primera vez en mucho tiempo, Yoseob estaba feliz y se sentía realizado. Él ya no sería definido como la pequeña perra de Hyeong Kon. Algo que siempre había odiado. Ni siquiera se definía como la pareja de Moon Doo Joon. Todos sabrían que Yoseob era el cocinero del restaurante, y Yoseob no lo quería de otra manera.
Sonrió de oreja a oreja cuando vio a Doo Joon entrar por la puerta. Los ojos de su pareja se iluminaron cuando vio a Yoseob cruzar el restaurante. La blanca sonrisa de Doo Joon y el negro cabello hacía que su corazón se saliera de su pecho.
Su pareja era simplemente hermoso. Sus ojos grises se movían con delicia mientras veía a Yoseob. —Te extrañé. -Doo Joon se apoyó contra el mostrador, y Yoseob sintió que la fuerza dejaba su cuerpo al encontrarse con él en medio del pasillo. Sus labios se tocaron y el cuerpo de Yoseob reconoció inmediatamente el olor, el tacto y el sabor de su pareja. Su pene comenzó a pulsar cuando Doo Joon acunó su mandíbula, pasando su pulgar por la piel de Yoseob mientras tomaba a lo que tenía derecho justo en el restaurante.
La cabeza de Yoseob se apoyó hacia el toque de Doo Joon. Él estaba listo para irse, listo para estar en los fuertes brazos del hombre de nuevo. Yoseob se oyó gemir cuando Doo Joon se apartó. Doo Joon le dio una conocedora sonrisa, pasando sus dedos por el lleno labio inferior de Yoseob.
—Vayan a casa. —Baekho se reía—. Nosotros limpiaremos, vayan.
Yoseob rodeó el mostrador y llegó al lado de Doo Joon en segundos.
Su pareja levantó los brazos viéndolo a los ojos. —Hola.
Yoseob sintió una tonta sonrisa formarse. La que le decía cuán profundamente realmente lo amaba. —Hola. —Doo Joon tomó su mano y les dijo adiós a todos con la otra mano.
—Buenas noches chicos —dijo Rasa mientras dejaban el área de trabajo y se unía a Doo Joon en un mundo en el que Yoseob sólo podía describir como una fantasía en donde Doo Joon era su rey.
—¿Te sientes como para un paseo? —Doo Joon preguntó mientras abría la puerta de Yoseob. Asintió mientras se sentaba y Doo Joon cerraba la puerta de la camioneta.
—Bien. —Doo Joon se inclinó y lo besó una vez más, y entonces cerró la puerta. Salieron del estacionamiento y salieron del pueblo.
Yoseob no preguntó a dónde irían. Sólo le importaba que iba con el hombre de sus sueños.
Doo Joon estacionó la camioneta a lo largo de un suave borde del camino.
—Vamos, dulce corazón.
Yoseob siguió a su pareja hasta que llegaron a un claro. Jadeó cuando vio una gran manta extendida y un caballo atado en una rama baja.
—Desnúdate.
Yoseob miró a Doo Joon durante un momento y entonces se quitó la ropa, preguntándose por qué estaba desnudo en medio del campo.
Doo Joon hizo lo mismo y entonces montó en el caballo, extendiendo la mano hacia Yoseob.
—¿Qué estás haciendo? —Yoseob se rio y tomó la mano de su pareja que lo ayudaba a montar.
—Un poco de juego. —Doo Joon mordió su oreja mientras le urgía a su caballo a avanzar.
Yoseob se sostenía de la montura mientras Doo Joon envolvía sus brazos alrededor de él.
Su pene estaba totalmente erecto enviando chispas de fuegos artificiales a través de Yoseob mientras el caballo se movía.
—Inclínate hacia adelante. —Doo Joon buscaba en la alforja mientras Yoseob hacía lo que le decía. Por segunda vez en veinte minutos, gimió.
Los húmedos dedos de Doo Joon jugaban en su agujero mientras ellos recorrían la noche.
—Esto es un corto paseo a caballo. —Doo Joon se rio mientras colocaba la mano en la espalda de Yoseob, empujándose un poco más. La cabeza de la montura se presionaba contra su abdomen mientras el pene de Doo Joon se deslizaba dentro del culo de Yoseob.
Los dedos de Yoseob se encajaban en la piel de la montura, gimiendo mientras el pene de Doo Joon entraba y salía de él. Nunca en su vida hubiera soñado con algo como eso. Estaba casi acostado mientras Doo Joon abría más sus piernas sobre las de él.
—Yo te sostengo bebé. No te vas a caer. —Los dedos de Doo Joon se encajaban en las caderas mientras Yoseob gemía—. Joder dulce corazón, Mírate.
Doo Joon gruñó mientras jalaba a Yoseob hacia su eje.
Yoseob no podía entenderlo pero el olor de la piel y el caballo lo estaba llevando a la locura. Doo Joon tenía las riendas en su mano mientras curvaba sus dedos en la piel de Yoseob, jodiéndolo hasta la inconsciencia. Ellos llegaron de nuevo a la manta, Yoseob protestó cuando Doo Joon lo liberó.
Su pareja se reía mientras ayudaba a Yoseob a bajar y lo acostaba en la manta. —Temía correrme mientras montábamos. Nunca lo he intentado antes y no necesitaba que ninguno de los dos se cayera.
Colocó a Yoseob sobre sus manos y sus rodillas y entonces volvió a entrar. Yoseob se aferró a la manta mientras Doo Joon se aferraba a sus lados y se movía dentro y fuera de su culo.
—Doo Joon, por favor. No seas suave, no seas suave —Yoseob le rogaba mientras se sentía abrumado por la necesidad. El cuerpo de Doo Joon lo cubría mientras se empujaba en el interior de Yoseob, dándole exactamente lo que había pedido. Podía sentir el sudor de Doo Joon cayendo en su cuerpo y sus músculos tensarse cuando Doo Joon hizo que explotara.
—Córrete para mi, bebé —Doo Joon le gruñó fuerte mientras él también se corría.
Las nalgas de Yoseob estaban adoloridas como el infierno por los golpes que había pedido pero se sentía saciado, acostado en la manta con una tonta sonrisa en su cara.
Doo Joon colapsó a su lado, su pecho se movía tratando de recuperar su respiración. —¿Vas a matarme, no es así? —él se rió.
Ambos se sobresaltaron cuando una mano llegó al brazo de Doo Joon. Yoseob se rodó fuera del camino mientras Doo Joon cambiaba.
Doo Joon maldijo cuando vio a Lee Joon y Seung Ho acostados sobre sus abdómenes detrás de un árbol. Sus hermanos colocaron un dedo en sus labios y señalaron con la cabeza la camioneta de Doo Joon. Doo Joon jaló a Yoseob a su lado, empujándolo bajo su forma de oso, sosteniéndolo de manera protectora.
Seung Ho se deslizó y tomó la ropa de Yoseob y se la lanzó a su pareja. —Hay un lobo alrededor de tu camioneta —Seung Ho murmuró—. No queríamos interrumpir pero él te hubiera encontrado y a Yoseob.
—Es Hyeong Kon. Lo sé. —Yoseob levantó las caderas y se puso los jeans. Doo Joon gruñó cuando sus hermanos vieron el flácido pene de Yoseob.
—¿Qué? Sólo estoy viendo si el cabello rubio de su cabeza es natural. —Lee Joon le sonrió a Doo Joon—. La única manera de saberlo es revisando el vello púbico.
Doo Joon retrajo sus labios y le gruñó a su hermano en advertencia. Seung Ho los silenció y le dio los zapatos a Yoseob.
-;¿Cómo infiernos supieron sobre esto? —Yoseob preguntó suspicaz mientras se acercaba a Seung Ho.
Si, Doo Joon quería saber lo mismo. Lee Joon cambió y él y su hermano se dirigieron hacia la camioneta. Seung Ho tomó a Yoseob y lo llevó al caballo, cabalgando rápidamente hacia la granja.
Doo Joon los vio hasta que se perdieron de vista antes de concentrarse totalmente en el lobo. Rodeó la camioneta por la izquierda y dejó que Lee Joon la rodeara por la derecha. Rugió cuando ninguno encontró a nadie.
Ambos se giraron y se dirigieron hacia el otro gemelo y la pareja de Doo Joon. De algún modo el lobo vio que Seung Ho se iba con Yoseob, y ahora seguía su rastro. Doo Joon corrió tan rápido como pudo, pero sabía que no se detendría hasta detener al lobo o llegar a casa.
Después de kilometro y medio vio al caballo correr hacia ellos pero no lo montaba nadie. Su sangre se heló con la vista, aumentó la velocidad pasando al caballo en busca de su pareja. Finalmente vieron a Yoseob correr hacia ellos pero Seung Ho y el lobo no se veían por ningún lado.
Doo Joon cambió y atrapó a su pareja que colapsó en sus brazos. —Hyeong Kon —jadeó. Tragó aire y entonces continuó—. Hyeong Kon nos tumbó del caballo. Seung Ho cambió a oso y está luchando contra él. Yo corrí por ustedes.
Lee Joon se alejó corriendo a toda velocidad hacia su gemelo. Para cuando Doo Joon y Yoseob llegaron, Seung Ho estaba acostado en el suelo, herido y el lobo se había ido. Lee Joon rugió y hundió la pata en el suelo. Doo Joon tomó a Seung Ho del suelo y corrieron hacia la camioneta.
—Lo siento —Yoseob seguía diciendo una y otra vez hasta que ellos llegaron a la camioneta y Lee Joon saltó a la caja y cambió para tomar a su gemelo en sus brazos.
Doo Joon se lo dio y subió al asiento del conductor, saliendo a toda velocidad. Doo Joon salió con sus hermanos de la casa y le dijo a Yoseob que se quedara con su Pa. No había manera de que Hyeong Kon se saliera de esta.
Mientras salían del porche dos grandes camionetas llegaron.JongIn salió de una de ellas, seguido por seis hombres. -Vengan conmigo.
Doo Joon asintió, subiendo al asiento del pasajero mientras Lee Joon entraba en el otro vehículo. Sacó una hoja de papel en la que Yoseob le había escrito la dirección y los lugares que solía frecuentar.
Doo Joon se sintió mejor sabiendo que los trillizos y LEO se quedarían en casa con su pareja. Ellos llegaron a la ciudad a la casa de Hyeong Kon, y se detuvieron y apagaron las luces.
Salieron de la camioneta y revisaron el área mientras entraban al edificio y subían las escaleras. JongIn empujó con su hombro la puerta del departamento haciendo que se abriera y golpeara contra la pared.
Hyeong Kon, o él asumió que lo era, estaba desnudo frente al fregadero de la cocina, lavándose los brazos, el agua con sangre se iba por el resumidero. —¡Jodido perro! —Lee Joon gritó mientras se apresuraba hacia Hyeong Kon—. Él es mi jodido gemelo -rugió mientras le daba un golpe después de otro.
JongIn detuvo a Lee Joon después de al menos una docena de golpes.
—Tus días de traficante terminaron. —JongIn le lanzó algo de ropa al lobo-shifter, su cara mostrando su disgusto.
Hyeong Kon atacó al Alfa. JongIn se hizo a un lado y todos vieron cómo Hyeong Kon caía al suelo. —¿Eres realmente tonto? -;Chanyeol llegó frente a Hyeong Kon, muerte cruzaba su cara.
Hyeong Kon se rodó, metió la mano bajo el sofá y sacó una pistola. Chanyeol en segundos pateó la mano de Hyeong Kon que sostenía la pistola mientras Hyeong Kon cambiaba. Lee Joon también cambió, atacando a Hyeong Kon hasta que ya no se movió.
—Limpien el lugar. Quiero esa droga —dijo JongIn mientras todo el mundo comenzaba a revisar cajas y bolsas.
Yoseob estaba llenando el lavavajillas, necesitaba algo en qué ocupar su mente hasta que su pareja y Lee Joon regresaran. Estaba enfermo de preocupación por ellos. Seung Ho estaba arriba en su cuarto, sanando en su forma de oso. Pa dijo que él se iba a recuperar bien. Yoseob oyó un gruñido que se elevó en el aire.
—Maldición, Doo Joon. ¡No has tenido suficiente de asustarme! —Yoseob gritó.
Doo Joon se reía mientras lo rodeaba. —Nunca tengo suficiente en nada de lo que a ti concierne.
Yoseob se giró tan pronto Doo Joon lo soltó y le dio un abrazo con un agarre de muerte. No tenía que decir nada. Doo Joon sabía lo asustado que estaba. Yoseob pasó su mano por el cabello mientras escuchaba el corazón de su pareja bajo su oído. Ese era un sonido del que nunca se cansaría. —No quiero saber.
—Está bien —dijo Doo Joon suavemente—. Tengo algo tuyo.
Yoseob ya tenía lo que quería en sus brazos. Después del largo viaje que había tenido para llegar hasta aquí, no planeaba irse a ningún lugar pronto. De la casa de sus padres a una vida que nadie debería de tener, hasta llegar al hombre que amaba, Yoseob sabía que finalmente estaba en casa.
Levantó la vista y se giró cuando Doo Joon tomó algo de la mesa de la cocina. Yoseob gritó de alegría al tomar su libro de cocina de la mano de Doo Joon. —Pensé que nunca lo vería de nuevo.
—Recordé que dijiste algo sobre eso y lo tomé para ti.
-Doo Joon le sonrió orgulloso.
—Gracias. —Yoseob se abrazó más fuerte a Doo Joon. ¿Cómo podría su vida ser más perfecta de lo que era? Tenía una pareja que lo amaba, una gran casa, y amigos que estarían con él sin importar nada.
El viaje de Yoseob a través de su nueva vida apenas comenzaba, pero con Doo Joon a su lado, sabía que disfrutaría cada paso.
Fin